El tiempo paso rápidamente ante mis ojos. Ya habían sido diez meses exactos, desde que llegue al reino e inumerables cosas sucedieron a lo largo de los meses. Aún era desconocedor de muchas cosas, pero gracias a Rafael y el ministro de ciencias y tecnologías Alam, las cosas que desconocía habían disminuido, sobre todo por las informaciones que llevaba el ministro, quien gracias a tener el mismo tipo elemental que yo, me enseñó a controlar mis poderes. Claro no fue una tarea nada fácil tenerlo como maestro por estos diez meses, pero ya tenía un control casi completo de mi habilidades.

Las cosas para la familia Ti Ursaring mejoraron bastante, gracias a mi presencia dentro de su casa. Recibieron muchas visitas por parte de familias adineradas y turistas, de las cuales sacaron una cantidad de fondos lo suficientemente jugosa como para adquirir un local para la venta de sus productos. Adicionalmente se les otorgó un pase especial y único, dado por el mismísimo rey, con el cual podían ir a otras ciudades y vender sus productos sin intervención de otros intermediarios. Esta acción fue muy noticiosa en todos los territorios del Gran Bosque del Desierto, debido a que tras muchos siglos desde la fundación del reino, ningún rey había entrado en contacto con la especie pokémon de Rafael.

Ya en los últimos tres meses el interés público en mi llegada y la familia Ti Ursaring, fue disminuyendo, en especial tras dar un tour por todo el reino hace cuatro meses. Todos los pokémon querían hablar conmigo y relacionarse conmigo, pero siempre y cuando no estuvieran los padres de Rafael y él cerca de mí. Me costó la obtener información tanto de parte Irwin y Laila, por otro lado Rafael no se inmutó en decirme nada, sólo que no valía la pena recordar el pasado, todo fue incluso tan secreto que ni el ministro Alam y sus trabajadores hablaron de aquello conmigo. Pero, después de mucha insistencia, Alam aceptó, aunque con la condición que no le dijese a nadie que sabía aquello, y, menos a la familia de Rafael.

─¿Seguro qué deseas saber esto? ─preguntó el ministro mientras movía las cucharas de plateadas con sus manos.

─Sí ─respondí y luego me senté en la única silla de la oficina del ministro─. Aún hay cosas que no comprendo sobre mí, pero, tengo está extraña sensación de tener más y más conocimiento ─apunté a mi pecho con mi mano derecha─. Por eso...

─... eres tan curioso ─finalizó Alam deteniendo las cucharas─. Eso es parte de mi estudio como sabes. Eres una especie pokémon totalmente desconocida y sin recuerdos, lo cual no ayuda. Además de que posees un gran poder que fue capaz de hacerte sobrevivir, contra Rayquaza.

Quede en silencio mientras veia la vacía oficina, donde las paredes blancas, el escritorio dorado y la única silla azul, daban la sensación de soledad. Al principio no entendía la distribución de aquella oficina, pero luego de un  tiempo la respuesta vino a mi durante un entrenamiento de mis poderes psíquicos.

─Recuerdas, la razón de ¿por qué mi oficina es así? ─preguntó el ministro elevando la cucharas en el aire con sus poderes.

─Es para la concen... ─cuando lo veía, note un punto rojo en la base de su bigote izquierdo, algo extraño para alguien tan cuidadoso como él─... la concentración. Por eso las paredes son blancas, en representación del vacío; el escritorio dorado, por representar al sol; y, la silla azul, siendo el planeta.

─Justo porque es para la concentración, me ayuda a mis estudios y a entender aquello que no sé ─las cucharas descendieron hasta el escritorio donde comenzaron a girar─. Por eso te traigo aquí para responder tus preguntas y a entrenarte en el ámbito psíquico.

─Entiendo. Entonces ¿qué pasa con la familia de Rafael?

─Como ya sabes, los demás pokémon del reino no les agrada la idea de estar cerca de la especie de tu amigo Rafael. Al principio, cuando llegue al reino estaba igual que tú. Me preguntaba el, ¿por qué? Pero tarde en dar con la respuesta completa hasta que obtuve el puesto de ministro, que ya de por si, fue todo un logro para un extranjero como yo ─las cucharas se detuvieron y quedaron levitando en el aire─. Por eso lo que te contaré a continuación es algo que habla del pasado oscuro del reino.

>>Antes de ser conocido como el Reino Esferal del Gran Bosque del Desierto, todos los territorios del reino eran conocidos como parte del Imperio Caníb, un imperio caracterizado por su brutalidad y salvajismo hacia los demás territorios. Además también fue también conocido ser un lugar donde los pokémon, se comían unos a otros, cuando ya era una práctica prohibida en los demás reinos.

