II. Capítulo 48: Perfeccionamiento

Sandra estaba en su laboratorio, leyendo y concentrada en su labor: descifrar la fórmula de Zerio. Tenía una sonrisa siniestra. Era un laboratorio más grande que el de Zerio y con más luz. Una Liepard descansaba en una cama puesta en un rincón del cuarto. Un gran ventanal dejaba pasar la luz del sol. Una gran mesa en el centro con diferentes objetos esparcidos de forma meticulosamente ordenada.

Aunque Deimos le había echado la bronca, sabía que algo había cambiado en su hijastro y tenía información oculta. El hecho de que tampoco se hubiera puesto en contacto con ellos lo hacía bastante sospechoso. Deimos había enviado a su Zoroark para hacerle frente. Introdujo una gota del líquido dorado en un frasco y le dio algunas vueltas. Miró las anotaciones y mezcló otros componentes. Luego tomó una esfera pequeño como de cristal y perforó un pequeño agujero hasta el centro. En el frasco, el color dorado se tornó púrpura.

- El color de la Esencia- murmuró mientras se reía- entonces si yo ahora...

Tomo una jeringa y pasó el líquido a la esfera de cristal. Con unas pinzas, tomó un frasco lleno de piedras negras y tomó un trozo pequeño y lo dejó caer. El trocito de piedra comenzó a brillar al contacto con aquel líquido. Sandra, vertió un líquido viscoso morado sobre la mezcla extraña y comenzó a reaccionar hasta que se comió todo el líquido y la piedra, envolviendo la esfera de cristal. El color se volvió dorado y brillaba levemente.

Tomó otra jeringa y absorbió el contenido del envase. Caminó hacia una puerta que estaba al fondo de su laboratorio. Atravesó el largo pasillo que conectaba su zona con otra más oscura. Llegó a una puerta que tenía un código y un lector de retina. Al abrirse, un olor a lavanda la inundó.

Allí dentro varios niños estaban dormidos en camas , ordenados y clasificados por edad, tamaño y peso. Todos tenían un collar en su cuello y a los lados se escuchaban murmullos. Se puso rápidamente una mascarilla y se tapó los oídos con unos cascos. Caminó de un lado buscando algo hasta que sonrió.

-Me llevo este- dijo al aire.

Un sonido mecánico de aceptación se oyó y una plataforma levantó al niño que yacía dormido. Tenía 12 años y estaba delgado; pelo rubio largo y desaliñado. Como si fuera un carro, Sandra empujó hasta llevarlo a su laboratorio. Tomó un dispositivo y le puso electrodos para medir sus constantes. Luego tomó la jeringuilla e introdujo el líquido por el antebrazo. El niño comenzó a agitarse mientras las máquinas pitaban. Soltó un grito que hizo que Sandra retrocediese. Su piel se ilumino del dorado de aquella sustancia y de pronto pareció elevarse hasta que una pequeña onda de energía fue liberada; lanzando varios papeles por los aires. Sandra sonrió satisfecha. El niño entonces abrió los ojos.

-¿Dónde... Dónde...? - rápidamente Sandra tomó una jeringa y le inyectó una sustancia azul. El niño cayó inconsciente mientras su cuerpo comenzaba a empequeñecerse mientras pelaje blanco y azul crecían cubriendo el cuerpo. Su nariz se unió a su boca mientras los dientes frontales crecían para asemejarse a los de una ardilla. Sus orejas pasaron a estar en la parte superior de su cabeza. Sus mejillas se tornaron amarillas y de su espalda nació una cola que se alargó hasta hacer un pequeño rollo que se cubría con un pelaje blanco y azulado. Sus ojos se volvieron negros y se cerraron, volviendo a dormirse. Sandra tomó el nuevo Pachirisu y se lo tendió a la Liepard que se lo llevó fuera de la habitación.

Una vez se fue, comenzó a reírse.

Había encontrado la forma de transformar a Deimos en Arceus.

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"Recuerda quien eres"

Jack abrió los ojos y se incorporó inmediatamente. Le dolía mucho la cabeza, le costaba pensar.

