Cosas intermedias con otras personas
Algún tiempo después del capítulo anterior...
- Saben, creo que ya lo decidí. – declaró Ash ante todos sus Pokémon reunidos de repente.
- [¿Qué, que los hippies apestan sin importar nada?] – dijo Charizard gruñendo con fastidio.
- No. – aclaró Ash, feliz de haber salido de tener que lidiar con el hippie del Snorlax. Ash podría haber jurado que era un mejor sujeto la última vez, y que ese Snorlax no era el medio de ese hippie para extorsionar a la gente y sacarle su dinero. – Creo que ya deberíamos ver si somos capaces de usar más de cuatro movimientos.
Ante la explicación de Ash, todos los Pokémon presentes respondieron con ánimo. Específicamente Pikachu, Ambipom, Charizard, Servine, Pidgeot y Butterfree.
- Ahora... ¿alguien aquí sabe cómo hacer eso? – les preguntó Ash a sus Pokémon, que hicieron una pausa en medio de sus gritos de ánimo. El claro se quedó en silencio por un momento, mientras intentaban enfocar sus cabezas en la muy seria pregunta.
- ¡Geot! – dijo Pidgeot para romper el silencio. – [Ya fuimos capaces de hacerlo antes, así que creo que solo tenemos que recordarlo.]
Servine y Ambipom miraron al ave con confusión.
- Ser... [No, no lo hemos hecho antes. Yo al menos nunca tuve nada de eso.] – le dijo Servine al ave.
Charizard por su parte gruñó pensativo. – [No, yo definitivamente sí recuerdo haberme sentido así en algún momento, pero luego dejé de hacerlo por alguna razón...]
- Pi. [Igual yo, aunque no puedo recordar por qué olvidé cómo hacerlo. Electrobola y Tacleada de Voltios al mismo tiempo habría sido divertido. Tengo la sensación de que Snorlax todavía sabía cómo. Sé que cuando peleó contra Greta utilizó más de cinco movimientos...]
- ¿Ot? [¿Ash atrapó a un Snorlax?]
- Free... Achaquemos toda esta confusión a Cyrus. Obviamente todo esto es su culpa de algún modo...
- Para aprender cinco movimientos tienen que presionar su poder al límite con entrenamiento, y trabajar en un movimiento que no se solape con los que ya poseen. Por ejemplo, sugeriría que no hicieras que Charizard trate de aprender Puño Fuego, o tal vez provoques que su Nitrocarga se convierta en él. – respondió el Pokédex a la pregunta por ellos, mientras Charizard se miraba las manos algo ansioso. Claramente el hecho de que aprender a golpear cosas y prenderlas en llamas con los puños iba a ser difícil era una píldora algo amarga de tragar.
Así, mientras Charizard sufría la triste verdad de su falta de Puños Fuego en el futuro cercano, comenzó el entrenamiento. Y una hora después estaba yendo... no se podría decir que super bien.
Pikachu se encontraba corriendo por un claro, a medias activando un Atactrueno para tratar de crear un ataque electrificado mientras corría sin utilizar Ataque Rápido. ¿El resultado? Ninguna Tacleada de Voltios, pero sí algunos parches de tierra quemados y un pequeño incendio en la hierba.
Charizard volaba por el aire, arrancando árboles del suelo y girando en el aire antes de arrojarlos al suelo. Cada vez Charizard miraba el árbol destrozado, sacudía la cabeza con decepción por sí mismo, y repetía el proceso. Excepto esa vez que fue a agarrar un árbol y el Pokédex emitió un pitido que parecía hijo bastardo de una alarma contra incendios y uñas en un pizarrón, ya que la especie que estaba por agarrar era una protegida.
La roca que Servine intentó romper con una teórica Cola de Hierro no sufrió daño alguno. Ella por su parte yacía en el suelo, gruñendo de dolor e indignación por su fracaso. Y no muy lejos de ahí, el intento de Butterfree por manifestar un Híperrayo terminó con un masivo arranque de tos.
Pidgeot estaba parada firme en el centro del claro, con el deseo instantáneo de crear un escudo protector corriendo por su mente, intentando recrear Protección a su alrededor. El resultado fue nada, excepto que se le cayó una pluma de la cola, arrancada por un olmo que Charizard arrojó al suelo desde el aire. Y en cuando a Ambipom...
- Ambipom ha olvidado Impresión. ¡Ambipom ha aprendido Garra de Sombra! – declaró el Pokédex mientras la mona se sujetaba sus dos colas envueltas en energía de sombra con algo de vergüenza.
- Am... [Creí que ya lo había logrado...] – admitió ante su fallo.
- Tal vez... necesitemos más tiempo para esto. – admitió Ash mientras Charizard tiraba un abedul contra el suelo, volvía a sacudir su cabeza, y arrancaba un roble para salir despegando al aire otra vez.
- Ser... [Y creo que también necesitaremos más árboles.]
Y eso también... aunque ya empezaba a parecerse más a un Movimiento Sísmico propiamente dicho.
(--0--)
Entretanto, en un parque cerca de Ciudad Vermillion...
- No puedo creerlo, Sparky. ¿Quién entra a un concurso de captura de bichos y no logra capturar nada?
- Pika.
Sentado en una banca, el entrenador y su compañero se conmiseraban de su fracaso mutuo, medio mirando el combate que estaba en curso en el campo de batalla público que había cerca. Ninguno de los dos había visto a aquel Paras cuando encontraron al primer Beedrill: Sparky había quedado demasiado tiempo en la tierra de los sueños, y la campana sonó justo cuando encontraron otro Beedrill que no estaba cerca del enjambre. A raíz de eso, ahora estaban aquí, sin otro premio que una oportunidad de ver a uno de los ganadores del torneo de Fuchsia que hubo hacía poco derrotando a alguien con su Persian, lo que solo le serviría si se llegaban a topar con él en Índigo.
- Y pensar que cuando conseguimos esa Medalla Trueno, los dos nos sentimos como que nada podría salir mal. – Ritchie suspiró mientras sentía algo vibrando en su bolsillo.
- ¿Pi? – se preguntó Sparky mientras Ritchie sacaba su PokéNav del bolsillo y leía el mensaje que acababa de recibir.
*Hey pequeñín.
Escuché por boca de un viejo rival mío que te cayeron esporas. Debió ser duro, los hongos son de lo peor. *
Ritchie rodó los ojos ante eso, pero siguió leyendo.
*A veces la mala suerte te arruina, o eso dice ese viejo rival que insiste que me habría ganado aquella vez si no hubiera estornudado. (Y para que conste, el sujeto está muy, muy equivocado respecto a eso)
Aun así, dice que siente algo de pena por ti. Tiene un lugar en el siguiente pueblo desde donde estás. Se retiró para hacer competencias de Poké-Aros y trabajos de demolición por un tiempo, pero todavía tiene a sus Pokémon y hacen lo que hacen cuando no están peleando.
Uno de ellos es un Tyranitar. ¿Alguna vez escuchaste de ellos? *
Ritchie pausó al tratar de recordar, y pudo sentir que se le salían los ojos al recordar el aspecto de un Tyranitar. Sparky rechinó sus dientes de manera audible, también bastante al tanto de lo que era uno de esos.
*Bueno, resulta ser que tiene un huevo que un día podría llegar a ser un Tyranitar, y no quiere tener a otro de esos por allí. Dice que eres libre de llevártelo si lo quieres. Piensa en ello como un premio de consolación.
Además, ningún Raylight debería andarse por ahí sin tener algo capaz de demoler una casa. Aquí está la dirección. *
Ritchie y Sparky se miraron uno al otro por un momento, antes de echarle un ojo a la dirección. Inmediatamente la marcaron en el PokéNav y emprendieron su camino hacia allá.
(--0--)
De vuelta con nuestro intrépido héroe...
- ¡Bellossom, usa Día Soleado!
El campo de batalla se vio cubierto por una brillante luz, cegando por un momento a Ash. Del otro lado se encontraban Elwood y Aideen, con quienes se habían encontrado de manera bastante casual, y se veían bastante emocionados. Querían una oportunidad de cobrarse la derrota que les infligieron él y Red la última vez, y él siempre estaba interesado en una buena batalla.
Después de todo era un buen entrenamiento. Además, con Misty en un lago cercano con su guante H.O.P.E chequeando personalmente a todos sus Pokémon, y con Iris habiéndose llevado a Anabel a recoger algo de fruta de los árboles en la cima de una colina cercana, en ese momento no tenía otra cosa que hacer.
