Un día en la vida (relleno)


Pueblo Vaniville...

Nunca le habían agradado los humanos, era así de simple. Eran criaturas extrañas y ruidosas, que siempre andaban cambiando la tierra en maneras que a ella no le gustaban. Convertían los bosques en junglas de acero y concreto con sus ruidosas máquinas. ¿Por qué no podían estar satisfechos columpiándose en lianas de árbol en árbol, en vez de ir de un lugar a otro en esas extrañas cajas de metal? También deseaba no tener que lucir como uno de ellos; definitivamente preferiría verse más como su padre, su madre y el resto de su familia.

Sin embargo, su infortunada apariencia (cabello púrpura largo, espeso y salvaje, piel morena y ojos marrones) tenía, por lo menos, un beneficio. Cuando su familia se veía afligida por heridas y enfermedades que las reservas de bayas no podrían curar, podía fácilmente hacerse pasar por humana y conseguir medicinas en los asentamientos humanos. Antiquemaduras, Antídotos, Pociones... a veces su familia las necesitaba, y ella era la única que podía ir y conseguirlas. Inclusive había obtenido algunas de esas esferas que los humanos llamaban "Pokébolas", con lo que algunos de los amigos que había conocido en sus viajes podrían acompañarla a dondequiera que fuese.

Por tal motivo, su familia hizo que aprendiera a hablar el lenguaje humano, para así poder hacerse pasar por una de ellos, al menos por un tiempo. Ayudaba mucho, después de todo, que su familia era de una de las especies de Pokémon más inteligentes que había.

Observando a una madre humana con su hija intentando, por alguna razón, montar en un Rhyhorn (lo cual terminó con la hija cayéndose de espaldas en el suelo, y gritándole a su madre acerca de lo mucho que detestaba este estúpido deporte), sacudió la cabeza. Humanos, qué criaturas tan bizarras. Tal vez hablara y se viera como ellos, pero jamás podría llegar a pensar como ellos, o a entenderlos del todo.

Qué importaba, de todas maneras ella y su familia estaban a punto de marcharse. Muy pronto emigrarían hacia otra región.

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Cuartel general del Equipo Rocket, unos días después...

Giovanni, el más poderoso jefe del crimen en cuatro regiones, y uno de los altos puestos en la lista de los más buscados por la Policía Internacional, frunció el cejo mientras se encontraba rodeado de cientos de pantallas holográficas, cada una de ellas mostrando un evento diferente que involucraba directamente bloodliners, o por lo menos parecían tener alguna conexión con los que habían surgido y aparecían en las noticias en los últimos años. Aunque las conexiones eran algo vagas, sin duda eran mucho más realistas que esos teóricos de las conspiraciones que seguían insistiendo en tratar de exorcizar a los Voltorbs.

- En el Pueblo Mahogany de la región Johto, el Pokémart local fue destruido en un incendio durante una confrontación entre un bloodliner y la policía. – Los restos quemados de la sucursal de esa cadena casi global de tientas todavía parecían echar humo, y la policía había puesto cinta por toda la escena. – El representante nativo de Pueblo Mahogany, Frederick Swietenia, un muy conocido miembro anti-bloodliner del gobierno de Johto ha convocado a una conferencia de prensa para esta tarde, posiblemente para revelar nuevos planes para legislación y control de los bloodliners...

- "Y sin molestarse en averiguar quién empezó el asunto." pensó Giovanni para sí mismo con sarcasmo, antes de voltear hacia otra pantalla.

- ...continuando con nuestra cobertura de los recientes homicidios de varios eruditos en el área de Ciudad Canalave, evidencia reciente ha revelado que fueron empleadas muchas técnicas para despistar a los forenses. Basándonos en información recibida, los asesinatos rápidamente fueron seguidos por la destrucción de las residencias de las víctimas vía ataques de Hidropulso, Giga Drenaje y Fuego Fatuo, aparentemente en un intento de destruir toda su investigación. Los eruditos, miembros de un grupo dedicado al estudio de los Pokémon legendarios, eran muy conocidos por publicar varios artículos sobre los hábitos y comportamientos de las bestias legendarias de Johto y los pájaros legendarios de Kanto, y recientemente habían comenzado a investigar sobre los dragones tras varios de los mitos en Sinnoh y Unova... – Un reportaje más antiguo que tenía lugar en una propiedad rodeada de bosques cerca de la costa, y en todo el centro de esta, una enorme pila de escombros.

- "50/50 a quién fue el responsable de ése." – Giovanni decidió que ese era relevante.

- A continuación en Noticias Vulpix, una entrevista con el Doctor Yung...

