Capítulo 15: La descendencia revelada

(En la base de los enemigos...)

El jefe estaba en una discusión con su científico.

"Debo darle mis felicitaciones Waller, los Hybrids han demostrado ser más fuertes que esos dichosos elegidos" le dijo, "Es una lástima que ese Pokemon desconocido haya intervenido en su final"

"No se preocupe, líder Wilhelm" le respondió, "Tengo una noticia respecto a esa última pelea: los chicos elegidos se han dividido en distintas direcciones del mundo Pokemon, es momento perfecto para destruirlos"

"Bien..." luego se giró para ver algo o alguien que estaba detrás de él, "Es tu oportunidad para acabar con ese chico, Rex. Podrás hacerlo, ¿verdad?"

"Desde luego..." dijo el sujeto detrás de él: Hyzard.

"¿Te gusta tu nuevo cuerpo, hijo?"

"Por fin esa alimaña no me humillará más... ¿a dónde ha ido?"

El jefe sonrió ante las ansias de pelea del Pokemon Hybrid.

(Mientras tanto...)

Luego de haber aparecido en una llanura desierta, Rex y Katie se encontraron con un largo camino por delante. Antes de transportarse, todos habían dividido el mapa en partes iguales, con las ubicaciones a las que, según Xerneas, cada uno de los chicos elegidos debía ir para conocer sus 'raíces'.

"Creo que deberíamos volar, ¿no te parece, Rex?" preguntó Katie al ver que el lugar aún parecía estar a varios kilómetros de allí.

"Bueno... supongo que tenemos suficiente energía para eso" dijo Rex, volviendo a ver el mapa, "Esta bien, hagámoslo"

Así lo hicieron. Volar con las formas de Charizard era mucho más rápido que rodear cráteres, esquivar acantilados y atravesar bosques. Desde el punto de partida hacia el noreste, estaría el lugar conocido como el valle Charizific, como les había indicado Xernias. Mientras Rex estaba más acostumbrado a volar debido a sus experiencias pasadas, Katie tenía algunos problemas con fuertes vientos que la hacían perder la concentración.

"Woah, tranquila" le ayudó Rex, "No te precipites, simplemente relaja la mente mientras vuelas"

"Para ti es fácil decirlo" le respondió Katie, "Has tenido tiempo de practicar mucho antes que yo. Soy una torpe en esto..."

"No digas eso. Según recuerdo, ¿nos salvaste de los Genesect, o no?"

"Solo te liberé y me ayudaste a controlar los poderes. No soy capaz de hacer tantas cosas buenas como ustedes... ¿Qué tal si no fui realmente elegida para esto? Me dijiste que se debió a una falla en una batalla"

"Si no lo hubieras sido, no estaríamos conversando en estos momentos. Venga, confía en ti misma..."

Eso le hizo recordar a Katie las palabras de Xerneas:

"...te falta creer en ti misma y en el regalo que se te ha dado"

Pero no era la única: Rex también pensaba en ello. La profundidad y veracidad de sus palabras era bastante difícil de contradecir.

"...tienes que aprender a valorar lo que eres y luchar por ello, incluso ante la amenaza de la muerte"

Para Rex, eso era más que solo la verdad; no sabía si era un humano o Pokemon: sus orígenes le desconcertaban.

"Mira Rex" dijo Katie, deportándolo de sus pensamientos, "¿Ese es el lugar?"

El valle estaba rodeado por un lago de donde brotaban enormes picos de roca que podrían ser una muerte fatal para cualquiera que caiga en ellos. A lo largo del lago, como un puente invisible, había una hilera de estatuas con formas de Charizard que rugían. Luego de esto, comenzaba un círculo rocoso que rodeaba el verdadero centro; este muro rocoso tenía tres puntos donde sobresalían formas: una cabeza de dragón en la parte posterior y dos alas a los lados. Dentro, había tanto campos verdes como rocosos.

"¿Cómo le hacemos?" preguntó Katie, "¿Bajamos en el centro?"

"Pues lo normal sería ir y presentarnos..." empezó a decir Rex, "¡Cuidado!"

Un Lanzallamas cruzó el cielo y casi les da a los chicos elegidos, si Rex no lo hubiera previsto y ayudado a Katie a esquivarla. Sin embargo, luego se vieron esquivando varios Lanzallamas de distintos lados.

"¿Qué sucede?" preguntó desesperada Katie.

"Descuida, te protegeré" le respondió Rex.

Cuando los Lanzallamas acabaron, se vieron rodeados de seis Charizard adultos con marcas de pueblo aborigen. Rex se preguntó si serían amigos o enemigos, hasta que uno, al parecer el líder, les habló:

"¿Quiénes son ustedes y qué hacen aquí?" preguntó.

"Venimos en paz, somos los niños elegidos" respondió Rex, "Xerneas nos dijo que vineáramos aquí para aumentar nuestros poderes"

"¿Xerneas? No tenemos ninguna noticia de que eso... Estamos en guerra: invasores desconocidos andan atacando a Pokemon en varios lugares del mundo. Si realmente son Pokemon nobles, deben demostrarlo... en combate"

Rex y Katie se miraron el uno al otro. El chico sabía que su amiga no tenía tanta experiencia en una pelea, entonces, levantó la garra.

"Esta bien, yo peleo" dijo Rex.

"Bien, entonces..." dijo el líder a su grupo, "Preparen la arena de combate"

"Sí, Fulvius" respondió uno de ellos.

Los Charizard los llevaron a una plataforma plana y uniforme de rocas en medio del río que rodeaba el valle. Cerca de allí, al menos una veintena de Charizards más también estaban presenciando (desde el lado de la entrada del valle) la llegada de Rex y Katie. Mientras los chicos elegidos aterrizaban en la plataforma, Fulvius se separó de su grupo por un momento para ir a ver a otra Charizard, la cual los chicos supusieron que sería su esposa.

