Recuerdos, hambre y malos tratos
Con Giovanni, Torre Realgam, Orre...
Hacer tratos con otros grandes nombres en el bajo mundo criminal, en el mejor de los casos era peligroso y arriesgado. Giovanni estaba muy lejos de ser la única mente maestra criminal en el mundo; en casi todas las demás regiones tenía al menos uno capaz de rivalizar con él. No obstante, si bien generalmente se limitaban a mantener su influencia dentro de sus regiones nativas, no faltaban los que tuvieran agentes en otras, para estudiar a la competencia. Después de todo, si el Equipo Magma llegaba desarrollar una bomba capaz de destruir un lago, habría otros que querrían conseguirla para ellos. El Equipo Galactic de Sinnoh tenía un extraño deseo por averiguar los secretos de los lagos de la región. Giovanni no tenía idea del por qué, solo que tenía algo que ver con una leyenda.
El Equipo Rocket, por otro lado, era muy diferente de esos fanáticos chiflados de los otros equipos criminales; solo creían en una cosa, y era en obtener un beneficio. Nada de profecías, nada de destruir al mundo, solo beneficiarse. Por tanto, su tecnología siempre era desarrollada con propósitos monetarios en mente, aunque dichos proyectos no siempre resultaban como Giovanni esperaba. Algunos dispositivos pensados para hacer dinero con ellos terminaban fracasando en el proceso, volviéndose inútiles. Sin embargo, tampoco servía de nada dejarlos guardados en el almacén, cuando podías venderlos a otra organización criminal a cambio de una módica suma, en lugar de esperar a que algún espía infiltrado decidiera robarlos o destruirlos, eso eliminaría por completo su valor potencial. Particularmente cuando Giovanni no podía entender por qué estarían interesados en adquirirlos.
- Oh, llegas temprano, Giovanni.
El hombre de traje, acompañado por seis soldados como guardaespaldas flanqueándolo, vio caminar hacia él a un hombre que se veía mucho más joven que él, que llevaba puesta una bata de laboratorio de cuello alto, con un largo mechón de cabello cayéndole en zigzag por un lado de la cabeza. Con sus gafas delgadas y puntiagudas, y esa sonrisa arrogante, tenía un aspecto particularmente malévolo. Giovanni solo se quedó viéndolo fijamente, como si intentara intimidarlo, pero el sujeto solo se rio macabramente.
- No tienes por qué ponerte tan malhumorado conmigo. Soy Ein, Administrador de la división científica de Cipher. Me dijeron que tienes algo para nosotros.
- ¿Traes el dinero? – preguntó Giovanni sin rodeos.
No había venido a este lugar para charlar. De ningún modo planeaba quedarse en Orre más de lo necesario. La región no era más que un agujero infernal y miserable, y extremadamente caliente para su gusto (agregando además el traje negro que llevaba). Su potencial cliente, sin embargo, no pareció gustarle esta particular muestra de desdén.
- ¿Por quién tomas a los de Cipher, Giovanni? ¿Es que no ves este proyecto en construcción? – le cuestionó Ein con orgullo, extendiendo los brazos para hacer énfasis en la enorme torre color marfil que estaba siendo construida en el medio de esa tierra desértica y desecha. – Esta torre cuesta más que la totalidad de Pueblo Pyrite y la Aldea Agate combinados, y seguramente costará mucho más que esa elegante Ruta Ciclista que ustedes construyeron en Kanto. No tienes que preocuparte por tu dinero.
Fue entonces que un soldado... o "peón", con el uniforme de Cipher, descendió del techo, con un enorme maletín a la mano. Sin tardanza se lo entregó a Ein, que lo abrió para presentarle sus contenidos a Giovanni.
- Un millón, como lo prometimos.
Giovanni se quedó viendo por unos segundos el dinero, antes de levantar la mano. Uno de los soldados que lo escoltaban dio un paso al frente, sacando un dispositivo que parecía una computadora manual, la cual proyectó sobre los billetes un muy visible rayo de luz púrpura, escaneándolos. Ein no pudo evitar arquear la ceja, algo sorprendido por esto.
- ¿No confías en nosotros?
- Discúlpenme, pero si confiara en alguien, ya sería hombre muerto. – dijo sombríamente Giovanni, mientras el soldado seguía verificando los resultados de su escaneo.
- Todo es legítimo, señor. – confirmó.
