"Un cambio de ropa" [Zekrom y Touko]
Primero que nada debo decir que vengan a leer con la mente abierta JAJAJAJA
Esto es un request de una amiga ya que la hice caer en el lado oscuro de este ship jsjsj
Y antes de que lean quiero aclarar unas cuantas cosas para que nos entendamos.
No. No me gusta la pokefilia, es zoofilia igual sólo que con animales ficticios, pero, si me gusta el ship Zekrom x Touko, por diversas razones además de que Zekrom, para mí, al ser legendario puede comprender perfectamente el lenguaje humano así como sus sentimientos y darles nombre de lo que a los humanos llamarían como amor.
Veo la relación de Zekrom y Touko como una relación pura y llena de amor y respeto mutuo y será lo que leerán a continuación, así que no esperen alguna cochinada o hentai hardcore entre ellos.
Si aún después de este punto y sabiendo que el ship será de Touko y su pokemon legendario aún quieren leer sientanse libres de darme una estrellita o un comentario UwU
Dedicado a user62107727
_______________________________
Habían pasado dos semanas desde que la joven de rizos chocolate y mirada de mar se había coronado como la entrenadora más fuerte de toda la región de Teselia y había obtenido el título de Campeona Pokemon de Teselia, además de el que ya había recibido por el mero hecho de llevar consigo a uno de los dragones de las leyendas teselianas. Defensora y Heroína de los Ideales, aquel título que amaba y odiaba al mismo tiempo por traerle recuerdos tristes de vuelta a su corazón.
Desde que estaba en el puesto de Campeona Pokemon su vida había ido de mal a peor y el trabajo era tanto que parecía asfixiarla como si estuviese bajo el estrujón de su propio Serperior, pero ese día sería el que tendría libre en mucho tiempo.
Los rayos de sol apenas se colaban desde el balcón de su gran ventanal en aquel inmenso cuarto en la Liga Pokemon y Touko parecía molesta de que su sueño se viera interrumpido por la brillante luz del día. ¿Sinceramente? Ella no había tenido descanso en los últimos días teniendo que combatir y hacer un montón de papeleo después y escuchar la queja de cada líder de gimnasio e incluso la renuncia de algunos como el trío de la medalla base. Necesitaba tanto descansar que podría pasar el día entero en su cama pero también habían cosas que quería hacer lo suficiente como para que abriera sus ojos esa mañana. Después de todo tenía cosas muy importantes que comprar, como un nuevo cambio de ropa debido a que ya la suya debido a sus constantes batallas y viajes deseaba a gritos un cambio.
Touko abrió un ojo y trató de enfocarse en el techo negro y barroco de su cuarto mientras se removia lentamente entre las sábanas debido al repentino calor que sintió una vez reaccionó por completo. Al enfocar su vista bien sobre si misma pudo ver como unas garras negras y un brazo en forma de ala la mantenía caliente en un gesto de abrazo y siguiendo con la vista a su derecha se encontraba con medio cuerpo sobre la cama y sus patas fuera de esta, cierto dragón negro de ojos rojos que al sentirla despierta se levantaba lentamente para darle un cálido saludo.
-Buenos días, maestra Touko- La voz del poderoso pokemon se oyó suave y calmada mientras abría la boca y sonriente daba ligeras caricias con su hocico a su entrenadora en la cabeza, alborotando aún más los rebeldes mechones castaños.
-Buenos días, Zekrom- Ante el gesto de cariño por parte de su pokemon la muchacha de ojos azules no hizo más que cerrar los ojos y dejarse llevar por la calidez contraria mientras una sonrisa se pintaba en su rostro.
-¿Qué piensa hacer en su día libre?- El dragón de ojos rojos cuestionó mientras alejaba lentamente su cara de la contraria y se erguía en la cama estirandose para luego pararse completamente en el suelo dejando a la contraria sin su calor a modo de obligarla a levantarse.
Touko infló de manera infantil sus cachetes e hizo sonidos graciosos de queja mientras el contrario estiraba sus alas y ella terminaba de quitar las sábanas de encima suyo descubriendo así su medio estado de desnudez. Lo cierto era que Touko odiaba los vestidos como para usar uno para dormir pero tampoco le gustaba usar shorts ajustados a esa hora así que normalmente dormía con una playera dos tallas más grandes que ella que tenía un diseño de un pequeño Rotom en una de las esquinas delanteras y según Zekrom le daba un aspecto infantil y hasta gracioso.
Lentamente y con pesar Touko deslizó los pies fuera de su cama tocando el maravillosamente frío piso de losas blanco y negro para pararse completamente al lado de su pokemon que ahora sin necesidad de saber que seguía delicadamente com sus garras tomaba un cambio de ropa limpio y se lo entregaba a su entrenadora.