*¡BEEP, BEEP!*

La alarma de una llamada entrante del trío al que asignó a observar al muchacho sonó en aquel momento, terminando con su tren de pensamiento. Giovanni minimizó fuera de vista todas las ventanas y dejó solo una mostrando en video al soldado conocido como James corriendo encima de una caminadora (y vestido con ropas de entrenamiento modernas). El Koffing del soldado (con una banda alrededor de la frente sin razón aparente), flotaba junto a él enfrente de un ventilador que le soplaba con fuerza, más o menos lo que sería el efecto de una caminadora improvisada para un Pokémon como Koffing, aunque de primera instancia pareciera inútil.

- Puedes hablar, pero primero dime... ¿qué diablos se supone que estás haciendo?

- Entrenando, jefecito. El niño que nos ordenó que acecháramos... – Giovanni sintió que le venía una jaqueca con ese comentario – ahora mismo se detuvo para hacer entrenamiento, y Meowth lo está vigilando, así que mientras tanto nosotros dos decidimos entrenar un poco. El niño se está volviendo fuerte, señor, muy fuerte y muy rápido. Tenemos que seguirle el paso, y cuando terminemos aquí, mi Koffing estará listo para lo que le venga.

Giovanni frunció el cejo y resopló enojado; la idea de que sus secuaces estuvieran tratando de hacerse más fuertes era algo bueno, e inquietante al mismo tiempo. Había una razón por la cual prefería que sus soldados usaran Pokémon de tipo Veneno y Normal muy comunes (era mucho más fácil controlar a sus secuaces si estos solo estaban armados con Ekans y Rattatas). Aunque para equilibrar su preocupación, estaba esa anormal lealtad que el trío tenía hacia él.

- ¿Dijiste que los dos? ¿Si me permites preguntar, en qué está metida tu compañera en este momento? – inquirió Giovanni.

- Oh, se le ocurrió una maravillosa idea. – sonrió James. – Dígame, jefecito, ¿conoce al líder de gimnasio de Hoenn Juan?

Giovanni respondió a ese nombre apretando tanto los puños que empezaron a dolerle, recordando el último torneo internacional de líderes de gimnasio donde peleó contra ese nombre. Esa personalidad tan extravagante suya, había puesto de los nervios a Giovanni, todo el tiempo hablando basuras acerca de "la belleza interna de los Pokémon" y otras tonterías que no quería recordar. Y por supuesto, tampoco quería recordar lo que sucedió en su último encuentro con el hombre.

- Sí, lo conozco. – dijo Giovanni con gravedad, resistiéndose a la urgencia de frotarse las sienes para borrar sus memorias de ese líder de gimnasio.

- Dicen que lo consideran el sexto líder más fuerte en todas las regiones porque combina sus habilidades de batalla con la fineza e impredecibilidad de un coordinador Pokémon, así que Jessie decidió participar en concursos Pokémon para ver si aprende algunos de esos trucos, y al parecer no le fue tan mal para ser la primera vez. ¡Imagine el potencial, jefecito, tener su propia as de batalla y coordinadora como Juan!

- Sí, sí, continúen en lo que están como deseen, pero no me llamen a menos que sea importante. Giovanni fuera. – Giovanni desactivó el dispositivo de comunicación, poniendo una cara digna de alguien que escuchó una leyenda muy molesta del siglo XII.

El jefe del mayor grupo criminal de Kanto inmediatamente se dirigió a la vitrina donde guardaba su licor. Tomó una garrafa donde estaba guardado un whisky de más de siglo y medio de añejo, sirvió un poco en un vaso de cristal, y se lo bajó de un solo trago.

Maldito ese Juan... con todos los demonios.

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Ruta 104...

Charmander puso cara de fastidio al darse cuenta de que su ataque de Brasas no servía de nada contra las defensas de Pikachu. Los dos estaban en medio de un entrenamiento especial. Charmander atacaba, y Pikachu se ponía a rotar en el suelo soltando su energía eléctrica; estaba volviendo a tratar de aprender la técnica del Contraescudo. Ante esto, el resto de los Pokémon que observaban (Bulbasaur, Squirtle, Aipom y Pidgeotto) aplaudieron alegremente.

Ash había traído a su Krabby al equipo un poco antes, para explicarle la situación en su totalidad. Hecho esto, lo envió de nuevo para volver a enfocar su entrenamiento en el laboratorio de Oak, viendo que había funcionado bien la última vez, y de todos modos prefería hacerlo así. Y considerando que Butterfree nunca estuvo en el rancho del laboratorio, Krabby aprovechó de darle el tour por el lugar.

- Char. [Sigo creyendo que se ve ridículo.] – Charmander no tuvo pelos en la lengua al dar su opinión acerca del Contraescudo.

- Sí, bueno, a ti te sería difícil hacerlo con tu cola. – señaló Ash, habiendo notado la muy obvia limitación física que le impediría a Charmander ejecutar la técnica. – Por eso, tu único papel es probar qué tan efectivos son los demás bloqueando.

