Capítulo LII


Belltown, Delaware.

Época actual.

No han sido las horas más fáciles... Recién comienzo a relajarme, aunque todavía escucho los ecos de las sirenas de la policía que se acercaban a toda velocidad hacia la ya abandonada y vacía casa de los Cobby. Estuvo cerca. Quisiera que mi corazón pudiera entenderlo, pues no deja de latir tan fuerte como en ese momento.

—Son $17,95.

No tengo idea de cómo fue que llegamos a esta ciudad en particular. Mewtwo sólo me pidió que pensara en un sitio donde James pudiera descansar, y... Supongo que de alguna manera creí que aquí podríamos...

— ¿Señorita...?

—S-sí... Pagaré con tarjeta...

Tengo que dejar de pensar en eso...

La teletransportación nos salvó. Nadie sabrá que estuvimos ahí. Ahora sólo debo llevar las provisiones al hotel y esperar a que James despierte. Nada malo puede pasar en un par de horas.

Es difícil moverme con tranquilidad en una ciudad infestada por la legión Mawson. Creo que ahora es cuando vuelve a mí la idea que tuve hace tantos años, de que la familia Mawson se reproduce como conejos insaciables. No es normal que Kiley tenga tantos hermanos, sin contar a sus medias-hermanas y...

Basta, Candice.

Todo estará bien.

Nadie puede reconocerte ahora.

En la recepción del hotel no hay nadie más que los recepcionistas. El lobby está totalmente vacío. Nadie se fija en mí cuando tomo el ascensor. Entre estas cuatro paredes es fácil sentirme a salvo para mirar el móvil que no dejó de vibrar desde que salí a buscar la tienda Target. Sabía que el mal presentimiento tenía excelentes motivos para existir, aunque no esperaba que se tratase de esto...

A pesar de que la pantalla marca que las llamadas vienen de un número desconocido, sé a la perfección de quién se trata.

Una llamada llega justo a tiempo.

Debo detener el ascensor para responder.

—H-hola...

Hay silencio absoluto al otro lado de la línea. Al menos, en la atmósfera.

—Estás demasiado cerca.

—Lo sé... E-es sólo que...

— ¿Qué haces en Delaware? Creí que estabas en New Jersey.

—Lo estaba... Alguien en ese vecindario debió llamar a la policía. Tuvimos que escapar.

—Pues escapa de nuevo. Sabes que Delaware está lleno de los Mawson. Si te descubren, te matarán.

—No pueden reconocerme. Me aseguraré de eso.

— ¿Dónde estás quedándote?

—E-es un hotel pequeño... Evité los lugares de cinco estrellas para no levantar sospechas. Sabes que los Mawson son dueños de más de la mitad de todo lo que existe en este lado del país.

—Bien... Pero, ¿por qué te escuchas tan nerviosa? ¿Ocultas algo?

—N-no... N-no se trata de eso... Estuvimos muy cerca de ser descubiertos. Si la policía nos hubiera encontrado en ese sitio, todo estaría...

— ¿Cómo lograste escapar?

—Mewtwo nos teletransportó.

Me es fácil imaginarlo asintiendo en silencio y bebiendo un trago de ese vino que ha costado cien veces más de lo que cualquiera imaginaría.

—Sal de ese lugar cuanto antes. Es una orden.

Y corta la comunicación.

Eso sería fácil, si tan sólo no tuviésemos que cargar con un James convaleciente... Sólo podremos seguir escapando una y otra vez cuando él pueda levantarse. Hasta entonces...

De acuerdo, Candice. Relájate ahora mismo. ¡Hazlo ya! No puedes seguir aterrada por algo que al final no sucedió.

Respira...

Una vez más...

Eso es.

Sigue subiendo.

Él tiene razón. Debemos salir de Delaware antes de que suceda cualquier otra cosa. Pero, ¿cómo irnos? ¿A dónde ir? ¿Dónde podremos estar a salvo hasta que James pueda levantarse? Mewtwo no querrá seguir adelante si no lo llevamos con nosotros. Y a cada segundo que pasa...

