–Todo es mi culpa–se repetía una y otra vez Treecko con la mirada perdida en una pequeña ventana que daba hacia el exterior. Snivy estaba junto a él.

–Deja de decir eso, no es culpa de nadie, sólo podemos mejorar para rescatarla–respondió Snivy preocupada por la salud de su amigo.

–Todo es mi culpa, debí haberla protegido yo...

–¡Deja de decir eso maldito imbécil!–gritó Snivy y le dio una bofetada, sacándolo de su trance y darse cuenta de lo que decía–¡Y para la próxima deja de echarte toda la culpa, somos un equipo tonto!

Posterior a eso, Snivy salió de la habitación, tras eso, regresó la Braixen.

–¿Treecko?–preguntó dulcemente la Pokémon.

–¿Qué necesitas?

–Pues, te traje el almuerzo, y, ví que no comiste el desayuno que te dejé–dijo tras ver el tazón con bayas todavía lleno, cómo si no lo hubieran tocado.

–Gracias, déjalo ahí y... gracias por preocuparte–dijo Treecko mirándola con una sonrisa sincera, provocando que ésta se sonroje instantáneamente.

–¡N-no es na-nada, n-no t-te pre-preocupes!–tartamudeó la Braixen moviendo alocadamente sus brazos en señal de negación.

Treecko al verlo sólo sonrió, se sentó en la cama y procedió a comer, y dándose de lo delicioso que estaba, comió con rapidez.

–Ya me tengo que ir, Empoleon vendrá para hacerte unas preguntas–dijo suavemente la Braixen tras recuperarse del sonrojo.

Narra Treecko.

Unos minutos después, tal y cómo había dicho Braixen, el Empoleon entró en la habitación cerrando la puerta levemente detrás de él, dando a entender que quería una conversación privada.

–¿Cómo te sientes?–preguntó con su voz imponente.

–Mejoré algo, aunque no puedo moverme con libertad–respondí sin titubear.

–Bien, supongo que ya estás al tanto, ¿no?

–Sí, Braixen y mi compañera me repitieron incontables veces que ya iniciaron una búsqueda, nunca podré agradecerles tanto por esto.

–Si si, ya la encontramos pero el problema es que está en la guarida de los Táliver, estamos planeando un ataque sorpresa para descolocarlos y salvar a tu amiguita.

–Estupendo, quiero participar.

–En cuánto te recuperes.

–¿Eres el líder?

–No.

–¿Cómo sabían que mi grupo y yo estábamos en problemas?

–Braixen nos insistió hasta que aceptamos ir, el encontraros en esa situación fue mera casualidad... Braixen no para de hablar de tí.

Al escuchar eso me sonrojé levemente, pero no tenía Tiempo para eso, así que seguí preguntando.

–¿Por qué yo no recordaba que Igglybuff gritó mi nombre a pesar de haberlo oído?

–Al parecer tu subconsciente no dejó que pudieras recordarle debido a que quedaste inconsciente ni bien gritó eso.

–Recuerdo unas manos cálidas y una voz dulce que me decía que todo estaría bien, ¿quién me levantó?

–Braixen, sólo vimos que te levantó y te susurró unas cosas, me sorprende que recuerdes eso y no a Igglybuff.

–Lo sé, creo que me siento mejor, muchas gracias–dije levantándome y colocaba los tazones uno arriba del otro y los dejaba en una mesita de madera que había al lado de la cama.

–Bien, deja que te muestre el lugar.

–Gracias nuevamente, vamos.

Salimos de la habitación para estar recorriendo unos pasillos en dónde habían más puertas como las de la habitación en la que desperté.

Tras llegar terminar el pasillo (que parecía interminable, por cierto) llegamos a unas escaleras, por las cuáles bajamos.

–Ésta es una base secundaria, tenemos muchas repartidas por toda la región Estella–dijo Empoleon mientras bajaba por las escaleras primero que yo.

–¿Dónde está la base principal?–pregunté con curiosidad, si se suponía que eran una organización tan poderosa y prestigiosa, deberían tener una base principal.

–Confidencial, cómo no eres parte del grupo no podemos darte esa información.

–Lo supuse, ¿cuántas habitaciones tienen?

–Tenemos un área médica con 8 habitaciones, en cada habitación hay 4 camas para los enfermos y/o heridos. Tenemos el área principal dónde se realizan las actividades individuales, básicamente es dónde si estamos anotados en un afiche, tenemos el día libre. Tenemos también el área de entrenamiento, lugar dónde se entrena a los jóvenes promesas para que sean potenciales miembros del grupo–terminamos de bajar las escaleras y vimos una puerta que tenía un símbolo raro e intrigante, este se conformaba por dos Alas grandes de color arcoiris que se cruzaban como si fuera unas espadas–esa sala es dónde los altos rangos cómo Braixen y yo vamos allí para trazar rutas, ataques y demás.

