Ascenso al Monte Lato-Lato





-¡Ya era hora, pensaba que se te habian pegado las sabanas!-Dijo cruzada de brazos esperando en la puerta.



-Perdón, me suelo entretener. -Dije un poco avergonzada.- Bueno, ¿Vamos?



-A la orden, mi general.-Imitó ella con voz grave. Desayunemos unas tostadas y nos pusimos en camino.


La seguí mientras me indicaba la dirección y de vez en cuando miré el mapa que señalaba en mi Capturador para ver las altitudes y el punto exacto donde nos encontrábamos. Poco a poco fuimos dejando la casa atrás, y encontrándonos con un bosque espeso, el cual estaba surcado por un río de aguas claras y limpias. Crucemos el puente de tablas de madera y caminemos un poco más hacia el norte. He de reconocerlo, esa región no dejaba de sorprenderme. Había muchísimos Pokemon diferentes y todo parecía tan tranquilo... Una vez allí, vi como el mismo tipo de escalones naturales se repetía hasta ascender por la ladera de un monte bastante alto. 



-¿Tenemos que subir...por ahí?- La verdad es que impresionaba. Panema me miró y asintió.



-Es por aquí.- 


La seguí de cerca, subiendo por la empinada escalinata adosada a la ladera del monte. Me mantenía cercana a la pared por el miedo a las alturas que tenía desde hace tiempo. Y por lo que veo, la caída del Staraptor me había agravado el miedo. Panema iba delante, hasta que se detuvo sin previo aviso y choqué con su espalda. Al mirar por encima de su hombro, descubrí una no muy grata visita.



- ¡Alto ahí! A los niños les esta prohibido entrar. Es muy peligroso.-Intentaba hacer de guardia de seguridad, pero, ¿No sería más creíble si se cambiase al menos el uniforme? Es que siempre están por todas partes...¿O qué?



-¿Qué dices? ¡El Monte Latolato no es un lugar peligroso!-Exclamó Panema. Ella me había contado por el camino que no era un lugar muy transitado, pero nunca problemático.



- No lo era hasta hace unos días. Pero últimamente hay unos tipejos de baja estofa rondando por aquí...



- ¡Tipejos como tú! ¿Verdad?-Insinué con los brazos en jarras.- Basta de teatro.



- ¡Exacto! ¡Yvysaur, ataca!


Me preparé para la captura y coloqué mi brazo por delante. El disco salió disparado y empezó a girar alrededor del Pokemon de tipo planta mientras hacia movimientos con la muñeca. El Yvisaur era bastante lento así que no tuve problemas en transmitirle mi amistad y liberarlo del control de ese desalmado inepto. Más que indignado, parecía herido en lo más profundo de su corazón.



- He bajado la guardia pensando que eráis unas niñatas, ¡nada más! Ahora me voy a chivar a la líder ya veréis...-El Napper se marchó a todo correr monte arriba. Alcé la palma de la mano como señalando la huida del Napper con cara incrédula y una gota en la cabeza. 



-¿En serio estos son una amenaza para la paz?



-La verdad es que no son muy profesionales...-Se aguantó una risa- Aún así, me preocupa papá...A veces no mide las consecuencias de sus actos.



-Tranquila, estará bien. -Sonreí poniéndole una mano en el hombro- Al fin y al cabo es Ranger ¿no?- Cerré los ojos de manera tranquilizadora. Ella esbozó una leve sonrisa y asintió con la cabeza. 


Seguimos con la marcha, subiendo otro trecho de escalinata y una vez arriba, en la cima del Monte, pude ver que aquel accidente geográfico comunicaba con otro de su mismo tipo, unidos por un puente largo en el cual las vistas eran preciosas. Nos acerquemos a verlas, yo con especial curiosidad. Se podía ver la inmensidad del mar y cómo brillaba bajo el cálido sol de la mañana. Una ráfaga de aire nos despeinó y cerré los ojos,suspirando.





- ¡Las vistas desde aquí son impresionantes! Mira el mar de Oblivia... Y su cielo... ¡Es algo que me maravilla! ¿No crees, Brisa? ¿Brisa? ¿Hoooola? -Me pasó la mano por delante de los ojos pero estaba desconectada.




-Eh...¿Qué? ¿Decías algo?- Sacudí la cabeza, un tanto avergonzada.