>>Fue por esa razón que los reinos se aliaron y fueron expulsando a todos los ciudadanos del imperio poco a poco hacia el centro de su nación. Tardaron años en hacerlo, pero finalmente y luego de diez años lo lograron junto a la creación de un gran muro. Con el pasar del tiempo los conflictos internos no sé hicieron esperar entre los ciudadanos, quienes comenzaron a atacarse entre sí.

>>Debo decir que los fundadores del imperio fueron dos hermanos de diferentes especies, pero nacidos de la misma madre. Uno de esos hermanos pertenecía a la especie pokémon de Rafael. Ambos hermanos tras la fundación acordaron distribuirse el imperio de manera equitativa, y luego de sus muertes sus descendientes mantuvieron la misma actitud que sus predecesores.

>>Para el momento en que los reinos se aliaron contra el imperio, y crearon el muro, los dos emperadores se dividieron y empezaron las riñas entre ambos que terminaron haciendo que sus ciudadanos se atacarán entre ellos por su propia supervivencia. Al final se generó una guerra civil cuando los dos emperadores quisieron ser los únicos en el puestos, y dividieron la población en dos bandos. Los Ursaring y los Rillaboom.

─¿Los Rillaboom? ─pregunté.

─Esa la última forma de una especie pokémon ─respondió─. Verás los hermanos fundadores eran un Ursaring y un Rillaboom, quienes habían hecho un pacto para que solo miembros de sus especies fueran emperadores y dirigieran el imperio. Por eso sólo los hijos de los emperadores que fuesen de alguna de las dos especies podían dirigir el imperio, pero siempre debían ser un Rillaboom y un Ursaring ─continuó explicando─. Ahora bien retomando lo último en lo que me quedé.

>>Desde la creación del imperio, las familias imperiales tenían de apellido Ti Caníb añadiendo Este o Oeste, al lugar que dirigía ese emperador. Al momento de la guerra civil, para retomar, los emperadores se eliminaron el Caníb y el Oeste o Este, dejando solo el Ti más el nombre de la evolución del emperador, con lo que terminaron llamándose Arman Ti Ursaring y Merk Ti Rillaboom.

>>Los dos emperadores mantuvieron una larga guerra de cinco años, pero por intervención del general Vive Nid, un Nidoking, en compañía de soldados y los ciudadanos se rebelaron contra los dos gobernantes, quienes terminaron siendo ejecutados públicamente por parte de Vive Nid. La población iracunda acabó con casi toda la familia imperial, a excepción de aquellos que lograron huir al Bosque Profundo.

En ese momento alguien tocó la puerta y Alam detuvó su explicación.

─Adelante ─dijo en voz alta el ministro.

La puerta blanca se abrió, y la viceministra Joana apareció sonriendo y cubierta por sus alas con aspecto a nubes. Generalmente no la veía sonriendo, se podría decir que solo habían sido dos veces con está ocasión.

─¿Qué sucedió, Joana? ─preguntó Alam.

Gire a verlo y tenía las cucharas en sus manos, y luego volví a ver a la viceministra.

─Se produjo un inconveniente y se necesita tu presencia ─sentí un cosquilleo en el órgano cristalino de mi pecho, al oír sus palabras─. Además creó que ya Deoxys, tendrá una idea del fin de la historia, ¿cierto?

Sus ojos negros se clavaron en mí, y yo solo asenti. Ella era alguien de temer, y yo mismo lo había comprobado en los diversos entrenamiento de combate, donde ella no hizo más que humillarme.

─Esta bien... ─dijo Alam─ Ya con esos datos, debes tener una idea para entender mejor la situación ─tocó mi hombro al estar a mi lado─. Debes ir a casa, antes que sea más tarde y Rafael se preocupe.

─Entiendo ─respondí levantándome del asiento─. Con mi forma de velocidad, llegaré en una hora y media a casa.

─Bueno cada vez vas más rápido con esa forma, ¡que bien! ─expresó con alegría. Caminamos hasta la puerta y Joana se apartó para, que pudiéramos salir─ ¿Cómo vas con la forma de ataque?

Sentí una chispa recorrer mi espalda y luego un mal recuerdo vino a mi mente, que realmente quería olvidar.

─Poco a poco. ─respondí.

─El poder nos puede asustar y atemorizar ─comentó Joana mientras empezaba a levitar─, cuando no lo sabemos controlar, pero, si le tememos por mucho a nuestra propia fuerza, jamás seremos fuertes y nos volveremos débiles.

