Ladrón de sueños rotos.



-¡Si, señora! 



Miré el Capturador que tenia entre las manos y lo apreté entre ellas. Íbamos a probar que era inocente, lo íbamos a hacer todos juntos. Lo guardé rápidamente en el bolsillo del pantalón y como si fuéramos un escuadrón organizado, cada uno se dirigió a un lugar específico de la Escuela, cubriendo todo el campo de acción posible para encontrarle.



Tras separarnos, me dirigí al Hall principal donde se encontraban las escaleras con la intención de buscarlo allí. Pensaba que lo más probable es que se hubiera quedado arriba, quien sabe por qué, pero cuando llegué la señorita Abril al verme, me dijo que en el sótano no había bajado nadie en absoluto, y que incluso, por medidas de precaución habían colocado una valla con líneas amarillas y negras para bloquear el paso. Asentí y le comuniqué mis sospechas. Ella tan solo asintió y nos deseó suerte, pues confiaba plenamente en nosotros. Me despedí y subí hacia arriba, agradeciéndoselo. 



Lo primero que hice fue mirar a ambos lados, buscando pistas con la mirada. La sala estaba completamente vacía, solo quedaban las dos mesas en el centro, los dos ventanales que daban al exterior y nada más, ni siquiera Amanda estaba allí. ¿Por dónde podría estar? A ver...Me agaché para revisar al ras del suelo por debajo de las mesas y sillas, buscando cualquier rastro...pero nada de nada. "Vamos... ¿Dónde puedes estar? Todos te están buscando para probar que las acusaciones del Señor Óseo son puras mentiras, pero no ayudas si sigues perdido quien sabe donde...



 Si allí no estaba...¿Dónde, entonces? Si al menos Ben o alguno tuviera noticias que comunicar por esta cosa...¿Estará rota? Me dije a mi misma, acercándome el aparato al oído. En ese mismo momento, el cacharro comenzó a sonar, pegándome tal susto que caí de bruces hacia atrás.



Ritmi: ¡Correo de voz! ¡Correo de voz! –Se oyó dentro del Capturador.



-Auch...-Me quejé, palpándome la espalda.- ¿Si? ¿Alguna novedad?



Ritmi: ¿Pero qué ha pasado allí? De repente oí un ruido...



-Créeme, no es nada... Cambiando de tema, ¿Habéis encontrado algo?



-Ahora mismo estoy en la planta baja así que...¡Baja ahora mismo! ¡De prisa! ¡De prisa!- Exclamó exaltada y cortó sin previo aviso dejándome más preocupada de lo que ya estaba. 



Rápida como un rayo, me olvidé del golpazo que había llevado y bajé las escaleras a tientas, corriendo por el Hall principal, y cruzando todo el largo pasillo central hasta la misma puerta que daba al patio donde se encontraba, hablando con Amanda. ¿Serian buenas noticias...o malas? Bueno ¡Ahora lo que interesaba era escuchar lo que tan urgente era! 



-¡Oh, Brisa, mira! La Señora Amanda dice haber visto cosas raras esta mañana... ¡Cuente, cuente! – La Señora Amanda se limitó a suspirar y sonreír.



- Me disponía a darles de comer a los Bidoof en el patio, cuando encontré un Capturador... ¿Por casualidad habéis perdido el vuestro?



- Imposible, no nos separamos de ellos ni un segundo.–Dije enseñando los dos Capturadores, el rojo y el verde, metidos en los amplios bolsillos de pantalón del uniforme.



-Ya veo...



-¡Brisa! Deberíamos buscar en el patio de la Escuela, el Equipo de Ben ya ha confirmado por Correo de Voz que en el interior no hay ni rastro de Silvio, así que solo nos queda esta opción...¡Vamos! ¡Gracias por la pista, Amanda!- Dijo Ritmi decidida, hablando tan rápidamente que no me dio tiempo ni a dar un paso antes de que me cogiera de la muñeca y me "arrastrara" hasta el patio.



Todo parecía estar demasiado tranquilo, los árboles danzaban con el soplo del viento sabe, y al no ser aun la hora del recreo todo el terreno se encontraba desierto. Hasta los Pokemon más asustadizos de allá correteaban por el césped despreocupadamente. Allí tampoco íbamos a encontrar gran cosa...