-Nada, déjalo...-Dijo con una gota en la cabeza- ¿Qué estabas pensando ahí tan embobada?-Abrí la boca para responder, pero escuche unos pasos que se acercaban. Antes de que pudiera tan siquiera girarme para ver quién paseaba por aquel lugar, otro Napper nos acometió.





- ¡No vais a cruzar este puente!- La versión 2.0 del ogro del puente ataca de nuevo...




-¡Eso ya lo veremos!- "¡Venga ya! Es que no se aburren ¿O qué? . Alcé determinante el capturador y solté la peonza que empezó a girar alrededor de aquel Pokemon azul, que sorprendentemente no hizo nada. Me quede con cara de no saber ni que hacer una vez ya había terminado la captura. Ehm...bueno, sin palabras.




- Ein... Os permito cruzar, ¡pero tenéis que volver luego!- Salió corriendo monte abajo, pero se tropezó con un Bonsly a medio camino y acabó rodando el resto del trecho. Panema se quedó a cuadros.





-Corrijo-Dije saliendo de mi shock.- No son una amenaza para la paz, son una amenza para ellos mismos.



-Ciertamente-Rió- ¡Sigamos!




Un trecho mas adelante...




Por fin habíamos llegado a la cima. Nos llevó bastante tiempo subir y más con esos Nappers interrumpiendo nuestro ascenso. Pero por fin podíamos ver la Torre de Radio desde su base hasta la mismísima cima, aunque solo estaba montada la estructura interna. Miré alrededor en busca de alguien y no muy lejos encontré a cuatro personas discutiendo. Tres de ellas acorralaban a otra más mayor.




- ¡Sinvergüenzas! ¿Qué vais a hacer en la estación de radio?- Dijo el hombre de pelo corto y negro, enfadado. Tenía el uniforme de la región de Almia y supuse que sería el padre de mi compañera y amiga.



-No somos tan estúpidos como para responderte.



- Si no quieres salir escaldado, más vale que te vayas y olvides lo que has visto.-Dijo el otro amenazador.



-¡Hey, vosotros!-Dije llamando su atención, después me acerqué a su posición.- ¿No os han enseñado que no es justo un tres contra uno?



-¡Papá!-Exclamó Panmea, un poco más alejada.



- ¡Maldición! ¡Han venido los refuerzos! No nos queda más remedio.- El tercero, que parecía el líder del grupo les dio una señal a sus camaradas. Los tres levantan sus guantes de control y de la nada aparecen un Skuntank, un Gligar y un Ambipom. El segundo de ellos parecía sufrir mucho con el control del guante y me dio pena.



- Cierto ahora será un seis contra dos.-Sonrió.- ¿Qué os parece?



- ¡Déjame ayudarte! ¡Ve a por Skuntank!-Gritó el padre de Panema.



- ¡Entendido! - Exclamé. Nos atacaban en mayoría porque sabían que solos no podía hacer nada, qué cobardes, No fue fácil capturar a aquel Pokemon, pero después de una larga estrategia para esquivar sus gases venenosos y sus charcos tóxicos logré aprovechar un despiste suyo y acabé capturándolo. En cuanto lo hice, soplé mi Capturador como lo hacen los vaqueros en las películas.




- Con lo bien que íbamos...- Los Nappers se marchan cabizbajos y derrotados. La verdad es que a parte de que eran penosos ni siquiera intentaban lo contrario, era increíble, peores que el Equipo Pocalux...



-¡Papá! ¡Hemos llegado justo a tiempo!-Dijo emocionada Panema.



-¡Panema! ¡Te dije que no vinieras, y varias veces!- La regañó, con los brazos cruzados.



-Jo papá....creía que podría, además, Brisa te buscaba y ya de paso que teníamos un Ranger...pensé que podría venir, me preocupaste. - Se enfadó con los brazos abiertos pero al rato lo abrazó con mucho cariño. Sonreí. -Bueno, este es mi papá o como lo conocen en la Isla, Rodel, el Ranger local de toda la región.




-Encantado. No te engañes, solo soy una persona normal con una determinación sobrenatural-Sonrió estrechándome la mano.- ¿Eres parte de esos refuerzos que mando el Prof. Gobios desde Almia?-Asentí decididamente.- Creí oír que mandaba a dos Rangers...




-No, no, ha oído bien, somos dos Rangers-Bajé a cabeza.




-¿Y? ¿Dónde esta tu compañero?- Miró tras nosotras por sí acaso se había quedado rezagado.




-Esto....es una larga historia.




