II. Capítulo 40: Segundo asalto

Ray estaba tumbado en la entrada de la puerta, afuera, para que su olor no inundase la casa.

Dina estaba con Myriam preparando la comida.

Una silueta se recortaba en la distancia. La forma felina de un Zangoose comenzaba a formarse en el camino. El Skuntank observó atentamente.

-Está aquí- dijo. Dina y Myriam miraron por la ventana. Lux, que estaba en el salón cuidando a los niños les pidió que se fuesen al cobertizo.

Ikena caminaba con un paso lento. Se había mentalizado para lo que iba hacer. Solo tenía que derrotarlo y llevárselo. Todo estaría bien después de ello.

Myriam salió afuera y se quedó en la puerta, estaba seria.

-Ikena- dijo con voz suave y calmada.

Ikena se detuvo. Toda la confianza se desvaneció en cuando escuchó la voz de su madre y levantó la cabeza. De pronto, todo ese odio que tenía por dentro se resquebrajó al ver los ojos de su madre.

Aunque la voz estaba tranquila, sus ojos decían lo contrario. Estaban húmedos y un atisbo de alivio se podía percibir. Irradiaba esperanza y amor... y culpabilidad. El Zangoose se detuvo, y su corazón se resquebrajó hasta que se puso de rodillas. Myriam fue hacia el y le abrazó. Una oleada de frustración y culpa lo inundó y sin decir nada comenzó a llorar.

-Bienvenido a casa- dijo su madre con la voz temblorosa, rompiendo con la firmeza.

Ikena estaba paralizado. De pronto, esa oscuridad que había salido de su corazón al llegar la luz de su madre se separó y pudo disfrutar de ese momento de cariño. Pero algo en el fondo de su mente se activó y de pronto, sintió como algo le arrebataba su ser de mente y lo ataba. Quiso gritar, pero descubrió que no tenía control de su cuerpo. De pronto, su visión se tornó roja y un impulso bestial comenzó a palpitar en su ser. De pronto, sintió como algo le arrebataba sus recuerdos, sus emociones, su personalidad, su ser. No podía pensar, se había olvidado de contar, de sumar, su cerebro comenzó a arder y profirió un grito seguido de un rugido. Myriam se separó, Ray y Dina salieron.

Dejó de sentir su latido, sus zarpas, su pelaje, dejó de escuchar. Su última visión era una mujer preocupada que retrocedía de miedo. Eso era. Miedo. Él era el miedo y tenía hambre. Una imagen aparecía constantemente en su cabeza. Un Vaporeon. Ese era su objetivo. Con el último trazo de consciencia que se desvanecía, entendió que había perdido.

Lo que había delante de él. Un Skuntank, una Dewott y una mujer humana detrás de ellos

"La Entrenadora" supuso

El Zangoose gruñó. Ese no era su objetivo, pero estorbaban. Concentró su poder y liberó una Onda Certera contra la entrenadora. La Dewott entonces con Concha Filo bloqueó el ataque, pero el impacto hizo que retrocediera. El Skuntank usó lanzallamas.

"Muy lento" pensó el Pokemon y rozó las llamas que dieron en su brazo mientras que usaba Garra Brutal, enviando al Skuntank a los arbustos con una gran marca en su vientre que no llegó a penetrar.

Ray salió volando. Myriam estaba en shock.

-¡Ikena! - exclamó mientras retrocedía.

El Zangoose se giró hacia la mujer que había gritado. ¿La conocía? Daba igual, si lo bloqueaban, los matarían... Y más a esa humana. Con un alarido, volvió a cargar contra la humana, pero la Dewott volvió a intervenir con su concha en forma de filo.

Intercambiaron diferentes golpes. Los del Zangoose eran poderosos y contundentes; los de la Dewott, gráciles y ágiles; no acertaba ninguna.

Dina, frustrada, desenvainó la otra concha y comenzó a duplicar el número de golpes por lanzada.

-Estaré vieja, pero no he perdido la práctica- exclamó frustrada- ¡Ikena, responde!- el Zangoose gruñó y embistió con las dos garras, las cuales apartó hacia un lado, dejando un espacio- ¡Qué te den!- con un giro realizó un corte en el costado con los dos filos, que destellaron e hicieron retroceder al Zangoose que profirió un gruñido e intentó arañar otra vez a la Dewott.

Dina retrocedió unos pasos, mientras comenzaba a sentir los efectos de la falta de entrenamiento y madurez. El esfuerzo había sido grande, pero podía mantenerse en pie y aguantar un poquito más.

-¡Dewott! ¡Usa Acua Jet! - el grito de tristeza de Myriam hizo que un escalofrío recorriera el cuerpo de Dina y una sonrisa se dibujó en su rostro. Al instante, pareció que el cansancio disminuía por momentos y rejuvenecía. Con un gritó, la Dewott se envolvió de agua e impactó contra el Zangoose que no se esperaba la velocidad del proyectil que iba a por el. Una vez le tenía a tiro, Myriam respiró hondo y miró a la Dewott que entendió lo que tenía que hacer, aunque en su interior temía un poco.

El Zangoose gruñó y usó A Bocajarro. Dina sonrió y aguantó los múltiples puñetazos que empezaron a llover por todo su frente. La Dewott respiró y aguantó, pero dolían.