- ¡Rayo Solar! – gritaron ambos gemelos al mismo tiempo. Al oír la orden tanto la Bellossom de Aideen como el Venusaur de Elwood rápidamente empezaron a reunir luz en sus pétalos, antes de dispararla juntos en un rayo masivo.
- ¡Servine, usa Tormenta de Hojas! – ordenó Ash. Su serpiente unovana saltó frente a Tauros y comenzó a formar el ataque de tipo Hierba. La Tormenta de Hojas voló en el camino de los dos Rayos Solares.
- ¿En serio crees que puedes bloquear dos ataques con uno solo? – cuestionó Aideen. Ash simplemente le sonrió en respuesta.
- Nop, pero sí creo que servirá de buena cobertura. ¡Tauros! – Dicho esto, Tauros saltó hacia un lado de los dos rayos, lanzándose a la carga con un ataque de Derribo.
El mismo Derribo, del mismo Tauros, el que le ayudó a ganar en las Islas Naranja y a derrotar a Anabel. Qué bien se sentía tenerlo de vuelta. Los Rayos Solares atravesaron la Tormenta de Hojas, pero Servine se hizo a un lado para evadirlos con la abertura que logró hacer con la Tormenta de Hojas. Entretanto, el Derribo de Tauros estaba a punto de arrollar por completo a Bellossom.
- ¡Detenlo! – le gritó Elwood a su inicial, que obedeció y mandó un látigo directo hacia la cabeza de Tauros. Sin embargo, a diferencia de un Látigo Cepa, este brillaba de color rosa. ¿Látigo de Poder?
- ¡Bloquea con As Aéreo! - contraatacó Ash mientras Snivy se lanzaba hacia el Látigo de Poder con su cola brillando en energía azul. Su tajo le dio por un ángulo, desviando el Látigo de Poder lejos de Tauros, que logró golpear exitosamente a Bellossom. La evolución por Piedra Solar cayó al suelo, pero rápidamente se volvió a levantar.
- ... Ya puedo ver por qué ganaste. – comentó Elwood mientras Venusaur retraía el Látigo de Poder.
- Pero eso no significa que nosotros no hayamos estado practicando. – agregó Aideen.
- ¡Rayo Solar una vez más! – gritaron ambos gemelos y de nuevo volvieron a disparar una ráfaga de fuego rápido, esta vez mucho más de cerca.
Ash se dio cuenta que la misma estrategia no funcionaría dos veces. Al menos intentar esquivar. Tenía sus sospechas de que la otra parte sí lo haría.
- ¡De acuerdo, Tauros, ataca cuando haya despejado, Servine usa Tormenta de Hojas!
Servine saltó sobre la cabeza de Tauros y la usó como trampolín para volar directo hacia el par de rayos combinados.
- Espera, ¿qué ese no es el Pokémon que tiene la habilidad Contrario? – exclamó Aideen, aparentemente habiendo visto el video de las finales contra Paul.
- Esto va a doler. – observó Elwood mientras la Tormenta de Hojas potenciada volaba directo hacia el camino de los rayos.
Los dos ataques se cancelaron uno al otro, mientras Tauros atravesaba el remanente de luz y hojas, cubierto de una luz espiral púrpura bordeada de rayos naranjas. Giga Impacto. Uno de los movimientos principales de su Tauros en ese momento, junto con Derribo, Fisura, y Doble Equipo. El ataque le dio a ambos Pokémon de tipo Hierba al mismo tiempo. Bellossom salió volando, pero Venusaur, con un gruñido bastante audible, hundió las patas en el suelo mientras soportaba el ataque.
Elwood gritó algo en medio del ataque que Ash no alcanzó a oír bien, pero asumió que tal vez sería alguna maldición. Mientras Bellossom se veía que había caído para el conteo en los brazos de Aideen tras despejarse todo, Venusaur todavía seguía de pie, con Tauros frente a él incapaz de moverse por el efecto del Giga Impacto.
- ¡Ahora, Golpe de Cabeza! – Y resultó que Elwood no estaba maldiciendo, sino dando una orden. Era para el movimiento de Cabezazo.
- Golpe de Cabeza es un ataque que primero incrementa la defensa antes de atacar. – observó el Pokédex mientras Venusaur comenzaba a brillar, antes de estampar su cabeza directo contra Tauros. El toro salvaje salió despedido hacia atrás por el golpe.
- ¡Ahora vamos a emparejar las cosas! ¡Bomba de Desechos! – gritó Elwood mientras el interior de la flor de Venusaur comenzaba a brillar de un púrpura tóxico. Tauros todavía seguía inmóvil, definitivamente necesitaba más práctica con usuarios no voladores de Giga Impacto. Pero por el momento...
- ¡Servine! – Su llamado fue respondido por otra veloz mancha verde de tipo Hierba, que se lanzó hacia Venusaur.
- ¡Saur! – gritó Venusaur cuando estuvo a punto de disparar, solo para que Servine atravesara el ataque esquivándolo. Con su cola brillando de verde, potenciada por la fuerza de una Hoja Afilada. Venusaur de inmediato colapsó tras el impacto.
- No. – dijo quedamente Elwood, pero los gemelos aceptaron su derrota.
- ¡Gran trabajo! – les dijo Ash a sus Pokémon, al igual que Pikachu, mientras Tauros simplemente mugía de satisfacción. Servine simplemente asintió. El entrenador se aproximó a ellos mientras retornaban a sus Pokémon intentando consolarlos por haberlo hecho bien, y les ofreció la mano.
- No nos habrías vencido si no hubieras ganado ese torneo. – Aideen aceptó su mano haciendo un comentario juguetón para picarlo. No era uno del tipo serio como los de Georgia por "haber perdido contra un Pokémon que no es de tipo Dragón", sino simplemente amigable y juguetón.
- No lo sé, después de todo tengo un Charizard, un Goodra, y un...
- ¿Un qué? – cuestionó Elwood mientras Aideen retraía la mano, gimiendo un poco antes de mostrársela a Ash.
- Auch. ¿Qué, estuviste jugando en arena antes de esto? – se quejó.
- ¿Eh? – preguntó Ash mientras se veía la mano. En efecto, en ella había pequeños cristales, del tipo que se verían al meter la mano en la arena. Sin embargo, no era del color de la arena normal, sino verde.
- Hermana, pero la arena no es verde. – le dijo Elwood.
- Pues será arena verde, porque se siente como arena regular. – replicó ella.
- Lo siento... honestamente no sé de dónde salió eso. Aunque aquí entre nosotros, algo similar ya me pasó antes. – Los gemelos lo miraron con extrañeza antes de que continuara. – Justo después que pelee contra Lilo, tenía la mano cubierta de arena. Pero era más marrón oscuro, del color de la tierra más que de la arena normal.
- Interesante. – dijo Elwood, antes de volver su atención hacia el Anillo-Z. – Y en ambas ocasiones, también hubo un Anillo-Z involucrado.
- Un anillo capaz de hacer arena... sí, muy interesante. Un hombre de misterio oculto tras la fachada de un chico tonto y adorable. – dijo Aideen divertida. – Aun así, la próxima vez verifica que no tengas arena en las manos cuando vayas a darles apretones de mano o abrazos a la gente, ¿quieres? ¿Qué tal si hubiera sido Serena y le das un abrazo con esa mano toda arenosa? – le dijo con completa seriedad.
- Bueno, de haber sido Serena, estoy bastante seguro que ella no se hubiera molestado tanto, y tal vez estaría más sorprendida y le dolería un poco más. – dijo Elwood sarcásticamente, antes de levantar una ceja con curiosidad. – Oye, ¿has estado ejercitándote? – le preguntó de repente a Ash, y Aideen lo miró de manera inquisitiva.
- La verdad te ves más musculoso... siempre lo has sido más que él, pero hoy lo estás más... – le dijo a expensas de su hermano, haciendo que Ash sonriera.
- Es una larga historia, pero también he estado yo. Es algo nuevo.
- En algún lugar de Kalos, Serena sonríe y no sabe por qué. – sonrió Aideen.
...
Entretanto en Kalos, a pesar del cliché de que debería estar sonriendo, Serena no estaba para nada sonriente. Después de todo, nadie sonreía en una larga fila de espera en la farmacia.
(--0--)
De regreso en Kanto, algún tiempo después...
- Gracias de nuevo por el consejo, Profesor. – concluyó Ash su llamada con el Profesor Oak. Enfrente de él, los cinco Pokémon que tenía en mano esperaban pacientemente mientras Ash les daba una sonrisa de confianza. – De acuerdo, ahora que Iris ya terminó de hacerme trepar árboles, volvamos a lo de tener cinco movimientos de nuevo.