Giovanni le indicó a otro de sus guardaespaldas salir con su propio maletín, que también abrió y presentó el contenido a Ein. Este era un artefacto con el aspecto de una especie de guante metálico y brillante, el cual Giovanni inmediatamente sacó y lo colocó en su propio brazo.
- El Ancla de Duelo. – dijo Giovanni.
Para hacer una demostración, apuntó con el dispositivo al soldado que tenía el dispositivo de escaneo, y una cuerda de energía roja salió disparada del guante, y se enredó alrededor del brazo del soldado. La cuerda rápidamente se volvió invisible, y Giovanni dio un tirón con el brazo donde tenía el guante, causando que el soldado reaccionara ante dicha acción, aunque no por voluntad propia, sino por efecto de la cuerda invisible que lo mantenía atado a su jefe.
- Con este dispositivo, puedes sujetar a otra persona por el tiempo que desees. Y aunque puedo desactivarlo cuando yo quiera, la víctima no.
Originalmente fue concebido como un dispositivo para abrir puertas a larga distancia, incluso puertas selladas de alta seguridad a través de fuerza extrema, pero era demasiado débil para poder hacer eso, y los intentos de hacer ajustes al prototipo para lograrlo resultaron en completos fracasos. Originalmente le llamaron "Cuerda de Energía" pero un científico prometedor de la división de investigación y desarrollo le dio la designación de "Ancla de Duelo", y este creía que el Equipo Rocket podía beneficiarse de obligar a la gente a pelear contra ellos utilizándolo. Sin embargo, ya que la mayoría de los soldados Rocket usaban Pokémon relativamente débiles que eran más para intimidar que para pelear, esto actuaría de manera contraproducente y dañaría la habilidad del Equipo Rocket de aterrorizar a las masas, y en general también la de los soldados. Para qué lo querrían en Cipher, a Giovanni no podía importarle menos. Después de todo él no iba a utilizar algo que solo le causaría problemas a largo plazo. Y la razón de llamarlo "Ancla de Duelo" era porque sonaba más atractivo para esos tontos de Cipher y los convencería de comprarlo.
- Excelente. – dijo Ein impresionado, mientras Giovanni desactivaba el dispositivo y se lo entregaba, recibiendo rápidamente el dinero del administrador de Cipher a cambio. – Deberíamos cooperar más a menudo entre nosotros.
- No aguantes la respiración. – comentó Giovanni, por dentro sabiendo que eso de "cooperar" era una completa mentira del científico. – Los intercambios como este no son más que la excepción que prueba la regla.
Con eso, Giovanni se fue de la torre en construcción, rodeado por sus guardaespaldas. Mientras los Rocket se iban, satisfechos con el trato, Ein no pudo evitar sonreír con malignidad. Por fin tenían en sus manos ese componente clave de su Máquina de Captura que tantas dificultades tenían para crear.
- "Estúpido Equipo Rocket. Acaban de entregarnos el mundo en bandeja de plata a los de Cipher." – se mofó de ellos por dentro Ein.
(--0--)
Al norte de Ciudad Pewter...
Misty jugaba distraída con una piedra que había recogido, tratando de deshacerla en polvo mientras reflexionaba sobre cómo había sido su vida.
Nunca fue lo suficientemente buena, siempre era lo que le decían. Era la hermana menor fea de las tres Hermanas Sensacionales. La hija no planeada, que no sabía cantar, bailar o actuar. Por eso siempre se quedaba atrás cuando sus padres llevaban a sus hermanas a concursos de belleza infantiles, a prácticas de canto, y a salidas de compras por las mejores ropas, juguetes y comida, quedándose ella sin otra cosa que ropas usadas y muñecas rotas. La solitaria líder de gimnasio de tipo Agua sintió que sus lágrimas comenzaban a amenazar con salir, mientras la imagen de sí misma a los cinco años aparecía en su mente, sentada en el borde de un tanque de agua y sin otra compañía que la de sus propias lágrimas, cuando entonces múltiples Goldeens, Magikarps, Seakings y Horseas inmediatamente se amontonaron a su alrededor, como si quisieran hacer algo para animarla.
Ser el dueño de un gimnasio era un sueño por el cual muchos matarían. Era un trabajo que ganaba bastante, incluso con los gastos de mantenimiento, para alimentar a una familia de seis (sus padres, sus tres hermanas y ella). Si tu familia era obscenamente grande (como la de Brock), por supuesto, podrías necesitar algo adicional con un segundo trabajo, y muchos líderes de gimnasio hacían esto de todos modos, particularmente en Unova, donde había una enorme paranoia acerca de los fondos del gobierno. Pero a sus padres no les importaba eso mucho. Ella hubiese sido la hija soñada de su abuela, que tuvo dos hijos alrededor del inicio de la era moderna de Oak, hacía ya cuarenta años.
