Batalla electrizante en Vermillion
Ciudad Vermillion...
No podía creerlo. Paul, ni más ni menos. En su momento, Ash tuvo muchos rivales, pero de todos ellos, tres destacaban por encima del resto, y con mucho.
Trip, su rival principal en Unova, era un entrenador mucho más inteligente de lo que Ash nunca fue, incluso si Ash no tuviese... derrames cerebrales masivos, al parecer le dieron muchos de esos en Unova, especialmente al principio. ¿Acaso había algo en el aire que lo afectaba? Sin embargo, le faltaba cierta... creatividad, tal vez fuera la palabra, para sus batallas. Además, su tendencia a menospreciar a la gente de otras regiones lo hacía de alguna manera un poco molesto, aunque era fácil de ignorarlo en la mayoría de las situaciones.
Gary, había sido su amigo de la infancia que se convirtió en su rival cuando los dos empezaron a competir uno contra el otro por todo con el tiempo. Igual que con Trip, Ash no iba a ponerse en negación, y aceptaba que Gary era más inteligente que él, por mucho que detestara admitirlo. También tenía la mayoría de sus rasgos en cantidades mayores, pero eso incluía la arrogancia. Hasta que perdió contra Ash en la cuarta ronda de la Liga Johto, se le subían los humos con demasiada frecuencia. Y por mucho que Ash admitiera que él también podía serlo, Gary lo haría quedar como Maylene después de que Paul la derrotó, si se comparaban. A pesar de todo, él y Gary de algún modo volvieron a ser buenos amigos, particularmente después del viaje por Kanto.
Paul, por otra parte... él era una historia totalmente diferente. Sin estar adornando las palabras, era un patán odioso. Un patán con habilidades, eso no se podía negar, pero seguía siendo un patán odioso. La mejor forma de describirlo era como una antítesis completa de Ash. Como lo sería una Misty con amor por los Pokémon de tipo Fuego y que era la hermana mayor, una Iris que usaba Pokémon de tipo Hielo y actuaba infantil con un centro maduro, o una versión femenina de Brock que les echaba el ojo a los hombres guapos pero sin irse de mano a invadir su espacio personal. En opinión de Ash, un encuentro entre Paul y, digamos, Bianca... terminaría con Bianca rompiendo a llorar a mares todo el tiempo, mientras Paul la insultaba y la llamaba patética.
Y aquí estaba él... con un Pikachu. Una Pikachu hembra, si Ash recordaba bien lo que le habían dicho acerca de que las hembras tenían la punta de la cola en forma de corazón. Eso estaba... mal. Mal, como en el sentido de aquella vez que Harley se vistió como May, o la de veces que el Equipo Rocket se vestía como él y sus amigos. Ash visiblemente sintió el respingo en los hombros y esperaba no tener que ver eso otra vez. El recuerdo en sí mismo era más que suficiente.
- Pikachu, el Pokémon ratón. Los Pikachus son capaces de generar electricidad con los sacos eléctricos de sus mejillas, y pueden agregar más energía a sus cuerpos mordiendo cables eléctricos y absorbiendo la electricidad estática en el ambiente. Por razones desconocidas, los Pikachus adoran el kétchup. – decidió hablar Dexter en ese momento. – Me tomo la molestia de recordarte esto porque repetir ayuda mucho a aprender de memoria, y además por si estás con personas que no hayan visto a ese Pokémon en particular.
En aquel momento vino a su mente el Koffing de Roxie, a raíz del comentario de su Pokédex incluso sin que se lo pidiera. La explicación le recordó a Ash que con los años muchas veces escaneó a múltiples Pokémon de la misma especie que ya conocía bien, incluso sin tener una razón para hacerlo.
- Otro Pokédex detectado en el área... Identificado como Pokédex programado por Rowan. Escaneando, escaneando... oh, su matriz de personalidad, qué poco desarrollada la tiene. Ni siquiera sería capaz de replicar con sarcasmo.
Ash exhaló un suspiro, tratando de no envidiar a Paul en aquel momento.
- ¡¿Oh, posee un DexNav?! Debo asimilar esa funcionalidad. ¿Permiso para comenzar descarga?
- Lo que sea, con tal te quedes callado más a menudo y dejes de quejarte. – dijo Ash, solo para que cesara sus comentarios.
- Muy bien, iniciando descarga, y enviando data para matriz de personalidad. Opciones de personalidad incluyen porrista, yamato nadeshiko, hija de granjero...
Ash en ese punto lo único que podía hacer era tratar de ignorarlo para enfocar su atención en la batalla. Se dio cuenta de que su propio Pikachu veía con algo de lástima a la hembra, y no era para menos, pues esta parecía estar asustada con el Voltorb que tenía frente a ella. Pero al voltearse y encontrarse con la mirada asesina de Paul, pareció endurecer sus nervios, al menos por fuera.
- ¡Muy bien, es hora de un asalto aéreo! – Surge de pronto sintió la necesidad de gritar más fuerte de lo normal las últimas palabras. – ¡Voltorb, vamos con la segunda oleada! ¡BOMBARDEO AÉREO!
Voltorb volvió a elevarse levitando, y parecía listo para empezar a bombardear a la Pikachu de Paul como un loco otra vez. Pero a diferencia de la vez pasada, Paul parecía estar preparado para eso.
- ¡Derríbalo con Ataque Rápido!
Con una capa blanca rodeándola, la Pikachu de Paul se lanzó contra el Voltorb antes de que pudiese empezar a disparar, derribándolo del aire y haciendo que rodara por el campo mareado.
- Muy ingenioso, niño, pero no detendrás a mi máquina de guerra tan fácilmente. ¡Voltorb, Electrobola! – contraatacó Surge, mientras Voltorb comenzaba a acumular una esfera eléctrica.
- ¡Detenlo con Impactrueno! – espetó Paul.
- ¡Pika-CHU!
Los rayos eléctricos impactaron contra la bola eléctrica antes que terminara de cargarse por completo, causando que detonara en toda la cara de Voltorb, causando una explosión que levantó una enorme nube de humo por todo el lugar.
- Hmph. Dato curioso de las máquinas de guerra... sus municiones explotan. – dijo Paul con sarcasmo, levantando la comisura de la boca para formar esa sonrisa tan arrogante que lo caracterizaba, manteniendo el cejo fruncido.
Surge arqueó la ceja ante ese comentario. – ¿Oh, en serio?
Una Electrobola salió disparada de entre el humo, impactando a la Pikachu de Paul y haciéndola volar una distancia considerable. Al disiparse la nube, reveló a un Voltorb ya noqueado.
- ¡Voltorb ya no puede pelear, Pikachu gana! – declaró el árbitro. Retornando a Voltorb, Surge no parecía estar molesto con su derrota.
- Un consejo, chico, en la guerra nunca debes bajar la guardia. Mi Voltorb cumplió su misión al acabar con tu tipo Tierra, y se las arregló para acertarle un disparo de francotirador a tu Pikachu antes que lo vencieras. Aunque haya caído, su ataque fue certero.
Paul o no se dio cuenta del daño que su Pikachu recibió por la Electrobola, o no le importó. Ash, que lo conocía bien, sabía que la segunda era más probable.
- La Electrobola es un ataque poco confiable, solo los novatos la utilizarían. – dijo Paul con desprecio. Ash y Pikachu apenas lograron resistirse al deseo de gritarle por ese comentario. – Y además, ¿qué es todo eso de estar gritando bombardeo aéreo y disparo de francotirador? Es ridículo, y patético.
Ahí estaba, la palabra favorita de Paul. Se había tardado en decirla.
- Niño, ¿eres un veterano de guerra? O mejor dicho, ¿eres líder de gimnasio? ¿Qué te da derecho a decir que mis métodos son, así como los llamas, "patéticos"? En el campo de batalla hay que ser creativo, pensar más allá. Si peleas de manera predecible nunca podrás ganar. ¿Por qué crees que los insurgentes son siempre una amenaza constante? – Surge hizo mucho énfasis en la última parte. – Si fueran predecibles, sería fácil y rápido lidiar con ellos. Y como líder de gimnasio, me gané mi posición por años de entrenar y perfeccionar los poderes y comportamiento de los Pokémon de tipo Eléctrico durante la guerra, ¡después que ellos salvaron mi vida!
Ash de pronto se sorprendió un poco al hacer las cuentas de la edad de Surge. Considerando que la última guerra de la que él sabía tuvo lugar hacía 40 años, y si tenía que haber tenido al menos 18 para poder pelear en ella... ¿quería decir eso que tenía por lo menos 58 años de edad? ¡Pero no se veía mayor que en la otra línea temporal, donde le calcularía no más de estar a finales de sus 30 cuando mucho!
