Dusknoir, dentro del cuerpo del inmenso Yveltal, contemplaba el enorme hoyo que había ocasionado en el la isla, la cual estaba ahora irreconocible y solo se apreciaban algunos pequeños islotes. Para la buena suerte del enemigo, la máquina con el haz de energía estaba aún activa: su esclavo anterior la había conectado con los poderes de Yveltal, y mientras este estuviera en pie, la máquina aún estaría activa.

"Los niños elegidos no son nada para mí!" se burló el enemigo, "Ahora..."

Usando los poderes legendarios de Yveltal, este liberó descargas eléctricas oscuras que potenciaron la máquina y el haz se volvió aún más potente.

"Solo serán 5 minutos antes de que ambos mundos caigan..." pensó Dusknoir.

(Pero...)

En el hoyo, una energía de luz empezaba a romper la poca tierra que aún quedaba, revelando una esfera de luz que cubría a los jóvenes elegidos, los cuales habían resultado heridos, pero milagrosamente vivos. En sus cuellos, los emblemas proyectaban aquella energía.

"Eso estuvo demasiado cerca..." comentó Mina, "Pensé que ahora sí sería nuestro fin"

"Eso dilo por todos, me sentí exactamente igual" suspiró Sky, "Me falta el aire para describir lo cerca que estuvimos"

"Rex, ¿estás bien?" le preguntó Katie, "Por un momento, creí que tú..."

"Estoy bien, solo que..." se sonrojó un poco Rex, "Le prometí a tu madre protegerte, ¿lo recuerdas?"

"Pue muchas gracias"

Katie se acercó y le dio un pequeño beso, a lo cual Rex se sonrojó aún más.

"Em... chicos..." les interrumpió Zach, "¿Realmente es un buen momento?"

"¿Eh? ¡O, es cierto!" dijo Rex, volviendo a la situación.

"Esto no es bueno" dijo Dylan mirando el haz de energía y a Yveltal potenciándolo, "Ese laser no tardará en destruir la barrera dimensional, es solo cuestión de minutos"

"¿Cómo podremos destruir a Yveltal?" cuestionó Sky.

"No podemos ni siquiera destruirlo" les previno Rose, a lo que los demás le prestaron atención "Él es como el ángel de la muerte en nuestro mundo: la vida y la muerte son importantes también en este mundo, coexisten en armonía con la naturaleza. Si uno se fuera, el equilibrio se desmoronaría"

"¿Cómo lo sabes?" preguntó Katie.

"Cuando me conecté con mi emblema la primera vez, pude percibir las verdades de la naturaleza, además de mis cualidades. Pero algo es seguro, solo la fuerza de la vida puede contrarrestar la de la muerte..."

Hubo un segundo de silencio hasta que Dylan golpeó su mano con su palma, en gesto de comprensión.

"¡Eso es!" dijo, sorprendiendo a todos, "¡Los emblemas! ¡Son también los frutos de la vida!"

"Pero ya intentamos pelear con nuestras formas Mega y no lo logramos" dijo Mina.

"Lo sé, pero... Xerneas nos dijo que estos eran los frutos del árbol de la vida, su propio poder. Por separado, cada uno tiene un gran poder, pero si los unimos..."

"¡Podríamos contrarrestar el poder de la muerte de Yveltal!" exclamó Sky, "¡Es una buena idea! Pero, incluso aunque podamos combinar todos en uno... sería algo arriesgado"

"Yo lo haré" se ofreció Rex.

"Rex, eso es valiente, pero..." le dijo Katie.

"De hecho es la mejor opción" sugirió Dylan, "Quiero decir, según Mew, eres el que nos marcó desde que éramos pequeños; y ahora eres el que nos reunió luego de 1 año. Tú nos diste la luz, ahora debemos darte la nuestra"

"Estoy de acuerdo" le apoyó Rose.

Zach, Mina y Sky también estuvieron de acuerdo. Solo faltaba un apoyo.

"Rex, ¿estás seguro?" le preguntó Katie.

