Capítulo 13
Sebas y Mighty corrieron cuando escucharon sus gritos. Al llegar a la zona donde estaba no había señales de la morena, el chico rápidamente fue a la orilla pensando que podría haber sido arrastrada por la corriente, pero unas lianas marronáceas salieron del agua, sujetando su pierna y arrastrandolo río adentro.
Mighty corría por la orilla incapaz de ubicar a su alfa. Ester y él emergieron rodeados de lianas, dos esclamates los sujetaban por detrás y avanzaban con ellos corriente abajo. El pokémon siniestro no sabía que hacer, su alfa no podía darle ordenes, su boca estaba amarrada entre las lianas y él no podía atacar a sus captores por miedo de herir a su alfa. Sin más opciones el pokémon aulló para indicar su posición al resto de la manada pero para cuando llegaron ya era demasiado tarde, los secuestradores se sumergieron nuevamente, llevándose a ambos.
Era difícil saber a dónde iban o donde estaban, los esclamates emergían de vez en cuando para tomar aire pero todos los árboles se veían iguales. Sebas y Ester forcejeaban pero aunque sus captores se veían delgados y quebradizos su fuerza superaba con creces la de los humanos, los pokémons los llevaron hasta un lago donde el agua les cubría hasta pecho pero los esclamates estaban sumergidos casi por completo. En el centro del lago había un árbol de madera pálida, su forma casi parecía la silueta de un hombre, las hojas cercanas a su tallo brillaban con un tono verde esmeralda que cautivaba a pokémons y humanos por igual, una visión sobrenatural, pero las hojas más alejadas, las que se extendían buscando acariciar el cielo estrellado y se mecían suavemente con la brisa, estaban marrones y algunas caían cuando la brisa aumentaba ligeramente su paso.
Sebas miraba a su alrededor buscando alguna ruta de escape, pero estaban rodeados de esclamates y esclamamus en todas direcciones.
Los esclamamus eran más altos que los esclamates, igualaban a Sebas en tamaño, sus cuerpos tenían una complexión delgada pero menos huesuda que los de su preevolución, y las plantas recubrían sus cuerpos casi por completo por lo que sus pieles de tonos putrefactos apenas eran visibles. Sus ojos blancos y brillantes estaban caídos y sus labios se doblaban hacia abajo dándoles una expresión de eterna melancolía.
Ester intentó ponerse de pie y salir corriendo pero el pokémon jaló de las lianas que la sujetaban y la hizo caer de rodillas.-
Nos vamos a morir.-Susurro Ester entre lágrimas.-Nos van a comer.-
Ester...-
¿Nos van a comer verdad? ¿Vamos a morir?-Ester hablaba con ojos llenos de terror y lloriqueaba mientras su mente se llenaba con imágenes grotescas de su cadáver siendo la cena de estos monstruos.-
Ester...-La chica no lo escuchaba, sus llantos se intensificaron mientras repetía "Nos van a matar" una y otra vez.-¡Callate!-La chica se giró a verlo y sorbió su nariz mientras buscaba controlar su respiración.-¡Nadie va a morir! ¡¿Ok?!-
(Qué estoy diciendo, nos van a matar.)-El chico maquinaba buscando alguna solución mientras sus amigos recorrían las orillas con la esperanza de encontrarlos, o al menos a sus cuerpos ahogados.
Mighty olisqueaba por doquier buscando encontrar el olor de su alfa pero el agua lo había borrado, solo podía sentir ese feo y molesto olor que emitía el río, era tan desagradable, no entendía por qué esos humanos no parecían sentirlo. Sin más opciones volvieron al campamento para reorganizarse y hacer un plan, pero Mighty sintió un olor, uno que le hizo hervir la sangre, todos dieron pasos atrás al verlo arrugar la nariz y gruñir con cada vez mayor intensidad para luego correr hacia el campamento. Todos corrieron tras él pero el pokémon avanzaba sacándoles metros de ventaja hasta perderse entre la maleza, a medida que avanzaban los sonidos de la pelea se hacían más fuertes, al llegar encontraron a Mighty atacando a un esclamate, lo tomaba por la yugular y apretaba, pero su enemigo apenas sangraba, sus colmillos a duras penas traspasaban su piel. El pokémon fantasma lo empujaba para quitárselo de encima pero Mighty no cedía en su ataque.
Podía olerlo, era el mismo que estaba en el campamento, los estaba siguiendo, probablemente venía a llevarse al resto de su manada, pero eso no era importante, ellos podrían cuidarse solos, pero esta cosa era uno de los que se llevaron a su alfa y pagaría por ello.
