Buenas noticias.
-¡Está cerrada!-Exclamé empuñando el pomo mientras lo agitaba desesperadamente. Nada más girarme, el resto de platos levitaron un par de centímetros por la mesa.-¡Rápido! ¡Hay que salir de aquí!-Al fijarme en que al otro lado del comedor había otra puerta, eché a correr, con Pichu al hombro.
Entonces los platos se lanzaron sobre mí cuando quedaban un par de metros para llegar. Miré a Pichu con complicidad y el se agarró más fuerte. Me agaché haciendo una voltereta lateral y esquivé varios impactos por los pelos. Caí de pie y cerré la puerta tras de mí antes de que dos vasos rotos me dieran, clavándose en la puerta como hachas. Una vez fuera, suspiré, dejándome resbalar por la pared, sentándome en el suelo.
"Eso, si que estuvo cerca..." Tras descansar del susto, me figé en que el pasillo seguía más allá y la curiosidad me empujó a explorarlo, pero también porque necesitaba encontrar a Eustaquio.¿Dónde se habrá metido ahora ese miedica? Pensaba mientras quitaba las telas de araña con la mano para entrar a otra habitación. Era una habitación antigua, con mesilla de noche y rota y la cama deshecha. Pero al entrar me vi atacada al instante por un par de Golbats furiosos, que capture casi por acto reflejo.
Volví a suspirar aliviada. ¿¡Es ue en esta casa no se puede andar con tranquilidad o qué?! Pero mientras pensaba esto, me vino una idea " ¡Claro! ¡El mueble! " Y salí a todo correr para comprobar mi hipótesis con los dos Golbats atrás. Giré la esquina y me di cuenta de que habíamos estado dando vueltas en círculos porque estabamos de nuevo en el salón principal. Aquello era un tremendo laberinto, ni siquiera sabía si podría volver a encontrar aquel misterioso mueble.
Decidí repetir el recorrido para no perderme más y una vez frente a él, les pedí que usaran Tornado para mover el objeto. Así lo hicieron, desvelando unas escaleras que bajaban hasta el sótano. Bajé guiándome por la pared y llegué hasta una habitación con una moqueta verdosa y una gran biblioteca al fondo. Pasé un dedo por un sillón que había en una esquina. Como pensaba aquello llevaba años abandonado. Por unos momentos me imaginé como debió de ser aquella mansión en su época de esplendor...Después, curioseé la estantería,tal vez encontraba el libro, o quizás no. Me sorprendió ver algo que no encajaba.
-Este libro esta salido, parece que lo han leído recientemente....¿Pero cómo? Si aquí no ha venido nadie en años... salvo esa misteriosa sombra que entró antes ¡Espera, claro! -Intenté coger el libro, pero éste parecía que se había atascado.- Vaaamos...-Tiré de él más fuerte y en el último tirón, cedió soltándose del resto de libros y haciéndome caer sin remedio al suelo.
Me levanté de inmediato, alertada por un ruido atronador y a continuación el movimiento constante de las estanterías que se abrieron superponiéndose unas sobre otras y dejando ver una apertura en la pared. De ese boquete oscuro y lúgubre salió Eustaquio casi arrastrándose, y temblando de miedo. Estuve a punto de gritar del susto.
-¿Pero qué haces aquí? Pensábamos que te habías marchado...-Me pusé una mano en el pecho.El corazón aquella tarde se me iba a salir.
-¡Luz! Menos mal que os veo de nuevo.-Dijo asombrado y nos dio un abrazo. Atónita,le pregunté que le había pasado.- Veréis, cuando salí del comedor con intenciones de irme de esta maldita mansión, me tropecé en una grieta y caí en su interior. Todo este tiempo he estado andando por la oscuridad, hasta que oí ruidos y me acerqué aquí...¡Menos mal que os encuentro!
-¿Y has descubierto algo más? -Interrogué, curiosa.
-Sí. Justo delante hay unas escaleras que parecen llevar a un sótano secreto. Oí voces y me asusté creyendo que eran fantasmas y vine hasta aquí, no están muy lejos, creo.
