II. Capítulo 17: Isaac
No era lo que quería. No quería oír nada de lo que Aly decía.
Tanto tiempo buscando una respuesta y no obtenía ni una pista.
Le había dado por perdido y ahí estaba ella, hablándola de un sueño sin sentido.
No escuchó nada más. Lo único que vio fue a Ikena entrar y los problemas empezaron.
Estaba en el seto, oculto, sus pensamientos estaban centrados en lo que Aly había hablado.
Se sentía culpable.
Culpable por haber estado ausente.
Por no haber cumplido la promesa.
Por no ser capaz de ayudar a Jack.
Por no haber resuelto nada.
Aly le había dicho que Jack podría recuperar la memoria.
¿Pero a qué coste?
No quería que nadie sacrificase su vida por él ni por ellos. Tenía que encargarse él. Se lo debía. Aún tenía la posibilidad de regresar a su forma humana...
Sacudió la cabeza.
"No puedo dejar que se sacrifique así"
Se centró en Ikena que lo buscaba y usó Hidrobomba.
A medida que intercambiaban movimientos, se fijó que iba muy en serio. En uno de esos momentos, miró a Aly.
Y de repente tuvo un pequeño atisbo de esperanza. Vio una determinación que dolía. Similar a cuando Sarah se sacrificó por ellos. ¿Por qué?
Otro paso, ella se dirigía hacia Jack. Los recuerdos le azotaron. Ya había dependido mucho de los demás y cuando fue el único que quedaba junto con Zarky, se encontraba perdido.
No podía detenerla, pero podía darle tiempo. Aly le recordó que siempre hay alguien que te tiende la mano y te ayuda a remontar. Ya había hecho suficiente, ahora tenía que apoyarla.
Se fijó en el Zangoose.
Si era verdad lo que decía, todo podría cambiar.
Una pequeña sensación de alivio recorrió su espalda.
Tampoco se perdía nada, ¿o sí?
Si ella estaba dispuesta a hacerlo...
Le dijo que se fuera.
En ese momento, sintió que hacía lo correcto. Se dio la vuelta y se interpuso.
Ya no era él quien solamente buscaba a sus amigos.
Había alguien más que aún les importaba.
Escuchó el grito de Ikena que iba directamente hacia él.
-----------------------*******----------------------
- ¡¿Eres estúpido?!- una voz aguda y una bofetada resonaron por la sala vacía.
Un adolescente recibía una bofetada que retumbó en la solitaria casa. Una mujer finamente vestida de rojo con tacones, el pelo rubio recogido en un moño y airada abandonada la sala donde el chico estaba de pie inmóvil y con la mejilla roja.
Se aguantó las lágrimas. Su pelo rubio, largo le tapaba los ojos.
No había hecho nada. Le habían expulsado por defenderse de quienes le agredían. ¿Por qué siempre que había una pelea acababa siempre con él siendo expulsado?
-¡Isaac! - la voz de su madre, aún enfadada hacía eco en las paredes- ¡No te vuelvas a juntar con esa chica, es una mala influencia y te está volviendo malo!- acto seguido, la puerta de la entrada con fuerza
Otra vez con lo mismo. No era culpa de Ruth... Intentaban pegarla de nuevo.
Qué más dará. Su madre nunca se interesaba por él. Estaba tan ocupada con sus "citas" que no era capaz de ver que su hijo estaba mal. Se encaminó a su habitación. Un cuarto amplio, con una cama a la derecha y el escritorio con un ordenador. La ventana le mostraba el día nublado.
Su padre había muerto tres años antes, cuando estaba todavía en secundaria y su madre en vez de guardar luto comenzó a buscar a alguien que lo supliese. Eso había hecho que Isaac la aborrezca. Lo peor era el hecho de que la intentaba obligar a hacer algo que no le gustaba. Él se había metido en genética casi a escondidas si no fuera porque consiguió el dinero con su trabajo de verano ya que su madre no iba a soltar ni un duro por él. No iban mal de dinero y su madre le recordaba que todo podría ser suyo si estudiaba derecho para ser feliz. Una herencia que pertenecía a su padre y que su madre, por ser Isaac menor se apropió a pesar de que el dinero era suyo. Incluso en tercero de carrera, su madre seguía poniéndole obstáculos. Tras la polémica de Ruth, hubo una gran investigación sobre el hecho que por suerte no llegó a la prensa nacional. La detuvieron y fue sentenciada a dos años de prisión gracias a que la universidad se hizo cargo del proceso judicial y la defendió. Isaac, que fue una de las víctimas, fue obligada a retirarse temporalmente de la universidad para una evaluación médica. El día que volvió a recoger las cosas, fue con Ruth y las víctimas a recoger sus cosas. Fue en ese momento cuando un grupo de estudiantes muy airados se plantaron frente a ella. Sabía lo que iba a suceder, no había nadie más, así que se interpuso y comenzó a pegarles. Pasaron cinco minutos y la policía intervino, arrestándolo.
