Sueños perdidos en el tiempo.



En otro lugar...

(Narra Verán)


Ni se oía ni un suspiro por los pasillos, lo que indicaba que ya era de noche. Perfecto. Me levanté y me puse manos a la obra, quitando de mi camino varias cajas vacías de cartón. En los dos días que llevaba ya encerrado nadie más salvo el "carcelero" había entrado y su visita era un verte y no verte así que nadie se daba cuenta de lo que hacía. En mis momentos de desesperación y aburrimiento me había recorrido toda la habitación, esquina a esquina...¿Y a que no sabéis que encontré?




Exacto. Algo que me sería muy útil, un conducto de ventilación. Era muy pequeño y un clásico, pero bueno, es lo que había, no estaba en condiciones de exigir. Gracias a los utensilios que iba recopilando (y que "mágicamente" desaparecían) pude arreglar a duras penas una sola función de mi escacharrado capturador, la de hologramas. Tenía escasos minutos antes de que se extinguiera, así que tenía que darme prisa. Lo activé y me metí en el agujero, tapando la salida con cajas para esconderlo.




Doce minutos, eso era todo lo que tenía para escapar sin que nadie se diera cuenta. Quizá unos minutos extra hasta que el holograma de mí durmiendo desapareciera. A gatas y como podía iba avanzando por el frío conducto sin ver casi nada. Anduve todo lo deprisa que pude hasta que vi una luz, pero no era lo que buscaba. Después, no vi nada. Ya empezaba a pensar que estaba dando vueltas en círculos o que me había perdido. Hasta que oí unas voces y me acerqué a dónde provenían. Me sorprendió ver a dos personas sin uniforme charlando sobre algo que no comprendía.



-¿Estás seguro de que tu plan va a funcionar?- Dijo la voz más grave.



-Absolutamente. No puede negarse, así son los "héroes".-Una pequeña risa se extendió por el lugar. Me sonaba esa persona...



-Eso espero. Todo tiene que salir perfecto y para ello os necesito a los dos, a Blue Eye y a ti.- No entendía nada ¿Quién era Blue Eye? Sin darme cuenta la rejilla empezó a ceder.



-Puedes confiar en que así sea. Red Eye cumple sus promesas.- Esto último lo dijo en un tono de altanería que no pude soportar. La reja cedió del todo y aunque quise agarrarme, ya era tarde. Caí de bruces en frente de aquellas personas. Pero no logré verles la cara, mi objetivo era salir de allí corriendo, no meterme en más problemas.



-¡Tú prisionero se escapa!



-No te preocupes, no llegará muy lejos.



No miré atrás ni una sola vez. Corría por los pasillos como una exhalación. Tal vez si tenía suerte podría salir por alguna puerta sin tener muchos problemas a lo largo del camino. Frené en seco en una esquina pues había acabado en un callejón sin salida. Con la respiración agitada intenté coger la manivela de una puerta, pero algo me detuvo. Sentía un entumecimiento eléctrico por todo mi cuerpo y como las piernas me fallaban. El shock y la impotencia de no poder hacer nada me hicieron cerrar los ojos y ya no escuché nada más. ¿Había...fallado otra vez?



o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o





Caminaba de nuevo a través de una espesa niebla que dificultaba mucho la vista. Anduve un par de pasos más, pero conforme continuaba mi marcha el suelo se volvió blando, y al disiparse un poco la neblina pude ver que me encontraba en un bosque, de noche. La Luna en cuarto creciente iluminaba el cielo con rayos plateados y la brisa helada movía con un ligero ruido las hojas de los arboles. Éstas se mecían como fantasmas en la oscuridad. Me crucé de brazos para entrar en calor. 



"Sí, sí, mucho aislante térmico y todo lo que quieran pero aquí hace un frío que no es normal...Oh no, no me digas que de nuevo es un sueño alocado... ¿Qué querria decir con todas esas cosas? ¿Y esos Pokemon? Desde luego no los conozco de nada...creo que debería empezar a tomar café por la tarde. Sí, creo que me esta afectando el calor de esta región o algo..."  




Entonces oí como un tintineo a mi alrededor y me giré para observar y salvaguadar mis espaldas. Aunque fuera un sueño muy raro, parecía tan real, que no iba a bajar la guardia un instante. El tintineo se hizo más fuerte y entre unos arbustos salió una bola luminosa que desprendía un ligero vapor de color rosado. Retrocedí unos pasos, hasta que aquella bola, adquirió la forma de Cresselia, en silencio, mirándome con aire tranquilo. Tenía un nudo en la garganta.




-¿E-esto es un sueño, o-o es real?




-¿Y tú que crees?-Sonrió.




-Lo que creo es que estoy loca, pero tendré que seguirte la corriente. -Susurré, encogiéndome de hombros. Si no hay más remedio...-¿M-me podría explicar lo que significaba todo lo que dijo aquella vez?