- ¿Bulba? [Es una técnica decente, pero no puedo evitar preguntarme, ¿por qué ninguno de tus Pokémon de Unova jamás lo utilizaron?]

Recordando sus intentos (fallidos) de enseñarle a sus Pokémon de Unova cómo utilizar el Contraescudo, inmediatamente pasaron por su mente las imágenes de un Oshawott mareado, Tepig caído de espaldas e incapaz de volverse a poner de pie, y Snivy echándole una mirada asesina, que por cierto fue muy efectiva contra él. Ash suspiró antes de responderles.

- Pues... no funcionó muy bien cuando lo intentamos. Es decir, Leavanny podría haber tenido algo de potencial para lograrlo, pero nunca tuvimos el tiempo para hacerlo. En ese momento tenía demasiadas cosas en la cabeza, como Brycen y Roxie, también las locuras del Equipo Rocket, la liga y... los Genesects...

Era muy extraño. En Johto y Sinnoh, había tenido todo el tiempo del mundo para jugar y experimentar con ideas como el Contraescudo, aunque no fuese lo bastante inteligente para hacerlo en Johto. Y en ligas como Hoenn y Unova, nunca tuvo tiempo suficiente.

- De acuerdo, veamos qué pueden hacer el resto. Charmander y Butterfree, ustedes dos harán los ataques para probar. – les dijo. Igual que Charmander con su cola, las alas de Butterfree le dificultaban ejecutar el Contraescudo. – Butterfree, intenta convertir Confusión en Psicorrayo, Charmander, sigue practicando con Brasas.

Para el final del día, Pikachu había logrado desempolvar por completo su Contraescudo. Aipom también estaba llegando muy cerca. Squirtle parecía prometedor, al meterse en su caparazón y rotar mientras disparaba Pistola de Agua, muy parecido a como solía ser su Hidrobomba. Mientras tanto, Bulbasaur... bueno, él les hizo prometer a todos que nunca, jamás, volverían a mencionar todas las veces que salió volando a estrellarse en árboles tratando de hacer que la técnica funcionara (y exigiendo que nunca más lo obligaran a hacer eso). Al final, Ash decidió que Bulbasaur podía simplemente rotar sus Látigos Cepas a su alrededor para repeler los ataques del enemigo.

Pasando a algo más, cuando Ash salió a toda prisa para tratar de salvar a Misty, terminó dejando atrás muchas de sus cosas. A pesar de que no había gente por ahí que se las pudiera robar, toda el área estaba llena de Pokémon salvajes, y para cuando regresaron por ellas, sus tiendas estaban totalmente llenas de agujeros, seguramente producto de Caterpies y Weedles hambrientos, por suerte, el resto de sus cosas estaban intactas. Con lo caras que estaban las tiendas de campaña (sumado a que Misty no quería quedarse en Cerulean más de lo absolutamente necesario), ya no eran una opción. Por suerte para ellos, había otra alternativa con la cual los entrenadores que pasaban la noche lejos de la civilización podían minimizar los riesgos que llegaran Golbats salvajes a chuparles la sangre.

Parándose frente a un par de árboles, Psyduck procedió a inclinarse respetuosamente, antes de emitir un brillo púrpura, y darles un puñetazo a los troncos al mismo tiempo. Los árboles se sacudieron, y la energía hizo que sus ramas y estructura cambiaran de forma, pareciéndose más a una especie de refugios para pasar la noche, o inclusive ocultarse en ellos para darle un susto a cualquier idiota desprevenido que pasara por allí.

- Duck. [Dos bases secretas para que pasen la noche, señor y señorita que respetaría un poco más si me alimentara más a menudo. Aunque esto sería más sencillo si los dos solo se aparearan y ocuparan el mismo nido. Lo que digo es, ¿por qué no lo han hecho?]

Misty le echó una mirada asesina al pato, aunque sin poder evitar sonrojarse un poco. La habilidad de Psyduck de utilizar Poder Secreto era la única razón por la cual no lo había enviado a quedarse/molestar al Profesor Oak junto con Goldeen y Horsea. Ahora tenía en su equipo activo al Gyarados que Ash había capturado para ella. Fue realmente muy amable de su parte que utilizara una de las Pokébolas de ella en vez de una de las suyas. ¿Cuántos entrenadores, ante la idea de tener su propio Gyarados, no hubiesen elegido capturarlo para ellos, y más con uno que era relativamente dócil? Decirle que lo apreciaba parecía no ser suficiente. Aunque si lo hubiese capturado para él, quizás hubiese accedido después a intercambiárselo por Psyduck. Ya sin poder seguir más por ese día, cerró los ojos y se abandonó a su sueño...

...

- ¡Gyarados, termina esto con Hidropulso!

