Capítulo 12: A través de la oscuridad

Virizon llevó montados a Dylan, Mina, Zach y Rose sobre su lomo, mientras que Keldeo cargó con Rex y Sky, quienes estaban semiconscientes pero paralizados físicamente luego de la reciente batalla. Ambos Pokemon espadachines corrieron a gran velocidad hacia el lugar que ellos conocían como Paraíso. Al llegar, los chicos elegidos se quedaron impresionados.

No por nada era tenía aquel nombre. En primer lugar, esos tipos de campos que son catalogados como 'los mejores jardines para el hogar' en el mundo humano, se quedaban por debajo de la mitad de tales campos verdes, extensos y llenos de vida y delicioso aroma de libertad. En segundo lugar, el sol brillaba tan hermosamente en aquel lugar que parecía un sueño comparado con los desastres que habían ocurrido fuera de allí.

En tercer lugar, varios Pokemon trabajaban en distintas tareas: había Patrat trayendo semillas y cultivándolas en huertos que estaban separados por letreros de entres los cuales se podían leer algunos como 'Huerto Aranja', 'Huerto Meloc', 'Huerto Safre', etc. En otra parte, se veía un par de Gurdurr y Timburr cargando maderos hacia donde iban a construir una nueva casa con un pozo. Por otro lado, se veía un conjunto bastante curioso de Pokemon jugando: Azurill, Marill y Azumarill, dando entender que debía ser una familia.

Pero lo más destacable era una estatua de piedra en el centro de aquel pueblo. En ella, estaban representados dos Pokemon que chocaban las manos alegremente. El primero, era un Pikachu hembra (pues se notaba la forma de corazón en su cola) y el segundo un Oshawott. Sin embargo, no tenían tiempo para fijarse más en ciertos detalles, pues Virizón gritó a dos Pokemon delante de ella, en una tienda. Uno de ellos era una Swanna y el otro...

"¡Audino!" dijo Virizon.

Ambas Pokemon notaron su presencia.

"¡Virizon!" respondió Audino, "Veo que encontraste a Keldeo. Pero, ¿qué les pasa a...?

"Audino" le rogó Keldeo bajando a Rex y Sky de su lomo, "Ambos fueron golpeados por un Drago Aliento. Necesitan atención"

Audino de inmediato se puso alerta y les pidió que los llevaran a la trastienda, donde había un par de camas de paja en la que podían colocarlos. Mientras Audino y Virizon examinaban a Rex y Sky, Keldeo les preguntó a los chicos en la tienda:

"Entonces, ¿cómo pueden evolucionar y volver al estado base?"

"Pues... es difícil de explicar..." dijo Rose.

"Porque ellos son niños elegidos" mencionó Swanna para sorpresa de todos.

"¿Niños elegidos?" preguntó Keldeo impresionado, "Quieres decir... ¿humanos de leyenda que se transforman en Pokemon?"

"¿Cómo lo sabe, señorita Swanna?" preguntó Mina, confundida.

"Porque, a diferencia de Keldeo, quien llegó hace unos meses a Paraíso..." narró Swanna, "Yo vivo aquí desde su fundación. Y he visto el brillo en los ojos y el aura positiva que traen aquellos elegidos"

"¿Quiere decir que hubo un niño elegido aquí?" preguntó Zach.

"Así es. Es el que está junto a Pikachu allí"

Swanna señaló de vuelta a la estatua de piedra, más precisamente a aquel Oshawott que estaba alegre junto a Pikachu. Zach y los demás se sintieron un poco opacados pues era la primera vez que veía un monumento sobre un niño elegido. En ese instante, Virizon y Audino salieron de la trastienda.

"Hay malas noticias" explicó Audino, "Sus amigos están bastante afectados por ese ataque y las bayas Zreza no funcionan. Aunque... si las combinamos con semillas Cura, es posible que mejoren"

"Pero las semillas Cura no brotarán hasta dentro de una semana" comentó Swanna, "Hablé con la encargada de los huertos, Leavanny, y me dijo eso..."

"¿Qué podemos hacer?" preguntó Dylan, preocupado porque para ese tiempo la condición de sus mejores amigos empeore.

