El torneo de Fuchsia - Parte 3


Ciudad Fuchsia, arena del torneo...

El Atactrueno y la Bola de Sombra volaron hacia sus objetivos, incluso en medio de la ráfaga de viento y piedras que vino en respuesta. El ataque de Pikachu voló a través de los vientos fácilmente, golpeando al Pidgeotto de su oponente de frente. La Bola de Sombra se estrelló contra la ráfaga de rocas filosas, cancelándose una a la otra. El viento disipó la explosión resultante, soplando las rastas de Mudsdale y haciendo que ondearan. Pidgeotto cayó al suelo segundos después, echando chispas y derrotado.

- ¡Pidgeotto ya no puede pelear! – declaró el réferi mientras el pájaro era recuperado. Mientras el oponente retornaba a Pidgeotto, Ash pensó en su propia Pidgeot, y donde estaría ahora. Sabía que ella estaría bien, pero sería bueno volver a verla pronto. Quizás a tiempo para la ronda final. Después de todo, ahora que eran dos contra una debería ser fácil, incluso aunque Red no hiciera trampa. Después de todo, Pikachu era tan rápido como Haunter. Podían evitar a Mudsdale con facilidad.

- ¡Golpe Pesado!

- ¡Esquiva...! – ordenó Ash, solo para que Mudsdale apareciera enfrente de Pikachu tan rápido que Ash se preguntó en qué momento alguien utilizaría Espacio Raro.

Brillando de amarillo con un ligero rechinido metálico, Mudsdale embistió a Pikachu, enviando a su amigo a volar por los aires. Con un giro Pikachu aterrizó en sus pies y no en su estómago, pero todavía se veía algo sacudido.

- ¿Pero qué rayos...? – se preguntó Ash en voz alta.

- Viento Afín es un movimiento que incrementa la velocidad de los aliados temporalmente. La falta de velocidad de ese Mudsdale ahora ha dejado de ser un problema. Es obvio si uno no mira la vida con un solo ojo. – Ash no necesitaba comentarios sarcásticos de Red en este momento. Suficiente tenía con los de su Pokédex francamente. – ¡Sombra Nocturna! – declaró Red mientras unas bolas de energía negras se formaban en la punta de los dedos de Haunter, disparando unos relámpagos negros hacia Mudsdale.

El ataque le dio a Mudsdale en el pecho, empujando al gran caballo hacia atrás. Extrañamente, una ligera aura empezó a formarse alrededor de Mudsdale después del impacto. Red pareció sorprendido por eso, lo que hizo que Ash sintiera algo de satisfacción por alguna razón. Aunque no podía quedarse con el crédito, así que era hora de otro tipo de satisfacción, una que pudiera adjudicarse.

- ¡Usa Golpe Pesado! – ordenó Lilo.

- ¡Mudsdale puede ser rápido ahora, pero también nosotros! ¡Pikachu, usa Ataque Rápido!

Mudsdale una vez más apareció enfrente de un Pokémon, esta vez Haunter, como si hubiese Espacio Raro en juego. Incluso con el Viento Afín soplándole al caballo las rastas, Pikachu voló hacia su frente como una bala de plata. A diferencia de una bala de plata, sin embargo, la colisión fue extraña. Apenas si lo afectó, y solo lo hizo retroceder como un joven Scraggy usando cabezazo contra la panza de un Snorlax, pero con menos sacudones. El brillo del aura se intensificó alrededor de Mudsdale.

- Pi, pi, pi pika.... – Pikachu se frotó la cabeza después de eso, incluso mientras el Golpe Pesado enviaba a Haunter a revolcarse por la tierra. – [Siento como si me hubiera estrellado con un Steelix.]

- ¿Qué fue eso? – se preguntó Ash.

- Firmeza, una de las tres habilidades de Mudsdale. Cuando un movimiento hace contacto, las capacidades defensivas de Mudsdale se incrementan, desarrollando una ligera aura a su alrededor para suavizar los golpes físicos que algunos teorizan está conectado a un fenómeno en Alola conocido como los Pokémon Tótem, pero en este momento no tienes tiempo para que te explique qué es eso. "Golpear a un Mudsdale" solía ser una expresión común para decir "ejercitarse en vano" en Alola durante el siglo pasado, pero dejó de utilizarse hace unos cuarenta años.

- ¡¿Qué?! ¡¿Existe una habilidad como esa?! – exclamó Ash.

- Claramente este no es momento de pelear a medias. ¡Usa Sombra Nocturna de Nuevo!

Haunter emergió detrás de Mudsdale, aparentemente se había escondido en el suelo después de recibir el impacto del Golpe Pesado. El ataque salió disparado una vez más, golpeando a Mudsdale en la espalda. Mudsdale soltó un grito de dolor al recibir el golpe mientras el aura volvía a encenderse.

- Sombra Nocturna es un ataque que no hace daño basándose en el poder del Pokémon, sino en el del enemigo. Es muy útil para derrotar a oponentes más fuertes. – explicó el Pokédex para aclarar la elección del ataque de Red.

Era una idea inteligente, aunque le recordase a Ash la irritación que tenía con él ahora. Podría haberse dado cuenta de eso como una persona normal. Y hablando de eso...

- Si esa defensa sigue subiendo, ¡tendremos que derribarla por la fuerza! ¡Pikachu, usa Cola de Hierro!

Pikachu lo miró confundido ante esto, pero aun así saltó en el aire con una cola sólida de acero. La cola golpeó a Mudsdale en el costado, causando que se formara una grieta en el aura de Mudsdale haciéndola disminuir un poco. Cola de Hierro, tenía el posible efecto adicional de disminuir la defensa del objetivo, como las quemaduras con un ataque de Fuego, o la defensa especial con una Bola de Energía.

¡Esa había sido una pregunta en el examen de Oak! Aunque Ash no tenía idea de si ese era el caso antes que el tiempo estallara, no recordaba que eso hubiera ocurrido con Pikachu jamás, ni una sola vez. Si ese era el caso, ahora podría cobrarse ese karma. El aura sí volvió a iluminarse un momento más tarde, así que tendría que encontrar otra forma. Solo había una forma de encontrar una abertura.

- ¡Otra vez! – Y esa era, múltiples golpes.

- ¡Oh no, no lo harás! – gritó Lilo, sin estar dispuesta a permitir que hiciera su experimento de cuchilladas salvajes. – ¡Usa Patada Doble!

Un instante después, el costado de Mudsdale fue reemplazado por dos cascos brillantes. Y se veían como que iban a doler, y bastante.

- ¡Aléjate, Pikachu! – La corrección de Ash llegó apenas segundos antes que la Cola de Hierro y los cascos chocaran.

Ambos colisionaron, y la fuerza sacó a volar a Pikachu por bastantes metros gracias a los casos de Mudsdale. El efecto que vio antes volvió a resonar en Mudsdale, y esta vez no se repuso. Ash sonrió: acababa de encontrar una abertura. Solo tenía que medir bien el tiempo de sus ataques y explotar ese pequeño hueco.

- ¡Tóxico! – ordenó Red.

- ¡Bloquea con Chapoteo de Lodo!

El cuerpo de Mudsdale estalló lanzando una ola de lodo hacia todas partes. Este colisionó con la bola de fluido tóxico que Haunter acababa de escupir, diluyéndolo en nada y salpicando a Haunter de lodo. El fantasma empezó a frotarse desesperadamente, tratando de quitarse el lodo de encima, pues le incrementaba el peso y lo forzaba a flotar hacia el suelo, mientras Ash recordaba esa potencial falla. Red sin duda le interferiría con su plan.

- Pi.... [Entonces, ¿le vas a decir a Red que siga con Tóxico? Ya sabes, ¿comunicarle el problema?]

- ¡Usa Poder Equino!

Mudsdale de nuevo estaba encima de Haunter, esta vez con un par de cascos más brillantes e intensos que con Doble Patada.

- ¡Golpea los cascos de Mudsdale con Atactrueno!

- [Sí sabes que no soy Squirtle, ¿verdad?] – señaló Pikachu, pero aun así soltó el ataque eléctrico. El rayo voló por el campo y golpeó el casco más cercano a menos de una pulgada de la cara de Haunter.

Dicho casco se salió de curso y golpeó el otro por la fuerza del impacto, desviando el ataque lejos de Haunter y causando que Mudsdale colapsara por perder el equilibrio. Haunter sin embargo no tuvo oportunidad de explotarlo, ya que el proceso de removerse el lodo había sido más rápido de lo que Ash se esperaba. El rayo pasó rozando la mano que Haunter había podido limpiarse, con la otra todavía cubierta de lodo. Aunque no fue un golpe directo, todavía había un efecto.

- ¡Ha! – Haunter se retorció y empezó a flotar más bajo, con electricidad estática cubriéndola. Parálisis.

Red le echó una mirada asesina en respuesta. No había necesidad de palabras, la mirada lo decía todo. Exasperación, incredulidad, molestia. Una pregunta sana de cómo un ataque Eléctrico pudo mover la parte del cuerpo de un tipo Tierra. Una mirada que sugería que acababa de pegarles un tiro en el pie a los dos y no podrían esperar recuperarse de esto. El turno final de un movimiento de "muy bien, ahora que hiciste esto el doble de difícil, quédate fuera para que yo pueda arreglar tu desastre".

- Ahí tienes tu respuesta. – declaró Ash ante la pregunta anterior de Pikachu. Red no iba a estar abierto a hablar ahora, y quizás no lo estaba para empezar.

- ¡Wow! ¡Les salió el tiro por la culata! ¡Trabajo de equipo que termina paralizando al Pokémon de su compañero! ¡¿Podrán recuperarse de esto?!

...

- ¡Qué mala suerte! – declaró Yellow, sentada entre Iris y Misty con una mirada de preocupación en el rostro.

- Sí que lo fue, y en el peor momento posible. – suspiró Iris. La mala suerte tenía un mal hábito de aparecerse en los peores momentos. Nunca pasaba cuando era posible permitírsela.

- Es porque están peleados. No se han sincronizado bien en esta pelea, y esa parálisis no está ayudando. – observó Anabel. – Los dos están peleando lo mejor que pueden, y el comentario de Red sobre que Ash no está peleando a su máxima capacidad no se puede aplicar si omitimos a lo que Red se refería específicamente. Pero no están trabajando como un equipo. La única diferencia entre esta pelea y un battle royal es que Ash y Red no están tratando de atacarse intencionalmente.

- No llegará a ese extremo, ¿verdad? – preguntó Yellow quedamente.

- No lo hará. Ninguno de ellos llegaría a tanto. – le aseguró Misty. Entre la lógica de Red y la determinación por ganar de Ash, no había motivo para que recurrieran a eso.

Aunque no le mencionó lo descontrolado que podía ponerse Ash cuando se enfurecía, como aquella vez con Paul. O esa chica, según le contó Ash, que también era así. Alguien que se parecía mucho a Red tanto como al propio Ash.

...

El Viento Afín comenzaba a desvanecerse. Mudsdale resopló y Lilo miró hacia sus oponentes. Ash sintió su mirada pasar de él y Pikachu, que todavía seguía fuerte, a Red y Haunter, el segundo flotando cerca del suelo y todavía paralizado. ¿Tendría planeado algo esta chica?

- ¡Acabemos esto de un solo golpe, Mudsdale! – declaró Lilo, y Mudsdale resopló estando de acuerdo. La respuesta hizo que Ash se tensara, y notó que Red también lo hizo. ¿Tenía acaso algún movimiento final reservado para esto? ¿Giga Impacto? ¿Terremoto? ¿Una versión de esos rayos láser que usaba Arceus?

Lilo levantó la mano, y un resplandor amarillo comenzó a formarse a su alrededor, comenzando con la banda que tenía en su brazo. Es decir que no eran los rayos láser. ¿Sería así como funcionaba la Mega Evolución?

- Interesante. Está aplicando el poder de Alola. – señaló el Pokédex mientras Lilo se daba la vuelta y se inclinaba hacia la izquierda, y el resplandor se intensificó mientras tocaba el suelo con un brillante destello. La luz salió disparada hacia Mudsdale ahora.

- ¿El poder de Alola?

- Sí. Alola es famosa por sus técnicas conocidas como Movimientos-Z. Los Movimientos-Z se forman con la ayuda de cristales especiales que terminan en el sufijo "ium-Z", tales como Normalium-Z Y Firium-Z, para desplegar poderosos ataques. La energía específica requerida se acumula en una especie de forma ritual de poses para maximizar el poder, aunque se me ha dicho que es posible ejecutar un Movimiento-Z sin ellas, si bien con resultados menos efectivos. Pero la diferencia entre partir en dos un árbol y atravesarlo dejándole un agujero de un puñetazo es irrelevante para la mayoría de los entrenadores.

- ¡¿Cómo dices?! – declaró Ash mientras veía que Mudsdale comenzaba a resplandecer.

- Si no me equivoco, ese es el Movimiento-Z de tipo tierra. Se llama Furia Tectónica si recuerdo correctamente.

- ¡Sal de ahí, Pikachu! – Un movimiento llamado Furia Tectónica no sonaba como algo por lo que deberías dejarte golpear.

- [¡No me lo tienes que decir dos veces!] – Pikachu se puso de espaldas y usó su cola para propulsarse lo más alto que pudo en el aire. Ash recordó ese movimiento, fue el que les salvó el trasero en el encuentro por el trofeo de la Liga Naranja.

- Haunter... – dijo Red mientras la parálisis actuaba, y Mudsdale golpeaba el suelo con todo su peso, enviando una energía amarilla desde sí mismo por toda la tierra. El suelo explotó con energía, cegándolos a todos con la intensidad.

- ¡Santo cielo! – gritó el anunciador.

