Arco de Sabrina Parte 1: La búsqueda de Ash
Escena del crimen...
Anabel no podía hacer más que mirar en shock el lugar donde Ash había estado apenas un minuto antes, acción imitada por Misty e Iris, antes que ambas explotaran inmediatamente, de maneras distintas, y ninguna involucrando reacciones químicas.
Misty se soltó a dar gritos de miedo y pánico intercalados con palabras obscenas, mientras Iris saltaba sobre donde Ash había estado, mirando alrededor en busca de cualquier cosa. Pisadas, olor, algún cabello que se le hubiera caído, incluso aunque supiera que no había nada que encontrar. Solo el deseo instintivo de querer encontrar algo, lo que fuera, para rastrearlo.
El Abra no había estado el tiempo suficiente para poder leer lo que quería: fue demasiado rápido y no alcanzó a percibirlo a tiempo. Sintió un peso como plomo de culpa apoderándose de sus pensamientos, aunque trató de aclararse la mente para pensar en algo en vez de lamentarse por su error. Tenía que encontrar una forma de rastrear a ese Abra.
El problema era, que no tenía idea de cómo hacerlo, y su estado de confusión se vio compartido por los residentes en un árbol de roble cercano, al igual que Iris y Misty. Pero antes de poder decidir qué hacer con esos tres, Axew también lo había notado.
- ¡Ax! – Y con una potente Furia Dragón directo al árbol, este explotó y e hizo caer sobre sus pies al trío criminal vestido de blanco, todos sucios y amoratados.
- ¡Hey, ¿por qué hicieron eso?! – se quejó el masculino, James, pero ninguno de los otros hizo lo mismo al darse cuenta que se habían convertido en el centro de atención.
Específicamente de Iris y Misty, que les estaban echando ojos asesinos con una gran furia además de tener el tinte de alguien que acababa de hacer una deducción exitosa. Seguro creían que tenían a los culpables bajo sus pies.
- ¡¿Qué demonios le hicieron a Ash?! – exigió Misty, con la furia del mar en una tormenta en su voz.
Iris, aunque no lo expresó verbalmente como Misty, les estaba echando una mirada particularmente aterradora, y la furia la hacía echar chispas de los ojos. Era la furia de la naturaleza desconocida, como un depredador aguardando para despedazar salvajemente a su presa, algo no visto en la era de la civilización moderna. La energía traqueteaba en sus manos mientras unas Garras de Dragón comenzaban a amenazar con tomar vida en respuesta a su furia y miedo.
- ¿Qué? ¿Y por qué diablos nos culpan a nosotros? ¿Les parece que James es el tipo de hombre que tendría consigo un Abra? – espetó Jessie.
- De hecho, no me molestaría... – quiso decir el pelimorado, pero Jessie volvió a interrumpirlo.
- Ninguno de nosotros tiene un Abra, y estamos tan conmocionados como ustedes por esto.
El hecho de que el trío estaba defendiendo su inocencia no significaba nada para Iris: el hombre que tanto le importaba había desaparecido así de repente, y esos autoproclamados criminales y ladrones estaban presentes cuando sucedió. Habían dicho abiertamente que lo acechaban, así que era muy difícil no ver por qué su ira estaba enfocada totalmente en ellos, y sin intenciones de perdonar a nadie.
Había también la posibilidad de que Iris no los dejara irse en paz. Si eran culpables del crimen, sus vidas solo durarían lo suficiente para confesar lo que hicieron, por qué, y a dónde se lo llevaron. Anabel también quería encontrar a Ash, pero estaba tratando de no dejar que la confusión y la ira le nublaran el juicio y le impidieran pensar las cosas. Cosas como el hecho de que Ash no querría que ellas descargaran su furia en gente que de hecho no era culpable.
- No fueron ellos. Son inocentes. – aclaró Anabel para Misty e Iris antes que esta última hiciera algo de lo que después se arrepentiría. Mayormente porque seguramente le lastimaría la reacción de Ash al enterarse de sus acciones.
- Sí, escuchen a la telépata. Nuestra labor aquí es vigilar todo lo que él haga para el jefe por alguna razón; no es nuestro trabajo ir de acecharlo a robárnoslo. – aclaró Meowth haciendo que Misty le echara otra mirada asesina.
- Saben, eso no los hace menos perturbadores. – espetó ella. Las implicaciones de que los tres observaban todo lo que Ash hacía no eran lo más extraño de imaginarse, ni divertidas.
- ¿Y a mí por qué me ves así? – demandó James indignado. Se sentía genuinamente incrédulo de que lo acusaran no-verbalmente de andarse de mirón malicioso con Ash, aunque Misty no se dio cuenta de esto y siguió viéndolo con rabia.
James habría tratado de defenderse, pero Misty no estaba de humor para hablar. Por fortuna para él, no tuvo que hacerlo pues Jessie aclaró la garganta y toda la atención se enfocó en ella y en su sonrisa tenebrosa.
- Oh sí, claro que sí lo he observado, ¡y oh, cómo lo he observado! ¿A quién no le van a gustar unos abdominales como esos? ¡Y esos hombros! ¡Y bueno, todo lo demás! En serio, uno de los mejores cuerpos que haya visto, suertudas que son ustedes de pasar el rato con él tan cerca todo el día. ¡Buen trabajo mejorando lo que ya de por sí era bueno, chica salvaje! ¡Tienes toda mi aprobación! – dijo Jessie de una manera que a Anabel se le hizo bastante desagradable escuchar, aunque pudo darse cuenta que estaba intencionalmente exagerando un poco para quitarle el peso a James.
Misty pareció estar de acuerdo con ella en la idea de que Jessie espiando a Ash mientras se bañaba no era bien recibido (a Iris no parecía importarle ese punto en absoluto, mientras James y Meowth se quedaron mirando a Jessie con confusión), estuviese exagerando o no, así que Jessie rápidamente agregó:
- Pero si lo que insinúan es que iba a secuestrarlo para encerrarlo en mi sótano y tenerlo para mi disfrute personal, pueden estarse tranquilas. Difícilmente eso me interesaría, y definitivamente no después de Jessiebelle. Además, su chico ni siquiera es mi tipo, e igual es demasiado pronto para hacer algo así después de aquel pequeño incidente.
