Yo fui una de las que organizó las protestas.-Afirmó la morena mientras le daba otro sorbo a su taza.-Aunque mi plan no contemplaba este sinsentido de violencia.-La chica dejó su taza sobre la mesa y tomó aire mientras organizaba sus ideas, se estaba arriesgando mucho al revelar esto, pero, la habían atrapado con las manos en la masa, de nada le serviría mentir.-Habíamos planeado una marcha pacífica, avanzar hacia el centro aprovechando así la cobertura mediática de su inauguración...Nunca se consideró incendiar el lugar...Eso fue idea de alguien más.-La chica volvió a beber de su taza.-La Fuerza de Liberación Regional son los culpables de ello.-Fruncia el ceño mientras el nombre de la organización salía de sus labios.-
¿Esos son los paramilitares?-Preguntó Sebas mientras bebía un poco de vodka.-
Terroristas, eso es lo que son.-Espetó con rabia la morena, había alzado su voz más de la cuenta y al percatarse no tardó en recuperar su galante compostura. Su rostro emanaba una elegancia y sutilidad que no se veían disminuidas en lo más mínimo por su atuendo casual pero sus emociones aún podían filtrarse a través de su mirada, sus ojos dejaban ver su enojo, su pena y su tristeza.-Aprovecharon nuestra marcha para sembrar el terror y el caos...Esto no tendría que haber terminado así.-Sus ojos se aguaron y sus labios temblaron por una fracción de segundo pero lo ocultó volviendo a beber de su taza.-Se suponía que iría al evento, presentaría algunas cosas y ya pero...Me llamarón en medio de todo, fui al baño para poder ver las noticias y en lo que supe que se estaba yendo cuesta abajo, corrí con la esperanza de apaciguar a las personas antes de que se saliera de control.-
Por eso te chocaste conmigo cuando iba al baño.-Añadió Mei, ahora todo tenía sentido.-
Exactamente.-Hizo una pequeña pausa para luego de reír ligeramente de forma forzosa.-Ya saben cómo me fue con eso.-
Pero...¿Tu familia no trabaja con el gobierno?-Sebas la observó con detalle, como un policía interrogando a un sospechoso, fue por menos de un segundo, pero los ojos de Ester y la ligera tensión en su cuerpo le demostraron que dio en el clavo.-
Mi familia no tiene nada que ver con esto, lo planee yo sola.-Su actitud defensiva, la molestia en su mirada, el cómo lo enfocó con rapidez y clavó sus ojos en los suyos. Sus aires de realeza se esfumaron para dar paso a una temible fiera.-
Mientes mal.-Añadió Mei mientras dejaba su cerveza vacía sobre la mesita de la sala. Ester podía ser muchas cosas, pero sin duda era una mala mentirosa, intentaba ocultar sus nervios bajo una capa de seguridad y autoridad, pero su actitud tan defensiva la delataba a kilómetros.
Ester miró a ambos varias veces, mientras mordía sus labios e hinchaba sus labios cual niña a punto de empezar un puchero.-
No diremos nada a nadie, lo juro.-La curiosidad mataba a Mei, necesitaba más chisme. Sebas le dio otro sorbo su vodka y lo dejó en la mesa.-
No tienes que contarnos si no quieres.
Te agradecemos mucho que nos haya dejado pasar a tu casa y nos hayas atendido. Disculpa por estar preguntando tanto, no era nuestra intención hacerte sentir incómoda.-Sebas sacó su teléfono y empezó a revisar las redes, luego miró a Ester y le enseñó que estaba viendo la cuenta de su hotel.-Estoy viendo que ha puesto mi hotel, por si acaso, quiero saber si puedo volver.-El chico sonrió un poco, todo lo que dijo lo había dicho con un ligero todo de broma. La chica podría haberse puesto tensa al verlo luego de prometer que no dirían una palabra.
Pero esa sonrisita hizo que la sangre de Ester hirviera, ese tonito de chiste, el ponerla contra las cuerdas para luego dejarla ir sin más, mostrándole que podría sacarle lo que quisiera pero decidió dejarlo así. Tratarla de forma tan condescendiente...ya había tenido suficiente, sabía que su familia estaba involucrada de alguna manera y luego, para colmo, revisa sus redes sociales. Le restriega en la cara que está a un clic de exponer su secreto.
No tenía por qué soportar esto, estas burlas hacia su persona. No se dejaría intimidar ni manipular por trucos tan despreciables. Si quería retarla que se lo dijera a la cara.
La chica dejó su taza, asegurándose de que sonara al golpear la mesa.-
Les agradecería que se retirasen una vez hayan terminado de beber.-
...¿Dije algo malo?-Preguntó Sebas con una genuina preocupación en sus palabras. Mei alzó los hombros, no sabía que decir.
Ester.-La chica le dirigió una mirada que helaba la sangre.-Lamento si dije algo que te haya ofendido, no fue con esa intención. Lo juro.-Ester se mantenía firme y solo apartó la mirada, insatisfecha con sus palabras vacías.-
¿P podemos hablar en privado?-La chica se cruzó de brazos, uno de sus dedos golpeando su antebrazo.-...Por favor.-la chica lo atravesaba con la mirada, la amabilidad había dado paso a una mujer firme y fría, lo analizaba tanto como él lo había hecho con ella.
Sin mediar palabra empezó a caminar hacia el pasillo hasta alejarse de la vista de Mei, Sebas la siguió.-
Adelante, habla.-Sebas miró hacia atrás, la sala no estaba lejos.-
¿Puede ser un sitio más privado? No quiero que Mei oiga esto.-Susurro el muchacho.-
¿Por qué?-No se estaba yendo con rodeos. Sebas respiró hondo y suspiró para luego morder sus labios ligeramente mientras miraba hacia otro lado.-
Esto es...Privado y personal.-Ester rodó los ojos y los dos entraron a una habitación con una cama matrimonial en su centro. La chica cerró la puerta y retomó su atención en el muchacho.
Sebas chasqueó la lengua y buscó dentro de su billetera, dicen que una imagen habla más que mil palabras.
Ester tomó el carnet que le ofreció y lo leyó con cuidado, "Hijo de funcionario", el carnet tenía una foto de Sebas y el logo de la Asociación de Regiones, miró la parte trasera, decía que el portador de este carnet era hijo de un funcionario activo de las Asociación de Regiones y pedía a las autoridades ofrecerle a dicho portador todas las facilidades posibles. Debajo estaba la firma del secretario en jefe de la Asociación.-
Mi papá trabaja allí...Es jefe del Programa de Desarrollo.-Ester no sabía cómo reaccionar a esto. Sebas rascó su nuca y respiró hondo buscando las palabras.-¿Si sabes cómo trabaja la Asociación? Están aquí porque el gobierno los deja estar. Si ellos decidieran que el programa de Desarrollo no hace falta más...Mi papá pierde su trabajo...La Asociación no juzga la política de los países, son neutrales y... Lo que quiero decir es...Entiendo tu situación.-Sebas tomó de vuelta el carnet y lo guardó.-Todos tenemos opiniones del gobierno...A mi familia tampoco le gusta, pero...Debemos trabajar con ellos...Por eso...Quería...Preguntar por la tuya.
Lo que hiciste fue...Arriesgado...Si la guardia te atrapaba, tu padre habría estado en muchos problemas...¿Ellos saben de esto?-Ester bajó sus brazos y metido por unos segundos antes de contestar.-
Si. Mi padre financia algunas cosas de la oposición, pero solo las pacíficas. A ninguno nos gusta el gobierno, pero si no los apoyamos pierde su compañía.-La chica lo miró a los ojos. La mirada del muchacho, aunque algo apagada, le dejaba ver su empatía y su pequeña sonrisa tímida su simpatía.-
Es un poco una mierda que sea así, ¿No?-El chico rascó su nuca y Ester rio levemente.-
Si. Si que lo es.-La chica apartó un mechón de cabello de su rostro.-Lamento si me puse algo intensa.
Es que todo esto me tiene tensa.-
No te culpo.-Afirmó con una sonrisa comprensiva.-Voy a volver a mi hotel, tienen el sitio cerrado, pero te dejan entrar si eres huésped. Terminaré mi vodka rápido y me iré.-Sebas buscó tomar el pomo de la puerta, pero Ester se puso en medio bloqueando su camino.-
Pueden quedarse a pasar la noche si prefieren.-Sebas intentó hablar pero la chica continuó.-Las cosas están feas allí fuera. Me ayudaron y siendo honesta protegieron a mi familia de un problema enorme.
Pueden pasar la noche aquí, mañana todo debería estar más calmado y...-Ester observó la ropa de Sebas, húmeda y sucia.-Tu y Mei pueden ponerse algo de lo que tenemos guardado. Mañana viene la señora de servicio, le pediré que limpie su ropa.-
Ester...-
Deja de quejarte. No aceptaré un no por respuesta.-
(¿Entonces para que me preguntas?)-Aunque pasar la noche en casa de una millonaria no era una oportunidad que recibías todos los días.-
Muchas gracias.-Sebas hizo una pequeña reverencia.-Eres muy amable.-El chico sacó su celular y se lo extendió a la morena.-Por cierto...¿Podrías darme tu número?-Si estaba tan generosa no habría mejor momento para pedirlo.
La chica lo tomó luego lo miró haciendo una mueca de duda, necesitaba saber algo antes de darle algo tan personal.-
Dime algo y veré si te lo doy o no. ¿Por qué me ayudaste? Muchas personas estaban heridas durante la protesta, ¿Por qué ayudarme a mí?-A Sebas la respuesta le parecía evidente pero no haría daño contestar.-
Porque fuiste la única que pidió que se calmaran, incluso te pusiste a tiro limpio. Otros tiraban rocas, incendiaron el centro, destruyeron locales, pero tu buscaste detenerlos...Hubiera sido injusto que tu fueses a la cárcel.
Creo que lo que hiciste fue admirable...Me hubiera dado mucha pena y...Rabia conmigo mismo si la guardia te atrapaba por mi inacción.-Ester sonrió complacida y guardó su número en el celular del muchacho.
Volvieron a la sala donde Mei los esperaba con su botella vacía, la estaba balanceando por su base dándole vueltas mientras la sostenía por el pico con un dedo.-
¿Se cansaron de darse besos?-Ester estaba a punto de contestar, pero Sebas se adelantó.-
Si, ¿Por qué? ¿Estás celosa?-Ester rodó los ojos y se fue para terminar su té, eran como niños de primaria. Sebas la miró y trató de contener su risa, pero no había mejor oportunidad que ahora.-¿Sabes lo que le pasa? Que soy de Sacris, pero vivo en su mente.-Ester escupió su té por la risa, disparando el té que le quedaba en la taza y empapando su cara con él. Los tres rieron a carcajadas mientras ella buscaba un trapo con el que secarse.
Bueno, pero ya serios. ¿De qué estaban hablando ustedes dos?-Ester explicó su propuesta y Mei aceptó de inmediato, ya había pensado en ello mientras escuchaba su conversación con el oído pegado a la puerta. Pero lo que le comía la cabeza era el por qué Sebas no quería que escuchara quien era. ¿Acaso no confiaba en ella?
Era algo injusto, ella le había revelado sus detalles más íntimos, pero él se negaba a abrirse. De hecho, ahora que pensaba en ello, lo único que sabía de él era lo que había deducido en la montaña, pero este no era el lugar ni el momento para confrontarlo.
Ambos se dieron un baño y se vistieron con la ropa que encontraron en el closet de la habitación principal. La de Sebas le quedaba algo holgada y ligeramente larga, mientras que la de Mei le quedaba algo pequeña y ajustada, sobre todo en el pecho y las caderas.
Ester metió una pizza congelada al horno y mientras esperaban a que se cocinara Ester fue por dos cervezas más para Mei y ella y un jugo para Sebas.-
Espero que les guste la pizza vegana.-La chica le entregó las bebidas y tomó asiento junto a Mei, Sebas estaba sentado en una silla individual aparte.-
¿Vegetariana?-Preguntó Mei mientras alzaba una ceja.-
Vegetariana no, vegana. No como nada que venga de un animal.-Explicó Ester mientras le daba un sorbo a su cerveza.-
¿Nada de nada?-Preguntó Mei incrédula.-
No. No como queso, miel, carne, huevos, leche, nada que provenga o sea hecho con un animal.-Había un cierto orgullo en sus palabras, uno que Mei no entendía en lo más mínimo.-
(Los millonarios son raros.)-Pensó Mei mientras bebía de su cerveza.-
Yo no tengo problema. A mi hermana también le gusta la comida vegana.-El chico bebió de su jugo y Ester sonrió con inocencia.-
¿De veras? ¿Y a ti te gusta?-Sebas alzó los hombros como si no le diera importancia.-
No mucho la verdad. Puedo comer de vez en cuando pero no me haría vegano...Ni vegetariano. Me gusta la carne.-Hablaría más pero probablemente a Ester no le gustaría escuchar como recubre su carne a medio cocer con la sangre fresca y aliñada en la tabla donde la sirven antes de comérsela.-
Esta pizza les va a encantar, ni siquiera notaran que el queso no es queso.-Sebas la miró de reojo aguantándose las ganas de decir que no tenía ningún sentido llamarlo "queso" si no era queso.-Y díganme, ¿Cómo se conocieron ustedes dos?