Mighty mordía y arañaba al pokémon sin descanso y los testigos no hacían más que mirar la pelea mientras se urgían entre ellos para intervenir. Rodri intentó colocar una mano en la melena de Mighty pero este giró y buscó arrancarle la mano, su mordisco fallando por meros centímetros. El pokémon siniestro ya se había cansado de maltratar su comida y abrió sus fauces mientras sus colmillos se llenaban de una energía oscura para triturar a su presa.
Esclamate gritó con fuerza, todos se taparon los oídos, Mighty estaba mordiendo su rostro, sus colmillos habían empezado a traspasar su piel pero por mucho que intentaba no podía cerrarlos. Rodri corrió y nuevamente tomó a mightyena mientras Auris temerosamente abría sus fauces para liberar a esclamate.-
¿Cómo hace Sebastian para controlar esta cosa?-Preguntó Rodri mientras dejaba a Mighty en el suelo y este gruñía y babeaba sin separar sus ojos de ese sucio traidor.
Mei y Auris ayudaron al esclamate a levantarse y esté movió los brazos para que lo soltasen, corrió hacia la mochila de Auris y empezó a recoger con sus lianas botellas que estaban desparramadas por el suelo, antídotos.-
¿Qué haces?-El pokémon ignoró a la rubia mientras seguía tomando botellas y una vez terminó intentó esconderse dentro del bosque pero Mei lo tomó del hombro y lo obligó a darse la vuelta, ganándose una serie de leves gruñidos.-
Dice que quiere nuestros antídotos para ayudar a su manada. Parece que están tan enfermos como él.-Dijo Auris mientras le sonreía un poco al pokémon.-Si querías nuestras cosas podías pedirlas, ¿Sabes?-Esclamate señaló a Mightyena y Auris negó con la cabeza.-¿Él? No te hará daño, solo está molesto porque no encuentra a Sebas. Unos esclamates se los llevaron junto a Ester.-Dijo Auris mientras Percy y Alda se colocaban frente a Mighty buscando calmarlo.-
¿No tienes idea de a donde podrían estar?-Le preguntó Mei con una sonrisa y ojos tiernos que le derretían el corazón, pero el pokémon gruñó y luego se dio la vuelta en señal de molestia, la chica de pelo rizado le caía bien pero el otro muchacho le había gritado y ese pokémon siniestro casi lo mata, no tenía por qué ayudarlos.-
Sé que pueden ser molestos pero te aseguro que no son malos, ¿Sí? Podrías ayudarnos, ¿Por favor?-Las suplicas de Auris eran ineficaces.-
Anda, hazlo por mí, ¿Sí? ¿No somos amigos?-El pokémon miró a Mei, luego a Auris y soltó varios gruñidos.-
...La...¿Medicina? No, no tengo más, pero te diré algo, si nos ayudas a encontrar a nuestros amigos te traeré más medicina. ¿Qué dices?-Esclamate no lo pensó dos veces y corrió hacia el río para luego avanzar siguiendo la corriente.
Rodri los seguía detrás mientras cargaba al pokémon siniestro que aun no estaba muy convencido de confiar en el fantasma pero no podía hacer mucho al respecto ahora mismo.
Mientras tanto en el lago, esclamates y esclamamus se adentraban en el agua desde todas direcciones, cargaban con presas aun vivas como raticates, linoones y otros pokémons medianos, un grupo de esclamamus incluso trajo un stantler que sujetaban entre todos, mientras se dirigían al centro del lago, hacia ese árbol que se alzaba en su centro.
Las ramas crujieron, meneándose de un lado a otro mientras se separaban del tronco principal que se contorsionaba hasta obtener una apariencia humanoide, las ramas y las hojas se fueron encogiendo, algunas incluso fueron absorbidas dentro del cuerpo del pokémon al igual que la madera que cubría algunos trozos de su cuerpo.
La criatura empezó a girar, analizando con la mirada las presas que sus súbditos habían traído, hasta detenerse frente a Sebas y Ester. Medía cuatro metros de altura, su cuerpo era de apariencia grande y musculosa, estaba recubierto por plantas de distintos tipos y tenía trozos de madera pegados a su cuerpo que conformaban una especie de armadura, similar a un trevenant, los únicos pedazos carentes de ella eran sus articulaciones. Su rostro estaba cubierto con la madera por completo, solo tenía dos agujeros donde iban sus ojos pálidos y brillantes.