Quizás, lo que lo mantuvo a él de diez años por... todo ese tiempo, cuanto haya sido, también mantuvo a Surge joven. Sin embargo, en los ojos de Surge se podía ver claramente la experiencia y el sufrimiento de un veterano de guerra, tenía la mirada de alguien que había pasado y sufrido cosas que otros no podrían imaginar ni en sus peores pesadillas. Las muertes de sus camaradas y amigos, humanos y Pokémon debían seguir siendo algo que le pesaba por dentro. Y en aquel momento había algo más en la mirada de Surge, una rabia, una rabia dirigida a Paul por la forma en que trataba a la gente y a los Pokémon.
- Mi trabajo es otorgarle medallas a los entrenadores que me prueben su habilidad, y tú todavía no lo has hecho. – dijo Surge. – Puede que me hayas vencido un Pokémon, pero yo también lo hice, y tu pequeña Pikachu ya no soportará mucho más después del daño que recibió. Mis medallas no vendrán tan fácil, y menos para un mocoso irrespetuoso como tú. ¡Muéstrale de lo que hablamos, Magnemite!
El Magnemite del Teniente Surge apareció en el campo de batalla, listo para pelear. Ya en este punto, fue que Misty ya no pudo quedarse callada más tiempo.
- Vaya, esos dos no se llevan nada bien. Digo, cuando tú peleaste contra Brock, por lo menos parecía que se respetaban uno al otro, pero aquí...
Si tan solo Misty hubiese visto la batalla entre sus hermanas y Ash. ¿Acaso esta era la norma en las batallas entre líderes de gimnasio y retadores, que los dos no hicieran más que insultarse entre ellos como si fueran enemigos mortales? Ash, claro, tenía su propia opinión.
- Bueno, de lo que puedo ver, el retador es un imbécil. – dijo con toda sinceridad.
- ¡Comiencen! – dijo el réferi.
- ¡Demolición! – ordenó Paul.
La pata de la Pikachu hembra brilló de blanco y se lanzó hacia Magnemite para golpearlo. Así que era cierto, Pikachu podía aprender Demolición.
- ¡Contraataca con Supersónico! – replicó Surge, liberando una onda sónica en el camino de la Pikachu hembra para detener el ataque de tipo Luchador.
- ¡Esquívalo!
La Pikachu de Paul esquivó el ataque sónico inclinándose hacia un lado, y saltó rápidamente hacia Magnemite a darle un fuerte puñetazo de Demolición. Superefectivo contra un Pokémon que era en parte tipo Acero, pero no iba a caer tan fácilmente.
- ¡Contraataque de Bomba Sónica!
Magnemite hizo girar sus imanes mientras estos comenzaban a resplandecer con una energía blanca, incluso empezando a zumbar por la velocidad. El ataque sónico golpeó con fuerza a la Pikachu hembra en toda la cara, causando que saliera despedida hacia atrás y completamente desorientada.
- Bomba Sónica es un ataque particularmente devastador para los Pokémon de bajo nivel. – comentó el Pokédex.
- ¡Terminemos con esto, Magnemite! ¡Disparo de francotirador, usa Rayo Cargado! – A esta orden, el ataque eléctrico comenzó a acumularse enfrente de Magnemite. – ¡Dispara en cuanto veas el blanco de sus ojos!
- ¡Magnemite! – Con esa declaración del tipo Acero, el Rayo Cargado salió disparado. Paul respondió con una sola palabra, y sorprendentemente no fue su favorita.
- Excavar. – Golpeando con sus pequeños puños rápidamente en el suelo, la Pikachu de Paul esquivó el ataque enterrándose y escapando por un agujero.
- ¿Eh, Pikachu puede usar Excavar? – Ash pareció algo sorprendido por esto. Increíble, todo este tiempo con su Pikachu y nunca lo supo.
- Estoy seguro de haberte dado antes una lista de los ataques que Pikachu podía aprender. – Le recordó el Pokédex. – Deberías poner más atención a estas cosas.
- Pika...pika...chu... [Excavar... un ataque tipo Luchador... hmmm.] – El Pikachu de Ash sintió de pronto que la Pikachu hembra le era familiar. ¿Pero de dónde y por qué?
- ¡Magnemite, Bomba Sónica hacia el suelo! ¡Suelta toda la carga...!
Pero la Pikachu salió violentamente del suelo y golpeó por debajo a Magnemite antes que Surge pudiese terminar.
- Hmph, decir esas ridiculeces tarda más tiempo del que tienes. – se mofó Paul. Magnemite cayó al suelo, con el ojo mareado y derrotado.
- ¡Magnemite ya no puede pelear, Pikachu gana! – declaró el réferi.
- ¿Y qué estabas diciendo sobre tener habilidad? – dijo Paul recordando el comentario anterior de Surge, mientras este regresaba a su Magnemite.
- Debes ser un animal en las fiestas, chico. – le respondió sarcásticamente. – La guerra todavía no termina, todavía tengo mi as bajo la manga. ¡Admira al comandante de mi equipo Pokémon por la segunda medalla, el Sargento!
Lanzando su última Pokébola, apareció en el campo un enorme ratón eléctrico color naranja, uno que con su sola presencia hizo que la Pikachu hembra se encogiera de miedo.
- ¡Rai!
- Raichu, el Pokémon ratón y la forma evolucionada de Pikachu. Los sacos eléctricos de Raichu están mucho más desarrollados que los de su pre-evolución, lo que le permite lanzar ataques de más de 10.000 voltios de electricidad. Sin embargo, debido a la naturaleza de la radiación emitida por la roca evolutiva, pierden la habilidad de aprender nuevos ataques con facilidad. Usualmente es señal de un entrenador muy tonto o desesperado evolucionar a un Pokémon tan rápido, a menos que tengas el conocimiento para enseñar esos ataques manualmente.
Tanto Paul como Surge oyeron el discursito del Pokédex. Sus reacciones fueron muy distintas, el Teniente pareció ver a Ash con interés, mientras que Paul... solo lo evaluó con indiferencia. El líder de gimnasio se tomó una pausa para responder.
- Vaya, vaya, vaya, ¿otro entrenador enviado por el Profesor Oak? En mi opinión personal, Pikachu no aprende demasiados ataques cruciales después de sus primeros niveles, no como un Nidoran o algo así. Hará falta más que el conocimiento de un anciano en un laboratorio para llegar lejos. Hay cosas que tienes que aprender por tu cuenta, y no hay mejor maestra que la experiencia.
- Me siento insultado. – murmuró el Pokédex.
- Más vale que estés listo para perder. – sonrió Paul con arrogancia. – ¡Pikachu, usa Excavar!
- ¡Sargento, agárrale la cola! – gritó Surge sin parpadear.
Justo cuando la Pikachu había golpeado el suelo para abrir el agujero, Raichu (aparentemente llamado "Sargento") la sujetó de la cola y la sostuvo con fuerza, mientras ella se sacudía tratando de liberarse como un pez sacado del agua.
- ¡¿Qué?!
- ¡Ahora, azótala!
Girándola un par de veces en el aire, Raichu empezó a azotar contra el suelo a la Pikachu de Paul, para terminar de rematarla tirándosele encima con todo su peso. El Pikachu de Ash, recordando su propio encuentro con el Raichu de Surge (aunque probablemente este no fuese el mismo) pudo sentir su dolor. Huy, qué terrible experiencia, el dolor fantasma recorrió toda la espalda del roedor al recordar su primer encuentro con Raichu (que más que un encuentro fue una brutal paliza). Y sin poder hacer nada para defenderse, la Pikachu hembra ya no se movió más.
- ¡Pikachu ya no puede pelear, el ganador es el Sargento Raichu! – declaró el réferi. Sin decir una palabra, pero con su tradicional mirada de desaprobación, Paul retornó a su Pikachu.
- Esto es todo, chico. Si quieres la medalla, tendrás que vencer a mi Sargento Raichu. Espero que no tengas planeado lanzarme otro Dugtrio. ¿O será un Sandshrew? ¿Tal vez un Bellsprout? Vamos, muchachito, ¿a quién tienes en tu equipo capaz de hacerle frente a mi Raichu? Si lo único que te queda es un Farfetch'd, te daré al menos una derrota digna.
- Oh, te lo aseguro. No tienes ni idea del Pokémon que usaré para derrotarte. – replicó Paul, sosteniendo su tercera Pokébola en mano. Ash ya tenía una idea de quién podría ser su ocupante. El Teniente Surge solo se rio con ganas.
