Capítulo 8: La Profecía


Los padres giraron la cabeza para ver quién había hablado, sus ojos se cruzaron con un Noctowl posado en una rama. Parecía que había escuchado todo.

"Disculpa. ¿Pero, quién eres tú?" preguntó Agni, sosteniendo al bebé humano aún dormido.

"No importa cómo me llamo, lo que importa es lo que ustedes buscan" respondió el Pokemon calmadamente.

"De modo que escuchaste lo que hablamos..." dijo Ignus.

"Lo siento, es mi mala costumbre. Pero se cómo les puedo ayudar" dijo el Noctowl, "necesitan ayuda de un Pokemon legendario"

"¿Un legendario?" preguntó Agni.

"Así es. Pero, en nuestra historia, solo existen 3 Pokemon que tienen poderes para crear y transformar"

"Arceus, Mew y Ho-oh" respondió Ignus, "Mi padre me contó sobre ellos. Sin embargo, Arceus vive en una dimensión donde un Pokemon normal no puede acceder"

"Y Mew es tan travieso que para viajando de un lado a otro y nadie sabe dónde está ahora" lo apoyó Agni, "Respecto a Ho-oh..."

"También para viajando, pero sé dónde estará esta tarde" dijo el ave.

Se hizo un minuto de silencio. Ignus estaba extrañado, seguirle la pista a un Pokemon legendario era muy difícil y encontrarlo requería un gran esfuerzo, ¿cómo era posible que ese Noctowl supiera dónde aparecería?

"¿Cómo lo sabes?" preguntó Ignus después de haberlo pensado un poco.

"Sé mucho sobre el tema" dijo el Noctowl, "pero lo importante es: ¿van a pedirle ayuda? Si es así, entonces los guiaré"

Ignus y Agni lo pensaron por unos minutos, si podía existir la posibilidad de transformar a su nuevo hijo en su propia especie, sería conveniente para educarlo y hacer que encajara entre los suyos. Agni apoyaba a su esposo, no le importaba si lo transformaban o lo dejaban como estaba, lo único que quería era un hijo. Le tocaba al padre decidir.

"Está bien" dijo finalmente el padre, "guíanos, por favor"

El Noctowl asintió y emprendió el vuelo en dirección a donde el sol se ocultaba en el horizonte. Los Charizard lo siguieron, el futuro de ese niño era que encontraran a Ho-oh, y si había alguna posibilidad, debían intentarlo.

Al cabo de un rato, llegaron a una montaña que emanaba brillo de arcoíris debido a una gran cantidad de cristales que lo rodeaban, esto se debía a que el sol los bañaba con sus intensos rayos resultando en los bellos colores. Descendieron hacia allí.

"Bueno, aquí es" dijo el Noctowl, "esperen un momento, por favor"

El ave se posó sobre un gran cristal. Acto seguido comenzaron a esperar. No tuvieron que esperar mucho.

De repente, una gran luz emanó del cielo, una luz que brilló dando como resultado un gigantesco aro de arcoíris. Del centro de este, apareció una gigantesca ave que poseía unas hermosas alas de siete colores y una cresta dorada en su cabeza. Era Ho-oh indudablemente.

La hermosa ave descendió y el Noctowl se quitó para permitirle sentarse en el gran cristal. Luego, escaneó todo a su alrededor y encontró a los que allí estaban: el Noctowl, un Charizard macho y una hembra con un bebé humano dormido en sus brazos.

"¿A qué han venido?" dijo una voz. Era indudablemente la de Ho-oh, pero parecía como si estuviera hablándoles con telepatía. "¿De quién es esa cría humana?"

"Por favor señor" dijo Agni, poniéndose al frente, "Me llamo Agni y este es mi esposo Ignus. He encontrado a este bebé humano solo y abandonado, sus padres habían muerto y no podía soportar la idea de dejarlo morir, y he decidido... quedarme con él como si fuera mi hijo"

"Pero no sois de la misma especie..." dijo Ho-oh.

"Por eso mismo hemos venido señor" dijo Ignus, poniéndose al frente también, "Este Noctowl, aquí presente, sabía que usted se aparecería aquí, y sabemos que tiene el poder de transformar criaturas"

Ho-oh fijó en su mirada en el Noctowl, lo miró fijamente por unos segundos. Luego, volvió su vista hacia la pareja con el bebé.

"Comprendo sus motivos, aunque la verdad, va en contra de mis principios realizar un cambio de humano a Pokemon" respondió Ho-oh.

