¿Una despedida?



Momentos más tarde...



-Mar de Oblivia, entre Isla Reiris, Mironda y Dolzor-



-¡¡Definitivamente sí que no teníamos que haber pasado por casa de Panema!!- Grité enfadada, cogí un remo y empecé a sacudir el bote con él.



-¡Hey, cuidado que estoy debajo!- Esquivó varias veces la sacudida del remo, con el rostro ensombrecido, asustado por caerse del inestable navío.



- Tal vez si remaras tú también en vez de quedarte a dormir la siesta...-Lo miré de lado, insinuante.- Mira a Staraptor, con tanta energía como si-e...-Una gota transparente cayó por mi cabeza al ver que el dicho de "Los Pokemon se parecen al dueño" se cumplía...¡Estaba completamente dormido en un lado de la barca!- Son idénticos. –Refunfuñé.



-Ehem, ehem...¿Decías? –Carraspeó con los ojos cerrados.



-¡¡¡QUÉ TE PONGAS A REMAAAR!!!- Exploté, despertando a Staraptor, que asustado volvió a retomar el vuelo guiando la barca. Era el último viaje, ya habíamos llevado a todos los Pokemon desde Mironda hasta Dolzor y ahora volvíamos para llevar a tres Pichu que no habían podido subir en el anterior viaje. Todo eso en...2 horas, bien, bien...Abrí los ojos de repente, como platos- ¿¿¡¡QUEEEEÉ?! ¿¡DOS HORAS?! ¿¡En serio?!- ¡Rápido, no hay tiempo que perder!- Exclamé nerviosa, yendo de un lado a otro de la barca, cogí otro remo y se lo lancé.- ¡Venga! Si duermes tanto acabaras atrayendo a miles de Musharna.



- Está Bien, está bien...- Se resignó. Cogió el remo y se sentó a desgana en uno de los tablones  de la barca para empezar la labor. 


- Habrase visto...qué paciencia. –Suspiré resignada.  Me senté en una de las tablas, un poco más alejada y suspiré colocando mis manos bajo la barbilla y mirando a ras del agua.



Azul claro y transparente, características exclusivas de los mares que rodeaban el Archipiélago de Oblivia. Aguas limpias y puras, donde te podías perder observando cada detalle del fondo marino y sus corales de colores o la diversa fauna de Pokemon acuáticos que pasaban por debajo de la barca, desde animados y alegres Luvdisc, hasta algún que otro Wailord enorme que hacía parecer nuestra barquita un insignificante grano de arena. Y a pesar de todo, el ambiente era tan tranquilo que inspirar aire era lo mejor para relajarse en aquel momento, dejando la mente en blanco y mirando al cielo soleado.



 Pero hoy no era nuestro dia, teníamos que remar de Isla a Isla sin parada y ya habíamos hecho como cinco viajes sin descanso y ...bufff...suerte que ya terminemos-s...¿Qué es esa cosa? Miré más de cerca el agua. Había una silueta con ojos rojos y azules que me miraban fijamente. Tragué saliva.



-B-Ben...


- ¿Qué pasa ahora? Estoy en ello ¿Ves? –Se giró refunfuñando, pero al hacerlo y ver que no le miraba, se acercó curioso.- ¿Qué ocurre?



- E-es-esto...m-mira eso...-Dije con voz temblorosa, señalando de la misma manera a aquel punto oscuro en el agua...¡Ahora se había multiplicado y había montones de ellos!



- ¿¡Qué son esos bichos?!- Se alertó, poniéndose de pie al instante, aunque cayó de bruces debido a la poca estabilidad de la barca. O era...¿¡Qué la estaban moviendo?!



-Tal vez sean amigos. –Intenté calmarme, sonreí y acerqué la mano al agua. Una de esas cosas se acercó y tragué saliva, repitiéndome en la mente "No voy a gritar, no voy a gritar, no..." continuamente, pero...- ¡¡¡NO VOY A GRITAAAAAAAAR!!! 



¡Esa cosa se había abalanzado sobre mi mano! Y con unos destellos de sus afilados dientes blancos supe que no era amigo ni de lejos...¡Al contrario! Si no llega a ser por Pichu Kelele y su impactrueno se la habría zampado! Soy una optimista imprudente, está visto. Me alejé rápidamente del borde la barca y le agradecí la acción.