Ash trató de no mirar detrás, donde se encontraba en la distancia el árbol que ella le había obligado a trepar. Le gustaba trepar árboles, sí, pero uno que medía casi cincuenta metros de alto ya era mucho hasta para él. La vista desde la copa era increíble, pero el viaje no hacía que valiera la pena.
Los cinco Pokémon, los mismos de su intento anterior a excepción de Charizard (que ya más o menos lo había descifrado y se encontraba de vuelta con el Profesor practicándolo en sujetos más grandes, y según el Profesor, el Golem de Gary le había dado su consentimiento primero) asintieron mientras Ash sacaba su sexta Pokébola que había traído consigo hoy, liberando al Pokémon de adentro para la próxima lección.
- Ahora que ya sé que es mejor no tratar de trabajar con ustedes con movimientos al azar solo porque queramos intentarlo, tal vez pueda darles mejor consejo. Y en caso de no ser suficiente conmigo, traje a un experto el día de hoy.
Ante el halago de Ash, Krabby se inclinó, antes de levantar sus tenazas al aire. De cada una salió disparado un chorro de burbujas, Rayo Burbuja. Luego, levantó ambas tenazas al frente mientras brillaban con una capa metálica, Garra de Metal. Después, golpeó el suelo con ambas, mandándose a sí mismo al aire antes de aterrizar en el suelo con sus patas brillando, Aplastón. Con el aterrizaje, Krabby apuntó cada tenaza abierta al frente, disparando bolas marrones de cada una de ellas, Disparo de Lodo. Y finalmente, cada una de sus tenazas brillaron de azul con un aura como de agua a su alrededor, Martillazo.
Ante su último despliegue, Krabby volvió a inclinarse, haciendo que Pikachu, Butterfree, Pidgeot y Ambipom vitorearan al Pokémon cangrejo de río. Servine simplemente rodó los ojos ante el despliegue, pero no pudo evitar que se formara una sonrisa en su rostro.
Y así transcurrió otra hora de entrenamiento, con el esfuerzo de todos supervisado por dos instructores y los ocasionales comentarios de un Pokédex con la meta de romper el límite de los cuatro movimientos.
- ¡Goooot! – gritó Pidgeot como siempre lo hacía al atacar, mientras dos orbes de luz azul se formaban bajo sus alas, comenzando a agitarlas intensamente.
El aire azul voló por todo el bosque frente a ella, sacudiendo muchas de las hojas de los árboles, rompiendo ramas, y mandando una parvada de Spearows a volar en la dirección opuesta.
- ¡Increíble, Pidgeot! ¡Eso parecía un Tajo Aéreo! – le dijo Ash al Pokémon Volador con asombro, quien asintió estando de acuerdo.
- Sí, en efecto lo fue. Sin embargo, mi escaneo indica que evolucionó de Ráfaga. Su arsenal de movimientos aún sigue solo en cuatro. – declaró el Pokédex desde un tocón. Pidgeot bajó la cabeza de vergüenza.
- Sigue siendo un buen trabajo. – le aseguró Ash.
- Geot. [Pero no el trabajo que quería...]
- Otra vez en eso, ¿eh?
La atención de Ash se vio alejada de la lamentación de Pidgeot al oír la voz de Misty llamándolo. Ella, junto con Iris y Anabel, ya habían llegado. Anabel estaba jadeando de cansancio y sudorosa por todo el cuerpo, a comparación de Iris que apenas si tenía algo de sudor encima. De haber tenido que adivinar, Iris probablemente habría puesto a Anabel a correr. Misty por su parte parecía solo haberse puesto a corretear sin rumbo sin desviarse mucho del camino a todo galope, por decirlo así.
- Sí, creí que sería buena idea intentarlo. El camino será largo antes de que lleguemos a Cinnabar, y me gustaría estar listo para entonces. – explicó Ash.
- Cinnabar es un gimnasio tipo Fuego. – dijo Misty. – ¿No tendría más sentido estar trabajando con Squirtle o ese Rocky Roll...?
- Roggenrola. – pronunció Iris por ella.
- Probablemente... el líder de ese gimnasio... sepa contrarrestarlos... mejor tener... otras opciones... – Anabel sonaba cansada incluso en sus pensamientos.
- Ash estuvo trabajando con ellos ayer. – dijo Iris. – No puedes entrenar sin descanso. Hay una razón por la que no les pongo a que hagan demasiado a la vez, y nunca por demasiado tiempo.
Misty se sonrojó de vergüenza por olvidarse de esas cosas, aunque Ash podría haber jurado que palideció ligeramente de terror por un momento. Como si hubiese algo de "espera, ¿esta es su idea de ser suave con nosotros?" o algo por el estilo, según sospechaba Ash. Tuvo que admitir que era algo escalofriante para ser honesto. No estaba planeando hacerles el equivalente de arar un campo llevando un peso de cincuenta kilos en la espalda, ¿verdad?
- Saben, debo admitir que me he topado con cierto dilema. – habló el Pokédex mientras Anabel telekinéticamente sacaba de su mochila una botella de agua y empezaba a bajársela.
- ¿Cierto qué? – preguntó Iris con confusión.
- Creo que esa es su manera de decir "tengo una pregunta" sonando más inteligente. – sugirió Misty. De hecho, sonaba a que tenía sentido.
- En general se acepta que los Pokémon bajo la dirección y cuidado de humanos son más capaces de superar el límite de cuatro movimientos que los Pokémon salvajes. Fuera de los Pokémon legendarios, muy rara vez se podrá ver un Pokémon como este sin influencia humana.
- Mi abuelo dijo algo sobre eso una vez. – dijo Iris, estando de acuerdo con la declaración del Pokédex.
- ...Haré de cuenta que entiendo el contexto de esa declaración. Independientemente del contexto, lo que abre mi curiosidad es... ¿qué hay sobre aquellos que son un punto medio entre ambos?
Ash intercambió miradas curiosas con Misty, Anabel e Iris, esperando una respuesta. Lo único que recibió fue más miradas confusas de parte de las tres.
- Buena pregunta. – fue todo lo que Iris tenía que decir al respecto.
...
- Ser.... – Servine notó a dónde iba la conversación y eso la hizo sentirse algo molesta. – [Grandioso, ahora nos va a faltar un instructor mientras intenta averiguar eso.]
Se tuvo que hacer a un lado para abrirle paso a Pikachu, cuyos continuos intentos de intentar electrificarse a sí mismo mientras atacaba lo llevaron a tropezarse sobre sus patas delanteras y arrancar varios trozos de hierba. Maldita máquina habladora.
...
La buena idea que siguió después no fue como resultado de que el Pokédex hiciera de nuevo una sugerencia. De hecho, se le había ocurrido a él: tratar de redoblar el esfuerzo cuando fuera posible. Después de todo, si uno de ellos tenía un buen avance, podría ayudar al otro. Y además, Lucario podía hacer muchas otras cosas además de dar golpes.
- Ahora si... si tuviera que adivinar, Fuerza Psíquica es básicamente una versión más fuerte de Confu... – Anabel todavía estaba exhausta, y tembló un poco antes de dejarse caer del cansancio.
No ayudaba que estaba tratando de explicarle sobre cómo mover cosas con la mente, lo cual Ash tenía que admitir sonaba bastante genial. Incluso si no fuese de la mejor ayuda posible, Confusión probablemente sería reemplazada por Fuerza Psíquica, y ese no era realmente el punto de las lecciones.
- ¿Sabes qué? Me siento demasiado sudada para concentrarme... – declaró Anabel. Ash estuvo a punto de decirle que podría volver después de que recuperara el aliento.
Lo que no se esperaba era que la blusa de Anabel brillara de azul y que se le aflojaran los botones. Dicha blusa se salió por sí sola de su cuerpo, con todo el blanco húmedo por el sudor. Ahora solo con un sostén púrpura cubriéndole el pecho, Anabel empezó a respirar de manera más relajada.
- Mucho mejor... – Sus ojos se desviaron hacia él, notando que se había puesto rojo en toda la cara. Un tinte del mismo color apareció en su propio rostro, pero no tanto. – ¿Qué? Le viste mucho más a Iris. – le dijo ella simplemente.
- Sí bueno, es que... todavía es... bueno, mucho. – tartamudeó él tratando de no mirar demasiado, aunque le gustó lo que vio. Una figura más tradicionalmente femenina que la de Iris, pero menos curvilínea que la de Misty. Su piel era pálida, pero en el buen sentido, no en el sentido de "déjenme salir de esta cueva".