Nos conocimos cuando veníamos para acá, en la montaña.-Comentó Sebas con calma.-
Lo salve de unos Arboks.-Añadió Mei rápidamente, casi gritando de la emoción y con una sonrisa. Su comentario captó el interés de Ester.-Escuché unos llantos de niña y fui a revisar, lo encontré tirado en el suelo huyendo de los Arboks.-Sebas no hacía más que mirar de forma desaprobadora, pero eso no detenía a la rubia.-Satochi y yo nos enfrentamos a los Arboks y lo ayudamos a llegar a la cima.-
¿De verdad?-Preguntó Ester sorprendida, era una historia impresionante. Mei era una heroína-
Eso nunca pasó.-Añadió Sebas al percatarse de la inocencia de Ester.-
Claro que sí, deja de ocultarlo y acepta que te salvó una chica.-Mei arrojó su cabello al aire con una sonrisa de oreja a oreja.-
No hay nada de malo en que te haya ayudado una mujer Sebas.-Dijo Ester con una pequeña sonrisa compasiva.-
No me salvó, yo la salve.-Sus comentarios no parecían convencer a su anfitriona.-
Ya, eso dices tu.-Mei miró a Ester y rodó los ojos, fingiendo estar agotada de escuchar excusas de su amigo.-
Dios, esto es más falso que un pikablue.-Espetó Sebas mientras se frotaba los ojos. Prefirió dejar el tema antes de molestarse por una tontería como esta.-Voy a llamar a Rodri y a Auris, quiero saber si están bien.-El chico se puso de pie y camino hacia uno de los cuartos, no le gustaba que lo escucharan mientras hablaba por teléfono.-
Pensaba que serían amigos desde antes.-Comentó la morena.-
Nah.-Mei terminó de beber su cerveza y se secó los labios con su antebrazo. Ester la observaba con una ligera sonrisa. Al mirarla de vuelta esta apartó rápidamente la mirada hacia el televisor.-
¿Quieres escuchar música, ver una película, televisión?-Ester fue a buscar el control de la enorme pantalla plana que ocupaba toda la pared de la sala.-
No creo que tengamos los mismos gustos.-Ester tomó su cerveza, estaba por más de la mitad, pero la bebió toda de un solo golpe, se limpió la boca con su antebrazo y la dejó en la mesa.-
Te sorprenderías.-Su cambió de actitud sin duda la sorprendió, pero muy gratamente, prefería esto a estar tan estirada.-
No lo sé pon...ehm..."Pepas"-Cuando la pantalla del televisor no mostró canales sino pestañas de internet la cabeza de Mei estalló, jamás había visto un televisor que pudiese conectarse a internet...Al menos nunca había visto a nadie que tuviese uno. Ester puso la canción de Farruko y empezó a subir y bajar la cabeza al ritmo de la música.
Las dos empezaron a tararear la canción, pero no pudieron evitar cantar cuando llegó el coro.-
¡Pepa y agua pa' la seca To' el mundo en pastilla' en la discoteca!-Las dos cantaban a todo pulmón mientras saltaban llenas con una energía que no se disipo cuando acabó la canción, por el contrario, las chicas se dedicaron a hacer un karaoke, usando los controles remotos como micrófonos a la par que bailaban con coreografías improvisadas.-
¡Qué maldita nota, Arcoíris, Fa-Fa-rru'!-
¡Sube la mano' y las botella' pa' arriba!-Cantó Sebas mientras entraba a la sala, pero se le veía preocupado. El chico les hizo señas para que apagaran la música un segundo y Ester obedeció.-Ehm. De acuerdo, para hacer un resumen de todo.
Acabo de hablar con Auris, dice que está bien, que la multitud lo empujó y nos perdió de vista.
No logro contactar con Rodri, Auris me dijo que me avisaría si él podía, y...Aún no se nada bien, pero...-El chico metió sus manos en sus bolsillos mientras relamía levemente sus labios y fruncía ligeramente el ceño.-Auris me dijo que cancelaron el torneo.-
¿Cómo que cancelado?-Preguntó Ester, su sonrisa se había esfumado.-
Según Auris en las redes sociales los organizadores dijeron que lo cancelarían dadas las circunstancias, no sé si es enserio o es solo una idea.-Ester buscó su teléfono y empezó a revisar las redes, sus ojos se achicaron y su rostro se palideció ligeramente mientras bajaba por los hilos de comentarios.-
Mierda.-Susurro para sí misma.-Tengo que hacer unas llamadas.-Ester fue a encerrarse en su cuarto y luego de un rápido intercambio de miradas Sebas y Mei pegaron su oído a la puerta para escuchar la conversación.- ¿Cómo es eso de cancelar el torneo sin consultarme?-Aunque intentaba no alzar la voz su rabia era palpable-¿Acaso yo no soy una de las organizadoras también? No puedes cancelar el torneo...No, tu...TU escucha.-Sebas y Mei se miraron, sorprendidos por la furia en su voz.-No vas a cancelar nada, invertí mucho en estos centros...Yo te diré lo que la gente dirá de ti, dirán que eres un cobarde...Pues resuelve algo y hazlo rápido.-Sebas y Mei corrieron a la sala y se sentaron para evitar alzar sospechas en Ester. La chica tardó un poco más de lo esperado en salir, respiró hondo y esperó a calmarse antes de volver a la sala.-Sebas, ¿Puedes hablar con Auris? El torneo no se va a cancelar, pueden continuar participando si así lo desean.-
¿Cómo lo sabes?-Preguntó Sebas con curiosidad-
Hablé con uno de los organizadores, parece que fue una decisión precipitada pero ya lo están corrigiendo.-La chica hablaba con tal naturalidad que cada palabra en su boca parecía cierta.
Sebas se fue para llamar a Auris y Ester se sentó nuevamente en el sofá, intentaba mantener su apariencia etérea pero no muy en el fondo estaba maldiciendo a Daniel con todas sus fuerzas. Ese idiota creía que podía usarla otra vez, que podía tomar su dinero e imagen para promocionarse luego de lo que le hizo. Los Centros eran buena idea, pero el saber que él se llevaría el crédito era como un puñal en su espalda, estaba dispuesta a aceptarlo porque necesitaba redimirse, pero esto, esto era demasiado, usar su dinero y luego marcharse en lo que las cosas se ponen difíciles, típico de Daniel.
Además, sabía cómo sería esto, se iría sin más y dejarían el centro así, lo arreglarían un poco, con su dinero, claro está, haría una campaña donde mostrarían el "Nuevo y renovado Centro" y darían un discurso sobre cómo no se dejarían intimidar por sus enemigos y luego lo dejarían así, a medias.
Ella se encargaría de todo el trabajo, ellos se llevarían la gloria y la dejarían comiendo de las sobras de su propio trabajo.-
Ester...Ester.-Mei sacudió a la morena que sacudió su cabeza suavemente saliendo de su trance.-Se está quemando.-Ester olisqueo el aire, corrió a la cocina y apagó el horno antes de sacar la pizza. El pan estaba negro y quebradizo, los vegetales carbonizados y atrofiados por el calor, el queso tenía grumos y la salsa se había secado.
Sus labios temblaron y sus ojos se aguaron, nada le salía bien hoy, pero no podía quebrarse frente a sus invitados.-Lo siento, estaba distraída...Veré si puedo pedir algo.-Ester tomó la bandeja con la masa negra deforme que era la pizza y se dirigió hacia la basura.-
¡¿Qué haces?!-Exclamó Mei. Ester se detuvo y la miró confundida.-No la tires, aún se puede comer.
Está toda quemada.-Mei no entendía el razonamiento de la morena, quizás era porque no era una millonaria que podía contratar a un chef para que le hiciese comida gourmet cuando quisiese, pero jamás tiraría comida.-Va a saber mal.
Yo me la como, pero no la tires.-Ester miró la pizza y luego a Mei, alzó las cejas sin entender del todo porque la chica estaba tan empeñada en no tirarla, era solo un poco de comida, pero no se pondría a discutir con ella.
La colocó en la mesa y pidió un delivery por teléfono, antes de darle a Mei algo de beber y sentarse para verla comer.
La chica comía sin ningún tipo de elegancia, tomaba pedazos completos y se los pedía en la boca sin cuestionar su sabor o textura, ni siquiera estaba segura si los saboreaba.-
¿No te sabe mal?-Preguntó Ester suavemente.-
No.-Replicó Mei. Sabía asqueroso y no era solo por el quemado, esa extraña combinación de vegetales le generaba una sensación extraña en la boca, pero seguía siendo comida. No tenía el paladar más refinado y siempre fue quisquillosa para comer, si fuese por ella sus comidas serían siempre hamburguesas y pastas, pero su madre le enseño a desperdiciar nada, mucha gente no tenía nada que comer, no importa que tan feo supiese algo debía comérselo.
Mei miró a Ester de reojo, la chica estaba apoyada con sus hombros sobre la mesa y la observaba con detalle.-
¿Tengo algo en la cara?-Preguntó. El que la mirara tanto la hacía sentir...extraña, juzgada, pero sobre todo nerviosa, como si la estuviese examinando y estuviese fallando la prueba. Esta chica, desde el momento que la vio en el baño, le generaba algo extraño, como una especie de cosquilleo en su estómago. No quería demostrarlo, pero la sensación se hizo más pronunciada cuando la vio salir en pijama y cuando cantaron y bailaron su mente se olvidó de todo lo que pasaba a su alrededor. Solo podía concentrarse en ese momento, en su rostro mientras desafinaban y reían.
Apartó su mirada luego de unos segundos, por algún motivo mantener contacto visual con Ester le era sumamente complicado. Sebas también era sereno y le era fácil imponerse, pero con Ester, había algo en su mirar que simplemente la intimidaba, la misma sensación que tuvo en el baño, la sensación de estar frente a alguien superior.
Se sentía pequeña a su lado, pero no tenía ningún sentido, ella era más alta, con más pechos y un cuerpo más grueso, no tenía nada que avergonzarse frente a ella, pero esa sensación de pequeñez no se esfumaba.-
No...-Dijo Ester mientras sacudía levemente su cabeza.-Es solo que estaba pensando en algo...Ha sido un día complicado. La chica cerró los ojos un segundo, solo deseaba una buena noticia.-
Auris se retira.-Sebas se asomó por el pasillo, el chico sudaba frio y se sentó en un mueble para luego llevar sus manos a la cara y gruñir con fuerza antes de destapar su rostro. Apoyó su brazo derecho en él apoya brazos y empezó a mordisquear el costado de su dedo índice.-Intenté convencerlo, se quedará, pero se retira.-Mei abrió la boca haciendo que la comida que masticaba cayese al suelo. Ester lo miró con detenimiento y preguntó con un tono mucho más frío que del usual.-
¿Cómo que se retira?-
Van a protestar, contra Daniel, ¿No viste donde van a hacer el torneo?-Ester revisó su teléfono y no tardó en encontrar la respuesta. Dado que el Centro estaba destruido el torneo tendría lugar en el gimnasio de Aurum. La publicación estaba llena de comentarios insultando al gobierno por la forma en que atacaron a los protestantes y afirmando que el torneo estaba arreglado para que ganase Daniel.- A modo de protesta tanto concursantes como espectadores hablaban de no asistir al evento, diciendo que no le darán legitimidad al circo de Martínez. Le dije que eso lo promueven los pelagatos que ya habían perdido, pero no me hizo caso.-
Dios mío, lo voy a matar.-Ester marcó el número de Daniel y empezó a caminar dando vueltas por la cocina.-¡¿Qué coño tienes en la cabeza?!-Ester y Sebas se miraron y luego a Ester, esta fue la gota que derramó el vaso.-¡No puedes hacer eso, yo...!-Las pupilas de Ester se achicaron, su piel palideció y sus labios temblaban. Mantuvo silencio por varios segundos para luego retomar su furia.-¡Vete a la mierda!-La chica colgó la llamada y tiró su teléfono al suelo con fuerza, las piezas volaron por el suelo mientras la chica se recostaba de una pared y respiraba agitada. Sus piernas se hicieron de gelatina y cayó sentada en el suelo de la sala mientras cubría su rostro.-Merde.-Sebas y Mei avanzaron hacia ella no muy seguros de que hacer. Se arrodillaron y se mantuvieron en silencio mientras la chica sollozaba, Sebas tomó su hombro con suavidad y trató de hacerla alzar la mirada.-
Ester...-La chica alzó la mirada ligeramente, sus ojos conectando con los del chico.-
¿Qué paso?-La chica bajó la mirada y rompió en llanto nuevamente, sin nada que hacer decidieron dejarla desahogarse entre lágrimas.-
T todo...Lo que inten...in...tento sssale...ma ma mal-Ya no podía aguantarlo más, Daniel fue la gota que colmó el vaso. Intenta organizar una protesta pacífica y termina en una batalla campal con heridos y posiblemente muertos. Intenta detenerla y la golpean en la cabeza. Intenta ayudar a la creación de los centros y estos terminan destruidos. Crearse una imagen y dar a conocer su nuevo proyecto en el concurso, un fracaso total. Intentar hacerle frente a Daniel, otro fracaso para la lista. Hacer una, UNA maldita pizza en un horno, NO, ES DEMASIADO INUTIL, incluso para eso.