La fianza la pagó su madre, claro, pero le daba igual; solo quería volver otra vez a tener a su hijo bajo su yugo.
-----------------------*******----------------------
Aly sacó un mapa y señaló una posición.
-Tenemos que ir al mueso de Ciudad Vetusta... Puede que haya una pluma de Creselia ahí
-¿Para qué? - preguntó Jack
- Gracias a ella podemos llamarla y que nos explique el significado de nuestro sueño. Por lo menos, es lo que dicen las historias. - contestó la Braixen
- ¿Y si no lo encontramos?
- Preguntaremos a uno de los otros dos Pokémon de la Cadena Roja - respondió Aly con un suspiro
-¿Quiénes son?
- Uxie y Azelf.
-----------------------*******----------------------
Isaac toma una bocanada de aire y libera una potente Hidrobomba directo a Ikena.
El Zangoose resiste el movimiento y comienza a golpearle seguidamente con Glopes Furia. Cada zarpazo era un golpe directo hacia los puntos más sensibles, aunque Isaac lo supo ver y esquivó cada uno.
Con el último zarpazo, Ikena hizo una finta que hizo que su garra impactase contra el Vaporeon, quien salió despedido hacia un tronco. Isaac tosió, el corte había llegado, pero afortunadamente había logrado usar Armadura Ácida para reducir el daño. Al levantarse, crea un Hidropulso que lanza hacia él mientras realiza un Ataque Rápido.
Ikena esquivó la esfera de agua, pero el golpe de Vaporeon lo vio venir.
- Ikena, no quiero hacerte daño- intentó decir.
El Zangoose se incorporó. Estaba enfadado, se sentía traicionado. Él cúmulo de cosas que estaban sucediendo le había saturado. Había intuido que al seguir a Luxio algo andaba mal porque no era normal que fuese con él a donde quiera. Tras insistir cuál era el problema, el Luxio le contó que no podía volver durante un tiempo, lo que hizo que se preocupara por lo que pudieran hacerle los otros dos.
Su sorpresa al ver que la iniciativa de ese plan la había tenido Aly, le destrozó el corazón. ¿Tan importante era ese estúpido Sylveon? ¿Acaso le quería más que a él? Se decía a si mismo que no era así. La quería demasiado, pero parecía que a ella le daba igual.
Todo iba perfectamente. Aly por fin había dejado esas esperanzas de que volviesen, ya lo había asumido. Pero ahí estaba Isaac, escupiendo veneno.
-Es hora de que acabe todo esto- dijo de forma airosa.
De pronto, un chasquido hizo que volviese la cabeza. Los niños lo miraban con miedo.
- Os voy a proteger aunque cueste mi vida.
Ikena pareció escuchar algo salir de la voz de ellos, pero su enfado no le dejaba procesar la información. Solo pensaba en una cosas. Isaac era quién había roto la paz que había logrado.
-----------------------*******----------------------
Otro día más. Su madre lo había castigado cual niño pequeño. En el escritorio había unos papeles de una universidad para el doble grado de administración y dirección de empresas y derecho.
Isaac no podía dar crédito a lo que estaba viviendo. Siempre que salía, dos guardaespaldas financiados por su madre le seguían. Siempre había sido así, incluso de pequeño.
Su madre lleva pasando de él y ni siquiera su padre estando vivo le prestaba atención. Acababa relegando en una criada o su padre antes. Cuando estaba en secundaria, le asignaron guardaespaldas y se burlaba de ellos escapándose con Ruth y otros amigos. No le importaba las broncas que recibía.
Cuando llegó la universidad por fin pudo disfrutar de una relativa libertad viviendo en un piso de estudiantes. En ese momento su relación con su madre eran mensajes de que volviese, que estudiase lo que le iba a asegurar el futuro y que dejase de perseguir a la "loca" de su amiga porque era una mala influencia. Eso le afectaba profundamente porque no era así. Eso le hacía dudar.