-¿Estas dispuesta a comprender todo lo que se va a mostrar ante ti?




-Bueno...de algo estoy segura, primero observaré y después decidiré si creerte o no.-Dije tajante.




-Bien, sé que no confías en mí, pero tomaré eso como un sí ¿Preparada? -Asentí, y el Pokemon Lunar extendió su manto rosado a nuestro alrededor creando como un oráculo que se asemejaba a una pantalla de cine en el espesor de la neblina.




- ¿Qué...que es eso?-Dije entrecortadamente, observando con atención lo que sucedía en la pantalla de humo.




Un Treecko buscaba con curiosidad entre unos matorrales de lo que parecía ser el mismo bosque en el que estábamos, con insistencia. Cambió de posición y tras un matojo saltó para su sorpresa,  una niña de poca edad, tal vez unos seis o siete años . Los dos se rieron mucho, a lo que pude deducir que estaban jugando a un juego. Cresselia por fin habló.




-Toca tu collar.




-¿Este?-Lo saqué fugazmente y asintió. Con inseguridad, lo coloqué entre mis manos.- No pasa nada...Ya os dije que yo no soy a quien buscáis. Os estais equivocando. Además...¿Como sabes que lo llevaba?




-Concéntrate en ella, después, opina, ¿Eso fue lo que dijiste no? Primero ibas a escuchar y después opinar. -Afirmó serenamente.




-Está bien...Pero para que me dejéis en paz y demostraros que no soy esa persona. -Dije con tono cansado. Apreté aquella pluma entre mis manos otra vez y cerré con fuerza los ojos para concentrarme mejor. 




A ver, Brisa, concéntrate....y demuéstrales que no tienes nada que ver en esta locura de sueño o realidad ¡O lo que sea! Concéntrate...¿Uh?. Tras unos segundos así, volví a abrir los ojos, pensando que todo había salido como yo esperaba, que pronto ya no tendría mas sueños locos sin sentido y que aquella situación quedaría como un recuerdo. Que equivocada estaba....Tarde cero coma en tener una de aquella visiones en lo que todo se volvía blanco y veía escenas como si yo las estuviera presenciando. 




De momento solo veía el cielo, en sus diferentes fases del día y la noche, pero a increíble velocidad, como si el tiempo corriera muy deprisa a mi alrededor. Miré hacia abajo, y no pude evitar dar un respingo al ver que estaba en lo alto de las nubes, flotando al viento.




-¿¡Pero qué? !-Exclamé paralizada. Cerré los ojos con fuerza, pero cuando los volví a abrir ya estaba otra vez en el suelo. Cresselia ya no estaba.- ¿Cresselia? ¿Dónde estás?- La busqué durante un buen rato por el bosque pero nada.




Cuando creí oír voces, me acerqué con cautela, apartando las hojas de un arbusto para ver quien hablaba. Allí solo había un...¿¡DIALGA!? Pero no solo eso, delante de él, estaba el mismo Dusknoir que me quería matar. De pronto, la superficie boscosa se tornó rúnica, con suelo de baldosas de piedra rotas y paredes propias de un castillo que había sufrido un terremoto y sucumbido a la oscuridad. 




El Dialga no era como lo había visto en ilustraciones de enciclopedias, sino que había adoptado un color azul mas oscuro con rayas amarillas y anaranjadas y su diamante de un color azul suave, se había transformado en uno de color rojo intenso, al igual que sus ojos. Dusknoir, hizo una reverencia ante él.




-Mi señor Dialga, ya hemos encontrado a la chica.




-Grroooarrrr...




-Si, está sola, no la acompaña ni ese Treckko tan insufrible, ni nadie. Además, parece totalmente indefensa.




-¡Je,je,je,je,je!-Dijeron los Sableye, afilando sus garras unas contra otras.




-La única pega es que parece que tiene nuevos y fieles aliados humanos que no la dejan sola ni un segundo, solo podemos atacar en sus sueños, pero Cresselia ha decidido tomar cartas en el asunto y va a resultar difícil interceptarla con ella vigilándolos.




-¡Grooooarrrr!




-Si, mi señor, haremos todo lo posible por atraparla y no dejaremos que se reencuentre con sus principales potencias.




-Groarrrr...




-Si, señor Dialga, ya nos retiramos...-La comitiva se aleja del lugar, y los ojos rojos del Dialga, dejaron de brillar en la perpetua oscuridad. Sin dejar que yo dijera una minima palabra, el tiempo volvió a correr, pero esta vez hacia atrás, convirtiendo aquel castillo oscuro en uno lleno de luz, con vidrieras de una especie de engranajes azulados de muchos colores y con paredes tan bancas como las perlas.