La luz cegadora empezó a disiparse y Ash comenzó a espiar con cuidado por el resplandor, tratando de ver si Pikachu estaba bien. Apretó su mano con fuerza, preocupado por su compañero. No había manera de saber lo que había pasado... un momento, ¡podía usar esa cosa telepática! Se le había olvidado por completo, si tan solo pudiera...

- Pikachu ha sido detectado. No parece haber sufrido daño adicional.

O eso. También funcionaba. El sonido familiar de un par de patas aterrizando en el suelo también le ayudó a sentirse más aliviado. Lilo también empezaba a hacerse visible, saliendo de la pose final y mirando hacia el campo de batalla. Mudsdale estaba de pie frente a ella, con aspecto visiblemente exhausto.

- Un Movimiento-Z agota por completo al usuario, y solo puede usarse una vez por batalla. Intentarlo de nuevo es una mala decisión. – dijo el Pokédex.

Pikachu ahora era totalmente visible, y Lilo lo veía en total shock. Ash relajó su mano, usándola para quitarse un chorro de sudor que tenía en la frente como resultado de esto. Extrañamente, sintió algo granoso, y al ver con claridad, se percató de que tenía una especie de polvo marrón cubriéndole las manos. Parecían cristales de arena (cuarzo, si recordaba correctamente), pero no creía que fuese eso. ¿De dónde vendría ese polvo? Sin embargo el comentario de Lilo lo sacó de sus pensamientos sobre este polvo.

- ¿Cómo...? – fue lo que pudo preguntar mientras Ash sonreía. Pikachu respondió por él haciendo otro salto impulsándose con la cola, girando en el aire antes de volver a aterrizar con una sonrisa. – ¿Usaste tu cola... para saltar? – repitió Lilo, desconcertada de que una estrategia como esa pudiera haber funcionado.

- Fascinante. Asimilando datos para futuro análisis. – dijo el Pokédex.

- Ahora que tu Movimiento-Z falló, terminemos con esto. ¡Pikachu, usa...!

- ¡Haunter ya no puede pelear!

La llamada del réferi detuvo la orden de Ash, en cuanto el polvo se aclaró, revelando a Haunter, noqueada y cubierta de lodo y mugre. Ash estaba seguro de que habría sido peor si Haunter tuviera un cuerpo físico que le pudieran golpear. Red se quedó viendo físicamente a su Pokémon derrotado, con el shock por toda la cara. Su Pikachu se veía similarmente conmocionado, y los movimientos de Red para recuperar a Haunter se sintieron extrañamente rígidos.

- Esto... ¿era lo que tenías bajo la manga? – le preguntó Red quedamente a Lilo, quien asintió.

- Sí. Muchos entrenadores en Alola han pasado las Grandes Pruebas y ganado acceso a los Movimientos-Z. Son nuestras cartas de triunfo en batalla, la máxima expresión del lazo entre entrenador y Pokémon.

...

En Kalos, cierto anciano guardián de una torre llamado Gurkinn se sintió ofendido por razones que no podía explicar.

...

- Ibas a utilizar esto en nuestra batalla anterior. – continuó, y ella volvió a asentir.

- Sí, demostraste ser un gran desafío, así que lo vi necesario.

- Ya veo. – Red se metió la Pokébola de Haunter al bolsillo, y tomó un profundo respiro antes de decir una última cosa. – Entonces, yo perdí.

La forma en como Red dijo esto resonó en la cabeza de Ash antes que la realización lo golpeara. Red nunca antes había sufrido una derrota. Incluso si Red había perdido algunos Pokémon, nunca habría sido al punto de que le hubieran noqueado a todo el equipo. Cada batalla que había peleado había sido ganada, y ahora se estaba dando cuenta de que una batalla que había sido interrumpida habría resultado en una derrota. Igual como pensaba que terminaría esta batalla.

Agarrándose la gorra, Ash supo lo que tenía que hacer. Demostrarle a Red que se equivocaba. Y ganar también, pero las dos cosas iban bien juntas, especialmente ahora que no había nada que pudiera detenerlo.

- Hablas como si Pikachu ya hubiese perdido. Mi compañero todavía puede seguir adelante, y planeo ganar esto. – declaró. Red y Lilo lo vieron sorprendidos, como si estuviera alucinando.

- ¡Error! Las probabilidades de que un Pikachu derrote a un Mudsdale con Firmeza son...

- ¡Pi! [¡Al diablo las probabilidades!] – exclamó Pikachu mientras Ash se giraba la gorra.

- Sin importancia. Dije que voy a ganar, y eso planeo hacer. – declaró Ash, mientras Lilo les apuntaba.

- Pues permíteme responder a esa pregunta, ¡Filo de Roca! – Trozos de roca afilada empezaron a orbitar alrededor de Mudsdale.

- ¡Envíalos de vuelta con Contraescudo!

En cuanto las piedras salieron disparadas Pikachu se echó sobre su espalda y empezó a girar, soltando chorros eléctricos a su alrededor en una poderosa red. Las piedras quedaron atrapadas en dicha red, antes de salir disparadas de vuelta. Mudsdale y Lilo compartieron miradas de desconcierto justo antes que las piedras impactaran a Mudsdale, incluso perdiendo la carga al contacto todavía le dolieron. Pikachu dejó de girar y volvió a ponerse de pie de un salto, sonriendo al unísono con Ash.

(--0--)

Entretanto en Alola...

- Impresionante, aunque tal vez algo temerario. Ciertamente admiro su valor, ¿pero en serio cree poder vencer al Mudsdale de Lilo con su Pikachu? – cuestionó Hala, agarrando el tazón de palomitas sostenido por su compañero.

En eso, Tapu Koko se lo robó mientras continuaban viendo el encuentro, y Hala no podía evitar preguntarse si era algo bueno o malo que Tapu Koko hubiera superado su depresión por que le rechazaran un Anillo-Z, ya que un Tapu Koko deprimido no acaparaba las palomitas tanto como el normal.

- Quiero decir, la Pikachu del joven Frax podría hacerlo. No es tan fuerte, pero un ataque de Rapidez sería más efectivo que cualquier cosa que he visto que posee este Pikachu.

Tapu Koko asintió estando de acuerdo en su evaluación sobre Frax, pero todavía veía a Ash con algo de confianza. Confianza que Hala decidió explotar.

- Por supuesto, tal vez estés dispuesto a hacerlo una apuesta. Si tienes tanta confianza en que Ash podría ganar, ¿estarías dispuesto a arriesgar tu cerveza de raíz por un año entero?

Eso de "su" cerveza de raíz si quería ponerse técnico, pero Tapu Koko operaba en una lógica sobre la posesión distinta a la de los humanos. Lo que Tapu Koko quería tener, le pertenecía a Tapu Koko. La pregunta de Hala causó que el guardián de la isla lo viera pensativo, antes de salir disparado. Hala supuso que eso era probablemente su "si yo gano", aunque no estaría seguro de qué querría Tapu Koko. ¿Un tipo específico de cerveza de raíz? ¿Las llaves de su depósito de juegos pirotécnicos? ¿El disfraz de Santa que usaba Greg?

Tapu Koko regresó, pero no con un volante o con las llaves. En vez de eso, traía colgando de la mano un Anillo-Z, pero sin ningún cristal.

- Oh, jo, jo, ya veo. ¿Si Ash gana quieres que le envíe esto? Muy bien, ¿pero no preferirías enviarle un anillo que tenga un cristal?

Tapu Koko no le respondió, simplemente volvió a atiborrarse con sus palomitas. ¿Un Anillo-Z sin cristales? Hala no tenía idea de lo que Tapu Koko estaba tramando, pero ya había hecho la apuesta, así que obedecería. Quizás sería para motivar al muchacho a venir a Alola, aunque para qué propósito, Hala no tenía idea. Ash tendría que ganar primero, y Hala no veía como podría pasar eso ahora.

(--0--)

De vuelta a la batalla...

- ¡Onda Certera!

Ash se tomó un momento para darse cuenta del movimiento ordenado solo para ver como el Pokémon de su oponente tenía una enorme bola de láser color naranja formándose en su boca.

- ¡Atactrueno!

Los dos ataques colisionaron uno contra el otro. El Atactrueno ganó y atravesó la Onda Certera, pero no hizo nada una vez que llegó a conectar contra Mudsdale.

- Mudsdale no es conocido por maniobras de largo alcance. Sin embargo, contraatacar con un movimiento propio no parece ser una estrategia que cause daño. – notó el Pokédex mientras el inefectivo ataque eléctrico se disipaba totalmente.

Qué lástima que un Mudsdale no tuviese un cuerno. Entonces tal vez eso habría funcionado de alguna manera. ¿Qué hacer ahora? ¿Hacer que Pikachu se acercara, poniéndose a tiro para más de los ataques de Mudsdale como Golpe Pesado y Poder Equino? El largo alcance no parecía darle ninguna opción. ¿Acaso las batallas tenían un límite? Ash no tenía deseos de averiguarlo.

- ¡Muy bien, Pikachu, vamos a acercarnos! – ordenó Ash mientras Pikachu se lanzaba a toda velocidad hacia su masivo enemigo, dejando una estela blanca detrás.

- ¡Chapoteo de Lodo! – ordenó Lilo, haciendo que Mudsdale lanzara una ola de lodo que se movió hacia Pikachu como una nube de polvo solidificada.

Así que Lilo estaba al tanto de su técnica de "acércate al Pokémon lento y haz Pika-acrobacias hasta hacer que se tropiece". ¿Cómo iba a hacer que funcionara? ¿Debería ordenarle a Pikachu detenerse? Fue entonces que Ash se percató de algo más: el lodo se levantaba lentamente mientras avanzaba.

- ¡Rueda bajo la ola de lodo!

- ¿...PI? – Pikachu confió en sus instintos y empezó a rodar sobre sí mismo. El Pikachu rodante y la pared de lodo se encontraron, y Pikachu solo tuvo unas pocas motas de lodo en la espalda antes de salir del otro lado y salir a la carga contra el imperturbable Mudsdale.

- ¡Pikachu se desliza bajo ese Chapoteo de Lodo como un profesional! ¡¿Qué tendrán en respuesta Lilo y Mudsdale?!

Pikachu comenzó a correr alrededor de Mudsdale, listo para tomar ventaja de las acciones de Mudsdale y su intranquilidad de ver un veloz objetivo al que no podía seguir. Treinta segundos después, Mudsdale no había mutado su expresión en absoluto, y Pikachu se detuvo frente a la gigantesca bestia, sorprendido.

- ¿No hay reacción? – cuestionó Ash. Esto no era como se suponía que funcionara. Incluso si no engañaba a Lilo, tendría al menos que haber molestado a Mudsdale. Hacer que se agitara y se descontrolara, que quedara vulnerable, ese tipo de cosas.

- Los Mudsdales son bastante estables emocionalmente. No se asustan con facilidad y son buenos para ignorar distracciones. Los jugadores de póker son conocidos por estudiarlos en preparación para torneos competitivos. – informó el Pokédex.

Bueno, eso era grandioso. Aparentemente tratar de molestar a un Pokémon con cara de póker no iba a hacer nada. El concurso de miradas continuó, sin que ni él ni Lilo dieran ninguna orden. Un Pokémon veloz que tenía problemas para encontrar una forma de hacer daño, y un Pokémon lento con problemas para poder acertar un golpe para hacer daño. En otras palabras, estaban totalmente estancados.

- Ambos entrenadores planean cuidadosamente su siguiente movimiento. – dijo con sarcasmo el anunciador.

Bueno, ¿qué más podía hacer? La mayoría de sus planes requerían que Mudsdale reaccionara ante ellos, y Mudsdale era el tipo de Pokémon con quien nadie querría jugar un juego de póker. Atacarlo solo serviría para que Mudsdale se pusiera todavía más duro o le mandara un contraataque brutal a Pikachu. Tenía que haber alguna manera de golpear a Mudsdale con suficiente fuerza antes que los acabara con un contraataque. ¿Y si intentaba usar la electricidad para potenciar la Cola de Hierro, funcionaría eso?

Buscando a su alrededor, primero notó a Red, cuyos ojos estaban ocultos bajo la sombra de la visera de su gorra. En las tribunas quienes le parecieron Jessie, James y Meowth en los asientos baratos, y encima de ellos Gary, con una mirada en su rostro de "Muy bien, Ashy-boy. No tengo idea de cómo saldría de esto así que si pierdes, no me burlaré demasiado de ti" o algo por el estilo. Junto a él estaba Paul, que se veía tan amigable y dispuesto a ayudar como siempre...

Paul. ¡Paul! Esa era la respuesta.

- ¡Pikachu, acumula toda la electricidad que puedas en tu cola! – declaró Ash. Pikachu lo miró con cada de "¿Volviste a olvidarte de los tipos?" pero aun así empezó a hacerlo.

Electricidad comenzó a chispear en toda la cola, una cola que se encendió más que cualquier bombilla. El resplandor empezaba a expandirse más y más, volviéndose más fuerte a cada segundo.

- Y Ash Ketchum por fin empieza a hacer algo, amigos. No tengo idea de lo que sea, pero es algo. – El anunciador ya no sonaba aburrido, solo confundido.

- Humano, estás al tanto de que tratar de hacer que Pikachu evolucione de manera espontánea en un Ampharos es imposible, ¿verdad? – preguntó con cautela el Pokédex.

- ¡Eso no es lo que intento hacer! – declaró Ash mientras Red y su Pikachu ladeaban las cabezas confusos.

- ¡Ahora, golpea tu cola contra el suelo directo hacia Mudsdale!

Pudo sentir una chispa de "¡Oh, así que eso era lo que intentabas!" en la cabeza de Pikachu momentos antes de que la cola golpeara el suelo, con la electricidad abriendo la tierra y saliendo disparada hacia el poderoso Pokémon equino. A su paso, cientos de enormes trozos de piedra y tierra salieron volando hacia Mudsdale por el frente y por arriba en una lluvia masiva de devastación.