- Chico, espero que no seas de esos idiotas que se la juegan con un Intercambio Milagroso. Y si lo eres, no creas que me vas a intimidar con un conejo sobrealimentado de Kalos.
Ash no tenía idea de qué quiso decir Surge con eso de "Intercambio Milagroso", otra cosa más para agregar a su aparentemente interminable lista de cosas que necesitaba aprender en este nuevo mundo. Paul arrojó la bola, y el presentimiento de Ash fue confirmado cuando el Pokémon que estaba adentro tomó forma: una tortuga cuadrúpeda verde y amarilla, con arbustos creciéndole en el lomo.
- ¿Qué clase de Pokémon es ese? – preguntó Misty, que nunca antes había visto uno de esos antes.
- Un Grotle. – dijeron tanto Ash como Surge al mismo tiempo, aunque el segundo con mayor sorpresa que el primero.
- ¿Un qué? – preguntó la pelirroja.
- Grotle, el Pokémon pradera. Grotle usualmente vive cerca del agua, y es un Pokémon lento pero poderoso nativo de la región Sinnoh. Es la forma evolucionada de Turtwig, el Pokémon inicial de tipo Hierba tradicional de Sinnoh. – explicó Dexter para beneficio de Misty.
- Un inicial de Sinnoh. ¿Así que el Profesor Rowan te dio un Pokémon inicial? Hmph, sus estándares deben de ser más bajos que los del viejo Oak. – comentó Surge. – Como sea, no pienses que por tener un Pokémon que no es muy común por aquí, eso significa que ya ganaste. Soy un soldado, y he entrenado a todos mis Pokémon para reaccionar ante lo inesperado.
- ¡Comiencen! – declaró el réferi. Raichu y Grotle se miraron fijamente a los ojos mientras Paul declaraba su primer ataque.
- ¡Hojas Navaja! – ordenó Paul. Desde los arbustos en la espalda de Grotle salió volando una ráfaga de hojas filosas hacia Raichu.
- ¡Bloquéalas con Puño Incremento! – contraatacó Surge.
Los dos puños de Raichu comenzaron a brillar con una luz naranja. De inmediato empezó a golpear cada una de las hojas que pudo alcanzar, repeliéndolas antes de que le hicieran daño. Ash no pudo evitar recordar un poco la estrategia de Stephan contra el ataque Atracción de Emolga. Incluso el propio Paul pareció algo impresionado (y molesto).
- Puño Incremento aumenta el poder de ataque del usuario con cada golpe que logre conectar. – le recordó el Pokédex. – Normalmente es para utilizarse contra el cuerpo del enemigo, pero también funciona para golpear hojas. En lo salvaje, algunas especies de Pokémon usan este ataque en los árboles como parte de una danza de guerra solo por esa razón.
- ¡Ahora, Mega Puño! – ordenó Surge.
El puño derecho de Raichu fue el único que conservó el resplandor en aquel momento, pero ahora era más grande y más brillante que antes, y de inmediato echó a correr en dirección a Grotle. Ash podía recordar muy bien que Grotle no era el más ágil de los Pokémon, y por supuesto, no pudo moverse para evitar este ataque.
- ¡Terminemos con esta guerra de una vez, Raichu! – Al parecer, Surge también estaba al tanto de esto.
- ¡Usa Maldición! – replicó Paul, con lo que el cuerpo de Grotle empezó a brillar de un extraño color púrpura, momentos antes de recibir el impacto del Mega Puño.
Al conectar, la fuerza causó que el aire alrededor de los dos Pokémon se sacudiera violentamente, por la intensidad del golpe. Misty pareció sentir algo de lástima por Grotle después de ese golpe, en una manera que Ash prefería no pensar demasiado, ni mucho menos potencialmente sentir su ira. Sin embargo, Grotle no solo aguantó el puñetazo, aunque fuera solo por un pelo, sino que además su cuerpo empezó a brillar con un aura verde, mientras Paul sonreía malignamente. El Teniente Surge de pronto se sintió preocupado por esto, y Ash tuvo un mal presentimiento en su estómago. Ese presentimiento de cuando te va mal en un examen, esa sensación de que estás perdido.
Al soportar ese golpe se activó la Espesura de Grotle, los ataques de tipo Hierba iban a incrementar su poder exponencialmente, y Raichu se encontraba a rango cercano, sin posibilidad de huir.
- ¡Hojas Navaja! – dijo Paul sin perder el tiempo, viendo la expresión aterrada de Raichu.
Recordando aquel Híper Colmillo que le fracturó el ala a Pidgeotto, y que el Ala de Acero que utilizó ella le dejó una contusión a aquel Rattata, Ash tuvo un mal presentimiento: un ataque de Hojas Navaja potenciado con Espesura a quemarropa... el resultado tendría que ser muy, muy desagradable.
Por fortuna, el teniente Surge pareció pensar de la misma manera que Ash, y sin titubear retornó a su Sargento Raichu momentos antes de que Grotle pudiera lanzar las Hojas Navaja. Y qué bueno que lo hizo, pues estas dejaron unas enormes y horribles marcas de cortes por todo el campo de batalla. Suspirando de alivio al tener a su Raichu a salvo, Surge hizo una mueca como si acabara de morder un limón podrido.
- A veces detesto mi trabajo, pero como líder de gimnasio y antiguo teniente del ejército, mi responsabilidad es tomar decisiones difíciles. – comentó.
- Patético. Tu Raichu podría haber aguantado ese ataque. – Paul parecía decepcionado por no haber podido ver el resultado.
- Prefiero que mi Raichu tenga sus cuatro patas y su cola intactas, muchas gracias. – señaló Surge. – ¿De qué sirve ganar una batalla si después pierdes la guerra? Te preguntaría si estarías dispuesto a sacrificar a uno de tus Pokémon para ganar, pero no creo que me agrade tu respuesta. Como sea, ganaste. Tendrás tu medalla, en cuanto termine la batalla con aquel joven del Pikachu y la gorra ridícula.
Ash decidió mantener su dignidad hoy y no reaccionar al insulto dirigido a su gorra. Paul por otra parte...
- ¡Oye, espera! Si ya gané, quiero mi medalla en el acto. Tengo cosas que hacer, no puedo perder mi tiempo viendo perder a un novato. – exigió.
Surge revisó algo en su IPhone. – ¿Pues sabes qué, niño? El muchacho viene por su tercera medalla, Tú venías por la segunda, así que eso te hace más novato que él.
La cara de Paul parecía la de alguien a quien le habían pateado a su Growlithe. Aunque tratándose de Paul, era difícil decir qué sería lo más cercano para alguien como él (pues él haría eso de manera regular). Ash casi podía sentir la mirada gélida de Paul encima de él, mientras él y Pikachu tomaban su puesto para enfrentar al Teniente Surge. Se preguntó si la cara de Paul terminó por quedarse así por mirar con ojos asesinos a todo mundo. No le sorprendería si así era.
- La batalla de gimnasio entre el Teniente Surge y Ash de Pueblo Paleta comenzará ahora. Los dos entrenadores utilizarán hasta tres Pokémon, y la batalla terminará cuando los tres Pokémon de uno de los dos no puedan continuar. Además, al líder no se le permitirá sustituir a sus Pokémon. – declaró el réferi.
- ¡Vamos a comenzar! ¡Soldado Volty, a la carga! – Lanzando su primera Pokébola, Surge dejó salir a su propia Pikachu hembra, que llevaba una banda en la cabeza. Ash y Pikachu se quedaron con los ojos en blanco.
- Pika-Pikachu. [De repente me siento menos original.] – Pikachu extrañaba los días donde no veía otros Pikachus, solo Raichus y Pichus. Sonaría raro, pero de cierta manera le agradaba y ahora lo echaba de menos.
- ¿Qué te parece, no es adorable? Fue un regalo de un amigo y compañero de armas en Kalos. Gran tipo, mató a dieciséis oblivianos con su Shuckle y un palo de madera durante la guerra. Aunque los años no han sido tan amables con él como conmigo. – La última parte la dijo más para él mismo. – Y bien, chico, ¿qué tienes para mí?
Ash miró a Pikachu, cuya expresión decía claramente "pido mano con Raichu y solo con Raichu". Muy bien, eso le dejaba con Squirtle, Butterfree, Aipom, Bulbasaur y Charmander. Considerando que sabía perfectamente que los Pikachus eran muy veloces, no tenía sentido tratar de competir en velocidad. Especialmente dado que la única que podría ser tan rápida como Pikachu era Pidgeotto, y ella no estaba aquí. Tendría que ser inteligente.