El mayor de los dos se mudó lejos para estudiar más a los Pokémon de tipo Agua, y aparentemente convertirse en un chef. Misty no tenía idea de cómo era este lado de su familia, pues este hijo jamás volvió a Kanto, y los dos hermanos nunca se llevaron del todo bien.
El menor, el cual se quedó, era su padre, y no tenía exactamente una pasión por ser líder de gimnasio. Solo lo conservó por el dinero que generaba, y para poder costear el extravagante estilo de vida de cinco de los seis miembros de su familia. Y esa falta de interés era muy evidente si sabías donde mirar. Los tanques de agua, aparte de los que utilizaban para los shows acuáticos con Pokémon de Agua dando saltos, y eventualmente con sus hermanas cuando se hicieron lo suficientemente mayores, estaban algo turbios, las paredes que los visitantes no llegaban a ver estaban muy manchadas y rayadas, y lo más notable de todo quizás, el porcentaje de victorias del gimnasio era uno de los más bajos de todo Kanto. ¿Cuánto tiempo le quedaría antes de que la Agencia de Inspección Pokémon viniera para clausurarlo?
Otro recuerdo de su pasado volvió a cruzar por su mente.
...
- ¡Usen Rapidez y Pistola de Agua!
De nuevo una versión más joven de sí misma, una pelirroja marimacha de unos diez años, con unos shorts sujetos con tirantes, una blusa sin mangas amarilla y unos tenis rojos, estaba ahora luchando en un Club de Batalla en Ciudad Cerulean, con dos Staryus, una de las cuales sería su futura Starmie, noqueando al mismo tiempo al Gloom y Growlithe de su oponente, mientras la Enfermera Joy y Don George observaban. Pero no fue sino hasta que Misty dejó la arena de batalla algún tiempo después, ahora un poco más cercana a su edad actual, que escuchó algunas cosas muy interesantes.
- Su talento es impresionante, ¿no lo crees? Esa es su victoria número 100 con sus dos Staryus, y su índice de victorias en promedio es de 87%, lo cual considerando la cantidad de entrenadores con Pokémon de tipo Hierba y Eléctrico llevan al gimnasio es realmente sorprendente. – escuchó decir a Don mientras hablaba con la Enfermera Joy, que asintió en respuesta. Misty, fuera de vista y escondida detrás de una pared, escuchó con interés mientras hablaban sobre ella.
- Sí, es obvio que el talento de la familia Waterflower, aunque se haya saltado una generación, parece haberse manifestado a toda su capacidad en ella. Si ella se volviera la nueva líder del gimnasio, podría convencer a mis jefes de no revocar el gimnasio. Por ahora están siendo algo indulgentes, ya que el líder actual tiene problemas de salud y por la reciente muerte de su esposa, pero cuando le llegue su hora...
- Ya todos sabemos que esas "Hermanas Sensacionales" son actrices en primer lugar, y muy lejos del segundo lugar entrenadoras. – dijo George estando de acuerdo. – No tienen ni siquiera el poco talento de su padre, y tengo el mal presentimiento de que preferiría dejarles el gimnasio a ellas y desheredar a la pobre niña en su testamento.
- Eso sería una pena... incluso si ese par de padres del espectáculo solo la toleran porque su reputación se arruinaría si la abandonaran o la mataran, y eso arruinaría todo lo que han construido para sus hermanas. Hasta ellos sabrían que si Misty desafiara a sus hermanas por el derecho del gimnasio, podría ganarles con facilidad usando un Magikarp. Rayos, si la única razón por la que no lo ha hecho es porque está prohibido retar a un líder por el derecho del gimnasio si está moribundo...
...
Dejó de soñar despierta cuando sintió que algo la tocaba en la frente. Los ojos de Misty se abrieron como platos al ver como Psyduck la miraba de frente, sin estar segura si debería estar molesta o feliz de que la trajera de vuelta a la realidad. De todas maneras, a esas alturas la piedra con la que había estado jugando ya estaba totalmente triturada y hecha añicos, pues la había apretado con muchísima fuerza al revivir todos esos recuerdos que eran tan dolorosos para ella.
- Psy. [Aliméntame, humana.]