-Déjame ver...-Ben se encaramó como pudo en una de las tablas de la barca y señaló con su Capturador a aquellas criaturas marinas que seguían acechándonos con ojos resplandecientes. Una lucecita azul, seguida de un pequeño pitido mostró la información de aquel Pokemon disponible en la base de datos de los Pokemon Ranger...¿¿¡¡NADA!!??- Glup...aquí solo pone que se llama Basculin y que es de Tipo Agua... – ¿De verdad tenemos que confiar en esas máquinas? ¡Pero si ni siquiera da los datos al completo! Solo falta que diga que es un Pokemon la mar de amistoso y que si te acercas a acariciarle te arrancara la mano con "cariño".



- Genial, ¿estamos rodeados por una decena de esos Basculins hambrientos y lo único que nos dice el Directorio es su nombre y su tipo? ¡La Base de datos necesita una pero muy urgente actualización!



Navegador: ¡Ehem, ehem! Os he oído.



Fantástico, el que faltaba, no había suficiente con la situación en la que estábamos y ahora tenemos al extra del Navegador "con inteligencia desarrolladísima" haciendo de voz de fondo mientras nos intentábamos defender de aquellos peces verdes que empezaron saltar como Gorebyss por encima de la barca y no precisamente con intención de jugar...



-Genial, ahora tenemos mejores cosas de las que ocuparnos ¿ves? –No tenia ganas de discutir y menos cuando decenas de peces con dientes afilados te estaban atacando. 



Señalé hacia donde Ben seguía debatiéndose con esos bichos, solamente esquivándolos mientras yo me tapaba la cabeza, pero en ese momento se le ocurrió coger el remo y repelerlos golpeándolos como si de pelotas de ping-pong se tratase. Como sintió que lo observabámos se giró con una expresión confusa...¿Qué es esto, bádminton o qué? 



-Solo una palabra...Sois-unos-brutos.




- Esas son tres palabras, listillo.- ¿De verdad estaba teniendo esa conversación con una máquina...? Necesito unas laaaargas vacaciones. Sacudí la cabeza y me centré en el tema.-- Bueno, ¡Ahora no es el moment-...! -Un Basculin rojo saltó y lo esquivé por poco. - Pues eso ¿Tienes alguna idea? –Dije suplicante. Espera...¿Y ese ruido...?...Suena como...Se me ensombreció el rostro.- ¡Ben, se están comiendo la barca! –Exclamé alertada, al sentir como pequeñas fuentes y agujeros por donde salía agua empezaban a aparecer en la superficie de la madera. No podíamos tener mejor suerte que esa...



- Uhm...No, no tengo nada que os sirva. –Sentenció secamente y...¿Se apagó solo? ¡Se apagó el solito!



-Grosero...-Refunfuñé.



- ¿Y bien? ¿Algo de ayuda? –Preguntó Ben desde el otro lado de la barca mediana, aún con el remo/pala en mano y con la ayuda de Pichu y Staraptor ahuyentando a aquellas criaturas.



- Se ha apagado solo.



- ¿¿¿¿QUEEEEÉ???? ¿Nos ha dejado...plantados...? ¿¡Ahora?! 



- Sip, te dije que no era de fiar.-Refunfuñé.



- Con esa actitud no veo que vayáis a colaborar nunca...-Suspiró resignado.- Suerte que había tantas bayas en Isla Mironda, creo que...-Llevando ya una baya Latano en la mano, uno de esos Basculin saltó del agua y se la comió, volviendo rápidamente a sumergirse.- Genial, me he quedado sin almuerzo.



 Eso pareció abrirles incluso más el apetito, porque comenzaron de nuevo el asalto hacia nuestro pequeño navío, por no hablar de que en una de las sacudidas que les propinábamos a los valientes que se atrevían a salir del agua para encontrar algo mas "de carne y hueso" para su gusto, ambos nos quedemos con medio remo –es decir, todo lo que antes era un palo largo, ahora era de unos 15 cm y mostraba aún las marcas de sus dientes.



- Dudo que podamos aguantar unos minutos más ¡La barca hará aguas si siguen así!



Buck nos había prestado una de sus barcas artesanas para hacer los viajes hacia Isla Dolzor y solo de imaginarme si le tuviéramos que decir que unos peces piraña se la habían comido...ay. Los tres Pichu amigos de Pichu Kelele se subieron a Staraptor que voló un poco más alto para evitar las dentadas de esos feroces Pokemon.