Pero los fracasos no eran lo único que la atormentaba, era el saber que tendría que ir mañana con una sonrisa de oreja a oreja y agradecer a Sacris por su apoyo y devoción, sería su muñeca, linda, sumisa, callada e influyente, y una vez todo hubiese terminado se llevarían su dinero.
Eso fue lo que le dijo cuando lo llamó, agradecía su preocupación, pero ella ya no sería parte del comité organizador y sus aportes no le serían devueltos. Daniel no reconstruiría los centros, Annelise y él vivirían felices de sus bolsillos.-
Estoy segura de que podremos resolver algo.-Mei hablaba con suavidad y ternura, colocó una mano en el hombro de Ester y esta se secó las lágrimas mientras buscaba controlar su respiración.-
¡¿Resolver algo?! ¡Me sacaron del comité, no puedo decir nada sobre los eventos o los centros!-Exclamó entre lágrimas. Mei se echó atrás ante los gritos.-¡Cancelaran mi concurso, todo lo que he hecho! Todo...Todo por lo que he trabajado se perdió...No ha hay...Nada q que hacer.-Odiaba ser pesimista, pero era cierto.-
Si no tengo compañero, la gente y los concursantes se niegan a ir y el público recibe mal el evento no hay mucho que hacer.-Mei miró a Sebas con desaprobación, querían animarla no reforzar su miseria.-PERO-Dijo Sebas ser perforado por los ojos de Mei.-Pero...Pero, si consigo un compañero supongo que podría participar.-Ester no entendía bien a que se refería.-Piénsalo bien, no tienen apoyo y los concursantes dicen no querer ir, si yo, siendo uno de los concursantes originales me decido por ir, aunque sea con un nuevo compañero, deberían dejarme participar.
Iría contra las reglas del torneo, pero es eso o que se queden sin concursantes, no creo que quieran hacer un evento donde solo sea Daniel recibiendo el premio y podemos vender mi participación como una "muestra de lealtad" o algo así.-No le gustaba para nada la idea de ser una marioneta del gobierno, pero era la oportunidad que tenía, la publicidad sería bestial y podría ganarle al hijo del dictador que tanto desprecia, era un ganar ganar.-
¿Y si no lo aceptan?-Preguntó Ester mientras secaba sus lágrimas.-
Nos dirán que no...Y ya.-
¿Y esto como ayuda a Ester?-Preguntó Mei. No era momento de ser narcisista.-
Bueno...-Esto era algo incómodo.-Ester podría...Apoyarnos.-Ester lo miró conflictuada, ¿Le estaba pidiendo patrocinio?
Al ver su rostro Sebas apartó la mirada y sonrió penosamente.-
N no me refiero a que nos des dinero o incluso algo de tu marca, me refiero a...Estoy de acuerdo con muchas de las cosas que defiendes, podemos darte apoyo y decir cosas que sean...ya sabes...Muy controversiales como para que TU las digas o no sé, lo que quieras realmente.-Ester pensó por unos segundos, no era una idea tan mala, era mejor que nada.-
Los organizadores no pueden apoyar a los concursantes.-Hablo Ester por lo bajo.-
Pero ya no eres organizadora.-Afirmó Sebas con calma.-
¿Quién sería tu compañero?-Preguntó Ester, la esperanza volvía a su mirada de a poco.-
N no lo sé, ehm...Supongo que Mei o...¿Rodri? No conozco a nadie más aquí.-Sebas rascó su nuca mientras cerraba los ojos buscando recordar a alguien más, quizás incluso a alguien en Orquídea que pudiese venir mañana.-
Llámalo, ahora.-Ester se puso de pie y terminó de secar sus lágrimas, fue corriendo a su habitación y al ver a Sebas y Mei parados en la sala cuando regresó con su montaña de ropa les frunció el ceño y alzando la voz dijo.-¡¿Qué esperan?! ¡Muévanse!-Sebas tomó su teléfono y llamó a Rodri, Mei apartaba cosas dándole espacio a Ester para colocar la ropa y recibió la comida una vez llegó el repartidor.
Ester organizaba distintos pantalones, camisas, faldas y chaquetas de todos los colores, formas y tamaños buscando cuales serían las mejores combinaciones, Mei la veía mientras media con cuidado las siglas EM que estaban cosidas en la tela.-
¿Y eso?-Ester seguía toqueteando los parches y sintiendo la tela.-
Mi compañía.-Dijo sin importancia.-
¿Vendes ropa?-
La diseño, todas estas son creaciones mías, me las traje para presentarlas a inversores...llevarán estas cuando vayan a pelear contra Daniel, tengo que asegurarme que sean las mejores.-
Rodri viene para acá, llamé a Auris para preguntarle si estaba dispuesto a cambiar de idea, pero me dijo que no...Pero le dije que podía venir y me dijo que si, es un buen entrenador y creo que nos vendrá bien su ayuda para organizar la pelea.-Ester solo asintió ante sus palabras, no le estaba prestando atención.
Sebas comió la comida vegana que Ester pidió y...no estaba mal pero no era su favorita, una vez Ester identificó las mejores prendas del montón y cuales le quedarían mejor a Sebas se sentó a comer con prisa su comida, no masticaba o bebía, solo tragaba trozos enteros y una vez terminó le dijo a Sebas que revisaría su ropa y fue con prisa a su habitación.
Auris y Rodri llegaron casi a la vez, ambos quedaron impresionados con la magnificencia del apartamento, pero los descolocó un poco al ver a su dueña pisando el piso frenéticamente mientras miraba un montón de ropa sucia arrojada en el suelo de la sala.
Todos se sentaron en la sala, Ester le entregó a Sebas una libreta y un bolígrafo que este le pidió y se colocó enfrente de todos.-
Ok, ehm, gracias por venir. Como saben, el torneo es mañana en el gimnasio de Aurum. Estuve revisando las reglas antes de empezar, las cambiaron. Antes nos entregaban pokémons, ahora debemos ir nosotros con los nuestros, solo podremos escoger uno.
Auris ya dijo que no quería participar así que, me hace falta un compañero si queremos competir...Y Mei y Rodri son las únicas personas que conozco que pueden combatir...¿Alguno se ofrece?-Mei y Rodri se miraron y Rodri se echó atrás con los brazos abiertos, reposándolos en el espaldar del sofá.-
Mei debería hacerlo, no soy mucho de combates.-Mei no sabía bien que decir, quería participar, pero, las personas como ella no ganan, pero no podía simplemente dejar pasar esta oportunidad. Presentarse en un torneo ante los ojos del mundo y combatir junto a Sebas...Quizás incluso podría aprender uno o dos trucos del chico.-
Mi problema es que Mei solo tiene a Satochi...Sin ofender Mei, pero...-Mei no le dio importancia alguna.-
Nah, Satochi no pelea...Puedo capturar uno hoy y entrenarlo.-Sebas hizo una mueca antes de contestar.-
No es buena idea combatir con un pokémon recién capturado.-
¿Y si les presto a BuySell?-Todos miraron a Rodri y este mostró su pokéball.-Está bien entrenado, no tendrá problemas siguiendo órdenes. Además, es bastante fuerte.-Sebas cerró los ojos y bajó la cabeza ligeramente mientras mordía su dedo.-
Podría funcionar, además es de agua y tengo entendido que este gimnasio se enfoca parcialmente en los pokémons de agua...¿Tu que dices Mei?-La chica dudaba entre el sí y el no, le daba miedo el fracasar, el ser la burla de Sacris, la picazón en su brazo crecía mientras la duda la consumía poco a poco. Sus inseguridades quedaron ocultas bajo una gran sonrisa llena de determinación.-Hagámoslo.-Sebas anotó en la libreta "Buizel".-
Yo usaré a Mighty entonces, así...-Una de las pokéballs de Sebas se abrió y Mudkip se materializó encima de la mesa de la sala, parecía molesto.-
¡Mud Mudkip!-Dio un pequeño salto y Sebas lo miraba con detenimiento.-¡Mudkip!
Dice que le molesta que siempre utilices a Mighty en los combates importantes.-Todas las miradas que centraron en Auris que se puso colorado de golpe ante la atención repentina.-
¿Cómo lo sabes?-Rodri hizo la pregunta en la mente de todos.-
Puedo...Puedo entender lo que dicen los pokémons.-
Creo que está loco.-Dijo Mei en un susurro para nada discreto.-
No estoy loco.-Replicó Auris con una ligera molestia.-Puedo entender lo que dicen desde pequeño, es una habilidad con la que nací. Hay otra gente que puede hacerlo también.-
¿De verdad puedes entenderlos?-A Sebas le picaba la curiosidad, sacó a Mighty y este olisqueo el sitió por un segundo y luego se sentó junto a su alfa. Tenía la misma expresión seria y apática de siempre.-¿Qué dice Mighty ahora?-El chico se arrodillo frente a Mighty, tomó su rostro entre sus manos y lo miró a los ojos.-¿Por qué eres TAN pero TAN feo?-Mighty gruño y se sacudió soltándose del agarre de su alfa.-
Dice "¿Me sacas para estas estupideces?".-Sebas miró a Mighty con una sonrisa y lo llenó de besos mientras movía su cabeza de lado a lado, el pokémon gruñía con más fuerza con cada beso.-
No seas tan amargado chico.-Sebas le gruñía devuelta en un tono juguetón pero los pelos de Mighty se erizaron y se sacudió con fuerza y le lanzó una mordida a su alfa, este la esquivó sin problema echándose para atrás y empezó a reír mientras acariciaba la cabeza de su irascible pokémon-No me des besos, arruinas mi imagen, yo soy un pokémon rudo.-Sebas hablaba con un tono agudo y caricaturesco-Y a los pokémons rudos no nos miman.-Mighty se mantenía con los cabellos erizados y gruñía de vez en cuando pero se mantenía firme e intentaba mantener su rostro serio y de pocos amigos.-
Está considerando fuertemente si morderte la cara o la garganta.-Auris sonreía nervioso, las palabras de Mighty parecían ir enserio.-
¿Ah sí?-Preguntó Sebas con una muy exagerada cara de sorpresa.-Pues adivina. Me muerdes algo y no comes en un mes.-Sebas le dio un último beso a Mighty antes de guardarlo nuevamente en su pokéball.-
¡Ahora yo, ahora yo!-Mei sacó a Satochi de su pokéball y este miró a todos en la habitación. Mei esperaba emocionada sus palabras, pero este solo se quedó mirando el vacío y no dijo nada. Mei lo guardó enseguida.-
¿Qué dice BuySell?-Rodri sacó a Buizel.-Auris dice que puede entender lo que dices, di algo para ver si es cierto.-Buizel se llevó una mano a su barbilla y meditó unos segundos antes de empezar a bailar.-
¡Bui buizel zeeel! ¡Buizel bui bui!-Buizel cantaba con ánimos y energía.-
Party rock is in the house tonight, everybody just have a good time.-Todos quedaron boquiabiertos ante la voz de Auris, no esperaban una voz tan melodiosa saliendo de sus labios. Auris cerró los ojos y continuó cantando, le gustaba mucho esta canción.-And we gon' make you lose your mind, everybody just have a good time.-Buizel corrió hacia él y los dos chocaron los cinco.-Es una buena canción.-
¿Algún otro talento oculto?-Preguntó Sebas con una pequeña sonrisa.-
Puedo tocar la guitarra, la tengo en mi hotel.-
¿Eres músico?-Preguntó Ester con curiosidad.-
Nah, es más un hobby.-
¿Pero puedes doblar la lengua así?-Mei sacó su lengua y la dobló en forma de U.-
No, no puedo.-Afirmó Auris con una sonrisa, Mei parecía muy orgullosa de su "talento".
Rodri y Ester sacaron sus lenguas y aunque el chico falló Ester logró doblar su lengua y tanto ella como Mei empezaron a moverlas de lado a lado en señal de victoria.-
Bueno bueno, ya, en serio. Tenemos que concentrarnos en el combate de mañana.-Sebas miró a Mudkip con seriedad.-Percy, lo que te voy a preguntar es muy serio. ¿En verdad, EN VERDAD, quieres participar?-
¡Mud!-Percy lo miró lleno de determinación.-
Dice que sí.-Comentó Auris.
Sebas se llevó las manos a la cabeza y acaricio su cabeza hacia atrás mientras respiraba hondo.-
De acuerdo...Percy y BuySell entonces...No es una buena combinación, pero podemos trabajar con ella.-Sebas anotó el nombre de Percy en la libreta y anotó "Agua" debajo de ambos.-¿A qué es débil el tipo agua?
Sólo a planta y eléctrico.-Sebas anotó el comentario de Auris en la libreta.- Y es fuerte contra fuego, tierra y roca. Lo resisten planta, dragón y agua...¿Qué ataques sabe BuySell?-
Mordisco, agua jet, rayo hielo y demolición.-Sebas alzó las cejas, era una grata sorpresa.-
Está fuerte.-Comentó el moreno mientras escribía los ataques y su tipo.-
Lo he entrenado bastante. Si viajas solo tienes que cuidarte.-
Ok...Tenemos un ataque de tierra, dos de agua, uno de hielo, uno siniestro y dos de lucha...Estamos bastante bien cubiertos. ¿Alguno sabe cómo es el gimnasio?-Auris buscó fotos en internet mientras que Ester se puso a diseñar un conjunto para Mei con la ropa que tenía disponible.