-¡Oh! ¡Oye!- Fui hasta donde Ritmi se había parado y me estaba haciendo señas. Parece que estaba mirando un objeto tirado en el camino...Espera, ¿¿Eso no es un Capturador??- ¡Mira esto! ¿No es uno de los Capturadores que se extravió de la Sala de Profesores? – En efecto, no tenía ningún dato de uso por lo tanto no tenia dueño, asi que podíamos descartar aquella posibilidad.



- Si eso es cierto... ¡Estaríamos muy cerca de encontrar la respuesta a este acertijo! –Exclamé emocionada y en seguida me puse a revisar el suelo. - ¡Vamos a buscar todo lo que podamos! – Tenía todas las esperanzas de que pronto encontráramos al verdadero autor de aquella desaparición y no odia esperar a demostrar en las narices de ese pelo-engominado la inocencia de Silvio, por lo que me mostraba emocionada y decidida a seguir con la búsqueda. 



Revisemos todo el recinto. Ni rastro. Acabé mas mareada de estar casi media hora con la cabeza agachada que en una clase de Cálculo. Propuse a Ritmi seguir la trayectoria desde donde encontramos el primer Capturador. Cabía la posibilidad de que al supuesto ladrón, se le hubieran caído unos cuantos mientras huía. Rápidamente nos dirigimos hacia el punto en concreto y siguiendo el camino que llevaba a las escaleras que bajaban a la verja, justamente allí, encontramos otro objeto de color rojo ¡Era otro Capturador!



-¡Bien pensado! Creo que cada vez nos acercamos mas a la solución de este problema...Espera, oigo voces...-Dio un paso al frente, agudizando el oído ¡Parecía que alguien estuviera discutiendo allá abajo!



La sorpresa que nos esperó allí abajo fue tremenda ¿¡Que hacia Silvio discutiendo con un hombre de mediana edad?! 



-¡Silvio! ¿¡Que haces aquí?! –Exclamemos sorprendidas las dos a la vez.- Y, ¿Quién es ese?- Completó Ritmi. Silvio se sorprendió mucho al vernos y nos acercamos a él, al tiempo que aquel misterioso hombre retrocedía unos pasos, con nerviosismo.



-¡Este tipo es un ladrón asqueroso! –Exclamó enfadado, señalándolo con el dedo.- Salió a hurtadillas de la Sala de Profesores, así que, le pegué un grito...Y de repente, ¡Puf! ¡Salió corriendo el muy truhán!- Los tres lo miramos seriamente ¡Ahora encajaba todo!



-¡Sois tres contra uno, no es justo! -Se quejó, aún más nervioso, retrocediendo y acercándose cada vez más a un árbol cercano.- ¡Me voy pitando! ¡Adieu!- Pero por lo que se ve, no se dio cuenta de que tenia justo detrás un árbol y acabó chocándose de lleno contra él.- ¡Aaaay! - Los cuatro Capturadores restantes se le cayeron de los bolsillos y antes de que este misterioso sujeto se agachara a recuperarlos, un Slakoth que había estado durmiendo en una de las ramas del árbol, le cayó en la cabeza, enfurecido por haber interrumpido su preciada siesta.- ¡Eh! ¡Huyyyy! ¡Aaaaargg! ¿Pero qué...? ¡No veo nada! ¡Y pesa mucho! ¡Duele! ¡Huele fatal! -Se quejaba, moviéndose de un sitio a otro, desesperadamente, intentando quitarse aquel peso de encima.- ¡Socorrooooo!



-¡Jua, jua, jua! –Se burló Silvio, recuperando los Capturadores.- ¡Ha caído un Sakoth del árbol! ¡Lo tienes merecido, eso te pasa por ladrón! –Le reprochó, enfadado.



- ¡Por favor, no lo haré nunca más! –Suplicó, aun dando vueltas sin descanso.- ¡Ayudaaaaaa!



- Vámonos –Dijo Silvio.- ¿A quién le importa un tipo asi?



-¿¿¿QUEEÉ???-Exclamé sorprendida.- Pero ¿¡Que dices?! ¡El trabajo de un Ranger es ayudar a las personas en apuros! ¡No tratarlas con indiferencia como si no te importaran sea cual sea su condición, amigo o enemigo! Haz lo que quieras, pero yo voy a ayudarle. 