- ¡Hijo de la...! – Lilo fue interrumpida por el impacto que recibió su Mudsdale por la avalancha masiva. Una enorme roca voló en dirección a ella, pero fue detenida por un brillo azul y alejada antes que la golpeara. Menos mal que había seguridad para casos así.

Ash estaba dispuesto a llamar a esta técnica superefectiva. Cierto, la había tomado de Paul, pero funcionaba. Especialmente cuando cargó la electricidad para usarla primero y darle suficiente fuerza.

...

- ¡¿Y esto es lo que a Ash Ketchum se le ocurrió?! ¡Ha convertido el campo de batalla en un ataque! ¡Qué bueno que los torneos tienen Pokémon Psíquicos en espera para emergencias si salen volando los escombros!

- ... Pues vaya, eso no lo vi venir. – dijo Misty.

- Dudo que cualquiera lo haya visto venir. – Iris estuvo de acuerdo.

Y no eran solo sus amigas inmediatas quienes estaban sorprendidas y asombradas con lo que estaban viendo. Testigos por todas partes a este regreso reaccionaban ante Ash Ketchum.

...

- Vaya, ¿qué te parece? Ese tal Ash Ketchum realmente es tan bueno como decías, querida. – En un apartamento, Krista se sonrojaba mientras la mujer de estatura mucho más elevada que ella se reía y agarraba un puñado de su tazón de palomitas.

...

- Quizás me quedé corta evaluando su compatibilidad, incluso con lo bien que los juzgué. Quién diría que su compañero sería capaz de tal hazaña. – musitó Burgundy mientras el encuentro seguía siendo transmitido por la televisión del barco. No tenía nada qué hacer hasta llegar al siguiente puerto, así que tenía mucho tiempo para admitir que estaba en un error.

...

Mientras un Charjabug tarareaba debajo de una cazuela que su novio y su Pansage estaban sazonando y batiendo en su residencia de vacaciones en Alola, una rubia alta con un Emolga dormido en su regazo observaba la batalla con asombro.

- Tienen Pikachus en Alola, ¿verdad? – preguntó sin dirigirse a nadie en particular. Para eso era el internet.

Aunque cuando la cámara enfocó la cara del entrenador, no pudo evitar tocarse la cara, en las marcas que tenía en sus mejillas. Iguales a las de este chico, y a ese patán Guardián. Qué raro.

...

Mirando en una pantalla que había en la entrada del aeropuerto, Janine frunció el cejo. Pronto estaría viendo a ese muchacho, lo sospechaba. Tenía que estar preparada para su desafío.

...

En su escondite robado, Belladonna celebraba escandalosamente, Aurora tenía una expresión de asombro en la cara, Evanna se había quedado dormida, y Vedia simplemente comía sus palomitas en silencio, aunque con los ojos fijos en la pantalla LCD.

...

- Parece que lo estaré viendo un día no muy lejano... – Brock se quedó viendo a su prometida fijamente, sorprendido de esa declaración.

- ¿Qué más puedo decir, querida? Scott sabe elegirlos igual como tú sabes elegir a tus...

- Di esa palabra y te pateo. – interrumpió Forrest a su hermano mayor antes que pudiera sacar más juegos de palabras.

...

- Este año en la Liga va a ser muy interesante. – musitó cierto escritor de novelas, mientras su Swampert roncaba detrás de él, y un Chesnaught con una espesa barba asentía estando de acuerdo.

...

- Ese chico es bueno, ¿no te parece, hermana? – preguntó una chica castaña vestida de camarera a otra que se le parecía mucho.

- Sí, lo es. De hecho, he escuchado que habrá muchos entrenadores prometedores este año. ¿Tú has oído algo al respecto?

Las dos doncellas estaban dirigiéndose a su única clienta a esta hora fuera del pico, que sorbía tranquilamente una taza de chocolate caliente luego de comerse varias rebanadas de pastel. La mujer se quitó la taza de los labios para hablar.

- Bastante, de hecho. – Sabrina sonrió, divertida ante el hecho de que ninguna de estas dos chicas conocía su identidad. – Me han dicho que este será un año verdaderamente remarcable. Una generación de milagros, o eso dicen los eruditos, y usualmente tienen razón.

Y no solo en las batallas, ya había visto a estas dos (Rhoda y Rhonda) en la mente del chico, también conocido como Ash Ketchum, y había estado debatiéndose de cuál de ellas, si no era que ambas o a ninguna de las dos, tendría que remover. Sin embargo, aparentemente un chico y su Pikachu llamado Sparky había venido y les ayudó a arreglar su acto.

El muchacho, Ritchie, las ayudó a que mejoraran, era la segunda vez que le ocurría esto. El mismo entrenador había convencido a un ladronzuelo de poca monta llamado Keith de hacer algo bueno con su vida, y ahora había derrotado a dos líderes de gimnasio de clase intermedia y estaba entrenando para desafiar después a Erika. El chico había salvado sus vidas, y ella había tenido que pagar por esta comida.

Qué suerte para ella que Seymour llevaba dinero encima cuando lo removió. La comida de aquí estaba bien presentada y tenía buen gusto; realmente valía su precio.

...

La traducción exacta de lo que el Teniente Surge estaba gritando con tanta emoción no se podría distinguir fuera de algunos estadios deportivos. Pero era definitivamente positiva. Las emisiones de sonido en estadios eran muy diferentes cuando eran negativas.

Él había aprendido ambas de la abuelita Surge, la actual campeona de pulsos en Aldea Agate, e invicta durante veinte años.

...

Un hombre gigantesco de pelo largo y gris se veía listo para comentar sobre este movimiento, con los ojos brillándole de excitación.

- Cariño, no. Lo que vas a hacer será agregar más vetos de torneos a tu récord. – lo regañó cariñosamente su esposa. – Y además, ¿acaso tienes un movimiento tipo Eléctrico para hacer eso?

- Tengo un Salamence. Puedo volar a varios de esa manera. – Su esposa frunció el ceño. – Y por cierto... ¿será idea mía o...?

- Sí, esos chicos se parecen un poco a Ritchie. Solo que tienen cabello oscuro. Es un poco extraño.

- También tienen nombres muy extraños. ¿Quién le pone a su hijo "Ash" o "Red"?

- Quizás el mismo tipo de persona que te puso a ti Silver, cariño.

El hombre pareció un poco irritado, pero no se le ocurrió una forma de refutarle que Silver era un mejor nombre que Ash o Red. (*)

...

En la cima de una montaña kalosiana, Vermell se rascaba la barbilla pensativo, mientras la señal de televisión por internet continuaba transmitiendo el encuentro.

...

Hala alargó la mano para agarrarle palomitas a Tapu Koko. Sorprendentemente no jaló el tazón fuera de su alcance mientras veían las piedras cayendo. Tal vez Tapu Koko no se iba a quedar sin su cerveza de raíz después de todo. También tendría que pagar el envío, y conociendo a Tapu Koko seguro no querría que fuera el barato.

Lo de un "envío expreso cortesía de un Tapu" había sido una broma que alguien dijo una vez en un programa de entrevistas en el horario estelar. Y ya que el anfitrión no se despertó para encontrarse un Bruxish en su retrete probablemente fuese apropiado.

Quizás Tapu Koko querría acompañarlo a la oficina postal. Probablemente ayudaría a reducirle el costo. Después de todo, ¿quién querría cargarle un envío a Tapu Koko?

...

- Qué locura. – dijo una joven entrenadora, con un Growlithe sujeto de su muñeca con una correa y con un par de gafas oscuras cubriéndole los ojos. Eso era todo lo que podía decir a la descripción que acaban de darle. Pensar que alguien pudiera haber hecho eso en batalla.

- Sin duda. – dijo Alex Davis estando de acuerdo, sentado al frente de ella en la mesa y viendo la pantalla.

...

Todavía recuperándose de lo que no estaba seguro de si era una resaca o una mala caída, Dan notó lo que estaba viendo en el Centro Pokémon de Saffron. Este chico Ash iba seguro a estar en la Liga Índigo, y sería alguien de quien tenía que cuidarse.

Ya podía verlos a ambos enfrentándose en los octavos de final. Eso iba a doler. Que el cielo quisiera que fuese el problema de alguien más.

...

- ... Mi sentido de disturbios me está alertando. – susurró un policía mientras se ponía de pie a regañadientes, quitándose de encima a los dos Meowths negros durmientes en el proceso.

Los gatos lo vieron con fastidio, pero él los ignoró. Probablemente se vengarían después, y por eso era que no tenía cortinas en la casa después de todo.

- Este va a ser un fastidio de los grandes. Bueno, bien puedo empezar a desempolvar el equipamiento para estas ocasiones.

- ¡Per! – Un Persian de color similar con una cabeza masiva y redonda maulló con fuerza, señalando al televisor antes de que pudiera averiguar donde había dejado su casco a prueba de garrotes (mayormente los la 'au palau).

- ¿Qué? – se quejó el hombre mientras el gato señalaba al chico en el televisor. Lo miró por un momento. – Sí, se parece un poco a Balaur, ¿no? Seguro no es nada.

Para empezar, la similitud quedaba opacada porque el chico no tenía cicatrices y estaba sonriendo. Balaur nunca sonreía. Además, apenas había logrado arrestar al sujeto hacía unos veinte años solo porque le dio un aviso un local donde se practicaban vasectomías. El tipo solo había escapado hacía doce años de todos modos, así que era imposible que fuese hijo suyo a menos que hubiera algo totalmente sin sentido involucrado.

Aun así, era extraño que el niño se viera como Balaur, ¿un sobrino tal vez? Bueno, eso no podía importarle menos, su sentido de los disturbios le decía que algo iba a suceder y alguien tenía que salvar a los chicos. El árbol familiar de Balaur no era su problema.

...

Giovanni asintió antes de cambiar el canal. La pausa comercial ya casi terminaba en este punto. Su decisión, a pesar de que se estaba jugándola en el hecho de que se cruzara con personal no crucial, estaba probando ser fructífera. Todo lo que quedaba era la pregunta de inspiración.

...

De vuelta en el estadio, Ash tenía una batalla por ganar. La tierra finalmente había dejado de caer, y Mudsdale todavía seguía de pie. Temblando horriblemente, golpeado por todas partes, y con pedazos de piedra por todo el pelaje como chichones grises, pero de pie. Sin embargo, el aura protectora no se había vuelto tan grande como Ash creyó que se volvería después de todos esos golpes. ¿Tendría un límite? Si ese era el caso, tal vez la solución más sencilla sería la mejor.

- ¡Pikachu, vamos a ganar esto! ¡Una última Cola de Hierro!

- ¡Pika! [¡De acuerdo!]

En una luz brillante, la Cola de Hierro volvió a manifestarse, y Pikachu se lanzó a la carga contra el apenas de pie Mudsdale, cuya entrenadora se sacudió el estupor que resultó de casi ser golpeada por el campo de batalla.

- ¡Poder Equino! – declaró Lilo mientras los cascos de Mudsdale brillaban y la poderosa bestia se alzaba sobre sus patas traseras, pero iba más lento que antes. Y ellos todavía tenían un as para utilizar.

- ¡Usa también Ataque Rápido!

Rayas blancas se manifestaron junto con la capa de la cola de Hierro. Pikachu ahora iba mucho más rápido hacia Mudsdale, que dejó caer el ataque de sus cascos con la fuerza de varias aplanadoras. Momentos después, Pikachu ya lo había pasado de largo, para el horror de la entrenadora.

Pikachu terminó su ataque detrás de Mudsdale, tomando un profundo y cansado respiro después de que todo estaba dicho y hecho enfrente de una conmocionada Lilo. Se formó una grieta en el aura mientras disminuía un poco, el efecto adicional de Cola de Hierro. El aura se desvaneció por completo cuando la grieta desapareció y Mudsdale colapsó con un golpe seco. La arena se llenó de un silencio sepulcral por un momento, luego dos, tres...

- ¡Mudsdale ya no puede continuar! ¡Los ganadores de este encuentro son Ash y Red en una victoria totalmente inesperada!

Y como un volcán en erupción, el estadio estalló en una multitud de gritos de emoción, asombro, y hasta algunas maldiciones. Mientras los vítores resonaban por la sorpresiva victoria, Paul se marchó, sin inmutar su cara.

No era que no tuviese ningún pensamiento sobre esta batalla. Ketchum había manejado la situación mejor de lo que cualquiera hubiera esperado, y Red también se había desempeñado bien hasta que la alolana hizo esa... cosa. Había dejado su Pokédex en su cuarto de hotel así que no le dijo nada. Se lo preguntaría después en un lugar donde la gente no pudiera oír a la abominación. Si Lilo hubiera ganado, habría estudiado a los Pokémon alolanos también, pero ahora estaba fuera, así que no tenía que averiguar qué diablos hizo con esas ridículas poses. Dejando de lado la "Magical Girl Lyrical Lilo"...

Una victoria más y estaría peleando contra ellos en la final. Sería difícil, pero podía ganar. Esta batalla le había mostrado la debilidad de Red. No era bueno para manejar factores inesperados. Era un erudito en crecimiento con lo que conocía, pero las cosas nuevas siempre lo sacaban de foco. Tenía un Pokémon que sabía que Red no tendría idea de cómo combatir. Una debilidad que solo podría explotar una vez, pero era hora de utilizarla. Necesitaría algo diferente para la Liga, pero la Zona Safari se lo proveería.

En cuanto a Ketchum, por todas las técnicas que tenía, el poder podía frenarlo en seco. Su mejor Pokémon sería suficiente allí. El de su compañero le serviría perfecto como carne de cañón. Aunque esa batalla solo había hecho que se siguiera haciendo la misma pregunta. ¿Para qué seguir molestándose con Raichu?

(--0--)

Aquella noche...

- ¡Red!