–Veo que son muchos al tener guaridas por toda la región–dije tras detenerme, había algo que quería pedirle–¿puedo entrenar en el área de entrenamiento?

–Claro, sólo ve hacia el área médica y ve por el pasillo contrario, sube las escaleras y encontrarás el área de entrenamiento, creo que Braixen estaba entrenando a unos críos, déjanos lo de Igglybuff a nosotros.

–Muchas gracias.

Subí las escaleras y fuí por el pasillo contrario, tras un largo recorrido encontré las escaleras que parecían que daban a un lugar aún más alto, esto me dejaba pensando, ¿acaso estábamos en una base subterránea o en una base aérea?

Subí las escaleras encontrándome con un sinfín de Pokémon entrenando de diferentes maneras, entrenando entre sí, usando unas máquinas, entrenaban de muchas maneras. Entonces ví a Braixen utilizando Lanzallamas contra dos Pokémon pequeños, un Magby y una Smoochum quienes lo esquivaron con dificultad, aparentemente entrenaban la agilidad.

Braixen entonces me vió y dio por finalizado el entrenamiento mientras les decía que vayan con sus padres meintras se acercaba lentamente hacia mí.

–¿Te sientes mejor?–preguntó con su típica voz dulce y calmada, espera, ¿qué me pasa?

–Sí, a decir verdad me siento mejor, gracias por preocuparte–dije sin tartamudear a pesar de mis pensamientos raros sobre lo que me sucedía.

–Bueno, supongo que viniste a entrenar, ¿entrenamos un rato?–comentó, mientras veía una especie de aparato que tenía números, creo que representaba la hora del día. De repente una especie de alarma sonó en la sala, y todos menos Braixen y yo salieron del lugar, aparentemente era de noche y cerraban el lugar.

Una Gardevoir llegó y al vernos se acercó.

–Braixen, ya es la hora–dijo Gardevoir mirándola fijamente.

–¿Me das las llaves? yo me encargo de cerrar el lugar, entrenaremos un poco y para la cena ya estaremos allí.

–De acuerdo, toma, cierra bien el área–tras darle la llave se teletransportó a algún lugar desconocido para mí.

–Bueno, empecemos–dijo Braixen mientras demostraba una mirada llena de emoción.

Un Nitrocarga se hizo presente embistiéndome bruscamente y enviándome un poco lejos de mi ubicación antes de comenzar. La Velocidad de Braixen se vio afectada, aumentándola. Me levanté y utilicé Ataque Rápido, pero ella lo esquivó sin muchas complicaciones y utilizó Lanzallamas, movimiento que esquivé por poco.

Narrador.

Tras reincorporarse Treecko usó Absorber, Braixen pudo esquivarlo pero falló al tratar de evitar un segundo Ataque Rápido, lastimandola levemente.

–¿Por qué no usas Excavar que es un movimiento efectivo contra mí?–preguntó Braixen.

–No puedo arriesgarme a dañar la habitación...

Y tras eso Treecko usó nuevamente Absorber, dando de lleno en su objetivo y recuperó un poco de energía. Pero sin retroceder usó Nitrocarga nuevamente, lastimando a Treecko gravemente, la Velocidad de Braixen aumentó nuevamente.

Treecko ya no podía levantarse, esos movimientos lo dejaron sin aliento, pero cuándo iba a debilitarse, sus energías fueron renovadas, su aspecto cambió y su altura cambió también, él se había convertido en un Grovyle.

Grovyle al levantarse y darse cuenta de su cambio, usó Persecución en Braixen, dañandola mucho, y después de eso un mejorado Ataque Rápido la dañó mucho. Tras levantarse Braixen, vio cómo otra Persecución la estampó contra el suelo, y cuándo iba a usar PsicoLlamas (Psicorrayo y Lanzallamas) otro Persecución la debilitó.

Grovyle le dió una Baya Zidra para que se recuperara, tras darle la mano, Braixen se levantó quedando extremadamente cerca de Grovyle, ambos se miraron fijamente.

Narra Grovyle.

Nunca me había fijado en cómo me miraba Braixen sonrojada, nunca la había visto tan cerca, nunca... la había visto tan... linda.

–Yo...

Todo pareció detenerse en ese momento, nuestros rostros se acercaron lentamente y sucedió... nos fundimos en un beso que duró unos minutos, hasta que tuvimos que separarnos por la falta de aire, pero había un hilo de saliva que nos unía, algo raro a decir verdad.

–C-creo que d-deberíamos c-cerrar el lu-lugar...

–Ti-tienes ra-razón Braixen...

Tras cerrar, ella se marchó rápidamente, dejándome atrás, yo sólo me dirigí a la habitación dónde había una nota que decía que podíamos quedarnos Snivy y yo un tiempo, sólo me acosté y miré al techo de madera sonriendo.

Creo que me gustaba Braixen.