- ¡Bulbasaur, yo te elijo! – dijo Ash. El tipo Hierba apareció en un destello de luz, y Surge pareció divertido al verlo.
- Oh, ¿así que comienzas con tu inicial? – asumió Surge.
- Hmph. – Paul no parecía muy impresionado. Tal vez si fuese un Ivysaur.
- De hecho no lo es. – confesó Ash.
Tanto Surge como Paul le dieron miradas distintas a Ash ante su respuesta. Surge pareció sorprenderse, mientras que Paul parecía molesto de ver a alguien que, en su mente, era claramente un entrenador inferior a él, tuviera la suerte de haberse conseguido uno de estos.
- ¡Comiencen!
- ¡Muy bien, la guerra no se gana con superioridad en papel, sino con las tácticas! – dijo Surge con convicción. – ¡Soldado, inmoviliza al enemigo!
- ¡Pika!
Ash no tenía idea de qué querría decir Surge al principio (no conocía los términos militares), pero sí notó que Volty empezó a frotarse las mejillas de la misma manera que le había visto hacerlo a Dedenne cuando usaba Moflete Estático. Y de inmediato echó a correr hacia Bulbasaur.
- ¡Usa Látigo Cepa para esquivar! – le ordenó Ash para responder.
Al aproximarse Volty, Bulbasaur usó sus látigos para aporrear el suelo y saltar por encima de la carga de la Pikachu, que se sorprendió bastante de esto. Y no fue la única, Surge también estaba impresionado.
- Qué buen truco, chico. ¿En qué campo de batalla lo aprendiste?
- ¡Usa Hojas Navaja! – dijo Ash en voz alta, y luego para sí mismo: – "No me creerías si te lo dijera."
Ash no quería parecer demasiado arrogante o que estaba mal de la cabeza, así que no respondió a la pregunta de Surge. Las hojas salieron disparadas desde la semilla de Bulbasaur y hacia Volty como una tormenta, aprovechando mientras todavía estaba en el aire.
- ¡Esquiva y contraataca con Ataque Rápido! – ordenó Surge, y un aura blanca se formó alrededor de Volty, mientras las hojas hacían impacto.
- ¡Bulba! – Bulbasaur se contentó con dejar salir un gruñido de satisfacción.
Obviamente, entrenar con el Pikachu de Ash le había ayudado a aprender como contrarrestar las tácticas de velocidad de otros Pikachus. La estela blanca dejada por la Pikachu hembra todavía atravesó la zona de impacto y seguía en marcha hacia Bulbasaur, que ya había aterrizado el suelo.
- ¡Hojas Navaja con más fuerza! – exclamó Ash.
Bulbasaur volvió a lanzar un remolino de hojas filosas hacia la Pikachu que venía corriendo esta vez más rápido y en mayor cantidad. Volty finalmente no pudo con el feroz ataque y salió volando hacia atrás, inclusive perdiendo la banda que traía en la cabeza, y antes de que pudiera responder, Bulbasaur la remató con una Embestida. Podía ser rápida, pero resistencia, parecía no tener mucha.
- ¡La Soldado Volty ya no puede pelear, Bulbasaur es el ganador!
- ¡Excelente trabajo, Bulbasaur!
- ¡Bulba!
- ¡Pikachu-Pika!
- ¡Así se hace, Ash y Bulbasaur!
Por supuesto, Paul tenía que ser aguafiestas e interrumpir los vítores de Ash, Bulbasaur, Pikachu y Misty, como siempre acostumbraba.
- Patético. ¿De qué vale celebrar una victoria como esa? – comentó, mientras Surge retornaba a Volty.
- Cualquier victoria en batalla merece ser celebrada. – dijo Surge con sabiduría. – Muchas veces, la moral ha sido el factor determinante en la guerra, chico.
Guardándose la Pokébola de Volty, Surge tomó dos de las que tenía en el cinturón, como tratando de decidirse a quién enviar. Finalmente, eligió la de la mano derecha.
- Ahora, usualmente aquí es cuando uso a mi Magneton o Voltorb. Pero esta vez, creo que es hora de enviar a uno del cuerpo irregular.
Arrojando la Pokébola al aire, Ash comenzó a prepararse mentalmente para lo que podría venir. ¿Electabuzz? ¿Electrode? ¿Un segundo Raichu? Pero se equivocó, el segundo Pokémon de Surge resultó ser... uno que al verlo Misty lanzó un grito de horror a pesar de no ser quien estaba peleando (y la mirada asesina de Paul no ayudó en nada para silenciarla).
- Joltik, el Pokémon lapa. Joltik se suele pegar de artefactos eléctricos para cargarse de energía. Este Pokémon es nativo de Unova, y esta unidad está muy sorprendida de verlo aquí.
El Pokédex fácilmente resumió la gran pregunta del por qué el teniente Surge tendría al Pokémon más pequeño del mundo como su segundo combatiente. Ese pequeño bichito amarillo no lucía... de su estilo, al menos no para Ash.
- ¿Impresionado? Aunque Raichu es mi Pokémon favorito y el más fuerte, Joltik fue el que me inició en el camino de ser un maestro de los eléctricos, y es segundo en mi lista. – sonrió Surge. – Mi primer Pokémon fue un Joltik, y estos pequeños mordelones son muy efectivos al entrenarlos para la guerra. Cuantas veces no nos salvaron los sabotajes que les hicieron a esos idiotas de la Unión de Guardianes...
La última parte la dijo en voz baja. Ash, por su parte, no tenía mucha experiencia peleando contra Joltiks. Si la memoria no le fallaba, estaba seguro que su única experiencia había sido ver el combate de Georgia contra uno de estos.
Ya que no se estaba enfrentando al Pokémon más pequeño y ligero con un oso polar gigante, no sabía de qué tanto le podría servir, salvo una potencial historia sobre no utilizar un Pokémon con vulnerabilidades como Beartic, o contramedidas potenciales como echársele encima para aplastarlo con todo el cuerpo. Por supuesto, Ash no tenía a alguien del tamaño de Snorlax en ese momento, así que no era una opción. La única estrategia que Ash tenía en mente sería el Contraescudo, y viendo que los ataques tipo Hierba de Bulbasaur serían poco eficaces por el tipo, decidió retirarlo.
- Bulbasaur...
- ¡Que el enemigo no escape Joltik, dispara tu Telaraña!
- ¡Jol!
Un chorro de hilo blanco salió de la boca de Joltik, volando por los aires y formando una enorme red que detuvo el rayo de energía de la Pokébola. La telaraña brilló por un instante y se volvió invisible.
- ¡No hay retiradas para ti! ¡Ahora, directo a la cara!
Ash se preguntó qué quiso decir Surge con eso, pero antes de darse cuenta Joltik se pegó de la cara de Bulbasaur, para el horror de los dos. Aparentemente, era una orden estratégica.
- ¡Rápido, quítatelo de encima! – gritó Ash.
- ¡Joltik, Zumbido!
El cuerpo de Joltik empezó a vibrar a alta velocidad, mandando ondas sónicas a su alrededor y al cuerpo de Bulbasaur. Joltik se le quitó de encima a Bulbasaur ya cuando este quedó tan aturdido que empezó a tambalearse mareado.
- ¡Termínalo con Onda de Choque! – ordenó Surge. Brillando en amarillo con su carga, un rayo de energía eléctrica salió disparado hacia Bulbasaur, noqueándolo y dándole la victoria a Joltik.
- ¡Bulbasaur ya no puede pelear, Joltik es el ganador!
- ¡Qué horrible es ese pequeño monstruo! – exclamó Misty respecto a Joltik.
Por una vez en su vida, Ash creyó que el miedo de Misty a los bichos estaba totalmente justificado. Ese Joltik era un pequeño horror. Entretanto Paul hizo un comentario burlón acerca de haber perdido de manera tan estúpida, y Misty le gritó por eso. Ash retornó a Bulbasaur con una expresión interrogante. Quienquiera que decidiera enviar, Joltik no sería un oponente fácil con el que lidiar, y parecía que incluso Squirtle sería una mala idea, Contraescudo o no. Ahora, ¿qué opciones tenía? ¿Quién sería el mejor para contrarrestar los ataques tipo Eléctrico e Insecto de Joltik? Los recuerdos de una particular batalla en Hoenn le dieron algunas ideas.
- ¡Charmander, yo te elijo! – Quién más si no, su lagarto de fuego que tanto amaba las batallas. Y este se quedó mirando al pequeño bicho sorprendido.