-Ngg... ¿Qué? - dijo adolorido- Eh...

-¡Jack! - exclamó Aly

Jack se giró para ver a una Braixen que se le acercaba corriendo.

-¡Ahh!- exclamó asustado, pero por alguna razón su cuerpo no respondió.

Aly le golpeó con su palo.

-¡Ay! - protestó Jack -Pero, ¿qué?

-¿Jack?

- Si... Au... Soy yo... - contestó el Noivern rascándose la cabeza en la zona del golpe - pero... ¿por qué...?

Aly lo abrazó con fuerza emocionada, lo que hizo que Jack parpadeara confuso.

-Has vuelto- dijo la Braixen secándose una lágrima.

-Em... Nunca me fui... - murmuró Jack

-Te habían lavado el cerebro y convertido en su marioneta- dijo Zarky, quien estaba detrás con Zerio vendando uno de sus brazos

- No, no, ese también era yo pero... - Jack cerró los ojos. Un profundo dolor de cabeza le vino mientras intentaba recordar-  supongo que sí... Fui un inútil... No pude evitar resistir... - se frotó la cabeza - intenté levantarme pero...

Aly le puso un brazo sobre el hombro.

-¿Cuánto tiempo?- preguntó el Noviern. Aly torció la cabeza- ¿Cuánto tiempo llevo así?

-Cuatro años y medio- respondió Zerio- tardamos medio año en someter tu voluntad. Aunque tu hermana fue más complicado... - lo último hizo que el Noivern reaccionara. Esa mirada fría y calculadora afloró en su memoria.

-¿Qué la hicisteis?- intentó levantarse, pero su cuerpo estaba muy débil. No sabía por qué.

-¡Ey, tranquilo! - exclamó Aly- está con nosotros...

-Él estaba con ellos cuando... - le volvió a doler la cabeza, como si los recuerdos de aquellos años estuvieran completamente desordenados en su mente y fluyendo tras él como un torrente.

-Sí- suspiró Zerio- algo que en aquel momento me enorgulleció - el Noivern le lanzó una mirada asesina.

-Tal vez no deberías ser tan sincero- Cira llegaba con un cubo de agua- das miedo- Zerio entornó los ojos y gruñó.- Cira le tendió un vaso al Noivern- Hola, soy Cira y creo que soy quien te ha arreglado.

-Em... Hola... - susurró confuso. Miró a los que le acompañaban. Zarky lo percibió.

-Si los buscas no están aquí- respondió Zarky- Isaac se quedó en casa recuperándose de una herida, Dani al parecer está siendo custodiado por Xerneas y tu hermana...

- Raven está con ellos... - interrumpió Jack. Zarky asintió con cierta tristeza.- así que estoy solo.

Si hizo un pequeño silencio.

-Bueno... Me duele bastante la cabeza y no logro recordar mucho estos últimos años así que... Agradecería que me pusieseis al día... Si no os importa...

Aly y Zarky se miraron, luego miraron a Zerio.

-Yo diría de irnos y empezar el viajecito que nos toca- protestó Zerio luego se observó el brazo y al resto que tenía una cara de cansancio- pero también tenemos que recuperarnos un poco así que creo que es mejor que descansemos. Cira- la chica dio un respingo- Aly dijo que tú eres la primera parte de este viaje, encuentra el por qué.

-Pero yo... - suspiró resignada- esta bien, veré que puedo hacer.

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Cintia había logrado huir. Estaba en las afueras de aquel complejo. Al parecer nadie había dado la voz de alarma. Eso era raro. Llegó a la entrada. Dos barreras móviles cercaban el paso de vehículos y dos garitas una frente a otra hacían la entrada del complejo. Camino con mucho cuidado.

De repente, un destello de luz apareció frente a ella.

"Mierda"

Un Zoroark y un Hypno aparecieron en la entrada justo delante de la Delphox. Cintia tragó saliva. Ambos se miraron. El Zoroark sonrió.

-La mascota de Zerio- murmuró- tengo algo muy importante para ti.