Como fuera, todavía seguía respirando con algo de dificultad, enfocada en sus pensamientos. Deshacerse de la blusa sudada no era lo único que necesitaba. Necesitaba algo más, algo como Chansey. Algo que la hiciera sentir mejor, y que la re-energizara después de tanto correr y entrenar tan duro como lo había hecho.
Pero antes de poder empezar a pensar en cómo ayudarle con eso, de pronto sintió una oleada de energía cálida cubriéndole las manos. Ash se miró las palmas, que ahora estaban brillando de verde e irradiando ondas de energía.
¿Se estaría volviendo radiactivo? Eso no podía ser algo bueno. Sin embargo, cualquier preocupación de que su habilidad no fuese detectada por un contador Geiger se disipó al oír que la respiración de Anabel se tornaba más ligera y relajada.
- Eso... eso se siente bien. Muy agradable... – dijo ella en un tono relajado, mientras Ash seguía mirando sus manos sorprendido.
- Hey Anabel, ¿hay algún movimiento capaz de curar que no sea Huevo Curativo? – Tuvo dificultades para recordar, pero por suerte ella tenía la respuesta.
- Está Pulso Curativo. De hecho, es un Movimiento de tipo Psíquico... ¿cómo es que lo estás haciendo?
- Yo... honestamente no tengo idea. – le dijo Ash mientras la energía curativa seguía irradiando de sus manos.
- Bueno, como sea que lo hayas hecho, de verdad me está haciendo sentir mejor. Acércate más. – le pidió. Él lo hizo, solo un poco. Ella continuó pidiéndoselo varias veces más hasta que estuvo prácticamente al lado de ella. – Intenta hacerlo directamente. – le dijo.
Nervioso, lentamente movió sus manos hacia el frente, cerca de sus hombros desnudos. Suavemente presionó sus manos contra ellos, mientras Anabel comenzaba a irradiar una sensación de calma. Estaba seguro que su mamá llamaría a esto una buena vibra, fuera lo que fuera eso. La respiración de Anabel volvió a la normalidad en este punto, y sus manos seguían brillando mientras descansaban sobre los hombros de ella.
- Sabes, de cierto modo puedo sentir cómo fluye la energía con esto. Sigue así, y creo que lo descubriré yo misma. – le dijo ella mientras las manos sanadoras continuaban haciendo su trabajo en ella.
Ash siguió mirando hacia el frente, tratando de no mirar abajo. Quizás solo podía ver las puntas superiores del pelo de ella, pero mirar a Anabel a los ojos le daría vista de primera fila de sus... solo entonces fue que se dio cuenta de los beneficios de que la cara de Iris estuviese prácticamente al mismo nivel de sus ojos, incluso mientras se duchaban.
- No puedo creer que sigo terminando así de agotada por entrenar con Iris. Ninguno de ustedes termina tan mal. – musitó quedamente tras un rato de recibir la curación.
- Bueno, no es que yo exactamente me ponga a holgazanear cuando ella me obliga a escalar árboles gigantes o a correr enfrente de uno de mis Tauros, incluso teniendo a Chansey en espera para ayudarme a volver a caminar después. – le dijo Ash amablemente. – Además, todos llevamos mucho más tiempo haciendo esto. Iris y Misty llevan mucho más tiempo viajando que tú y yo, y yo solía hacer deportes en la escuela.
- Digo, ya antes te dije que me gusta la sensación de estar volviéndome más fuerte, sentirme en mejor forma... pero tener que jugar más duro para alcanzarlos es tan... – Se detuvo de completar la oración mientras Ash trataba de enviarle los pensamientos más agradables que podía en su dirección. Pareció recibirlos, en cualquier caso, pues inclinó su cabeza para mirar en su dirección cuando él empezó a hablarle.
- Quizás no seas la más fuerte físicamente, ¿pero quién puede ayudarme a prepararme para las batallas? Iris y sus Pokémon tal vez sean fuertes, pero tú tienes una buena mente para las estrategias de batalla. Si tú no estuvieras aquí, ¿cómo me prepararía para enfrentar a gente cuyas estrategias son algo más que "atacar, atacar y atacar"?
- Eso no te ayudó mucho con Janine. Ella estaba varios pasos por delante de nosotros. – dijo Anabel algo deprimida.
- Bueno, si no fuera por tus ideas, podría haber estado muchos pasos más por delante de mí. – le dijo Ash con confianza. Además era cierto. – Anabel, tú podrías ser fácilmente una entrenadora si quisieras. Podrías ganar cualquier medalla que quisieras, y podrías darme muy buenas peleas cuando nos encontráramos.
Podía decirle eso con mucha confianza, después de todo tenía un brillante Símbolo de Habilidad como prueba de eso. O al menos, lo tuvo antes de lo de Cyrus.
- Dices eso con tanta confianza. – musitó Anabel.
Otra vez Ash se alegró que ella no tratara de meterse en el centro de su mente. Lo que había en ese lugar sería demasiado confuso después de todo, y más y más... irrelevante. Con todo y que muchas cosas seguían siendo similares. Los hermanos Eevee eran más complicados, Iris ya no lo llamaba "niño", el Equipo Rocket ya no lo llamaba "bobo", y tenía todos esos hermanos regados seguramente por todo el mundo.
- Porque sé que es verdad. Lo único que sé es que un día, Misty decidirá que podrá ser tan buena líder de gimnasio como lo fue su abuela, y reclamar el Gimnasio Cerulean como suyo. Quizás no sea su sueño principal, pero es algo que a ella no le molestaría hacer y creo que es algo que la haría muy feliz algún día. Y cuando eso ocurra, realmente quiero ganarme una verdadera Medalla Cascada. Pero si quiero lograrlo, necesitaré de muy buena práctica para cuando llegue ese día, y ya conozco a esa persona. – le dijo con toda sinceridad, haciendo que Anabel le diera una gran sonrisa.
- Eso suena bien. – dijo ella mientras sus propias manos comenzaban a iluminarse con el brillo de Pulso Curativo.
Claramente cuando no podías explicar cómo hacías algo, dejar que la otra persona pudiese sentir cómo era ayudaba a que pudiera descubrirlo por sí misma. Anabel se miró su propia mano asombrada, antes de tocarse el estómago con ella. La dejó allí por un segundo con curiosidad antes de removerla, antes de voltearse hacia Ash y colocarla sobre su pecho. En el momento en que lo hizo, una sensación de calidez destilada se esparció por todo su ser.
- Interesante, no funciona en nosotros mismos, solo en otros. – observó Anabel mientras la curación mutua continuaba.
- Qué bien entonces. Así si los dos nos lastimamos estando juntos estaremos bien, incluso sin Chansey. – le dijo Ash a Anabel que asintió estando de acuerdo. – ¿Y qué opinas, Anabel? ¿Alguna vez has querido hacer la prueba en la Liga Pokémon? No sería muy difícil teletransportarte para conseguir las medallas que necesitas, y me encantaría otra rival. No hay razón para que solo yo compita por medallas entre nosotros. – declaró Ash, pero Anabel negó con la cabeza.
- No soy buena pretendiendo que no soy telépata para poder hacer eso. Podría hacer lenguaje de señas, pero seguro que me descubrirían y prefiero no causarles problemas a ustedes. Además, no estoy segura de que me vaya tan bien en una liga. Todas esas posibilidades con los Pokémon, dirigidas a un solo punto... preferiría hacer algo donde todos vayan lo más lejos que pueden sin detener a otros de continuar. Algo en lo que puedan ascender sin tener que esperar un año entero para volver a intentarlo, y todo por un error o una mala decisión.
- ¿Algo como que cada victoria te pone más y más arriba hasta que ya no puedas más, como una torre en la que vas ascendiendo? – Ash intentaba entender lo que decía Anabel, y ella asintió.
- Sí, algo como eso. Una Torre de Batalla cuyas únicas reglas sean llegar tan alto como puedas... creo que eso suena divertido.
Probablemente lo sería.
...
Al fondo podía oír a Pikachu maldecir por haber incendiado la hierba de nuevo, con Psyduck teniendo que apagar el fuego gruñendo algo sobre que ya era la tercera vez. Pero eso no era lo que tenía enfocada su atención en este momento.
Lo que tenía su atención... era su mano, que temblaba con la sensación que alguien tendría por golpear un árbol. Aunque la fuente de dicho temblor era más por intentar un golpe de karate que uno normal. Ash ya tenía un historial mayor de chocar accidentalmente contra los árboles que de tratar de partirlos en dos como en una película de acción, así que eso era con lo que compararía el dolor que tenía en ese momento.
Iris, que estaba de pie junto a él mientras se frotaba la mano adolorida, frunció el cejo mientras alzaba la suya, que brilló de verde. Luego atravesó con ella el árbol, dejando un corte tan profundo y limpio que le daría envidia a cualquier leñador.