Misty rodó los ojos ante la mirada suplicante que le dio Psyduck, pero al mirar a su alrededor, vio algo que hizo que el corazón se le derritiera. Ash estaba dándoles la comida sus tres Pokémon; Pikachu, Butterfree y Pidgeotto, mientras aplicaba una Super Poción a Pidgeotto, tal como la Enfermera Joy se lo había indicado para que sanara su ala lastimada, durante los siete días que estaría fuera de comisión. En particular, no pudo evitar notar la manera en que le cambiaba los vendajes en el ala. Había... algo con ese entrenador novato que parecía ir a pasos agigantados, algo con la forma en que aplicaba tan meticulosamente los cuidados a su Pokémon herido, y eso le resultaba... muy atrayente. Parecía que no temía demostrar que se preocupaba por sus Pokémon, aunque fuesen unos que no había tenido por mucho tiempo. Inclusive, sus Pokémon también parecían corresponderle esa misma devoción, en particular su Pikachu, pero ella... Misty no podía evitar sentir que Ash de algún modo, también se preocupaba por ella. Estaba segura de que era solo de manera platónica, pero tenía que admitir que... eso le agradaba.
Nadie excepto sus propios Pokémon le había mostrado afecto alguna vez. Ni sus hermanas, ni sus padres, nadie. Lo único que supo desde muy temprana edad era que tendría que valerse por sí sola, que si quería tener éxito tendría que hacerlo por sí misma, así que el hecho de tener a otra persona preocupándose por ella tenía un efecto muy poderoso. Así que aunque no lo admitiera por fuera, por dentro no podía negar que de algún modo se sentía atraída por este muchacho, sin importar de qué manera le demostrara tanto a sus Pokémon como a ella que le importaban.
Y el hecho de que fuese bien parecido tampoco hacía daño...
- Duck, duck, duck. [Si estás planeando aparearte con Ash, dame algo de comer primero.] – dijo Psyduck de manera seca, causando que Misty se pusiera roja más rápido que un Ninjask con habilidad de Impulso de Velocidad.
Se regañó a sí misma por haberse delatado de ese modo, por fortuna, solamente Psyduck lo había notado, y Ash estaba muy lejos para darse cuenta que ella lo había estado mirando. Pero la molestia consigo misma rápidamente fue transferida a Psyduck, y le dijo con mucha seriedad:
- Solo por eso, serás el último en comer.
- ¡¿Duck?! [¡¿Por qué?!]
Misty no iba a darle el gusto de responderle.
(--0--)
Después de la comida, y de camino a Rota...
- ¡¿Hiciste qué?! – gritó Misty incrédula, mientras ella, Ash y Psyduck caminaban por el sendero hacia el Palacio Cameron, con el pato comiendo de una lata de comida Pokémon mientras andaba.
- Aparentemente, aprendí a usar Ataque Rápido mientras trataba de enseñárselo a Pikachu. – admitió Ash encogiéndose de hombros, como si no fuera la gran cosa. Misty no pudo más que sacudir la cabeza.
- ¿Tienes una predisposición genética para hacer lo imposible o algo así?
- Pi. [Sí.]
- Dime, ¿es normal aprender ataques de ese modo? – preguntó Ash, ignorando el comentario de Pikachu. – Lo que digo es que, habíamos estado entrenando con Don George, y tal vez fue allí cuando...
- Eso tal vez sea normal para ti. Por ejemplo, yo aprendí a usar Torbellino y Buceo con mi Horsea, y Surf y Cascada con mi Starmie. – replicó Misty. La pelirroja hizo una pausa antes de preguntar. – ¿Crees que sea porque Pikachu puede aprender Contraataque?
Ash se detuvo por un momento para sacar su Pokédex, sintiendo curiosidad de eso.
- Pikachu es un Pokémon ratón eléctrico nativo de la región Kanto, famoso por haber sido usado en el pasado por muchos entrenadores legendarios, incluyendo a Eagun de Orre. se sabe de Pikachus que han podido aprender una gran variedad de movimientos, incluyendo Puño de Roca, Golpe Centrado, Lazo de Hierba, Electrocañón, Moflete Estático, Rodada, Mega Puño, Electrobola, Atactrueno, Cola de Hierro, y el movimiento característico de su línea evolutiva, Tacleada de Voltios. los rumores de Pikachus capaces de usar movimientos como Surf, Vuelo y Contraataque son resultados de haber pasado tiempos inhumanos en el océano, atarles globos a la espalda y errores de traducción en textos que fueron transferidos desde Kanto a Unova. Se cree que podría haber también drogas involucradas.