Formando un orbe azul masivo enfrente de su cara, Gyarados soltó el poderoso ataque de agua concentrada contra el Pinsir de su retador (el cual se veía mucho más amenazador de lo que realmente era), haciéndolo volar a todo lo largo del campo de batalla y estrellándolo contra la pared, desplomándose derrotado.

- ¡Pinsir ya no puede pelear, el ganador es Gyarados! ¡La victoria es para la líder de gimnasio, Misty!

...

- Misty, ¿es cierto que planeas entrar a la Liga Pokémon para retarlos por un puesto en el Alto Mando?

- ¿Planeas utilizar a tu Kyogre o Suicune?

- ¿A quién planeas desplazar de su puesto en el Alto Mando? ¿Bruno? ¿Lorelei? ¿Agatha?

La Misty en sueños (esto tenía que ser un sueño al darse cuenta que su oponente estaba usando a esos grotescos tipo Insecto en lugar de Hierba o Eléctrico), que aparentaba haber alcanzado sus 35 años, y llevaba puesto un traje de baño blanco de una pieza con líneas azules que la hacía ver realmente atractiva, aunque encima de este traía una chaqueta, se sonrojó al ser rodeada por una oleada de paparazzi.

- Uno a la vez, por favor, uno a la vez. Respondiendo a las preguntas en orden: Sí, no, y todavía no lo sé. Quiero ganar la competencia, pero lo haré limpiamente. ¿Qué clase de victoria sería si le suelto a mi Kyogre a todos mis oponentes? Me he estado preparando para desafiar al Alto Mando desde hace años, desde el día en que recuperé el gimnasio de mi familia cuando cumplí los dieciocho. Desde entonces, he tenido que trabajar muy duro para restaurarlo a su antigua gloria después de que mis hermanas lo arruinaron. Ha sido un trabajo muy duro, pero puedo decirles con certeza que siento que podré dejar mi gimnasio en buenas manos cuando ingrese al Alto Mando. ¿Alguna otra pregunta?

...

- No sé si esté lista para esto, mamá. Es decir, tú eres demasiado buena y yo... solo soy yo. Aquel debilucho de los de tipo Insecto me venció como si nada.

- No te sientas mal, cariño. Estabas usando a tu Starmie, y lograste derrotarle a tres antes de caer. Solo necesitar ganar más experiencia. Todo a su debido tiempo, mi pequeña Cordelia. – decía Misty, acariciándole el cabello a su hija.

Misty no tenía idea del por qué en sus sueños de lo que su futuro podía depararle, su hija (única aparentemente) se llamaba Cordelia. Tal vez una parte en su subconsciente creía que todos los hermanos tendrían una relación tan tóxica como la que tuvo ella con sus hermanas. Tal vez era que le gustaba el nombre Cordelia, y no quería seguir el mismo patrón que sus padres (Rose, Petunia, Margarita, Rododendro...), Misty no tenía idea. Ella no era una psicóloga ni nada de eso.

Cordelia siempre aparecía igual (por lo general) en sus sueños: una versión un poco más alta de sí misma en su edad actual al momento de tener el sueño. Aunque claro, ocasionalmente había algún que otro... cambio menor en sus rasgos. De nuevo, ya que Misty nunca había tenido a una persona a quien realmente considerase como su futuro compañero de vida, tal vez su mente solo se ponía a jugar con quién podría ser el potencial padre de Cordelia.

Colocando las manos en los hombros de su pequeña, Misty continuó:

- Todos empezamos siendo novatos. Todos cometemos errores. Pero lo importante es aprender de ellos, y usarlos para ser mejores. Seguir adelante, esa es la única forma de vivir.

...

Misty de pronto se despertó al terminar esa línea, para encontrarse no con su hija soñada, sino con Psyduck mirándola, y parecía verse muy aliviado.

- Duck. [Oh, qué bien, despertaste sola. Así no tuviste que estrangularme por hacerlo antes de recordar que me pediste que te despertara. Otra vez.]

Misty hubiera rodado los ojos ante ese comentario del pato, pero no se sentía con ganas. Poniéndose de pie con un bostezo, se levantó y se estiró, vestida únicamente con una camiseta muy larga, azul claro y mostrando una imagen de su heroína personal, la miembro del Alto Mando Lorelei, posando con su Dewgong y Jynx.

- "Seguir adelante... esa es la única forma de vivir."pensó. Eso era cierto. No tenía sentido seguir arrastrando el pasado, lo mejor que podía hacer era dejarlo atrás y mirar hacia el futuro.

Seguir arrastrando el pasado no haría otra cosa que traerle más dolor. Lo único que importaba ahora era seguir luchando por su sueño. Llegar a ese punto en su vida donde tenía todo lo que deseaba: su trabajo soñado, amigos, una familia, todo.