La verdad me había sorprendido mucho aquella actitud de Silvio, ¿Y pensaba ser un buen Ranger? ¿No se caracterizan por su buen corazón sean cuales sean las condiciones? ¡Yo quiero ayudar y no cambiaré de idea! A Silvio pareció impactarle mucho mi decisión, sí, sé que es duro que te contradigan, sobre todo para él, pero ¡Por favor! ¿Negarle a alguien el derecho de ser ayudado? ¡No! Lo siento, pero por algo decidí convertirme en Ranger, y es para poder ayudar con más medios a las personas y Pokemon en peligro.



- ¡Apoyo a Brisa! –Dijo Ritmi, poniéndome una mano en el hombro. Giré la cabeza sorprendida hacia ella.- Por favor, ¡Captura a ese Slakoth!- Me animó eufóricamente. 



Una sonrisa se fue dibujando en mi rostro poco a poco y después, sonreí, asintiendo con decisión. Me acerqué, y apuntando con la pequeña espada de luz azulada al Pokemon, comencé a hacer giros sin pausa a su alrededor, pronto la línea se fue estrechando y cuando la figura del Slakoth brilló del todo, la captura finalizó. Le di al botón del aparato y la luz cesó, apagándose de nuevo.



-¡Captura completada! –Anuncié orgullosa. Después de girarme para recibir las felicitaciones por parte de Ritmi, el Slakoth, agotado, se volvió a subir al árbol con intención de seguir con su siesta.



-Fiuu...Aah...Puf... Al fin libre...Gracias por rescatarme.



- ¿Pero por qué robaste los Capturadores?- Le dije extrañada. Tampoco se veía tan mala persona...debía haber una razón más por lo que lo hizo. 



-Esto...yo...



-¿Qué está pasando aquí?- Se oyó a nuestras espaldas. Cuando nos giramos para ver quién era, nos percatamos de que la Señorita Abril.- Desaparecisteis también de golpe, así que os estábamos buscando.- Nos miró con cierto tono de preocupación. Levantó la vista y sonrió.- ¡Ah! ¡Aquí está Silvio! ¡Y también los Capturadores! Pero...-Su rostro cambio de expresión.- ¿Quién tuvo que ver con todo este asunto?



- Señorita Abril, este hombre es el ladrón que se llevó los Capturadores. –Lo señaló con el dedo Ritmi.



-¡Eso! ¿Y por qué robaste los Capturadores? ¿Sabes lo importantes que son?-Le reprochó Silvio.



- Lo...lo siento...-Dijo entre gemidos y sollozos. Aquella reacción nos sorprendió a todo muchísimo ¿Qué ladrón a sangre fría hacia eso? Sabía que en el fondo no era una mala persona ¡Lo sabia! - Siempre soñé con convertirme en Ranger...snif, snif...Pero crecí sin hacer nada para convertir mi sueño en realidad...Tenia muchos otros sueños que quería perseguir, pero...Nunca fui capaz de decidir lo que de verdad quería hacer con mi vida...El único sueño que nunca olvidé fue convertirme en Ranger...-Dijo a penas con un hilo de voz, aspirando con la nariz y con los ojos llorosos. La verdad es que me daba lástima verlo así...y a juzgar por las caras de los que también estaban allí, algo de lástima llego hasta sus corazones. –Pensé, que si quizá tuviera un Capturador, podría conseguirlo, pero...



-¿¡Pero qué estas diciendo?!- Le interrumpió la Señorita.- ¡No hagas que me enfade! - No importa la edad que tengas. Lo adultos también pueden ir a la Escuela Ranger. Con esfuerzo y dedicación los sueños se pueden cumplir, hasta el tuyo.-Sonrió amablemente.- Si tienes un sueño que no puedes olvidar, de ti depende hacerlo realidad.



-Se...Señora maestra...-Se limpió las lágrimas con la manga de su camiseta. Una sonrisa de ternura se me escapó al ver aquel final feliz después de todo.- Me quedé hechizado al ver todos esos Capturadores ahí, tan bonitos...Solo quería uno, pero al final acabé garrapiñándolos todos...



- Eso sucede cuando las personas sueñan... ¿Eres ambicioso, verdad?- De nuevo, sonrió de manera maternal- Deberías irte a casa y pensar qué es lo que de verdad quieres hacer con tu vida ¿Por qué no piensas como podrías convertirte en un autentico Ranger?