Ash esperaba sin duda que no hubieran sido drogas lo que le permitió aprender a usar Contraataque, o su mamá lo hubiera matado. Hasta donde él podía recordar, él nunca había tomado nada de eso. Misty por su parte, hizo una mueca por haber hecho una pregunta estúpida, pero antes de poder hacer otra, los dos oyeron una extraña música, y tres individuos demasiado familiares aparecieron en su camino anunciando su presencia.
- Prepárense para los problemas, el camino es en aquella dirección.
- Y más vale que teman, ¿quieren que nos dejen fuera de comisión?
Misty y Ash dejaron de hablar en cuanto vieron que el trío Rocket había regresado; aunque Ash tuvo que admitir que sintió algo de alivio ver que seguían siendo los mismos. Patéticos como eran, se sentía casi... antinatural no tenerlos encima. Aunque el tema musical con el que se anunciaron no era muy bueno que digamos. Tal vez si pasaran menos tiempo tratando y fallando en robar Pokémon y más componiendo música, podrían sacar algo bueno.
- ¡Para protegernos de una mala desviación!
- ¡Y evitar que nos sancionen por meternos en esa nación!
- ¡Para evitar los problemas de unas leyes diferentes!
- ¡Y proteger a nuestro gato favorito de que lo vuelen fuera de la frontera!
- ¡Jessie!
- ¡James!
- ¡El Equipo Rocket, advirtiéndoles que vuelvan a la ruta segura para nosotros a la velocidad de la luz!
- ¡Y si no lo hacen en el acto, prepárense para luchar!
- ¡Meowth, así es!
Al haber concluido con ese lema modificado, Ash y Misty solo se quedaron viéndose uno al otro, todavía más confundidos que antes.
- Eso tuvo menos sentido que la última vez, pero sea como sea no van a llevarse a mi Pikachu. – declaró Ash, mientras Pikachu sacaba chispas de sus mejillas. James no pudo ocultar su miedo ante eso.
- Whoah, cálmense, que no venimos para pelear. Solo venimos a pedirles que vuelvan a la Ruta 3 y sigan el camino por el Monte Luna y hacia Ciudad Cerulean, como buenos niños. – dijo James, señalando hacia la dirección opuesta. Los dos solo lo miraron, confusos. – Oh, vamos, ¿qué entrenador no querría capturar un Clefairy? Ya saben lo difíciles que son de encontrar, y el Monte Luna es uno de los pocos lugares donde los hay. El seguro y controlado Monte Luna de Kanto.
Por alguna razón, James sonaba como un vendedor de autos usados... de esos que regatean contigo para venderte un auto viejo y desgastado por una fortuna y que se te desplome cuando más lo necesitas, pensó Ash.
- No creo que un Clefairy me sirviera de mucho. – admitió Ash.
Aunque él con gusto entrenaría a cualquier Pokémon que terminara bajo su cuidado, prefería a los que fueran rápidos y capaces de usar ataques de alto poder. Clefairy tenía un estilo completamente diferente al suyo. Además, con todo lo que había cambiado el mundo, por lo que sabía tal vez los Clefairys lo secuestrarían para sondearlo. Si ese era el caso, ojalá Gary estuviera viajando por el Monte Luna en aquel momento.
- Clefairy, el Pokémon hada. Clefairy generalmente es asociado con cordilleras montañosas propensas a actividad de meteoritos. Se dice que los Clefairys muy rara vez se muestran ante los humanos, aunque contrario a la opinión popular no son de origen extraterrestre, de hecho, están emparentados biológicamente con Jigglypuff. Los únicos Pokémon que se sabe o se cree que vienen de otros mundos son los de tipo Psíquico. Ya que el Profesor Oak no tiene a un Clefairy o algún otro miembro de su familia evolutiva en su laboratorio, sin duda lo apreciaría, pero reconoce que pedirte que te vuelvas loco buscando un Clefairy para él sería contraproducente. – dijo el Pokédex distraídamente.
- Muy bien entonces, ¿qué les parece un Paras? ¿Zubat? ¿Geodude...? – sugirió James.
- ¿Por qué no nos dicen de una vez qué diablos traman? – exigió Misty, harta ya de toda esa estupidez sobre el Monte Luna.
Por supuesto, Misty todavía no conocía al Equipo Rocket lo suficiente para saber que siempre andaban metidos en cosas raras todo el tiempo, y no necesitaban motivo alguno para actuar así.