Auris conectó su teléfono al televisor y la imagen del gimnasio apareció en este, era grande, con gradas a los lados. La arena en sí era un gran rectángulo, estaba cubierto casi completamente por agua, un rectángulo más pequeño de arena estaba flotando en el centro, pero dentro del rectángulo había cuatro cuadrados de agua que conectaban con el resto de la piscina por túneles subterráneos creando así una cruz de arena.-
Bien...Este gimnasio está diseñado para beneficiar a los tipos agua, tierra y planta, esos son los que usa Cristóbal. Tenemos pokémons de agua, así que podemos usar la piscina a nuestro favor. Hay que pensar que pokémons pueden utilizar Daniel y quien quiera que fuese su compañero...Ester, tú lo conoces, ¿Qué pokémons tiene?-Ester terminó de combinar la blusa, falda y chaquetilla y las colocó a un lado.-
No usará sus propios pokémons. Le darán uno, entrenado, fuerte.-Ester hablaba serena mientras doblaba con cuidado la ropa que eligió y se la llevó a su habitación.-
¿Por qué no me sorprende?-Auris rodó los ojos desencantados.-
Que puto, ¿no?-Comentó Rodri.-
Técnicamente es lo mismo que estamos haciendo nosotros, pero sí, le darán uno muy fuerte pero no lo suficiente como para que sea evidente que no es suyo.-Dijo Sebas. Ester tomó el resto de la ropa y se dispuso a guardarla.-¿Qué tipos podrá usar?-
Si es inteligente usará un planta agua, así puede aprovechar el terreno y tendrá algo con lo que atacar a los tipo agua.-Sebas anotó la combinación que dijo Rodri.-
O también pueden pensar que pensaremos eso, agua planta es la combinación más evidente, podrían usar un volador eléctrico. Así atacan a los agua y a las plantas y se protegen de que usemos un tierra.-Auris tenía razón, ambas eran buenas combinaciones, pero usar un agua planta podía ser la respuesta más evidente, es probable que por eso mismo no la usen.-
Independientemente de eso tenemos un ataque de hielo, deberíamos poder ingeniárnoslas...Aunque el eléctrico me tiene nervioso.-Sebas miró la pantalla.-Tenemos dos pokémons de agua, podemos usar las piscinas a nuestro favor y deberíamos, nos dará movilidad y cobertura de ataques aéreos...Pero un eléctrico puede electrificar el agua fácilmente y si es así estamos perdidos.-Ester se colocó junto a Mei, ambas veían la pantalla mientras los chicos debatían.-
¿Qué piensas de su plan?-Preguntó Ester.-
No se me da muy bien planear cosas.-Dijo algo avergonzada la rubia.-Además, no me sé bien la tabla de tipos, me enredan mucho esas combinaciones de agua planta y entonces ya no es débil a eléctrico, pero es débil a volador y no sé qué.-Mei nunca les había prestado demasiada atención a los tipos, solo sabía las combinaciones básicas y con eso se manejaba.-¿y tú qué?
No me van mucho los combates, me parece que a veces pueden ser algo barbáricos-Mei no entendía a que se refería, ¿Qué pasa con que tengan barba?-Aunque los veo de vez en cuando, sobre todo me gusta esto, la planificación. Como se organizan antes de pelear.-
Si tienen un eléctrico solo nos queda atacarlo y deshacernos de él primero.-Comentó Auris mientras volvía a su asiento.-No hay de otra.-Sebas veía la pantalla con detenimiento, algo no estaba bien...No tenía ningún sentido.-
Es una debilidad tan evidente...¿Por qué ponerla? ¿Por qué no solo dejar todo de tierra o las cuatro piscinas conectadas?...Pero supongo que tienes razón, usaran un eléctrico, es la mejor elección...Y un planta casi seguro. El sol ya se estaba ocultando, sería mejor que todos volviesen a sus casas antes de que se pusiera oscuro. Todos se despidieron y se desearon suerte.
Los tres se distanciaron un poco por el resto del día, Sebas se acostó en su habitación, hacia dibujos del gimnasio, buscó planos en internet, entrevistas a Cristóbal, pero solo logró descubrir que el agua que llenaba las piscinas era agua de mar extraída de las costas de Aurum...Pero al buscar información sobre las costas no encontró ninguna propiedad interesante.
Ester estaba en la sala, trabajaba en los atuendos que llevarían, usaba la ropa sucia de Sebas y Mei para ajustar las que tenía de modo que se viesen a la medida.
Mei se limitaba a ver televisión y luego por la ventana, estaba aburrida, no sabía que hacer, pero de pronto una idea cruzó su cabeza. Estaba...Aburrida. Luego de atravesar calles huyendo de la policía, luego de lastimarse el pie brincando desde una escalera de incendios...Estaba aburrida. No pensaba en la protesta, de hecho, llevaba horas sin pensar en ella. El humo ya había desaparecido, pero estaba segura de que sus consecuencias no. Había familias angustiadas llamando a morgues y clínicas buscando a familiares que aún no hayan llegado a casa, varias personas estarían presas pasando noches eternas de frío y soledad...Y ella estaba aquí, en un pent-house de lujo con la chica más rica de la región luego de tomarse unas cervezas y hacer un karaoke. Era como si se desconectara del mundo, no tenía preocupaciones ni miedos, no le ponía nerviosa que la policía atravesase la puerta buscando a algún fugitivo, solo se aburría.-
¿Así se siente estar arriba?-Susurro para sí misma.
Era un mundo completamente distinto al suyo, una pequeña burbuja. Sebas y Ester...No se ven malas personas, Sebas parecía buen chico y Ester incluso participó en la protesta y la organizó, pero...Su plan falló...Y estaba aquí, preparando ropa para el concurso de mañana. Ella no visitaría los hospitales con los heridos, ni pediría perdón por las vidas que arruinó...Y Sebas, si su padre de verdad trabaja en la Asociación de Regiones, ¿Por qué no detienen esto? Los protestantes se volvieron locos y empezaron a atacar a la guardia que solo buscaba hacer su trabajo.
Sebas, hubo algo en el que la incomodó sobremanera y no sabía cómo decírselo, o si debía hacerlo. ¿Por qué se ocultó cuando reveló el trabajo de su papá a Ester? ¿Por qué ella no podía escucharlo? Conoce a Ester desde hace menos tiempo que ella, coño, se habían acostado 2 veces ya, eso debía significar algo. Por lo menos que le tuviese algo de confianza.
¿Era por quién era? Claro, Ester es millonaria y a ella se lo cuenta sin más, pero ella que es una pobre que viene de un barrio en Orquídea, ella no puede saber nada. No vaya a ser que lo robe o se intente aprovechar de él.
Aunque por mucho que intentó enojarse con ellos, fue incapaz de hacerlo. Sebas salvó su vida, Ester los recibió con los brazos abiertos y se comprometió a ayudarlos. No podían ser tan malos...¿O sí?
Mei se dirigió a la mesa donde Ester estaba trabajando y se sentó frente a ella, la morena ni siquiera alzó la mirada.-
¿Ocurre algo?-Preguntó Ester. Mei no sabía bien que decir.-
¿Cómo es vivir así?-Una pregunta que Ester estaba cansada de escuchar.-
Bien. Es genial.-Dijo la morena sin alzar la mirada.-¿Tu dónde vives?
En el 31 de Julio. Es un barrio y es básicamente...Todo lo contrario a esto.-Mei miró todo el apartamento mientras hablaba, apenas podía imaginarse el cómo sería nacer como esta chica, con todos tus deseos y caprichos a un chasquido de distancia. Una verdadera cuna de oro.
Ester se mantuvo en silencio y siguió trabajando, no le gustaba por donde iba la conversación. Un incómodo silencio no tardó en hacerse presente.-
¿Y de que conoces a Daniel?-Preguntó Mei buscando reavivar el ambiente.-
Nos conocimos en Kalos.-Mei le dio un pequeño empujón a la morena de forma juguetona.-Anda, no seas así. Cuenta cuenta. Le gritaste por teléfono. ¿Son amigos?-A ella le encantaría poder ser amiga de Daniel, que honor sería.-
Podrías decir que...Tenemos historia.-Esa actitud, buscando pasar de largo del tema, tratándolo como una minucia. El cómo gritó al hijo del presidente sin preocuparse por consecuencias.
Mei sonrió de oreja a oreja con picardía mientras achinaba los ojos.-
No...-Ester rio ante su expresión y su tono incrédulo.-No no no no...¿Es en serio?-
Fue solo un tiempo.-Dijo Ester buscando evitar el tema, pero Mei se inclinó en su asiento boquiabierta.-
Y además duró.-Ester rio y alzó los ojos derrotada, la había atrapado. Sin perder en ningún momento la picardía de su sonrisa se inclinó hacia ella lista para preguntar la pregunta del millón.-¿Te lo cogiste?-
Por dios.-Ester se llevó una mano a la cara, pero no podía evitar el reír. Mei era tan ordinaria, pero, había algo agradable en su falta de modales, una naturalidad genuina.
Intentó mirar a Mei, pero no pudo evitar reír ante su mirada.-
¿De verdad le preguntas esto a la gente?-Estaba claro que sí. En parte era su culpa, no debió sacar el chisme.-¿Qué harías si yo te preguntará si has tenido sexo con Sebastian?-
Pues te diría que sí.-Mei sonrió y le quiñó un ojo, Ester se puso colorada con solo pensarlo.-Dos veces ya.-Ester no sabía cómo reaccionar, todo era tan surrealista.-Me toca. Una pregunta tú, una pregunta yo. ¿Cuánto duraron Daniel y tú?-
Dos años más o menos...¿Sebas y tú están saliendo?-Mei negó con la cabeza-
Nop...¿Por qué terminaron?-
Mei, no quiero...-Mei se reclinó en su asiento apoyándolo sobre sus patas traseras.-
Anda, estamos solas. Hablemos paja de los hombres, es más, sácate otra birra y nos echamos palo aquí.-Ester suspiró resignada.-
Ya no me quedan cervezas.-Estaba agotada de tanto trabajar, despejarse sería una buena idea.-Lo encontré teniendo sexo con una amiga.-
Típico.-Mei rodó los ojos llena de disgusto.- Me corto una mano a que era más fea que tú.-
Aduladora.-Ester se miró al techo un segundo, no sabía sin contar esto o no, pero ¿Ya qué? Había abierto la caja de pandora y no la cerraría ahora.-¿Sabes que fue lo peor? ¿Sabes que soy pansexual?-Mei abrió la boca para comentar.-Ahórrate el chiste de "¿Te gusta el pan?"-Mei cerró la boca al instante.-Significa que me gustan las personas independientemente de su género. De hecho, comencé siendo lesbiana, siempre tuve claro que me gustaban las mujeres, luego descubrí que me gustaban los hombres.-
¿Cómo lo supiste?-Que interrupción más descortés, pero entendía su curiosidad.-
Vi una foto de Raihan sin camisa.-Comentó Ester con una sonrisa.-
Uf.-Mei empezó a mover su mano buscando abanicarse.-
Uf en effet. Es precioso.-Las dos rieron antes de seguir con la anécdota.-En fin, tuve algunas pequeñas relaciones, a veces encuentros casuales con gente y me di cuenta que mientras alguien fuese simpático y atento me podía gustar, independientemente de su género.
Y, a raíz de todo esto, me gusta probar cosas diferentes de vez en cuando, le dije a Daniel que...Me daba curiosidad el poliamor.-
¿Polique?-
Poliamor, una relación de tres o cuatro, no hay límite en realidad.-
Tipo...¿Una relación abierta?-Estas cosas eran...Demasiado "snob" para su gusto. Sus palabras claramente ofendieron a Ester, que respiró hondo para contener su enojo.-
No...NO es una relación abierta, todo el mundo lo confunde, es la idea de que te puedes enamorar de más de una persona a la vez y tener una relación con ambas personas. Es consensuado, todos saben lo que está pasando y lo aceptan. No es "abierta", es cerrada, no hay amantes. No es tener una aventura con una desconocido por la calle, es tener una pareja estable con dos personas.-La emoción con la que defendía el tema era impresionante, claramente le ofendía el que confundiesen los términos.-Siéndote honesta detesto las relaciones abiertas. No me gustan para nada. Pero ese no es el punto. Le plantee la idea a Daniel y él dice que "la entendió mal" y lo encontré teniendo sexo con .-Ester trataba muy fuertemente de contener su furia, pero el solo recordarlo hacia que le hirviese la sangre.-...En mi cama...En mi apartamento en Kalos.-
Wow.-No sabía que decir. Ella lo idolatraba, era un honor el enfrentarse a él mañana, esperaba saludarlo y darle la mano para luego pedirle una selfie y quizás incluso invitarlo a comer o algo, pero...¿De verdad la podía la persona que tanto admiraba era capaz de hacer algo así?-Que hijo de puta.-Debía haber algún motivo, seguramente estaba genuinamente confundido con todo eso de la "relación poliamorosa", es un concepto raro y seguramente se equivocó sin querer hacerle daño a Ester. Pero no lo discutiría con ella.-No pensé que fuese capaz de hacer algo así.-
Ni yo. Pero supongo que nunca conocemos en verdad a las personas.-La chica terminó de acomodar la tela de chaquetilla que tenía delante.- Perfecta.