"¡Ya sé! ¡Aceleraremos el proceso de producción con el Agua Celestial!" sugirió Keldeo, "¿Lo recuerdas, Virizon? Cobalion la mencionó hace tiempo cuando practicaba para ser espadachín"

"El agua que funciona mejor que el fertilizante y hace florecer a la planta más marchita..." recordó Virizon, "Lo sé, pero esa agua brota de un manantial en la Cueva Oscura. Varios Pokemon se han llegado a perder allí por aquella brutal oscuridad"

"¡Podemos ir a buscarla!" mencionó Dylan, dispuesto a ayudar, "¿Verdad, chicos?"

"¡Sí...!" gritaron decididos Mina y Rose.

"Um..." musitó Zach.

"Zach, ¿qué sucede?" preguntó Rose.

"Es que... no me gusta la idea de buscar en un lugar tan oscuro"

"¿Le temes a la oscuridad?" preguntó Mina, "Pero... en la Mina Lapislázuli estabas bien"

"No era tan oscura y teníamos a Rex para iluminar un poco más el lugar. Pero ahora..."

Rose se le acercó y, con sus lianas, le sacudió.

"Te necesitamos, no es momento para que tengas miedo tu también" le dijo ella, "¿Recuerdas? Rex también tenía miedo, pero logró sobreponerse hasta superar ese miedo"

Zach pareció dudarlo, así que dijo casi musitando: "Vale..."

"Aunque... la Cueva Oscura está algo lejos" comentó Virizon, "Será mejor que les pidamos ayuda a los hermanos..."

Los niños elegidos se preguntaron quiénes eran esos hermanos, de modo que siguieron a Virizon y Keldeo hacia la plaza central del pueblo. Por un momento, Keldeo estuvo buscando a esos hermanos hasta que dio con una pareja bastante rara: un Espeon y un Umbreon.

"¡Espeon! ¡Umbreon!" les avisó Virizon, "¡Necesitamos vuestra ayuda!"

"¡Virizon!" respondió alegremente la Espeon, "Pensaba que tú y Keldeo estaban de expedición"

"Con gusto les ayudaremos, ¿qué necesitan?"

"Un Magno-Portal" respondió Keldeo, "Con dirección a la Cueva Oscura..."

Necesitaron al menos unos minutos más para explicarles lo ocurrido. Cuando terminaron, Umbreon aclaró algo:

"Según tengo entendido, la Cueva Oscura es el hogar de un Pokemon de muy mal humor que no le gusta que entren en su territorio. Es un Toxicroak con muy mal carácter"

"¿En serio? Bueno, entonces, yo iré a ayudarles" prepuso Keldeo a los niños elegidos, "¿Están de acuerdo?"

"Keldeo, ¿estás seguro?" preguntó Virizon.

"Eres la que más tiene confianza en mí, Virizon. Por favor, sabes que lo primero que dice Cobalion es que debemos ayudar a nuestros amigos"

"Bien... puedes ir con ellos. Ah, lleven estos"

Virizon les entregó pequeñas piedras que estaba cubiertas de un musgo que despedían brillo.

"Son musgos luminiscentes" explicó la Pokemon, "Les darán algo de luz, pero no será suficiente"

"Nos las apañaremos, muchas gracias Virizon" le dijo Rose, "Y también gracias por acompañarnos, Keldeo"

"No es nada" respondió este, algo sonrojado.

"Bueno, entonces... necesitaremos esto..." continuó Espeon, trayendo un extraño objeto con sus poderes telequinéticos.

Era una tablilla púrpura con un cuadrado negro más pequeño en el interior. Dentro de este, había un círculo dorado dentro del cual había otro cuadrado más pequeño aún. Este a su vez se dividía en cuatro secciones: dos que representaban el sol y otras dos que representaban la luna.

"¿Lista Espeon?" preguntó Umbreon a su hermana.

"Desde luego, Umbreon" respondió ella.

Ambos cerraron sus ojos y utilizaron sus poderes (lo que les hizo estar rodeados de un aura azul brillante) concentrándolos en aquella tablilla (la cual empezó a brillar de un rojo carmesí intenso). Luego de unos segundos, el brillo rojo se extendió en un radio de 1 metro y aparecieron dos anillos del mismo color en el suelo, rodeando la fuente. Finalmente, la tablilla se convirtió en la base de una espiral de energía que se despedía del objeto.

"¡Ahora!" gritó Umbreon, "¡El Magno Portal está abierto!"