- Les estamos pidiendo que por favor no se metan en el territorio de Rota. – dijo James, poniendo las manos en posición de rezo. – Allí no podemos sobornar a nadie para evitar que nos ejecuten por ser miembros de una organización terrorista. Así que por favor, váyanse por el otro lado y dejen que los acechemos sin peligro.
- ¡James! – Jessie le dio un zape por detrás de la cabeza por ese comentario. Misty solo se quedó viéndolos con incredulidad.
- "Nota personal, comprarme un hogar de retiro en Rota." – decidió Ash. Luego en voz alta, agregó: – Déjense de rodeos, si es a mi Pikachu lo que quieren, tendrán que venir por él.
Después de todo, ¿cuál otra razón tendrían para andar persiguiéndolo? El trío intercambió miradas de complicidad, tratando de decidir qué hacer.
- Sí, sí, queremos a tu Pikachu. Se lo daremos a nuestro jefe a cambio de dinero, fama y su eterna gratitud. – mintió Meowth, feliz de que el chico les hubiera dado una excusa para atacarlo, aunque siguieran sin tener idea del por qué su jefe quería que lo siguieran. El gato sacó sus garras y exigió. – ¡Ahora, más vale que lo entregues o...!
- ¡Duck Psy! [¡Ustedes tres empiezan a darme una jaqueca!]
Y antes de que el trío pudiese hacer un movimiento, Psyduck dejó salir su poder psíquico oculto, levantándolos del suelo, y haciéndolos volar hacia el cielo violentamente.
- ¡EL EQUIPO ROCKET SALE VOLANDO DE MANERA INUSUAL, OTRA VEZ! – Y de nuevo, desaparecieron hechos una estrellita en el horizonte.
- Duck Psy. [Eso fue divertido.]
- ¿Por qué presiento que mi vida está por volverse aún más extraña? – se preguntó Ash, viendo como el molesto trío salía volando antes de tener oportunidad de hacerle nada.
- Hay muchas personas extrañas en el mundo, Ash. – Misty sacudió la cabeza divertida. – Pero oye, a algunos tal vez nos guste tener vidas interesantes.
(--0--)
Unos días más tarde...
A medida que avanzaban, la frontera entre Kanto y Rota estaba cada vez más cerca. Ya estaban a poco menos de un día de llegar, así que los dos entrenadores decidieron detenerse a almorzar antes de seguir el camino.
- Peck, peck, peck. [As Aéreo...] – A Pidgeotto le gustaba como sonaba ese ataque, mientras le hincaba su pico a su tazón de comida Pokémon. Pikachu le describió el movimiento y a varios de sus usuarios en el equipo de Ash (Swellow, Staraptor, Quilava, Unfezant, y Krookodile). – [Bueno, creo que me va a gustar aprenderlo.]
Mientras Pidgeotto expresaba su interés en aprender un futuro ataque, Ash y Misty de pronto se enfrentaban a otro problema.
- Un mes completo de bolas de arroz, mis narices. – se quejó una hambrienta Misty, mientras un igualmente hambriento Ash descubrió que solo les quedaba una última bola de arroz. – No llevamos ni una semana de haber salido de Ciudad Pewter.
Las bolas de arroz eran la mayor de sus reservas de alimento durante este viaje, ya se habían comido todo lo demás que traían, y pronto el resto de sus bolas de arroz también fueron devoradas en tiempo récord.
- De pronto empiezo a darme cuenta del por qué la gente decía que mi mamá pagaba más cuentas por comida que por cualquier otra cosa. – Ash de pronto se acordó de una vez que oyó a mujeres en el pueblo chismorreando sobre él cuando era niño.
Era una suerte que nadie conectara un apetito anormal y un metabolismo acelerado con el hecho de ser un bloodliner, aunque no fuera solo porque esto probablemente resultaría en una muerte rápida para muchos jóvenes por errores de identidad, y muy probablemente causaría grandes problemas en el camino para toda la humanidad.
- Bueno... ¿quieres dividirla a la mitad? – sugirió Ash, considerando esa la solución más humana, pero rápidamente se volvió un punto muerto con lo que pasó después.
- ¡Ai-Aipom!
Una enorme mano amarillo-blanquecina, conectada a una cola larga y delgada de color púrpura, salió de un árbol y agarró la bola de arroz que quedaba, llevándosela de un jalón al árbol donde estaba. Los dos adolescentes vieron con horror como la bola de arroz de pronto se encontró en posesión de un Pokémon púrpura con aspecto de mono.
