Peligro en la Torre Radio.



    -¿Por qué me lanzas piedras tú?- Se quejó el primero de ellos.



-¿Yo? ¡Si eres tu el que me la ha lanzado, embustero de medio pelo! 



-¡Si claro, lo que ahora quieres es escurrir el bulto! ¿no?- Ambos se enfurecen y empiezan a discutir perdiendo de vista sus labores,



-Distracción completada con éxito. -Murmuré sonriente y satisfecha por el resultado.




-Bien hecho ¡Mira, allí hay un agujero en la cerca! Tal vez podamos pasar sin problemas. -Dijo señalando un hueco cortado de más o menos forma circular en la que cabía perfectamente una persona. 



Asentí y nos dirigimos hacia allí con extrema discreción y nos colemos rápidamente antes de que aquellos dos se dieran cuenta del ardid en el que acababan de picar. Subimos las escaleras metálicas con sigilo y en poco tiempo ya nos encontrábamos en el primer piso. Quedaban cuatro. Me dio un poco de vértigo. El hecho de que no hubiera paredes y el suelo fuera de chapa agujereada me hacia desear estar en tierra firme, sana y salva.



-Creo que siguen discutiendo-Reí para distraerme.




-No pensé que fueran a picar, son muy ingenuos, les falta confianza entre ellos. -Sonrió divertido.- Bien, hay que buscar las escaleras que suben al segundo piso. Si seguimos este criterio llegaremos rápidamente a la parte superior más alta, donde esta la antena de Radio, su objetivo y el motor principal de las comunicaciones esenciales. -Miró a su alrededor con recelo.- Tendremos que tener cuidado con los Nappers...buscaran ganar tiempo.



Una viga cayó de improvisto de arriba dejando unos cables echando chispas y nos apartemos con rapidez, casi de milagro. Tragué saliva ruidosamente, nerviosa. La estructura era inestable, genial.



- Aunque eso sí, han dañado el sistema central y hay muchas fugas de electricidad, además de que si das un paso en falso puedes...caer o que te caigan cosas.



-¿Eso era un ánimo? Porque no me lo ha parecido...-Dije incrédula, asomándome por allí para ver a que altura estábamos del suelo exactamente. Mala idea, muy mala. Me separé del borde, asustada. No mires abajo , Brisa, no mires...Intenté serenarme.



-¿Seguimos?



-Esto, s-sí.




Seguimos el camino señalado por una larga pasarela de metal que conectaba como si un puente horizontal fuese, las diferentes habitaciones que de momento solo contaban con una gruesa chapa de metal-madera que hacia de suelo. Caminamos un poco más hacia el norte y nos encontramos una pequeña sorpresa. Dos Nappers estaban hablando animadamente mientras custodiaban las escaleras.





- Raikou estaba subiendo a lo más alto de la estación...Espero que salga bien todo.



- ¿Raikou otra vez? ¿Qué le han hecho esos Nappers para que no los deje en paz?-Pense para mis adentros. Pero enseguida se dieron cuenta de nuestra presencia.



- ¡¿Eh?! ¡No estamos solos! -Exclamó su compañero, en guardia.




- ¡Un Ranger más! ¡Y un Pichu! Bueno..., voy a avisar a los de arriba.-El Napper sube por las escaleras para alertar a los superiores. Genial, tanto protocolo y resulta en vano...




- ¿Serás tú el Ranger del que hablaba el informe? Pues hasta aquí habéis llegado.-Alza su guante de control y llama a un Pichu. Demasiada coincidencia para ser cierto y me olía a chamusquina.




-¿Pichu? ¡Pichu! ¡Pichuuuuu! -Pichu se bajó de mi hombro y se acercó al otro Pichu, pero cuando intenta simpatizar con él, como si lo conociera de toda la vida, el otro le lanzó un chispazo que por pelos logró esquivar. Pichu desilusionado se queda paralizado sin saber qué había pasado. ¿Por qué su supuesto amigo le había atacado? Estaba segura que se preguntaba.




-¿Quieres callarte? ¡Aunque sea otro Pichu, no tenéis nada que ver! ¡A por ellos!