"¡Salten a la luz!" indicó Espeon, "¡Reabriremos el portal cuando quieran salir!"

Keldeo, Dylan, Mina, Rose y Zach entonces saltaron al haz de luz. Al instante, todo dio vuelta a su alrededor, como estando en un remolino (sin embargo, no era tan súbito como lo que sucedió al principio de su aventura). Cuando terminó, todos salieron del haz de luz y pisaron tierra firme.

Estaban ahora en la parte alta de una montaña, con una considerable cantidad de oxígeno. Frente a ellos, estaba la entrada de una oscura y tétrica cueva.

"¿Alguien más piensa que es una cueva demasiado oscura?" preguntó Zach (si no tuviera el pelaje de un Shinx, se reflejaría palidez).

"Tranquilo" le calmó Keldeo, "Mientras permanezcamos juntos, no habrá ningún problema"

"Keldeo tienen razón, Zach" le dijo Mina, "No seas un gallina"

A regañadientes, Zach tuvo que entrar cerrando la fila y cada uno sacó su musgo luminiscente para guiarse. Sin embargo, cuando todos entraron, la luz de la entrada les pareció como una bombilla a punto de apagarse, y luego, todo se puso tan oscuro como la boca del lobo. Aunque trataban de mantenerse cerca los unos con los otros iluminándose con las rocas musgosas, era casi imposible saber si uno era el primero o el último de la fila.

"Retiro lo dicho, este lugar está más oscuro que un apagón en año nuevo..." comentó Dylan.

Hubo el pequeño sonido de alguien chocándose con algo o alguien.

"Ouch" dijo Keldeo iluminando frente a él, "Una pared de roca"

"¡Ouch!" gritó levemente Dylan, "Mina, ¡me pisaste un pie!"

"Lo siento..." respondió esta

Entonces, tuvieron que girarse más a la derecha y siguieron a delante. Tuvieron que realizar muchas más vueltas y giros. Zach, algo nervioso por tanta oscuridad, pensó que habían perdido todo sentido de orientación, y ya no tenía idea de dónde estaba la entrada de la cueva.

"¡Chist!" les detuvo Keldeo, "¿Oyen eso?"

Los demás se callaron. Se escuchaba el sonido de alguien respirar... de una forma muy extraña. Por la escaza luz de los musgos, Zach logró ver que Keldeo miraba hacia arriba, buscando la fuente de ese sonido.

"¡No son bienvenidos!" gritó una voz, furiosa acercándose.

"¡Cuidado!" les avisó Keldeo.

Todos lograron ver a su atacante: Un Toxicroak de gran tamaño descendió con un potente golpe. Por fortuna, no lastimó a nadie pues Keldeo les avisó a tiempo, pero el golpe impactó en el suelo haciendo crujir el suelo bajo sus pies (o patas). Al instante, todos sus cuerpos sintieron descender con gran fuerza: estaban cayendo.

Zach se encontró resbalando irremediablemente cada vez a mayor velocidad por una pendiente que se volvía más pronunciada por momentos. No se trataba de una ladera lisa y firme, sino de formada por piedrecitas y cascotes; no podía incorporarse mientras caía a tal velocidad, solo podía escuchar el sonido de las piedras cayendo junto a él, sin mencionar el sonido de los gritos de los demás. No obstante, al segundo siguiente, dejo de oírlos... ¿cómo era posible? Recordando lo que dijo Virizon, aquel lugar era una gran red de cuevas. En resumen, se había separado de los demás.

Al instante, el miedo le recorrió cada centímetro de su cuerpo mientras caía a lo desconocido en la oscuridad y con gran velocidad. Recordando a Rex, ahora sentía lo que él sintió y, suponiendo, tenía un miedo irreconocible que acabaría hecho pedazos en el fondo.

Pero, milagrosamente, no tuvo ese destino, pues algo muy raro pasó: sus patas se habían terminado enganchadas a la pared gracias a una carga eléctrica que desprendieron sus garras. No las podía ver, pero las podía sentir. Cuando se soltó, pudo sentir la tierra lisa bajo sus patas, sin más resbaladillas. Estaba en tierra firme.