De su cabeza crecían dos ramas que se asemejaban a los cuernos de un demonio y de su espalda salían innumerables ramas de distintos tamaños, todas recubiertas por esas hojas verdes esmeralda, emulando una capa.-
¿Qué es eso?-Preguntó Ester con voz quebradiza.-
Un escalamita.-Dijo Sebas mientras negaba con la cabeza.-Esto no tiene ningún sentido.-Susurro para sí mismo.-No evolucionarán...¿Por qué hacen esto?-Los dos humanos temblaban aterrados mientras la criatura posaba sus manos sobre las cabezas de ambos, sujetándolos con facilidad, Ester rompió a llorar mientras Sebas solo respiraba con dificultad. Los esclamates que los habían traído los soltaron y dieron pasos atrás, ambos humanos pudieron ver como se habría la máscara de la bestia para revelar una sonrisa de dientes afilados. El pokémon los alzó del agua, ambos sujetaban sus manos y las golpeaban buscando liberarse pero este solo reía, reía a carcajadas mientras el resto de pokémon berría y gritaba, eran el aperitivo de su gran banquete, una señal de victoria, los humanos habían arruinado su oportunidad de evolucionar y lo pagarían con su vida.
Ambos humanos lloraban y rezaban, sus ojos peinando la zona en busca de algún milagroso salvador, pero no había nadie. El chico cerró los ojos y tomó aire, no estaba seguro de que harían luego pero, era su única oportunidad. Aprovechando sus manos libres tomó una pokéball y la estampó contra la mano del escalamita, la pokéball se abrió, absorbiéndolo, y ambos cayeron al agua. Se pusieron de pie y el chico tomó a Ester de la mano antes de salir corriendo lo más rápido que podían, pero la pokéball se abrió al poco tiempo y la bestia emergió nuevamente, Sebas se giró y le arrojó otra pokéball pero este la desvió de un manotazo, rompiéndola en cientos de trozos.-
Corre.-Ordenó él.-¡Corre!-La criatura avanzaba lentamente hacia ellos. Deleitándose con el gusto de ver a sus presas huir cuando no tienen oportunidad de escapar.
Estiró su mano y de ella salieron varias lianas que amarraron al muchacho por el pecho y lo jalaron hacia él, para su sorpresa la muchacha aun sujetaba la mano de su compañero y entre ambos evitaban que fuese arrastrado en su dirección.-
¡No me sueltes!-Ester negó con la cabeza ante sus palabras, incluso cuando las lianas los jalaron y sus pies fueron arrastrados por el barro, ella juntó su otra mano para sujetarlo mejor mientras se clavaba en el suelo. Era un esfuerzo admirable, inútil, pero admirable, la criatura jaló y Ester cayó al agua, la mano de Sebas deslizándose fuera de su agarre. Al levantarse pudo ver como la bestia lo sujetaba por el rostro, el chico golpeaba su brazo con fuerza y en un rápido movimiento lo hundió en el lago. El muchacho pataleaba y el agua se agitaba con violencia. La bestia ni siquiera la miró cuando soltó un grito desgarrador, una mezcla de llanto y rabia, solo sonrió mientras veía como el forcejeo del muchacho cesaba de a poco. Una vez el agua quedó placida fue que miró a la morena y esta le arrojó un puñado de barro a la cara.-
¡Maldito!-Exclamó la chica entre lágrimas. Escalamita rugió con fuerza pero ella no retrocedió, tomó otro puñado de barro y se preparó para lanzarlo.-
¡Canto helado!-Una serie de pequeños disparos de hielo impactaron contra el pecho del pokémon, que retrocedió mientras gritaba de dolor.-
¡Ahora! ¡Ve ve ve!-Para sorpresa de Ester el resto sus amigos estaban en la orilla, Percy y Buysell nadaban hacia ellos a toda velocidad pero en lugar de correr hacia los pokémons, ella fue hacia la criatura, se hundió en el agua y emergió con Sebas. Buysell se puso al frente, listo para luchar, pero Percy fue con su entrenador, le dio suaves cabezazos pero no reaccionaba, los ojos de mudkip se aguaron y empezó a soltar suaves chillidos mientras le daba cabezazos más fuertes a su entrenador con la esperanza de que volviera en sí.
Rodri y Auris entraron al agua y los llevaron a la orilla. El rubio presionaba el pecho de Sebas a modo de primeros auxilios, Mighty buscaba moverse para estar junto a su alfa pero aunque la parálisis empezaba a ceder apenas podía mantenerse en pie, y Mei solo los miraba, apretaba los puños y dientes mientras se maldecía internamente por tardar tanto en llegar. Y mientras los humanos se ocupaban de sus amigos, el esclamate que los acompañaba se acercó al lago, arrojando los antídotos al suelo, alzó los brazos buscando la atención de sus pares y entre gruñidos, berridos y quejidos los pokémons se comunicaban. Unos hablaban por encima de los demás hasta que todo se convirtió en un mar de sonidos incoherentes que fue detenido por el potente rugido de su jefe.
Escalamita y esclamate intercambiaron gruñidos un tiempo pero luego el jefe rugió y golpeó el suelo del lago con sus puños.-
¿Qué dicen? Traduce.-Le ordenó Mei a Auris.-
Ehm...-No estaba muy seguro de como expresarlo.-Esclamate cree que todos están enfermos por culpa del agua, que les hace daño y...Quiere que salgan porque tenemos...Eh...Cosas mágicas que los pueden sanar.