- ¿Char? [Esperen, ¿no me digan que uno de nosotros en serio perdió con esa motita de polvo? ¿Qué locura es esta? ¡Podría comerme a esa cosa y ni siquiera me daría cuenta!]
- ¡¿Un Charmander?! – dijo Paul al verlo. – Déjame adivinar, ¿este es tu inicial, y tienes en reserva un Squirtle?
- Nop. – respondió Ash simplemente, ante la evidente molestia de Paul de que un entrenador a quien percibía como tonto tuviera a dos iniciales en su equipo. – ¡Charmander, usa Brasas!
- ¡Maniobras evasivas! – gritó Surge.
Mientras las chispas de fuego volaban por el campo de batalla tratando de alcanzar al evasivo enemigo, la pequeña forma de Joltik se las arregló para esquivarlas con su velocidad natural y el beneficio de poseer un cuerpo ágil y pequeño. Saltando con fuerza, se colgó del techo, manteniéndose allí fuera del alcance.
- ¡Vuelve a soltar una Onda de Choque, Joltik! - ordenó Surge, mientras Joltik empezaba a acumular electricidad de nuevo. Pero Ash ya tenía su contramedida para eso.
- ¡Golpea el suelo con Garra de Metal!
Para sorpresa de todos los observadores, Charmander alzó sus garras que emitieron un brillo metálico, antes de clavarlas en el suelo justo antes que el ataque lo golpeara. La electricidad pasó a tierra gracias al ataque tipo Acero, con lo que Charmander la redirigió por completo sin recibir daños. Y al terminar, Joltik quedó agotado por un esfuerzo desperdiciado, y Charmander estaba totalmente ileso.
- ¡¿Qué?! – Paul no podía creer que algo tan loco como eso hubiera resultado.
- Nota personal, crear contramedida. – murmuró Surge para sí mismo.
- Debería probar ese truco. – susurró Misty, imaginándose en su cabeza a su Wingull usando Ala de Acero para el mismo propósito. Señalándole con el dedo a Joltik, Charmander aprovechó de darle un discursito.
- ¡Charmander, Char, Char! [Tu poder, el poder de absorber todo a tu alrededor no sirve de nada contra mí. ¡Soy Charmander el invencible, el poderoso, aquel que se convertirá en el Charizard que derrotará a todos! ¡Mi poder indetenible hará pedazos a todos mis oponentes! ¡Y tú, no serás más que un escalón en mi ascenso a la gloria!]
Por alguna razón, Ash no pudo evitar imaginarse a Charmander con un par de gafas puntiagudas. Tal vez Squirtle debería prestarle las suyas en un futuro alguna vez.
- Casi todos los novatos hubieran intentado esquivar eso. – dijo Surge. – Oak sí que sabe elegir a entrenadores de calidad. Pero no creas que mi Joltik es menos solo por eso. ¡Joltik, Poder Oculto!
Haciendo aparecer una enorme bola de energía verde en su cabeza, Joltik disparó el ataque variable desde arriba hacia Charmander.
- ¡Regrésalo con Garra de Metal!
De nuevo con sus garras de acero, Charmander golpeó el Poder Oculto mandándolo de regreso, impactando en el techo y causando que el pequeño bichito perdiera su agarre y comenzara a caer. Ash se dio cuenta de las potenciales implicaciones de que algo tan pequeño cayera desde esa altura y estuvo a punto de ordenarle a Charmander que atrapara a Joltik, pero Surge se le adelantó.
- ¡Ascenso a paracaidista, Joltik, usa Telaraña!
Con un estallido de seda, Joltik formó con su telaraña un mini-paracaídas, permitiéndole descender a salvo. A Surge no se le escapó la cara de alivio de Ash.
- Dame crédito, chico. No me gusta que mis soldados mueran bajo mi mando.
Incluso sin voltearse, Ash y Pikachu sintieron en sus espaldas la mirada de "En serio, ¿por qué te importa si mueren?" de Paul. Por supuesto, sabiendo que no causaría la muerte de su oponente con eso, Ash apuntó a Joltik mientras todavía estaba descendiendo.
- ¡Charmander, lánzate con Nitrocarga!
Charmander, que había estado trabajando en el movimiento favorito de Pignite, asintió dando un par de pisotones al suelo, levantando un aura de llamas a su alrededor, para luego echar a correr hacia Joltik mientras seguía descendiendo. Aunque por un momento pareció que Joltik tocaría el suelo antes que Charmander llegara hasta él, un estallido de velocidad de la Nitrocarga le permitió a Charmander llegarle de sorpresa a la araña antes de que pudiera esquivar, mandándolo a dar vueltas por los aires, y aterrizando a los pies de Surge, derrotado.
- ¡Joltik ya no puede pelear, el ganador es Charman...! – Al desaparecer las llamas, el árbitro cambió lo que iba a decir. – ¡Charmeleon!
Ash y Pikachu se quedaron admirando sorprendidos y emocionados al ver a ahora a Charmeleon, evolucionado y más fuerte (incluso el Pokédex pareció tan sorprendido que no quiso presumir de su sabiduría respecto a los Charmeleons en general), de pie ante su victoria con una mirada pensativa en su rostro. Tal vez estaba contemplando el significado de la vida con una nueva perspectiva...
- Meleon. [Diablos, como desearía haber evolucionado peleando contra algo mucho más rudo. Oficialmente, fueron mil Joltiks, armados con cañones láser y chorreando veneno con cada paso que daban, ¿me escucharon?]
O tal vez no. Retornando a Joltik, incluso Surge parecía impresionado.
- Bueno, incluso si te gano hoy, te puedes llevar una victoria hoy con eso. – Sosteniendo su última Pokébola en mano, sonrió con algo de demencia. – Por supuesto, la pregunta es, ¿podrás derrotar a mi Sargento Segundo Raichu, incluso con tu nuevo y flamante Charmeleon?
Charmeleon volteó a mirar a Pikachu, que lo estaba viendo con mucha seriedad. Esa mirada lo dijo todo, ese sentido compartido del honor de la batalla y la importancia de esta pelea, ese sentimiento que no necesitaba expresarse con palabras. El Pokémon de Fuego amante de las batallas se puso del lado de Ash y se quedó allí, mientras Pikachu saltaba fuera del hombro del entrenador para el choque final. Y probablemente, asumiendo que Charmeleon tomaría el relevo para patearle el trasero eléctrico a Raichu en caso de que él perdiera.
- Muy bien, será un duelo de dos de tipo Eléctrico. – dijo Surge emocionado, mientras Paul murmuraba algo de "qué estupideces", o cosas así. – Esto será divertido, chico. ¡Adelante, Sargento Segundo Raichu!
Un nuevo Raichu salió de la bola, y este llevaba encima una especie de chaleco. Pikachu y Ash lo vieron por un segundo, pero no le prestaron mucha atención de momento.
- ¡Comiencen!
- ¡Pikachu, vamos a enseñarles tu ataque ya perfeccionado! ¡Atactrueno!
- ¡Pika-Chuuu! [¡Qué bien se siente volver a hacer esto!]
Habiendo desarrollado sus poderes eléctricos lo suficiente para volver a utilizar su ataque eléctrico favorito. El Atactrueno dio en el blanco, haciendo retroceder un poco a Raichu. Sin embargo, el daño infligido fue mínimo, y el causante parecía ser el chaleco.
- Imagino que nunca habías visto un Chaleco de Asalto, ¿verdad? – El Teniente se rio con ganas.
- ¿Un qué? - preguntó Ash. El Pokédex decidió salir y darle respuesta a su pregunta.
- Los Chalecos de Asalto son un equipamiento autorizado reconocido por la Liga Pokémon. Un Pokémon que lleve un Chaleco de Asalto puede resistir mejor los ataques especiales, a cambio de quedar imposibilitados de utilizar ataques que no causen daño.
- Char. [Necesito uno de esos.]
- ¿Ese fue tu Atactrueno? ¡Estuvo bien, chico, ahora te enseñaré el mío!
Un Atactrueno de poder similar salió disparado desde el Raichu de Surge contra Pikachu. Al no tener un chaleco protector, Pikachu retrocedió mucho más que Raichu al recibir el impacto, pero también pudo soportar el daño.
- ¡Síguelo con Mega Puño!
- ¡Cola de Hierro!
Raichu y Pikachu lograron contrarrestar el ataque del otro con el propio, un puñetazo brillante de energía naranja y una cola metálica, los dos estando muy igualados en poder uno con el otro. Sin embargo, Pikachu pudo usar impacto de los golpes para buscar un mejor ángulo y golpear a Raichu.
- ¡Ataque Rápido!