-¿Voces? ¿Quién podría ser?
-No lo sé, pero ¿Y si no es quién, sino "qué" ?-Dijo nervioso.
-Eustaquio, no empieces otra vez...-Rodé los ojos.
-¿Y si es verdad?
-Anda, sigamos. -Dije, ignorando sus quejas. Me asomé a la cornisa de la puerta y miré en su interior.- ¿Tenía que ser un sótano, precisamente? Agh, si no hay mas remedio...-Susurré.
Me resigné, deslizando la temblorosa mano por la pared húmeda y rocosa de aquella estancia para no caer por las escaleras debido a la oscuridad. Hacía un frío sobrenatural allí abajo. Bajando unos pocos escalones más vi a lo lejos una luz, proveniente de una habitación interior iluminada con el eco de unas voces. Sí, voces, quién hablaba no estaba solo y eso aún era mucho más sospechoso.
- ¡Lo sabía! Entonces aquí hay alguien más...-Nos acerquemos a la puerta iluminada con cautela. Asomé la cabeza sin que se me viera demasiado.
-Yo diría que conozco esas voces...-Dijo Eustaquio,divagando.
-¡Shhh! –Pedí silencio- Entremos a ver quién hay. Adelante. -Le hice un gesto con la mano y entré de un salto en la sala- ¿Quién anda ahí? -Exclamé para que me oyeran los tres individuos que se encontraban de espaldas a nosotros rebuscando desesperadamente el montón de libros y pergaminos que se encontraban desperdigados por el suelo. Arceus, parecía que había pasado un huracán.
Una figura demasiado conocida se giró hacia nosotros con una sonrisilla. Tras ojear un libro que llevaba en las manos con poco interés, lo lanzó a su suerte sin importarle nada. Se puso una palma en la barbilla, con aire prepotente.
- Que entrada más teatral. -Miró a Eustaquio - ¡Anda! Eres tú el que se ha caído por un agujero del suelo, ¿no? Y con el están... Brisa, la Pokémon Ranger y su acompañante, el pequeñín, de los que hablaba Red Eye en su informe. ¿No nos hemos visto en la estación de radio?
-¿Otra vez tú?- No tenía muchas ganas de empezar un enfrentamiento con aquella chica, la verdad.
- ¿Qué tenga cuidado con esta Ranger tan mona? ¡Red Eye no sabe lo que dice!-Le quitó importancia con la otra mano y sonrió, divertida. Genial, otra loca.
- ¡Que no soy mona! -Pateé el suelo, avergonzada.- ¿Y tú quién eres?
- Yo soy la líder azul de los Pokémon Nappers. Y me llaman...-Hizo un movimiento de lanzar un beso al aire mientras daba una vuelta sobre sí misma y sacudía su mecha azulada- ¡Blue Eye!
-Bien, ahora la pregunta del millón, ¿Qué haces aquí?- Dije amenazadora.
- Hay una cosa que me gustaría preguntarte también. Se supone que aquí hay un libro del que solo hay un ejemplar en todo el mundo. Su título es "Leyendas de la región de Oblivia" No aparece por mucho que lo busquemos. ¿Lo tenéis vosotros? -Su tono era inocente.
- Pues no, no lo tenemos... aún. ¡Sabía que andabais detrás del libro! -Dijo Eustaqui desde un rincón.
-¡Y aunque lo tuviéramos no os lo íbamos a dar! ¿Qué te crees?- Me estaba empezando a cansar esa actitud fuera por dónde fuese.
- ¡Que carácter! Si es verdad lo que dices y no tenéis el libro... ¡aún tenemos posibilidades de hacernos con él! ¡A por ellos, Meganium! ¡Sácalos a patadas de este lugar!-Dijo alzando su guante de control y de la nada apareció un Meganium que gruñó y se lanzó a atacar haciendo brotar del suelo zarzas espinosas muy gruesas.
-¡Que te lo has creído! ¡Captura en curso!