¿Quieres probártela?-Mei se puso de pie y se colocó la chaquetilla de jean azul claro, la tela era resistente y cómoda en el exterior, pero en el interior tenía una tela blanca acolchada. El logo de la casa de ropa de Ester estaba bordado en su espalda con hilos dorados y el brazo derecho tenía un patrón de rosas rojas.-
Me encanta.-Le encantaba el estilo, los patrones y le quedaba a la medida.-
¿Te importaría probarte el resto? Quiero ver si tengo que hacer algunos ajustes.-Mei tomó la ropa y fue a cambiarse. Cuando volvió estaba vestida con una camisa de tirantes blanca y unos pantalones negros con las rodillas desgarradas.
Mei siguió cada indicación de Ester, modelando para ella y caminando de punta a punta de la habitación.-
¿Alguna vez consideraste el modelar?-Ester fue hacia ella y empezó a acomodar algunas dobleces en la camisa y los pantalones.-
Nah, no es mi estilo. Trabajé un tiempo, cosas pequeñas, una revista y eso, pero, no me gustó. Demasiado formal.-Ester fue subiendo de a poco hasta quedar cara a cara con la rubia, los butterfrees volvieron a invadir la panza de Mei mientras Ester acomodaba su escote y la chaquetilla.-
¿Cómo es tu estilo?-Ester dio unos pasos atrás y la observó de arriba abajo.-
No sé, normal. Cosas...Normales, sin tanto peo ni tanto rollo.-Ester asintió débilmente.-
Metete la camisa por dentro del pantalón, te hará ver más delgada.-Mei obedeció y Ester sonrió ligeramente.-Quédate quieta un segundo.-Ester se acercó y tomó su cabello con sus manos, acariciando suavemente el rostro de Mei. Sus manos eran como las de un ángel, era tan delicadas y tiernas, sus miradas estaban clavadas la una en la otra mientras la morena acomodaba sus cabellos dorados.-Perfecta.-Mei tragó saliva y sus mejillas ardieron ligeramente.-
¿A sí?-Preguntó.-
Si.-La voz de Ester era hipnótica, había algo que la hacía desear escuchar cada palabra atentamente. Miró sus labios solo un instante antes de que la chica se alejara nuevamente.-Me encanta, te ves perfecta. Mañana te pondrás esto y te peinaremos bien antes de salir.-
Si...Si mhm.-Mei y Ester solo se observaron, sonriéndose la una a la otra, por unos segundos que parecían alargarse sin final. Ester miró el reloj de la pared, era más de la media noche.-
Es mejor que nos vayamos a dormir, es tarde. Por favor, dóblalo bien cuando te lo quites.-La morena se dirigió al pasillo y con una pequeña sonrisa le deseo las buenas noches antes de desaparecer en su habitación.
Mei le deseó lo mismo y se fue a su habitación, se quitó la ropa y la dobló lo mejor que pudo para luego dejarla en un pequeño escritorio que tenía cerca. La rubia se arrojó en la cama con nada más que su ropa interior, hundió su cabeza en la almohada y la abrazó con fuerza.-
(¡¿Qué CARAJO FUE ESO!?)-Mei empezó a patalear mientras soltaba un grito apretando la almohada para acallarlo lo mejor posible. Estaba segura de que había superado esa fase de su vida, pero ahora, ahora volvía a confundirse con esas mismas raras emociones y esos estúpidos nervios. Yereyda se lo dijo, solo era una niña confundida, tenía que ignorar esas ideas estúpidas.
Mei se acomodó en la cama sin dejar de abrazar la gran y acolchada almohada, un par de lágrimas se escaparon de sus ojos, era tan frustrante el tener que pasar por todo esto otra vez. ¿Cuándo aprendería?
Las horas pasaban con ella moviéndose de un lado a otro, su brazo ardía, sudaba a chorros y su corazón parecía querer salir de su pecho, no importaba cuanto se esforzaba en dormirse le era imposible conciliar el sueño. No era la primera vez que pasaba por esto, llevaba más de 24 horas desde su última dosis, creyó poder soportarlo un poco más mientras conseguía una nueva tanda, pero ya no podía aguantarlo.
Se levantó de la cama y abrió la puerta despacio, se dirigió hacia la cocina y comenzó a rebuscar entre las gavetas algo con lo que poder apaciguar sus ansias. En la gaveta de las medicinas pudo encontrar un pequeño bote de jarabe para la tos, esto serviría, recordaba una fórmula que usaban en fiestas cuando las líneas se acababan. Sin demora fue hacia la nevera y tomó una botella de refresco que vino con el delivery.-
¿Esta mierda es vegana?-Susurró mientras tomaba un vaso y empezaba a mezclar la medicina y gaseosa. Solo hacía falta un último ingrediente, tomó una bolsa de azúcar y la vertió dentro del vaso, la mezcló con un dedo rápidamente y sin pensarlo se bebió todo su contenido. Su cuerpo se sintió ligeramente adormilado mientras sus preocupaciones y miedos se esfumaban, pero algo seguía rondando en su cabeza, esa sensación tan incomoda cuando tuvo a Ester cerca, nada que un poco más de medicina no arregle. Se preparó un segundo vaso y lo bebió entero, ahora si estaba empezando a surtir efecto.
Guardó los ingredientes y se fue tambaleándose a su habitación, se arrojó en la cama con una sonrisa mientras la suavidad de la tela la envolvía y la llevaba al paraíso.
Su mano izquierda bajo suavemente por su cuerpo hasta alcanzar su intimidad, empezó a acariciarla por encima de la tela, pero no tardó en apartar la braga para introducir sus dedos. Se llevó una mano a sus pechos y los acariciaba suavemente mientras soltaba suspiros pesados.
A medida que el tiempo pasaba el efecto del brebaje se hacía más y más fuerte y el pensar se hacía cada vez más difícil, sus suspiros se convirtieron en suaves gemidos y sus delicados movimientos se hicieron rápidos y desesperados. Se movía en la cama buscando alcanzar el orgasmo mientras su mente fantaseaba libremente como Raihan lamía su intimidad, luego era Sebas quien se encargaba de darle placer y finalmente sus fantasías la llevaron a Ester, mordió sus labios con frustración, no podía dejarse llevar otra vez por esas estúpidas ideas, pero sus manos continuaban moviéndose con incluso más pasión que antes. Sus gemidos se hicieron ligeramente más fuertes, se llevó una mano a la boca para acallarlos y luego de unos minutos alcanzó el éxtasis, arqueando su espalda mientras se venía.
La mañana llegó más rápido de lo que le hubiese gustado, ni siquiera recordaba cuando se quedó dormida, la cama era maravillosa, como dormir en una nube de algodón con olor a flores. Se acurruco y se propuso a seguir durmiendo, pero los rayos del sol no le permitían ese placer, eso y el delicioso olor de un desayuno recién hecho.
Se puso su pijama y salió de la habitación con su cabello completamente despeinado, su camisa a medio abotonar y frotando sus ojos, apenas podía ver lo que tenía delante.
Sentía como si su cabeza fuese a explotar y maldecía internamente el por qué las resacas debían existir, no aportaban nada, solo eran molestas.-
Buenos días.-Dijo la rubia con voz adormilada.-
Buenos días.-Mei se detuvo en seco y frotó más sus ojos para luego parpadear con rapidez y espabilarse, estaba segura de que había una voz nueva.
Sebas y Ester estaban sentados en la mesa de la cocina comiendo bagels con humus de fresa, fresas frescas troceadas, nueces y albahaca, Sebas veía por la ventana de la sala mientras le daba mordiscos a su comida y Ester le limitaba a comer en silencio.
Junto al fregadero estaba una señora de mediana edad, era bajita y regordeta, Mei no pudo evitar pensar que parecía una pelota, la señora miró a Mei, se secó las manos y fue a servirle un tazón de avena con trozos de chocolate y un vaso de jugo de naranja. Luego volvió a limpiar.
Mei se sentó tímidamente y comenzó a comer, era algo extraño estar con Ester luego de lo de anoche pero no había nada que hacer.
La avena no le gustaba para nada, pero hizo su mejor esfuerzo por comerla haciendo la menor cantidad de muecas posibles.-
¿No te gusta?-Preguntó Ester con una sonrisita comprensiva.-
¿No le gusta?-La señora de servicio volteo rápidamente y dudo entre retirarle o no el plato a Mei.-No tiene que comérselo si no quiere, le puedo preparar otra cosa.-Completamente avergonzada la rubia negó con la cabeza y sonrió mientras tragaba la avena.-
No no no no, está muy buena. Está rica. Me encanta.- La chica era un manojo de nervios y continúo comiendo, aunque su rostro la delataba y deseaba que la tierra la consumiera. Se llevó una mano a la cabeza y soltó un leve quejido. Ester la miró y Mei simplemente sonrió apenada.-Me duele un poco la cabeza. ¿No tienen algo para la migraña?-La señora de servicio no tardó en tomar un frasco de medicinas y le dio una a la rubia que la tomó sin demora.
Sebas seguía mirando el océano y luego alzó la vista para mirar la lampara del techo.-
(Lámparas...lampent...Lamp...Lan...Lan...Lanturn...Parece un lanturn.)-El chico abrió los ojos de par en par y empezó a revisar rápidamente su teléfono. Sonrió de oreja a oreja y miró a ambas chicas con emoción.-
Se cuál es el truco del gimnasio.-Sus ojos brillaron ante la realización.-
¿A si?-Preguntó Ester mientras ladeaba ligeramente la cabeza.-
Lanturn...Existe.-Dijo el chico con emoción. Ester solo sonreía sin entender bien que quería decir, no estaba siendo muy claro.-¿Entienden? Lanturn...Existe...Es un pokémon agua y eléctrico que vive en el mar y no es el pokémon alfa que reina todos los ecosistemas. Es...Es solo uno más del montón...L Los demás pokémons son débiles a sus rayos, pero...Si no hubiese una forma de evitar esa electricidad los Lanturns hubiesen arrasado con todos los ecosistemas. Entonces claro, debe haber algo lo suficientemente eficaz como para que los proteja de los Lanturns, pero no lo suficiente como para que ser un agua eléctrico sea una ventaja evolutiva.-Explicó su teoría a ambas y acordaron ponerla en práctica si se daba la oportunidad, aunque era arriesgado.
Se prepararon para salir y Ester le pidió a la señora de servicio que lavara la ropa de sus invitados y limpiase la casa mientras ellos estaban fuera. La ropa que Ester preparó para Sebas consistía en una camisa de botón manga larga negro carbón con pequeños puntos blancos, Ester le arremango las mangas hasta un poco antes de sus codos. Sus pantalones eran color mármol sujetos por una correa marrón oscura, que combinaba con sus mocasines de suelas blancas.
Sebas se miró en el espejo y...No le gustaban los mocasines, no solo los de Ester, todos en general, le parecían feos y sentía que se le caerían en cualquier momento. Cuánto la morena le pidió su opinión esta le dio su mejor sonrisa y le dijo que todo era perfecto, fue a colocarse su gorra, pero Ester lo detuvo.-
No puedes usar gorra, arruina todo el conjunto.-El corazón de Sebas se rompió.-
P pero...Mi cabeza va estar desnuda.-Sus palabras denotaban una preocupación genuina.
Mientras los dos debatían sobre el cómo usar una gorra era algo necesario Mei fue a la cocina y empezó a prepararse un poco más de ese elixir de la felicidad. Estaba algo nerviosa por el combate y el relajarse un poco le vendría de maravilla.
Mientras se preparaba su mágico brebaje la señora de servicio entró a la cocina, recién había puesto la ropa a lavar y ambas se miraron fijamente mientras Mei apartaba lentamente el jarabe para la tos.-
Esto no es lo que parece.-Dijo la rubia.-
Deja eso niña.-Dijo la señora mientras guardaba el jarabe y el refresco.-No es bueno mezclar esas cosas.-La señora hablaba como una madre sermoneando a sus hijos, Mei lo detestaba.-
Es solo esta vez. Es para los nervios.--Dijo la rubia sin darle importancia al asunto.-
Mi nieto empezó así. ¿Sabes?-La señora iba a continuar su historia, pero solo pudo mirar impotente mientras el líquido bajaba por la garganta de Mei. La rubia pudo sentir como sus nervios se esfumaban al instante.
La señora simplemente se fue, le dolía demasiado ver a una chica tan joven perder su vida de esa manera.
Ester y Sebas salieron poco después, el chico se vio obligado a someterse a los dañinos rayos del sol y arriesgar su salud en pro de no dañar el "significado" de su atuendo.
Los tres salieron del edificio y se encontraron a Auris y Rodri afuera. Luego de un rápido saludo Rodri le entregó a BuySell a Mei y partieron rumbo al gimnasio.
Las calles estaban destruidas, con carros rotos y el piso lleno de casquillos de balas, bombas lacrimógenas y cocteles molotov rotos. La policía rodeaba un perímetro de 4 cuadras alrededor del gimnasio, protestantes estaban parados frente a los policías gritándoles e insultándoles por su complicidad con la dictadura. Al identificarse como concursantes uno de los guardias los dejó pasar luego de pedirles su documentación. En ese momento partieron por caminos diferentes, Ester entró al gimnasio por una entrada secundaria lejos de la multitud, dos guardaespaldas la esperaban allí y la acompañaron adentro, Auris y Rodri tuvieron que hacer fila mientras esperaban para ingresar y Sebas y Mei tuvieron que caminar por un pasillo acordonado por guardias hacia la entrada principal del gimnasio.