El veloz ataque golpeó a Raichu en el estómago, sacándole el aire y desorientándolo un poco. Al verlo retroceder, Ash notó que el chaleco servía de poco contra los ataques físicos.
- ¡Onda Certera! – declaró Surge, mientras Raichu formaba una bola de energía azul en sus manos.
Intercambiando miradas con Pikachu, Ash no necesitó utilizar telepatía para recordarle a su amigo lo que tenía que hacer ahora. Después de todo, el señor "Ursaring, usa Onda Certera" también estaba en el mismo cuarto con ellos. Cuando el ataque fue disparado, Ash dio la orden.
- ¡Contraescudo!
Echándose a girar en el suelo, formó una pared eléctrica. La Onda Certera la golpeó, quedando atrapada en ella por la electricidad. El teniente pareció impresionado, ese truco parecía realmente efectivo.
- Oye, chico, si alguna vez vamos a la guerra, ¿crees que podría reclutarte?
- Hum... eso tienes que hablarlo primero con mi madre. – dijo Ash. – ¡Ahora dispara!
Ash esperaba que después de esto se lo reconsiderara, pues Pikachu redirigió la energía de la Onda Certera de vuelta hacia Raichu junto con su propia electricidad, creando un efecto digno del cañón láser de una nave espacial. Y no fue solo visual: la fuerza de la Onda Certera se había combinado con la energía eléctrica del Contraescudo, y aunque el Chaleco de Asalto disminuyó el daño, todavía fue bastante impresionante.
- No te preocupes, si se trata de cortejar a madres, tengo mis recursos. – La mirada que cruzó por la cara de Surge hizo que Ash se sintiera realmente incómodo. – Lazo de Hierba.
Surge dijo la orden con tanta suavidad que Ash casi no la oyó, pero afortunadamente sí pudo ver que la pata de Raichu brillaba de verde y daba un fuerte pisotón. Unos brotes de hierba salieron del suelo y se amarraron de las patas y la cola de Pikachu justo en el momento en que terminaba de incorporarse después del Contraescudo.
- ¡¿Pi?! [Vaya, este sujeto es más inteligente de lo que recuerdo.]
El teniente Surge en la línea temporal original probablemente no hubiera utilizado algo tan sutil como un Lazo de Hierba.
- No más ataques de velocidad, ni tampoco esos giros. – Surge apuntó hacia Pikachu. – ¡Ahora, termina esto con Mega Puño!
Raichu volvió a envolver su puño en un brillo naranja, y echó a correr hacia el inmovilizado Pikachu y Ash apretó los dientes. Charmeleon estaba preparado para entrar al ring si ese puñetazo conectaba. A Ash solo le quedó una opción.
- ¡Pikachu, es a todo o nada!
- ¡Pika! [¡O esto funciona, o voy a necesitar desahogarme después!]
Pikachu cerró los ojos y se concentró, mientras juntaba las patas delanteras y empezaba a cargar electricidad estática en las palmas. Mientras Raichu se acercaba para conectar el puñetazo, la energía empezó a concentrarse en una esfera para formar la técnica. Una técnica que Pikachu todavía no podía disparar bien, pero sí podía usarla para golpear con ella de cerca y duro.
- ¡Pikachu, usa Electrocañón!
La bola eléctrica que tenía en manos tenía cierta similitud con una Aura Esfera. Pikachu la estrelló directo contra el puño de Raichu. El ataque no solo canceló el de Raichu, sino que toda la electricidad concentrada cubrió por completo el cuerpo del roedor evolucionado sin que su chaleco pudiera protegerlo.
- ¡Rai!
- ¡Por todos los demonios! – maldijo Surge.
Paul no pudo evitar abrir ligeramente la boca y ensanchar los ojos, como si acabaran de violar una de las leyes universales. A Misty le divirtió ver su expresión, no tenía precio. Haciendo un esfuerzo Pikachu se liberó de sus ataduras y miró a Raichu con una sonrisa maligna.
- ¡Acabemos con esto de una vez, Pikachu, Ataque Rápido!
Pikachu de nuevo se lanzó a la carga, embistiendo con fuerza al estómago de Raichu, y finalmente se le fue el aire y se desplomó al suelo derrotado.
- ¡El Sargento Segundo Raichu ya no puede pelear, el ganador es Pikachu! ¡La victoria es para el retador Ash de Pueblo Paleta!
Recuperando a Raichu, el teniente Surge miró a los dos retadores que lo habían derrotado ese día. Ash con su Pikachu y Charmeleon sonriendo ampliamente, y Paul con su expresión enfurruñada de costumbre.
- Ash, debo decir que eres un chico muy ingenioso. Supiste como contrarrestar mis tácticas de maneras que la mayoría de mis oponentes nunca lo hubieran hecho. Si alguna vez tengo que volver al campo de batalla, me sentiría muy tranquilo de tener a alguien como tú cuidándome las espaldas. – Dicho esto sacó la Medalla Trueno para entregársela. – Toma, que esta sea la prueba ante el mundo de que tienes mi aprobación.
Ash recibió gustoso su medalla, haciendo su tradicional pose de victoria con Pikachu y Charmeleon. Surge no pudo más que sonreír ante su entusiasmo, era contagioso, aunque se le fue cuando miró a Paul, a quién simplemente le tiró la medalla con rabia.
- Ahí la tienes, ganaste. Ahora desaparece de mi vista y lárgate. – le dijo el líder de gimnasio al entrenador de Sinnoh, sin molestarse en volver a dirigirle la mirada.
Recién salido de su victoria, Ash no tuvo tiempo de celebrar, pues apenas pusieron un pie fuera del gimnasio, un par de colegialas raritas que no dejaban de reírse los emboscaron, dándoles un par de boletos para el crucero St. Anne. Y lamentablemente, Ash no tuvo tiempo de pensar o inventarse una excusa para convencer a Misty de no subirse a ese barco que estaba condenado a hundirse.
(--0--)
Gimnasio Viridian, un poco después...
- ¡Mankey ya no puede pelear, el ganador es Rhyhorn! ¡La victoria de este desafío de primera medalla va para el líder del gimnasio, Giovanni!
Giovanni detestaba tener que aceptar desafíos de debiluchos como este, pero había un inspector de gimnasios en el área, y este gimnasio era una parte importante de sus operaciones en Kanto. Ponerlo en riesgo, era arriesgarse a perder una de sus áreas más importantes para buscar talento, ya fuese para reclutarlo o robarlo. Así que tenía que soportar a idiotas sin talento, como este mocoso que creyó que él sería igual que Brock. Antes de retornar a su Rhyhorn (que era el más débil que tenía), miró con ojos de pistola al niño que se había atrevido a desafiarlo.
- ¿Eso fue todo? ¡Qué patético! ¿En serio entrenaste antes de venir aquí? ¡Lárgate!
El chico salió corriendo del gimnasio, mientras llevaba en brazos a su Mankey inconsciente y llorando a mares por su humillante derrota. Todavía molesto por tener que lidiar con un mocoso que creyó que podría vencerlo con un Mankey y un Pidgey, casi se alegró de que el trío le mandara un reporte.
- Pueden hablar. – les dijo tratando de controlarse, suprimiendo su rabia para lidiar con sus negocios no legales apropiadamente.
- Señor, el muchacho derrotó al Teniente Surge y se ganó su tercera medalla de gimnasio. – reportó Jessie mientras Giovanni sonreía divertido. Así que pudo ganarle al Relámpago Unovano.
- Sí, jefecito, y de verdad fue una gran victoria. Su Charmander evolucionó durante la pelea. – le informó James.
- Sigue viajando con esa otra chica bloodliner, ¿será su novia o algo? – se preguntó Meowth en voz alta. – No he visto ningún indicio de que estén besuqueando ni nada, ¿pero qué sabré yo del amor entre humanos y sus ritos de apareamiento?
Oh sí, esa chica. Giovanni también tenía interés en ella. Los reportes no eran claros, pero el instinto le decía que tal vez podría pasar algo entre los dos. Para bien o para mal, no lo sabía, pero siempre había confiado en su intuición al momento de edificar su imperio criminal, y muy rara vez se equivocó.
- Y además, acaban de abordar el St. Anne. – dijo James. Le tomó a Giovanni un momento registrarlo y responder.
- ¡¿Que hicieron qué?! – El repentino tono sorprendido de Giovanni asustó a James.
- Bueno, para ser más específicos, diría que más bien la chica lo arrastró a bordo contra su voluntad. Dijo algo de equipamiento raro para atrapar a los Pokémon de agua del mundo. Anzuelos, carnada y Pokébolas, si tuviera que adivinar.