-Aish...Si, eso es lo que haré. –Dijo con un brillo especial en los ojos, ya no lloraba, al contrario, se mostraba tremendamente decidido a cumplir de una vez por todas su sueño, pero esta vez, de forma correcta.- (...) ¡Un...Un momento! ... ¿¡Irme a casa?! ¿Puedo irme sin más? ¿Sin ningún tipo de castigo?- La Señorita le asintió.- Se-Señora maestra...n-no me lo puedo creer...- Sus ojos se volvieron a tornar brillantes y con algunas lágrimas- Buaaaa...



Ritmi y yo nos miramos contentas por aquel final "feliz", a la vez que le echábamos una mirada a Silvio, que nos sorprendió nuevamente. ¿Estaba...sollozando? ¡Eso si que es una sorpresa! Cuando Silvio se dio cuenta de que lo miraban, se limpió rápidamente los ojos con la manga del uniforme y se cruzó de brazos, dándonos la espalda. Entonces, reímos divertidas ante aquella reacción tan graciosa, al igual que la señorita Abril, que esbozaba una sonrisa sincera al vernos. Al final todo había acabado bien...



-¡¡¡BRISAAAAAA!!!- Oí un grito a mis espaldas y cuando me giré para ver de quien se trataba, vi a Ben corriendo escaleras abajo con el Capturador rojo en las manos y sudando a mares muy nervioso y como...¿Asustado?- ¡Toma, te lo regalo y no acepto un no por respuesta!



 Se deshizo de él, dejándolo sobre mis manos rápidamente, bajo mi expresión mas que extrañada y sorprendida ¿Pero que le pasaba ahora? Después de aquello se escondió detrás de Silvio y Ritmi, tapándose los oídos con los dedos mientras cerraba los ojos con fuerza.



-¿Pero qué...?-Apenas me dio tiempo a terminar la frase, el aparato comenzó a echar humo  y se puso en llamas, pitando como un vehículo de bomberos y finalmente...¡Explotó! Me quedé con los ojos muy abiertos, la cara toda negra y el pelo de punta. Tosí un par de veces bolas de humo  para después dejarme caer al suelo, mareada. Ritmi se llevo una mano a la boca, preocupada al verme, para después lanzarle una mirada sarcástica a Ben, que seguía en posición de "¡Salvese quien puedaaaa!"



-¿¡Pero qué has hecho?! –Le reproché muy enfadada, levantándome de un salto.



-¡No es mi culpa! ¡Fue Caty! Insistió tanto en revisar mi Capturador y rellenar su batería para que funcionara mejor, que se lo dejé al final, pero cuando quise darme cuenta este empezó a echar humo y vine aquí para que alguien me dijera como apagarlo... ¡Pero ya era demasiado tarde y no me daba tiempo! Asi que...- Una gota le recorrió la frente.



-¿Asi que...me lo diste a mí que estaba más cerca, no?



-¡Exacto! –Asintió sonriendo de forma nerviosa.



-¿¡Y encima lo afirmas!? ¡Se acabó, te la has cargado! –Exclamé y me puse a correr detrás de él, con los ojos en llamas (literalmente, claro) 



- ¡¡SOCORROOOOOOO!!- Gritó él, corriendo por su vida alrededor de todos los presentes y no paraba de correr por todos los lados intentando librarse... ¡Y más le valía eso! ¿¡Pero a quién se le ocurre?!


Ya en la Sala de Profesores...




Después de despedirnos de aquel extraño hombre soñador (el cual había decididoinscribirse en la Escuela Ranger en cuanto acabara el presente curso) y dehaber perseguido a Ben hasta que Ritmi nos tuvo que separar para que no nos"matáramos", regresemos los Capturadores a la Sala de Profesores, donde además,querían hablar con todos nosotros sobre lo que había sucedido. Al parecer, yahabía regresado de la Unión el Director Lamont y toda aquella escena le cayó entremenda sorpresa. 



-¿Sigues enfadada por lo del Capturador?- Susurró.



- Jum –Me limité a decir cruzándome de brazos. Sí, aun le guardaba algo derencor...Podía haber avisado ¿no? O tal vez tirarlo al suelo... ¡Pero noprecisamente a mí!...Pero ahora que lo pienso ...Abrí un ojo, después el otro, yfinalmente relajé la postura, suspiré.- Tampoco es tan grave como para enfadarmede tal modo...Vale...te perdono.