El grande le acusa de ser un traidor y abandonar la manada, no quiere escucharlo.
Luego empezaron a insultarse.-Esclamate rugió de vuelta y todos los esclamates y esclamamus del lago empezaron a gritar y a gruñir mientras alzaban sus brazos.-¿Es...Un reto?-Escalamita alzó los brazos y rugió para luego reír y golpear su pecho con fuerza.-Esclamate lo está retando para ver quién será el líder de la manada.-Esclamate golpeó su pecho y metió los pies en el agua, no quería hacerlo pero era necesario, se adentró hasta que el lago lo cubrió hasta la barbilla, quedando a meros centímetros de su oponente.-
¡Esclamate!-Gritó el pokémon mientras levantaba los brazos y lanzaba sus lianas hacia escalamita que alzó un brazo y rápidamente le propinó un golpe en la cabeza, hundiéndolo en el agua.
La bestia reía mientras alzaba un puño en señal de victoria pero mientras celebraba el agua tembló y esclamate se alzó malherido a la superficie, su cuerpo se tambaleaba, pero abrió la boca y gritó con fuerza para paralizar a su objetivo. Escalamita quedó petrificado con su puño alzado en el aire pero un suave y dulce olor siguió poco después, el pokémon alfa había usado aromaterapia y de su cuerpo salía un agradable olor que sanó su cuerpo, devolviéndole rápidamente la movilidad. El monstruo bajó la mirada y esclamate le rugió con determinación, arrojó sus lianas para sujetar el brazo de su contrincante que sin esfuerzo las rompió y lo tomó por la cabeza para alzarlo fuera del agua hasta colocarlo encima de su cabeza. La bestia alzó otra mano, tomando la otra mitad del cuerpo de esclamate, y empezó a tirar. Esclamate gritaba desesperado mientras sentía sus huesos estirarse, todos los espectadores no hacían más que mirar impotentes la tortura, incluso los otros esclamates y esclamamus parecían incomodos ante la brutalidad de su alfa.-
¡Oye!-Gritó Mei antes hacer algo muy valiente y muy estúpido.-¡Metete con alguien de tu tamaño!-Tomó una roca y la lanzó con fuerza, golpeando el pecho del monstruo, la pequeña piedra rebotó al hacer contacto con sus duros pectorales pero fue suficiente para llamar la atención de la bestia.
Atacarlo, en medio de un duelo, era una ofensa, ya no eran ataques desesperados de presas buscando defenderse, era una ofensa a su autoridad, y no toleraría tal cosa.
Jaló con más fuerza para terminar de quebrar a esclamate. Sería una muestra de poder para esta grosera muchacha y su grupo de insoportables humanos.-
¡Canto helado!-Vulpix siguió las ordenes de Auris y disparó una serie de pequeñas bolas de hielo hacia el monstruo, golpeándolo de lleno en el pecho. Este gritó y soltó a esclamate, que cayó inmóvil al agua.
La criatura rugía furiosa y ordenó a sus súbditos que atacasen a los ofensores, pero nadie contestó a su llamado, algunos esclamates y esclamamus dejaron ir a sus presas y se dirigieron con su compañero malherido, lo sujetaron con cuidado y lo llevaron lejos de la zona.-
¡¿Qué?! ¡¿Ya no eres tan rudo?!-La criatura volvió a enfocar su atención en Mei y rugió mientras golpeaba el agua y su pecho con furia, abriendo sus fauces para mostrarle sus colmillos.-¡¿Crees que me asustan esas manotas tuyas?!-La rubia se sujetó la entrepierna con una mano y sacó la cadera hacia adelante para que la viera bien.-¡Manos te van a faltar para pelarme la verga!-
¿Qué hace? ¡¿Está loca?!-Preguntó Ester confundida.-
¡BuySell, Percy! ¡Vayan allí y usen Mordisco y Supersónico! ¡Vulpix, tu usa viento hielo!-Los pokémons de agua se adentraron en el lago y nadaron hacia su objetivo, vulpix disparó una nueva ola de bolas de hielo que congelaron el brazo que escalamita usó para bloquearlas y cuando Percy y BuySell saltaron del agua para atacar este los golpeó con su brazo congelado, lanzándolos de vuelta a la orilla y rompiendo el hielo que lo recubría en el proceso.
Sebas soltó agua por la boca, abrió los ojos de par en par para encontrarse con Rodri dándole respiración boca a boca, empujó al rubio para que se apartase y se giró vomitando chorros de agua en el suelo. Su garganta ardía, se sentía débil, pero no era momento de quejarse, debían salir de allí. -
¡Cuidado!-Sebas se estaba levantando cuando Ester gritó. La chica había saltado sobre él y lo empujó hacia el suelo cubriendo su cabeza con un brazo en un intento por protegerlo.