- Tengo que decirlo... esto es extraño. Deberías ser capaz de hacerlo. La máquina dice muchas cosas, pero normalmente no se equivoca en ellas. – Ella cogió su mano derecha entre las suyas, mientras la veía de cerca.
La sensación de Iris sujetando su mano era... interesante, Ash tuvo que admitirlo. Él no tenía un catálogo de "cómo se sienten las manos de mis amigos" en su mente, y el único que probablemente lo recordaría en detalle sería Brock, para quien únicamente aplicaría en el género femenino. Brock probablemente se soltaría en un elocuente discurso sobre cómo la mano de una Enfermera Joy en Kanto se sentía diferente a la de una que vivía en Sinnoh, pero si le preguntaran cómo sería la mano de Crasher Wake comparada con la de Roark no tendría nada que decir al respecto.
Las manos de Iris se sentían un poco desgastadas, llenas de callos por incontables cosas pequeñas que habría pasado en su vida, y hechas para tener un mejor agarre en lo salvaje sin resbalar.
- Estabas haciéndolo de la manera correcta. – dijo ella mirándolo a los ojos.
- Sé cómo golpear cosas. – dijo Ash simplemente.
- Ya dije esto antes sobre Goomy hace tiempo: los Pokémon Dragones, y sus movimientos, son muy poderosos, pero requieren mucho esfuerzo, y voluntad, para poder lograrlo. La voluntad no es lo que te está dando problemas aquí. – musitó mientras Ash empezaba a sentir algo de pánico.
Si era el poder, ¿significaría eso que lo sometería a más entrenamientos locos? ¿A entrenar todavía más duro? ¿Acaso lo iba a poner a luchar frente a frente contra sus Tauros?
- No estoy segura de lo que podemos hacer al respecto ahora. Quizás resulte mejor si tienes mayor práctica con tus habilidades. Creo que dijiste antes que nunca utilizaste las tuyas hasta que abandonaste tu hogar, así que tal vez el tiempo te dé el poder que necesitas. – teorizó Iris mientras Ash sentía que su pánico se le iba.
Tiempo, con eso podía lidiar. ¡Pero nada de luchas de Tauros!
- Habías dicho algo sobre que te fuiste de tu casa para ser un Maestro Pokémon, ¿verdad? – le preguntó Iris de repente.
Detrás de ellos, Pikachu seguía corriendo, con Emolga aferrándose a su espalda usando Descarga mientras lo hacía. Cómo ayudaría eso a recrear Tacleada de Voltios, Ash no tenía idea, pero eso no importaba.
- Creo que sí lo dije en algún momento. – asintió Ash.
- ¿Qué harás cuando por fin seas uno? – le preguntó con un poco de disimulo en su tono, algo inusual para ella.
- Eso lo descubriré cuando sea uno. – le dijo Ash. Al ver la mirada confusa de Iris, él continuó. – Ser un Maestro Pokémon no es algo que sea sólido. A nadie le dan un diploma que dice "Eres un Maestro Pokémon, puedes abordar aviones temprano y consigues descuentos en restaurantes muy selectos". Honestamente, de lo que me han dicho, solo eres un Maestro Pokémon cuando la gente no solo te llama uno, sino cuando tú lo crees.
- Entonces... ¿no es nada? – resumió Iris de lo que entendió mientras Ash se encogía de hombros.
- No es nada, pero a la vez sí es algo. Al menos así creo que lo diría el Profesor Oak. No tengo idea de cómo llamarlo, porque darle una definición o un nombre a las cosas es como sonar pretencioso.
- ¿Cómo puede algo no ser nada y ser algo al mismo tiempo? – cuestionó Iris.
- Estoy seguro que la ciencia tiene una razón. – bromeó Ash mientras Iris lo veía con una expresión reflexiva. Extrañamente, la misma que le dio a sus músculos debajo de aquella cascada.
- Entonces lo que quieres hacer en tu futuro es ser flexible. Muy flexible.
- Eso... creo... – Ash no estaba seguro de a dónde querría llegar con eso. Y por alguna razón, la sonrisa de Iris comenzaba a preocuparlo, como si le diera la impresión de que querría ver si era capaz de estirarse hasta tocarse las puntas de los pies. ¿Podría hacer eso?
...
Sí podía, ya lo había verificado. Pero ignorando dicha hazaña, él y Misty se encontraban tratando de hacer algo totalmente diferente. La creación de un Hidropulso.
- ¡Hrrahhhh! – Y no les estaba yendo bien, a ninguno de los dos.
Ash dejó la postura que estaba intentando, ya que parecía más como si intentara hacer un Hadoken que un Hidropulso, mientras Misty miraba sus manos con frustración.
- ¿Por qué no está funcionando? – gruñó ella de nuevo, tratando de concentrarse en formar ese movimiento que ambos deberían ser capaces de usar. Pero nada pasaba, Misty empujaba sus manos al frente y las miraba con rabia, pero la rabia no era suficiente, no formaban ninguna esfera de agua.
A Ash tampoco le iba mejor, pues había seguido el consejo de Misty cuando se trataba de reunir agua, y aun así sus manos no se sentían húmedas por el esfuerzo. Ni siquiera estaban sudadas, eso estaba más reservado para su cabeza y axilas, y ninguno podía siquiera generar el Hidropulso sin verse raro en el intento.
El sonido de un traqueteo eléctrico detrás de los dos atrajo su atención brevemente hacia Pikachu, que estaba de pie orgulloso, con los brazos cruzados, mientras un aura eléctrica lo rodeaba con chispas que volaban a su alrededor. Emolga estaba de pie junto a él, mirándolo con los ojos llenos de admiración.
Era un buen movimiento, pero Ash no estaba seguro de que fuese Tacleada de Voltios. Se veía diferente, la electricidad a su alrededor era más salvaje y formaba picos a su alrededor, y el aura alrededor de Pikachu también se veía de distinto color. Tacleada de Voltios cubría a Pikachu de amarillo claro y negro, y este parecía más dorado y blanco.
- Pikachu ha logrado exitosamente aprender un quinto movimiento. Pikachu ha aprendido Carga Salvaje. – declaró el Pokédex.
Pikachu adoptó una mirada de extrañeza en su rostro al saber que había aprendido el otro movimiento eléctrico con daño de retroceso. Sin embargo, la atención de Ash a la reacción de su compañero por haber aprendido el movimiento equivocado se desvió otra vez hacia Misty, que miraba sus manos con fastidio.
- ¿Qué sucede? Debería saber cómo hacer esto... puedo hacer remolinos y olas gigantes cuando quiera. ¿Cómo es que arrojar una esfera es diferente de eso?
Ash no estaba seguro de cómo podría ser eso más allá de la escala, pero tenía que pensar en algo y rápido para bajarle el enojo.
- Bueno, ¿cómo fue que aprendiste esos movimientos? Tal vez eso te ayude. – sugirió Ash, mientras Misty volvía a mirarse las manos, empezando a recordar.
- Bueno, necesitaba saberlos, así que lo descubrí yo misma.
- ¿Tienes un poco más de contexto? – inquirió Ash mientras Misty fruncía el cejo.
- Bueno, aprendí Cascada porque era eso, o estrellarme contra el fondo rocoso de una.
Ash la miró, literalmente cambiando su expresión a una de preocupación que le vino al escuchar eso.
- Estoy bien, obviamente. – le aseguró Misty, y parte de ella se sintió feliz de ver su preocupación.
- Ahora que lo pienso... más o menos así es como funciona para mí casi todo el tiempo. – dijo Ash. Ante la mirada confusa y preocupada de Misty, rápidamente le aclaró que no se refería a caerse por una cascada hacia una muerte dolorosa con las rocas. – Parece que aprendo mejor por accidente o porque necesito aprenderlos. Cuando me atacaron los Spearows, cuando estuve corriendo todo ese tiempo en la caminadora, cuando Anabel estaba muy cansada y necesitaba energía... quiero decir, puedo aprender a hacer movimientos sin eso, pero definitivamente esos me llegan más fácil.
- Entonces, ¿lo que estás diciendo es que sería mucho más fácil si estuviéramos en una situación donde realmente lo necesitáramos? Creo que eso tiene sentido, pero no estoy segura de qué tanto me ayuda. – admitió Misty.
- Seguro se nos ocurrirá algo. Tal vez Iris tenga alguna idea...