La puerta de su habitación rechinó al abrirse, revelando una rendija de luz en el cuarto oscuro, y la cabeza de Yellow asomándose. Tras un momento de ver donde estaba y de espiarlo en la oscuridad contra la pared junto a la mesita de la cama que usaban, volvió a hablar. Ahí fue donde él notó que no llevaba su sombrero.

- Ash y sus amigas van a ir a comer antes de la batalla de Misty e Iris. Ash dijo que también quiere que vengas, creo que es su manera de romper el hielo. Parecía estarlo pensando desde hace rato.

- No tengo hambre. – Yellow claramente trataba de hacer que él y Ash se hablaran. Y no era muy efectivo.

- Mentiroso. Siempre tenemos hambre.

- Aquí tengo galletas. – dijo él. Galletas de buena calidad, y un buen trozo de queso con una jarra de leche.

- ¿Sigues molesto por la batalla? Red... si lo estás esta no es la manera de lidiar con ello. – declaró empáticamente Yellow. – Los dos tuvieron problemas porque no estaban trabajando en sincronía y se pisaban los dedos uno al otro. Un buen sándwich resolverá eso mejor que quedarte deprimido.

- Ese no es el problema. – declaró Red mientras Yellow sacudía la cabeza.

- Desde donde yo estaba sentada, sí era el problema. No estoy diciendo que tienes que ponerte a pensar como Ash, u obligarlo a que piense como tú. Honestamente estoy de tu lado aquí. Creo que estabas en lo correcto en la discusión. Los dos solo necesitan trabajar juntos para la batalla final de mañana. – Él solo le respondió con su silencio. – O puedes quedarte aquí sentado en vez de construir puentes de queso y rollos. Con suerte estarás pensando en una forma de ganar por tu cuenta.

Y con estas palabras, Yellow se marchó, y la rendija de luz desapareció volviendo a dejar el cuarto en total oscuridad.

- "¿Acaso todos son iguales en el ring? No. Estás en lo correcto: hay personas que son mucho más fuertes, más rápidas y más resistentes que yo."

Podía escuchar su voz. La voz de su madre. Si cerraba los ojos, casi podía verla; sentir su mano sobre su hombro como en los viejos días. Él recordaba haberle dicho que no era justo que tuviera que pelear con personas así, y sus palabras se le habían quedado grabadas.

- "Lo que lo hace justo, Red, es que nadie es igual a nadie. Todos somos diferentes. Tenemos algo que nos hace especiales. Podemos ser más fuertes, o más rápidos, o ser como yo, que me rehúso a caer. Siempre es justo, mientras demos todo lo que tenemos. Cuando das todo lo que tienes, y tu oponente hace lo mismo, la derrota siempre será justa. Es cuando alguien noquea a otro sin darlo todo que no es justo."

Él había dado todo lo que tenía en esa pelea, incluso con la falta de información y la mala suerte con esa parálisis. Al igual que Lilo y su compañero. Ash no lo había hecho, y aun así se llevó toda la pelea. Había ido desde Pueblo Paleta hasta Fuchsia, y muy rara vez había dado todo lo que tenía. Pewter, Vermillion, Celadon, este torneo: había derrotado a todos sus oponentes sin luchar a todo su potencial. De lo que había escuchado, sonaba a que la única vez que peleó contra un oponente con toda su fuerza había sido por accidente.

Ash se andaba por ahí diciendo que todo mundo era indigno de su habilidad total. Él, Lilo, Brock, Surge, Solidad, A.J, aquel tipo pelimorado llamado James... ninguno de ellos valía su tiempo. Él solo le ganó a Ash porque Ash decidió que él no valía para darle todo lo que tenía. La entrenadora que lo habría vencido legítimamente si su primera pelea no hubiera sido interrumpida, y que peleó con todo el poder de su región, con un Pokémon tan poderoso que un Pikachu no debería haber sido capaz de derrotarlo sin usar Lazo de Hierba, no valía para que él diera todo lo que tenía.

Y eso era lo que le molestaba a Red. Con todo y que su colega entrenador de Pueblo Paleta, Gary, se ponía un aire de superioridad y arrogancia al inicio de sus batallas, al final era Ash quien era mucho más arrogante de lo que Gary jamás podría aspirar a ser.

(--0--)

Al día siguiente...

Gary trató de no mirar a Paul, en lugar de eso enfocándose en las dos chicas contra las que se iban a enfrentar. De lo que había podido ver, ellas estaban viajando con Ash. Gary no tenía idea del por qué o cuál propósito tendría con eso, y además había notado a otra chica de cabello color lavanda con ellos bastante a menudo. ¿Así que Ash ahora estaba viajando con tres chicas? Aunque le agradaba saber que ya no se le ocurría pensar en su hermana mayor, la idea de que Ash tuviese su propio grupo de porristas o animadoras se le hacía... extraña. ¿Sería acaso que el no darse cuenta de la atracción de Serena durante el campamento se le había dado la vuelta con intereses o algo así? Sería todavía más extraño si Ash anduviera montado en un deportivo rojo más caro que lo que valía su casa. Lo de ser porristas, había escuchado a Paul llamarlas así sarcásticamente. A Gary no le parecía. La más alta definitivamente no tenía aspecto de porrista. Él sabía cómo luciría una, y esa morena tenía más aspecto de un miembro del club de atletismo. La otra... bueno, tal vez más cerca, pero seguía sin ser del todo material para porrista.

Aunque no sabía nada de la chica silenciosa (aunque juraría que la vio hacer lo que parecía entrenamiento con Ash, así que debía tener alguna habilidad), ya tenía una idea con las otras dos. La chica de piel morena era originaria de Unova y se llamaba Iris. Como tal, tenía Pokemon que él no conocía, aunque no parecían ser muchos. La pelinaranja era una chica local llamada Misty, que se especializaba en Pokemon de tipo Agua. ¿Una aspirante al Gimnasio Cerulean tal vez?

De cualquier modo, sus observaciones lo dejaban con varias opciones de Pokémon para utilizar hoy, pero francamente todo dependería de lo que enviaría Paul. Él no era exactamente muy comunicativo con sus decisiones, y eso era realmente frustrante. Seguro en este punto su abuelo ya conseguiría lo que quería sin importar el resultado, ¿pero valdría la pena seguir lidiando con Paul?

- ¡Raichu, prepárate para la batalla! – Gary sintió una de sus cejas levantarse al ver que Paul dejaba salir a su Raichu. La misma de una batalla anterior, de lo que podía ver.

Sí sabía que la mayoría de la gente rotaba a sus Pokemon, ¿verdad? Eso era... estúpido. Incluso Ash en sus momentos más estúpidos se daría cuenta al ver la batalla, o preguntar por ahí, revelando lo que podía esperar.

- ¡Excadrill, vamos!

También el hecho de que uno de los pocos Pokémon de la chica unovana era tipo Tierra, y tenía como compañera a una entrenadora de tipo Agua. Incluso Ash en sus momentos más estúpidos, y sin haber dormido tal vez, lo habría visto venir. Magneton quedaba fuera con un tipo Tierra en el campo, así que necesitaría un Pokémon que pudiese manejar a Excadrill y a los de tipo Agua de la otra. Tal vez podía darle a la chica unovana una cucharada de su propia medicina mientras lo hacía. Sí, eso podría funcionar.

- ¡Porygon, yo te elijo!

En un estallido de luz apareció una visión extraña. Parecía una pintura estilo cubista, y con los colores de un móvil de recién nacidos en un hospital; flotando frente a ellos se encontraba la viva contradicción de realidad y realidad virtual conocida como Porygon. Una recompensa por conseguirle un Ditto a un científico llamado Dr. Akihabara. Él ya tenía su propio Ditto, así que no le resultó un problema atrapar otro para un hombre de ciencia.

Iris se quedó viendo al Porygon, incrédula y confusa, como tratando de descubrir lo que se suponía que fuese. El Excadrill ladeó su cabeza, pero fuera de eso no se veía intimidado o asustado.

- ¡Poliwrath!

Gary vio que su truco se vio equilibrado con la liberación de un tipo Agua-Luchador, que posó flexionando sus músculos frente a ellos amenazadoramente. Bueno, tal vez Paul pudiera manejar ese problema. De nuevo, por la forma en como estaba actuando Paul, tendría suerte si esta pelea no terminaba recreando lo que hizo Ash con Red más temprano. ¿Podría intentar emular lo que Ash hizo con el campo si era necesario? Tendría que averiguarlo por sí mismo.

- ¡Comiencen!

- ¡Usa Garra de Metal con ese Porygon! – Aunque la orden se le distorsionó un poco al decir Porygon, Iris logró que llegara a los oídos del topo de metal, y sus garras se potenciaron con fuerza metálica.

- ¡Contraataca con Conversión! – Gary admitía que le tomó tiempo descubrir cómo utilizar a Porygon, pero valía la pena con este pequeño truco.

Porygon brilló mientras hacía un cambio molecular justo cuando la Garra de Metal lo golpeó, resonando por toda la arena como un martillo neumático golpeando un bloque de hierro. Iris se quedó confundida de ver lo que acababa de pasar, justo cuando Raichu emergía debajo de la tierra detrás de Excadrill. ¿En qué momento Paul le hizo utilizar Excavar? ¿Había logrado aquel truco que el Teniente Surge hacía con sus órdenes o algo así, o acaso era bueno para susurrar sin ser escuchado? Pero antes de que Raichu pudiera usar la sorpresa, un par de manos blancas enguantadas agarraron a la ratona por la cintura. Poliwrath había saltado para interceptarla en el aire.

- ¡Movimiento Sísmico! – Y con ese llamado, Poliwrath giró en el aire por un momento antes de arrojar a Raichu al suelo con un duro batacazo.

- Ya estamos viendo un mejor trabajo de equipo en ambos lados que...

De su lado eso no era trabajo de equipo; solo era Paul y sus órdenes trabajando juntos. Nada de lo que acababa de pasar había sido planeado. Mientras Raichu se esforzaba por volverse a levantar después de aquel golpe, Gary continuó, notando discretamente la desaprobación de Paul. ¿Por qué exactamente, por aquel Movimiento Sísmico?

- ¡Dispara un Rayo Cargado!

Un rayo de electricidad salió desde la nariz de Porygon hacia Poliwrath, pero Excadrill saltó para interceptar el ataque sin que le dijeran nada antes que hiciera contacto. Gary no estaba seguro si eso era buen o mal entrenamiento. Le preguntaría a su abuelo al respecto después de la batalla.

- ¡Demolición!

- ¡Puño Dinámico!

Poliwrath y Raichu colisionaron sus ataques tipo Luchador puño contra puño detrás de Excadrill, obscureciendo la vista de Iris.

- ¡Taladrador! – ordenó la morena. Taladradora, diablos. Conversión estaba en efecto para un ataque tipo Acero. Eso iba a doler, y mucho.

- ¡Rápido, usa Con...! – Demasiado tarde, el Taladrador golpeó demasiado rápido. Antes de que Porygon pudiese procesar su orden, Excadrill ya se había convertido en un misil giratorio y se lanzó contra él. Sus patas triangulares (o como fuera que se llamaran desde un ángulo tridimensional) se echaron a rodar como ruedan mientras Porygon salía disparado tras recibir el impacto del golpe superefectivo. Porygon se enderezó momentos después de golpear la pared, fijando la mirada en Excadrill saliendo de su modo invencible.

- ¡Bola de Sombra!

- ¡Garra de Metal!

Porygon disparó la esfera fantasmal contra Excadrill, que la cortó en tiritas. La neblina oscura que se quedó pegada de las garras no se veía nada mal, y Gary estaba seguro que su hermana estaría tomando notas de esto. O al menos sujetando uno de esos números que usaban los jueces en los concursos. Recordó que le enviaron un juego completo de esos como regalo navideño de broma el año pasado.

- ¡Atactrueno! – gritó Paul. Excadrill parecía listo para interceptar, y por mucho que Gary preferiría no ayudar a Paul...

- ¡Bola de Sombra! – Un segundo ataque de oscuridad salió contra Excadrill, impactándolo en un costado y tirándolo al suelo, justo cuando la electricidad empezaba a volar.

- ¡Disparo de Lodo, y después Rayo Burbuja contra los dos!

Apuntando un guante brillante hacia el ataque eléctrico, Poliwrath disparó una docena de balas energía de color marrón en el camino del ataque eléctrico. Una vez más volvieron a cancelarse uno al otro, y el segundo guante de Poliwrath empezó a brillar mientras apuntaba a cada oponente con una de sus manos. Desde los dedos salieron ráfagas de burbujas a ambas direcciones. El ataque golpeó a Raichu en un torrente de explosiones, aunque Porygon flotó fuera del camino. Excadrill permaneció en el suelo durante toda la duración del ataque; Gary lo atrapó tratando de volver a levantarse en el momento en que inició. Paul gruñó al recibir el golpe. Al cesar la ráfaga, Raichu se tambaleó un poco, pero fuera de eso parecía estar bien.

- ¡Ataque Rápido! – ordenó Paul. Poliwrath retrocedió en cuanto una mancha blanca lo golpeó en el pecho. – ¡Ahora, Atactrueno a corta distancia!

- ¡Intercéptalo!

Raichu estuvo a punto de brillar en amarillo, Gary podía ver los músculos tensándose desde donde estaba. Sin embargo, un brazo con una garra la agarró de la cola y la arrojó lejos. Gary dudaba que eso fuese un ataque de Arrojar, no parecía correcto.

- ¡Tri-Ataque!

Sin importar lo que fuera, un triángulo con brillo rojo, amarillo y azul en patrones intermitentes salió disparado desde Porygon. Dicho triángulo golpeó a Excadrill, volándolo igual que a Raichu, que se estrelló contra el extremo de la arena con un golpe seco antes de desplomarse, al igual que Excadrill. Sin embargo, este último logró aterrizar de pie y volver a mirarlo desafiante, mientras que Raichu golpeó el suelo y ahí se quedó.