- Oigan, ¿y no estábamos planeando una emboscada a bordo de ese barco o algo? – salió al paso Meowth.
- Oh, sí, y esa idiota de Cassidy no dejaba de restregarme que estaba a cargo. – recordó Jessie.
- ¡Solo imagine, jefecito! ¡Pronto tendrá en sus manos un super Pikachu, Charmeleon, Bulbasaur...!
- La operación queda cancelada. – decidió de inmediato Giovanni. – Díganles a Cassidy y a Butch que centren su atención en Ciudad Hop-Hop-Hop.
Y sin decir más, desactivó el comunicador, sin molestarse en mirar las reacciones del trío a la orden que les dio. La operación a bordo del St. Anne no valía el potencial que tenía ese muchacho. Él era la clave, o al menos una clave, para la existencia misma del Equipo Rocket como organización en el futuro.
(--0--)
A bordo del S.S Anne...
El crucero del S.S Anne le provocó a Misty un torrente de emociones, las cuales fácilmente podía resumir en unas cuantas palabras. Asombroso. Espectacular. Exótico. Diverso. Enérgico. Maravilloso. Divertido. Comidas cuyo origen Misty solo podía adivinar. Y estaba lleno de todas las maravillas que una futura maestra de Pokémon tipo Agua pudiera desear, muchas de las cuales ni siquiera tenía idea de que existieran, pero que rápidamente la cautivaron. Como la cantidad de variedades de anzuelos (de los cuales compró varios) para cada tipo de Pokémon específico. O las gemas de Unova capaces de aumentar el poder de los ataques de tipo Agua (que lamentablemente no podía pagar). En serio deseaba tener suficiente dinero para comprar uno de esos colgantes de Agua Mística, que solamente los compraban ricachones mimados y estúpidos entusiasmados con los Pokémon y que probablemente nunca en su vida habían tenido una batalla Pokémon. ¿Por qué los ricos eran a menudo tan idiotas?
- ¡Psy! [¿Por qué me haces cargar a mí todo esto?]
- Alégrate de que solo compré ese Magikarp. – le recordó Misty al pato, que tembló ante el prospecto de tener que cargar todavía más de lo que ya llevaba.
Por supuesto, dicho Magikarp se lo enviaría al Profesor Oak en lo que encontrara a Ash (que se había perdido entre toda la multitud y el revuelo de este maravilloso lugar), junto con el nombre, número telefónico y dirección del sujeto que se lo vendió. Después de todo era ilegal hacer eso, pero afortunadamente, el vendedor de ese Magikarp fue muy fácil de engañar para que le diera su información personal.
- ¡Acérquense, acérquense todos, amigos! ¡La Corporación Devon les presenta con orgullo Batallas y Pesca de buceo Pokémon!
La voz hizo que Misty y Psyduck se detuvieran en el acto (bueno, ella fue la que se detuvo, Psyduck chocó con su pierna y toda la pila de lo que cargaba le cayó encima). Había un enorme tanque de agua rodeado de entrenadores, y dentro de este, un entrenador totalmente empapado pero con expresión de satisfacción y acompañado de un Machop.
- ¡Ganen una batalla, y podrán sumergirse a pescar Pokébolas! – voceaba el anunciador del evento, con un traje bastante llamativo, mientras se acercaba a la piscina y sacaba de ella una Pokébola de cuerpo blanco y la línea central roja. – ¡Pokébolas, Bolas Premier, Super Bolas y Ultra Bolas! ¡Bolas de Red, Bolas Sanadoras, Bolas Rápidas y Lujo Bolas! ¡Tenemos más Pokébolas de las que podemos arrojarles, así que atrévanse! ¡Derroten al último ganador, y podrán meterse al tanque a sacar una Pokébola! ¡Si pierden, él tendrá otra oportunidad! ¡Quedan todavía seis Bolas Maestras por encontrar! ¿Quién quiere ser el valiente?
La cara Misty adoptó una amplia sonrisa. Esto se veía divertido, y seguramente Ash podría terminar aquí eventualmente.
- Duck. [Mi sentido de "me van a mandar a pelear" me está alertando.]
(--0--)
En otra parte del barco...
El St. Anne le provocó a Ash un torrente de emociones, muchas de las cuales podría resumir en pocas palabras. Una trampa. Emboscada. Criminales. Malos intercambios. Un naufragio. Experiencia cercana a la muerte. Y comidas cuyos orígenes Ash no podría ubicar incluso habiendo viajado a regiones lejanas. Sin embargo, sorpresa no era algo que Ash esperara sentir en ese lugar, incluso con la extraña aparente ausencia del Equipo Rocket.
No, la vida le estaba jugando una mala broma, y justo en ese momento le haría repetir un cierto encuentro que había tenido una vez en un Pokémart unovano. En términos coloquiales: lo jalaron al cubículo de una cierta Conocedora Pokémon.
- Bonjour, joven entrenador de Kanto. Mi nombre es Burgundy, Conocedora Pokémon de Clase A.
De pronto se encontró en un cubículo que se veía mucho más profesional que el que le vio la última vez (si lo que escuchó de Cilan era cierto), y tanto él como Pikachu se toparon con la intensa mirada de una un poco más crecidita, pero que seguía siendo ella, Burgundy. Primero Paul, ahora ella. ¿Quién seguiría después, Morrison?
- Por si no sabes lo que es un Conocedor Pokémon, somos un grupo de personas dedicadas a medir la compatibilidad entre los entrenadores y sus Pokémon. La mayoría somos originarios de Unova, pero al ser este un barco internacional dedicado a lo mejor de los Pokémon por todo el mundo, el St. Anne te ofrece lo mejor de lo mejor, incluyendo a los conocedores.
La arrogancia en sus palabras se sintió refrescantemente familiar.
- Ahora, si me lo permites. – Y con esto, agarró a Pikachu antes que Ash tuviese oportunidad de escaparse de allí.
- Pika. [Di una sola palabra y te electrocutaré.] – Pikachu ya estaba más que listo para repetir el espectáculo de "vamos a humillar a Burgundy".
Sosteniendo al roedor por un rato, se quedó observándolo, haciendo una buena imitación de un comprador de fruta que busca la mejor calidad en una tienda. Después de un rato de mirarle las plantas de los pies a Pikachu, se pasó el dedo índice por la lengua, tocó a Pikachu con él y después lo probó. Después de esto, sus ojos empezaron a brillar de una forma reservada usualmente para Ash cuando estaba hambriento y con un banquete frente a él.
- ¡Dios mío, esto es asombroso! ¡La compatibilidad entre tú y tu Pikachu es sorprendente! ¡Es como si los dos hubieran viajado juntos por años!
- "Si tan solo supiéramos por cuanto tiempo fue." – Fue el pensamiento que los invadió a los dos, lo que solo probó que Burgundy tenía razón. Burgundy teniendo razón... caray, qué sensación tan extraña.
- Además de eso, puedo ver que tu Pikachu tiene un gran potencial, ¡sus I.V's de ataque y velocidad son remarcables!
- ¿Eh, qué? – Ash no tenía idea de qué era eso de I.V's. ¿No era esa la abreviatura de las bolsas de suero que le ponían a la gente enferma? – "¿Cuántas cosas más tendré que aprender de este mundo?" – pensó.
- ¿Todos tus Pokémon también son así? ¡Por favor, muéstrame!
Ash y Pikachu intercambiaron miradas de preocupación. Claro, esta nueva Burgundy parecía ser mucho más competente que la antigua, ¿pero en serio tenía que pasar por todos? Pero con lo entusiasta que estaba, sería un problema escaparse de ella. Tal vez, sería mejor no presumirle de los Pokémon iniciales que tenía. Si lo hiciera, podría empezar a ponerse a gritar emocionada, y lo asaltarían un montón de entrenadores que querrían intercambiar. Y su Pokédex podría provocarle un problema similar, por suerte, ahora estaba inusualmente callado. Con eso en mente, dejó salir a Butterfree, y Burgundy procedió a admirarlo.
- ¡Oh, Dios mío, un Butterfree! ¡Oh, cómo los adoro! ¡Sus alas son tan preciosas como dicen todos!
- ¿Free? [Ash... ¿quién es esta chica rara que me anda revisando?] – Butterfree se puso nervioso mientras Burgundy lo miraba por todas partes.
- Esas alas, esos ojos... oh, sí, puedo verlo ahora. Entrenaste este Butterfree desde Caterpie, ¿verdad? – Ash, Pikachu y Butterfree respondieron asintiendo con la cabeza. – Puedo ver que le has puesto un gran esfuerzo. Estas alas, claramente están entrenadas para gran velocidad, son extraordinarias. Debes sentirte aliviado, después de que los Butterfrees que se estaban reuniendo para aparearse fueran robados, ahora no tendrás que separarte del tuyo.