- ¡La barca es lo de menos! A ver. Sin barca no hay viaje a Isla Dolzor, sin viaje a Isla Dolzor no pisamos tierra sana y salva y sin pisar tierra...¡¡Se nos van a comer!!



- No creo que hagan eso...es una exageración~ -Dije confiada, haciendo con la muñeca movimientos de arriba a abajo que simbolizaban poca importancia. Cuan equivocada estaba... ¡En eso volvió a saltar un Basculin y casi se come mi mano! Suerte para mí fue que Pichu lanzara de nuevo un Impactrueno, devolviendo a aquel Pokemon verde a su respectivo sitio.- Con esta ya te debo dos Pichu. –Entonces, me vino una idea.- Muy bien ¿Quieres una solución al problema? Aquí la tienes.- Cogí un remo, le cedí otro a él a pesar de que seguía con cara de no entender nada y cogí aire. - ¡¡¡Rema por tu vidaaaaaaaa!!!



 Pronto Ben también se dio cuenta de que teníamos que salir de allí como fuera, aunque no fuera con la barca entera y cogió el ritmo al instante, y ayudados también por Staraptor y los Pichu que mantenían la distancia entre el bote y aquellas criaturas, logramos en pocos minutos salir de aquella tensa situación...¡Y de una sola pieza!



Minutos más tarde...


Isla Dolzor, Oblivia.




La suave brisa costera acariciaba la arena blanquecina y fina de la playa. Por desgracia, no pudimos ver el paisaje tan tranquilamente como parecíaserlo. A medio camino, la barca empezó a hacer aguas del todo, hundiéndose y lo peor de todo es que no habíamos dado esquinazo aaquellos hambrientos Basculin.



Por suerte, al estar ya cerca de la costa, el suelo no era demasiado profundo,y se podía tocar de puntillas, permitiendo"correr" a duras penas, pero algo era algo ¿no? Pichuseguía sosteniéndose a mi cabeza aún más asustado de lo que pudiéramos estarnosotros. Pobre, su miedo al agua se juntaba con la presión de llegar a las orillasde la playa sanos y a salvo.



 Notardemos demasiado en llegar a la orilla, empapados, agotados y habiéndonosllevado el susto de nuestra vida, pero al fin y al cabo de una pieza (Al menosyo me aseguré de ello) y afortunadamente, el banco de Basculin, reconociendoque ya no podían hacer nada para recuperar su presa, se retiraron sumergiéndoseen el agua entre gruñidos. Por fin pudimos respirar tranquilos.



-Te has... lucido. –Senteció aún jadeando.



- PERO –Alcé el dedo índice con orgullo, sonriente.- Hemos salido todos de unapieza ¿O no?



Bueno, yo al menos me había asegurado de que no me faltaba nada¿La mano? En su sitio, aunque estuvo más de una vez a punto de ir por libre¿Los zapatos? En su sitio, obvio, empapados y que hacían un ruido horrible alcaminar pero no me quejaba ¿Pichu y los demás? Afortunadamente, todos bien.Pichu y sus amigos estaban sacudiéndose el agua y ayudando a quitarse de encimaa uno de ellos, un Shellder que se había aferrado a su oreja derecha yStaraptor se había posado en una roca un poco más elevada, mirando el horizontefijamente.



- Bueno, en eso tienes razón. –Se frotó la nuca.- ¡Pero vaya susto!



- Esto...-Giré la cabeza hacia los restos de la barca. No quedaban nada más queun par de tablas y medio remo.- A mí lo que realmente me preocupa ahora es comoreaccionara Buck cuando le digamos que hemos destrozado su barca...



-Sí...bueno...no nos quedará mas remedio que explicarle que no nos quedaba otraopción, seguro lo entenderá. –Intentó disimular tranquilidad y confianza, perotanto él como yo sabíamos que de una u otra forma se enfadaría..- ¡Oye! Ya queestamos aquí ¿No teníamos algo que hacer?- Insinuó, con los brazos en jarras.



- Ya se me olvidaba...-Sonreí nerviosa.

 


-No me digas...-Una gota de sudor frío le pasó por la frente. Se agachó a laaltura de los Pichu y con una gran sonrisa les dijo:- Bueno, pequeños, creo queesto es un adiós ¿no?- Los Pichu ladearon la cabeza confusos.



-Ya estáis en vuestro hogar, podéis iros –Sonreí con amabilidad.- ¡Y buenasuerte! 