Anabel leyó la memoria de lo que era "Jessiebelle" y sintió algo de simpatía por James, a la vez que luchaba por no sonrojarse al pensar en las intenciones de dicha mujer con él. ¿Esas cosas no eran inventos ficticios en malos libros? Por su parte, Misty e Iris no tenían idea de qué o quién era Jessiebelle, y no pareció importarles.
- ¿Entonces quién es el responsable? ¿A dónde se lo llevó ese Abra? – exigió Misty al trío.
- Como les dije, no tenemos respuesta a ninguna de las dos preguntas. Igual que ustedes tres.
Anabel le echó una mirada al gato por su comentario, y los tres brillaron con el aura de sus poderes psíquicos. Momentos después, los tres salieron volando por los aires.
- ¡El Equipo Rocket sale volando solo por ser insensible!
- ¡Hey, solo estaba diciendo la verdad! ¡De vez en cuando lo hago!
Apenas pudo escuchar a Meowth quejándose en la distancia con los comentarios de Jessie y James mientras desaparecían en el horizonte. No habría hecho eso si no estuviera al tanto de que sobrevivían a esas cosas. Y lo mejor sería removerlos antes que les hicieran ponerse todavía más temperamentales. Después de todo, ya sin el trío, Misty e Iris ya no estaban tan agresivas en su pánico. En vez de eso, comenzaron a tratar de pensar qué hacer.
- Podríamos intentar usar los otros dispositivos...
- ¡Estaban en la mochila de Ash, y se la llevaron con él!
- Oh, bueno, podríamos contactar al Profesor Oak y pedirle que...
- Llamó a Ash para decirle que hoy iba a estar fuera todo el día.
- Podríamos tal vez...
- Quise decir que estará inconsciente porque le practicarán una cirugía menor.
Anabel recordó la llamada: no era nada que amenazara su vida, pero la mejor de las mentes de Kanto se encontraría fuera de acceso durante la mayor parte del día. Para cuando volviese al mundo lúcido y estuviera lo bastante consciente para ayudarles, sería muy entrada la noche. Estaban sus internos, por supuesto, pero ninguna de ellas los conocía, y quién iba a saber cuánto tardarían en convencerlos de que les ayudaran. Una precaución necesaria tal vez, pero una que no les iba a ayudar en nada el día de hoy.
Anabel cerró los ojos, extendiendo sus sentidos tan lejos como podía normalmente. Sus pensamientos atravesaron rápidamente las mentes de Misty e Iris, sintiendo la angustia y preocupación de ambas, antes de hacer un recorrido total por el bosque. Eventualmente alcanzó su límite como una banda elástica estirada a su máxima capacidad, y nada. No que eso fuese una sorpresa. No podía exactamente presionar su mente a esa distancia, y un Abra podía teletransportarse a mucha más distancia de la que ella podía percibir con todos sus sentidos. Sin embargo, ¿qué tal si lo hacía con solo unos pocos a la vez?
Tal vez si no estuviera tratando de buscar todo a la vez, podría extender su alcance. Aunque jamás lo había intentado: nunca se le había ocurrido la idea de trabajar en conjunto con Kadabra para percibir cosas más lejos combinando sus mentes. Eso requería que ambos unieran sus pensamientos en una sola voluntad central; de lo contrario sería como dos mentes mirando la misma área, o tal vez ella mirando en una dirección y Kadabra en la otra.
Posiblemente le iría mejor estrechando su búsqueda ella sola que tratar de combinar su mente con la de Kadabra. Aunque tenía dudas de si la idea funcionara. Después de todo, ¿qué tan lejos podría ver si sus pensamientos no estaban tratando de percibir con cada sentido?
- "A veces para ganar tienes que seguir tu instinto, aunque tu cerebro piense que no tiene sentido." – recordó escucharle decir a Ash una vez.
Parecía un momento apropiado para intentar ese enfoque. Después de todo, aunque tuviera que cuestionar qué tan bien funcionaría esto, necesitaban una solución. Así, Anabel extendió sus pensamientos de nuevo en una red que se expandía, esta vez sin tratar de usar el sentido del tacto con sus pensamientos.
Dichos pensamientos volvieron a expandirse, aunque esta vez al pasar a través de Misty e Iris no tuvo esa sensación definitiva de "estás entrando en mi mente" o "estás saliendo de mi mente", y sus pensamientos siguieron adelante hasta donde llegaron antes... y más allá. Siguió más y más lejos, aunque de nuevo alcanzó un límite mental. Todavía Ash no aparecía, incluso aunque tuvieran un área de búsqueda más amplia que pudiese extenderse más.
Volvió a intentarlo, esta vez removiendo el gusto. Solo pudo extenderse un poco más. Luego sin el olfato, y la búsqueda mental resultante se sintió extrañamente vacía mientras sus pensamientos seguían moviéndose, más y más, y más lejos. Su búsqueda mental llegó incluso más lejos que nunca, aunque empezaba a notar que la gente cuyas mentes tocaba brevemente apenas lo notaban. Y ella a su vez apenas registraba una cosa o dos de quiénes eran o dónde estaban. Solo que estaban allí, y un breve vistazo a sus pensamientos.
Aunque cuando su mente atravesó Fuchsia, se dio cuenta que una mente sobresalía del resto como ligeramente más familiar que la multitud de ellas por toda la ciudad. Era Janine.
Poco después se encontró de nuevo ante su límite, así que decidió ir todavía más lejos. Esta vez decidió dejar el oído, y siguió intentándolo... solo para encontrarse en un completo vacío, nada de nada, más negro que la noche y sin luz. Su mente estaba allí, pero no podía decir nada al respecto. Dónde, cuándo, qué, quién... sabía quién era, pero no podía ver nada más. ¿Qué había por encontrar? ¿Por qué estirar tanto su alcance? ¿Qué había para encontrar allí en ese vacío?
