II. Capítulo 51: El sueño de dos sombras


Deimos notó cómo algo se revolvía en su interior y de pronto se sacudió. Con un grito y una sonrisa observaba cómo su cuerpo comenzaba a cambiar. Empezó a crecerle un pelaje blanco mientras sus brazos comenzaban a alargarse. Sus ojos se tornaron dorados y luego verdes mientras todo su alrededor comenzaba a distorsionarse. De repente su mente comenzó a expandirse mientras lograba ver todo.

Mientras estaba en medio de la transformación, y aguantando el dolor del cambio, comenzó a sondear con su mente todo el mundo. Todas las almas se veían como motas rojas y azules; sin embargo había una en concreto que brillaba con una luz amarilla. Deimos quiso ir, pero de repente notó un dolor que le atravesaba toda la columna.

Su mente volvió a su cuerpo, la transformación estaba siendo muy lenta. Se vio obligado a ponerse en cuatro mientras sus manos se fusionaban en una punta, como una pezuña. Cerró los ojos y notó como el poder fluía por él. Volvió a sondear la mente y sintió una perturbación en ella. Era como si alguien hubiera abierto un agujero donde no debía y ahora el poder fluía hacia esa dirección. Deimos siguió aquella estela de poder y vio un alma amarilla junto con una azul, una roja y... ¿dos verdes?. Sonrió. Había identificado de forma inconsciente a sus hijastros y sus compañeros. Intentó ir hacia allí y esta vez el cuerpo no puso resistencia, como si ellos no estuvieran en la realidad...¿o sí? Todo el sentido común se deshacía por momentos... De repente, vio como una línea conectaba los dos puntos amarillos. Rió mientras probaba sus nuevos poderes y comenzó a corromper el lugar para intentar cortar y derrotarlos definitivamente. Lanzó una onda oscura que hizo que el grupo de almas se desvaneciese de repente y todo se cubrió de negro y no pudo ver más porque su cuerpo le reclamaba.

Su transformación ahora estaba en sus piernas que estaban cambiando y alargándose mientras el mismo pelaje blanco los cubrían. La parte central de sus nuevas patas se volvió dorada.

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Un pinar. Unas rocas con las que se podían saltar de una en una. La visión que tenía ante ella la evocó unos recuerdos que parecían muy lejanos. No podía reaccionar.

Era el lugar en donde nació.

-¡Zarky! - la voz de Zerio la sacó de sus recuerdos y sacudió la cabeza.

-¿Dónde estamos?- preguntó Zarky aunque intuía la respuesta.

-Como para olvidarlo. Estamos en casa- dijo Zerio

Zarky miró hacia los lados. Los pequeños pinos que nacía, el arroyo unos metros más adelante que surgía de un desnivel del agua. Todo estaba tal y como lo recordaba de pequeña.

-Esto no es real- dijo Zarky.

-Vaya, te has dado cuenta tu sola- respondió con sarcasmo Zerio. La Zorua la fulminó con la mirada.

-¿Dónde esta el resto? - preguntó Zarky

-Aquí no- contestó mirando hacia los lados.

- Mira que tú también... - murmuró con desdén.

-No puedo evitar sentirme nostálgico...- dijo Zerio

-Aquí fue donde papá...

-Donde fue derrotado- el Zoroark apretó los puños- si hubiera sido más fuerte... Tal vez podría...

-Vaya, resulta que ahora te importa- interrumpió Zarky de forma irónica. Su voz tenía un matiz de dolor.

Zerio quiso reprocharla pero gruñó y arañó uno de los árboles con fuerza.

- Tienes razón... No soy más que una herramienta usada por Deimos para satisfacer sus deseos. Me dio la capacidad de la inteligencia para exprimirme al máximo y utilizarme... Me cegó el poder y nunca vi lo que realmente pasaba...

-¿El qué?

- Que sin vosotros no era nada. - Zarky torció la cabeza. Zerio se acercó a un árbol hueco- cuando mamá murió... No pude evitar sentir una ira inmensa y un odio hacia ti muy fuerte... Deimos usó esa ira para que arremetiera contra todo aquel que te ayudara y deseé que murieses porque después de todo lo que luchó mamá por nosotros cuando estábamos con él...

-No intentes defenderla...- respondió Zarky- no había otra opción y ella... Ella nos obligó a ser más humanos; asqueé todo lo que yo era en ese momento- su furia empezó a volverse visible y un aura oscura la envolvía- hasta que pude escapar...

Lo miró durante un momento y suspiró. Se hizo un silencio. Zarky se miró, era una Zorua entera. No había ni rastro de ser una Glaceon. Era como si la imagen suya reflejara lo que en realidad era.

-También tengo que pedirte perdón... - continuó Zarky- te dejé de lado y te odiaba por lo que te habías convertido... Si yo hubiera sido más valiente también, hubiera hablado contigo, te hubiera dicho siquiera algo como hermana... Huí siendo una egoísta...

-Vaya, conque al final si que te importaba - respondió con Zerio con una sonrisa pícara. Zarky le dio un coletazo sonrojada. - Ahora de verdad, creo que hiciste bien en huir; fuiste la que desde entonces llevó la contraria a Deimos y los únicos que hicisteis algo para intentar frenarlo...