Brisa, valiéndose de la ayuda incondicional de Pichu y su melodía tranquilizadora, logró una buena cadena de captura aprovechando un Impactrueno que resultó en parálisis para girar a su alrededor con el disco con toda su determinación. A pesar de la velocidad del Pokemon y sus ataques poderosos la estela blanca se volvió anaranjada y Meganium comenzó a enfurecerse de verdad. Pero gracias a la música de Pichu lograron salvar la situación y capturar al Meganium, sin demasiados problemas que destacar.
-¡Captura completada con éxito!-Dije, guardando el disco capturador. Me dirigí a Blue Eye- ¿Qué pasa Blue Eye, no te están saliendo las cosas bien?-Pregunte irónica.
- ¡Me quedo de piedra! Tal y como decía Red Eye, esta Ranger no es una Ranger cualquiera.-Taconeó en el suelo con rabia una vez.
- Lí-líder...- Una temblorosa voz se alzó por encima de sus "pucheros".
- ... Marcháos ya, cobardicas. E informad de esto a quien sabéis.
- ¡Sí!-Los Nappers se marchan más rápido que la luz, dejando tras de si una estela de polvo. La Mansión no era lugar de agrado para nadie, por lo que veo...
-¡Pichu!-Exclamó enfadado lanzándose hacia Blue Eye y subiéndose a su espalda.
- Pero... ¿qué hace este canijo? ¡Quítate de encima! ¡Ay!-Dijo la líder azul haciendo todo tipo de peripecias para que éste se soltara. Pichu le suelta un Impactrueno a Blue Eye, más enfadado todavía y ésta queda semi-paralizada.
- ¡Aaah! ¡Me-me-me-me-me da calambre! ¡Para!-Gritó dolorida, mientras las chispas aún la rodeaban.
Momentos mas tarde...
- ¡Muy bien, Pichu! ¡Has hecho posible que capturemos a la líder de nuestros enemigos!- Le felicité con una tierna caricia.
- Ahora podremos interrogarle y sacarle información sobre tus compañeros. ¡Y a lo mejor descubrimos algo acerca de Verán!-Dijo Eustaquio, al que parecía que ya se le había pasado todo el miedo.
- ¡Ya estas cantando, Blue Eye!
- (Con la gota) (¿Y a éstos qué le pasa? (...) Todos esos libros desperdigados ahí... ¡y no hay ninguno que merezca la pena!-Se lamentó, resignada.
-Parece que, en efecto, no hay ninguno que merezca la pena. Mirad este:"Canciones de Oblivia" o este "Simbolos arcanos del Corazon" y si no este: "Leyendas de la región de Oblivia". Bah, no hay ninguno que sea bueno...-Dijo Eustaquio con el libro en la mano.
-¡E-eustaqio! ¡¿Qué acabas de decir?! ¿Qué libro era?-Exclamé con los ojos como platos, parpadeando un par de veces atónita.
-¿Éste? "Leyendas de la región de Oblivia"¿Te interesa?- o sabía si darme una palmada en la frente ¡Se suponía que él lo sabía mejor que yo!
-Eustaquio, ¡es el libro que buscábamos!
- ¡¿QUÉEE?! Anda, pues es cierto, jeje no me había fijado...-Dijo frotándose la cabeza con una mano, avergonzado.
- ¡Dame ese libro ahora mismo!-Exigió Bue Eye, intentando moverse.- ¡No os pertenece!
-Menos mal que el Impacrueno perdura con sus efectos.
-No señor. Mejor que lo lleves tú, Brisa, no me fío. -Dijo, entregándome el libro que guardé en una pequeña bolsa que me dio Panema.- Casi se me olvida ¡misión cumplida!
Más tarde...
Habíamos atado a Blue Eye para que si el efecto de la parálisis se pasara, no huyera y acordamos en que Eustaquio la llevaría al Unión para hacerle las preguntas oportunas. La susodicha, no dijo nada más, estaba demasiado ocupada en curar sus infranqueable orgullo de aquella derrota.