Ash. Ash Ketchum. Un compañero de viaje. Un agradable entrenador. Una buena persona. Un joven agradable y simpático. Un joven apuesto cuya compañía realmente disfrutaba. Una persona a la cual no quería perder. Una persona a la cual quería encontrar. Eso era lo que estaba buscando. En todo ese vacío, eso era todo lo que tenía que encontrar.
Y así, una luz azul comenzó a arder como una bengala que sobresalía en la oscuridad. Había muchas de ellas esparcidas, pero no había tiempo de contarlas a pesar de estar segura de que podría hacerlo. Dónde estaban, cuál era una y cuál era otra, si estaban vivas o en qué lugar, no podía verlo. Todas se sentían como Ash, fuese por lugar o por persona. ¿Pero cuál de todas sería él?
Una preocupada Misty la sacó de sus pensamientos momentos después, y sus sentidos fluyeron de regreso a ella en un solo arranque, junto con el resto de sus facultades mentales. Eso la hizo sentirse un poco mareada.
- Ax. – dijo Axew preocupado mientras Iris le daba una mirada de preocupación.
- ¿Te sientes bien? – le preguntó. Anabel decidió responderle para hacerle notar que estaba bien.
- Waffles con leche cortada. – Misty e Iris parecieron preocuparse más al oírla decir eso, así que rápidamente lo volvió a intentar. – Lo siento... mi mente estaba algo desorientada. Pero creo que tengo una idea.
Así, procedió a explicarles lo que había estado haciendo, lo que encontró, y cuál era el plan más obvio. Tenía que teletransportarlas hacia donde estaban esas luces azules, y una de ellas tendría que ser Ash. Eventualmente. Sin embargo, Iris y Misty todavía la veían con preocupación.
- Anabel, tal vez no sepas como luces cuando haces eso... pero no se ve muy alentador. – Misty hizo un esfuerzo por elegir bien sus palabras, y Anabel pudo darse cuenta incluso sin leerle la mente.
- Quieres saltar a ciegas en la oscuridad con cosas de las que no tienes idea de su naturaleza, o como si ya lo hubieras hecho. Eso no es seguro. – agregó Iris.
- Es la única pista que tenemos, y no tenemos más opciones. La única otra cosa que podríamos hacer es esperar aquí a que Ash regrese, y eso no es probable. Además, tal vez practicando pueda reducirlo.
Misty e Iris no se veían convencidas, incluso aunque Iris algo reacia le dijo a Axew que se preparara para ponerse en marcha, mientras Misty recogía el huevo que Ash había conseguido en el Cañón Grampa, y se agarraron de las manos preparándose para la teletransportación.
Por un momento no registró el sentido del tacto antes de teletransportarlas a todas, y aparecieron en un gran cuarto lleno de cristales verdes, con un gran cristal en el centro de todo. Dentro de él, había un Pokémon que flotaba, uno que nunca había visto antes que la miró con curiosidad.
- ¿Mew? «Parecen perdidas, ¿seguras que intentaban venir aquí?» – les preguntó en una voz realmente adorable, aunque extrañamente sonaba extrañamente madura, como de alguien viejo.
Anabel le respondió algo sobre toronjas, seguido de preguntarle al Pokémon si había visto a Ash.
Primer intento, nada de Ash. Aunque el Pokémon, un Mew, parecía saber quién era Ash, aunque no estaba en ese lugar, fuese donde fuese que estuvieran. Extrañamente, Misty e Iris se vieron tan sorprendidas como ella de eso. ¿Habría alguna historia detrás de esto?
(--0--)
Gimnasio Saffron...
Con Slowpoke derrotado, Ash se encontró mirando una ventana cercana, sabiendo exactamente lo que esta situación ameritaba.
- He tenido peores caídas. ¡Roggenrola!
El nodo del Pokémon tipo Roca brilló de blanco mientras disparaba su Explosión de Rocas. Las rocas dieron en la ventana, haciéndose pedazos al impacto contra un velo brillante que cubría la ventana.
- Esa ventana tiene Reflejo en ella. – notó el Pokédex.
- ¡Pika! [¡Bueno, veamos si puede reflejar esto!] –Pikachu disparó un Atactrueno contra la ventana, que brilló de amarillo pero fuera de eso no sufrió ningún efecto.
- Pantalla de Luz también está en efecto. – El Pokédex no necesitaba saber que Pikachu había asumido eso para añadir la respuesta. Ash caminó hacia la ventana y comenzó a tratar de empujarla hacia arriba, pero de nuevo esta brilló y se rehusó a moverse.
- ¿Reflejo también puede atrancar puertas y ventanas? – exclamó Ash con frustración mientras daba un puñetazo de revés. Este le dio al Abra que apareció frente a él segundos después de haberse materializado, noqueándolo justo mientras intentaba sacar un Puño Trueno con su brazo izquierdo.
- Rogg. [Claramente Iris estaba en lo correcto.] – dijo en un tono de halagos ante sus reflejos y los correctos presentimientos de Iris. Ash asintió estando de acuerdo, pero miró al caído Abra con tristeza.
- Aunque no quiere decir que me guste golpear Pokémon. – dijo. Cierto que los estaban atacando, pero no era algo que disfrutara hacer.
- Pikapi. [Limítate a golpear a los Pokémon que nos atacan, y estarás bien.] – dijo Pikachu. Ese era un buen consejo, aunque probablemente no podría tomarlo del todo.
- Bien, ¿alguna idea para salir de este lugar? – le preguntó Ash a Pikachu y Roggenrola, aunque ellos no fueron los que respondieron.
- Tengo un plan que actualmente me encuentro en el proceso de implementar para expeditar nuestro escape. Sin embargo, me tomará algo de tiempo realizarlo, y más todavía para extraernos. – dijo el Pokédex.
- ¿Vas a llamar a un equipo SWAT de Oficiales Jenny?
- Negativo. Eso solo abriría puestos de trabajo para Jennys jóvenes y aspirantes. Además es más propio de las Jennys de Unova.