Estar tan cerca de los Mawson me pone la piel de gallina. Por suerte, todos ellos son inconfundibles. Sólo debo mantenerme lejos de cualquiera con aspecto excéntrico. Correr en cuanto veamos a una persona tatuada cerca de nosotros.

Estaremos bien.

La puerta de nuestra habitación sigue cerrada. Ni bien entro, Gothitelle me recibe. Parece que quiere ayudarme a llevar las bolsas de las compras, cosa que al instante queda en el olvido gracias a la forma en que ella insiste en mirarme frente a frente.

El mal presentimiento ya es parte de mi ser.

— ¿Qué pasa, Gothitelle?

Ella señala insistente hacia el fondo de la televisión. Sé que no hay nada de qué preocuparnos, puesto que ella está ilesa y la habitación no ha sido saqueada. Y aún así...

En la cama donde James debería estar recostado hay un cambio significativo. Su cuerpo es rodeado por luz púrpura que lo mantiene suspendido a un par de centímetros de la cama, manteniéndolo en la posición correcta para que las manos de Mewtwo puedan darle toda su atención a cada milímetro de su cuerpo. Deben ser sus dones curativos, a juzgar por la forma en que la palidez desaparece lenta y gradualmente. Es impresionante, pero...

— ¡Mewtwo, aléjate de él! ¡Podrías hacerle daño!

Me quedo congelada cuando su mirada se posa sobre mí. No sé si es él quien lo causa, pero siento como si alguna fuerza invisible se hubiese interpuesto para impedir que siga avanzando. No me atrevo a dar un paso más, aunque quiero hacerlo.

Debo intentar de nuevo. Mewtwo no puede...

—Mewtwo, por favor. James aún está delicado.

No le haré daño. Estoy ayudando, humana.

—Sé que tienes poderes curativos, pero no es el momento de utilizarlos. Ya hiciste todo cuanto pudiste. James debe descansar.

—Ya me he recuperado lo suficiente como para terminar el trabajo.

—También tú necesitas descansar.

—Lo haré cuando termine con esto.

—Mewtwo, yo soy la doctora aquí. Yo sé lo que es mejor para James.

—Eres sólo una doctora de los Pokemon. No eres doctora de humanos.

—Sea como sea, quiero que te alejes de James.

Vuelvo a quedarme paralizada. La luz que sostiene a James va desapareciendo, mientras él baja lentamente hasta situarse de nuevo en la cama. Sigue durmiendo, sin saber lo que sucede a su alrededor. Mewtwo levita para colocarse entre nosotros, encarándome y dejando a James detrás de sí. Sólo puedo asociarlo con un escudo. ¿Por qué quiere actuar como un escudo?

—Mewtwo...

—Tengo que hacer esto, antes de que sea demasiado tarde.

—James estará bien. Sólo debes dejarlo descansar.

—No, humana. No lo entiendes.

—Entonces explícalo.

Avanza un poco más hacia mí. Sigue estando a la defensiva. Sigue intentando parecer que está a la ofensiva. Gothitelle se acerca, como si supiera que algo más puede pasar. ¿Es posible? Si Mewtwo ya nos había dado un poco de su confianza, entonces...

Oh, vamos, Candice.

Tú eres la Entrenadora Pokemon. Él no puede estar por encima de ti.

—Mewtwo, esto sólo podrá resolverse si imponemos un par de reglas. Primero, quiero que entiendas que...

—Tengo que irme ya, humana.

— ¿Qué...? ¿Irte? ¿A dónde piensas ir?

Se toma su tiempo.

Su mirada penetrante comienza a incomodarme.

—Diamond, Lucario y Sheryl me necesitan. E iré a buscarlos junto con James.

No dice más y sólo vuelve a lo suyo.

¿A qué se refiere? ¿Junto con James...? ¿Por qué no puedo acompañarlos?

No es posible... Necesito hacer una llamada urgente.

¿Será que Jacqueline Roosevelt ya se nos ha adelantado?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top