Las personas a su alrededor los vitoreaban, insultaban, los llamaban "Grandes Entrenadores" y "Títeres del Estado". Algunos camarógrafos de cadenas de televisión regional los grababan mientras avanzaban hacia el gimnasio y pudieron captar en directo cuando una roca impactó contra la cabeza de Sebas.-
¡Trágate esa maricón!- Mei maldijo a quien fuese que hirió a su compañero.
Sebas se inclinó mientras llevaba una mano a donde lo habían golpeado. Sus ojos se aguaron y pudo sentir como la sangre brotaba y se escurría hacia su mejilla. Mei buscó ver la herida de su amigo, le ofreció usar a Satochi para sanarlo, pero Sebas tragó grueso, tomó aire y le pidió no hacerlo. Se levantó, se quitó la mano del rostro y siguió su camino sin inmutarse. Se lo había prometido a sí mismo y no pudo cumplirlo al encontrarse con Mario y Hernán, no volvería a fallar ahora. Nadie lo vería llorar, no le daría el gusto a quien sea que lo hirió de verlo flaquear.
No fue hasta que entraron al gimnasio y las puertas se cerraron detrás de ellos, alejados de los ojos curiosos de la multitud, que Sebas le pidió a Mei que lo sanara.-
La gente si es...Idiota.-Maldijo Mei. Sebas se mantenía indiferente mientras Satochi lo curaba.
Mei no sabía si reprenderlo o solo exigirle una respuesta, se preocupa tanto por él y ni siquiera contesta, pero en medio de su enojo sentía una especie de admiración ante la compostura del muchacho. Ella hubiera empezado a gritar, hubiera maldecido al aire y entrado fúrica al gimnasio, pero él no se dejaba perturbar y se mantenía enfocado en su meta. En el fondo deseaba poner tener ese autocontrol.
Pero esta compostura no era más que una pantalla, los nervios de Sebas estaban a flor de piel, quería gritar y llorar, incluso quería huir del lugar y refugiarse en su hotel. Esto no era más que un preámbulo antes del espectáculo principal, Daniel lo humillaría y sería el hazme reír de todos, Ester se daría cuenta de que no era más que un fracaso y no le daría otra oportunidad, desperdiciando así su única oportunidad de conseguir un patrocinador importante.-
Gracias...¿Nos vamos a la sala de espera?-El chico le sonrió a Mei y empezó a caminar hacia la sala.-
¿No te duele?-Preguntó Mei con curiosidad.-
No. Estoy bien.-No podía flaquear ahora, no se permitiría hacerlo. Esto ya no se trataba de vencer a Daniel, conseguir patrocinadores o incluso quedar bien ante Sacris, era personal. Hoy sería el día donde se probaría a si mismo de qué es capaz, no importaba cuanto esfuerzo hiciesen sus miedos por someterlo, seguiría adelante.
La sala de espera no era más que una pequeña sala con un banquito de madera pintado de azul, las paredes, como en el resto del gimnasio, eran blancas y decoradas con patrones que buscaban imitar el paisaje marino.
Ester se asomó por la puerta y fue rápidamente hacia Sebas.-
¿Cómo está tu cabeza?-La preocupación en sus ojos le parecía adorable al chico, apenas se conocían y lo trataba como si fuesen amigos desde hacía años.-
Bien, no duele...Perdón por manchar tu camisa.-El chico le mostró los hombros y el cuello del lado izquierdo, donde había golpeado la piedra, tenían pequeñas gotas de sangre seca en ellos.-
La camisa no importa.-Ester no entendía por qué sacaría eso ahora, era solo un pedazo de ropa. -
¿De verdad te sientes bien? No tienes que forzarte, ¿No te afectó el ojo o...?-
Ester, Ester, Ester...Estoy bien. En serio.-Sebas movía los brazos implorándole que se detuviera.-¿Cómo está le gente? ¿Está lleno?-
Si, vine a verlos antes de que empiece el combate. Daniel y Julio deberían ir entrando ahora.-Una música empezó a sonar en la distancia, el himno de Sacris.-
Y allí están.-Ester respiró hondo y cerró los ojos buscando aclarar sus ideas. Una estrategia muy astuta por parte de Daniel, entrar con el himno, como un héroe regional. Mostrándose como la personificación de los valores de Sacris, como un campeón...pero ella tenía sus propios campeones.-Den lo mejor de sí mismos. Les deseo la mejor de las suertes.-Ester les regaló una cálida sonrisa y les hizo una pequeña reverencia.-Se que pueden hacerlo.-Sebas y Mei asintieron y Ester se fue a las gradas, Rodri y Auris la estaban esperando.-Chicos. ¿Podrían hacerme un pequeño favor?-
Claro. ¿Qué pasa?-Preguntó Auris.
Ester se inclinó hacia ellos y les susurro al oído.-
¿Les gustaría ayudarme a alterar el orden público?-
Joder, ese es el que más me gusta alterar.- Rodri sonrió de oreja a oreja. Auris asintió y luego de explicarles su trabajo procedió a irse a su puesto entre el púbico. Puede que ya no fuese una organizadora, pero seguían contando con uno de los mejores asientos, en lo más alto, sus guardaespaldas estaban de pie a su lado, podía ver con claridad la arena. Daniel y Julio estaban en su lado de la arena dando un saludo militar mientras el himno sonaba y Cristóbal estaba en el centro de la arena con un micrófono.
El público los vitoreaba y muchos de ellos tenían pancartas con el rostro de Gustavo dibujado en ellas donde alababan al presidente de la región y a su hijo.-
¡Demos le un fuerte aplauso a sus contrincantes, Sebastian González y Mei Kaneko!-En cuanto Cristóbal señalo hacia la entrada donde Mei y Sebas debían salir, Auris y Rodri pusieron el plan en marcha.
Los dos pusieron en sus teléfonos "We will rock you" a todo volumen y empezaron a pisar el piso al ritmo de la música, la gente no tardó en unírseles al escuchar la canción tan pegajosa, Ester pisaba suavemente el suelo y movía su cabeza al ritmo de la música.
Sebas y Mei se detuvieron justo antes de salir al exterior, el eco de los pisotones del público resonaba desde el exterior y sus gritos no tardaron en unirse "We will, ¡we will rock you! Rock you!" Sebas no pudo resistir la sonrisa, era un fanático acérrimo del rock and roll y estaba sonando una de las mejores en la historia. Mei estaba emocionada, esta canción siempre la ponían cuando había alguna competencia importante y aunque nunca supo que decía la letra estaba segura de que tenía con ver con dar ánimos.-
¿Lista?-Preguntó Sebas mientras se sacudía un poco para pasar los nervios.-
Lista.-Contestó Mei con una sonrisa. Los dos cruzaron la puerta moviendo sus brazos en el aire al ritmo de la música y el público los vitoreo mientras tomaban sus posiciones en la arena.
Las ovaciones, las fotos, era perfecto, era como un sueño hecho realidad, Mei no pudo resistir más la emoción y dio un giro sobre sí misma, se detuvo dándole la espalda al público y con fuerza agachó la cabeza mientras alzaba su brazo derecho en el aire, era una pose que solía hacer de niña cuando salía victoriosa.
Sebas la imitó y ambos se miraron de reojo con una sonrisa, oficialmente eran un equipo y vencerían como uno.-
¡¿Están listos para el combate?!-El público gritaba eufórico, pero Cristóbal se rascó la nuca, no parecía muy convencido.-No sé, siento que están sin ánimos hoy. Dije, ¡¿Están listos?!-El público gritó con más fuerza que antes.-Las reglas son simples.-Dijo con una sonrisa.-Será un combate en equipos, cada entrenador solo puede usar un pokémon y ganará el equipo que pueda noquear o inmovilizar a los pokémons de su adversario.-Se alejó de la arena mientras continuaba.-Quiero una pelea justa.-El líder de gimnasio tomó una bandera verde que estaba colocada junto a la silla del réferi, usualmente era utilizadas por los mismos para dirigir los combates, y la bajó rápidamente.-¡Comiencen!-Los cuatro lanzaron sus pokéballs, Percy y BuySell se materializaron frente a sus entrenadores y soltaron un pequeño grito de guerra. En el otro lado los haces de luz se dispersaron y dieron paso a un Elekid y un Dhelmise.-
(Fuck)-Fue el único pensamiento que cruzó la mente de Sebas antes de escuchar a Daniel gritar.-
¡Dhelmise usa anclaje!-El pokémon de hierro movió su pesada ancla y la balanceo hacia atrás para luego arrojarla con fuerza hacia arriba, tensó sus cadenas y la jaló hacia abajo tan pronto estuvo sobre Percy y BuySell.-
¡Esquívalo!-Gritaron Mei y Sebas a la vez. Cada pokémon esquivo hacia un lado, el ancla golpeo el suelo desquebrajándolo y separando a ambos pokémons.
Mientras Dhelmise jalaba su cadena buscando recuperarla Elekid corrió hacia BuySell moviendo sus brazos en círculos. Los puños del pokémon eléctrico empezaron a soltar chispas eléctricas y le propinó un golpe con ambos puños a BuySell, arrojándolo unos pocos centímetros hacia atrás. El pokémon acuático se incorporó tan rápido como pudo, pero Elekid volvió a ir tras el moviendo sus brazos.-
¡Chispa, otra vez!-Mei estaba a punto de ordenarle a BuySell que esquivase, pero recordó las palabras de Sebas-
¡Salta a la piscina y nada lejos!- Exclamó Mei. BuySell miró a la entrenadora y luego a Elekid. El pokémon de agua esquivo por meros centímetros el golpe de Elekid antes de saltar a la piscina. Elekid corrió hacia el borde de la piscina y hundió sus brazos en el agua.-
Si esto sale mal te mato.-Las palabras de Mei hicieron que Sebas tragase grueso.-
¡Elekiiiiiid!-El agua se llenó de pequeños rayos que recorrían su superficie, Sebas dio un paso atrás al verlos acercarse, pero Mei se mantuvo firme y observó el agua con cuidado. No podía ver a BuySell por ningún lado.-
¡Usa acuajet!-Exclamó la chica con fuerza, pero el pokémon no daba señales de vida. Elekid sacó sus brazos del agua y Julio sonrió complacido.-
Que pajua.- Le susurró Julio a Daniel.
Auris se llevó las manos a la cara, esto había sido patético.-
"Que gafa esa chama vale", "¿Pero además para qué se tira al agua?", las palabras del público fueron acalladas cuando, desde el otro lado de la piscina, salió un chorro de agua, era delgado y se extendía con cada segundo. El chorro se dirigió a Elekid y este apenas tuvo tiempo para girarse y ser golpeado en el rostro por el chorro, haciéndolo caer en la piscina. Elekid movía los brazos desesperado buscando mantenerse a flota y pudo ver como el chorro que lo golpeo estalló y de el emergió BuySell con una sonrisa orgullosa.-
¡Bui Bui!-El pokémon de agua levantó su brazo izquierdo hacia delante y lo sujetó con su brazo derecho dejando su puño alzado en señal de victoria, como le había enseñado su entrenador al percatarse de que no podía hacer esa extraña pose de levantar el dedo de en medio mientras hacía un puño.
Mei y Sebas sonrieron de oreja a oreja y Mei no pudo contener la risa, todo salió perfecto.-
¡En tu cara!-Exclamó Mei mientras Sebas intentaba contener su risa, que vergüenza sería el que lo vieran reírse luego de insultar a un competidor.-
P pero...-Julio estaba sin palabras.-¡¿Cómo?!-Miró a Daniel en busca de respuestas, pero este estaba demasiado ocupado buscando aplastar a Percy con su ancla.-
¡Ciencia perra!-Era justo como Sebas había predicho, la electricidad era inofensiva mientras estuviese en el agua por...Motivos que no entendió. ¿Pero eso que importa? Era ciencia y funcionaba.-
(Entonces supuse bien.)-Sebas ordenó a Percy que saltase al agua para evitar el tener que seguir esquivando al Dhelmise. El pokémon planta estiró sus tentáculos y sujetó a Elekid para subirlo nuevamente a la plataforma.-
¿Cómo lo hicieron?-Susurro Auris mientras se llevaba las manos a la boca buscando pensar.-
El carajo se las trae.-Afirmó Rodri con una sonrisa mientras se echaba atrás complacido.-Es el agua. El agua de la piscina debe ser agua de mar, es rica en sal, es un excelente conductor eléctrico.-
¿Eso no debería hacerla más peligrosa?-Pregunto Auris.-
No, todo lo contrario. El agua de mar conduce la electricidad tan bien que se disipa con rapidez, hace una forma de semicírculo debajo de la superficie y solo afecta a lo que está dentro de esa zona. Mientras se mantengan en lo profundo y naden lejos de la zona que Elekid electrocute no deberían tener problemas. Por eso los pokémons marinos no mueren cuando cae un rayo. A ver, mueren algunos, pero si no fuese por esto el mar estaría lleno de pokémons fritos.-Todos observaban expectantes, el agua se mantenía serena y Elekid corría de lado a lado tratando de electrocutar cada área de la piscina, pero le era imposible, la electricidad se disipaba antes de que pudiese llegar a la punta contraria.-
Mei, ataca a Dhelmise con rayo hielo. Percy y yo nos encargamos de Elekid.-Sebas estaba a punto de dar una orden a su pokémon, pero Mei habló antes.-
Pero...¿Hielo no es débil a acero?-Le daba algo de vergüenza el preguntar algo tan obvio-
Si.-Respondió Sebas extrañado. ¿Por qué le preguntaba esto?-
Entonces no le hará nada al bicho ese.-Dijo la rubia señalando al Dhelmise.-
¿Qué? No...Mei...Dhelmise no es tipo acero, es tipo planta y fantasma.-La chica miró al pokémon de planta y luego a Sebas.-
¿Esa cosa es una planta?-Sebas rodó los ojos y se frotó los ojos frustrados.-
¿Ves esa cosa verde? Ese es Dhelmise, es débil y no se mueve bien, se aferra a cosas que encuentra en el fondo del mar para tener con que defenderse .-
Entonces...Si le quitamos sus cosas...-La chica golpeó su mano abierta con su puño y sonrió llena de confianza.-Ya sé que hacer.-¡BuySell usa acuajet y ve hacia Dhelmise¡-Buizel salió de una de las piscinas internas y se dirigió hacia el pokémon de planta.