Las sombrías declaraciones del Pokédex de una intervención de parte de Oficiales Jenny no tuvieron continuación, pues una Starmie se teletransportó enfrente de ellos y usó un ataque de Fuerza Psíquica para arrojar a Pikachu por el pasillo. Roggenrola cargó para dar un Cabezazo, pero un Rayo Burbuja tiró a Roggenrola contra la pared. Ash cogió la Super Bola que tenía en su cinturón mientras corría hacia ella.
- ¡Hrp! – declaró la Starmie mientras brillaba, antes de ser cortada por una cola verde brillante. Ash recogió a Roggenrola y empezó a canalizar el Pulso Curativo a través de su único Pokémon tipo Roca mientras Servine observaba confusa a la derrotada Starmie.
- Ser. [Imagino que algo extraño está sucediendo en este momento.] – dijo mientras Pikachu se acercaba para ponerla al tanto.
- Pika. [Fuimos secuestrados por un Abra y tenemos que salir de aquí. Las ventanas están bloqueadas y los Pokémon Psíquicos siguen atacándonos.]
Servine miró a la derrotada Starmie por un momento antes de sacar una pregunta.
- [¿Este Pokémon es salvaje, o alguien está dándole órdenes?] – dijo. Ash dejó a Roggenrola en el suelo antes de darle la respuesta.
- Estoy seguro que la líder del gimnasio, Sabrina, es la que está detrás de esto.
- [¿Pero estás seguro? Luego querríamos golpearnos si descubrimos que podríamos haberles sacado algo de información capturándolos.]
No pudo refutar el punto de Servine, y en una moción con el Pokédex a la mano que solo invocó un "Estoy ocupado tratando de salvarnos, no tengo los recursos para correr ese programa ahora" de su parte, Ash cogió una Bola de Red y se la arrojó a la Starmie. Un brillo rojo se formó a su alrededor, pero este se deshizo y la bola regresó hacia él. Muy bien, ahora ya lo sabían.
Como invocados por su intento de capturar el Pokémon de otro entrenador, un anillo de Abras se teletransportó alrededor de ellos. Cada uno de ellos tenía un puño que echaba chispas, ardía en llamas, o irradiaba aire congelado, y todos se lanzaron contra ellos, posiblemente para castigarlos. O quizás simplemente atacarlo porque sí, igual que el otro Abra, una de dos.
(--0--)
Mientras tanto, con las chicas...
La siguiente teletransportación las llevó lejos del árbol de cristal y de Mew, un Pokémon que estaría segura que el Pokédex se pondría a gemir al saber que no pudo registrarlo cuando encontraran a Ash.
En vez de eso, la teletransportación las depositó en una colina, aunque al aterrizar Misty por poco deja caer el huevo de Togepi. Se las arregló para agarrarse, protegiendo el huevo de caer. Aunque la cantidad de alivio que sintió al sujetarlo bien fue más de la que esperaba sentir. Como si la idea de que el huevo pudiera resultar dañado la perturbara profundamente, más de lo que podría imaginar. O incluso explicar.
Escuchó movimientos en la hierba detrás de ella, aparentemente Iris y Anabel no tuvieron un aterrizaje tan limpio como el de ella. Dado que Anabel murmuró algo sobre crepas, probablemente estarían allí un buen rato, al menos hasta que se recuperara.
- Vaya, qué sorpresa: una chica que aparece de la nada.
La declaración hizo que un escalofrío recorriera totalmente a Misty, y sus piernas estaban preparadas para correr, aunque su poder estaba incitándola a defender a Anabel si las cosas se ponían feas y no estaba en un estado para escapar, cuando vio a la fuente de la voz.
No tuvo que mirar mucho tiempo para añadir a quien estaba viendo a la creciente lista de familiares de Ash: el joven en la base de la colina se veía como Ash con el tono de piel de Red y los ojos rojos. Llevaba puesto un chándal rojo con una línea blanca recorriendo la cremallera y el cinturón, y tenía un Pichu sobre su hombro. Dicho joven sonrió mientras subía por la colina hacia ella, con una expresión bastante amigable mientras la observaba.
- Y no cualquier chica, sino una muy linda además. – declaró, y sus ojos rojos comenzaron a brillar como rubíes.
Misty se sonrojó ante el cumplido, y el chico de pronto miró el huevo que sujetaba con interés.
- ¿Un huevo de Togepi? Eso es raro: debes tener mucha suerte para haber encontrado uno. Quizás sean más comunes que hace cuarenta años, pero siguen siendo una rareza.
Sí, fue muy afortunada de encontrarlo. De pronto el orgullo se hinchaba dentro de ella, aunque también se sentía confusa. ¿Por qué estaba tan segura de haber sido ella misma la que lo encontró? Eso se sentía ligeramente incorrecto.
- He escuchado que la línea de Togepi puede percibir la felicidad y nacer más rápido con compañía feliz, y este huevo parece muy cerca de nacer. – El chico le dio una sonrisa llena de alegría mientras se acercaba más y tomaba las manos de Misty. Parecía que su sonrisa se volvía más cálida a cada segundo. – Debes ser una chica muy agradable, pero verlo. ¿Te gustaría charlar por un rato? He estado solo por mucho tiempo, y me vendría bien algo de compañía.
El entusiasmo era tan contagioso que Misty tuvo que sonreír. No pudo evitarlo.
- Dime, podría jurar que vi a otras aparte de ti aparecer. Una de ellas debe tener un Abra o algo que no haya visto, quizás un Natu. ¿También son chicas agradables?
- Oh sí, claro que lo son. Iris a veces es algo difícil de tratar, pero se preocupa por los demás y es más atlética de lo que podrías imaginar. Anabel no puede hablar, pero es muy inteligente y dulce, estoy segura que ustedes se llevarían muy bien. – Este chico era muy agradable; no haría ningún daño decirle. Estaba segura de que a Anabel no le importaría.
- Excelente. No puedo esperar a verlas. – dijo aplaudiendo, y su sonrisa brilló como diamantes con una belleza que le derretiría el corazón a cualquiera. Hasta que desapareció cuando Psyduck le dio un puñetazo en el estómago con un brillo que parecía de un Mega Puño.
