Una pequeña sacudida y la habitación de Deimos se transformó en un jardín bastante descuidado y la puerta de un edificio custodiado por los clásicos hombres de gris.

Ikena se detuvo a observarlos y comprendió.
"Ni ellos se han salvado"

Tres Bisharp, un Zangoose y dos Lucarios, todos vestidos de gris. Equipados con esas pistolas que ya había visto más de una vez.

-¿También han caído ellos? - quiso preguntar. El Zoroark no le respondió. "Vaya compañero de conversación"

La puerta del edificio se abrió, un par de científicos llevaban una camilla con una sábana cubriendo lo que parecía un cuerpo. El brazo de un Bisharp asomaba por uno de los costados.

-Captura al Vaporeon- el Zoroark habló. Su voz era ronca y profunda, sonaba adulta y parecía un gruñido más que palabras moduladas. ¿Quién era ese Zoroark? Volvió a hablar- luego ven a museo- el Zangoose asintió

No importaba. Tenía que valerse. Por Aly. Por su futuro juntos.

"No voy a esconderme ahora; si este es nuestro futuro, tengo que asegurarme..."

El Zoroark tomó impulso y se catapultó hacia la ciudad.

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Ray caminaba por el sendero hacia la casa junto a Lux. Al parecer, el Luxray le había informado de que algo había ocurrido. Según uno de los críos que fueron a ver a Lux, había sucedido una batalla entre un Vaporeon llamado Isaac e Ikena.

"Isaac..." pensaba para sus adentros. ¿No era ese uno de los amigos que estaba buscando Dani hace cinco años? Volvió a recordar aquella explosión de Ciudad Puntaneva. Ninguna noticia de Dani, ya lo daba por muerto.

Se reencontró con Aly para decirle que desapareció. Así como Sarah. Tiempo después le contaría toda esa aventura, cuando se recuperó del duelo. Sabía también que Ikena se sentía bastante traicionado y poco a poco prefería no pensar en que ellos les salvarían.

Cuando comenzaron a rescatar a todos aquellos niños, él ya no podía estar en aquella casa. Era un Skuntank y su presencia a veces acababa notándose demasiado; pero gracias a Lux pudo adaptarse a la vida salvaje.

Echaba de menos a su padre, pero no supo nada de él en mucho tiempo y asumió que, o bien había sucumbido al capricho de la transformación o muerto... Se sacudió la cabeza.

Ikena y Aly habían dejado a los niños a cargo de la familia. ¿En qué estaban pensando?

Una Dewott esperaba en la entrada. Su rostro era de preocupación. Vio que el carácter del Pokemon estaba... roto.

-Dina- dijo el Skuntank

-Yo también he venido- dijo la Dewott. Su semblante ya mostraba signos de vejez

El día parecía que no iba a empezar bien.

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Zerio usó Bola Sombra, la puerta reventó y, tal como había sentido. Un gran número de Pokemon esperaban al otro lado.

Unos Skuntank usaron Bomba Lodo, pero Zarky con un Rayo Hielo bloqueó el ataque.

- Aly, Zerio y Cira, id por aquí. Jack, tú y yo vayamos por arriba- dijo Zarky. Todos asintieron.

El Zoroark embistió con Garra Umbría contra el Skuntank.

-Hay unas escaleras en el centro del museo que recorren los dos pisos en una plaza en medio. Nos vemos ahí- dijo Aly mientras se internaban.

Con un rápido movimiento de manos, sacó de su cola el palo y envió un Lanzallamas hacia dos Golbat que iban a por Zerio con las mandíbulas abiertas quien con un rápido movimiento de garras, tomó a los dos Golbat y los lanzó hacia donde el Skuntank.

Los tres estaban en el pasillo. Un Absol los esperaba con los ojos destilando rabia.

-Transformados- dijo Cira.

Zerio negó con la cabeza.

-Controlados. Esos ojos rojos... - dijo el Zoroark

-Es tal y como Ikena me describió cuando le pasó.