"Sí, no te preocupes, estaré bien.... ¿confías en mí?" le dijo.

Katie vio la determinación de su amigo, recordó que, incluso aunque ella no tenía confianza en sí misma, Rex siempre le apoyó dándole su voto de confianza. Era el turno de ella de devolverle el favor.

"Vale, tú mismo puedes"

Rex asintió y, junto a sus compañeros se levantaron y sostuvieron los frutos de la vida juntos, estos reaccionaron y comenzaron a brillar de sus respectivos colores, mientras que Rex se puso en medio, sosteniendo en alto el suyo. Este brillo no pasó por alto para Dusknoir, quien al girar la cabeza de Yveltal, pudo ver a los niños elegidos aún vivos y planeando un último esfuerzo.

"Una y otra vez..." se dijo, "Siempre los chicos elegidos tienen que estar en nuestro camino... ¡Ya es suficiente!"

Como con el ataque anterior, empezó a juntar gran cantidad de energía siniestra, con tal de desaparecerlos con lo que quedaba de la mitad de la isla. Los chicos notaron eso.

"¡Ahora!" gritaron todos juntos, levantando sus emblemas, a la altura del de Rex.

Yveltal atacó con su terrible Giga Pulso Umbrío, antes de impactar sobre los chicos, los emblemas crearon una barrera de luz a su alrededor que rechazó el ataque. Desde le punto de vista de Dusknoir: parecía que el Charizard que estaba en medio comenzaba a brillar y crecer... de una forma desmesurada. Se hacía más y más grande hasta que le brillo cesó...

Delante de él estaba el chico elegido del emblema de valor, transformado en un Charizard de proporciones colosales: Sus alas se habían imbuido de tanta energía que estaban prendidas en llamas más calientes que el magma. El fuego interior que este poseía se había vuelto más potente, y rezumaba fuego por la boca y por los cuernos, además de por la cola. Debajo de ellos, los demás chicos en forma Ultra contemplaban su logro.

"¡Woah!" exclamó Zach.

"¡Eso sí que es grande!" comentó Mina.

Rex giró al enorme cabeza para ver a sus amigos. Por un minuto, pensaron que se había vuelto salvaje o no los reconocería.

"¿Rex?" preguntó Katie.

El Giga Charizard levantó la garra derecha, haciendo un gesto de pulgar arriba y dando a entender que estaba consciente de su nueva Giga-Evolución. Luego, giró la vista al frente, donde el Yveltal controlado se preparaba para atacar.

"Malditos emblemas..." dijo Dusknoir, "Aun así no creas que has superado mis poderes... ¡Giga Bola Sombra!"

Como su nombre lo decía, se trataba de una bola sombra casi del mismo tamaño que él. Rex no necesitó moverse: solo levantó una de sus grandes garras bloqueando literalmente aquel ataque con su mano. Luego, activó Cuchillada para destruir aquella bola maligna. Ante esto, Dusknoir obligó a Yveltal a tomar vuelo.

"¡Ala Mortífera!" atacó el Ybeltal.

"¡Giga llamarada!" contratacó Rex.

Los ataques colisionaron en el aire, y ambos se mantuvieron a la par por unos segundos hasta que la Giga Llamarada superó el poder de Ybeltal. Este se protegió con sus alas, pero el calor era tan intenso que lo rechazó y arrojó de nuevo al suelo.

"¡Bien!" gritó de felicidad Katie.

"Ten cuidado Rex" le advirtió Dylan, "No debes destruir a Yveltal"

"Pero, ¿cómo lo liberamos del control de Dusknoir?" preguntó Mina.

Zach usó su mirada de Luxray y logró ver a Yveltal a la distancia que había caído. Además, logró ver a través del mecanismo que lo controlaba: todos los cables y energía se centraba en la placa del centro.

"¡Rex!" le gritó Zach, "¡Golpea esa placa en el pecho!"