- ¡Psyduck! ¡¿Cómo te atreves a golpearlo así?! – gritó Misty, mientras el chico se echaba a rodar colina abajo, y Pichu dejaba salir unos chillidos de dolor al caerse fuera de su hombro.
Sin embargo, su furia hacia Psyduck se bajó a la mitad, si no es que más, cuando vio al chico caer desparramado hasta el fondo de la colina, haciendo mayor énfasis una vez que Iris y Anabel finalmente llegaron a la cima.
- ¿A quién acaba de golpear Psyduck? – cuestionó Iris.
- ¡Psy! [¡A alguien que puede afectar tus emociones y ponerte a hacer lo que le dé la gana! ¡Y suena como el tipo de sujeto que te invita a cenar y después te corta en pedazos para servirte en la mesa! ¡Salgan de aquí antes que ella termine bajo su control de nuevo, y tal vez ustedes dos también!]
- Termine bajo su... ¡¿qué?!
Aunque Anabel e Iris no sabían lo que había dicho Psyduck, sí entendieron el significado, y sin tardanza los agarraron a él y a Misty mientras Anabel los teletransportaba a otra parte. Lo último que alcanzaron a oír fue esa misma voz que Misty creyó que era tan dulce y amigable decir maldiciones sobre Psyduck que le dieron escalofríos por toda la espina.
(--0--)
De vuelta con Ash...
Al derrotar a la última oleada de Abras, Ash consideró su siguiente curso de acción. Estaba bastante seguro de que no iba a funcionar, pero igualmente decidió intentarlo. Después de todo, era posible que solo fuesen las ventanas las que habían sido reforzadas, y que podrían tal vez atravesar las paredes. Con eso, sintió como el poder para potenciar la fuerza de los otros iba fluyendo a través de él, esparciéndose a todos sus Pokémon presentes.
Pikachu, Roggenrola, Servine, Muk, Tauros, y Squirtle, todos rápidamente cargaron contra la pared simultáneamente: Carga Salvaje, Cabezazo, Hoja Afilada, Golpe de Cuerpo, Giga Impacto y Retribución, uniéndose contra su propio Puño Incremento. El incremento de poder se esparció equitativamente a todos ellos, pero aun así se mantuvo potente, y todos golpearon la barrera brillante que rodeaba el gimnasio con suficiente fuerza para sacudir los cimientos del edificio y todo lo que había en él. Sin embargo, la pared no cayó. Recogiendo a Pikachu para curarle el daño de retroceso por la Carga Salvaje, Ash se quedó viendo la pared con una mirada pensativa.
- Tal vez funcione mejor si tratamos de atacar en un solo punto a la vez. – sugirió. Quizás si evitaban dispersar el golpe podrían incrementar el daño infligido.
Eso sonaba lógico, y aunque solo lograran hacer un agujero pequeño, podrían aprovechar desde ahí. Notó cómo Squirtle miraba al resto de los Pokémon presentes mientras colocaba a Pikachu ya sanado de vuelta en el suelo.
- Squirtle squir. [Si lo que buscas es ese tipo de precisión, sería mejor que seamos solo otro Pokémon y yo. El primer Pokémon tiene que hacer el ataque inicial, y después yo agregaría el mío en ese punto. No hay nadie más aquí que tenga ese nivel de exactitud para un ataque de largo alcance.]
Servine le dio una mirada de fastidio por eso último, aunque Ash pudo notar que Muk, Tauros y Roggenrola no compartían su molestia al ser descartados.
- Tle. [Un montón de hojas no es lo más preciso que hay. Quizás si supieras Rayo Solar.]
Eso tendría el problema de reunir luz solar, pero Ash no se sentía con ganas de traer eso a colación. Quizás cuando salieran de allí.
- ¡De acuerdo, Pikachu, usa Atactrueno! ¡Squirtle, iguálalo con Pistola de Agua a máximo poder!
Ash agregó la parte de "máximo poder" justo cuando ambos ataques golpearon la pared. La Pistola de Agua incrementó la presión que estaba haciendo el Atactrueno, todo el tiempo golpeando en un ángulo para reducir la electrificación del chorro de agua. La pared volvió a resplandecer, pero Ash sonrió al empezar a ver lo que solo se podía considerar como una grieta. Esto podría funcionar...
- ¡Ka!
Pero su alegría se vio interrumpida por un par de Kadabras que aparecieron a ambos lados de él, armados con unas cucharas que brillaban de rosa y extendidas como sables de luz. Apenas logró evitar que lo cortaran en dos, y los Kadabras usaron dichas cucharas de energía para repeler un As Aéreo y un Derribo de parte de Servine y Tauros. Un Exeggutor apareció sobre Pikachu y Squirtle aterrizando con un golpe seco, esparciéndolos a ambos y deteniendo sus ataques antes de disparar una oleada de ataques de Bombardeo. Muk se alzó frente a ellos para absorber los disparos antes que llegaran hasta él mientras los Kadabras saltaban detrás de Exeggutor.
- ¿Por qué Sabrina tiene tantos Pokémon? ¿Y desde cuando Kadabra tiene "Cuchara Láser" como un ataque? – preguntó Ash mientras los Kadabras disparaban Psicorrayos y Exeggutor unas rondas de Bala Semilla.
Roggenrola y Squirtle bloquearon los Psicorrayos con Explosión de Rocas y Pistola de Agua, mientras que la Bomba de Desechos de Muk sobrepasó a las Balas Semillas y golpeó al Pokémon tipo Hierba, haciéndolo caer derrotado.
- Probablemente no tenga nada mejor que hacer entre estar asesinando personas que ponerse a criarlos y entrenarlos. En cuanto a lo de la "Cuchara Láser", de hecho tengo algo de información respecto a dicha técnica siendo utilizada por un coordinador en un concurso Pokémon de Saffron hace algunos años. – ofreció el Pokédex.
- ¿Es decir que se lo plagió?
- Secuestro, asesinato y plagio de movimientos, sí. – dijo el Pokédex mientras los Kadabras se lanzaban a la carga con su técnica de cucharas láser robada.