- ¡Aipom! – empezó a celebrar, y mordiendo felizmente la bola.
- ¡Oye tú, estúpido ladrón! – gruñó Misty, empezando a formar un ataque de Torbellino. – ¡Devuélveme mi comida!
El Aipom simplemente sonrió burlonamente, como si quisiera provocar a Misty, incluso después que ella le lanzó el Torbellino. Simplemente brincó de un árbol a otro sin preocupación aparente, y todavía sonriendo de oreja a oreja para burlarse de la pelirroja, le echó otro mordisco a la bola de arroz, casi como si dijera. "Ña-ña-ña-ña, no puedes atraparme." A Misty obviamente no le gustaba que le vieran la cara, y de nuevo empezó a cargar otro Torbellino. Ash, por su parte, decidió ver si la telepatía directa podía hacer algo.
- "Pikachu..." – Al parecer, sí había algo que podía hacer, pues Pikachu volteó hacia él de inmediato y le envió su respuesta mental instantáneamente.
- "¿Sí?"
Aun así, la respuesta sonaba como si estuviera en un canal de radio mal sintonizado. Aunque pudo escucharlo y entenderlo, sonó distorsionado y con estática. Ash decidió para sí mismo mejor no hacer esto a menudo, viendo que se le haría más sencillo escuchar a sus Pokémon hablándole normalmente. Pero con Misty totalmente furiosa y frenética en aquel momento, era mejor no decir en voz alta lo que estaba pensando.
- "¿Es nuestra Aipom esa que Misty está tratando de asesinar de una manera muy parecida a como lo haría May cuando se ponía furiosa por su comida?"
Mientras veían a Misty derrumbar otro árbol, con Aipom simplemente saltando hacia el siguiente y riéndose como si fuera un simple juego, Pikachu también de pronto se vio interesado en la susodicha mona.
- "Sip. Reconocería ese trasero donde fuera." – Ash se quedó viendo en blanco a Pikachu, que le sonrió con picardía. – "¿Qué? Si no lo sabes, yo era muy popular con los Pokémon hembras en los mismos grupos de huevo que yo."
- ¿Grupos de huevo? – dijo Ash en voz alta.
- Pikachu está en los grupos de huevo de campo y hada. Los Pokémon presentes en dichos grupos incluyen a Buneary, Snivy, Skitty, Fennekin, Clefairy, Jigglypuff, Roselia, Sealeo, Arbok, Emboar, Hippowdon...
Ash tuvo que darle un golpe al Pokédex en su bolsillo para que se callara, y con suerte eso borraría las imágenes que aparecieron en su cabeza. Esas eran cosas que no necesitaba saber ahora... ni nunca.
- "De acuerdo, guardando eso en la categoría de "cosas que realmente no necesitaba saber", ¿por qué de repente viene a causarnos problemas ahora? No nos topamos con ella sino hasta que fuimos por la Frontera de Batalla, y más específicamente hasta el Gran Festival de Kanto. Don George... hasta cierto punto él tiene sentido, considerando que los Clubs de Batalla ya estaban bien establecidos, ¿pero ella?"
- "[Los viajes en el tiempo siempre hacen que las cosas sean extrañas.]" – expresó su opinión Pikachu sobre la confusión.
- "Eh... ¿crees que capturar a Aipom antes de tiempo vuelva a causar la destrucción del universo? Digo, ninguno de los dos tiene idea de cómo funciona todo esto y..."
Ash también sentía algo de temor de que Misty, que ya había derribado seis árboles en su deseo de venganza por su comida robada, podría llegar a hacer algo si lograba alcanzar a Aipom y esta no podía esquivar sus ataques.
- Aipom, el Pokémon de cola larga. Los Aipoms son una especie social que viven en grupos conocidos como tropeles, y son comunes en bosques tropicales y templados. Los Aipoms tienden a reproducirse y tener crías rápido debido a su tendencia de ser cazados por depredadores, por lo cual es que se conocen muy pocos especímenes de Ambipom fuera de cautiverio. Un Aipom que se encuentre solo tiene suerte si llega a sobrevivir más de una semana. – Por supuesto, el Pokédex también tenía que agregar su opinión al debate.
- Pika. [De acuerdo, mejor arriesgarnos con Misty que con la Madre Naturaleza.] – dijo Pikachu, decidiendo volver a hablar normalmente por cuestiones de eficiencia, y también por mandarle un mensaje sutil a Ash. Un mensaje que por una vez en su vida, Ash captó.