"Magnetismo..." musitó Zach, "Uff, tengo suer... ¡oh no! ¿Dónde están los demás? ¿Y mi piedra resplandeciente? ¡Chicos! ¿Dónde están? ¡Rose! ¡Dylan! ¡Mina!"

Pero ninguno le respondió y no se oía ningún otro ruido. Para empeorar las cosas, la piedra con el musgo resplandeciente se le había perdido; estaba solo en la oscuridad y esta era tal que poco importaba si tenía los ojos abiertos o cerrados. Su piel de Shinx se erizó de temor pues las sombras lo cubrían todo. A pesar de que había enfrentado a enemigos imbuidos en oscuridad y el valor que había demostrado era auténtico, el miedo que Zach le tenía a la oscuridad pura le hacía que dejara siempre un objeto luminoso (celular, lamparilla o algo parecido) antes de irse a dormir en el mundo humano. Pero, ahora, la oscuridad era total y estaba solo.

"No hay nada en la oscuridad..." le decía su voz interior, "No debo tener miedo..."

A pesar de esa automotivación, caminó con miedo y solo durante un rato, palpando la pared para intentar buscar alguna salida. Cada paso le parecía hundirse más en aquella oscuridad. No obstante, al cabo de unos minutos a ciegas, pudo ver una luz al fondo de aquel túnel.

"¿Luz?" pensó Zach al ver aquello, "¡Menos mal! ¡Una salida!"

Sin pensarlo, corrió hacia aquella luz, la cual poco a poco demostró ser efectivamente una salida. Pero, cuando pensó que estaba libre de las garras de la oscuridad, se paró un momento, recordando que los demás debían estar aún perdidos en la oscuridad... pero, ¿qué podía hacer un miedoso como él?

Mientras repasaba si debía internarse de vuelta en las oscuras profundidades o salir y encontrar otra forma de ayudar, una sombra en la salida le tapó el paso. Allí, se veía la silueta de aquel enorme Pokemon que los había tacado al inicio, solo que se veía alrededor de esa un aura de oscuridad junto a los ojos rojos, dando a entender que estaba poseído por un átomo oscuro.

"¡No eres bienvenido...!" gruñó Toxicroak antes de lanzarse. Zach no tenía elección.

"¡A evolucionar!" gritó.

Ahora, convertido en Luxio, adquirió la velocidad suficiente como esquivar aquel ataque directo, pero antes de lo que imaginara, el Toxicroak le asestó una patada tan potente que lo aventó hacia el techo y luego cayó al suelo.

"Aaaau" musitó tratando de levantarse de nuevo, "Eso me dolió..."

El Toxicroak volvió a atacar y le asestó tan fuerte Karatazo que mandó a volar a Zach a unos cuantos metros hacia la luz. Si el Luxio no se levantaba, entonces sería su fin.

Carga Tóxica!"

Un potente chorro de desconocido veneno se dirigía a toda velocidad hacia Zach, pero este consiguió evadirlo por un centímetro y gracias a su esfuerzo. Sin embargo, el ataque impactó con las estalactitas cerca de la salida, creando un pequeño derrumbe y tapando la única luz que iluminaba aquel oscuro túnel. Ahora, todo estaba a oscuras de nuevo.

"No..." pensó Zach antes de recibir un golpe. Al parecer, el Toxicroak no tenía ningún inconveniente para luchar en la oscuridad.

Al primer golpe, le sucedieron dos y tres más... Zach no aguantaría más tiempo, estaba solo, en oscuras y con un enemigo muy fuerte para él. Deseaba solo al menos luchar en la luz...

"No te rindas" le susurró la voz de Mew en su cabeza.

"¿Mew?" respondió Zach en su mente.

"No debes temerle a la oscuridad, debes ser valiente ante ella. Tus amigos te esperan luego de este túnel oscuro, y no los verás si te rindes ahora... ¿quieres quedarte solo en la oscuridad o reunirte con tus amigos en la luz?"

"Yo..."

"¡Es tu fin!" gritó Toxicroak.

"¡quiero salir de esta oscuridad!" gritó Zach, despidiendo una poderosa descarga que derribó al Toxicroak e iluminó el lugar. En el pecho del Luxio había aparecido un símbolo que iluminó aquel lúgubre lugar: un símbolo que representaba el rayo.

Zach recordó ese símbolo, pues era similar al que apareció con Rex. Por el escaso brillo, pudo ver a su enemigo levantándose otra vez. Era ahora o nunca.