Solo para que Tauros y Servine cargaran contra ellos, en venganza por haberlos bloqueado antes. Con la resplandeciente fuerza púrpura del Giga Impacto, Tauros hizo pedazos la Cuchara Láser de su oponente, antes de mandar a su usuario a estrellarse contra la pared.
- ¡Broo! [¡Ya tuve suficiente de eso!] – mugió de rabia.
Entretanto, la cola potenciada con Hoja Afilada de Servine le dio un tajo a la Cuchara Láser de Kadabra. Esta resistió, pero Servine usó la fuerza para impulsarse hacia el aire, e hizo que Kadabra se tambaleara hacia adelante. Al descender le dio otro tajo de arriba abajo con Hoja Afilada, anotándose otro Kadabra derrotado.
- ¡Ser! [Estás acabado.]
Y con eso, la siguiente oleada de Pokémon Psíquicos que los atacaban había terminado, aunque sospechaba que el Farfetch'd que había capturado estaría muy molesto de no estar aquí para pelear contra usuarios de cucharas psíquicas. Sin embargo, el Pokédex le dijo que en ese momento se encontraba muy ocupado tratando de preparar su plan de escape para utilizar el guante H.O.P.E, así que no había nada que pudiera hacer para rectificar las cosas con el pato.
- De acuerdo, tal vez ahora tengamos unos minutos para nosotros, volvamos a lo que estábamos, hacernos una puerta. ¡Pikachu, usa A...!
Y de pronto Ash encontró su voz siendo ahogada por una mano pálida que le cubría la boca, perteneciente a alguien más bajo que él. Sin embargo, considerando quién era dicha persona exactamente, tampoco eso le ayudaría en la categoría de "no entres en pánico".
- Eso fue ingenioso, debo reconocerlo. Eres la primera persona a la que se le ocurre que sería más fácil romper mis paredes que las ventanas, y tampoco se me olvida la sugerencia de tu Squirtle. Eso también fue muy inteligente. Sin embargo, tendré que pedirte que te detengas. – declaró Sabrina en un tono que caía entre sus extremos pre y post-Haunter.
Inmediatamente en cuanto la vieron, todos sus Pokémon se lanzaron contra ella, pero una barrera reflectante se formó a su alrededor y los detuvo a todos.
- Sabes, tal vez debería haberte dicho primero las reglas de mi batalla de gimnasio, y cómo ganar para empezar. Llámalo un pequeño desliz de mi parte. Por supuesto, tal vez deberías saber que hacerme reír no será una condición para ganar en esta ocasión. Aunque Haunter hubiera decidido seguirte de nuevo, él no te podría salvar.
Ash sintió que se le helaba toda la sangre ante esa simple declaración de parte de Sabrina, una reacción que vio reflejada en Pikachu y Squirtle. No que el resto de sus otros Pokémon estuvieran menos sorprendidos, pero para ellos lo que pasaba era más del tipo "alguien más sabe sobre lo que le pasó al tiempo aparte de ellos". Pero en cuanto a Ash, Pikachu y Squirtle era algo totalmente diferente. SABRINA sabía lo que le había pasado al tiempo.
- Ahora... – declaró mientras ambos desaparecían de la existencia por un momento antes de ser depositados en la misma arena de gimnasio/sala de trono que él conocía de antaño, antes de que Sabrina removiera su mano y flotara hacia los pies de su trono antes de sonreírle. Una sonrisa que era mucho más tenebrosa que la expresión estoica que le recordaba. – Vamos a hablar.
La chica permaneció sonriendo mientras se sentaba en el trono y cruzaba una pierna sobre la otra antes de entrelazar sus dedos.
(--0--)
De regreso con las chicas...
Les tomó unos cuantos minutos más cuando su teletransportación las hizo aparecer en un techo, viendo lo que parecía ser un pequeño pueblo de granjas. Aunque Anabel no lo había necesitado más de lo usual, a Misty le hicieron falta unos minutos para procesar lo que había pasado durante la última teletransportación.
Iris no había visto lo que sucedió, pero Misty necesitó algo de tiempo para agradecerle a Psyduck y preguntarse qué sucedía con la persona a la cual había golpeado. Iris no necesitó tiempo para pensar en nada, pues la explicación era muy simple: dicha persona era malvada.
Luego de que Psyduck recibió suficientes gracias y regresó a su Pokébola, se volvieron a teletransportar mientras veían a un Mr. Mime salir de la casa sobre la cual aterrizaron para barrer el frente, y de pronto se encontraron encima de un risco. Habían aterrizado bien, aunque Anabel tuvo que apoyarse en Misty y murmuró algo acerca de manteca, fuera lo que fuera. Tenía una mirada extraña en los ojos y no tenía aspecto de saber dónde estaban, incluso aunque se encontraban a plena luz de "estar encima de un risco".
Encontrar a Ash tenía un sentido adicional de urgencia más allá del bienestar del propio Ash: presionarse como lo estaba haciendo no podía ser bueno para Anabel.
- Veo que has conquistado el desafío del Gimnasio Pewter. Dime, ¿cuántas medallas tienes ahora?
Una voz ligeramente familiar estaba hablando al fondo del risco, y entonces Iris señaló con la cabeza para verificarlo. Lo que vieron abajo fue a un chico vestido con ropas extrañas acompañado de un Marowak (que extrañamente llevaba una especie de corbata similar a las que vieron durante aquella locura de compras, y con una Piedra Activadora fija en ella) mirando a quien parecía ser una versión femenina de Ash acompañada por un Ivysaur.
Iris no creyó que fuese una exageración: la chica no tenía el mismo tipo de figura que aquella camarera o como Ash había descrito a Belladonna, sino más parecida a la suya o de Anabel, y con la ropa apropiada, probablemente podría engañar a la gente y hacerles creer que era Ash de lejos. Aunque probablemente le haría falta cortarse el pelo ya que le caía por debajo de los hombros, y aunque la chaqueta que era predominantemente blanca y azul con una camiseta negra debajo eran muy parecidas a las de Ash (aunque el cuello era rojo y amarillo sin servir ningún propósito), la chica probablemente sería una mejor imitadora de Ash si llevara pantalones en lugar de una falda de tela vaquera.