El gigantesco Charizard asintió entendiendo. Al mismo tiempo, Yveltal se había vuelto a levantar y se había llevado a Rex hacia el cielo. Ahora, entre garras y aletazos, se había vuelto una batalla gigante aérea.

En un momento de la batalla, Yveltal clavó una de sus garras de pájaro en el cuerpo de Rex.

"¡No me podrás ganar!" le reclamó, "¡Ahora tengo el poder de la muerte!"

"Y nosotros... ¡el poder de la vida!" le respondió Rex, concentrando energía en su puño, "¡Puño Máximo!"

Rex golpeó con fuerza la placa del pecho de Yveltal, causando una reacción eléctrica. El aparato parecía haber resistido el golpe, como si estuviera protegido por un pequeño campo eléctrico pero en poco tiempo se evidenció fisuras y finalmente se rompió.

Yveltal rugió y el aura oscura de Dusknoir empezó a separarse de él, consiguiéndolo finalmente. El oscuro ser intentó escapar, pero Rex ya lo tenía fijado.

"¡Trueno Máximo!" atacó.

Del cielo cayó el trueno más grande que se pudo haber imaginado, e impactó contra Dusknoir, llevándoselo directo a la máquina que generaba el haz de luz. En un parpadeo, el ataque impactó y destruyó la máquina y un gran trozo de la isla. El haz se detuvo, y solo quedó un agujero entre una gran capa de nubes.

"¿Lo venció?" preguntó Sky, cuando el humo se hubo despejado, "¡Lo venció!"

"Miren" les avisó Rose.

Rex descendía con Yveltal sobre sus hombros. Cuando llegó a tierra, dejó al legendario reposando en el suelo y el chico elegido volvió a su forma Ultra, en tamaño normal. De inmediato, se desmayó.

"¿Rex?" le preguntó Katie, al acercarse con los demás, "¡Rex! ¡Responde!"

"Me...tas... ando... la" logró decir en su cansancio.

"¿Qué?"

"Que me estás pisando la cola" se aclaró.

"Ups, lo siento"

"Bien hecho compañero" dijo Dylan, ayudándole a levantarse, "¿Cómo te sientes?"

"Como si un banquete fuera solo el plato de entrada. Creo que necesito reponer energías"

"Toma" le dijo Rose, dándole una baya, "Es la última, pero creo que recuperarás un poco de energía"

"Gracias..."

Mientras Rex masticaba la baya, un gemido agonizante se escuchó. Al voltear la mirada, se quedaron impresionados: Dusknoir estaba arrastrándose hacia ellos, pero su cuerpo empezaba a desvanecerse también como ceniza.

"Dos veces..." dijo, "Humanos elegidos... me han ganado..."

"¡Ahora entiendo!" recordó Sky, "Lo vi en unos antiguos carteles de se busca en Aldea Tesoro hace tiempo: ¡Es el Dusknoir sirviente del Dialga Primario!"

"¿Ese que cuentan las viejas historias de los elegidos?" preguntó Mina, "Pero pensé que se había desvanecido en la reconstrucción del tiempo..."

El Dusknoir, en su agonía, se rio.

"Casi me sentí perdido..." dijo, con sus últimas fuerzas, "Hasta que él... me salvó..."

Dicho esto, cayó al suelo, su cuerpo casi se había consumido.

"¿Él?" preguntó Zach, "¿A quién te refieres? ¿es que hay alguien más?"

Pero el Dusknoir se había disuelto totalmente.

"¿Acaso Dusknoir acaba de mencionar a alguien más?" preguntó Katie, "¿Quién?"

Casi de inmediato, un temblor ocurrió en el lugar, despedazando lo que restaba de la isla, separando dos islotes: uno en que estaba el cuerpo de Yveltal inconsciente, el cual se fue flotando; mientras que en el otro quedaron los chicos elegidos. Desde el cielo, el hoyo que había quedado despedía una gran y oscura energía. Alguien o algo estaba dentro de él.

"Tengo el mal presentimiento de que estamos a punto de averiguarlo..." dijo Rex, observando lo que estaba pasando.