Se quedaron en silencio mirando aquel paisaje que tanto resonaba en ellos. Su corta infancia les recordaba aquella felicidad que ahora sentían con nostalgia. Era un sueño, ellos lo percibían de esa manera, pero no querían salir de ahí.

-¿Te acuerdas de cuando papá me echó la bronca porque te tiré al arroyo cuando eras pequeña?

-Casi muero- respondió Zarky con un gruñido- no sabía nadar y me dijiste que se aprendía practicando. ¡Me lanzaste sin avisarme!

Zerio se rió.

- Papá me dijo que aunque ahora estuviese celoso porque eras la pequeña... "llegaría el momento en el que solo estuviésemos los dos solos, que nada serviría intentar enemistarnos porque estamos juntos desde que nacimos y tener a alguien que ha vivido una gran parte de tu vida junto a ti, va a poder entenderte más que cualquiera, por lo que no te busques de tu hermana un enemigo, sino haz de ella una compañera que pueda apoyarte cuando más lo necesites. Sois familia, ten en cuenta esto"....

Zarky lo miró conmovida. Zerio tras decirlo, se entristeció.

-No he sido capaz de respetar eso al parecer- rió com tristeza- al final acabé siendo enemigo y un egoísta... Yo...

Zarky se acercó a él y se acurrucó como abrazo.

-Empecemos de nuevo entonces- murmuró.

Zerio no pudo evitar soltar una lágrima aunque estuvo conteniéndose en todo momento.

-Tengo que decirte dos cosas- dijo Zarky tras un tiempo en silencio.

- Vaya... Estoy preparado para recibir todos los palos posibles- suspiró irónico Zerio.

- No es por ti, bobo- respondió Zarky- la primera es algo que no sé si estoy dispuesto hacerlo...

-Por cómo me lo estás contando es algo que no te gustará hacer.

-Matar a Dani

-Vaya, sí, em... Sí, es muy fuerte viniendo de tu parte. De mi...

-Antes creía que iba a ser la única solución porque así la Esencia estaría eternamente sellada... Decidí acompañar a Aly por eso

-No me esperaba ese pensamiento de ti... Pero ahora lo necesitamos vivo - respondió Zerio seriamente.

-Si tú lo dices...

-Zarky... La muerte suya no va a resolver nada de lo que vayamos a enfrentar... Necesitamos cuanta más gente, mejor... Hazme caso... Si eso que nos atrapó era Deimos... Vamos a necesitar más que personas... Necesitamos poder... Y la Esencia es nuestra baza.

Zarky se quedó pensativa.

- Creo que tienes razón.

- Te lo dice una persona que ha jugado mucho con la muerte. No lo hagas.

Se quedaron en silencio de nuevo, disfrutando del momento.

-¿Cuál es la otra cosa que ibas a comentarme?

Zarky tragó saliva.

- No lo comprendí hasta hace poco y aún falta mucho para que ocurra creo... Pero...- se quedó pensativa un rato.

-¿Pero?- insistió Zerio.

-Me estoy muriendo- suspiró Zarky.

El Zoroark se sobresaltó.

-¿Cómo que te mueres?

- Mi ADN está desestabilizado y partido en tres. Es un milagro que este viva- respondió- cuando fuimos a rescatar al amigo de Isaac... Antes decidí hacer unas investigaciones por mi cuenta...

-¿Os habíais infiltrado antes de que lo capturarais? - interrumpió Zerio

- Por lo menos yo si, las ilusiones siempre funcionan cuando todo el mundo está centrado en sus quehaceres- respondió con una media sonrisa- pero me hice una prueba clínica.

-Sorprendente- murmuró Zerio.

-Según se determinó, me quedaban siete años de vida... Menos si uso movimientos... Es decir... Que me quedan menos de siete años... A lo mejor cuatro o tres...

-¿Cuando te la hiciste?

-Dos semanas antes de rescatar al Noivern- respondió Zarky con un suspiro- pero ahí tuve que usar movimientos...

-¿Se lo has dicho a tu pareja?

Zarky negó con la cabeza.

-No lo sabe... No quiero que se preocupe más de lo ya se preocupa...

-¿Y qué vas a hacer?

-No lo sé... Prometí estar con él y apoyarle pero yo... tengo miedo... no puedo protegerle... Y no quiero separarme de él... Todo este tiempo me ha apoyado tanto...

-¿Y él cómo crees que se sentirá cuando lo descubra?- preguntó Zerio

-Se lo quiero decir cuando todo esto paso... pero necesitaba decírselo a alguien porque estoy en un punto bastante bajo en mi vida que ya me espero cualquier cosa... Si tengo que dar mi vida por él lo haré. Solo... quería decírselo a alguien.

-Zarky, solucionaremos esto en cuanto todo esto acabe- respondió Zerio seriamente tomándola y mirándola a los ojos- juro por mí profesión que haré lo que esté en mis garras para poder salvarte.

Zarky dejó caer una lágrima.

El sueño comenzó a desvanecerse mientras el cielo se agrietaba. Una mano blanca humana rompía aquella bóveda celeste con una luz reconfortante.

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