Con dichos pensamientos en su mente incluso horas después, dejó caer su anzuelo de pescar en la corriente de un río cercano, manteniendo en su rostro una expresión de concentración. A los pocos minutos, algo picó, y con un fuerte jalón Misty sacó del agua a un enorme Poliwrath, que apenas lo vio causó que Psyduck se echara para atrás del miedo.

- ¡¿PSY!? [¡¿Qué, un Poliwrath salvaje?!]

Misty no se sorprendió mucho ante esto, después de todo, estas cosas podían pasar. Especies de Pokémon que la gente generalmente consideraba que "solo evolucionaban en cautiverio" como Machamp o Gallade, podían ser de hecho encontradas en lo salvaje. Por supuesto, eran ocurrencias muy raras. De hecho, las más comunes de estas eran las evoluciones de Pokémon por rocas evolutivas. Por supuesto, las preguntas de si los Raichus o Vileplumes evolucionaban de manera accidental o intencional, o cómo exactamente era que un Graveler o un Kadabra salvaje podían evolucionar por sí solos, seguían siendo investigadas por los científicos, en particular por el Profesor Rowan.

A pesar de que Misty tenía preferencias por capturar Pokémon puramente de tipo Agua (estaba planeando atrapar un Magikarp en algún momento), como su meta personal era atrapar a todos los Pokémon de tipo Agua, este no lo podía dejar escapar.

Por supuesto, dicho Pokémon no iba a dejarse atrapar así nada más, y su reacción fue tratar de golpearla con un Bofetón Despertador. Misty lo evitó inclinándose hacia atrás, aunque alcanzó a rozarle el estómago con sus manotas. Aunque podría usar sus poderes para controlar al Poliwrath, podía ver que a diferencia de su Goldeen, este Pokémon tenía su orgullo. Al parecer no competía con nadie por territorio o comida, así que, con todos sus estándares, estaba feliz con su vida actual.

Hacer que este Poliwrath se dejara capturar causaría muchos problemas a la larga. La única forma de capturarlo sin lastimar su orgullo, era derrotarlo en una batalla justa. Ahora, podría utilizar a Psyduck... no, quería capturar al Poliwrath, no darle un saco de golpear personal amarillo y fastidioso. Además, ya el pato ya estaba retrocediendo y sin que le hubiesen dado un Cabezazo. Así, tendría que utilizar a otro de sus combatientes.

- ¡Gyarados, usa Furia Dragón!

Saliendo de su Pokébola en un estallido de luz blanca, Gyarados aterrizó en el banco del río salpicando el agua, empezando a cargar una esfera de energía verde en su mandíbula, y soltándola, para golpear con fuerza a Poliwrath en castigo por su intento fallido por abofetear a Misty. El renacuajo, ahora un poco quemado por el poder de ese ataque, se volvió a poner de pie para mirar desafiante a su agresor.

- ¡Poli! [¡Soy el rey de este río, estúpida humana y su mascota! ¡He engendrado a miles de Poliwags, que crecieron para ser cientos de poderosos Poliwhirls que llevan mis poderosos genes! ¡Soy el pináculo de la evolución en este río! ¡Váyanse de aquí o enfrentarán mi ira!]

Gyarados le respondió con un rugido, que básicamente podía traducirse como:

- [Y yo soy Gyarados, haz lo que te digo y déjate capturar por mi entrenadora o te haré volar en pedazos.]

Poliwrath no quiso tomar la advertencia con seriedad, y se lanzó para golpearlo con toda la fuerza masiva de un Puño Dinámico. Gyarados simplemente volvió a escupirle Furia Dragón, tres veces más solo para asegurarse que se quedara tranquilo. Misty sonrió de ver lo eficiente que era su nuevo amigo. El Poliwrath no pudo oponer resistencia cuando le lanzó la Pokébola, y la captura fue instantánea. Hecho esto, se acercó a su Pokémon para felicitarlo por un trabajo bien hecho.

- Muchas gracias, Gyarados, eres el mejor.

Gyarados lanzó un rugido de felicidad, tan fuerte que el eco hizo que varias colonias de Pidgeys en las cercanías salieran volando de miedo. Psyduck espió asomando la cabeza por detrás de las rocas donde se escondió.

- Psy-y-y. [Me gustaba más mi vida cuando ella no tenía una serpiente marina gigantesca y asesina.]

Gyarados de nuevo solo volvió a rugir alegremente, sin prestar atención a lo que dijo Psyduck.

(--0--)

Y casi al mismo tiempo...

- ¡Funciona, funciona! ¡Actívate!

Pikachu y Bulbasaur sudaron una gota gorda al ver a Ash. Charmander simplemente lo ignoraba, pues estaba muy ocupado usando Garra de Metal en un árbol cercano, mientras Squirtle practicaba junto con Aipom y Pidgeotto que trataban de romper la defensa de su ahora perfeccionado Contraescudo.