Escalamita había utilizado mazazo, juntó ambas manos sobre su cabeza y estas se entremezclaron para crear una gran bola de madera con pinchos para aplastarlos, Rodri saltó hacia un lado y esquivó el golpe pero Ester y Sebas habrían sido aplastados de no ser porque Mighty recibió el impacto.
El chico vio como su pokémon cayó al suelo tras un fuerte chillido, la parte superior de su lomo estaba cubierta en sangre. La sombra que se cernía sobre ellos se achicó mientras vulpix corría hacia ellos y miró a escalamita a los ojos.-
¡Anular!-Gritó Auris. Los ojos de vulpix brillaron con un color morado negruzco al igual que los de escalamita. Sus manos se separaron y por mucho que se esforzase le era imposible el fusionarlas nuevamente. Frustrado el pokémon optó por el plan B, separó sus manos y cargó su puño con una energía oscura para luego lanzarlo hacia Sebas y Ester. Ambos estaban sujetando a Mighty para moverlo lejos del lugar, pero era demasiado pesado y ellos estaban demasiado débiles. El puño viajaba en su dirección y el muchacho se puso de pie para colocarse delante de su pokémon. El aire acarició violentamente su piel pero el impacto nunca lo alcanzó.
Percy estaba apoyado sobre sus patas traseras y usaba las delanteras para sujetar el puño de escalamita. Su cuerpo se sentía entumecido, sus patas se sentían como si fuesen a quebrarse.-
¡Mudkip!-Exclamó el pokémon de agua mientras sus patas cedían y el puño se les acercaba.-¡Kiiiiiiip!-No podía permitirse fallar, no ahora, no otra vez.-¡Kiiiiiip!-Una luz empezó a emerger del cuerpo de Percy que crecía y mutaba con rapidez. La bestia hacia presión para hacerlo ceder pero mudkip no sucumbía. Sus pequeñas patas delanteras se hicieron grandes y regordetas, adoptando la apariencia de grandes manos, mientras que su cuerpo se estiraba y sus patas traseras se volvían más gruesas y musculosas .-¡Maaaaaarrrsssshhhh!-La luz que envolvía a Percy estalló revelando al mundo su nueva forma.-¡Tomp!-Marshtomp se plantó firme en el suelo pero su fuerza no era rival para la del monstruo.
Un celaje naranja pasó a su lado, BuySell se subió al puño de la criatura y corrió por su brazo para luego saltar en el aire directo hacia su cabeza.-
¡Rayo hielo!-Ordenó Rodri. El rayo impactó contra su rostro y lo congeló en un instante. La bestia se llevó las manos a la cara y clavó sus manos en el hielo para luego tirar y romperlo en pedazos. Percy cayó de rodillas, le sería imposible soportar otro golpe de esa cosa.
La bestia iba a retomar su ataque pero un dolor agudo atravesó su cuerpo, como si todo su cuerpo fuera súbitamente atravesado por agujas. Se giró para ver al culpable, era consciente de esta técnica.
Esclamate estaba de pie, aunque terriblemente adolorido, sus ojos brillaban con un color morado oscuro, lo había maldecido. Soltó un último gruñido antes de caer de rodillas en el agua, agotado por su propio ataque. No sería suficiente como para vencer a su alfa pero, le daría a sus aliados tiempo para escapar.