El Absol que tenían en frente profirió un aullido que hizo que temblase las paredes y el trío tuviese que taparse los oídos. El Absol entonces intentó embestirlos, pero Zerio volvió a usar Garra Sombría y atravesó el cuerpo del Pokemon.

-Ahora no son ni humanos ni Pokemon. Solo sacos de carne que piensan en violencia. - dijo Zerio sombrío- similar a lo que sucede con nuestra especie si nos quitas el anillo...

Aly pensó en la madre de Zarky. Zerio la miró.

-Es justamente lo que pasó y fue uno de los primeros experimentos. Continuemos- Zerio se limpió la sangre.

Mientras tanto, el aullido del Absol había llegado arriba. Zarky, en su forma Pokemon, y Jack no se habían encontrado con ningún Pokemon. O eso creían porque nada más el Noivern pisaba la primera sombra del pasillo que llevaba al centro del museo. Múltiples ojos comenzaron a aparecer alrededor del pasillo. Zarky gruñó.

-Gengar- murmuró.

Al oír esa palabra, múltiples figuras comenzaron a asaltarlos entre risas sombrías; con los ojos rojos. Jack se cubrió con las alas acobardado. Témpanos de hielo rodearon a la Glaceon- Zorua convirtiéndose en dagas de hielo. Con un movimiento de cabeza lanzó Canto Helado contra varios de ellos. Algunos de ellos recibieron el impacto, pero otros los esquivaron y lanzaron una Bola Sombra hacia el Noivern que era derribado por ellos.

-¡Jack! - excalmó Zarky mientras lanzaba más fragmentos helados. - ¡Necesito que ataques!

Jack se cubría mientras recibía lo que parecían burlas por parte de los Gengar.  Tenía miedo.  No podía hacer nada, nunca le habían preparado para luchar.

Él era la mascota de su ama; no podía luchar porque se lo había prohibido. Los Gengar al ver que el Noivern no iba a actuar, centraron sus miradas y sonrisas en Zarky que uso Rayo Hielo para poder congelar a dos de ellos.

Zarky corrió hacia un lado mientras esquivaba cuatro Bolas sombras y con Canto Helado derribó a uno. Luego, dando un paso en la pared, hizo una pirueta para esquivar otro proyectil que daba a la pared. Con un gruñido se concentró mientras dejaba que su energía fluyera a través de ella. El hielo empezó a arremolinarse frente a ella. Una Bola Sombra impacto en su costado, pero no cedió. Luego otra, y otra, y otra.

Cerró los ojos mientras resistía todos los ataques. Diez Gengar. Su cuerpo se iluminó. Miró a Jack con cierta molestia. Con furia, concentró todo su poder y estelas moradas y azules se mezclaron. Zarky entonces rugió y con un paso firme, la ventisca que la rodeaba se expandió en una de choque que congeló a tres Gengar que se acercaban y una explosión azul y morada surgió de ella impactando contra todos los siete Gengar y un Noivern que recibía un gran daño en su espalda.

Zarky exhaló una brisa que se condensaba al salir de su boca. Todo a su alrededor había caído. Jack se incorporó y la miró con cierto temor.

- Necesito tu ayuda, sino caeré antes - dijo Zarky- y me importa una mierda si no has sido educado para pelear. Tienes en tu interior un luchador nato. No seas una carga- Jack tragó saliva. Algo se removió en su interior.

El piso comenzó a temblar. El museo entero comenzó a temblar.

-Oh, oh- dijo Zerio en el piso de abajo

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"¿Qué soy?"

Cira observaba la batalla, esperando, mientras se cuestionaba su existencia. Intentó meterse en su mente mientras la pelea continuaba. Se concentró en la gema que empezó a parpadear.

"Azelf" se dijo a sí misma

Silencio

"Azelf, como guardiana de la voluntad, te invoco" algo así decía su abuela

Ninguna respuesta.