Los padres parecieron algo decepcionados.

"Sin embargo, una vez escuché una profecía de otros Pokemon legendarios" dijo Ho-oh, "Y dice que un día, cuando los humanos y Pokemon entren en conflicto entre ellos, un alma con el corazón de los dos mundos, traerá paz y estabilidad a ambos"

Los Charizard se miraron el uno con el otro, sin lograr comprender.

"Creo que la profecía se refiere a este bebé" dijo Ho-oh, "Si ya tiene el corazón del mundo humano, deberá ser necesario darle el corazón del mundo Pokemon, y no veo mejor forma de hacerlo que convertirlo en vuestro hijo"

Rápidamente los padres se alegraron. Agni abrazó como nunca al bebé de sus brazos.

"Ignus y Agni, necesito algo de ustedes primero" continuó el legendario, "Derramad una gota de sangre cada uno sobre el niño, necesito eso para hacerlo un hijo de Charizard"

Así lo hicieron sus padres. Con sus garras, cada uno se hizo un pequeño corte, lo suficiente para hacer sangrar. Luego, con cuidado, colocaron al bebé en un espacio entre cristales y derramaron cada uno una gota de sangre sobre él. Afortunadamente, el bebé no pareció notarlo y permaneció dormido durante todo el proceso.

"Ahora apártense, por favor" dijo Ho-oh, extendiendo sus alas como si fuese a volar.

Los padres se apartaron. Luego, un brillo dorado inundó el lugar y al mismo Ho-oh, un brillo que se combinó con los colores del arcoíris, dando lugar a un espectáculo hermoso y único nunca antes visto. De igual manera, ese brillo rodeó todos los cristales, incluido donde estaba el bebé.

Al segundo siguiente, el mismo niño también brilló junto a los cristales. Luego, ese brillo se elevó a quedar a la altura de los ojos de Ho-oh, el cual lo miraba igualmente asombrado y concentrado. El brillo de todo el lugar duró por unos segundos más y luego, finalmente se fue apagando de poco en poco. El brillo donde estaba el niño, se estaba apagando también y volvía a descender a la cuna de cristales. Una vez dentro de ella, el brillo finalmente desapareció, mostrando a un bebé Charmander con una colita encendida y viva.

"Está hecho" dijo Ho-oh, "aquí tienen a su hijo"

Ignus y Agni se acercaron a donde estaba su nuevo hijo Charmander. Lentamente, el bebé abrió los ojos, los cuales no cambiaron, y se alegró como si reconociera en ellos a sus padres biológicos.

"Gracias señor" dijo Agni, agarrando a su hijo de nuevo en sus brazos, "Se lo agradeceré siempre"

"No sé cómo agradecerle esto, gran Ho-oh" dijo Ignus, abrazando a su esposa y su nuevo hijo.

"No tienen por qué agradecérmelo" dijo el legendario, "Lo hago porque tengo fe en que este hijo vuestro es el ser de la profecía"

"¿Está seguro de eso Ho-oh?" dijo Ignus, mirando a su hijo y al legendario.

"La aparición de Ho-oh significa el comienzo de una era de paz entre los humanos y los Pokémon" dijo el Noctowl, quien no había hablado durante toda la ceremonia, "Si un Pokemon como él cree fielmente en algo como esa paz y una profecía como esa, es porque será verdad"

"Ahora, traten de educar a este hijo vuestro como un Pokemon" terminó Ho-oh.

"Muchas gracias, a ambos" dijo Agni, abrazando a su hijo.

Los dos Charizard tomaron vuelo, iban de vuelta a su hogar en el valle. Estaban realmente emocionados por comenzar sus vidas de padres de nuevo, sin mencionar que estaban alegres de enseñarles a su nuevo hijo. Mientras tanto, el Pokemon legendario y el Noctowl se quedaron hablando.

"Pudiste haberlo transformado tú mismo, a mí no me engañas" dijo Ho-oh mirando a donde antes había estado el Noctowl. Ahora, en su lugar, había una criatura parecida a un gatito rosa que flotaba, sin bigotes, y con una larga cola.

"Él será la esperanza de que Pokémon y humanos vivan en perfecta armonía los unos con los otros" dijo Mew, "y tú simbolizas eso también, por lo que creí más conveniente de que tú lo hicieras"

"Siempre tan positivo" dijo Ho-oh, "Bueno, si tu viste algo en él primero, no dudé en creerlo también"

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