-Cállate tú, criminal del tres al cuarto.-Repliqué y empecé otra captura para librar de su control al Pokemon hipnotizado. Era complicada porque primero tenía que calmar el enfado del roedor. Pero a mitad de esta Pichu me llama la atención.- ¿Qué ocurre, Pichu?



-¡Pichu! ¡Pichu!




-Ya entiendo... ¡Adelante! -Pichu se colocó a mi lado y empezó a tocar su suave melodía. El otro Pichu, que tenia los ojos rojos a causa del control, comenzó a sufrir tremendos dolores de cabeza y efectuando un último giro mas de disco, la captura finalizó y el Pichu quedó en libertad.- ¡Captura completada!




- ¡Vaya Pichu! ¿Y esa energía que tenías cuando te capturé en Isla Dolzor?-El Napper se va, bufando derrotado y abandonando a su suerte al Pichu.




-¿En Isla Dolzor? Eso significa que este Pichu...-Los mire pensativa ¡Era uno de sus amigos desaparecidos! Así que los Nappers tienen a sus amigos controlados...Cada vez me deben más cosas.



El Pichu y Pichu Kelele intercambian electricidad. Cuando terminan, Pichu Kelele le arranca unas notas a su instrumento, lo que hace feliz al otro Pichu y se pone a bailar muy contento. Frotan sus mejillas como un saludo y se envuelven en electricidad. Se habían echado de menos.




- Debe ser uno de los que me has contado. ¡Vaya panda de desalmados! ¡Controlar así a los Pokémon!



- ¡Pichu!-El otro Pichu se marcha, posiblemente hacia casa de Buck. Subimos las escalerillas de metal y nos encontramos en otro piso, pero al subir un Napper nos ve. ¡Jo! ¿¡Otra vez?!




- ¡Están aquí! ¡Tengo que avisar al resto!




El Napper sale corriendo, pero se electrocuta al pasar por una pasarela y acaba desmayado en una de las plataformas. Estas plataformas eran diferentes a las del piso inferior. Estaban formadas por tres tubos amarillos que unían las placas de metal y al parecer, por ellas circulaba electricidad cada cierto tiempo. Era peligroso si no íbamos con calma. Rodel me leyó el pensamiento.



- Tengamos cuidado.



- Sí. Pichu...-Intercambié una mirada de complicidad, advirtiéndole que tenga cuidado.




El grupo consigue pasar sin electrocutarse, pero con bastantes dificultades y perdiendo un valioso tiempo. En el siguiente piso, no hay pasarelas, así que tampoco problemas, pero en el siguiente sí los hay, ya que el viento sopla fuerte, y los Rangers y Pichu tienen que luchar más de una vez contra él para poder llegar al nivel siguiente sin ser arrastrados. 



Además, aquí también hay pasarelas electrificadas, y si no llega a ser por Brisa, Rodel casi se electrocuta en una ocasión, ya que el viento sopló de improviso y Brisa tuvo que empujar a Rodel a la contigua plataforma. En el último nivel, en cuanto suben, ven a dos Nappers salir disparados por las escaleras, con Raikou detrás. El grupo llega a las escaleras sin problemas y Brisa captura a unos cuantos Pokemon por si acaso.



-Vamos, chicos.-Dije decidida, con el brazo alzado.



-Brisa, Raikou esta furioso, es peligroso.




-No te preocupes, yo me ocupo, no me gusta verlo sufrir de esa manera.- Quería arreglar eso por mí misma.Si no había podido interrumpir los planes inciales de esos tipejos, lo haría ahora.



-¿Estás segura?- Preguntó preocupado. Su mirada decía "No hagas locuras aunque seas Ranger."



-¡Por supuesto! No pasará nada, somos Rangers, ¿verdad? Y si así no fuera, lo intentaría de todos modos.



-Cierto. Entonces, subamos.




Los cuatro suben las escaleras, y allí arriba, una chica vestida de azul está hablando sola. Tenia el pelo rubio y una mecha azul en el mechón de la frente, con unos preciosos ojos azules y miraba pensativa la antena. Su vestimenta era blanca y algo fresca. Calzaba unas botas altas y tenía un chaleco azul. Parecía muy concentrada y tranquila. En cambio, a mí me temblaban las piernas con sólo imaginar a cuántos metros estábamos del suelo y el viento no ayudaba. 