- No. – lo cortó Misty antes de poder continuar por ese mismo tren de pensamiento. – Por mucho que preferiría no correr kilómetros colina arriba, el único daño que eso me hace es a las suelas de mis zapatos. ¿En serio quieres que ella nos haga que necesitemos arrojar agua? ¡Conociéndola, tal vez su idea sea prender cosas en llamas!
O tal vez pedirle a Charizard que prendiera cosas en llamas para el mismo propósito, pero eso... no era totalmente imposible. Probablemente sería mejor evitar algún incendio forestal, aunque fuese con buenas intenciones.
(--0--)
Club de Batalla de Celadon...
Gary mantenía una sonrisa en el rostro durante todo el tiempo que el cuarto estuvo iluminado con una luz azul. Dicha luz se desvaneció mientras el Don George asentía, poco después que la lengua masiva de Arcanine lamiera por toda la cara a Gary.
- Bien, con eso bastará. Mi desafío patentado de cincuenta entrenadores, que antes estaba solo por Erika pero que ahora solo está aquí, está completado. Fuiste el primero en pasarlo entre todos los que lo han intentado, ¡y aquí está tu recompensa! – declaró el Don mientras varios hologramas aparecían alrededor de Gary con todos los otros Pokémon sin contar a su nuevo Arcanine, a los cuales había utilizado para lograrlo. Blastoise. Golem. Seadra. Fearow. Pidgeot. Alakazam. Tangrowth. Magneton. Qwilfish. Pinsir. Porygon. Doduo. Machoke. Venomoth. Y encima de todos ellos, había un gran letrero en fuente de negrita que decía "¡Felicidaciones!". Gary se quedó viendo la palabra por un momento antes de voltear a ver a Don George.
- Lo deletreaste mal. Es "Felicitaciones". – enfatizó Gary mientras el Don George se sonrojaba.
- Oh... vaya, eso es embarazoso. Hey... si prometes que no dirás nada, puedo enviarte a otra ciudad. Tengo un Abra, y mi hermano en Ciudad Gardenia también dirige un buen programa de entrenamiento.
Gary asintió mientras Arcanine ladraba estando de acuerdo. Después de mucho pensarlo, finalmente había llegado a una conclusión. Tenía que arreglar lo que estaba mal con él, y la mejor manera de hacerlo era practicar batallas. Pelear más a menudo, más duro, por más tiempo. Hacerlo con todos.
Si quería sentirse bien, ganar su octava medalla, tenía que presionarse a sí mismo y a su equipo mucho más y con más empeño que antes. Tenía que ser más astuto, pensar más rápido, moverse más rápido y soportar más el daño. ¡Esa octava medalla tenía que ganársela con todas las de la ley!
Tras una teletransportación rápida, Gary se encontró viendo una batalla en progreso, mientras su Don George saludaba a otro y los dos iniciaban el usual apretón de músculos que usaban para saludarse. Dicha batalla tenía cuatro Pokémon derrotados de un lado, y un quinto tratando de mantenerse, y cuatro Pokémon retornados en el otro y un quinto dominando. Dichos Pokémon retornados eran un Magikarp (había una piscina en el centro del campo de batalla), un Magnemite, un Lickitung, y un Shellder, con un pequeño Pokémon rojo respirando fuego contra el Pidgeotto del otro lado.
- Magby, un Pokémon bebé que evoluciona en Magmar. Magby chorrea magma desde su interior cuando está enfermo, lo que puede causar severos daños a las casas. No son buenas mascotas. – le informó el Pokédex a Gary cuando el Pidgeotto fue noqueado.
El ganador sonrió mientras Gary sentía que se le erizaba la piel de rabia, particularmente al ver el número total de medallas que aparecían para ambos. Cinco contra una. Y en el momento en que el dueño de las cinco medallas salió, Gary lo interceptó.
- Debes sentirte muy orgulloso, después de darle una paliza a un novato. Francamente me sorprende que el chico tenga un Pidgeotto, antes de eso habría visto un Pidgey. – le dijo Gary.
Paul rodó los ojos antes su respuesta antes de darle la suya propia, algo que sonaba como su abuelo explicándole algo a Ash en su período más idiota. En serio, a los nueve años Ash no era muy listo. Lo superó con el tiempo, pero igual...
- Si quisiera noquear a ese niño solo por diversión, habría usado a Torterra. Verás, lo que estaba haciendo era entrenar a mis nuevos Pokémon que todavía necesitan pulir sus habilidades. Imagino que el Magikarp que estaba utilizando sería prueba de eso. Difícilmente sería un miembro de la Liga Botón B, eso es cosa más bien de Ketchum. Claro que tampoco he descuidado a Torterra.
- Bueno, yo tampoco he estado holgazaneando, para que sepas. – declaró Gary mientras Paul veía a Arcanine.
- ... Qué desperdicio de una piedra evolutiva. – fue su comentario, haciendo que Arcanine gruñera.
- ¡Este "desperdicio de una piedra evolutiva" me ganó mi Medalla Arcoíris! – declaró Gary, haciendo que a Paul le diera un tic en el ojo.
- Bueno, pues qué bien por ti. Ahora tienes seis medallas y una medalla de "entraste al edificio". En cuanto a mí, planeo ir por esa misma medalla al último. Así será mucho más dulce.
- Bueno, como alguien que sí tiene esa medalla, déjame mostrarte lo que necesitas para poder ganarla. ¡Aquí y ahora! – dijo Gary mientras Paul los veía a él y a Arcanine, que todavía seguía gruñendo.
- Los dos ya pelearon hoy, igual que yo. Aunque podría vencerte, con eso podrías achacar tu derrota a estar cansado, y odiaría que te permitieras mentirte a ti mismo tan fácilmente. Mañana será mucho mejor.
- ¿Tienes miedo?
- Soy inteligente, tú solo eres un sabelotodo que lee libros. Trae tus seis mejores Pokémon a las nueve en punto mañana, aquí mismo. – Paul se dio la vuelta y se marchó, dejando a Gary y a Arcanine mirando su espalda con rabia.
- ¡Eso solo me da más tiempo para planear cómo voy a vencerte, imbécil!
En verdad era perfecto. ¿Qué mejor manera de decirse a sí mismo:" Gary, por fin saliste de tu mala racha y cuando Índigo llegue podrás enfrentarte a Ash y Red" que trapeando el suelo con ese idiota con mala actitud?
- Y bien Arcanine, ¿estás listo para patearle el trasero? – le preguntó Gary a su recién evolucionado Pokémon, y Arcanine respondió lamiéndole la cara.
(--0--)
De vuelta con Ash...
Ash arrojó la Bola Lunar al aire, atrapándola. Luego lo hizo otra vez, y la volvió a atrapar.
- Entonces, si la usara en un Nidoran, ¿sería igual de efectivo aunque sea su forma evolucionada la que evoluciona con la Piedra Lunar? – le preguntó al dispositivo, que descansaba en un tocón cercano.
- Correcto. Esa piedra es funcional con un rango pequeño de Pokémon, incluyendo a Jigglypuff, Clefairy y Munna. El Apricorn Amarillo del que está hecha la bola tiene una notable conexión con los rayos-X provenientes de la luna, que no deben ser confundidos con los rayos-X usados en instalaciones médicas, lo cual crea el efecto. A pesar de esto, he logrado ya la duplicación de la bola, así que en teoría tendrás la habilidad ilimitada de capturar a uno de estos Pokémon para mi recolección de datos.
Grandioso, pero Ash no estaba seguro de que eso fuese a suceder. Él no era de los que le arrojaban Pokébolas a cada Pokémon con el que se encontrara, y tampoco era que se topara con Pokémon de ese particular tipo tan a menudo como uno pensaría. Fuera de la Skitty de May, el único Pokémon con el que frecuentemente tenía que lidiar que usaba una Piedra Lunar era Jigglypuff, y ya se habían librado de las insidiosas canciones de Jigglypuff desde Hoenn...
- ¡Jiggly!
Ese espantoso chillido hizo que Ash se fuera para atrás del horror, agitando los brazos salvajemente mientras el terror rosado y redondo saltaba sobre un tocón cercano, ya con su marcador en la mano.
- No... no, no, no, ¡no, no, no! ¡NO!
¡¿De dónde había salido?! Ash rápidamente se tapó las orejas, cerró los ojos y trató de ahogar cualquier ruido que pudiera ocurrir con los ensordecedores gritos de su mente. Si la gente tenía un ojo interno, ¿tendrían un oído interno? Si ese era el caso, le gritaría todos los pensamientos que le vinieran a la cabeza para ahogar la canción de Jigglypuff y salvarse.