- ¡Lucario, te libero! ¡Lucario, yo te elijo! ¡Invoco a Lucario! ¡Lucario, SHAZAM! ¡Lu, Lu, Lu, Lucario, HOOOO! ¡Bastón que guardas los poderes de Lucario, muestra tu verdadera forma ante Ash, quién aceptó esta misión contigo, LIBÉRATE!

Bulbasaur terminó por hartarse y utilizó Látigo Cepa para darle un zape a Ash en la frente para que se detuviera, especialmente después del último, con tanto drama de estar gritando y haciendo poses ridículas.

- Pikapi. [Ash, apuntarle con el bastón a algo, o golpearlo dramáticamente contra el suelo diciendo algo genial no hará que Lucario salga. Solo... hace que te veas ridículo.] – dijo Pikachu, limitándose a decirle la verdad.

Ash solo pudo gruñir de frustración, y le dio un sacudón al bastón haciendo que se retrajera a una forma más compacta, como para colgárselo del cinturón o meterlo en la mochila más fácilmente.

- *Suspiro*, lo sé, pero es que es... frustrante, Pikachu. – dijo Ash. – Digo, la última vez, solo lo sostuve por un rato, y Lucario pudo salir por sí solo. Ahora, aunque está aquí, no puedo sacarlo.

Había intentado frotarlo como una lámpara de genio. Había intentado mantenerlo cerca de él todo el tiempo. Hasta había probado ver si había alguna frase de activación... y todavía nada. Lo que más le preocupaba, era que parecía irle mejor tratando de averiguar cómo hacer funcionar el bastón que en lo que sucedió en el Gimnasio Cerulean.

Desde entonces no había podido volver a incrementar de manera espontánea el poder de los ataques de sus Pokémon, cada vez que lo intentaba, parecía más bien que estaba... sufriendo constipación (según Pikachu). Si encontraba la manera de sacar a Lucario de allí, podría tener a alguien que potencialmente le podría dar algún consejo, o por lo menos, al no tener que estar concentrándose en liberarlo, tendría más tiempo para dedicarse a sus poderes y ver cómo funcionaban por sí mismo...

- ¡Hey, tú!

Ash se dio la vuelta para encontrarse con una cara vagamente familiar aproximándosele. Aquel chico peliverde con un Sandshrew que conoció aquella vez... cuyo nombre de pronto se le había escapado de la cabeza de momento. ¿Alex? ¿Johnny? Era algo entre esos dos.

- ¿Me hablas a mí? – preguntó Ash con curiosidad. El Sandshrew y su entrenador adoptaron idénticas expresiones de superioridad.

- Tú serás mi número 100.

- ¿Perdón?

- Planeo desafiar a la Liga Pokémon cuando tenga cien victorias consecutivas, y decidí que tú serás mi número 100. – dijo el chico. – Y dime, ¿a quién tienes para que mi Sandshrew lo venza?

Charmander parecía estar listo para pelear, pero Ash levantó la mano para que se detuviera. Aunque no recordaba del todo a este chico, algo sí le era familiar, y era que había perdido contra él. Ahora, tal vez tenía la oportunidad de corregir eso, y aunque Charmander fuese rudo, había una ventaja por tipos a considerar. Además, no había podido darle oportunidad de pelear a Squirtle todavía en una batalla oficial.

- ¡Squirtle, tu turno! – le gritó a su tortuga, que saltó con estilo y aterrizó frente a él. El chico del Sandshrew simplemente sonrió.

- ¡Empecemos de una vez! ¡Sandshrew, Picotazo Venenoso! – El Pokémon con aspecto de armadillo saltó y empezó a girar en el aire, disparando una lluvia de agujas venenosas contra Squirtle.

- ¡Bloquea con Refugio, después Pistola de Agua! – ordenó Ash.

Squirtle se retrajo en su caparazón, con lo que las agujas rebotaron en él sin causarle daño alguno, y apenas cesó el ataque volvió a salir y le escupió un torrente de agua al Pokémon de tipo Tierra. Pero este puso la pata al frente y lo resistió como si nada.

- ¡¿Eh?! – Ash y todos sus Pokémon presentes casi se les caen las mandíbulas. La sonrisa del entrenador de Sandshrew se volvió todavía más pronunciada.

- ¡El agua es la mayor debilidad de un tipo Tierra, así que entrenamos para maximizar la defensa especial! – declaró. Eso echó a andar los engranajes en el cerebro de Ash.

- "Ah, así que era él." – pensó Ash, cuando por fin se acordó. A.J., así se hacía llamar.

- ¡Ahora acábalo, acábalo con Fisura!

El Sandshrew saltó en el aire y cayó golpeando con su puño el suelo con fuerza. Una grieta masiva se formó y empezó a avanzar como una serpiente hacia Squirtle.