- Muy bien. ¡Butterfree, usa Disparo de Seda y atráela aquí! – ordenó Ash, mientras Pikachu y Butterfree lo veían confusos, pero Butterfree hizo lo que le ordenaron y disparó un chorro de seda hacia Aipom, atrapándola en medio de uno de sus saltos.
- ¡¿Ai?!
- ¡Hey! – Misty, que acababa de derribar el noveno árbol, inmediatamente fue a quejarse con Ash por robarle a su presa. – ¡Ese pequeño ladrón de comida es mío!
- Creo que, por el bien de Aipom y del bosque, será mejor terminar esto rápido. – puntualizó Ash, y luego señaló a Aipom. – ¡Butterfree, Somnífero!
El polvo azul rápidamente cubrió por completo a la mona, que cerró los ojos, tambaleó la cabeza y se desplomó dormida, con todavía la bola de arroz en la manota de su cola, mientras Ash sacaba una Pokébola y se la arrojaba, aunque no sin que antes Misty recuperara lo que quedaba de la bola de arroz y se la comiera. Ash estuvo a punto de protestar por eso, pero ya era tarde, y tal vez ella argumentara que atrapar un nuevo Pokémon valía por haber sacrificado ese bocadillo. Además, ponerse a discutir con ella probablemente solo haría que les diera todavía más hambre.
- Captura Pokémon Registrada en el sistema. Pokémon, Aipom. Género, femenino. Habilidad, Fuga. Movimientos: Arañazo, Rapidez, Puño Incremento e Impresión. La información de este espécimen de Aipom será enviada a la base de datos mientras esta unidad anuncia el progreso vocalmente: 5%, 6%, 7%...
- ¿Por qué necesitas hacer eso? – gruñó Ash, sacando su Pokédex del bolsillo.
- Esta unidad es complicada, 15%, 16%, 17%...
Ash no tenía del por qué el Pokédex en esta línea temporal parecía tener una personalidad propia, pero no podía evitar sentirse preocupado por eso. ¿No era así como comenzaban las historias de ciencia-ficción acerca de robots que quieren esclavizar a los humanos y dominar al mundo?
(--0--)
Después de unas horas...
A final de cuentas no importó quién de los dos se comió esa última bola de arroz, los dos todavía seguían muriéndose de hambre, y lamentablemente la comida Pokémon no era una opción para tratar de extender su aguante el trayecto que faltaba. Lo único que oían, además de sus propios pasos, eran sus estómagos rugiendo furiosos y pidiendo ser llenados.
- Rota solo está a un par de horas... – gruñó Misty mientras seguían adelante. – Podemos llegar... y ese Pokédex tuyo nos podrá pagar un buffet de todo lo que podamos comer.
- Por favor... no me hables... de comida... – murmuró Ash entre delirios, mientras los estómagos de ambos parecían alternarse en rugir.
- [Cómo me alegra que los sacos eléctricos de mi especie sean letales para el consumo humano.] – bromeó Pikachu, algo mórbido, para sí mismo, caminando detrás de Ash y Misty, y tratando de darle a Ash algo de ánimo en medio de ese estado debilitado por el hambre.
Sin embargo, mientras los dos adolescentes hambrientos y el moderadamente preocupado Pikachu seguían su camino hacia el frente, ninguno de ellos alcanzó a ver la marca que delimitaba los bordes entre Rota y Kanto. Un anillo, hecho de raíces que parecían hechas de cristal, provenientes del Árbol del Comienzo, que se iluminó en cuanto Ash pasó por encima de ellas...
(--0--)
Mientras tanto, en el Palacio Cameran...
Los cristales en la sala del trono del Ducado de Rota brillaron con un vibrante color, sorprendiendo a las dos personas que se encontraban en la habitación en ese momento; una mujer joven y hermosa de cabello rubio con un vestido púrpura y que estaba sentada en el trono, y una sirvienta de pelo canoso.
- Oh cielos... – dijo la sirvienta sorprendida, mientras la luz llenaba toda la sala del trono, junto con todos los demás cristales del reino. – Nunca antes había visto algo como esto...
- Entonces es verdad. – dijo la dama sentada en el trono en completo shock, como si hubiese visto a un ser mítico o legendario.
- ¿Qué? ¿Qué es verdad, Lady Ilene? – inquirió la sirvienta. – Por favor dígame que no tiene nada que ver con ese sujeto Nostradamus.
- Por fin... un heredero ha llegado. – declaró solemnemente la llamada Lady Ilene.
Esta historia continuará...
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