Sus sueños de ser un Maestro Pokémon. El horror de descubrir que los padres de Brock estaban muertos. La cocina de su madre. La visión de Iris desnuda... no estaba seguro exactamente de cómo gritaría esas cosas en su cabeza, pero tenía que ahogar la canción de Jigglypuff de alguna manera.
Cinco minutos después, suspiró de alivio. No había sueño. Ni tampoco tenía la cara rayada. ¡Estaba bien!
- Pikapi... [Ash...] – Pikachu rompió su intento de neutralizar el sonido, como si no fuese efectivo, y sonó como si acabara de hacer algo horrible.
Ash lentamente abrió los ojos, preguntándose qué podría haber hecho para que Pikachu sonara así de preocupado. ¿Acaso creyó que oír el sonido de cosas visuales haría que la realidad volviera a explotar?
Cuando volvió a abrir los ojos en su totalidad, pudo ver por qué Pikachu estaba tan preocupado. Y la quijada se le cayó de horror al ver lo que tenía frente a él. Una Bola Lunar, desapareciendo, y ningún Jigglypuff a la vista.
- En tu sorprendentemente aterrorizada reacción, arrojaste la Bola Lunar. Al hacerlo capturaste un Jigglypuff. Jigglypuff, el Pokémon globo, es capaz de flotar sobre el suelo y moverse usando los enormes sacos de aire que tiene dentro de su cuerpo. Las canciones de Jigglypuff varían según la región... e interesantemente este Jigglypuff es fascinante.
- ¿Cómo...? – preguntó Ash débilmente, mientras el Pokédex continuaba.
- Sufre de una condición extraña que afecta su ataque de Canto, lo cual hace que se manifieste no como una serie de notas musicales sólidas que noquean al contacto, sino que mantiene el efecto en las ondas sonoras. Un Jigglypuff como este es considerablemente más peligroso que el resto de su especie para la gente en general, y se sabe de casos donde han provocado graves accidentes automovilísticos.
Ash estaba seguro de que muchos Pokémon cantaban sin crear notas musicales que contuvieran los efectos, aunque en aquel entonces muchos de ellos que lo hacían de ese modo empezaron a aparecer al mismo tiempo... ¿Obra de Cyrus? No estaba seguro del por qué cambiaría el ataque Canto de todas las cosas... ¿acaso era más lógico?
- Este Jigglypuff es hembra, conoce Canto, Doble Bofetón, Reserva y Voz Cautivadora. Ahora se encuentra en el laboratorio del Profesor Oak, por si no fuese suficientemente obvio.
¿Jigglypuff era una chica? Él estaba seguro de que era macho. Pikachu notó su cara confusa, y lo miró raro por haber asumido tal cosa.
...
Y entretanto, en el rancho del Profesor Oak...
- Huh, ¿un Jigglypuff? Debo decir, no era exactamente lo que me esperaría recibir de Ash... espera, Bulbasaur, ¿por qué sales corriendo?
El profesor se quedó viendo al Pokémon tipo Hierba de Ash, que de repente salió disparado hacia los campos de investigación y bien lejos del nuevo Pokémon de Ash.
- Pues vaya, qué grosero de su parte... – fue lo último que alcanzó a decir el profesor pues el globo rosado comenzó a cantar, y sintió que el señor de los sueños se apoderaba de él irremediablemente...
Entretanto, en cada esquina que Bulbasaur pudo encontrar a sus colegas Pokémon en el club de las dos líneas temporales, se dedicó a darles a todos el importante aviso. Muchos cuestionaron su legitimidad, pero cuando un par de Tauros llegaron con parches de ojo y patillas dibujadas con marcador, todos aprendieron la sabiduría de temerle a las canciones de Jigglypuff.
(--0--)
Más tarde...
- Fue una larga caminata para llegar aquí, pero creo que ese risco fue un buen entrenamiento para ambos. – declaró Iris mientras Ash se sujetaba las manos, posiblemente tratando de recuperar la sensibilidad en ellas.
Le alegraba ver que sus esfuerzos estaban dando fruto. Ash, que ya de por sí lo estaba haciendo bien, estaba empezando a mejorar por su propia meta. Todos lo estaban. Eso era tranquilizador. Janine sirvió bien para despertarlos, pero si era honesta consigo misma, ella ya tenía razones desde mucho antes para hacerlo.
El incidente de Ciudad Gringy para empezar, y antes de eso estaba J. Especialmente... J. Iris sintió que una mueca de rabia se formaba en su rostro al recordar a esa mujer. Cuando volviese a ver a esa malvada, se había prometido que le daría lo que se merecía.
- ¿Iris, estás bien? – le preguntó Ash con preocupación, y Pikachu se alejó de ella un poco involuntariamente. Claramente podían verle los dientes y eso les preocupaba, a menos que hubiera empezado a sisear sin darse cuenta.
- Solo pensaba. – les dijo simplemente.
Su caminata, ya que Iris no vio razón para ponerlos a trotar después de haber escalado un risco, los llevó hasta un área abierta donde se estaban reuniendo otros entrenadores. Iris no les prestó mucha atención, pues tenía otras cosas en las cuales pensar.
...
- Créeme, estoy tratando de hacer esto efectivo. Te aseguro que no involucra tratar de matarte. – le dijo Iris a Misty unos días antes, con un montón de bellotas apiladas junto a ella.
- ¡¿Qué hay de efectivo en lanzarme bellotas?! – exigió saber Misty.
- Ya te dije lo que voy a hacer.
- ¡Eso no lo hace mejor! Mira, entiendo que te hayas puesto algo paranoica con una ninja, pero eso no quiere decir que puedes...
- La chica de las sombras. – dijo Iris simplemente, y Misty dejó de quejarse. – No es solo por Janine. Ya nos hemos topado con amenazas antes, y sin duda encontraremos más. Eres mi amiga y quiero que vivas. – le dijo con toda honestidad. Misty sintió que la molestia se le bajaba.
Aunque le regresó un poco cuando comenzó a arrojarle las bellotas con la instrucción clara de que tenía que desviarlas, al menos hasta que se acordó de usar Torbellino. Misty se golpeó la frente por alguna razón después de eso.
...
- ¡Maldición! – escuchó de repente gritar a alguien de frustración, sacando a Iris de sus pensamientos, y Ash se detuvo de golpe. Pareció reconocer a la persona que gritaba. ¿Era el sujeto con armadura?
- Je, ya deberías saber que de nada sirve usar Pokémon Insectos. Esos no pueden ganar nada después de un tiempo. ¿Cuántas medallas dijiste que tenías? – cuestionó otra voz, con un tono de superioridad y arrogancia que a Iris no le gustó para nada.
- ¡Tres! Acabo de ganar mi tercera medalla, en la cual mi Paras y Pinsir fueron invaluables...
- ¡Bueno, pues yo tengo cuatro!
Iris se habría marchado de ahí, pues no tenía por qué lidiar con quienquiera que estuviese haciendo ese alboroto, pero entonces vio a Ash. Tal vez ella tuviese la misma mirada sorprendida que Pikachu, pues Ash tenía una expresión de molestia en el rostro. Quizás incluso furia. Pero no iba dirigida al usuario de Pokémon Insectos con armadura, pues comenzó a caminar hacia los entrenadores pisoteando con mucha fuerza.
Iris lo siguió, insegura de lo que estaba sucediendo. Lo que sí notó cuando llegaron con el grupo, fue algo que jamás había visto antes. ¡Un humano variocolor! O al menos, probablemente eso era lo que el humano parecía, pues era inusualmente pálido, incluso entre aquellos con pigmentación más clara. El posiblemente variocolor humano les echó una mirada en cuanto llegaron con una mezcla entre arrogancia y rabia.
- Vaya, vaya, vaya, pero si es Ash Ketchum. Cuanto tiempo.
- Joshua. – gruñó Ash. Iris notó ese gruñido con algo de sorpresa. Ash casi nunca usaba ese tono con nadie. Honestamente, la última vez que se lo había escuchado fue cuando se encontraron con Paul. No podía ser solo la arrogancia de Joshua el humano variocolor. Había algo más... ¿habría mencionado Ash a un Joshua antes?
- ¿Así que lograste llegar hasta aquí? Estaba seguro que después que fallaras en la prueba de ese viejo decrépito te habrías ido corriendo a llorar a casa antes de llegar siquiera a Pewter. ¿O tal vez sí querías ir allá, pero te perdiste? No puedo descartar esa posibilidad.
- Este humano sacó la segunda puntuación más alta por detrás de Gary Oak. – pitó el Pokédex desde el bolsillo de la chaqueta de Ash, causando que Joshua lo viera estupefacto.
- ¿Tú? ¿Segundo mejor, por debajo apenas de ese idiota?