???: Hemos alterado las frecuencias y cortado la corriente, pero por si acaso, convendría también destrozar la antena. Así la comunicación será imposible.- Una sonrisa cruzó por su rostro. Dos Nappers se acercan corriendo a donde está la chica de azul.



-¡Líder!



???: ¡Por fin llegáis! ¿Habéis conseguido el símbolo?




- ¡Tal y como nos indicó! 




- Pero también tenemos una mala noticia...El caso es que nos han seguido hasta aquí unos Rangers muy pesados. Uno es un veterano Ranger, pero entradito en años y la otra es una joven Ranger, que según el informe tendría que estar haciéndole compañía a los peces. Ah, y Raikou nos pisa los talones.




- ¡Groarrrr!- Un potente rugido retumbó por todo el lugar.




Raikou aparece delante de la líder, y los Napper se marchan, corriendo despavoridos por una especie de túnel de obra que bajaba hasta abajo del todo, seguramente como salida de emergencia. La chica azul, patalea el suelo enfadada.




???: ¡Estos inútiles la han liado bien liada! ¡Pero si habéis traído a Raikou hasta aquí mismo!




El pokemon legendario del rayo usa sus poderes eléctricos y lanza un rayo a la líder de los Nappers, quién lo esquiva por poco y con una elegancia arrogante. La chica se aleja de Raikou, y éste empieza a soltar rayos contra la antena, enfadado por el robo del símbolo. Al final, ésta queda destrozada, aunque Raikou sigue muy furioso y no controla lo que hace.




???: Bien mirado... ¡me acaba de hacer un favor! Buenos, pues ya esta todo hecho...-Se sacudió las manos como si hubiera hecho un gran trabajo, mientras sonríe satisfecha.




-¿Eres tú la famosa líder de los Nappers?




-¿Se puede saber que estáis haciendo aquí?-Insinué enfadada.




???: ¡Llegáis tarde, Rangers! ... y Pichu. Raikou acaba de destruir vuestra preciada antena.- Sonríe maliciosa, aplaudiendo.




-¿Estabas manipulando a Raikou?-Me crucé de brazos, furiosa.




???: Por favor, yo no soy un Ranger. Incluso si lo fuera... ¡Controlar a un Pokémon legendario no es tarea fácil! En cualquier caso... He conseguido lo que quería. ¡Ahí os quedáis! -La chica se sube en un dadajet azul y se disponía a huir sin más, con todo el morro.




- ¡Un momento! ¡Dime por que motivo habéis saboteado la estación de radio!- Rodel cada vez estaba másmolesto con su actitud. Al parecer era algo común entre los mandamases...




???: Porque las ondas me ponen de los nervios. ¿Te vale ese motivo?- Dijo con los brazos en jarras.




-Claro que no. ¡Dinos lo que tramáis ya!-Le exigí, adelantando un par de pasos hacia ella.




???: Pues en vez de inquietarte por eso, mas valdría que os preocuparais por Raikou. ¡Encantada, Pokémon Rangers! ¡Bye!




La chica se marcha a toda velocidad en su dadajet, dejándonos a merced de la furia incontrolada de Raikou y las consecuencias de ésta. Insensibles, rufianes...¡Mira que hacer todo esto por pura diversión! Y encima dejando que arreglemos las consecuencias de sus actos...ugh.




- Aunque nos duela, tenemos que centrarnos en calmar a Raikou.-Dijo Rodel seriamente. Le causaba una gran molestia no poder ir tras ella y que soltara más información, pero si dejábamos a Raikou en aquel estado podría causar muchos destrozos.




El grupo va hacia Raikou, y Pichu se acerca a él, intentando hablar con éste para calmarlo. Incluso prueba a tocar el ukelele con una suave melodía que relajaría hasta el más enfadado, pero eso irritó más a Raikou, que enfadado suelta una descarga de rayos que por poco dan a Pichu. El pequeño roedor cedió en su valentía de ayudarle y volvió hacia nosotros algo asustado. Raikou volvió a rugir y sus grandes ojos rojos nos miraron detenidamente. 