"Joder, Azelf, por favor, ¿qué me has hecho? ¡Necesito respuestas!" gritaba a sus adentros.

Nadie lo notó, pero Cira se desmayó en la puerta cuando el Absol rugió.

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Ikena estaba viendo su casa a lo lejos, caminando por la familiar ruta, pero no lo sentía como su hogar. Había alguien ahí con el que tenía una cuenta pendiente.

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Isaac estaba en el dormitorio y se estiró. La herida parecía que ya no molestaba. Ser Vaporeon tenía sus ventajas.

-Isaac- la voz de Dina le resultó muy agradable en el interior del Vaporeon.

-¡Dina! - el Vaporeon bajó de la cama y la Dewott lo abrazó- Vaya, pareces bastante cansado- dijo con dulzura.

-Ahora te preocupas- dijo con una pequeña sonrisa. Dina sonrió.

Myriam apareció por la puerta.

-Gracias por venir- dijo la madre de Ikena.

-Dewott! - exclamó Dina.

-Dice que se alegra mucho de verte- tradujo Isaac.

Myriam acarició su cabeza. Dina sonrió luego habló con Isaac.

- Uno de los niños fue a verme y me avisó de que Aly se había ido a Vetusta y que Ikena no ha vuelto a aparecer desde ese momento.

-Tuvimos una pelea... - contestó Isaac- está muy enfadado. Fue elección de Aly querer intentar ayudar...

-Lo importante es que estéis bien y que estamos aquí para ayudaros.

-Gracias Dina.

-Ray y Lux están abajo también. Nos encargaremos de ellos mientras estéis fuera- dijo la Dewott.

- ¿Lux? ¿El Luxio que vino con nosotros desde Kalos? - preguntó el Vaporeon sorprendido.

-Ahora es un Luxray- rió - pero sí, es el mismo.

-No me lo esperaba.

-Que te cuenten ellos; yo se supone que estaba jubilada, pero bueno, aquí estamos- respondió con un suspiró de resignación- Ale, recupérate y ve a ayudarlos.

El Vaporeon se quedó pensativo y miró por la ventana.

- No sé qué hacer- suspiró- creo que seré más útil si me quedo...

-¡Tonterías!- interrumpió Dina con su característica voz de reproche- te necesitan más de lo que crees. Especialmente esa Zorua que tienes por pareja- luego ladeando la cabeza prosiguió mientras se iba- esa chiquilla es muy cabezona, no hay quien la detenga si se le mete algo en la cabeza esa.

Isaac sonrió mientras se iba

-Puede que tengas razón...- murmuró.

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-La Horda- dijo Zerio mientras notaba el temblor - avancemos.

Llegaron a la parte central. Zarky estaba en el piso de arriba.

La sala era una gran circunferencia con una cúpula de cristal rota que dejaba entrar la luz del Sol. Siete pasillos en ambos pisos. En el centro una fuente cubierta de musgo y dos palmeras que rozaban el techo bastante descuidadas. Había bancos y sillas por doquier, junto con papeles, todos desperdigados por el suelo que una vez estuvo limpio.

-¿Qué es la horda?- pregunto Aly.

-Un experimento en el que mediante una mente colmena, enviábamos órdenes. Fueron los primeros en que implementamos un control remoto- contestó Zerio- logramos combinar sus mentes, pero...

El temblor empezó a ser más potente. Algo venía por el resto de los pasillos.

-Dejamos de poder enviar mensajes y freímos su cerebro... Por decirlo de alguna manera...

Siluetas oscuras comenzaban a inundar la zona. Era una masa morada de múltiples criaturas.

-¿Rattata?- preguntó Aly

-Controlando una plaga, se puede interferir en la paz de una ciudad...- respondió Zerio mientras cargaba de energía siniestra sus puños.- se hizo demasiado bien.

Aly suspiró y encendió el palo.

-Empecemos- dijo la Braixen