-Ikena es un Zangoose que fue transformado- el Sylveon estiró las patas

-¿Cómo que transformado?- preguntó Aria sorprendida

-Si, a ver- no quería decir que había estado entre humanos ni que era humano por temor a que tuviese miedo, pero decidió ser sincero y continuó diciendo:

- Ikena es un humano que unas personas malas cogieron y le transformaron en un Zangoose y le tuvieron controlado hasta que pudimos rescatarle.

-Vaya, parece que todos los humanos son malos y odian a todos- protestó Aria con una mirada despectiva.

-No todos- replicó Dani- hay mucha gente que son buenas personas, pero se sabe más de las personas que hacen mal que de las que hacen el bien.

-¿Y qué cosas hacen bien?- preguntó Aria

Dani suspiró y respondió:

- No sé lo que haga cada humano, pero por mi parte y lo que he visto, las personas pueden ser cariñosas, respetuosas, amables, generosas... Y si te haces amigo suyo, siempre estarán a tu lado. Hay muchos humanos que ayudan a los Pokémon que son maltratados, abandonados o, como a ti, cazados. También hay gente que abandona a los suyos por otras circunstancias, pero siempre hay al menos una persona que está a dispuesta a ayudarte sin esperar nada a cambio. No sé, el ser humano no es perfecto, siempre va a cometer errores, pero sabe recapacitar y seguir adelante, aunque muchas veces tenga que ir contracorriente...

Aria se quedó callada observando a Dani durante unos segundos. Dani tragó saliva, esperaba no haber dicho nada que pudiese revelar su humanidad, al menos hasta que Aria estuviese más receptiva con el tema de los humanos.

-Aún así- Aria bajó las orejas- eso no quita el daño que me han hecho y lo que me han hecho sufrir.

-Pero hay que avanzar,- Dani se puso en pie y la miró con una pequeña sonrisa- si nos quedamos estancados en lo que nos han hecho nunca vamos a ver más allá de nuestro dolor. Las heridas siempre se curan, aunque tarden mucho tiempo- Dani le puso una de sus cintas en la frente y mirándola, terminó la frase - y quiero ayudarte a curar las tuyas.

Aria sonrojada contempló al Sylveon con cierta emoción y unas lágrimas brotaron de sus ojos. Recordó todo lo que había pasado hasta llegar a ese momento. Había sufrido, pero en ese momento sintió que a lo mejor Dani podría sacarla del pozo donde se encontraba y con una pequeña sonrisa asintió y se abalanzó sobre Dani mientras frotaba su hocico contra el cuello de él como si de un abrazo se tratara.

Dani no pudo evitar poner su hocico sobre la cabeza de la Eevee.

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-¡Zarky!¡Zarky!- Isaac sacudía fuertemente a la Glaceon que estaba dormida-¡Ya sé cómo entrar!

Zarky soltó un leve gruñido mientras se despertaba de mal humor.

-Agh... ¿De qué hablas?- bostezó mientras lo decía.

-Sé como entrar al laboratorio

-¿Cómo?- preguntó Zarky aún somnolienta.

-Mira- respondió Isaac.

Isaac se puso sobre el agua. Cerró los ojos y sintió cómo el agua iba tragando su ser. De pronto, se volvió transparente y se sumergió en el agua, fusionándose con ella.

En ese momento, Zarky se despertó completamente y se quedo estupefacta mientras sonreía.

-Pues a lo mejor funciona- dijo Zarky

Isaac salió del agua, tomando una forma sólida.

-Es lo único que se me ocurre- dijo el Vaporeon mientras se sacudía como un perro

Zarky asintió y miró hacia el laboratorio.

-Vamos a ello

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-Entonces Ikena es un Zangoose, Aly una Braixen a la que secuestraron a su madre que se transformó en Delphox , Sarah que es una Zorua y Ray que es un Skuntank- dijo Aria

Dani asintió

-A Aly la intentaron controlar, pero logramos rescatarla; aunque no pudimos salvar a su madre. Sarah iba a suicidarse cuando Raven la encontró, sus padres la echaron de su casa creyendo que les estaba engañando; y Ray fue transformado mientras salvaba a las personas de Ciudad Jubileo.- dijo Dani mientras se levantaba a por una baya

-Guau, que aventura- dijo Aria estirando las patas- ¿y cómo es que conoces tanto de los humanos?

-¿Cómo?- Dani inclinó la cabeza

-Me refiero a que si tú no has...

Alguien golpeó la puerta. Aria se asustó y se fue a su habitación. Dani observó la puerta, alerta.

-¿Sí?- preguntó

No hubo respuesta. Dani olfateó el ambiente. Aún no sabía identificar mucho los distintos olores que le llegaban por su nariz, pero se percató de que había un rastro que le resultaba familiar.

-¿Hola?

De pronto, la puerta se abrió y Fir se caía de morros contra el suelo mientras Dani retrocedía con cautela.

-Tranquilo, tranquilo- murmuró Fir- soy yo, normalmente me abren la puerta, pero como no me abrías pues he tenido que entrar a la fuerza.