- Cinco. – declaró ella con un tono lleno de confianza.
- ¡Ax! [Creo que ese chico es uno de los oponentes que Misty enfrentó en el torneo con ese Clefairy maligno.] – dijo su pequeño hermano. Eso explicaría por qué se veía tan familiar.
- Conque cinco, ¿eh? Tienes la misma cantidad que yo. Sin embargo, vengo en busca de mi sexta medalla, y tú serás una excelente prueba para comprobar si estoy listo.
- Por mí está bien, pero no creas que te la pondré fácil. Mi nombre es Manna, por cierto. – dijo la chica, y ahora sabiendo su nombre, su Ivysaur dio un paso al frente, con la misma determinación en sus ojos.
- Y el mío es Otoshi. – Y con dicha declaración, Marowak también avanzó al frente, con el hueso listo para la batalla.
Un extraño olor comenzó a emanar de ambos lados: Manna y su Ivysaur olían como ciertos pólenes extraños que ella solo había olido una sola vez en su vida. Su abuelo mencionó algo sobre un ritual de evolución que algunos Bulbasaurs e Ivysaurs atravesaban que involucraba ciertos tipos de polen que había observado una vez, y regresó con el olor del polen con ellos. Y ambos olían de esa forma. ¿Habrían sido parte de dicho ritual recientemente?
Otoshi y su Marowak olían más como relámpagos, tanto de donde se formaban como del área donde estos golpeaban. ¿Habrían estado persiguiendo tormentas?
- ¡De acuerdo, Ivysaur, inicia con Golpe de Roca! – declaró Manna mientras Ivysaur alargaba dos látigos contra Marowak, con las puntas brillando en rojo.
- ¡Desvíalo, Marowak, y luego vamos con todo! – declaró Otoshi mientras el Marowak repelía ambos látigos con las puntas rojas con su hueso, antes de formar un Puño Trueno y golpearse justo donde tenía la Piedra Activadora en la corbata.
El cañón pareció oscurecerse por un momento, mientras una luz dorada se esparcía desde el puño para empezar a cubrir a Marowak en la parte superior del pecho y los brazos a la vez que empezaban a echar chispas. La luz avanzó hasta el hueso hasta cubrirlo a la mitad antes de detenerse.
¿Qué era eso? Manna parecía compartir la misma sorpresa que Iris, ya que exigió saber exactamente lo que Otoshi acababa de hacer.
- Esto, cuando lo hayamos dominado, será cómo vamos a ganar la Liga Pokemon. ¡Ahora, Marowak, Hueso Palo! – exclamó Otoshi.
Marowak cargó contra el Ivysaur, que miró desafiante al Marowak coloreado de oro. Mientras la batalla comenzaba a moverse a favor de Otoshi, Iris no pudo evitar notar que a Ash le encantaría poder ver esto por la emoción. Y seguro el Pokédex querría recabar la información.
Sin embargo, todavía seguía la pregunta, ¿por qué habían aparecido aquí al teletransportarse? ¿Qué era lo que estaba intentando ubicar Anabel? La casa y el Mew no tenían absolutamente nada en común, pero esta fue la segunda vez que se encontraron con un resultado de la fecundidad del padre de Ash al llegar a su destino de teletransportación. ¿Sería por eso, y si ese era el caso, por qué en esa casa y los cristales con el Mew? ¿Estarían conectados con Ash? Había la posibilidad de que en la casa viviera la madre de la chica, ¿pero qué tendrían que ver la sala de cristales de aquel Mew...?
- ¡Saur!
Su atención volvió a desviarse a la batalla a la mano. Marowak acababa de acuchillar a Ivysaur con la punta de su hueso brillando con lo que parecía ser un Corte Furia. Todavía tan dorado como antes, Marowak volvió a lanzarse a la carga, solo para ser detenido cuando el Ivysaur brilló con una intensa aura verde. Dicha aura causó que las paredes en el risco brotaran de vida verde con musgo, e Ivysaur se quedó viendo a Marowak con sus ojos resplandeciendo en verde. Espesura, pero mucho más fuerte de lo que jamás había visto antes. Aunque ya había escuchado algo sobre esas cosas.
Raros ejemplos de la habilidad que tenían mucho más poder detrás de ellos, pero a costa de tener mucho menos control. Aquellos que la poseían tenían un potencial de fuerza inimaginable, pero a riesgo de destruir todo a su alrededor en arranques de furia descontrolados.
- Oh no... – escuchó murmurar a Manna con una mezcla de miedo y preocupación, antes que sin ninguna orden el Ivysaur disparase un Rayo Solar.
- ¡Bloquéalo! – le ordenó Otoshi mientras Marowak volteaba el hueso que sostenía para que la mitad dorada recibiera el impacto, antes de cargar contra el ataque de frente con la intención de que la armadura dorada que potenciaba su cuerpo absorbiera el impacto del Rayo Solar.
Sin embargo, una mano le tocó el hombro y la teletransportó a ella y a Axew fuera de allí antes de ver el resultado del choque.
(--0--)
Otra vez en el gimnasio Saffron...
- Podría hacer bromas sobre que no te ganaste mi medalla la primera vez, pero presiento que eso no tendría sentido. Ese tipo de bromas solo le vienen bien a compañeros de mucho tiempo, o gente celosa y molesta que ni siquiera tienen una medalla "por lástima" a su nombre. Además, difícilmente veo falta de esfuerzo en la primera vez que ganaste tus Medallas Cascada y Arcoíris incluso sin una victoria decisiva. Si el curso de una batalla fuese un factor, pensarías que la Medalla Dínamo valdría para burlarse de ti. – observó Sabrina mientras Ash y sus Pokémon permanecían tensos, listos para atacar en el momento en que ella intentase cualquier cosa.
- Le ofrecí devolverle la medalla, pero Wattson estaba... – Ash detuvo su explicación del incidente de la Medalla Dínamo cuando algo le vino a la mente. – ¿Cómo es que sabes eso?