El trío inmediatamente se quedó pálido al escuchar esto. ¿De qué estaba hablando Burgundy?
- Oh, ¿no lo sabías? – Por fin se le bajó algo el entusiasmo, tomando una expresión más seria. – Salió en los periódicos esta mañana. Todos los Butterfrees que se reunieron en el área de congregación tradicional de Kanto, el lugar donde se aparean de por vida, fueron robados por criminales desconocidos. Con eso habrá un enorme descenso en la población de Caterpies el próximo año. Lo lamento mucho por los que tendrán que conformarse con Weedles. – Después de un momentito de estar deprimida, rápidamente recuperó su buen humor. – Ahora, ¿tienes más Pokémon maravillosos que mostrarme? Tengo el presentimiento de que tienes mayor afinidad por Pokémon que son rápidos y con alto poder de ataque, y que prefieren esquivar el daño antes que soportarlo, pero podría equivocarme... (*)
(--0--)
Al este de Ciudad Cerulean, poco tiempo después...
Los Butterfrees no eran su presa preferida. Ella era una cazadora solo de los Pokémon más raros y finos del mundo. Pokémon cuyo valor monetario alcanzara al menos unos seis dígitos. Un Butterfree de alta calidad valdría a lo mucho unos tres, y los ordinarios se podían vender en un solo dígito por docena. Si quería hacer un trato con bichos de alta calidad, estaría recolectando Vivillons. ¿Pero qué se le iba a hacer cuando tu presupuesto de sobornos había sido reducido tan enormemente? Tenía que aceptar cualquier trabajo si quería seguir a flote.
¿Para qué los querría su cliente en primer lugar? ¿Acaso tenía un jardín gigantesco que quería llenar con su colección personal de bichos? Parecía una estupidez contratarla para esto. Por una fracción de lo que le estaban pagando por este trabajo, ese tonto podía fácilmente contratar a algún cazador de bichos para que lo consiguiera Caterpies y Metapods en cualquier bosque. Pero el dinero no podría comprar un buen cerebro.
- Comandante J, el cliente ya hizo contacto con el grupo recolector. Ya les pasaron el cargamento, y recibieron la paga. Están regresando a la nave con el dinero en este momento.
- Me alegra escuchar eso. – Con su semblante imponente y frío, la Cazadora Pokémon conocida solamente como J mantuvo una expresión de desdén en su rostro. – Tal vez ya podamos salir de este lugar. No quiero quedarme en el espacio aéreo del Equipo Rocket más de lo necesario.
Operar en la misma área que esos ladrones de Pokémon empleados por el Equipo Rocket implicaba tener competencia. La competencia llevaba a declaraciones de guerra. Y las declaraciones de guerra llevarían a naves dañadas y a capturas mutuas por la policía. En el territorio controlado por equipos como el Aqua o el Galactic, podía al menos operar con más facilidad, pues no estaban en competencia directa.
- Ahora, ¿hay algún contrato abierto, preferiblemente en Hoenn o Sinnoh? – Esas eran las regiones más cercanas a Kanto, y fuera del alcance del Equipo Rocket, parecían los destinos más seguros a los cuales ir.
- ¿Por qué ir tan lejos, si aquí mismo en Kanto podrías conseguir una excelente suma?
La voz que dijo eso no era la de uno de sus hombres. J y cada uno de los guardias armados que estaban en el puente se dieron la vuelta y apuntaron con sus armas, hacia el hombre que, de algún modo, había aparecido de la nada entre ellos. Estaba cubierto por una capa con capucha de color marrón oscuro, no podían verle la cara.
- ¡¿Quién demonios eres tú, y cómo entraste en mi nave?! – exigió saber J, mientras que la figura encapuchada sonrió.
- Oh, no te alarmes, Cazadora J. No hay nada que hubieras podido hacer para prevenir mi entrada, nadie podría. Pero por favor, baja tus armas, si valoras tu cuenta bancaria número 1366613 del Banco Central de Pummelo.
Una de sus cuentas en el exterior, y muy importante. Si la policía llegaba a cerrársela, ese sería un golpe durísimo para toda su operación. J y toda su compañía bajaron las armas de inmediato, dejando que la figura encapuchada prosiguiera.
- Así está mejor. ¿Por qué íbamos a resolver todo con violencia? Esos investigadores tenían que morir, pero tú no tienes por qué sufrir el mismo destino. Puedes sernos útil, humana.
J tuvo una sensación de terror recorriéndola en ese instante. Uno de esos fenómenos bloodliners. Maldición. No le extrañaba que se pudiera meter a su nave como si nada, por lo que sabía de ellos, ese maldito fenómeno tal vez hasta podría teletransportarse.
- Soy un emisario del Rey Bloodliner, con una solicitud de trabajo. Es tan sencillo, que hasta una simple humana como tú puede hacerlo, y es a prueba de tontos. – La voz burlona de este "emisario" era muy molesta. Antes de continuar, metió una mano entre su capucha para sacar algo. – Mi señor está muy interesado en los bloodliners de este mundo, J. Muchos de ellos están allá afuera, tratando de forjarse un nombre. Algunos hasta actúan como humanos, lo que es realmente gracioso. Sin embargo, hasta esos tontos ingenuos pueden servir para el gran designio, o como reservas de reproducción. Después de todo, los bloodliners masculinos son tan raros, que incluso si son un desperdicio de moléculas respecto a su talento, pueden usarse para engendrar a otros con mejor potencial, o al menos mejor mentalidad.
El emisario sacó una fotografía de un adolescente, con la piel algo tostada, cabello negro y alborotado cubierto por una gorra roja, y unas marcas en forma de rayito en las mejillas. La parte inferior del cuerpo de un Pikachu se podía ver en su hombro en la fotografía.
- Su nombre es Ash Ketchum, hijo de Delia Ketchum, una mujer humana con el potencial correcto para que su vida continúe, al menos hasta que llegue a la menopausia. Es un bloodliner que posee un linaje muy poderoso. El rey, sin embargo, tiene sus dudas respecto a su potencial para el gran designio. Tu trabajo es ponerlo a prueba. Captúralo, y llévalo a las coordenadas anteriores, y será usado para procrear a mejores. Si escapa a pesar tu mejor esfuerzo, probará que tiene el potencial que estamos buscando.
- ¿Y por qué diablos les iba a ayudar a capturar a un bloodliner para ustedes, fenómeno? Ese no es mi campo, y menos si es para un plan que seguro terminará conmigo seis metros bajo tierra si tienen éxito. – lo cuestionó J. En respuesta, el emisario le arrojó lo que parecía ser una shuriken. Por supuesto, ella la atrapó sin problemas, pues tenía práctica en bloquear proyectiles.
- No finjas que te importa quién te paga, J. El dinero es lo único que te interesa, y con este trabajo puedes asegurarte una cifra de nueve dígitos fácilmente, sin importar el resultado. Ya sea que lo captures, o que se te escape a pesar de tu mejor esfuerzo, no nos importa. Eso sí, si se te escapa porque no pones empeño, no vamos a pagarte. Estaremos en contacto. Te aconsejo que aceptes el trabajo, después de todo, conocemos todas tus cuentas bancarias, tus escondites, a tus infiltrados y a tus clientes. Toma este fácil trabajo, J... o tendrás que conseguirte otro.
Y con eso, desapareció tan rápido como vino, mientras J aplastaba furiosa la foto en su mano. No sería muy difícil encontrar otra, por supuesto, ahora que sabía el nombre del muchacho, podría encontrarlo fácilmente en Facebook.
Odiaba que la chantajearan. Pero este tal "Rey Bloodliner" y su emisario tenían todas las cartas. Y el dinero, ella lo necesitaba. No era que tuviera opción realmente. Iría de cacería por lo que algunos llamarían la presa más peligrosa. No un Pokémon legendario, sino a un humano, o más bien, un humano con poderes, si lo que dijo era cierto.
- ¡Comandante J, tenemos múltiples contactos de radar al oeste! ¡Parecen ser formaciones de Pokémon voladores de larga distancia! ¿Cuáles son sus órdenes?
Sacando a este "emisario" de su mente por ahora, le dio una mirada seca a la ayudante del puente que habló.
- ¿Qué pregunta es esa? ¡Muévanse y captúrenlos!
Esta historia continuará...
(*) Ver el Interludio del S.S. Anne para más detalles sobre el viaje de Ash y Misty a bordo del crucero.
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