"¡Ultra evolución!"

El símbolo en conjunto con el Pokephone brilló y el Luxio comenzó a evolucionar de nuevo: su cuerpo creció, su pelaje se erizó hacia atrás y su cola se estiró. Había evolucionado de Luxio a Luxray.

"Woah" dijo viendo su cambio, "He vuelto a evolucionar... ¡un momento! ¿puedo verme? ¿y también la cueva?"

Los nuevos ojos de Zach ahora se habían adaptado a la oscuridad, con una magnifica capacidad de visión nocturna. Y no solo eso, también podía ver a través de las paredes. Era algo maravilloso, aunque claramente pudo ver primero al Toxicroak atacándole.

Hábilmente, el nuevo Luxray pudo esquivarlo con una mayor destreza de la que había demostrado antes, dando a entender que también su agilidad había aumentado. De inmediato, comenzó su contraataque.

Rayo!"

Una descarga eléctrica aún más poderosa de lo que antes era el Impactrueno emanó del cuerpo de Zach e impactó sobre el Toxicroak enemigo, haciéndole gritar de dolor. Pero el Pokemon oscuro era aún persistente en intentó golpearlo con un golpe venenoso. No obstante, Zach se protegió con su cola, la cual ahora estaba cubierta de un brillo metálico.

Cola de hierro!"

Con más fuerza, Zach rechazó el golpe del Toxicroak y le dio en la cara, haciéndole retroceder. Luego, con todas sus energías, el Luxray preparó un último ataque.

Rayo cargado!"

Lanzó un poderoso rayo sumamente cargado de voltios, impactando sobre Toxicroak y mandándolo a volar contra las rocas que tapaban el paso a la salida. Cuando fue vencido, el átomo oscuro se desprendió del cuerpo del Pokemon y desapareció. Zach aún no había perdido su transformación, así que, con su nueva habilidad de ver a través de las paredes, escaneó las cuevas para buscar a sus amigos.

En menos de lo que imaginaba, pudo notar algunos Pokemon caminando por otro túnel contiguo. Así que, usando la cola de hierro, derrumbó la pared encontrándose con Mina y Dylan los cuales sostenían sus piedras resplandecientes aún. Estos, al principio no le reconocieron.

"Cálmense chicos, soy Zach" les dijo.

"¡¿Zach?!" preguntó Mina, "¡Vaya, has vuelto a evolucionar!"

"Así es, y tengo una visión nocturna y a través de los sólidos"

"¡Genial!" dijo Dylan, "Rose está con Keldeo recolectando algo del agua que vinimos a buscar"

"Bien, y yo encontré la salida. Reunamos todo y salgamos de aquí"

Zach, Mina y Dylan se reunieron con Rose y Keldeo, quienes también se sorprendieron de la nieva evolución de Zach. Ambos habían estado recolectando algo de agua en una zona de la cueva que estaba milagrosamente iluminada con un agujero donde un rayo de sol caía y se reflejaba en el agua, iluminando a su vez alrededor. Era un ambiente celestial oculto en las más profundas sombras.

"Woah" exclamó Zach, volviendo a su forma base, "Es el único lugar de esta oscura cueva que está iluminado"

"Caímos de casualidad por aquí cerca" explicó Keldeo, "Luego, dimos con Dylan y Mina. Y, parece que conseguiste evolucionar. Aunque sigo sin explicarme cómo vuelven a la forma inicial"

"Nosotros tampoco sabemos explicarlo" dijo Mina, "Solo pasa y ya"

Finalmente, con todo listo, salieron de la cueva. Toxicroak seguía inconsciente, de modo que se aseguraron de dejarlo dormir pues, aunque había sido purificado, según Keldeo, este aún tendría uno que otro resentimiento gruñón. Cuando salieron, Keldeo y los demás cerraron los ojos, para entablar conexión con Espeon y Umbreon.

"¡Chicos!" dijo Espeon en sus mentes, "¡Los oímos!"

"¡Prepárense!" les advirtió Umbreon, "¡Reabriremos el portal para que regresen!"

"¡Gracias!"

Tardó solo unos segundos, pero el mismo haz de luz rojo carmesí se apareció frente a ellos y, sin dudarlo ni un segundo, todos saltaron en él.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top