Elekid corrió hacia buizel moviendo sus brazos en circulo, pero Percy emergió de una piscina contigua y se colocó frente a él.-
¡Bofetón lodo!-Percy abrió su boca y disparó 4 bolas de barro, Elekid juntó sus brazos para bloquear el impacto y esté lo lanzó hacia atrás un metro. El impacto debilitó a Elekid que cayó de rodillas y apoyó sus manos en la arena para evitar caer. Percy corrió hacia él y saltó en el aire mientras endurecía su aleta para propinarle un golpe roca.-
¡Onda voltio¡-Elekid se alzó rápidamente y juntó sus manos en una palmada, pero nada ocurrió, el pokémon eléctrico miró sus manos y quedó en shock al percatarse que estaban recubiertas de barro. Percy golpeo la cabeza del Elekid y este calló en la arena. Percy se quedó quieto, listo para responder a cualquier treta de su adversario, pero Elekid no se levantó-
¡Elekid ya no puede continuar!-Exclamó Cristóbal-¡Queda fuera del combate!-Julio gruño y recogió a su pokémon. Sebas suspiró aliviado, era un problema menos del que preocuparse.-
¡Demolición!-Gritó Mei con fuerza. BuySell saltó hacia Dhelmise mientras giraba sus colas para golpear a su oponente con ellas.-
¡Dhelmise usa impresionar!-BuySell fue golpeado repentinamente por uno de los tentáculos de Dhelmise, buizel fue tomado por sorpresa y fue arrojado unos pocos centímetros en el aire. Dhelmise arrojó su ancla hacia BuySell atrapándolo con la cadena y apretándolo con fuerza-¡Gigadrenado!-Dhelmise jaló de la cadena y BuySell fue arrastrado a los tentáculos del Dhelmise, intentó detenerlo, pero sus pequeños pies no podían hacer nada para frenar su avance.
Percy corrió tan rápido como pudo y se colocó entre el ancla y BuySell, se posó sobre sus patas traseras y se preparó para el impacto. El ancla chocó contra las patas de Percy, arrastrándolo varios centímetros junto a BuySell, pero cuando los tentáculos de Dhelmise estaban a punto de alcanzar a BuySell este se detuvo, Percy estaba con sus patas firmemente clavadas en la arena, sosteniendo la pesada ancla en su lugar. Dhelmise jalaba con fuerza, Percy cedía ligeramente, pero se negaba a soltar o apartarse del camino.-
¡Rayo hielo!-BuySell hizo como Mei le ordenó y disparó un rayo de hielo hacia la...¿Cara? ¿Cuerpo? Verdoso del Dhelmise, este se sacudió con fuerza, sus cadenas se aflojaron ligeramente y buizel aprovechó la oportunidad para escaparse de ellas con un agua jet. El pokémon de agua salió disparado hacia arriba y se alejó del alcance del pokémon de planta.
Dhelmise intentó jalar para recuperar su ancla, pero Percy seguía haciendo fuerza para mantenerlo a raya.-
Mud...Mudkip...¡Muuuuuuud!-Percy gritaba mientras hacía fuerza para mantenerse en su sitio, pero no tardó en dar un paso, luego otro, mudkip empezó a avanzar sin detenerse alejando el ancla de su dueño.-¡Muuuuuuuuuuuud!-Sin perder un segundo Mei le ordenó a BuySell que golpease la cadena con demolición, finalmente la romperían y se desharían de esa molestia.
A ver a buizel acercarse sabía que perdería su principal ofensiva, ya estaba en una desventaja por culpa del inútil de Julio.-
¡Golpea a mudkip!- Gritó Daniel desesperado.
Dhelmise alzó su cadena esquivando por meros centímetros el ataque de buizel, el ancla se alzó 5 metros en el aire y mudkip, ante el repentino cambio, cayó en la arena.-
¿Mud?-En lo que el pequeño pokémon alzó su cabeza y miró a su entrenador el ancla descendió sobre su cabeza. Un chorro de sangre mancho la arena y todo el gimnasio quedó en silencio.
Ester se tapó los ojos al igual que otros miembros del público, otros, como Sebas, Mei, Auris y Rodri, solo permanecieron en silencio, estupefactos ante la escena.-
¡Percy!-El grito de Sebas atravesó el silencio como un cuchillo atravesando mantequilla.-¡¿Qué coño te pasa?!-Sus ojos estaban clavados en Daniel y empezó a caminar hacia él con pasos y respiración pesados, pero se detuvo cuando Dhelmise recogió su ancla y el débil llanto de Percy se hizo presente.
Sebas miró a su pokémon, luego a Daniel, nuevamente a Percy y saltó a la arena.-
¡Detengan el combate!-Sebas corrió hacia su pokémon que yacía temblando levemente, se arrodilló junto a él y tocó suavemente su cabeza, estaba rota, la sangre apenas permitía ver la herida en sí.-Te voy a llevar a un centro. Tranquilo.-El chico hablaba con una calma completamente forzada, tomó su pokéball y guardó a su pokémon antes de salir corriendo de la escena sin mediar palabra.
Auris se fue para ayudar a Sebas, esto no era un combate, solo era una vil muestra del poder de Daniel. Entrando con el himno y saludando a su pueblo como un servidor del mismo, pero Auris sabía que no tardaría en mostrar sus verdaderos colores. Lo que le hizo a Percy no fue ningún accidente, fue Daniel siendo Daniel.
Cristóbal tomó el micrófono y consideró bien sus palabras.-
Bueno...Esto...Es desafortunado, pero, así son los combates, es un deporte peligroso y los accidentes pasan.-El público explotó enfurecido, Ester se llevó las manos a la cara y maldijo por lo bajo.-
(Si Mei gana es lo mejor que nos puede ocurrir...Más te vale hacerlo.)-Pensó Ester.
Mei estaba fúrica, llamar accidente a algo así.
Cristóbal tragó grueso y buscó fortaleza para continuar, estaba destruyendo su carrera con cada palabra.-
Le deseamos lo mejor a Sebastian y a Mudkip...Pero el combate debe continuar.-Cristóbal sonrió forzosamente.-Es una ocasión para divertirnos y recordar lo que importa, la competitividad y la deportividad porque al final esto no es más que un deporte y estamos aquí para pasar un buen rato.-Cristóbal tomó la bandera verde y la alzó.-
(Te voy a destrozar)-Fue el pensamiento que inundo la mente de Mei.-
¡Continúen!-El grito de Cristóbal disparó adrenalina por el cuerpo de la chica. En lo que la bandera bajo Daniel gritó con fuerza.-
¡Giro rápido!-Obedeciendo la orden de Daniel Dhelmise se colocó horizontalmente y empezó a girar rápidamente, el pokémon extendió su ancla y esta se dirigía hacia buizel.-
¡Usa agua jet y entra en el agua!-BuySell se recubrió con agua salió disparado hacia la piscina, donde rápidamente se hundió.-¡Ahora usa demolición!-BuySell emergió levemente de una de las piscinas internas, solo asomando su cabeza y vio la cadena moviéndose rápidamente a unos meros centímetros.
Dhelmise intentó detenerse, pero era tardaría en reducir lo suficiente su velocidad dado su impulso, BuySell se dio la vuelta y extendió sus colas a la superficie mientras las giraba rápidamente.
Sus colas golpearon la cadena y esta se quebró con el impacto, el ancla salió disparada hacia una de las paredes de la arena, los escombros volaron por la sala, pero por fortuna nadie del público salió herido ya que estos se encontraban más arriba, pero eso no evitó que aquellos cerca de la zona de impacto huyesen a las gradas superiores.
Dhelmise salió disparado hacia un costado e impactó contra la pared opuesta, su cuerpo oxidado estalló dejándolo aferrado solo a un pedazo del timón que formaba su "cabeza". La cola de buizel dolía, pero no era momento de quejarse. El pokémon de agua saltó a la arena y encaró a su adversario.-
¡Rayo hielo!-el rayo helado avanzó hacia Dhelmise y este apoyó sus tentáculos en la arena y con impulso empezó a girar sobre sí mismo huyendo del rayo que creaba pequeños témpanos en donde golpeaba, pero su huida se vio truncada cuando su timón se hundió en la arena debido a su forma irregular.-
¡Voltéate! -Exclamó Daniel. Dhelmise se dio la vuelta y el rayo hielo golpeo la parte trasera del timón y este se congeló al instante. Dhelmise empezó a agitarse y se arrojó al agua buscando huir del frío.
Las algas se hundieron en el agua y buizel miraba a su alrededor buscando a su adversario.-
¡Busca a esa cosa y acabalo con mordisco!-Ya estaba vulnerable, solo faltaba el golpe de gracia. Buizel saltó al agua y se sumergió rápidamente.
Todos observaban la superficie con detenimiento, los segundos pasaron y el agua se mantenía serena, pero de pronto una figura empezó a emerger. La figura salió disparada del agua y cayó en la arena agitándose con fuerza, era BuySell, pero su cuerpo estaba recubierto por Dhelmise.
Buizel mordió uno de los tentáculos de Dhelmise y el mordisco hizo que el pokémon planta se agitase con fuerza, pero no cedió, apretó a BuySell con fuerza y amarró su boca cual bozal.-
¡Gigadrenado!-Buizel gritó desesperado mientras su fuerza vital era succionada.-
¡Rayo hielo!-La boca de buizel brilló azul, pero Dhelmise apretó su hocico con más fuerza y el rayo fue incapaz de salir, BuySell se agitaba y chillaba mientras el interior de su boca se congelaba.
Dhelmise enredó uno de sus tentáculos en el cuello de BuySell y lo apretó mientras continuaba usando gigadrenado hasta que BuySell finalmente dejó de forcejear. Dhelmise lo soltó y se deslizo hacia la arena.-
¡Buizel no puede continuar!-Gritó Cristóbal. Mei cayó de rodillas, las lágrimas inundaron sus ojos.-¡Daniel y Julio ganan!-Daniel saltó con emoción y Julio lo abrazó mientras celebraban y un pequeño grupo de espectadores empezaron a celebrar, pero el resto de los presentes solo los miraban en silencio.
Cristóbal aplaudía sin ánimo y Ester solo suspiró y se retiró de la sala.
Daniel tomó el micrófono y dio un discurso sobre la juventud de Sacris y su infinito potencial, felicitó a sus adversarios y compañero y condenó el ataque a los Centros, pero Mei no escuchaba ni una palabra, solo se mantenía de rodillas con lágrimas corriendo por sus mejillas. Se sentía tan impotente, tan insignificante, intentó vengar a su amigo, pero solo se humilló a sí misma.
Unos pies se colocaron frente a ella y alzó la vista para encontrarse con Daniel que la miraba con una amigable sonrisa.-
Fue un gran combate, diste lo mejor.-El chico extendió su mano hacia ella.
Había soñado con este día, recibir un reconocimiento de su ídolo le parecía una bendición, pero ahora...le daba asco. Este...Este no era Daniel, Daniel era amable y considerado, un defensor del pueblo, pero este chico frente a ella no mostraba ninguno de esos valores.-
Yo te admiraba.-Susurró Mei antes de ponerse de pie por su cuenta, guardar a buizel e irse.
La chica salió del gimnasio, pero fue interceptada por un grupo de camarógrafos y reporteros, la avalancha de gente bloqueo su visión y camino y las preguntas se posicionaban unas encima de otras haciéndolas inentendibles. "¿Qué piensas del combate?" "¿Qué le susurraste a Daniel Martínez antes de irte?" "¿Por qué no te despediste luego de perder?"
Mei intentaba caminar y alejarse, no quería hablar.-
Solo quiero saber cómo está Percy.-Mei siguió intentando avanzar, pero los reporteros no se lo permitían. "¿Crees que mudkip está bien?" "¿Qué opinas sobre el ataque a los Centros?"-¡¿Se pueden quitar?!-Mei empujó a uno de los camarógrafos y aprovechó la apertura para escapar.
Sebas estaba encerrado en el baño de hombres del centro pokémon, llevaba varios minutos dentro, estaba en posición fetal y no paraba de llorar. Le atormentaba la visión de la herida abierta de Percy, intentaba no pensar en lo peor pero la idea rumiaba en el fondo, la idea de perder a Percy era horripilante.