- ¡Hazte a un lado, y lanza otra Pistola de Agua!

Asintiendo con la cabeza, Squirtle saltó hacia el lado derecho de la grieta y disparó otro sólido torrente de agua hacia Sandshrew, que de nuevo volvió a soportar el golpe (aunque con algo de fatiga).

- ¡Eso no va a funcionar! ¡Ahora, Tumba de Rocas!

Formando una docena de piedras girando en espiral a su alrededor, Sandshrew las lanzó volando contra Squirtle, que ni siquiera se tensó pues sabía que Ash tenía algo preparado para una situación como esta.

- ¡Bloquéalas con Contraescudo! – indicó Ash, tomando por sorpresa a A.J.

- ¡¿Contra qué?!

Squirtle volvió a retraerse dentro de su caparazón, solo que esta vez lo hizo de espaldas, y empezó a girar al tiempo que lanzaba la Pistola de Agua desde adentro, igual como antes utilizaba la Hidrobomba. El agua empezó a formar una espiral alrededor de Squirtle que actuó como una barrera, atrapando todas las rocas y desviándolas hacia los lados, sorprendiendo a Sandshrew y a su entrenador.

- ¡Imposible!

- ¡No eres el único que hace su propio entrenamiento especial! – replicó Ash. – ¡Ahora Squirtle, Embestida!

Squirtle dejó de girar y utilizó su cola como palanca para volver a ponerse de pie, y se lanzó a la carga contra Sandshrew, dándole con todo su poder tortuga en el estómago. El Pokémon tipo Tierra retrocedió unos pocos metros, y tanto Squirtle como Ash sabían muy bien qué hacer a continuación.

- ¡Ahora, dale Pistola de Agua de cerca!

Recibiendo ese torrente a quemarropa, Sandshrew voló con tremenda fuerza, yendo a aterrizar de espaldas al lado de su entrenador, que estaba con la boca abierta, de ver a su Pokémon noqueado. A.J. no pudo más que caer de rodillas por el shock de sufrir una derrota.

- Pero... todo nuestro entrenamiento...

Ash, que no tenía ganas de vanagloriarse por su victoria, decidió acercarse a su oponente y darle el reconocimiento que merecía.

- Se nota que dio resultado. – le dijo. – Tu Sandshrew pudo soportar varios ataques superefectivos, con ese poder, podría haberte ganado una medalla fácilmente en el gimnasio Cerulean. Lástima que lo cerraron, así que eso ya no se va a poder. Pero igual, Sandshrew ya está para ganarte tu primera medalla, y tal vez algunas más.

- ¿Eso crees?

- No lo creo, lo sé. – respondió Ash. – Una racha de 99 victorias sigue siendo impresionante. Ya estás más que listo para ir por la liga. Oye, si quieres un consejo, te volverás más fuerte si no te quedas en un solo lugar. Viaja por todas partes, experimenta cosas nuevas. Si quieres ser el mejor, ponte a prueba con todos los que conozcas en esta región y más allá.

A.J recogió a su derrotado Sandshrew, reflexionando sobre las palabras de Ash. Después de un rato, respondió con una sonrisa de aceptación.

- Creo que siempre puedo contar mi captura de Beedrill y Butterfree como la victoria que me faltó. ¿Tú ya tienes tus propias medallas?

Ash asintió, abriendo su chaleco para mostrarle las dos medallas que tenía en él. Bueno, técnicamente contaban por nueve, pero él no necesitaba saber eso, y tampoco era que Cerulean valiera para presumir de ello.

- Bueno, gracias por la batalla. – dijo el peliverde extendiéndole la mano. – Espero que nos veamos en la Liga Pokémon para una revancha.

- Lo mismo digo.

Ash sonrió y le dio el apretón, felicitándolo. Por dentro no pudo evitar preguntarse si A.J. había logrado llegar a la Liga Pokémon la última vez. Y no solo él, ¿qué había pasado con Otoshi, el chico con ese Marowak?

(--0--)

Ciudad Vermillion...

Ash tenía un buen presentimiento con la batalla que se aproximaba. Pikachu ya había recuperado todos los ataques de velocidad necesarios para superar a Raichu, en caso de que fuera a repetirse la batalla de la última vez, y si no era así, el resto de su equipo era bastante sólido para respaldarlo. Bulbasaur tenía su resistencia natural a los ataques eléctricos, Aipom era lo bastante ágil para esquivarlos, Charmander simplemente sería capaz de abrirse paso con sus propios ataques a través de todo lo que le lanzaran, Squirtle tenía el Contraescudo como as bajo la manga para defenderse y Butterfree podría utilizar Somnífero si todo lo demás fallaba (había dejado a Pidgeotto fuera de esto para que descansara, y además porque no tenía ningún truco efectivo para pelear contra tipos Eléctricos todavía).