Ahora estaba allí, encerrado. Queriendo que pasasen los días. Llevaba tres meses ahí y no tenía noticias de la universidad. Se suponía que iba a estar ausente como máximo un mes. Claro, no tenía internet y el móvil lo tenía su madre. Estaba completamente desconectado.
Miró uno de las fotos de su estantería. En ella estaba él con su padre jugando en el parque. Él estaba en el suelo boca arriba y su padre riéndose de pie dándole la mano. Trataba de sorprenderlo haciendo una voltereta, pero lo había hecho con tanta fuerza que se pasó y cayó al suelo.
-----------------------*******----------------------
Las garras de Ikena impactan en el cuerpo de Isaac quien se aleja para poder recuperarse. Realiza Acua Aro y sus heridas comienzan a cicatrizar. Luego, se dirige al Zangoose con un Ataque Rápido. Este lo esquiva y le pega una patada. Con las garras hacia los lados, carga contra el Vaporeon que estaba en el suelo.
Entonces Isaac se convierte en agua y se mueve como una serpiente esquivando el golpe, que hace que el Zangoose se resbale. Entonces, con un salto recupera su estado físico y con un mortal hacia delante, su cola comienza a brillar de un color azulado oscuro. De pronto sintió como un poder comenzaba a formarse en torno a ella, fortaleciéndose. Una sensación de poder recorrió su cuerpo
Con un grito, Isaac revienta los brazos con los que se estaba protegiendo Ikena y le manda despedido.
Isaac cae al suelo sorprendido. No esperaba que lo pudiese hacer. Había aprendido a usar Cola Dragón. Un pequeña sonrisa de satisfacción se dibujo en su rostro, luego miró seriamente a la dirección en la que Ikena había salido despedido.
-----------------------*******----------------------
Por fin. Había logrado regresar al complejo universitario. Resulta que su madre estaba enviando fichad médicas falsas en las que decía que su hijo tenía secuelas psicológicas severas, algo que manipuló porque el psicólogo que le hacía el seguimiento resultaba ser uno de los amantes de su madre.
Por suerte, un día logró dar esquinazo a los guardaespaldas contratados por ella y lo denunció a la policía, quienes pudieron destapar toda la verdad. Su madre fue acusada de secuestro por retener a un mayor de edad en contra de su voluntad y obtuvo una orden de alejamiento.
Su madre, quien si tenía problemas psicológicos, tuvo que atender a terapia.
Ahora, dos años después, se hallaba graduándose. En el catering, muchos de los profesores se alegraban y le felicitaban por su gran trabajo. Sus familiares paternos y maternos también estaban ahí, menos su madre. Cuando el juez sentenció el caso, descubrió también que su madre le apartaba de sus primos y sus tíos porque no quería avergonzarse de su origen. Su familia no era de las más ricas, pero tenían un sentido de la solidaridad bastante grande. Eran humildes y poco ostentosos; pero con poder adquisitivo mayor que la media. Una de sus tías fue quien le ayudó a entrar en la universidad de hecho. Reunidos, se alegró por haber conseguido su sueño, aunque no pudo evitar penar en su madre.
Una vez la noche llegaba y la fiesta ya solo quedaban los graduados, alumnos y ex-alumnos, se sentó en un banco fuera del salón de fiestas de la universidad.
- Isaac - una voz femenina muy familiar hizo que múltiples sensaciones recorrieran su cuerpo hasta llegar a su corazón. Esa voz que no había escuchado en dos años.
Ante él estaba Ruth.
Isaac se sobresaltó, tenía un vaso que tiró al suelo del susto.
-¡¿Ruth?!- preguntó nervioso y confuso.
- Ahora es Raven, me conocen más por ese nombre- rió Ruth.- Hola
Isaac estaba perplejo.
-Pero, ¿no estabas en la cárcel?
- Ya no, gracias a la buena conducta. Pude acabar la carrera en otra universidad. - Isaac iba decir algo, pero Raven lo interrumpió con una sonrisa- Sin incidentes, esta vez no hice nada.
Isaac estaba sin palabras y simplemente la abrazó. Raven entonces cerró los ojos y dijo:
-Perdón
-No pasa nada.
Una vez se separaron, Raven sacó una carpeta y le tendió un boli. Isaac la miró extrañado. Raven sonrió.
-Quiero contratarte.
Isaac sonrió.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top