-Esto es muy peligroso...- Para colmo, en ese mismo instante, un grupo de Nappers subieron a molestar y Rodel se tuvo que encargar de ellos para que no empeoraran las cosas. Yo me encargaría de Raikou.





Raikou vuelve a rugir fuerte. Era consciente del peligro que corría y no niego que me diera miedo el resultado, el fracaso, pero conocía a alguien quien había pasado por eso y no iba a decepcionarle. Lo iba a lograr. No iba a permitir que aquellos maleantes estuvieran haciendo de las suyas por toda la región, no lo iba a permitir. Primero estaban mis miedos y por encima de ellos estaba mi deber, lo correcto que debía hacer, lo que realmente estimaba con mucho aprecio...y eso, eso es lo que iba a proteger con uñas y dientes.




- Allá vamos.-Respiré hondo- ¡Captura en curso!





Liberé con decisión el disco que salió disparado de su cápsula dejando una estela brillante a su paso mientras iba cogiendo velocidad y potencia al girar alrededor del cuerpo de Raikou. Los primeros segundos fueron relativamente fáciles, pues había empezado con fuerza y el Pokemon solo usaba la mitad de su poder para atacar a poca distancia. Utilizaba ataques que necesitaba un tiempo en recargar, con lo cual podía aprovechar para salir ilesa y crear una cadena mayor. Pero eso fue hasta el momento en que Raikou se enfureció de verdad. 



El Capturador comenzó a señalizar que el Pokemon había alcanzado el grado rojo de enfurecimiento y nerviosismo, por lo tanto, la captura comenzaba a complicarse considerablemente mientras Raikou se movía el doble de rápido y la frecuencia con la que utilizaba sus ataques para romper la línea de captura aumentó. Tuve que esquivar una descarga de rayos de milagro y seguir, algo exhausta, con aquella difícil captura. 




Pichu, al verme en apuros, decidió ayudar, cosa que yo agradecí mucho aunque no pudiera hablar. Se había formado un nudo en mi garganta por la tensión de la acción. Juntos, y gracias a las notas de Pichu, logramos estabilizar a Raikou y calmarlo, completando la captura con un buen merecido éxito.




Pero antes de que pudiera hacer nada, siquiera moverme, una luz proveniente del cuerpo de Raikou nos cubrió a todos, cegándonos por segundos. Abrí forzosamente los ojos para ver que era aquella luz y en ella vi algo misterioso, como un dibujo muy extraño que representaba un rayo.




-¿Qué... es eso?-Logré mascullar, asombrada. La luz dejó de brillar y tras un nuevo rugido, tal vez de agradecimiento, Raikou se marchó a grandes saltos, perdiéndose en el horizonte. Rodel y Pichu se frotaron los ojos, incrédulos y cegados por el resplandor. -¿Habéis visto eso?- Pregunté nerviosa.




-¿A que te refieres? Yo no he podido ver nada...Y apuesto a que Pichu tampoco ¿Verdad?- El pequeño del ukelele negó con la cabeza. 





-¿Vosotros no habéis visto nada?



-¿Ver el que?-Preguntó Rodel extrañado. No podía creerlo.




-Esa especie de dibujo que brillaba en la luz que desprendía Raikou ¡Es imposible que no lo hayáis visto!



   -¿Cómo? Juraría que no había nada...¿No habrá sido un efecto óptico o algo por el estilo?-Insinuó extrañado.




-¡Que no! Yo he visto algo, estoy segura, era como...como un rayo, sí. –Dije intentando encontrar las palabras adecuadas.




-Lo primero, vamos a calmarnos, la captura ha sido muy intensa y después de lo que me contaste debes de estar agotada. Regresemos a la cabaña. -Sentenció y me puso una mano en el hombro. Caminó hacia la salida de emergencia, lo mas rápido para bajar, pero antes. - ¡Se me olvidaba! Por fin puedo decir algo que llevaba mucho tiempo que no decía...¡Misión cumplida! -Exclamó eufórico, mientras Pichu tocaba unas notas para celebrarlo.




 Suspiré y los seguí. Genial, ahora me toman por loca...A lo mejor y lo estaba, aunque fuera poco, porque vamos...ya no sé ni lo que es real.



o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Continuará...



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