Él nunca volvió a ver a Sabrina después de ganarse su medalla, ni siquiera cuando regresó a Ciudad Saffron para el concurso de May. A menos que Iris o Cilan se hubieran topado con ella luego de montarse en el Tren Magnético, ¿cómo podría saberlo con todos esos detalles? Diablos, ni siquiera eso lo explicaría: si jamás les había mencionado ese incidente a ninguno de los dos en ningún momento.
- Oh, ¿cómo es que sé de tu primera y tu segunda batalla con Wattson? ¿Cómo es que sé de tus dos victorias en torneos de sumo, de tu derrota a manos del Throh de Montgomery y tu triunfo sobre Volt? La verdad es muy simple, leí tu mente. Pude aprenderlo todo explorando en los rincones más profundos, y suelo volver a verla cuando necesito verificar algo.
¡¿Había leído su mente?!
- Sí, y lo he estado haciendo desde hace algún tiempo. Lo sé TODO. – Hizo una pausa por un momento antes de agregar un corolario a su declaración. – Excepto por cuánto tiempo estuviste viajando. Por mi mejor estimación, deberías haber alcanzado tu edad actual antes de que el tiempo se rompiera, ya fuese en Unova o Kalos, y aun así no lo hiciste. Y honestamente, podría jurar que esa chica May parecía haber envejecido en reversa en cierto momento.
¿Cómo que May envejeció en reversa?
- Pero eso es un detalle menor comparado a la fortuna de conocimiento que me has dado. Y eso incluye tu experiencia con medallas de gimnasio, así que creo que podrás adaptarte a mi desafío bastante bien. – Señaló hacia arriba con una sonrisa. – Si quieres la Medalla Pantano, tendrás que abrirte camino hasta llegar al piso superior de mi gimnasio y tomar una de ellas. Están sobre una mesa, nadie las ha tocado desde que las dejé allí. Con el poder que utilizaste para intentar derribar mi pared, tengo la certeza de que serás el primero que logrará llevarse una. Por supuesto, son muy pocos los que realmente lo intentan, a lo mucho solo duran unos cuantos minutos antes de empezar a suplicar por sus vidas, y menos todavía prueban ser dignos de ellas en ese punto.
- ¿Y para qué la querría? – le dijo Ash secamente.
- Aceptaste una de un señor del crimen, ¿o no? – le recordó ella.
- Técnicamente la gané de Jessie y James.
- ¿Y ellos no trabajan para un señor del crimen?
- No por al menos la mitad del tiempo que tengo que lidiar con ellos hasta donde sé. – replicó Ash.
- Y aun así, ¿un par de criminales y su Meowth parlante son mejores que yo? – cuestionó Sabrina.
- ¡Acabas de admitir que asesinas personas! – exclamó él. Estaba seguro de que el Equipo Rocket era demasiado incompetente para matar a alguien la mayor parte del tiempo, y cuando eran competentes solo era para meterse en lugares a robar cosas.
- Prefiero verlo más como arrancar malas hierbas antes que asesinato, pero si vas a ser tan insistente con tus estándares, está el premio en mi sótano. – dijo señalando hacia el suelo, pero Ash prefirió optar por su tercera opción.
- Podría simplemente cruzar la puerta y marcharme. – Era una declaración, no una pregunta.
- ¿Y dónde crees que fue a parar la mayor parte de la basura? – replicó ella como si fuera un hecho antes de volver a señalar abajo hacia su sótano.
- Pika. [Perdón, señorita, pero si quieres llevártelo a tu cama tendrás que hacer fila. Ya hay tres en espera, y una larga lista de personas con las que preferiría que él estuviera antes que tú, y de múltiples géneros y especies.] – declaró Pikachu directamente, aunque Sabrina no pudiera entenderlo.
Un momento, ¿qué acababa de decir? Ash por poco se abofeteó por pensar que había escuchado mal mientras miraba a Pikachu.
- No necesito a tu entrenador por esa razón. No tengo ningún interés en placeres carnales o tener un hijo. – le dijo.
Pikachu se quedó tieso: ¿leyó eso directamente de su mente? Y sí así era, entonces...
- Sí. – le dijo ella. Ash redirigió su atención al problema actual y decidió ignorar de momento lo que había dicho Pikachu, dejándolo para después.
- "[Mantente fuera de mi cabeza.]" – pensó el roedor. Además, ¿a cuál de sus preguntas estaba contestando?
Sabrina respondió a su pensamiento con un gesto de encogerse de hombros que comunicaba en esencia un "no". Y eso tampoco aclaró de lo que estaba hablando.
- No, allá abajo se encuentra tu Pokémon perdido, el que Paul mandó a volar por los aires.
La declaración hizo que Ash diera un paso atrás por el shock, mientras Pikachu imitaba su movimiento. Muk y los otros observaron a Sabrina con sorpresa renovada en vez de intranquilidad mientras la chica continuaba.
- Sí, Primeape. Me encontré con él antes que muriera por un golpe del destino, e imaginé que podría serme de utilidad, ¿y qué mejor manera que usarlo de motivación para que vinieras a mi gimnasio? Llega hasta el sótano y recuperarás a Primeape. Él puede ser tu premio si rehúsas mi medalla, y el desafío para llegar hasta él será el mismo, así que para mí funciona perfectamente.
Ash se quedó mirando a Sabrina por un largo momento, y un pensamiento entró a su mente sobre cuál sería su ángulo. ¿Por qué lo trajo aquí? ¿Cuál era su juego? Sin embargo, todas esas preguntas rápidamente fueron ahogadas por una simple determinación. Primeape estaba aquí, y él tenía una segunda oportunidad para salvarlo. Sin duda la tomaría.
Se movió para darle la vuelta a su gorra y simbolizar su decisión, incluso mientras veía a Pikachu prepararse para correr hacia el lugar más cercano que llevara hacia abajo. Por la esquina del ojo vio a Servine asentir estando de acuerdo, a Tauros resoplar con determinación, a Roggenrola saltar en el aire enérgicamente, y a Muk alzarse tanto como podía por la batalla que se les aproximaba.
Todos estaban listos para la siguiente oleada de Pokémon psíquicos que aparecieron mientras Sabrina desaparecía.
Esta historia continuará...
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