Escalamita miró a los humanos de reojo y se adentró en el lago, el continuar en la ofensiva sería demasiado arriesgado.-
Hay que irnos de aquí.-Dijo Sebas mientras corría hacia Percy para revisar sus heridas.-
¡¿Qué?! ¡Claro que no!-Mei avanzó furiosa y lo tomó del hombro para que se voltease y la encarase. Le señaló a esclamate, estaba con el agua hasta la mandíbula y la mirada perdida en el vacío-¡Él nos ayudó a encontrarlos! ¡Los acaba de salvar!- Sebas entendía nada, todo había ocurrido tan rápido.-
Atacó a escalamita con maldición.-Comentó Auris mientras veía al pokémon alfa quedarse quieto en el centro del lago. Sus pies se juntaron para volverse raíces que se clavaron firmemente en el suelo, absorbiendo nutrientes para sanar sus heridas.-
No podemos hacerle frente a esa cosa.-Dijo Sebas en un susurro.-Es demasiado para nosotros.-
No podemos abandonarlo.-Las palabras de Mei, antes cargadas con furia y determinación se habían vuelto prácticamente una súplica.-
(Una vez se recupere lo matará...Si dejamos que use arraigo se perderá todo lo que lo han dañado hasta ahora. Esclamate lo puso a la defensiva.)-Sebas caminó hacia la orilla, viendo a todos los pokémons de los que disponían. El chico negaba suavemente con la cabeza.-
No hay que ganar con fuerza.-Mei sonrió ante sus palabras, sabía lo que quería decir.-Esclamate usó maldición...Si evitamos que se cure el tiempo suficiente caerá.-
¿Y cómo lo hacemos?-Preguntó Auris mientras observaba el lago.-Está demasiado lejos y Percy y Buysell no son rivales para él.-
¡Ya lo tengo!-Mei golpeó su mano con un puño mientras lo decía.- ¿Rodri cuál es la habilidad de Buysell?-
Nado Rápido.-
Perfecto.-La rubia caminó hacia buizel y se arrodilló frente a él.-Vas a ir dentro del agua y usa rayo hielo para congelar la superficie y crear un puente entre nosotros y esa cosa ¿Sí?-BuySell estaba algo asustado, no quería seguir luchando contra ese monstruo pero quería ayudar en todo lo que pudiese.-
¡Bui Bui!-BuySell puso sus manos en su cintura mientras asentía con determinación.-
Hay que atacarlo con ataques de hielo.-Añadió Rodri.-
No le han hecho demasiado hasta ahora.-Comentó Mei mientras Sebas miraba a vulpix.-
¿De quién es? ¿Qué ataques sabe?-Preguntó el moreno.-
Mio, solo sabe lo básico. No pelea mucho.-Respondió Auris.-
Percy tiene más ataque especial pero sus tipos no nos sirven...Mighty conoce todos los colmillos elementales pero los escalamitas tienen demasiada defensa física, además tiene Aura Tenebrosa activa.-
¿Aura Tenebrosa?-Preguntó Ester.-
Su habilidad. Su fuerza y defensa física aumentan en la oscuridad.-
Pero es muy lento, podemos maniobrarlo.-Afirmó Mei.-
De acuerdo esto es lo que haremos. BuySell irá bajo el agua y creará un camino, tendrá que rehacerlo si esa cosa lo rompe.
Mighty, Percy y vulpix avanzaran sobre el hielo. Nuestro objetivo es despegar a escalamita del suelo para que la maldición lo debilite.-Todos asintieron ante sus palabras.-Mei, ven conmigo.- BuySell saltó al agua y empezó a disparar rayos hielo a la superficie, creando una capa de hielo lo suficientemente gruesa como para soportar el peso de sus compañeros. Percy saltó al agua mientras Mighty y vulpix corrían por la plataforma. BuySell nadó alrededor de escalamita para formar un anillo de hielo, luego se alejó y tomó aire, listo para empezar de nuevo en caso de que el puente se rompiese.
Escalamita no se tomaría más lujos, acabaría con esto de una vez, alzó un puño en preparación de un segundo golpe sombra pero unas lianas lo sujetaron. Los mismos esclamates y esclamamus que habían ayudado a su compañero caído ahora sujetaban su brazo entre todos. La bestia dio un jalón para golpear a sus objetivos, arrastrando a los eslclamate y esclamamus que lo sujetaban como muñecos de trapo.-
¡Buena baza!-Mighty se adelantó a vulpix y se recubrió con una energía oscura mientras recibía el golpe con la cabeza. El hielo bajo sus patas se resquebrajó y BuySell empezó a reforzarlo, Mighty clavaba sus garras en el hielo pero resbalaba poco a poco.
A todo esto la pequeña Alda estaba oculta detrás de la maleza cercana. Llevaba escondida allí desde que llegaron, esa cosa le daba demasiado miedo e igualmente ella no tenía la fuerza ni la habilidad como para plantarle cara al monstruo, incluso su entrenador se olvidó de ella cuando llamó a su equipo.
La vergüenza la carcomía por dentro, Mighty y Percy eran tan geniales, ambos se enfrentaban a esa cosa para proteger a su entrenador e incluso ahora, adoloridos y al límite de sus fuerzas, se negaban a rendirse. Ella deseaba poder ser así, pero no lo era, ella era débil, miedosa e insegura. Pero entonces pensó en su entrenador, él tampoco tenía la fuerza de Mighty o Percy y cuando ese monstruo los atacó con su puño, él se colocó al frente para proteger a su pokémon. No podía detenerlo y aun así se rehusó a no hacer nada.-
¡Eevee!-Alda soltó un suave y agudo grito de guerra mientras corría fuera de su escondite, no lo soportaba más, no sería una cobarde. El miedo le imploraba que se detuviese y diera media vuelta, pero no podía quedarse inmóvil mientras sus amigos peleaban, debía ayudarlos. ¿Cómo podría verlos a los ojos después? No, ni siquiera eso, si fallaban ahora no habría un después y si eso ocurría jamás se lo perdonaría.