Aproximándose a la puerta del Gimnasio Vermillion, el trío compuesto por él, Misty y Pikachu subió las escaleras de entrada, todos con una expresión llena de confianza y determinación. No había absolutamente nada que pudiera hacer flaquear la confianza de Ash el día de hoy. Aunque el dúo de punks que custodiaban la entrada sí los obligaron a detenerse.

- Muy bien, niño, ¿qué buscas aquí? – exigió saber uno de ellos. En respuesta Ash abrió su chaleco, mostrando sus dos medallas, haciendo que estos sonrieran. – Estás de suerte, muchachito, el Teniente no ha tenido retadores por tercera medalla hoy. No desde el mocoso con el Wartortle y ese otro con una niñita rubia que parecía su porrista hace unos días.

Ash tuvo esa familiar sensación de fastidio, solo por el hecho de que en esta línea temporal también parecía que Gary iba un paso por delante de él, incluso sin aquel auto deportivo.

- El retador que está ahora viene por su segunda medalla, así que puedes entrar cuando haya terminado. Aunque claro, no te culparemos si te asustas y sales corriendo con tu mami cuando veas de lo que es capaz.

- Pero primero... – El segundo punk sonrió mientras sacaba su propia Pokébola, y su compañero hizo lo mismo. – Tendrás que demostrarnos que puedes a nosotros primero. ¡Ve, Magnemite!

Al ver salir al Pokémon magnético, Ash exhaló una pequeña risa. Un poco de calentamiento no vendría mal, y ya tenía en mente quién sería perfecto para el trabajo.

...

Cinco minutos después...

- Magnemite, el Pokémon magnético. Durante la era de señores de la guerra en Kanto, los Magnemites eran muy apreciados por su raro tipo Acero, lo que les permitía evitar muchos de los venenos letales de los Pokémon nativos de la región. Sin embargo, su debilidad al fuego está muy bien documentada, y se sabe de algunos que han terminado como bocadillos de cierto Charmander en crecimiento.

Dexter parecía muy orgulloso y divertido de decir en voz alta dicha información, pues de hecho, el Charmander de Ash en aquel momento le estaba mordiendo el imán izquierdo a uno de los Magnemites del dueto de punks, y el otro yacía en el suelo noqueado con evidentes marcas de quemaduras.

- ¡Está bien, está bien! ¡Eres un tipo rudo, ahora por favor llama a esa cosa! – lloriquearon los punks.

Por mucho que estuviera disfrutando del espectáculo, Ash no era tan cruel como para dejar que a Charmander se le fuera la mano, y finalmente le ordenó dejar de reafirmar su dominancia antes de dejarle marcas de mordidas permanentes. Este obedeció a regañadientes, pero al parecer tenía ganas de más.

Ya con Charmander de vuelta en su Pokébola (al igual que el Magnemite masticado), los punks abrieron la puerta del gimnasio sin tardanza, revelando lo que parecía ser un muy familiar ring de box (aunque más iluminado y más asientos a su alrededor, a diferencia de la última vez), y el Teniente Surge, (que seguía siendo tan inexplicablemente enorme como la última vez) riéndose como un demente mientras su Voltorb volaba por todo el lugar (al parecer levitando con Super Imán), al tiempo que disparaba múltiples ataques de Bomba Sónica contra el Pokémon que estaba debajo, mientras Surge gritaba "¡BOMBARDEO AÉREO!" o algo por el estilo. Ash no tenía idea de qué sentido tenía gritar tan fuerte el nombre del ataque, pero lo que hubiera sido, al parecer había sido muy efectivo, pues en cuanto el polvo se disipó, Voltorb regresó al lado de Surge, y todo lo que quedó en el campo era un Dugtrio extremadamente golpeado.

- ¡Dugtrio ya no puede pelear, el ganador es Voltorb! – declaró el réferi. El retador retornó a su Dugtrio mientras Surge se reía con ganas.

- No eres el primero que cree que puede ganarme con un tipo Tierra. ¡JAJAJAJA! No me detendrás tan fácilmente. Los tipos no importan en la guerra, niño, lo que importa es la calidad, y ese Dugtrio tuyo no tenía ninguna. ¿Tienes algo mejor que eso?

El chico en cuestión, que no hizo más que mirar con rabia su Pokébola en silencio durante todo el discursito de Surge, simplemente fue a sacar la segunda. Estaba parado en una sombra, así que Ash no pudo verlo bien o distinguirlo. Sin embargo, cuando lo escucharon hablar, tanto Ash como Pikachu sintieron que sonaron sus alarmas a toda potencia. Reconocerían esa voz gruñona y arrogante donde fuese, con todas las veces que la habían escuchado.

- Oh, claro que tengo algo mejor. ¡Pikachu, prepárate para la batalla!

Esta historia continuará...

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