- ¡Raichu es incapaz de continuar!

Excadrill entonces de pronto estalló en llamas y también colapsó. El efecto adicional potencial del Tri-Ataque era una de tres condiciones de estado. Era la primera vez que Gary veía que causaba una quemadura.

- ¡Y justo cuando creíamos que nuestro equipo de lindas señoritas estaba a punto de tomar la ventaja en esta pelea, una quemadura iguala el marcador! ¡Esto es real, amigos!

Gary observó a Paul e Iris retornar a sus Pokémon caídos. Iris claramente se sentía molesta de que su Pokémon había sido derrotado, pero aun así parecía orgullosa. Murmuró algo mientras sostenía la bola de Excadrill, tal vez un "gracias", y volvió a ver a Porygon con una mezcla de intranquilidad e incertidumbre. Podía ver por qué ella y Ash se llevaban bien: él reaccionaría de la misma manera ante una derrota. Y también se vería igual de confundido con un Porygon, había escuchado de su abuelo que los Porygons eran un punto débil en su examen de hacía tantos meses atrás. Paul, por otra parte, miró con rabia la bola donde estaba su Raichu.

- Bueno, creo que eso es todo. – dijo abruptamente. ¿Eso era todo para qué? ¿El encuentro? Eso sonaba como algo que Paul diría. Aunque algo no parecía estar del todo bien con eso. De cualquier manera...

- ¡Rayo Burbuja! – ordenó Misty rápidamente, y entonces una ráfaga doble de burbujas salió disparada hacia Porygon.

- ¡Rayo Cargado! – El chorro eléctrico atravesó las burbujas, reventando una gran cantidad de ellas antes de disiparse. Porygon tuvo que evitar los remanentes de la ráfaga.

- ¡Disparo de Lodo! – Y a esto le siguió un chorro de tierra. Era muy extraño que Poliwrath no se lanzara atacar de cerca.

- ¡Bola de Sombra! – ordenó Gary.

¿Acaso Misty se andaba con cautela a causa de Conversión? No era una técnica muy común, así que tal vez la estaba confundiendo. La esfera de energía oscura y el lodo colisionaron en una explosión, oscureciendo la visión entre ambos. Porygon pitó nerviosamente mientras Gary de pronto tenía una sospecha algo maliciosa.

- ¡Puño Dinámico! – Y ahí estaba. Hora de cubrirse para evitar el golpe.

- ¡Conversión, rápido! – Un Puño Dinámico superefectivo era algo que había que evitar, solo por si acaso. Podía pedirle que esquivara en cuanto Porygon pudiese sentir donde estaba Poliwrath. La forma de Porygon empezó a brillar justo cuando Poliwrath le llegó cerca, con su puño brillando y listo para impactar. Demasiado cerca para evadir. Maldición, ¿habría suficiente tiempo para cambiar de tipo?

Independientemente de eso, había otro problema. Puño Dinámico dejaría confusión a menos que Porygon tuviese una habilidad anti-confusión (su Pokédex no estaba seguro de qué clase de habilidades tendría Porygon), y eso decidiría todo. Bueno, Ashy-boy tendría el encuentro más casual en un torneo en toda la historia el día de mañana, eso parecía.

Y entonces, Porygon soltó un grito agudo, como si se le activara una app de determinación, y el brillo a su alrededor cambió un poco. El puño de Poliwrath dio en el blanco, pero atravesó a Porygon como si no estuviera ahí.

- ¡Poli!

- ¡¿Eh!? – dijo Gary al mismo tiempo que Misty e Iris. Paul ni siquiera reaccionó, eso sería demasiado para él, o simplemente Paul no hacía cosas que la gente normal hacía.

- Interesante. Porygon parece haber mejorado la conversión base y la ha convertido en una versión maestra de Conversión 2. Una Conversión 2 cambia el tipo contra uno que es bueno combatiendo al enemigo en cuestión comparado con el tipo anterior utilizado. Porygon parece haberse convertido al tipo Fantasma.

¿Conque Conversión 2? Bueno, tal parecía que la Dama de la Suerte estaba de su lado el día de hoy. Tal vez Porygon acababa de volverse mucho más fuerte. Tal vez todo lo que trabajó con Porygon antes de venir aquí valdría la pena. Sin importar la razón, ahora tenía una abertura.

- "Lo siento, Ash, pero parece que te perderás de esa final relajada con tus amiguitas. Cortesía de Gary Oak." – pensó. – ¡Ráfaga de Rayo Cargado, adelante!

Y Porygon, todavía con la mano de Poliwrath en su interior, disparó un rayo de electricidad, golpeando a Poliwrath en todo el pecho. Fue solo el primero de muchos, disparándolos uno tras otro como una ráfaga de rayos láser que ocasionalmente se volvían más fuertes. Gary alcanzó a ver por lo menos tres incrementos de poder en los Rayos Cargados durante el asalto. Poliwrath salió volando alejándose de Porygon con cada golpe, y colapsó después del sexto disparo.

- ¡No! – gritó Misty.

- ¡Poliwrath ya no puede continuar! ¡Los ganadores son Gary y Paul!

- ¡Y qué gran regreso! ¡Porygon le dio la vuelta al encuentro con pura determinación!

Mientras la multitud que ovacionaba a Porygon se volvía hacia Gary, este hizo algo que no hacía a menudo. Él no era Ash después de todo. Pero en este caso, aunque significara una pelea más al lado de Paul, estaba demasiado orgulloso que tenía que hacerlo solo por esta vez. Corrió hacia Porygon para darle al Pokémon digital un fuerte y alegre abrazo.

(--0--)

Más tarde...

Realmente era una lástima que Misty e Iris hubieran perdido, pero no parecieron tomarlo tan mal. Tal vez fuera porque no fue Paul quien les ganó, o tal vez porque las palabras que Ash les dijo en Lavender todavía seguían allí, o quizás la ausencia de un Clefairy chiflado que le pudiera causar daño mental a Axew. Como fuera, solo le quedaba una batalla más, y con ello tenía que ponerse a pensar. Y ponerse a pensar requería irse a caminar al borde del bosque donde nadie pudiera oírlo.

- Y bien, compañero, ¿crees que debería usar ahora a Servine? No creo que Gary sepa de ella, y si tiene a su Blastoise...

- [¿Y qué tal si tiene algo más? ¿Crees que tenga a Nidoking ahora?] – preguntó Pikachu. Buen punto. Si usaba a Nidoking, Servine no sería una buena oponente.

- Entonces, tal vez Squirtle...

- [Squirtle, o tal vez Krabby si quiere intentarlo.]

- Pero por supuesto está Paul. No hemos visto a Grotle en todo este torneo, o tal vez ya sea Torterra a estas alturas. Diablos, desearía no haber utilizado ya a Charizard...

- [Nadie dice que no puedes utilizarlo de nuevo.]

- Pero si Paul va primero, podrían ser Torterra y Blastoise contra Charizard. – Eso dolería, y mucho. Y probablemente los obligaría a meterse por la fuerza en la Zona Safari.

- [También está Red, ¿lo olvidaste?] – le recordó Pikachu a Ash. – [No tiene que ser una batalla de dos contra uno. Tal vez ese Pikachu suyo pueda encargarse de Blastoise y Charizard de Torterra.]

- Sí, lo recuerdo. – murmuró Ash con amargura. Pikachu gruñó algo. Aparentemente en el idioma humano, si llevabas una rama de olivo (en vez de una rama de roble o de sauce por alguna razón) y la rechazaban, eso solo empeoraba las cosas.

Los arbustos frente a ellos comenzaron a moverse, causaron que el entrenador y Pokemon se tensaran. Podría ser algo peligroso.

- Un Pokémon. Captúralo para análisis. – insistió el Pokédex. Antes que Ash pudiese refutarle la petición, los arbustos se apartaron, revelando al Pokémon en cuestión.

- Rai. – Era una Raichu, aunque bastante golpeada.

Pikachu corrió junto a ella y comenzó a olfatearla con interés. Los ojos de Raichu brillaron con intranquilidad, y parecía lista para salir huyendo. Si el que Pikachu la olfateara la mantuvo allí, Ash esperaba que fuese por razones amigables y nada indecente ni mucho menos.

- El Pokémon es un Raichu. Raichu es... – El Pokédex le dio un montón de información que Ash ya conocía, así que la ignoró y se acercó a la Raichu. Estaba llena de golpes y moratones, como si acabara de tener una pelea. La cola la identificó como una hembra por lo que le dijo el Pokédex y lo que vio con la Raichu de Paul. – Esta Raichu es hembra y recientemente fue liberada. Detecto radiación de Pokébola en ella.

Esto captó la atención de Ash. Una Raichu recientemente liberada, golpeada como si acabara de pelear y además era hembra...

- Los movimientos de esta Raichu son Ataque Rápido, Atactrueno, Excavar y Demolición.

- ¡Pikapi! [¡Esta es la Raichu de Paul, Ash!] – Pikachu y el Pokédex dieron su información al mismo tiempo, confirmando lo que Ash ya se presentía. Paul había liberado a su Raichu.

- Esta fue la Raichu que Paul utilizó, ¿verdad?

La pregunta le llegó por detrás. Ash no tuvo que mirar atrás para saber que era Red, y su propio Pikachu se acercó para olfatear a la ahora todavía más aterrada Raichu. Parecía estar lista para huir en cualquier momento, pero el dolor de sus heridas se lo impidió.

- Sí... – replicó Ash secamente.

- Escuché lo que dijo el Pokédex. Liberó a su Raichu, y aparentemente sin curarla. ¿Por qué? – Red sonaba genuinamente curioso.

- Así es Paul. Libera a los Pokémon que no cumplen sus expectativas, o si no conocen los movimientos que él quiere. – explicó Ash. Red frunció el cejo al oír esto.

- Aquí entre nos, puedo entender algo de eso. Si te encuentras con dos Rattatas, y uno de ellos conociera el ataque Rueda de Fuego, sin duda capturarías a ese por encima del otro. Pero liberarlos por eso, en vez de simplemente elegir no capturarlos... eso no puedo entenderlo. – musitó Red, con cierta pasión lentamente llenando su voz mientras hablaba. – Si capturas a un Pokémon que no quiere pelear, puedes liberarlo por acuerdo mutuo. Tal vez intercambiarlo con un coordinador, o dárselo a una persona que no lo ponga a pelear pero necesite un Pidgey mensajero o algo. Yo ya lo hice: un Pidgey que capturé en el Bosque Viridian que no le gustaba pelear ahora trabaja enviando mensajes a las cabañas remotas en un resort de esquí.

- Rai... – susurró la Raichu débilmente. Pikachu escuchó pacientemente antes de volverse hacia Ash.

- Pikapika. [Raichu es así. Ella nunca quiso pelear, pero Paul nunca captó el mensaje.]

- ¿Nunca quisiste pelear? – le preguntó Ash a Raichu, que asintió con tristeza.

- ¿Puedes entender a tu Pikachu? ¿Tienes dos bloodlines, igual que Yellow y yo? – observó Red. – ¿Acaso tienes Corazón Eléctrico? Yo no puedo entender a ninguno de ellos, soy de tipo especie.

- No es eso. – Ash no quiso elaborar más, y entonces Raichu se tensó de dolor otra vez.

- Tal vez en este momento sea conveniente utilizar el programa de duplicación de Bolas Sanadoras. Dudo mucho que Raichu pueda ser llevada al centro Pokémon sin riesgo de que sus heridas empeoren. – sugirió el Pokédex en un raro tono que sonaba muy profesional. Ash asintió mientras se sacaba su mochila y empezaba a registrarla en busca de una Bola Sanadora.

- Raichu... yo también soy un entrenador Pokémon. Aunque no quieras pelear, sigues siendo un buen Pokémon. Tal vez no esté de acuerdo con Paul, pero te he visto pelear. Eres fuerte. La gente se dará cuenta de eso y probablemente querrán capturarte de nuevo. Quizás no se den cuenta de que no quieres pelear, o no les importe. Los Pokémon que yo atrapo se quedan con el Profesor Oak cuando no los estoy utilizando. Es un lugar maravilloso, con campos abiertos, agua fresca y toda la comida que quieras. También es un lugar muy seguro, y si te quedas ahí, especialmente con una Pokébola, nunca más tendrás que preocuparte de que te capturen.

Raichu miró a Ash con una mezcla de interés y nerviosismo, mientras Ash se ponía su guante H.O.P.E, seguido de una de sus dos Bolas Sanadoras restantes. El guante brilló con un color que nunca antes había visto, y la Bola Sanadora saltó fuera, dejando tras de sí una imagen translúcida que rápidamente se solidificó en una nueva Bola Sanadora. El Pikachu de Red miró esto con una ceja levantada, pero no mostró más reacción aparte de eso.

- Esta bola puede sanarte, y te enviará allí. Si aceptas, no te obligaré a que pelees. Lo que decidas hacer allá dependerá solo de ti. – le dijo Ash sosteniendo la nueva Bola Sanadora frente a él.

Raichu la olfateó, con los ojos ensanchados y nerviosos, hasta que finalmente se inclinó hacia adelante. Su frente tocó la bola, activándola, siendo absorbida en un estallido de luz. La bola aterrizó entre los dos Pikachus y se sacudió ligeramente. Ash dudaba que fuese a abrirse.

- Vamos a derrotar a Paul. – El repentino comentario de Red atrajo la atención de Ash y los dos Pikachus. – Gary no será ningún problema, pero no pienso permitir que Paul gane este torneo. Ketchum, sigo creyendo que eres un tonto por no utilizar toda tu fuerza, y que no tienes respeto por tus oponentes, pero eso no es nada comparado con Paul. No me interesa que sea un imbécil antisocial, pero sus acciones cruzaron una línea muy seria. Dime todo lo que sepas de él, y hagamos planes para darle una seria paliza.