Su entrenador la llamó para que se detuviese pero no le hizo caso, saltó sobre el lomo de Mighty y se aferró a su melena mientras su cuerpo empezaba a brillar suavemente.-
¡EEEEEEE!-El cuerpo de Mighty comenzó a brillar al igual que el de ella mientras sus fuerzas se incrementaban gracias al refuerzo, clavó sus uñas con más fuerza, logrando mantenerse firme en el hielo y luego dio un paso al frente. Los esclamates y esclamamus lograron incorporarse y tiraron nuevamente del brazo de su jefe, y con sus fuerzas combinadas lo arrojaron hacia atrás.
Percy corrió hacia él y lo sujetó por la cintura mientras gritaba. Tiró con fuerza buscando arrancarlo de raíz pero no podía despegarlo por completo.-
¡BuySell usa aqua jet y tu vulpix usa nieva polvo en BuySell!-Sebas la miró extrañado, iba a reprocharle pero Mei le sonrió de vuelta.-Confía en mí, tengo una idea.-BuySell salió del agua como un cohete y avanzó hacia escalamita mientras vulpix le disparaba con su hielo, el agua que rodeaba a BuySell se congeló pero el interior se mantenía líquido, permitiéndole avanzar.-¡Aqua jet de hielo!-Gritaron Rodri y Mei con emoción.-
¡Buizel!-Gritó Buysell mientras golpeaba el rostro de escalamita con todas sus fuerzas. Percy tiró nuevamente y entre todos arrojaron al titán. Su cuerpo aplastó el puente mandando una onda que despedazo el resto de la estructura lanzando a los pokémons al agua.
Sus raíces, ahora expuestas en el aire, volvieron a convertirse en pies, se giró para incorporarse y pudo ver a ese traidor, el origen de todo esto. Se arrastró para aplastar a esclamate, estiró sus garras hacia el inmóvil e indefenso pokémon pero el dolor volvió a invadir su cuerpo, la maldición volvía a arrebatarle parte de su energía y mientras sus dedos acariciaban el rostro de esclamate, cortando su piel, colapsó.
Los pokémons emergieron a la superficie y los esclamates y esclamamus que los habían ayudado vitorearon mientras que los demás solo se mantenían quietos, no muy seguros de que hacer ahora.
Sebas sonrió y empezó a reír por lo bajo, Mei lo abrazó con fuerza y dio un salto mientras alzaba un brazo.-
¡Ganamos!-Gritó la chica y pronto todos se unieron a la celebración. Ester se sentó en el suelo y respiró aliviada, finalmente había acabado.
Mei sacó a Satochi y procedió a curar a cada uno, incluido a esclamate. Una vez todos estaban sanos esclamate llamó a los demás para que se pusieran en fila y empezaron a repartir las pocas medicinas que tenían. Primero fue a los más pequeños pero cuando estos ya estaban sanos se las dieron a los adultos que parecían más debilitados, Sebas tomó un bote y lo miró con detenimiento. Había algo que quería hacer.
Fue hacia escalamita, su actitud prepotente y retadora había caído con él y ahora estaba sentado de rodillas con la cabeza baja, alzó la mirada ligeramente para ver al muchacho y el mightyena que se le acercaban y el humano le enseñó el frasco con antídoto antes de hablar.-
No te mereces esto.-Dijo Sebas. Escalamita bajó la mirada, era cierto, había sido un líder terrible. Se negó a confiar en esclamate y le arrebató a su gente la posibilidad de ser sanados, su orgullo cegó su juicio y lo llevó a herir a los suyos, a los que era su deber proteger. Cerró los ojos y agachó la cabeza, era una vergüenza.
Un chorro frio cubrió su cara, luego su pecho, abrió los ojos para ver a Sebas cubrir todo su cuerpo con la medicina y con cada segundo que pasaba el dolor cesaba, sus hojas retomaban sus tonos verdes y su respiración se hacía ligera.
El chico se fue una vez el bote quedó vació, dejándolo solo para que reflexionara. Mighty observó a su alfa, él no le hubiera dado medicina, es más, estaba seguro que su alfa tampoco quería, pero aun así lo hacía. Su alfa a veces actuaba de modos extraños.