-¡¿Pero qué haces aquí?!- exclamó Dani

-Quería verte, estoy harta de estar siempre enclaustrada y tumbada en esa roca- respondió Fir- y me gusta pasear por mi cuenta

-Pero eso no te da derecho a entrar a casas ajenas- protestó el Sylveon mientras volvía a poner la puerta

Fir sonrío pícara

-Lo sé

Dani suspiró resignado.

-¿Que quieres?- preguntó

-Quiero saber qué haces enclaustrado aquí so...- Fir se detuvo un momento a husmear el ambiente- hay alguien más aquí.

Dani se puso frente a ella. Fir sonrió levemente

- No sé quien puede ser, pero está claro que algo tramas, Dani

-No, simplemente estoy ayudándo a recuperarse de unos problemitas- respondió Dani pensando en qué hacer si se ponía a buscar a Aria.

-Vaya, te has acomodado bastante rápido- dijo Fir mientras caminaba hacia la despensa

-Mientras esté aquí me gustaría ayudar a quién lo necesite- replicó Dani

-Me fío de ti, pero no creas que voy a dejarte en paz. Quiero saber qué sabes del mundo y quién eres realmente- Fir se acercaba a la habitación de Aria.

-Todo a su momento Fir, ahora me gustaría que te fueses. Tienes un valle que dirigir.

Fir le lanzó una mirada de enfado, suspiró y se fue hacia la entrada.

-Está bien, tú ganas- dijo Fir mientras salía de la casa

La mente de Dani se relajó. Fir se dio la vuelta y, pillando a Dani por sorpresa, le lamió la mejilla derecha.

Dani se quedó sorprendido por el súbito acto de Fir, que se fue corriendo mientras no paraba de reírse. Dani se enfadó e intentó decir algo, pero ya estaba bastante lejos. Ruborizado, entró a su casa y se fue a la cama y se tapó con las hojas su cara de vergüenza.

Aria entró y vio a Dani tumbado en la cama.

-Le atraes- dijo Aria muy seria

-Parece ser que sí- dijo el Sylveon mientras se calmaba

-¿Y a ti te atrae?

Esa pregunta volvió a sorprenderlo y levantándose airado le devolvió la pregunta:

-¿A qué viene esa pregunta?

Aria lo miró y se ruborizó, no sabía qué responder. En su mente no sabía tampoco ni por qué había hecho esa pregunta. Un torrente de sentimientos empezó a invadir la mente de Aria que contestó enfadada:

-¡Solo es por saberlo y... agh!- fue lo único que pudo decir

Aria se fue corriendo a su habitación dejando a Dani un tanto confundido.

Se recostó y comenzó a desviar sus pensamientos a sus amigos, con la esperanza de que estuvieran bien.

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El atardecer indicaba el comienzo del plan de Isaac.

Con mucho sigilo avanzó hacia el alcantarillado que desembocaba en el río que continuaba hacia el mar.

El bosque le permitía ocultarse bien y su pequeña estatura hacía que fuese más sencillo esquivar árboles mientras corría.

Llegó a la gran tubería de la que caía una pequeña cascada de agua.

Zarky, que había ido tras él, observó con cierta aprensión la tubería.

-No hay otra- murmuró Isaac mientras tragaba un poco de saliva.

-Ya...- respondió Zarky- vale, repasemos el plan

-Me meto en la alcantarilla y me cuelo por uno de los conductos que acceden a los baños. Mientras tanto, tú crearás una ilusión de tu madre y pedirás entrar bruscamente. Mientras tanto, yo buscaré a Jack y a Raven y tú buscas la forma de que vuelvas a la normalidad y a nosotros también. Si ves que también saben donde puede estar Dani, busca pistas.- dijo Isaac mientras se preparaba para zambullirse

-¡Espera!- exclamó Zarky

Se acercó a él y le plantó un beso. Isaac se lo devolvió y, estirando sus cuatro patas, sonrió y se zambulló en el agua.

"Suerte" pensó Zarky.

Se dio la vuelta, respiró hondo y mostró una mirada decisiva. Se concentró y, sintiendo un pellizco de nostalgia y dolor, creó en su mente la ilusión de su madre. Con una lágrima cayendo de su mejilla, creó una ilusión sobre ella misma de su madre.

Isaac se volvió invisible mientras avanzaba contracorriente. La sensación era extraña. Sentía cada parte de su ser líquida pero a la vez sólida. Sentía el agua golpearle pero a la vez era como si el golpeara el agua. Su cola era la que le daba el impulso necesario pata vencer esa corriente hasta que ascendió hacia lo que era la red de tuberías del laboratorio. Ahi el agua discurría con más calma, pero notaba la corriente. La sensación era mucho más extraña. Era como si él fuera agua. Sus células eran capaces de dividirse y de juntarse al mismo tiempo. Sentía cada parte de su cuerpo, pero también sentía lo que había en el agua.

Demasiada información captaba su mente que intentaba no colapsar. Quería salir de ahí enseguida. Se fijó en una de las tuberías más pequeñas y se metió en una de ellas. No sabía ni cómo podía hacerlo y le resultaba incómodo.

Un váter vibraba y de ahí salió Isaac un tanto perturbado por todas las sensaciones que habían ocurrido. Se tomó un tiempo para respirar.

Se sacudió el resto del agua y comenzó su búsqueda.