- ¡Chuuu!



- ¡Pi! ¡Pichuu!



- ¡Pichuu!



Todos se veían la mar de contentos por volver a pisar la tierra donde seasentaba su hogar, ahora en paz y fuera del alcance de los Nappers paraejecutar sus planes. No pude evitar sonreír contenta al verles tan felices,incluso Pichu se veía emocionado con todo aquello.



-Awww, los Pichu... ¡Menos mal que pudieron regresar a su hogar ¿Verdad?- Me dijoriendo, pero estaba embobada pensando...¿Pichu también se iría?Digo...claro que querría irse con sus amigos y por fin había conseguido volver asu hogar, así que... ¿Esto era...una despedida? 



Después de aquello, todos los Pichuse encaminaron hacia el interior de la Isla y se perdieron tras los matorrales con algunas flores de colorestropicales. Bajé la mirada al suelo. Ben se sorprendió al verlos marchar así de rápido pero sonrió.



- Bueno, estas cosas son así. Al igual que conocemos a seres,tenemos que decirles adiós...es una pena.- Me colocó una mano en el hombro.- Piensa que ahoraestará feliz en su hogar sin que esos pesados Napperslos atosiguen.



Continué mirando al suelo, entristecida. Sabía que tenía razón, pero me negaba aaceptarlo, en apenas unos días le había cogido mucho cariño a ese Pokemon...desdeque nos conocimos...Vino a mi mente un pequeño flashback de mi naufragio enaquella Isla y el encuentro con ese pequeño roedor, desde que nos apoyamos enla Cueva Rasposa y la Torre del Monte LatoLato –Otro flashback-...me ha salvadoya tantas veces y ayudado que me cuesta reconocer que se vaya...así. Pero tengoque aceptarlo, al fin y al cabo estará feliz y...



"Dicen que si de verdad quieres a una persona tienes que dejarla marchar yaceptar su marcha si se da el caso...Y como Pichu-Kelele es como un amigo para mí¡Así debe ser"



La frase de Buck se reflejaron en mi mente al recordar el momentoen que Pichu decidió ser mi Pokemon acompañante en Isla Reiris. Los dos teníanrazón. Aunque me costara. Miré al frente decidida. Lo echaría de menos.



"No des nunca nada por perdido hasta el final."



¿Eh?  Estoy segura de que he oído como un susurro lejano...Senotaba una voz humana pero era como ...no sé cómo explicarlo...la voz era serena ytranquila...¿De dónde venía? Por mucho que megirará para observar a mi alrededor nada estaba fuera de lugar ni parecíasospechoso ¿Habrán sido imaginaciones mías? ¿O estaré soñando despierta? Vaya,que lío...



-¿Ocurre algo?



- Ahm...No, nada, imaginaciones mías. 



- ¡Pi! ¡Pichuuu!- Oímos a nuestro lado. Pichu-Kelele estaba intentando llamarnuestra atención y cuando por fin logró captarla, llamó con un ligero silbido atodos sus compañeros al completo (diez en total) que vinieron en manada hacianosotros y nos cogieron en volandas.



- ¿¡Q-Queeé?! ¿Qué está pasando?- Exclamé sorprendida.



- ¡No tengo ni la más remota idea!- ¿Cómo unas criaturitas tan pequeñas podíancogernos al aire entre todos como una colonia de Durant? Y lo peor de todo...¿¡Adónde nos llevaban?! Pichu sonrió silbando alegremente y los Pichu seempezaron a mover bajo nosotros, llevándonos sobre ellos hasta el interior delespeso bosque ¿¡Pero qué rayos estaba pasando?!



Cada vezmás nos adentrábamos en el bosque. Las hojas grandes de los árboles conbayas frescas y lianas salvajes que colgaban de ellos nos pegaban en la cara devez en cuando, por no decir de que había que tener bastante cuidado y si tedespistabas un poco, podías darte de frente contra alguna rama baja o salir disparado.



Pero al fin se podía ver una luz a lo lejos. Aunque no penséis que nos dejarontan..."ligeramente", como creíamos. Al contrario, Pichu paró en seco, deteniendo a toda la comitiva y, debido a quehabían ido corriendo, por inercia, salimos disparados de cara al suelo,deslizándonos unos cuantos metros sobre esta. Menudo frenazo...¡Y qué dolor! 



-Auu... Eso ha dolido...



- Apruebo la moción,- Acto seguido se "desmayó".