-¡Contraataque!- exclamó Myriam con firmeza.

Dina cargó el poder que crecía, potenciado por la voz de su Entrenadora, que la impulsaban más allá de sus propios límites. Con un golpe poderoso de la cola, envió despedido al Zangoose contra un árbol, que se partió con el impacto. Dina se sentía eufórica.

- Tenemos que dormirlo- dijo Ray mientras se sacudía el polvo adolorido. Dina miró a Myriam.

-No está siendo él- respondió Myriam- es como si se hubiera ido...

El Zangoose se levantó. Tenía un objetivo claro y ellos estorbaban. Gruñó y afiló sus garras. Es último golpe lo había dejado bastante malherido.

-Dejadme enfrentar a él- la voz de Issac desde la puerta. Ante ellos, estaba Isaac, en forma semihumana. Con un chándal prestado y una chaqueta.

El Zangoose lo vio y de pronto sonrió. Ahí estaba su objetivo. Con un rugido, se impulsó y fue a por el Vaporeon humano.

Ray se interpuso usando Protección, lo que repelió el ataque, pero eso le valió para acercarse lo suficiente y, aprovechando el impulso del ataque, saltó y desgarró el costado de Dina, que gimió de dolor y que afortunadamente pudo prever y esquivar para que no fuese peor

-¡Dina!- exclamó Myriam

-¡Dewott!- exclamó Dina intentando alejarla.

Esta distracción le valió para poder embestir contra el Skuntank y dejar el hueco para clavar la garras sobre la cola. Issac gritó, Ray gruñó en intentó morderlo.  Isaac inspiró y corrió hacia el Zangoose envuelto en agua. El Aqua Jet bastó para lanzarlo lejos otra vez.

-Meteos dentro, yo me encargo- tomó un palo que había en la pila de la leña a modo de bastón.

Myriam tomó a Dina y Ray fue tras ella. Isaac estaba furioso, esta vez compensaría su fallo.

-¡Ikena!- exclamó Isaac - ¡Es hora de zanjar esto!

¿Quién era Ikena? Ese nombre le sonaba. Su objetivo estaba delante. Volvió a acercarse a Isaac con las garras refulgiendo en verde.

Isaac concentró el poder del agua en un punto de su mano que formó una esfera acuática que se iluminaba levemente. No pudo evitar sentirse ridículo cuando le lanzó el Hidropulso a la cara y le impactó, sorprendiendo al Zangoose que se tenía que proteger con sus garras.

No era la primera vez combatiendo en esa forma, pero le permitía más movilidad, por lo menos así lo recordaba de verlo en películas y su propia experiencia . Con un impulso comenzó a cargar el palo mientras se envolvía de agua y con un salto, palo en frente, usó Acuajet tan rápido que no le dio tiempo al Zangoose de reaccionar. En el impacto, puso un pie en el suelo y con el comenzó a golpearlo con el palo.

Izquierda, derecha, arriba, abajo, izquierda, al centro. Una secuencia de golpes que el Zangoose comenzaba a sentir en su propio cuerpo. No era lo suficientemente rápido para ensartar un ataque. Con un gruñido cargó sus garras para usar Desquite, lo que hizo que Isaac cambiase a una posición más defensiva y rompiendo el palo en dos. Isaac sonrió y, envolviéndose de agua, agarró ambos palos y de pronto, una lluvia de golpes llovieron sobre el Zangoose, que se sorprendió mientras golpes cargados de energía acuática le daban en todos los lados.

Para intentar contrarrestar la somanta de golpes. Expuso su guardia mientras usaba A Bocajarro. Funciono y su velocidad de golpes se igualó. Isaac gruñó, aún no se había curado de la herida del costado y comenzó a notar la fatiga. En un descuido, uno de los golpes del Zangoose le dio en el brazo que sonrió triunfante y exhausto; pero eso no hizo detenerle y volvió a usar A Bocajarro. Isaac no pudo seguir la secuencia y recibió todos los golpes mientras su cola se endurecía y brillaba de forma metálica para usar Cola Férrea. Con un giró, impactó la cola contra el estómago del Zangoose que lo separó del rango de combate.

Isaac aprovechó ese espacio para poder envolverse en aros de agua mientras regeneraba algunas de sus heridas.

El Zangoose gruñó en frustración. ¿Qué debía hacer? No recordaba que fuese tan fuerte. Aunque no sabía de dónde salía ese recuerdo. Sacudió su cabeza. Apresar al Vaporeon. Ese era su objetivo; no descansaría hasta verlo junto con su amo. Su amo... Su amo lo abandonaría si falla. Debería buscar a su compañero.

Con un gruñido, concentró energía en un punto de sus garras y lanzó una Onda Certera. Isaac lo esquivó con facilidad.

"Tengo que alejarlo de aquí" pensó el Vaporeon mientras empezaba a correr en dirección a Vetusta. El Zangoose lo vio irse y fue tras él persiguiéndolo. Era su objetivo.

Un Luxray había sido testigo de la batalla sin que nadie se percatara de su presencia. Mientras el caos reinaba en la planta de abajo, el Luxray fue tras él por instinto. Algo lo estaba impulsando y por primera vez, su mente le estaba guiando también.

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