La comisura de los labios de Red parpadeó por un momento como si ardiera en llamas, y Ash por dentro se preguntó si era por eso que Red no hablaba demasiado. ¿Sería verdad que si decía demasiadas palabras acaso terminaría exhalando fuego? Sin importar esa pregunta, o que le molestó que dijera que no tenía respeto por sus oponentes, Ash no pudo evitar estar de acuerdo.

- De acuerdo. Para empezar, Paul viene de la región Sinnoh, y su inicial es un Pokémon llamado Turtwig. Evolucionó en un Grotle y por lo que sabemos podría ser un Torterra a estas alturas...

Aun sin darle información que podría estar potencialmente mal para este universo (como que podría tener un Electivire), la información que tenía fluyó con todo lo que sabía de los Pokémon que Paul tenía, y algunas observaciones de sus tácticas que no se alejaban demasiado del Paul antes del reinicio del universo. Red agregó sus propias observaciones de Gary en la mezcla, y a partir de ahí, comenzaron a formar sus planes. Mañana comenzaba la batalla final, y por el momento, Ash y Red volverían a estar unidos.

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En el estadio...

Mientras la batalla final se aproximaba a su inicio, Ash finalmente pudo darle una buena mirada a Gary. Se percató de que su viejo rival se veía bastante intranquilo. Parte de él sabía lo malo que podía ser Paul, y se preguntaba si eso sería lo que le estaba causando problemas a Gary. Y él que creía que se le estaba haciendo difícil tener que lidiar con Red.

Y hablando de eso, una parte de Ash se preguntaba si debería haber sacado a colación en algún momento el hecho de que se veían muy similares, y también lo que Belladonna había sugerido. Toda esa teoría tan loca parecía volverse más y más real cada vez que se topaba con gente que encajaba con la descripción.

Pero no lo había hecho. No había manera de sacar eso a colación tan fácilmente, e incluso con su tregua de "Paul no debe ganar", la idea de que pudieran llevarse bien era cada vez más distante. Una era una asesina y el otro un tramposo; no tenía suerte con miembros familiares perdidos. Tal vez podría conocer a su medio hermano ladrón Larch Grabbin la próxima vez. Podría venir a robarse a Dexter y su zapato izquierdo y se arrepentiría de inmediato. De acuerdo, John Archer por lo que podía ver había sido un buen chico, pero ahora estaba muerto. Y no había visto lo suficiente de Ashley o esos gemelos del espectáculo de Pokémon en cubos de hielo que le mostró MissingNo para poder decir nada, o a ese chico en Johto que Gardevoir había encontrado. De todos modos, solo le quedaba una batalla más. Solo tenía que ganar esta última.

- ¡La batalla final está a punto de comenzar! ¿Quiénes ganarán acceso a la Zona Safari? ¡Vamos a averiguarlo, aficionados! ¡Que comience el combate!

- ¡Torterra, prepárate para la batalla! – Paul fue el primero, lanzando a su Pokémon inicial. La gran tortuga aterrizó con un gran pisotón, y Ash se percató que Red reaccionó un poco. Tenía razón después de todo.

- Torterra, el Pokémon continente. Torterra se mueve lentamente por la tierra, y a menudo otros Pokémon anidan en su espalda. Una famosa fábula en Sinnoh habla de un hombre que construyó un refugio en la espalda de uno y despertó al otro día al otro lado de una montaña. – Como siempre, el Pokédex proveía de información desde el bolsillo de su chaqueta.

- ¡Charmeleon, ve! – ordenó Red. El lagarto llameante rojo fue el siguiente, mirando al Pokémon tipo Hierba/Tierra con un resoplido.

- ¡Blastoise, yo te elijo! – Uniéndose a la primera tortuga con un golpe seco estaba el inicial de Gary, apuntando con sus cañones armados.

Parecía que el Charmeleon de Red quería mirarlo desafiante, al igual que su Pikachu. Los dos le devolvieron la mirada con igual seriedad. Una mirada de ambición mutua de pelear y volverse fuertes uno contra el otro. En batallas pasadas entre sus entrenadores habían competido entre ellos, esforzándose por mejorar en cada desafío, y siempre esperando ese duelo final para probar quién de los dos era el mejor. Era algo que Ash nunca había visto con sus propios Pokémon contra los de sus rivales. Tal vez habría requerido múltiples batallas de uno a uno, algo que nunca tuvo ni siquiera con Paul. Tal vez algún día habría tenido alguien así, tal vez Froakie habría encontrado a un rival como ese en Kalos, pero ahora estaba viendo ese enfrentamiento aquí por primera vez.

- Blastoise, el Pokémon tortuga. Blastoise es lento pero poderoso, usando sus increíblemente precisos cañones de agua para atacar a sus oponentes con una inmensa fuerza. Nunca vayas a dejar que te golpee con uno de sus chorros. – salió al paso el Pokédex para interrumpir sus pensamientos sobre rivales. Ahora era su decisión, según el plan que él y Red habían hecho solo quedaba un Pokémon para utilizar.

- ¡Yo te elijo! – Ash envió a volar su Pokébola, o más específicamente su Super Bola, revelando a Servine. Sus brazos estaban cruzados mientras evaluaba a sus oponentes. Parecía moderadamente impresionada.

- ¡Torterra, Bomba Semilla! – Torterra rodó su cabeza dejando salir una ráfaga de semillas hacia Servine, que se tensó, preparada para hacer su contraataque.

- ¡Agáchate! – Y con esa orden Servine se arqueó hacia atrás cerca del suelo, con lo que las semillas pasaron volando por encima de ella, chocando contra la pared explosiones bastante audibles. – ¡Usa As Aéreo! – Todavía cerca del suelo, Servine se lanzó al frente, con su cola brillando en un intenso resplandor azul.

- ¡Rayo de Hielo! – ordenó Gary para intercepción. Blastoise apuntó sus cañones hacia Servine y disparó un par de líneas de energía azul hielo contra ella.

- ¡Explosión de Llamas!

A medio camino hacia Servine, un orbe de fuego golpeó el Rayo de Hielo, neutralizándolo. Esa salvada de Red le permitió a Servine ponerse a distancia para golpear a Torterra, que estaba brillando de púrpura de nuevo. Estaba usando Maldición, y había sido invocado sin que Paul se lo dijera. Al parecer había aprendido más del Teniente Surge de lo que parecía al principio. Servine acuchilló a Torterra en el costado con su cola azul, aunque Torterra no reaccionó mucho a ello. Servine se quedó viendo fijamente a la masiva tortuga terrestre, que le respondió igual.

- ¡Usa Atracción! – ordenó Ash. A Paul no se le ocurriría una forma de detener eso. Hasta donde Ash podía recordar, no tenía ningún ataque que pudiera pararlo. Mientras los corazones se formaban alrededor de Servine, sin embargo, Paul aparentemente sí tenía una respuesta a la mano.

- ¡Trampa de Rocas, formación 4!

Mientras los corazones empezaban a orbitar alrededor de Torterra, unas pequeñas piedras salieron de su caparazón como púas proyectadas. Todas perforaron cada uno de los corazones antes de salir volando y enterrándose en el suelo por todo el campo a su alrededor.

- ¡Y Paul convierte un movimiento que no serviría de nada en esta pelea en una poderosa medida defensiva!

Servine se alejó de Torterra, corriendo hacia Charmeleon y Blastoise.

- [Ash, imagino que hasta tú sabrás que sería mejor que manejáramos esto dos contra uno. Deshagámonos primero de ese Blastoise.] – sugirió Servine. Ash asintió estando de acuerdo, mientras veía a Charmeleon evitando un chorro de Escaldar de los cañones de Blastoise.

- ¡Servine usa Tormenta de Hojas!

Servine asintió mientras la nube de hojas se formaba alrededor de ella, disparándola contra Blastoise. El Pokémon de tipo Agua recibió el impacto y salió disparado hacia atrás.

- Eso fue muy apresurado, Ash. Ahora desperdiciaste esa Tormenta de Hojas. ¡Blastoise usa Rayo de Hielo! – Blastoise disparó los dos rayos congeladores, esta vez hacia ambos iniciales en nivel intermedio, y lo bastante separados para que un solo ataque de Explosión de Llamas no pudiera detenerlos a ambos.

- ¡Tormenta de Hojas! – volvió a ordenar Ash.

- ¡Explosión de Llamas!

Los dos ataques volaron contra los Rayos de Hielo, fragmentándolos con facilidad y volando directo hacia Blastoise. Los dos ataques combinados volaron a la tortuga de agua todavía más lejos.

- ¡¿Qué rayos?! – Gary se quedó paralizado, como si acabara de ver romperse una regla de la realidad.

- ¡Bomba Semilla!

El ataque de semillas voló por detrás de ellos a un amplio rango, golpeándolos por detrás y haciéndolos caer de rostro hacia la tierra. No los noqueó, pero ciertamente les hizo daño.

- ¿Conoces al chico de azul con el Pikachu y no sabías que su Servine tiene la habilidad Contrario? Yo lo descubrí solo con ver un reporte en las noticias. Patético. – le dijo Paul secamente a Gary, que gruñó con fastidio.

- Pues vaya, discúlpame por tener mejores cosas que hacer que mirar a Ash todo el día. – replicó Gary. Y Ash que creía que él y Red tenían problemas.

Entretanto, Red tenía sus propios pensamientos. Gary Oak era un entrenador contra el cual había peleado a menudo. Era un oponente decente, pero había algo que le faltaba. No había podido decir qué era, pero ahora Paul se lo había mostrado. Poder.

Gary tenía el conocimiento y rango de Pokémon que podían pelear contra cualquier tipo de oponente, pero les faltaba un poco algo en el departamento de fuerza. Ash también era así. Los dos provenían de Pueblo Paleta, quizás había algo en el aire en ese lugar. Aunque tampoco podía decir con exactitud que los dos tuvieran el mismo problema. Si tuviera que pensar en ello, probablemente podría señalar con facilidad el origen de cada uno de sus problemas con el poder, pero este no era el lugar ni momento de pensar en eso. Tenían una batalla por ganar.

Las cosas no habían comenzado de manera óptima: él habría preferido que Servine fuese tras Blastoise primero. Podía entender por qué Ash prefirió ir contra Torterra, y aprobaba el hecho de que le ayudar con su movimiento con Blastoise. Torterra había tomado ventaja de su ausencia para ponerse detrás de ellos, pero una vez que Blastoise quedara fuera, podrían enfocar todo su esfuerzo en el Pokémon de Sinnoh.

- ¡Escaldar!

El ataque de tipo Agua salió disparado hacia los dos Pokémon en el suelo. Red daría su orden en cuanto Ash hiciera lo que fuera que tuviera en mente con sus extrañas decisiones.

- ¡Corta ese chorro que va hacia Charmeleon con Hoja Afilada! – ordenó Ash. Ahí estaba. Ahora podría hacer un salto de fe a ciegas.

- ¡Garra Dragón! – ordenó Red.

¿Debería haber intentado Garra de Sombra? Bueno, ya no podría saberlo, pero cuando Servine giró en el aire y partió el chorro de agua hirviente con un gran coletazo, Charmeleon salió al frente y acuchilló a Blastoise con la garra draconiana. Sus garras chocaron contra el caparazón, y Red sospechó que el daño sería limitado. Tal vez debería considerar un Puño Trueno para la próxima batalla. Podría hacer que Pikachu se lo enseñara. Probablemente.

Blastoise miró desafiante al lagarto con una expresión arrogante, una que prometía algo realmente desagradable por haberse acercado tanto.

- ¡Usa Terremoto!

La orden de Gary fue seguida por un duro pisotón de Blastoise al suelo, enviando una onda de choque por todo el lugar. El temblor tiró a Charmeleon al suelo y continuó por el campo, aproximándose hacia Servine, que saltó para evadirla con poca fanfarria mientras esta seguía moviéndose hacia Torterra.

- ¡Bloquéalo!

A la orden de Paul, Torterra dio un pisotón similar, creando otra onda de choque cruzando por todo el campo. Los dos ataques se encontraron en el centro, donde el de Paul sobrepasó el de Gary y continuó hacia Charmeleon. Eso iba a doler, y Red dudaba que fuese a ser productivo mantener a largo plazo a Charmeleon en esta batalla.

- ¡Rompe esa onda de choque! – ordenó Ash, y por un momento el cerebro de Red se paralizó.

¿Romper la onda de choque? ¿Cómo? Él dudaba que Servine pudiera utilizar Terremoto. Servine, mientras la onda de choque venía hacia ella, golpeó con fuerza el suelo con una brillante Hoja Afilada en el camino inmediato del Terremoto. El pulso de energía verde que le siguió fue momentáneo, pero sí pudo romper el Terremoto. Una grieta se abrió en el camino, salvando a Charmeleon de un segundo golpe. Aunque también a Blastoise, pero ese era un precio aceptable.

- ¡Qué manera de romper un Terremoto, amigos! ¡Aunque nótese que eso no funcionaría en una línea de falla!

Mientras Charmeleon se volvía a poner de pie, Red decidió que era tiempo de ponerle fin a las cosas. Torterra era un Pokémon lento que no tomaba decisiones apresuradas. De lo poco que había visto del estilo de batalla de Paul, parecía que esto era una adaptación para Torterra que en general. Era tiempo de hacer que Blastoise cayera para el conteo.

- ¡Toma distancia y dispara Explosión de Llamas! – ordenó Red. No estaría lo bastante cerca para enviarle daño colateral a Torterra, pero liberaría a Servine de lo que suponía estaría bloqueando el golpe de gracia.