- Bien hecho , os estaré esperando en el Unión. -Se gira hacia Blue Eye- ¡Y tú te vienes conmigo!-Eustaquio se va, empujando a Blue hacia la salida.
- ¿Cómo qué nos estará esperando? ¿Y por qué nos quedamos? -Dije mirando a Pichu.-Vayámonos, es hora de volver. -Le sonreí, y el pequeño Pokemon volvió a subirse a mi hombro satisfecho por su acción.- ¡Ah, espera! -Me giré de improviso y cogí un libro que metí rápidamente en la bolsa.- Ahora sí, vayamos, esta casa me esta dando repelús...-Estornudé- Fenomenal, ahora me da alergia el polvo...
Salimos de la casa por el mismo camino pero esta vez de vuelta y cruzamos el jardín, pero al traspasar el portón...
-Pichu, ¿no has notado algo raro al salir?- Extrañada, miré a mi acompañante. Podría asegurar que oí un susurro...que extraño.
-Pichu...-Negó con la cabeza.
- Cuando entramos, la puerta de entrada de la mansión no se abría, igual que el portón, pero ahora sí que estaban abiertos los dos...
Tragué saliva, y los dos nos giramos lentamente hacia la mansión iluminada por una luna llena. Habíamos pasado toda la tarde metidos ahí dentro y a lo lejos se había formado una nube de tormenta. Un rayo cayó cerca, iluminándola por competo y en la ventana del piso de arriba apareció como una silueta sombría que pareció sonreír. Pichu y yo nos miramos con terror y sudando frió, antes de que pegaramos un grito y saliéramos a todo correr de aquel horrible lugar.
-¡A la porra la mansión, yo no vuelvo mas por aquí!-Grité asustada mientras no paraba de correr.
-¡Pichuuuu!
Ya en Villagonal....
Una vez en Villagonal, mas calmados, fuimos hacia el Unión, para revisar que tal le había ido a Eustaquio con el interrogatorio y demás. Los faroles en las puertas de las casas ya estaban encendidos y pocas personas se encontraban ya andando por la calle, ya que ya era bien entrada la noche. Cuando lleguemos al muelle, nos encontremos con él.
-¿Qué tal os fue el camino de regreso?-Rió.
-¿Eso es una pregunta irónica?-Pregunté enfadada con los brazos en jarras.-Por cierto, ¿Cómo esta Blue Eye?
-Ella esté en la bodega del Unión, pero para ser sinceros, más que yo preguntándole cosas, ella me esta sacando información a mí- Sonrió avergonzado-Me llevara algo de tiempo...
-Nosotros vamos a Isla Reiris a informar a Rodel de lo sucedido, seguro que se alegra de lo que hemos logrado-Sonreí.-Andando ¡Nos vemos luego Eustaquio!
Como siempre, a todo correr. Esa era la rutina de un Ranger, pero se veía compensada por los agradecimientos, las sonrisas, la paz que a raíz de sus actos... eso era lo realmente importante para mí, un gracias o una sonrisa era la mayor recompensa que podía desear, nada más. Me gustaba mi trabajo y nunca me arrepentiría de ello, gracias a él he conocido a muchas buenas personas que trabajan por el mismo objetivo, eso sí, cada uno a su manera especial. Ni el más novato se queda de brazos cruzados y eso es lo que me alegra de verdad, que todos tenemos el entusiasmo por las nubes y eso es lo que nos caracteriza y pone de los nervios a los malos, jajaja.
Sí, nunca cambiaría mi elección porque a raíz de ella he conocido el Mundo de la verdad y el ideal. Estuve todo el camino cavilando estas cosas, mientras corría, con una sonrisa en el rostro que si no me conocieran bien, nadie diría que acababa de regresar de una temible mansión encantada. Ya frente a la puerta de la casa de Panema, toque con los nudillos en ella y tras la re-bienvenida por su parte a un cálido hogar, pase a informar de la situación actual. Como era de costumbre, nos reunimos alrededor de la mesa como si de una reunión se tratase. Cogí aire cerrando los ojos unos segundos y después lo solté.
o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top