Ester lo veía todo desde la distancia y se acercó a Sebas mientras guardaba el frasco vacío de medicina.-
¿Por qué lo ayudaste?-Le preguntó la morena. Él no entendía a que venía la pregunta, era demasiado directa.-
Ningún pokémon merece sufrir, ni siquiera los que no me agradan.-Ester sonrió complacida con su respuesta y eso la avergonzaba.-
Debo pedirte disculpas. Te juzgué mal.-Ester hizo una pequeña reverencia.-Muchas gracias por salvarme.-Sebas negó con la cabeza mientras sonreía.-
No, yo soy el que debe disculparse. Lamento haber sido grosero, no fue mi intensión. Además, gracias por sacarme del agua.-
¡BUENO BUENO A VER!-Gritó Mei.-Mucho "gracias gracias"-Dijo imitando la voz de ambos.-Pero no oigo un gracias Mei o un gracias Rodri o gracias Auris o gracias esclamate.-Su tono era de broma pero dejaba entrever una genuina molestia. "Gracias a todos. De verdad" Dijeron Sebas y Ester con una sonrisa para luego reír al percatarse que habían hablado a la vez.-
Aun hay alguien con quien debo disculparme.-Sebas fue con esclamate.
Gracias a Satochi la herida en su rostro había cerrado dejándolo con tres cicatrices diagonales que iban desde su frente hasta sus labios superiores. El chico se arrodilló frente al fantasma y acarició su cabeza.-
Al igual que Ester hizo conmigo.-Ester rodó los ojos con una media sonrisa cuando el chico la miró mientras lo decía.-Te juzgue mal. Eres muy valiente, muy inteligente y muy noble esclamate.-El pokémon le regaló una sonrisa y miró su cinturón, le arrancó una pokéball y corrió hacia Mei con ella.-
Escla, esclamate.-Dijo el pokémon fantasma mientras le entregaba la pokéball a la chica.-
¿Es enserio?-Esclamte asintió con una sonrisa de oreja a oreja ante la pregunta de la rubia. Mei le dio un suave golpe en la cabeza y la pokéball se abrió absorbiendo a esclamate. Un giro, dos, tres y luego un click. Mei miró la pokéball y chilló con emoción mientras saltaba en el aire.-¡Capture a mi primer pokémon!-Arrojó la pokéball al aire para liberar a esclamate, lo abrazó con fuerza y empezó a dar vueltas con él mientras celebraba, el fantasma reía y alzaba los brazos para celebrar junto a ella. Era algo feo y olía mal, pero era suyo y lo amaba.-Hay que ir al campamento y en la mañana buscamos más medicina. ¿Sí?-Le dijo al pokémon mientras lo dejaba en el suelo. Esclamte asintió y Mei corrió para subirse en una piedra cercana.-¡Todos al campamento! ¡Marchen!-Esclamate y ella corrieron para colocarse al frente de la fila y avanzaron rumbo al campamento, alzando las piernas y brazos como militares.-¡Y uno y dos y un, dos, tres, cuatro y...!-El resto de la manada los seguía detrás, imitando sus movimientos y cantando al ritmo de la canción.
Mei se alejó del grupo y dejó que su nuevo pokémon los guiase mientras ella permanecía con sus amigos.-
Y pensar que todo esto se podría haber resuelto si te hubieses disculpado.-Comentó Rodri mientras sonreía a Sebas con picardía. El chico solo rodó los ojos y empezó a caminar hacia el campamento, estaba agotado y quería dormir un rato.-
Me sigo negando a hablar con la "e".-Dijo Sebas con una media sonrisa.-
Por cierto. Cuando se fueron me quedé pensando en lo del nombre y creo que tengo una idea.-Dijo Auris.-Mavericks.-
¿Qué coño es un Maverick?-Preguntó Mei con curiosidad.-
Una palabra en inglés. Se usa para denominar a una persona poco convencional e independiente que no tiene miedo de romper costumbres sociales. Que no piensas como los demás.-Dijo Ester con una sonrisa.-Me gusta.-
A mi también.-Añadió Sebas.-Dado todo lo que ha pasado últimamente creo que nos pega bastante bien.-
Mavericks entonces.-Dijo Rodri mientras sonreía y extendía su mano, luego Auris puso la suya, Mei y Ester siguieron después. Esperaban que Sebas colocase la suya pero miró las manos de todos unos segundos.-
Esperen.-Sebas tomó el brazo de Auris y lo colocó apuntando hacia Mei, haciendo que este sostuviese el brazo de ella, luego el de Mei hacia Ester, el de Ester hacia él y por último colocó su brazo de modo que Ester sujetase su brazo y él el de Rodri. El resultado fue una estrella de cinco puntas formada por los brazos interconectados de todos.-Somos 5. Si vamos a hacer una marca podemos usar la estrella como logo.-Todos sonrieron con emoción, la idea les encantaba.-
¡¿Qué somos?!-Gritó Ester.-
¡Mavericks!-Gritaron de vuelta como una sola voz.-
¡No los oigo!-Gritó Rodri.-
¡Mavericks!-
¡Más fuerte!-Gritó Mei. Todos lanzaron sus brazos al aire mientras gritaban a todo pulmón en una sola voz.-
¡Mavericks!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top