Charmeleon salió disparado hacia un lado para evadir las últimas ondas del Terremoto antes de inhalar y disparar una gran Explosión de Llamas. La bola de fuego golpeó a Blastoise en el costado con las usuales bolas de fuego más pequeñas que salían dispersas con el impacto. Nada que hiciera mucho daño, pero sin duda tenía que ser molesto. Mientras Blastoise retrocedía, parecía que Ash había entendido esa transparente y obvia preparación.

- ¡Acabemos con esto, Servine! ¡Usa Tormenta de Hojas!

- ¡Pika/Ser! – Los Pokémon de Ash dejaron salir sus llamados simultáneamente mientras Servine comenzaba a formar otro remolino de hojas a su alrededor, lista para disparar.

- ¡Bomba Semilla! – Las semillas volaron hacia Servine, que se arqueó hacia un lado para evitarlas. Las semillas golpearon y desviaron algunas hojas, pero el ataque no se vio muy afectado.

- ¡Intercepta con Onda Centrada! – Había un deje de pánico en la voz de Gary. Red asumió que intentar un ataque diferente fue debido a que el Rayo de Hielo anteriormente había fallado, y la breve ayuda de Paul no había servido de mucho.

Aunque intentó cargar el ataque de tipo Luchador, no iba lo suficientemente rápido. La Tormenta de Hojas salió volando directo hacia Blastoise, golpeando justo cuando la Onda Centrada llega a su carga máxima para disparar. Blastoise salió volando hacia atrás, lanzando la Onda Centrada hacia el cielo y estrellándose contra la pared del estadio con un golpe seco que rompió el aire, y se desplomó en el suelo.

- ¡Blastoise ya no puede continuar!

- Tch. – fue toda la reacción de Paul mientras el campo de batalla cambiaba. Ahora eran dos contra uno, y Servine se volvió hacia Torterra, con Charmeleon siguiéndola.

- Usa Maldición. – Paul replicó a este desafío con otro destello del movimiento de incremento de fuerza púrpura.

- ¡Explosión de Llamas! – Ash acababa de probar que los ataques físicos ya no iban a funcionar después de otra maldición, así que la única opción lógica era usar un ataque a distancia.

- ¡Bomba Semilla! – La bola de fuego ni siquiera llegó hasta la mitad del campo de batalla antes que la ráfaga de semillas la atravesara por el centro, deshaciendo las llamas y golpeando a Charmeleon en el pecho. El lagarto retrocedió por el impacto mientras Ash daba su propio golpe para derrotar a Torterra.

- ¡Tormenta de Hojas!

El ataque de Servine que incrementaba su poder con cada uso hizo que Paul lo mirara con fastidio. ¿Qué podría hacer? En su nivel actual tenía cuatro opciones con su Torterra. Maldición no le sería de ayuda. Bomba de Semilla solo podía desviar unas cuantas hojas a lo mucho y fácilmente podía esquivarla para evitar que la entorpecieran. Trampa de Rocas no era una herramienta ofensiva, y no estaba seguro de poder usarla para defensa más allá de Atracción. ¿Por qué a Ash no se le ocurrió usarla contra Blastoise, de todos modos? Y Terremoto era algo que Servine ya había demostrado que podía esquivar con facilidad. Torterra se había quedado sin opciones, así de simple. Aun así, Paul sonrió al dar una simple orden.

- Filo de Roca.

Torterra dejó salir un gruñido. No era un gruñido de inspiración, ni tampoco uno de sacar poder oculto desde tu interior. Era un gruñido del tipo "voy a hacer esta cosa que conozco y que puedo hacer cuando quiera". Y tras este gruñido, docenas de rocas flotantes se formaron alrededor de Torterra, que volaron hacia Servine en una tormenta masiva de piedras filosas.

La Tormenta de Hojas se encontró de frente con el Filo de Roca, comenzando el choque entre rocas y hojas. Las piedras atravesaron las hojas y explotaron entre ellas, haciendo que las construcciones desaparecieran. ¿Un quinto movimiento? ¿A su nivel?

- ¡Y un entrenador con cuatro medallas logra sacar un quinto movimiento! ¡Amigos, hoy hemos visto mucho talento serio! ¡Ya puedo ver a mi primo que anuncia en la Liga Índigo babeando en anticipación por la competencia de este año!

- Maldición. – Y Torterra volvió a brillar de púrpura, como si intentara igualar a Servine con su propio truco.

Un pensamiento oscuro atravesó la mente de Red. ¿Qué tal si eso era lo que Paul estaba haciendo mientras ellos estaban ocupados acabando con Gary? ¿O acaso esta era la verdadera fuerza bruta de Torterra a la que estaban a punto de enfrentarse?

Había muchas cosas que Ash podría listar en las que Paul era malo. Sonreír, conversar, socializar, relajarse, resolver conflictos, etc. Pero una cosa en la cual no podía decir que fallaba era en entrenar Pokémon para ser fuertes. Habría fallado en muchas cosas, pero la fuerza era algo que no le faltaba. Claramente eso no había cambiado. Aun así, no podían perder contra él. Ni aquí ni ahora. No podía permitírselo. Ash miró a Red, preguntándose si podría darle una abertura.

- ¡Servine, usa Atracción en Torterra!

- [Repetición, ya veo.] – observó ella, pero parecía entender la implicación de que esto era solo una distracción. Los corazones volaron a su alrededor mientras Paul gruñía una vez más.

- ¡Formación 4! – La Trampa de Rocas se formó en respuesta, volando alrededor de Torterra para eliminar los corazones antes que impactaran. Con suerte, Red se daría cuenta de que estaba tratando de distraer a Torterra para prevenir contraataques, y no haciendo cosas al azar porque sí...

- ¡Explosión de Llamas!

Qué bien, sí lo hizo. La bola de fuego golpeó las piedras, dividiéndolas en trozos más pequeños al atravesarlas, de los cuales varias docenas de estas chispas se incrustaron entre el caparazón de Torterra. La tortuga no gritó, pero sí sintió el ataque.

- ¡Terremoto!

Torterra golpeó con fuerza el suelo, claramente en venganza por el truco con la Explosión de Llamas y Atracción. La onda de choque salió hacia ellos más rápido que antes. Servine y Charmeleon saltaron encima de ella, aunque Charmeleon tuvo que esperar un poco para permanecer en el aire lo suficiente para evadirla. La onda continuó contra Ash y Red, forzándolos a saltar encima de ella también.

- ¡Bomba Semilla!

Torterra disparó la ráfaga, logrando golpear a Servine en el aire. Ash aprendió una nueva palabra para maldecir cortesía de su Pokémon tipo Hierba cuando Servine se fue rodando por el campo tras recibir un serio golpe. El ataque había dolido, lo mejor era evitar más como ese. Charmeleon sin embargo logró aterrizar a salvo, y Red le ordenó lanzar una Tumba de Rocas en dirección de Torterra, que destruyó el ataque con Filo de Roca, enviando una lluvia de peñascos por todo el campo.

- Ser. [¿Alguna idea para atravesar esa defensa?] – Servine formuló la pregunta de la hora.

En efecto, la pregunta era cómo. Atracción estaba cubierta, y los ataques físicos no hacían nada incluso a pesar de los aumentos múltiples. Tormenta de Hojas y Explosión de Llamas estaban bloqueados. ¿Debería continuar haciendo que Servine siguiera usando Tormenta de Hojas hasta que creara una especie de tornado de hierba que mandaría a Torterra hasta la tierra de Oz? O tal vez podría destruir el campo otra vez. Servine de repente puso los ojos en rendijas antes de sonreír. Parecía que tenía algo, y se dirigió hacia Charmeleon.

- ¡Filo de Roca!

- ¡Tormenta de Hojas!

La orden de Ash no distrajo a Servine de su idea mientras bloqueaba el ataque una vez más. Mientras los ataque se cancelaban de nuevo, Servine volvió a acercarse a Charmeleon y empezó a hablarle rápidamente, haciéndole gestos con importancia. Rápidamente Ash captó el mensaje y se lo retransmitió a Red.

- Tengo un plan, pero primero necesito que hagas evolucionar a Charmeleon. – Red lo miró como si estuviera pidiéndole preparar mayonesa. – Tengo un Charizard, lo viste en la batalla anterior, ¿no? Sé cómo se ve un Charmeleon que está a punto de evolucionar, y también Servine. Ella estuvo ahí cuando él evolucionó, y tu Charmeleon está listo.

- No puedes hablar en serio. – fue todo lo que pudo decir Paul.

- Y Ash Ketchum decide que es tiempo de emplear... motivación positiva. Un paso más debajo de volar el campo entero, damas y caballeros, pero al menos evitará que la cuenta por reparación suba todavía más.

- ¿Seguro que dormiste bien, Ash? – preguntó Gary con genuina preocupación. Pero Ash no se amilanó.

- Los Pokémon no evolucionan por alcanzar un punto específico. Evolucionan por una combinación de voluntad y poder. Tu Charmeleon ya tiene el poder; solo tienes que hacer que la voluntad fluya, como una inundación imparable.

- ...Este no es solo tu plan, ¿verdad? – cuestionó Red.

- No, pero creo que vale la pena intentarlo al menos.

Red suspiró. Ash Ketchum, entrenador de Pueblo Paleta y poseedor de cuatro medallas y las cualificaciones para entrar a la Liga Pokémon gracias al Gimnasio Cerulean, era un sujeto absurdo. No había mejor palabra para describirlo. Pero si estaba tan insistente en ello, tanto él como su Servine....

Bueno, Red no podía usar su habilidad para ver qué tan probable era que esto funcionara, así que tal vez por alguna extraña fluctuación de lógica, esto era muy probable. Si no... bueno, Ash tal vez no estaría mintiendo sobre tener mejores planes.

Cierto, él sabía de lo que Ash estaba hablando. Los Pokémon usualmente requerían de un estímulo junto con el poder para inducir la evolución, fuera de los casos donde era con una piedra o algo así. Pero hacerlo solo hablando... Bueno, tal vez era mejor callar a Ash antes que le sugiriera que se pusiera a danzar o a rezar para inducir una victoria.

- Charmeleon. – El inicial se tensó al oír su nombre. – Fuiste el primer Pokémon que Pikachu y yo capturamos. Hemos pasado muchas cosas juntos, ¿no es cierto? Hemos peleado muchas batallas, y esta podría ser la más difícil que hemos tenido. Tenemos que ganar.

Era un mal discurso. De algún modo presentía que Ash podría haberle dicho uno mejor. O tal vez Yellow, a ella se le daba mejor dar ánimos. Pikachu le dijo algo un poco más corto, más o menos en la misma línea, pero más directo.

- ¿Ya terminaron de andar haciendo voces para la televisión? ¡Torterra, Bomba Semilla! – ordenó Paul, justo en el instante que una brillante luz azul de repente envolvió la arena. – ¡¿Qué?!

- ¡Jajajajajajaja!

- Ser.

Paul, Ash, y Servine reaccionaron como era de esperarse, mientras Red y su Pikachu se quedaban en shock al ver como Charmeleon empezaba a crecer. Torterra disparó la Bomba Semilla, pero estas se desintegraron antes de acercarse siquiera a la evolución. ¿Sería por el poder, o porque los Pokémon no podían atacarse a mitad de la evolución? Un par de alas azules brotaron de la forma azul, antes de explotar y revelar una brillante forma naranja llena de poder.

- ¡Roar!

- Charizard, el Pokémon en llamas. La evolución final de Charmander, este Pokémon era el símbolo y principal fuerza militar de antiguo Reino Charicific. Charizard solo utilizará su poder contra un oponente digno. – declaró el Pokédex de Ash.

- Eso. Acaba. ¡DE PASAR! – declaró el juez con asombro.

El plan de Ash había tenido éxito, al menos en la parte de evolucionar. Todavía tenían que acabar con Torterra, y ahora el Filo de Roca sería todavía más peligroso que antes. Y hablando de eso...

- ¡Filo de Roca!

- ¡Tormenta de Hojas!

Ash de inmediato ordenó el contraataque y nuevamente las hojas y las piedras chocaron entre ellas, aunque esta vez con un poco más de empuje del lado de las hojas. Tal vez el Filo de Roca ya no podía potenciarse más. Tal vez Ash podría haber utilizado una estrategia diferente que convertir la motivación positiva en un arma, aunque no le hacía ascos a lo que le había conseguido. Ash se volteó su gorra mientras declaraba por tercera vez, posiblemente para la vencida.

- ¡Atracción!

Paul ni siquiera necesitó dar la orden para que el escudo de Trampa de Rocas destruyera el afecto de Servine. Parte de Red se quiso reír al darse cuenta de lo que estaba por suceder ahora. Si había podido hacerle un poco de daño antes, ¿qué pasaría ahora?

- ¡Explosión de Llamas!

Charizard rugió y empezó a agitar las alas, liberando una onda de aire caliente por ellas en lugar de Explosión de Llamas. Eso era más parecido a Ola de Calor. ¿Su Charizard lo habría ganado al evolucionar? La Ola de Calor se desplazó a través de las piedras, y el viento intangible avanzó imparable a través de ellas para golpear a Torterra con un calor infernal. Servine tuvo que saltar fuera del camino justo a tiempo, evitando que la rostizaran por accidente.

El grito de dolor de Torterra solo fue igualado por el gruñido de Paul por el shock y la incredulidad, mezclados con un poco de preocupación por Torterra si no se equivocaba. Humanizaciones aparte, solo quedaba una cosa más por hacer.

- ¡Termina con esto, Charizard, Ola de Calor!

Charizard volvió a soltar un poderoso grito antes de volver a agitar sus alas por última vez, liberando el viento ardiente de Ola de Calor. Torterra y Paul vieron con rabia el ataque al unísono mientras envolvía a Torterra en un calor infernal, que duró por unos diez segundos antes que el viento se desvaneciera, revelando a un Torterra derrotado y un Paul algo rojo por el calor.