- Escuchad. –Llamó nuestra atención el Director. --Así que Silvio estaba intentando atrapar al ladrón que había robado losCapturadores...



- Así es, Señor. –Asintió él. Todos le teníamos un gran respeto y aprecio alDirector Lamont, tan amable y simpático aunque no lo pareciera, que inclusoalgunas veces había intentado patinar por los pasillos recién encerados de losViernes, pese a que lo hiciera disimuladamente.



- ¿Y todo eso tuvo lugar en mi ausencia? –Dijo bastante sorprendido.- Bueno,aunque el ladrón escapó, me alivia saber que nadie resultó herido. Y si encimahemos recuperado los Capturadores, pues mejor que mejor –Se le escapó unasonrisa satisfecha en el acto.



-Esto...-Tosió un par de veces intencionadamente el Sr. Óseo- Siempre se culpa atodo de Silvio porque su conducta diaria deja mucho que desear...Eso es...- Cerrólos ojos mientras carraspeaba, era obvio que le costaba reconocer que se habíaequivocado. Si claaaro...excusas, excusas.



- Debo decir que me impresionó la fe de Ritmi en su amigo y la valentía paradefenderlo de Brisa. La confianza es esencial entre Operarios y Rangers yvosotras la ejecutasteis y pusisteis en práctica a la perfección. 



- Je, je, je...



-Ben, Caty, Primo y Brisa –Nos citó y dimos un paso al frente.- Vuestro trabajoen equipo con Ritmi y la Captura de Brisa fueron excepcionales. Lo supeenseguida cuando vi la enorme sonrisa que iluminaba la cara de aquel Slakoth ycuando os vi tan perfectamente coordinados en la búsqueda.- Sonrió,felicitándonos. Había salido como unamisión cumplida de esas que anuncian los Rangers tan eufóricamente.



>>- En cuanto a ti, Silvio...-Se dirigió a él másseriamente, el cual dio un paso al frente también. Tenía la mirada baja, comoarrepentida, y esperando el reproche que le aguardaba.- Eres demasiadoimprudente. Debes confiar más en tus compañeros. Un Ranger puede actuar ensolitario, pero solo hasta cierto punto.- Silvio aceptó aúncon la mirada arrepentida, sabía que era cierto lo que estaba diciendo...- Creoque algún día te enfrentarás a alguna situación que te haga aceptar este hecho.Dicho esto...-Relajó la expresión, volviéndola más amable y sonriente- Esinnegable que hiciste una buena obra. Te felicito. –A Silvio le brillaron losojos por unos segundos, pero pronto volvió a bajar la cabeza ¿Pero que lepasaba ahora?- (...) Oye, ¿Me estas escuchando? –Dijo preocupada.




-Maldita sea...-Dijo con un hilo de voz.- Ese ladrón no se escapó...Lo dejamosmarchar nosotros...Aún no me lo creo...-Pude notar cómo mientras terminaba de decirestas palabras culpándose a sí mismo, apretaba con fuerza su puño izquierdo.Entonces, se giró hacia nosotros, con la mirada baja.- Escuchadme...Oye, vosotrosme entendéis ¿Verdad?- A todos nos sorprendió aquella pregunta- Sabéis la rabiaque me da lo que ha pasado. –Se siguió culpando a sí mismo. Pobre...de verdad, nome gustaba ver a si a ninguno de mis amigos...y no sabía qué hacer...-Vosotros...pese a todo...Tuvisteis fe y disteis la cara por mí.- Unos destelloscayeron por sus mejillas en su rostro ensombrecido. No quería que nadie loviese de ese modo, llorando, así que pronto terminó por secarse la cara con lamanga de su uniforme, sorbió con la nariz fuertemente y nos miró a todos denuevo, dedicándonos una sonrisa – Eso me hizo muy feliz.




¿Querían hacerme llorar también o qué? ... A todos nos brillaron los ojos demanera especial y las tentativas de abrazarse en grupo para consolar a Silviofueron reprimidas por el momento y la situación pero eso no impidió quepudiéramos comunicarle con la mirada que lo entendíamos. El Director dio nospasos al frente, justo delante de nosotros con las manos a la espalda comosiempre, ocupando el lugar de la Señorita Abril.



o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Continuará...




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