"¿Qué sucede, Fulvius?" preguntó la hembra, "¿Son invasores?"

"Eso lo comprobare, Bedelia" respondió Fulvius.

Fulvius entonces regresó al campo y junto con Rex, ambos combatientes se pusieron en guardia.

Lanzallamas!" atacaron ambos al unísono.

Ambos ataques fueron lanzados con gran poder e impactaron en el aire, el calor era tal que el agua alrededor de la plataforma parecía querer hervir. En cada lado, los oponentes resistían el empuje del ataque del otro. Estaban muy igualados en poder.

Finalmente, cuando acabaron, ambos jadeaban algo cansados.

"Increíble" le dijo Fulvius, "Nadie en todo el valle Charicific ha logrado mantenerse tan igualado en un choque con Lanzallamas conmigo. Eres realmente fuerte"

"Gracias" respondió Rex.

"Pero se necesita más que fuego para ganar esta batalla..."

Antes de que acabar la frase, Fulvius se lanzó contra Rex.

Megapuño!" atacó Fulvius.

Ala de acero!" se defendió Rex.

La defensa de Rex fue perfecta y a tiempo, lo que sorprendió al veterano. Aprovechando aquello, Rex contraatacó:

Megapatada!"

No obstante, Fulvius lo consiguió esquivar agachando su cabeza y su cuerpo. Al instante siguiente este contraatacó igualmente con Megapatada, pero Rex también consiguió esquivar y bloquear buenos golpes. Pronto, la batalla se había convertido en una serie de golpes, bloqueos y esquivadas. El campo de batalla parecía agrietarse con el choque de golpes.

De repente, ambos combatientes dejaron de combatir en la tierra y se elevaron al cielo, donde continuaron con la pelea de golpes y, de vez en cuando algún que otro Lanzallamas. En un momento dado, Fulvius casi alcanza a Rex.

Cuchillada!" atacó.

Rex logró esquivarlo, pero estuvo demasiado cerca y le había cortado aquel pañuelo que llevaba en el cuello y, sin que este lo supiera, también el amuleto con forma de colmillo que llevaba detrás de la prenda. Por suerte, lo único que no se cortó fue el emblema que Xerneas le había dado. Sin embargo, el chico, al percatarse de que perdió su amuleto, bajó rápidamente a recogerlo.

Pero el no lo atrapó: la esposa de Fulvius, Bedelia, lo atrapó en el aire mientras este objeto caía. Cuando Rex se dio cuenta de que el amuleto lo tenía ella, le preguntó:

"¿Puede devolvérmelo, por favor?"

Fulvius se aproximó entre Bedelia y Katie voló hacia Rex.

"No es prudente desconcentrarse en una batalla, mi esposa te lo devolverá luego de acabar" le dijo Fulvius a este último, "Bedelia, por favor, regrésaselo luego de la pelea. Por ahora, vuelve con los demás"

"¡Espera Fulvius!" gritó de repente Bedelia. Rex y su esposo la miraron: había encontrado el amuleto colmillo de Rex.

Por un minuto, Rex y Katie parecieron ver en los ojos de Bedelia una sensación de tristeza, que luego cambió a lágrimas... pero eran de felicidad. Se dirigió a Rex.

"¿Es tuyo?" preguntó, "¿Desde cuándo lo tienes?

"Sí... es mío. Y lo tengo desde que nací" respondió Rex, desconcertado.

"¿Me permites?" preguntó, señalando a su hombro.

Rex comprendió que quería que le mostrara su hombro. Cuando lo hizo, las lágrimas de Bedelia se hicieron más notorias.

"¡Fulvius! ¡Mira! ¡Tiene la marca!" le dijo.

Fulvius entonces se quedó con una cara de impactado. Acercándose para ver la marca de nacimiento de Rex, también se impresionó bastante.

"Es... una marca de nacimiento..." trató de explicar de nacimiento.

"No es solo de nacimiento, sino de herencia" explicó Fulvius mostrando, para la sorpresa de Rex, la misma marca en su hombro, "Una marca que se transmite de padre... a hijo"

Rex, al ver la marca y conocer aquel significado, entendió de golpe. Sin más que decir, se rindió y abrazó a Fulvius y Bedelia, en un abrazo familiar.

"Hijo mío" dijo Bedelia, llorando de felicidad.

"Papá... mamá..." respondió de igual forma Rex.

Katie estaba también muy alegre por tan bella escena familiar. Cuando terminaron, Rex le preguntó a sus padres:

"Siempre quise conocerlos y preguntarles tanto. Como..." entonces recordó algo muy importante, "... ¿por qué...?"

"¿Por qué creciste sin nosotros?" adivinó Bedelia, "No fue nuestra decisión"

"Es cierto, sucedió un accidente en el que de te perdimos" le apoyó Fulvius, "Pero ven, hablaremos de eso dentro del valle"

"Pero, ¿y el combate?" preguntó Rex.

"¿Estas bromeando? ¡Eres mi hijo después de todo! No necesitamos más pruebas que eso. Y trae a... Por cierto, ¿la chica que está contigo es tu novia?"

Rex se sonrojó por aquel comentario y respondió: "Es mi amiga"

Aunque en su mente, pensó: "Encuentro a mis padres y ya empiezan los comentarios incómodos".

Entonces, Rex se acercó a Katie y le dijo que podían entrar. Los demás Charizard, incluido el grupo especial de Fulvius se sorprendieron de que aquel recién llegado sea el hijo del líder del clan, era como ser el hijo del rey del valle. La vida de Rex acababa de dar un giro de 360 grados.

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