Los Pichu se acercaron preocupados, con gotas de sudor frío en su frente, ymirándonos con la cabeza ladeada y una manita cerca de la boca, al estiloTeddiursa, después se miraron entre ellos hablando en su "idioma" y seencogieron de hombros. Ya llevábamos casi medio día y nos había pasado de todo,genial, ah, y espera, que aún no se ha terminado el día...


   Nos levantamos después de un rato y observé mi alrededor...espera ¡Yo conozco este sitio! ¡Aquí conocí a Buck y Pichu! Como se me podía haber olvidado...Todo seguía tal cual. Pero...¿por qué nos habrían traído aquí? Eso es lo que realmente me extrañaba...



De repente, los Pichu hicieron un "piña"  y tras "hablar" sobre alguna cosa que tenían planeada se giraron hacia nosotros. Ben y yo nos miramos sorprendidos. No sabíamos que intentaban decirnos, pero desde luego no sabíamos que... ¿Se iban a poner a bailar? ¿¿Qué?? Vale eso si que era raro...Aunque mirándolo bien...¡Que graciosos! Si que bailan bien ¡Y hasta Pichu toca su Ukelele! Que monos...



-¡Ya sé lo que pasa! 



- ¿Qué? ¿Qué pasa?- Tenía que dejar de ser tan despistada y centrarme más.



- Lo que los Pichu intentan decirnos es "Gracias". Nos quieren agradecer el haberles traído a casa sanos y salvos y haberles salvado de esos Nappers problemáticos...¡Pero a su manera! Es decir ¡Bailando y tocando! –Rió divertido.



- Ah...ya entiendo. Así que era eso... ¡Que monos! Pues entonces será mejor que disfrutemos del espectáculo ¿no? –Sonreí alegre y cogí asiento encima de una piedra del camino y Ben hizo lo mismo.


    Era de lo más curioso y divertido, aquello parecía una sala de conciertos que se iba llenando cada vez más y más por el público y entonces los músicos se animaban muchísimo más a seguir con su rítmica melodía ero esta vez... ¡No era el público el que se acercaba, si no los Pokemon de la Isla! ¡Incluso los Usaring habían llegado atraídos por aquella marchosa musiquita. Era increíbles, en un abrir y cerrar de ojos todo se había vuelto tan animado que me parecía casi un sueño...Por un momento me olvidé de los Nappers, de la regañina de Buck y posiblemente la de Rodel y del retraso en la misión y podía sonreír sin miedo a nada. Es lo que hacía. A cada pirueta o coreografía nueva de los pequeños bailarines eléctricos, una risa se escapaba de mi voz y es que aquel espectáculo inesperado me había alegrado el día por así decirlo.



-Hacía tiempo que no te veía tan contenta, incluso riendo así –Dijo Ben sonriente.



- Uh, perdón...- Murmuré medio avergonzada ¿Y si sin darme cuenta me había salido un sonido raro? Ay Arceus...



-¿Y eso? ¿Por qué tendría que perdonarte por reírte tan alegremente? –Rió divertido, al parecer le había hecho gracia mi disculpa y no era para menos ¿Pero que me asaba hoy? Desde luego, hoy no es mi día.- Al contrario, me alegra que vuelvas a sonreír y divertirte como cuando estábamos en la Escuela Ranger o cuando éramos pequeños. Ya estaba de menos esa risa tan linda.–Sonrió ampliamente, pero no le dio tiempo a decir nada más, un par de Pichu lo cogieron de las manos y lo llevaron al "escenario" a bailar con ellos ¡Eso si que era gracioso! 



Pero mientras les miraba desde donde estaba sentada, analicé sus últimas palabras, pensativa pero a la vez sorprendida. Había dicho...¿Qué echaba de menos aquella risa? Levanté la vista hacia donde estaban después de haberla bajado un poco hacia el suelo, parecían pasárselo muy bien, aunque Ben no siguiera los pasos de baile y acabara siendo regañado por los Pichu, pobre...¿Pero...de verdad dijo eso...? ¿Echaba de menos...mi risa? Miré de nuevo hacia mis zapatos, y sonreí.



-...gracias –Susurré. Entonces me levanté de mi asiento y saludé con una mano a todos los bailarines y al "infiltrado" y poniendo dos manos a modo de megáfono exclamé- ¿Puedo unirme yo tambieeeeén?



o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Continuará...









Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top