Capítulo III
¡Al fin llegamos!
Lo primero que veo cuando salgo del jet es que estamos en una playa. El clima es demasiado caluroso, tanto que es extraño y sofocante. Me alegra haber elegido éste conjunto de ropa, es lo suficientemente fresco para no rostizarme.
Como sea, puedo ver fácilmente el sitio al que seguramente tendremos que entrar para atrapar a Lucario. Es similar a una torre. Una gigantesca torre de color blanco. Y en la parte superior hay una gigantesca esfera azul rodeada por un anillo celeste. ¿Será ese el Templo de Lucario?
—Bienvenidos a las Islas Baleares.
Me giro cuando escucho esa voz. ¡Es Skyler! ¿Cómo fue que llegó hasta aquí antes que nosotros? ¿Y qué es ese maquillaje tan…? ¡Dios santo! ¡No es maquillaje! ¡Tiene partido el labio inferior e intenta cubrirlo con lápiz labial! ¡Además, tiene un corte en la mejilla! Se sujeta el cuello como si lo tuviera adolorido. ¿Qué diablos ha pasado?
— ¡Skyler! —exclamo corriendo hacia ella.
— ¿Quién diablos te hizo eso? —dice James corriendo detrás de mí.
¿Quién fue el bruto que se atrevió a golpearla?
—Estoy bien, tranquilos —nos responde e intenta esbozar una sonrisa—. ¿Cómo estuvo el vuelo?
— ¿Estás segura de que estás bien? —insisto—. Deberíamos ver a un médico o…
—Bien, bien, veré a un médico —dice ella—. Ahora, ¿quieren seguirme?
—No te habrán hecho esto los de la Elite, ¿o sí?
No lo había pensado hasta que Onyx lo mencionó. ¡Claro! ¡Quizá fueron esos sujetos idiotas que estaban maltratando a esos Pokemon! Pero, ¿dónde está el líder? ¿Por qué no ha defendido a Skyler? ¿Les habrá dado su merecido a esos tipos?
— ¡Oigan, aguarden!
Tengo que gritar para llamar su atención pues todos, incluso Diamond, ya echaron a caminar hacia la limusina que nos trasladará a nuestro siguiente hospedaje. Sheryl no deja de mirar a Skyler con angustia. Incluso parece querer decirle algo. ¡Vamos, Sher! ¡Es tu hermana! Un momento… ¿Sher? Suena genial. Será su nuevo sobrenombre.
Subimos a la limusina y Skyler se asegura de subir la barrera que nos separa del conductor, un hombre calvo y obeso. Nos mira. Skyler está… ¿enfurecida?
— ¿Quieres explicarme qué diablos es esto?
Me lanza una cámara de vídeo y algo se está reproduciendo en la pantalla.
¡Maldición! ¡Mi madre está en la pantalla!
—Quiero saber dónde diablos está mi hija —le grita mi madre a la chica del módulo de inscripciones al evento en Phoenix.
¿Es en tiempo real? ¿Cómo fue que mi madre lo descubrió? ¡Maldición!
—Lo lamento, señora Cobby, pero no sé… —intenta disculparse la encargada.
— ¡Perla Cobby! —exclama mi madre enfurecida—. ¡Dieciséis años! ¡Cabello castaño! ¡Busca en tu maldita computadora! ¡Es sólo una niña!
— ¡Basta, basta! —dice otra voz que no alcanzo a identificar.
Es grave, varonil y un poco aterradora. Un hombre vestido con un elegante traje negro se acerca a mi madre. ¡Tiene el rostro distorsionado! ¡Debe ser el líder de la Elite! ¡Maldición!
— ¿Qué está pasando aquí? ¿Quién es ésta mujer?
¿Quién se cree ese sujeto para hablar así de mi madre?
—La señora Cobby solicitó información sobre una de las chicas seleccionadas para el proyecto S001, señor —responde la encargada.
— ¡Exijo saber a dónde han enviado a mi hija! ¡Es sólo una niña!
No sé si estar agradecida con mi madre o preocupada por su estúpida decisión de enfrentar a la Elite.
— ¡Llévensela!
Dos guardias de seguridad toman a mi madre por ambos brazos y la sacan de aquél sitio.
— ¡¡Mamá!!
Pero la grabación termina y Skyler me arrebata la cámara de las manos.
Jamás me había sentido tan aterrada. ¿Qué le han hecho a mi madre?
— ¿Quieres explicarme? —sigue quejándose Skyler.
¿Es mi culpa?
— ¿Cómo quieres que lo sepa? —le respondo—. ¡He estado siguiendo las instrucciones de tu jefe al pie de la letra!
— ¿A dónde se la han llevado? —dice James.
Si mi madre está en peligro, ¿qué hay de las familias de James, Onyx y Sheryl?
—No tengo idea —responde Skyler de mala gana, veo que le cuesta hablar por la herida que tiene en el labio—. Sólo sé que al Jefe no le ha gustado nada la reacción de tu madre —me dice a mí como si yo fuera la culpable.
— ¿Qué es el proyecto S001? —pregunta Sheryl.
Pero Skyler no responde a la pregunta.
—Más vale que te andes con mucho cuidado a partir de ahora, Perla —me dice—. Al Jefe no le agradan las personas curiosas como tu madre.
Es una amenaza.
Un mal presentimiento me hace pensar que quizá, sólo quizá, en realidad estamos haciendo algo equivocado. En especial creo eso por la angustia que se refleja en los ojos de Diamond.
Llegamos a un pequeño pueblo costero. Por todas partes se ve la tecnología de la Elite y abundan los sujetos ataviados con gabardinas negras. Durante el trayecto en la limusina, James me tomó de la mano y no me ha soltado en ningún momento, ni siquiera cuando bajamos del auto para avanzar por un aparcamiento subterráneo hasta el ascensor. Aunque es un sitio precioso donde nos encontramos, no puedo dejar de pensar en mi madre. ¿Qué si le están inyectando esa sustancia azul que nos dieron a nosotros en las Islas Malvinas? ¿Estará aquí? ¿En alguna parte?
Cuando las puertas del ascensor se cierran, Skyler habla en susurros.
—Cuando se abran las puertas en la recepción del hotel, serán recibidos por otro miembro de la Elite que les dará las instrucciones de su misión aquí —nos dice—. Ella responde al nombre de Jay. Tendrán que tener cuidado de no hacer preguntas que puedan parecer sospechosas. Limítense a contestar con sí o no. No pregunten nada acerca de lo que vieron en ese vídeo. Y, lo más importante, no mencionen que han hablado conmigo. Jay es muy apegada al Jefe y si ustedes llegan a cometer un mínimo error…
Sheryl la interrumpe cuando presiona el botón para detener el ascensor. Encara a Skyler y creo que es la primera vez que las veo mirarse fijamente.
— ¿En qué estás metida? —le pregunta Sheryl.
Pero Skyler no puede decirnos.
—Sólo tengan cuidado con Jay —insiste—. Los estaré esperando en su habitación.
Acciona de nuevo el ascensor y las puertas no tardan en abrirse.
—Ya era hora, Skyler.
No puede ser…
Esa voz, la persona vestida de negro que nos está esperando y que mira a Skyler como si la hubiera detestado toda la vida…
Su cabello rubio, las pecas sobre la nariz y las mejillas, los ojos grises, los labios delgados, la piel blanca y su figura escultural.
Es imposible…
— ¿Perla?
— ¿Julie?
Lo que faltaba. ¿Julie Jason, la amiga que fue mi coartada para poder ir a Phoenix, es Jay? ¿Julie forma parte de la Elite?
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