─Que frase tan motivadora, Joana ─señaló Alam─. Deberías tener como otro trabajo, motivar a las pokémon, se te daría bien si les dices frases así.

─Prefiero solo el trabajo que tengo ─la viceministra dió una fugaz mirada al ministro─. Ya es bastante todo lo que hago.

─Hablas como si no hiciera nada ─Alam rió y luego comenzó a levitar e irse en dirección contraria a la salida─. Cuidate Deoxys, nos vemos en unos días.

─Claro.

Después de mi corta respuesta, cambie a mi forma delgada y veloz, tras visualizar un rectángulo en mi cabeza. Ahora todas mis formas tenían un nombre, gracias a la creatividad de Rafael. El círculo me cambiaba a la forma defensa; el cuadrado, era mi forma normal; el rectángulo, la forma velocidad; y, por último, la forma ataque era el triángulo.

Recorrí rápidamente los pasillos blancos del laboratorio central del ministerio. Esquive a los guardias, científicos y empleados de limpieza con mucha agilidad para, terminar llegando al jardín exterior y donde varios camiones se encontraban llegando. Ascendí hacia el cielo nocturno, dejando el piso más alto del laboratorio a casi cincuenta metros abajo. Miré al este y viendo los miles de árboles del gran bosque, me encaminé a casa.

"Joana piensa que me haré débil si dejo de usar la forma de ataque, pero, le demostraré que sin esa seré lo suficientemente fuerte como para vencerla. No puedo creer que éste intentando manipularme, para que vuelva a usarla, luego que dije que no lo haría. Esa forma esta fuera de mi control si entró en combate, la sed de sangre que me produce, es antinatural", pensé mientras volaba por el Río Zeta, y veía a mi derecha las montañas Nevadas Gemelas; un par de montañas del mismo tamaño separadas por un río, donde caía la nieve cada ciertos meses; además, en esas montañas seria donde dentro de una semana, iría a ver a la Primera Bendecida y el Primer Bendecido, los máximos representantes de la Trinidad Dividida, quienes deseaban tras el pasar de estos diez meses hablar conmigo.

─Agilidad.

Mi cuerpo se a ligero y mi velocidad aumento.

Quería llegar lo más pronto posible, porque hoy, por fin, Irwin prepararía una sopa de bayas.

─Veamos si su sopa, realmente puede superar la de Laila ─dije mientras ingresaba al sector uno y dejaba atrás el río─. Agilidad.

─De... deo... de... deo...

Me detuve de golpe. Esa voz que se oyó de la nada, me paralizó en pleno vuelo.

─Deo... deo... deox...

Sentí que mi cuerpo temblaba sin mi control. Esa voz parecía estar haciéndole algo a mi cuerpo. Esa voz parecía venir de mi interior.

─¡Deoxys! ¡¿Qué hacés volando a estas horas?!

Rápidamente gire y vi una cola llena de tatuajes con una llama al final. Era Moer, uno de los hijos de Zard, el gobernador del sector uno.

La presencia del aquel pokémon, desvaneció el temblor y a su vez la voz.

─Estaba con Alam ─respondí al hijo del gobernador que aleteaba silenciosamente─, y voy a casa.

─Esta bien, pensé que estabas entrenado para el Torneo de los Regis, ¿no participarás?

─No lo creo, Moer ─respondí─. Alam quien esta con sus estudios, me tiene prohibido combatir contra otros que no sean la viceministra.

─¡Que mal! ─exclamó descontento─ Yo quería una revancha al igual que mi hermano, y, justo hoy han pasado diez meses desde que peleamos la última vez ─lanzó una ráfaga de fuego hacia arriba─. Ahora somos más fuertes ─admitió orgulloso─. Espero Alam termine pronto para volver a luchar.

─Bueno yo he mejorado mis habilidades también, aunque me imagino que han entrenado tanto que ganarán ustedes el torneo ─dije mientras recordaba la voz de hace poco.

─Claro que entrenamos mucho, y, en especial porque éste año será en el que mayor participación extranjera habrá ─levantó las manos con mucho ánimo y luego las bajo de golpe apretando los puños─. ¡Demostraremos que los mejores pokémon de la Tierra, están en el reino Esferal!

Después de aquel grito, Moer siguió su camino al norte, probablemente a entrenar a la montaña más alta de todo el reino, La Punta Delta, donde habían centenares de historias y mitos. Espere a dejar de ver la llama de la cola de Moer, y luego continúe mi camino a casa, preguntándome sobre esa voz y su dueño o dueña.