-Pues entonces no hay mejor lugar que la cabaña de la torre radio. Tranquilas, está justo allí, además, aquí corremos peligro todos.-Nos acercamos a la pequeña cabaña y entramos en ella cerrando fuerte la gruesa puerta sin que nadie nos viera. Era toda hecha de metal.




-¡Oh, por fin llegáis!-Dijo alegre una señora también peli-azul. Llecaba una camiseta crema,unos pantalones pirata y el pelo recogido en un moño. La habitación cuadrada, constaba con una gran mesa cuadrada de metal como si fuera una sala de reuniones y alrededor, en las paredes, un montón de materiales de obra como ladrillos, vigas, tornillos a dar y vender...etc.




-Tu madre tenia la intuición de que llegarías. -Sonrió Rodel. Panema se sonrojó y cambió de tema al momento. Cada uno se colocó en una esquina de la mesa, Rodel al norte, aquella mujer a la izquierda, Panema a la derecha y yo y Pichu en el sur de esta.




-Bueno ¡Pero ahora no podemos hablar de eso! -Exclama aún roja, se coloca bien las gafas subiéndolas con el dedo índice y cierra los ojos, relatando- Tenemos que tratar con esos Nappers. Primero lo primero.-Sonríe.- Ese Ranger de ahí, es mi papá, Rodel, el Ranger de toda la región, como te dije. Y esa señora tan guapa y lista es mi mamá, Lea ¡Es arqueóloga!-Dijo con emoción.- Y por último, ella es Brisa. -Se dirigió a sus padres.- Ha venido desde Almia para ayudarnos, pero...-Carraspea- Ha tenido ciertos problemas graves, por desgracia.




-Ahora que lo mencionas, creía que erais dos ¿Dónde esta tu camarada, trabajáis por separado?- Peguntó Lea, que no se había enterado.



-No, esto...él...yo...la cosa es complicada, voy por partes ¿Vale?




Tras relatar todo lo que había sucedido(Excluyendo el incendio pues no quería meter en problemas a Panema)....





-Vaya... Ya veo...Me hago cargo de lo difícil que debe ser perder a tu camarada. Aunque, si ha seguido el mismo entrenamiento que tú... ¡Ahora estará perfectamente!-Animó con las manos en la mesa.



-Sí, eso me tranquiliza...un poco. Pero no se descarta la opción de que los Napers vayan a usarlo para chantajearnos.




-Eso...-Insinuó Lea, todos centremos la mirada en ella- Si no lo liberamos antes. Tengo entendido que están en la Torre de Radio ¡Pues eso es una oportunidad! Esos patanes seguro que sueltan algún tipo de información aunque sea sin querer.




- Pero esto que me cuentas del monolito...y ahora en la estación de radio... ¿Qué están tramando esos cazadores de gangas? –Se paró pensativo.- A raíz de eso, no sabemos cuantos días pasaremos incomunicados sin poder estar en contacto con la Unión Ranger.




- ¡Ahora entiendo porque no podía establecer comunicación a pesar de que ya estaba mi Capturador arregelado, esos maleantes han interferido la señal!-Exclamé enfadada.




-Espera, espera, espera...¿Q-qué has dicho? ¿Acaso tu capturador estaba roto?-Preguntó, señalándome con las manos para que parara. 




-Bueno, esto...sí. Me lo arreglo Panema, es una autentica genio en estas cosas.-Sonreí.




-Vaya, vaya...¿Te lo tenias bien guardado eh?-La despeina cariñosamente pero ella se vuelve a sonrojar e intenta mirar hacia otro lado. -Bien a lo que íbamos, Por este motivo, Brisa, me gustaría que uniéramos fuerzas para liberar la estación de radio. Son muchos y yo solo no podría, además, tú ya has tratado con esos Nappers, seguro que quieres volver a verlos ¿no es así?




-Sí, tengo...una ligera deuda con ellos. -Hice chocar los dos puños, amenazadora.-Así que...¡En marc..!-Un hombre raro entró de repente por la puerta en ese momento. Tenía el pelo rubio rizado, de complexión robusta y estaba...¿Echando chispas? ¡No literalmente!




- Bigón... ¿Qué ocurre?- Rodel se giró hacia él con cierto aire preocupado. 