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-Deimos- Sandra estaba entrando en el despacho de aquel hombre que era su jefe- he encontrado la forma para poder continuar con nuestra expansión.

Deimos sonrió. "¿Nuestra?" Pensó. Estaba sentado en un sofá, con un libro en una de las manos leyendo. Tenía a una Glameow en su regazo y una Primarina entre sus piernas descansando. Cuando Sandra se fue a sentar en una de las sillas, la Primarina abrió los ojos momentáneamente. Sonrió mientras miraba vacía y eternamente velada de aquella Pokemon, había sido un gran proyecto. "Que pena que perdiéramos al otro" pensó.

La científica puso una esfera cortada por uno de los lados encima de la mesa

- He aquí, la fórmula para transformarse en Arceus... En el origen... En un dios- proclamó.

- ¿Cómo estás tan segura?- preguntó mientras se levantaba.

-Porque alguien ya lo había hecho antes- contestó - tu querido hijo.

Deimos se estiró y sonrió.

-Con que era verdad... - murmuró.

Tomó una jarra de una de las mesas y un líquido violáceo cayó sobre una de las tazas que había cogido y le pegó un sorbo.

-Había confiado en él... Ya decía yo que no me estaba comunicando nada... - dijo con una pequeña risa- en fin, supongo que por eso me pidió eso. Ahora podría tener un motivo para tomar a su mascota y acabar con todos a los que me retienen- dejó la taza en la mesa y le pegó un suave golpe- pero cierta persona - se volteó a verla- dejó que se escapara.

-Pero he conseguido esto- respondió Sandra nerviosa pero intentando mantener la sonrisa

-Es cierto... Quizás tengas algo de perdón- respondió mientras dejaba la taza sobre la mesa- en cuánto Zoroark regrese, comenzaremos el proceso.

-No hace falta que esperéis- la voz de Zoroark que aparecía por la puerta sobresaltó a Sandra.

-Dame noticias- dijo Deimos.

-El Zangoose a muerto y nos hemos encargado del resto. El grupo de Zerio ha logrado escaparse con la pluma. No llegué a tiempo- dicho esto se puso de rodillas. Lograron derrotar a vuestro Hypno y escapar hacia su próximo destino.

-Dani- susurró Deimos. Miró a la Primarina que estaba aún a sus pies y lo miraba de forma vacía pero con una sonrisa perenne- si Zerio está con ellos entonces les habrá explicado en qué consiste lo que tienen dentro de sus cuerpos.- tomo la taza y con un gruñido la lanzó contra la pared contigua. - tenemos que ponernos en marcha. Con la esencia de Arceus podré romper el bloqueo y encontrarlo para poder evitar que puedan hacer nada. Reestructuraré el mundo entero y todos se postraran ante mí. Sonrió mientras salía del cuarto.

-Haz los preparativos, quiero que mañana pueda alzar el vuelo- Sandra asintió. El Zoroark se arrodilló.

-¿Quieres que me encargue de algo más? - preguntó el Zoroark

-No puedo pedirte lo que quiero ahora; así que de momento puedes descansar- respondió Deimos- tendré que buscar a alguien más para esto... O hacerlo yo mismo.

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El bosque continuaba. Estaba atardeciendo. Cintia jadeaba por el bosque tirando de una bolsa de su tamaño.

-Que me deshaga de esto dice... como si fuera fácil - gruñó la Delphox luego se detuvo pensativa y suspiró- soy estúpida.

De una parte del pelaje de su muñeca salió un palo en forma de varita.

-Espero que esto funcione- murmuró para si misma.

La Delphox cerró los ojos e inspiró, apuntó con la varita y dejó que la energía fluyera. Era bastante fácil, como si estuviera acostumbrada desde siempre. Al abrir los ojos encontró la bolsa flotando. Sonrió satisfecha.

-Ahora será más fácil

La Delphox echó un vistazo hacia atrás. El edificio estaba ya lejos.

-Espero que no lo descubran... Por tu bien... - murmuró.

Miró hacia adelante.

-Aly... Por fin... Voy a por ti....

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