Además, era tan evidente, ¿Por qué no le ordeno que se apartase?
Auris estaba parado en la puerta del baño, esperando a que el muchacho saliese.-
No es tu culpa, ¿Lo sabes no?-Dijo Auris.-
(Típica cosa que te dicen cuando es tu culpa.)-Pensó Sebas. Odiaba esas frases, esas "frases hechas", cosas que solo dices cuando no sabes que más decir. Cosas que solo suenan bien pero no significan nada en lo absoluto.-(Soy su entrenador, se supone que debo prever estas cosas.)-Su respuesta a Auris fue solo mental, era incapaz de hablar entre sus sollozos.-(Percy se va a morir y va a ser mi culpa...Y el pajuo de Daniel que lo golpeó así.)-Sebas empezó a golpear, molesto, las paredes del baño con una de sus manos, pero sus golpes eran endebles, sus brazos se sentían de hule.-
Quieres mucho a Percy, ¿No?-Preguntó Auris.-
Si.-Contestó Sebas con voz temblorosa.-
Pues Percy te necesita ahora. Se aferro al ancla porque creía que era lo correcto, no quería decepcionarte.-Respondió Auris con calma.-
¿Y tú cómo...?-Estaba a punto de insultar a Auris por intentar sermonearlo, pero este lo cortó de golpe.-
Hablo con los pokémons, ¿Te acuerdas?¿Te acuerdas como Percy empezó a gritar? Literalmente dijo "No voy perder, Sebas me está viendo." Percy no quería decepcionarte...¿Cómo crees que se sentirá si te ve llorando?-No hubo respuesta. Auris suspiró y sonrió ligeramente.-Mira, esta es la quinta persona a la que le digo que el baño está ocupado, sal de allí o tendré que comenzar a decir que tienes diarrea crónica.-Se pudieron escuchar unas pequeñas risas por parte de Sebas.-
Solo...Deja que me lave la cara, ya voy a salir.-Auris sonrió ante la respuesta del chico y se quedó junto a él mientras esperaban a Percy.-
¿Sebastian González?-Preguntó la enfermera a cargo del centro. Sebas se levantó rápido y fue hacia ella.-Percy ya está fuera de peligro, tuvimos que ponerle unos puntos, pero se sentirá mejor pronto.-Sebas solo asentía antes sus palabras.-Por cierto...-La mujer parecía dudosa en si continuar o no.-¿Tu fuiste el que se enfrentó a Daniel en el gimnasio?-Preguntó la enfermera con curiosidad.-
Eh, si, si fui yo.-Respondió Sebas extrañado.-
Fue un gran combate el que dieron ustedes dos, lo estaba viendo en la sala de espera. Me hubiese gustado que ganasen.-La enfermera le sonrió con sinceridad.-
Muchas gracias por su apoyo. De veras.-Dijo el chico con una sonrisa.-
(Así que perdimos...Todo esto fue para nada.)-Pensó él.
La enfermera lo llevó a una de las salas de operaciones y en ella estaba Percy acostado encima de una mesa, tenía su pequeña cabeza vendada.-
Le pusimos anestesia así que estará algo cansado y confuso, pero...-Percy volteo ligeramente hacia la enfermera, se le veía desanimado, pero en lo que sus ojos enfocaron a Sebas se levantó de un salto y antes de que pudiesen detenerlo saltó de la mesa de operaciones hacia los brazos de su entrenador. Justo antes de saltar sus patas se tropezaron la una con la otra y cayó de cabeza contra el suelo.
El pequeño pokémon gritó de dolor y la enfermera se llevó las manos a la boca sorprendida, Sebas corrió a auxiliar a su pokémon, pero este se giró rápidamente y se puso de pie, aunque se tambaleaba sin parar.-
No seas loco Percy. Ven.-Sebas cargó a su pokémon y lo abrazó con cuidado, Percy se veía desanimado y avergonzado. Sebas le dio un beso en la frente con cuidado y le sonrió tiernamente.-Que bueno que estás bien. Me asustaste mucho.-Los ojos de Percy se aguaron y este hundió su cabeza en el pecho de su entrenador que se limitó a acurrucarlo suavemente.-No te pongas triste, lo importante es que estás bien...La próxima vez ganaremos.-Percy alzó su cabeza levemente.-¿Aún quieres pelear?-Percy asintió.-Entonces en lo que te mejores volveremos a combatir, esto no pasará otra vez.-Percy asintió con determinación y tanto Sebas como Auris se despidieron de la enfermera antes de salir del centro pokémon.
No dieron dos pasos cuando Mei y Rodri se les acercaron.-
¿Cómo está Percy?-Preguntó Rodri.-
Bien, acabamos de salir.-Dijo Sebas con calma para luego mirar a Mei, estaba con la mirada baja y avergonzada.-
Lo intenté, pero...-
Ya sé que perdimos.-Contestó Sebas sin dejarla terminar.-
Te juro que me esforcé, pero...-No tenía excusas.-
...-Sebas miró a Percy luego a Mei.-No importa.
¿A no?-Preguntó Mei confundida.-Perdimos y Percy salió herido y además...-
Ya te dije que no importa...No es el único combate del mundo. Ganaremos el siguiente.-No eran más que palabras vacías que decía para reconfortarse a sí mismo. Habían hecho el ridículo, Auris tenía razón, al menos no se lo estaba restregando en la cara, pero eso no cambia la verdad. Fueron humillados, apaleados y ahora toda su credibilidad estaba en la ruina...Daniel ni siquiera es un líder gimnasio, ¿Cómo sería cuando se enfrentasen a uno en serio? Entrenó toda su vida para esto y ni siquiera puede hacerlo bien, todo estaba perdido, él era una causa perdida, este viaje era una causa perdida y ni siquiera ha empezado.-
¿Cómo está BuySell?-Preguntó Auris buscando cambiar el tema-
No debe tener mucho, le usaron gigadrenado, pero estará bien pronto. ¿Me esperan mientras lo curo?-Todos asintieron ante la pregunta de Rodri y mientras esperaban a que les entregasen a BuySell a Sebas le llegó un mensaje de Ester. "Vayan a mi casa a las 3".-
¿Cómo te escribió?-Preguntó Mei confusa-
Probablemente se compró otro teléfono.-Dijo Sebas mientras guardaba su celular.-
Ya quisiera yo comprarme uno así.-Dijo la chica en un suspiro.-
¿Qué querrá?-Preguntó Auris.-
Probablemente que le devolvamos la ropa y darnos la nuestra.-Respondió Sebas mientras le contestaba que allí estarían.-Y siendo completamente honestos...¿Les gusta esta ropa? Yo detesto los mocasines, si fuese por mi ordenaría quemar todas las fábricas de mocasines del mundo.-Mei y Rodri rieron con su comentario, pero Auris no pareció estar de acuerdo.-
A mí me gustan los mocasines, son cómodos y no te los tienes que amarrar. Y en cuanto a la ropa...No sé, a mí me gusta.-Mei y Rodri solo dijeron "Meh".-
No entiendo la moda.-Dijo Mei.-Pero me gusta la mía. Le voy a preguntar si me la puedo quedar.-
Te queda linda.-Dijo Sebas con una leve sonrisa. Mei sonrió y dio una pequeña vuelta.-
Será mi nuevo lu' casual.-
¿Qué?-Preguntó Sebas.-
Lu'. ¿No sabes que es un Lu'?-
Look.-Dijo Sebas, Mei lo miró extrañada.-Es look.
¿Y yo que dije?-Preguntó Mei-
Lu'-Respondió Sebas.-
¿Y cómo se dije?-Sebas rio por lo bajo.-
Look.-
¿Y que dije yo?-Volvió a preguntar-
Ay ya, que ladilla eres de verdad.-Dijo Sebas entre risas. Mei empezó a reír y se sentó nuevamente.
No les quedaba más que perder el tiempo hasta las 3 y eso mismo hicieron, pasaron el rato conversando, comiendo y contando malos chistes hasta que la hora llegó. Todos fueron a casa de Ester como se les pidió y la chica envió al servicio a que les hiciese pasar.
Ester los esperaba sentada en uno de los sofás individuales, pero lo acomodó para colocarlos frente al televisor y así encarar a todos los demás, les pidió que tomaran asiento y así lo hicieron.-
¿Cómo se encuentran sus pokémons?-Preguntó Ester con serenidad. Tenía esa mirada dominante y llena de confianza que hacía que a Mei se le revolviese el estómago de los nervios.-
Bien.-Contestaron Sebas y Mei a la vez.-
Me alegro.-Ester sonrió levemente ante su respuesta y sus ojos vagaron observando a cada uno.-Debo felicitarlos por lo que hicieron. No fue el resultado que esperaba, pero las cosas salieron de maravilla.-Todos la miraron confundidos, ¿Cómo podía decir que todo salió de maravilla? Perdieron. Ester sonrió risueña, le parecían tan adorables cuando estaban confundidos.-Están en boca de todos. Todo el mundo habla de su combate.
He de admitir que quitando algunos detalles el plan fue un éxito.-Auris frunció el ceño un segundo, pero se mantuvo callado, hablar de éxito cuando dos pokémons salieron heridos y uno estuviese al borde la muerte le parecía insensible por su parte.-La entrada fue espectacular, se ganaron al público. El combate fue extraordinario y aunque lamento lo de Percy, puso a la opinión pública de su lado, bueno, eso y la pedrada que te dieron.
Daniel tuvo que pedir disculpas por el "accidente" y dijo que estaba dispuesto a entregarte el premio del ganador si así lo querías Sebas.-Ester no podía ocultar su felicidad, había vencido a Daniel en su propio juego.-
No entiendo.-Dijo Mei, Ester la miró curiosa.-Perdimos...¿Por qué la gente nos apoya tanto entonces?-
Porque dieron más que un combate.-Ester cerró los ojos mientras fantaseaba con un público gritando eufórico en una arena.- Pan y circo Mei.-Mei no entendió bien que quería decir con "pan y circo". Ester la miró antes de continuar.- Hay algo que las personas aman más que ver ganar a sus ídolos, que ver una historia de autosuperación o un romance imposible, y eso es un espectáculo. TODOS aman un buen espectáculo y ustedes se los dieron.
Tendrán al público comiendo de su mano, pero solo será unos...mmm...dos días a lo mucho, deberían aprovechar esta ola mientras puedan.-Ester se puso de pie y fue a buscar unos sobres que estaban en la mesa de la cocina y le entregó uno a cada uno.-
¿Qué es esto?-Pregunto Rodri mientras abría el suyo y todos lo siguieron poco después.-
Sus pagos por sus servicios. No creerían que me ayudarían a montar todo esto y no les daría algo a cambio, ¿O sí?-Los de Rodri, Mei y Sebas tenían 1600 pokédolares mientras que el de Auris solo tenía 600. Mei quedó estupefacta, todos empezaron a contar los billetes y Ester se limitó a retomar su asiento mientras lo hacían.-Auris, te toca menos ya que solo me ayudaste con la música. Sebas y Mei combatieron y modelaron y Rodri merecía un aumento ya que su pokémon salió herido. ¿Estás de acuerdo?-Auris le dijo que si, pero era una pregunta sin sentido, aunque le dijese que no, no le hubiese aumentado el pago.-
Gracias Ester, de verdad.-Sebas le sonrió, al menos algo bueno había surgido de todo esto.-
No hay problema. Por cierto, su ropa ya está lavada, pueden llevársela...Por cierto, ¿Cuánto tiempo planean quedarse en Aurum?-
Ehm.-Todos se miraron.-4 días más.-Dijo Sebas.-
Lo que se quede Sebas.-Afirmó Mei.-
Cuanto quiera.-Dijo Rodri.-No tengo planes.
También unos días, pero no tengo una fecha fijada, ¿Por qué?-Preguntó Auris. Ester cerró los ojos y llevó un dedo a sus labios de forma pensativa.-
Por nada, solo curiosidad. Estoy pensando algunas cosas...Aunque es posible que llame a Sebas y a Mei para entrevistas si se da el caso, así que estén pendientes de eso. Después de todo soy su patrocinadora.-Con todo aclarado tomaron sus cosas y luego de una rápida despedida salieron del apartamento, excepto Mei a quien Ester le pidió a que regresase un segundo.-¿Tienes algo que hacer mañana?-
No que recuerde.-Dijo la rubia.-
Bien. ¿Podrías venir mañana a la tarde? Hay algo que me gustaría hablar contigo.-El corazón de Mei se aceleró y los butterfrees revoloteaban libremente.-
N no tengo teléfono, llama a Sebas y...-Ester no se inmutó ante sus palabras.-
Te estaré esperando aquí a las 2, se puntual por favor.-Más que una invitación parecía una orden.-
Aquí estaré.-Le hubiese gustado replicarle y decirle quien coño se creía para darle ordenes, pero no era capaz de conseguir la fuerza para ello.-
Bien.-Dijo Ester complacida.-Ya puedes irte. Espero que pases un excelente día.-Dicho esto la morena le dio la espalda y se fue a su habitación. Mei se quedó embobada en la sala y salió de su trance cuando la señora de servicio le preguntó si saldría.
Con su respiración pesada, su corazón en la garganta y los nervios a flor de piel salió del apartamento.-
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