-Yo no he hecho nada. Conseguí... brzzz... infiltrarme... en la estación de radio... brzzzz... Empezaron a saltar chispas por todas partes... brzzz.... Me he debido de electrocutar y... –Se fija en mi presencia.-¿Eh? ¡Ah! Así que han llegado ya los refuerzos Rangers. Oye, ¿por qué no utilizas esta energía para recargar el Capturador?




-¿¿Qué??- El electrocutado chico se acercó a mí y por acto reflejo retrocedí de un salto- ¡No, para!




Navegador: Una recarga mal efectuada puede originar desperfectos fuera de garantía.




-¿Garantía?, ¡venga ya que no hablamos de electrodomésticos!-Se acerca más.



-¿¡Y yo qué!? ¿Mi vida no cuenta?-Reproché. Pichu se colocó delante de mi, enfadado.




-Bi-Bigón, ¡para ya!- Lea no sabía que decir.



-¡Pichu! ¡Pichuu!- Mi pequeño amigo intentó protegerme dando saltos y chispas.




- Bueno, os salís con la vuestra, pero sigo pensando que era una idea fantástica.- Se crezó de brazos y fue hacia Rodel.



- Si, Bigón, tú sigue pensando eso.-Insinúa sarcástica Lea.




-Sigo sin saber que hacen los Nappers en la estación de radio. ¡Pero hay fugas eléctricas por doquier! Debemos andar con cuidado.




-Entendido.-Asentí seriamente, percatándome de la gravedad del asunto. Íbamos a entrar en plena encrucijada de sus planes y era obvio pensar que estaría toda la Torre infestada de Nappers por doquier. Es seguro que está allí arriba ese tal Red Eye, sino ¿A quien denominan más líder? Es imposible que haya mas de uno. Pobre Raikou, esos maleantes le están haciendo la vida imposible ¡Pero no voy a permitir que se metan mas con los habitantes de esta región, no señor!




MISIÓN 3: ¡Libera la estación de radio!


*Pose Ranger*




-¿Tu también vienes ¿verdad Pichu?-Le sonreí amable. El pequeño alzó la patita decididamente y de un salto volvió a subirse en mi hombro.- Me tomaré eso como un si ¿Vamos? -Rodel asintió y tras eso, nos dispusimos a empezar la misión.



Salimos a fuera con cautela y cerremos la puerta para que nadie nos viera. Una vez hecho, nos escondimos tras unas vigas apiladas al lado de la obra y miré hacia arriba asombrada. En sí, era una altísima torre de más de 50 metros entre los cuales se podían distinguir cinco pisos, dado que la construcción aun no había empleado paredes ni suelos y se veían grandes huecos entre las vigas de metal y una especie de plataformas y escaleras verticales que servían de suelo auxiliar hasta que las obras finalizasen.



 El recinto estaba cercado con una verja de alambre grueso y algo oxidado, dada la peligrosidad de que cayeran objetos desde lo alto. Nos acercamos a pies puntillas a otro montón apilado de ladrillos y cemento que nos tapaba casi por completo y me asomé por su superficie con cuidado. Revisé que no hubiera nadie, era de vital importancia que pasaramos desapercibidos para no alborotar el avispero y llegar hasta su interior sin problemas. Por desgracia, vigilando la puerta estaban dos reclutas, que con los brazos cruzados y mirada fulminante protegían su entrada.



-Me temo que va a ser imposible pasar por allí si no queremos que nos vean.-Susurré informandole de la situación.




-¿Imposible? Para un Ranger nada es imposible –Sonrió ampliamente y cogiendo una piedra pequeña del suelo, se la lanzó discretamente a uno de los reclutas, volviendo inmediatamente a esconderse. Se sacudió el polvo de las manos y dijo- Listo, ahora mira: 3...2...1...¡0!




-¡Hey! ¿Por qué me tiras piedras?



-¿¡Pero que dices tío?! Yo no me he movido ni un pelo- Los dos se enzarzan en una dura discusión.



-¡No me mientas embustero! Mira, esta es la piedra que me has lanzado, es justo que ahora te dé a ti. -El otro recluta se la tira a la cabeza.



-¿¡Pero qué haces?! Ya te dije que no he hecho nada ¡Mentiroso lo serás tú!




-Ya sé por donde vas. -Susurré a Rodel, sonriente.- Ahora, el punto de gracia.-Cogí otra piedra y se a lancé disimuladamente al último que acaba de hablar.



-¿Por qué me lanzas piedras tu?- La que se estaba montado. Qué divertido.




o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Continuará...




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top