- ¡Torterra ya no puede continuar! ¡Los ganadores de este encuentro, y del torneo son Ash Ketchum y Red Tajiri!

El sonido de Paul recuperando a Torterra se vio ahogado por un estadio que explotó totalmente en vítores, mientras Ash saludaba al público junto con Pikachu, deteniéndose solo para acariciar a Servine mientras se acercaba a él con una sonrisa de felicitación. Charizard, por su parte declaró su victoria lanzando una explosión de fuego hacia el cielo.

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En la noche...

Ash nunca había sentido tanta amargura tras una victoria en un torneo. El asunto ya no parecía tan simple. Siempre había creído tener un firme sentido de lo que era correcto y lo que no, y se aseguraba de apegarse a él. Pero ahora... ya no estaba tan seguro. Las cosas solo habían empeorado luego de que Red simplemente le hizo un gesto con la cabeza y se marchó seguido por Yellow, poco después que escaparon del torrente de gente que los perseguía, antes de ir a buscar un lugar y hora para ir a la Zona Safari al día siguiente, y seguía así incluso después que se retiraron hacia la privacidad de su hotel.

- ¿Todavía piensas en eso? – le preguntó Misty.

Ash levantó la mirada, y notó que Iris y Anabel también lo veían preocupadas. Ahora que el torneo había terminado podían tomarse todo el tiempo que quisieran para discutirlo.

- Nunca tuviste que depender de tus poderes para ganar tus batallas. – dijo Misty. – No veo por qué debas hacerlo ahora.

- No planeo hacerlo. – replicó Ash. – Hice una promesa, de que jamás los usaría para beneficio personal.

- Aun si admiro tu sentido del honor y orgullo, Ash, tienes que admitir que Red tiene razón. – dijo Iris. – Tus poderes no rompen ninguna regla establecida en sus competencias.

- Eso todavía no lo hace justo. – Misty cruzó los brazos. – Quiero decir, nos derrotó a todos, y a quién sabe cuántos más, ¡y nadie tiene idea de cómo lo hizo!

- ¿Cómo es eso diferente de que un Pokémon se guarde un movimiento para utilizarlo en el momento correcto? – preguntó Iris. – Saben, cuando tienes que sobrevivir en lo salvaje, entre menos sepa tu enemigo sobre ti, mejor.

- Iris, no estamos hablando de sobrevivir en lo salvaje. – señaló Misty. – Aun si hay un premio, se supone que es una competencia amigable. Todos deberían tener una oportunidad justa de ganar. Tener esa clase de poder para analizar a sus oponentes lo pone kilómetros por delante de todos los demás. Si Ash puede ganar sin usar sus poderes, ¿por qué Red no puede hacer lo mismo?

- ¿No será porque así es como él aprendió a pelear? – replicó Iris. – Solo hace lo que sabe hacer, de la forma que sabe hacerlo.

- También Ash, si lo pones de esa manera. – dijo Misty. – Sabes, con mis poderes, yo podría fácilmente haberme hecho una carrera como nadadora profesional. ¿Sabes por qué nunca lo hice? Porque no sería justo para aquellos que pasan años entrenando y aprendiendo como flotar, moverse y respirar.

- Exactamente mi punto. – intervino Ash. – Solo porque puedo hacer algo que nadie más puede no quiere decir que debería hacerlo. Además, mis Pokémon se han esforzado mucho por llegar hasta su nivel de poder actual, y sé muy bien que quieren ganar con su propio esfuerzo. Usar mis poderes equivale a pensar que no confío en que ellos puedan pelear sus propias batallas.

- ¿Cómo está eso? – dijo Iris. – ¿No se supone que el entrenador debe ayudar al Pokémon de cualquier manera posible durante una batalla?

- Chicos, nos estamos desviando del tema aquí... – intervino Anabel.

- Iris, las reglas dicen que el entrenador no debe interferir directamente en una batalla Pokémon. – dijo Ash. – Como yo lo veo, eso es exactamente lo que hace mi poder. Aunque no rompa leyes o reglas escritas en papel... no me sentiría bien ganando de esa manera.

- ¡Exactamente! – Misty estuvo de acuerdo. – Si Red pelea usando sus poderes todo el tiempo, probablemente no lo entiende. ¡Tiene un truco escondido bajo la manga y sus oponentes no tienen forma de saber siquiera que lo está utilizando!

- Tengo la impresión de que solo estás molesta porque te venció. – señaló Iris.

- ¡¿Y es que tú no lo estás también?! – espetó Misty. – ¡¿Luego de lo que su Clefairy casi le hizo a tu Axew?!

- ¡Eso es diferente! – gritó Iris. – ¡Ya lo había vencido y aun así por poco lo mata, así que...!

- ¡Ya, cálmense las dos! – dijo Ash levantando las manos, y rápidamente agregó en un tono más calmado. – Por favor... lo último que necesitamos ahora es una pelea entre nosotros.

- Perdón. – Misty e Iris se miraron una a la otra queriendo disculparse. Una vez que se calmaron, Anabel decidió compartir lo que pensaba.

- No creo que me pueda poner del lado de nadie aquí. Ash, tal vez no deberías ser tan duro al juzgar a Red. Hay mucho de él que no sabes. Qué clase de vida ha tenido, cómo creció...

Ash y los otros la miraron fijamente. Incluso sin usar su telepatía supo lo que estaban pensando, y ya tenía su respuesta lista.

- No estuve espiando en sus pensamientos, pero pude sentirlo. Tiene guardado mucho dolor en su interior. Tal vez solo hizo lo que sintió que tenía que hacer para sobrevivir, y se acostumbró. Tal vez haya tenido una vida mucho más difícil que tú. Tú tuviste una infancia feliz, y una madre amorosa que te crio y te enseñó todo.

Ash no pudo responder a eso. Si Anabel tenía razón, tal vez fuese Belladonna otra vez, si bien menos extremo. Si ese era el caso, no podía culparlo por hacer lo que creía necesario para sobrevivir. Pero eso no hacía que se sintiera que estaba bien.

- Por otra parte... – continuó Anabel. – Tampoco creo que él tenga derecho a juzgarte. ¿Sabes de personas que tienen alguna discapacidad, como cuando pierden un sentido o una extremidad, y aun así salen adelante y a veces hasta se desempeñan mejor que aquellos que tienen su capacidad al máximo? Hay personas que se vuelven más fuertes colocándose a sí mismos limitaciones, como entrenar el oído para pelear en la oscuridad sin usar la vista, o que solo pelean usando sus piernas para evitar lastimarse las manos, por ejemplo.

Misty e Iris miraron a la chica telépata. Habían estado discutiendo el asunto todo el día, y nunca se pararon a pensar las cosas desde el otro lado. Todavía mantenían sus puntos de vista, pero al menos ahora... podían entender mejor al otro.

- Lo que intento decir es que aunque sus puntos de vista sean diferentes, y que cada uno de los dos tiene su manera de hacer las cosas, ninguno de los dos necesariamente está equivocado.

Todo mundo permaneció en silencio, tomándose su tiempo para pensar y asimilar todo. Combinando sus memorias de ambas líneas temporales, Ash siempre se había visto a sí mismo como humano, no como bloodliner. Para él, utilizar sus poderes era tomar el camino fácil, y a él no le gustaba hacer eso. Él nunca tuvo que utilizar poderes sobrenaturales en su vida anterior, y había decidido que no lo haría en esta tampoco. Si Red quería hacer las cosas en un nivel distinto de moralidad, esa era su decisión. Tal vez no le gustara, pero de nuevo... tampoco era que Red activamente estuviera buscando lastimar a nadie.

- No espero que él lo entienda, pero no lo obligaré a que esté de acuerdo conmigo. Estos poderes pueden ser parte de mí como persona, pero no como entrenador Pokémon. Quiero creer en mis Pokémon, que ellos podrán alcanzar su máximo potencial con su propio esfuerzo. Si se acostumbraran demasiado a depender de mis poderes, ¿qué pasará si un día me fallan? Haré las cosas a mi manera. Yo no soy Red, y jamás lo seré.

Los ojos de las chicas se ensancharon ante su respuesta, pero todas le sonrieron. Eso definitivamente sonaba como Ash. Ya no tenía sentido continuar con la discusión. Sin importar lo que fuera jugar limpio o no, él se mantendría firme en aquello en lo que creía, sin importar lo que pensaran los demás. Siempre lo había hecho, y siempre lo haría así.

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En los límites de la ciudad...

Gary ya estaba listo para abandonar este lugar, cuando escuchó el sonido de una motocicleta detrás de él. El vehículo se detuvo a su lado, revelando al bardo vestido de verde con el gorro ridículo. Extrañamente, su moto ahora tenía un sidecar con un poco de basura adentro, ¿acaso lo tenía antes?

- ¿También te vas, chico del Blues? – le preguntó.

- Sí, tengo lugares a los cuáles ir, y desafíos que enfrentar. Planeo dirigirme a Ciudad Celadon para mi séptima medalla. – Necesitaba probar algo, e ir por una medalla más difícil sería un inicio. Iría a Cinnabar de no ser porque los ferrys ya estaban llenos.

- Conque a Celadon, ¿eh? – repitió el bardo, antes de estirar la mano hacia el sidecar y mover algunas cosas para hacer espacio. Su guitarra, un arpa, una caña de pescar, una red, una linterna... hasta dejar suficiente lugar para que alguien se sentara. – De hecho me dirijo hacia allá también. Habrá un festival musical en Celadon en unos días, y planeo asistir para llenar un poco mis cofres. ¿Crees poder mantener a raya a los enjambres de Beedrills?

- Claro. – replicó Gary. A menos que bloquearan el sol con sus números, por supuesto. Con eso tal vez sería demasiado.

- Muy bien. Si me ayudas a mantener lejos a esos bichos, con gusto te llevaré allá en mi sidecar.

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Entretanto...

El resultado de esta gran batalla tuvo más testigos de lo que parecía a simple vista.

- La ciencia es increíble, ¿no lo crees? Incluso sin estar allí, pudiste ver con exactitud lo que pasó aquí. Incluso más allá de los ojos vigilantes del Rey. – decía una chica con un tono ligeramente tajante más allá de la tradicional voz femenina.

Mirando hacia las tribunas que se iban desocupando, desde donde el monitor todavía mostraba los rostros de Ash Ketchum y Red Tajiri, sonrió mientras continuaba hablando por su teléfono. Conectado a este estaba un cargador, transfiriendo energía hacia el dispositivo mientras seguía conversando.

- Por supuesto que la ciencia podría hacer mejores baterías, pero tú querías ver tanto de ellos como fuera posible, y el video gasta más batería. Sugiero que si quieres volver a ver los videos los guardes en alguna parte y con respaldos, por supuesto, porque voy a tener que vaciar este dispositivo otra vez. Consume tanta batería y espacio de memoria que uno pensaría que es un crimen... Pero tengo que estar de acuerdo con lo que dijiste antes. El Rey de verdad se equivoca respecto al potencial de Ash. Es remarcable, totalmente diferente de los otros treinta y siete hermanos que me hiciste chequear para ti, o las diecisiete hermanas que he visto hasta ahora contando a la que está viajando con Red. Aunque para ser justos Red difícilmente se queda atrás, los dos son realmente interesantes y llenos de potencial. Perfectos para decidir el destino del mundo, ¿no estarías de acuerdo?

Comentarios ilegibles y rápidos salieron del teléfono, causando que la chica frunciera el cejo.

- Perdón, treinta y nueve o cuarenta hermanos y veintiséis hermanas. Es difícil seguirles la pista a todos. No todos son exactamente de tipo alto, moreno y con ojos rojos, y no hay forma de saber si todos tienen el Dominio del Poder. Y la fracción que diste de cuantos más hay era un número tan pequeño que era difícil de pronunciar. En serio, ¿de verdad tenía que engendrar a tantos? Ya sé que resolvió el acertijo de las eras, pero en serio, tener más de sesenta y seis y esos son solo los que he contado desde que me fui. Lo único bueno es que la cantidad total de humanas con las que se acostó es una fracción que más o menos puedo redondear en mi cabeza. 10% de los bloodliners de cada región de dieciséis años o más jóvenes, incluyendo a todos los varones de ese rango de edad, son poseedores de la línea de bloodliners dobles. Ellos llegaron primero, y después los bloodliners de línea simple que les siguieron son más fáciles de rastrear. Simple y fácil de recordar, una fracción apropiada si me permites decirlo.

Más murmullos en el teléfono respondieron al discurso de la chica, que resopló con molestia.

- Sí, es una fracción apropiada. Las fracciones apropiadas se pueden decir en cuatro sílabas o menos. Un décimo, cuatro sílabas, así de simple y fácil de decir. No voy a discutir contigo sobre eso. Yo soy la que salió al mundo donde toda la gente se queja de las matemáticas y la lingüística como un colegial académico. Dejando de lado las fracciones, ¿quieres ver cómo lucen sus madres, o prefieres que vaya a buscar a la hermana número 27 de tu lista?

El teléfono vibró con más sonido, y la chica sonrió.

- Pensé que las encontrarías poco importantes. Siempre es así. Muy bien. Será Belladonna entonces. – Mirando a su alrededor por un momento, la chica brilló en una luz roja, y su apariencia a la vista exterior se volvió la de una adolescente de estatura promedio para su edad, cabello castaño oscuro y los brazos adornados con unas bandas en las muñecas. Su ropa consistía en unas botas rojas y negras, shorts de jean y un top blanco cubierto con un chaleco negro, con una gorra blanca cubriéndole la cabeza. – Y antes que preguntes, sí, estoy usando mi look favorito. El que tiene esos shorts ilusorios.

Esta historia continuará...

(*) Si tienen curiosidad sobre esto, leer el Gaiden de Ritchie para más detalles sobre su familia.

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