-¿Pero que? ¿Qué ha pasado aquí?-Me preguntaba. Busqué la salida, recorriendo las diferentes y vacías estancias del edificio tan bien iluminado y encontré  una puerta con detalles dorados. 





Una luz  me cegó al salir por el gran portón y cuando volvi a abrir los ojos, me encontré en un paisaje completamente diferente. Un buen número de casas, algo antiguas, se encontraban dispuestas en torno a un pedestal de madera muy colorido y una casa en el centro, llamó de manera especial mi atención. No era más grande que las demás, ni más bonita, ni más rica, nada, era incluso más normal y corriente pero algo inexplicable me empujaba a mirar hacia ella, como si la conociera de toda la vida misma.





La gente, vestida de forma extraña, no reparaba en mi presencia lo mas mínimo, pero un Electrike casi me lanza un rayo, que esquive de milagro. Sabía algo más, los Pokemon si que pueden verme, así que será mejor que me ande con cuidado. Me acerqué a aquella casa de paredes blancas y casi fusionadas con la naturaleza. Deslicé la palma de la mano por la pared de la casa mientras me acercaba a su parte trasera donde había escuchado ruidos, como  risas




De nuevo, vi a aquella niña de mis visiones, jugando con un Treckko y un Ponyta al pilla-pilla entre risas, mientras alzaba los brazos como si fueran alas por el cielo. Me apoyé con el hombro izquierdo en la pared, con una sonrisa tierna en el rostro y los brazos ligeramente cruzados, era una linda escena de contemplar. Pero la niña tropezó, cayendo al suelo. Ésta, se arrodilló con dificultad e hizo pucheros para no llorar. Estuve a punto de ir a consolarla, pero Ponyta se me adelantó.




 La pequeña Ponyta se acercó a ella con cautela y le lamió dócilmente la cara para secarle las lagrimas, la niña, ya mas calmada, se abrazó al cuello del caballo de fuego y ésta, la subió hasta su grupa, sonriente. La chica quedó sorprendida y le sonrió mientras el Treckko se subía a su cabeza, jugando a saltar encima. Que bonito era ver aquello...¿Pero...para esto me muestra esto Cresselia?¿Qué tiene que ver conmigo la misma imagen una y otra vez? ¿Qué relación tiene?





Otra vez el tiempo volvió a correr a muchísima velocidad, pasando los días en escasos segundos, mientras todo se desarrollaba con normalidad pero a cámara rápida. Era como ver que todo corría a tu alrededor y tu quedarte parada en medio de los sucesos, sin crecer, sin moverte, nada. Todo paró, mostrándome otra escena. Esta llegó a impactarme. Reconocí a la misma niña de unos segundos atrás y su acompañante fiel, su Treckko, pero no parecían estar jugando,  sino más bien, escapar. Giré la cabeza hacia sus espaldas y quedé horrorizada.





 ¿¿Otra vez el Dushnoir y sus sicarios?? Me escondí rápidamente en el arbusto antes de que aquella manada de Pokemon me atisbara. ¿Pero que rayos esta pasando? ¿Qué pintan de nuevo esa niña y el Treecko? De repente empecé a sentir un tremendo dolor en la cabeza, era como latigazos eléctricos, que por más que intentaba resistirlo, era demasiado fuerte.





-¡Agh...! Mi cabeza...-Susurré guiñando un ojo dolorida. Pero ahí no acabó todo, de pronto lo vi todo blanco, brillante, vacío. Como si encendieras una televisión, esa misma chispa. Después, una imagen en movimiento.




"¡Corre, no te pares! ¡Sigue, vamos, nos están dando alcance!"





Lo único que conseguía ver era como a través de unos prismáticos, mientras él o la que corría lo hacía sin cesar por el interior de un bosque, pasando arbustos, cortando lianas, escalando una pendiente muy acusada. Pero no lograba ver nada más que lo que había delante. ¿Quién estaba hablando?¿Quienes eran?¿De que huían con tanto pavor?





"¡No mires atrás! ¡Mira! Celebi nos ayudará a escapar ¡Vamos!"




-"N-no...no puedo mas..."




"¡Venga, solo un poco mas! Ya casi estamos."




"¡Miren, allí están!" Gritaron unas voces. La zona de visión se giró enfocando a los perseguidores. Un montón de Sableyes y un Dusknoir a la cabeza se acercaban peligrosamente.




"Esta vez no escaparan"




"¡Corre, hay que salir de aquí! ¡Yo los distraeré, tu corre!"



    -"P-pero...¡No lo hare!"




-"No te preocupes, yo estaré bien, siempre lo he estado, vamos"-El punto de visión vuelve a ponerse en marcha. Esta vez, esta sobre una especie de colina en el terreno, el punto de mira corre hacia un portal de color negro y azul que parece un embudo, pero antes de meterse, mira atrás "¡Vamos! ¡No mires atrás!"    




o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Continuará...


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