- A diferencia de ciertas gentes, yo sí puedo ponerme a estudiar, aunque a veces me haga querer arrancarme los ojos. – declaró Ash en un tono de frialdad.
Por fin todo empezó a encajar para Iris: Ash si había mencionado a un chico llamado Joshua en relación a cómo consiguió su Pokédex y algo llamado un campamento de verano, que también estaba conectado a esos gemelos a los que conocían. Pero había algo más, algo faltaba...
- Bueno, de alguna manera lo hiciste. Prueba de que ese anciano tal vez no estaba tan equivocado. Aun así... – Su mirada se desvió hacia ella, e Iris de pronto tuvo una extraña sensación de nauseas en cuanto la miró, solo por un momento.
Misty había dicho algo acerca de que "te echaban el ojo" en cierto momento. Estaba segura de que Ash lo había hecho una o dos veces cuando se bañaron en esa cascada, aunque él trataba de no hacerlo. Ella sospechaba que era una especie de complejo que tenía. De cualquier manera, la idea de eso, incluso aunque no fuese Ash, no era lo que le molestaba. Era algo más en lo que este tal Joshua estaba haciendo al mirarla que le molestaba.
- ¿Entonces esta es tu nueva Serena? Un poco difícil superar a un bombón kalosiano, y dudo que fuese a manejar tan mal a un Rhyhorn, pero en serio, hasta tú podrías hacerlo mejor. Ya llegas a un punto donde la estatura es demasiada, y esta chica claramente ya lo rebasó hace mucho.
¿La estaba insultando por su estatura? Iris no entendía por qué, pero la mención de ese nombre sacudió su memoria y le hizo entender un poco por qué Ash estaba tan furioso.
Serena, según recordaba, era una chica que Ash había conocido en el campamento de verano. Los dos se habían hecho muy buenos amigos, lo cual por alguna razón parecía molestarle a Misty, y luego resultó que Joshua había sido responsable por hacer que la echaran cuando ella mintió para proteger a Ash.
Eso explicaría por qué Ash estaba actuando como lo hacía, de la misma manera que lo hizo con Paul la primera vez que ella lo había visto. Ash se veía incluso más furioso ahora, y Pikachu también estaba echando chispas.
- Ahora, ¿por qué no te portas como un buen idiota y me dices cuántas medallas tienes? No tengas miedo, seguro que incluso Serena entendería por qué no tienes ninguna...
Ash lo calló abriéndose la chaqueta de golpe, revelando sus medallas y también los músculos que Iris había estado trabajando tan duro para ayudarle a desarrollar. El humano variocolor se puso aún más pálido, respirando con dificultad al decir "cinco" repetidas veces, y también parecía perturbado por la musculatura de Ash. Murmuró también algo de "no recordaba que tuvieras tanto", que hizo que Iris se sintiera orgullosa. Después de todo ella había trabajado duro para agregar más.
- ... ¡¿Cómo diablos conseguiste cinco medallas... y una de Celadon de todos los lugares?! ¡¿Qué, acaso tuviste que disfrazarte de mujer y dejar que te tocara para conseguir esa?! – exigió Joshua mientras Ash levantaba una Pokébola apuntándole a la cara.
- ¿Qué tal si te muestro cómo la conseguí? – declaró Ash mientras la multitud de entrenadores se echaban para atrás, cosa que Iris también decidió hacer. Joshua, para darle crédito, no intentó escaparse de ello, sino que sacó su propia Pokébola. – ¡Te voy a exponer aquí y ahora! ¡Voy a ir con todo lo que tengo!
- ¡Derrótalo por el honor de todos los Pokémon Insectos, y también por mí! – dijo el sujeto de armadura animando a Ash, antes de murmurar algo sobre que se sentía raro estar animando a Ash.
¿Tendría también alguna historia con Ash? Se puso a animarlo todavía más cuando envió a Butterfree para enfrentar a un Arbok, y Joshua dejó caer unas cuantas Pokébolas bloqueadas a sus pies. Tal vez fueran las que habían utilizado antes. Eso seguramente quería decir que "con todo lo que tengo" se refería a ir "seis contra seis".
Al comenzar la batalla, Iris notó que Ash de nuevo sufría ese mismo nivel de ira que estaba presente en su primera batalla con Paul. Aunque a diferencia de esa batalla, que fue causada por la pérdida de un Primeape, posiblemente de manera fatal, esta estaba fundado en algo más dormido, y más antiguo. El incidente con Serena, específicamente. Un simple acto del destino que había separado a dos amigos, y todo a lo que eso podría haber llevado.
Tal vez a otra posible compañera, y una capaz de la rara habilidad que los humanos compartían con muy pocas especies de Pokémon: la habilidad de cocinar. Una habilidad admirable, y una que incluso Misty, por todo lo que extrañamente le incomodaba la idea de que Serena anduviera cerca, admitía que desearía tener.
Y tal vez una posible pareja adicional, con todo lo que eso podría llevar. ¿Acaso ella podría manejarlo diferente a como lo hacía Misty? ¿Respondería mejor al entrenamiento, o tal vez peor?
Cuando Arbok fue derrotado y la batalla se volvió de Pidgeot contra Onix, lo cual requirió que los espectadores dieran unos cuantos pasos atrás, y que alguien jalara al chico de armadura cuando pidió más de la gloria de los Pokémon Insectos, Iris no pudo evitar notar una diferencia entre las dos peleas en las que Ash era motivado por su ira. En la pelea con Paul, la ira de Ash causó que no fuese tan efectivo en sus órdenes y decisiones, y eso por un momento hizo que la batalla se inclinara a favor de Paul antes que Misty lo ayudara a calmarse. Aquí... aunque podía ver que Ash no estaba a su máxima capacidad, otra vez debido a la ira, Joshua simplemente no era ni de cerca tan hábil como Paul.
Así que, aunque Ash probablemente podría ver en retrospectiva la pelea y darse cuenta de las aberturas que desaprovechó, o algunas decisiones malas como la que llevó a Onix a darle un Cabezazo a Pidgeot luego de un Tajo Aéreo fallido, la batalla todavía iría a favor de Ash. Esa Ala de Acero que noqueó a Onix era prueba de ello.
Cuando la batalla se tornó en Raticate contra Pikachu, luego de tres breves rondas intermedias de un Tauros contra Magnemite, Squirtle contra un Dugtrio, y Muk contra un Nidorino (que terminaron todas en victorias para Ash), Iris hizo una nota personal de agregar algo más al entrenamiento de Ash. Maneras para ayudarle a controlar estos episodios de ira o al menos a canalizarlos mejor. Aunque eran poco frecuentes, y siempre con algo o alguien que los provocaba y eran entendibles... era algo en lo que tenía que trabajar.
De lo que Ash había dicho sobre su confrontación con Belladonna, y de cómo terminó su discusión con Red, Iris sospechaba que era algo enraizado en su naturaleza, no en su crianza. Eso haría que fuese más difícil trabajar en ello, pero tenía que hacerlo. Porque eso no se iría, y tenía que aprender a controlarlo antes que llegase algún momento en el cual Misty no pudiese hablar con él para calmarlo, o que el causante no pudiera ser derrotado tan fácilmente.
Era un problema que al parecer el propio Ash parecía conocer poco, pues nunca había tenido cosas que le indujeran ese tipo de ira antes de iniciar su viaje, y necesitaba ayuda con ello. Más que solo porque fuese algo problemático que era más como de su hermano que de ella. Más que solo de la idea de que sería un punto en contra sobre si sería una buena pareja (claro, eso sería algo malo, pero ella no buscaba que fuese perfecto ni mucho menos). Ni siquiera era por preocupación de que pudiese dirigirla hacia alguien que no se lo merecía. Era simplemente por el bienestar y la salud de Ash y ayudarlo a lidiar consigo mismo cuando surgiera.
Todavía estaba tratando de determinar lo que los humanos y su cultura valoraban en sus parejas, pero preocuparse por el bienestar de los demás más allá de las necesidades físicas como la comida y esas cosas parecía ser una parte importante por lo que había notado. No era algo con lo que pudiera dormirse en los laureles, como tampoco lo era el riesgo de que Ash o alguna de sus otras amigas saliera lastimada por culpa de alguna amenaza maligna.
La Carga Salvaje de Pikachu se llevó la batalla, e Iris de inmediato corrió hacia Ash para felicitarlo, lo que pareció ayudarlo a calmarse junto con el hecho de haber ganado. Aunque ahora que lo pensaba, tal vez debería haber intentado ayudarlo a calmarse desde antes. ¿Se habría equivocado?
Esta historia continuará...
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