-Gracias Zekrom- Touko tomó en sus manos las piezas de ropa que estaba acostumbrada a ver todos los días y esa idea de ir a comprar nueva le pasó otra vez por la cabeza, además de que casi no le servía está de todas formas.
La joven de ojos azules se agachó y tomando el short corto lo deslizó hacia arriba por sus largas piernas hasta llegar a su destino y poder abotonarlo, para luego arreglar los detalles sobresalientes de color blanco. Sin mucho pensar Touko fue a tomar su parte superior por ambos lados y sacarla de su cuerpo pero un ligero pensamiento rondó su cabeza mientras miraba a Zekrom con una expresión de vergüenza en su rostro.
-Maestra me he bañado junto a usted en otras ocasiones, conozco perfectamente su cuerpo desnu-
Y eso fue lo único que pudo llegar a decir el pokemon eléctrico antes de que un resplandor rojo se lo llevara, porque en una velocidad increíble debido al sonrojo catastrófico que se apoderaba del rostro femenino, Touko había conseguido llegar a la mesa de noche junto a su cama y tomar la pokeball que pertenecía a su gigante de negro puro y en cuestión de segundos antes de sentirse más avergonzada de lo que ya estaba, si es que eso fuese posible, había dado la orden de que regresara al interior de su pokeball negra y azul.
-¡N-no lo digas de esa manera, estúpido Zekrom!- Touko gritó en un susurro avergonzado cerca de su pokeball como si supiera que el pokemon del otro lado pudiera oírla, aunque en su cabeza estaba segura de que era así y que seguramente estaría riendo ahora mismo.
Con aún una ligera exaltación por lo de antes y el leve sonrojo en su rostro la joven de rizos chocolate terminó de vestirse despojandose de su grande playera y siendo sustituida por su típica blusa ajustada de color blanco y sobre esta su chaqueta corta negra. Sólo cuando ya estaba calmada y lo único que le faltaba para salir volando hacia el centro comercial cerca de Ciudad Caolín era ponerse sus típicas botas rosa y negras fue cuando dejó salir una vez más a su preciado dragón que estiraba sus alas al salir envuelto en una luz azul.
Touko estaba sentada en el borde de su cama mientras se ponía las medias para luego sobre estas deslizar sus botas y hacer un lazo en los cordones, Zekrom por otra parte la miraba expectante a su próximo accionar mientras aún reía por lo bajo por lo de hace rato.
-Bien, iremos al centro comercial a comprar ropa para mí y comida para ti y los chicos- La joven de mirada azul se levantó de la cama mirando a los ojos rojos de su compañero quien asentía a su pedido y se agachaba para que su entrenadora pudiera subirse encima suyo.
El trayecto volando se hizo increíblemente rápido y en cuestión de minutos ya Zekrom se encontraba aterrizando suavemente sobre el pavimento frente al centro comercial asegurándose de que nadie los viese ya que no quería que por su culpa su maestra fuese la atención de los curiosos y las cámaras y muriera sofocada por ellos.
-Gracias Zekrom, tu espera aquí y yo- pero la oración de la contraria fue interrumpida en cuanto el dragón de casi tres metros de alto se vio reducido a apenas unos 30 centímetros de tamaño y se subía volando al hombro de su maestra -¿Qué haces?
-Acompañarla- Fue todo lo que dijo el pokemon dragón mientras ponía una de esas caras que Touko sabía que significaban "no cambiaré de idea no trates de convencerme" después de todo de tal entrenador tal pokemon. En cuestión de testarudos no había quien le ganase a ese par, y habían otros dos que sabían eso perfectamente.
***
Touko sostenía en su mano un montón de prendas que cierto dragón ahora pequeño le había obligado a llevar para probarse, la mayoría era de tonos negros y azul ya que ambos habían quedado de acuerdo en que ella quería vestirse asemejando su pokemon y que se vería genial en la Liga. Pero lo cierto era que desde que entraron a la tienda en la zona de ropa de mujer no había muchas cosas que le gustasen o fueran de lo que ella llama su estilo pero tenía la suficiente pena como para pasar hacia el otro lado y buscar algo que le gustase. Aunque Zekrom consciente de esto escogió lo que mejor pensó que se vería en su entrenadora y con una sonrisa orgullosa ahora la hacia cargar casi que con media tienda en ropas.
Una mujer de cabello recogido castaño le indicó a ambos el camino hacia uno de los probadores que se encontraban casi vacíos a excepción de una o dos mujeres que se veía que andaban buscando productos "al último grito de la moda" entre ellos muchos vestidos y cosas demasiado llamativas para su gusto. La trabajadora del lugar indicó a Touko el suyo mientras le abría la cortina y le permitía el paso para luego decirle que cualquier cosa que necesitase estaría en las afueras de los probadores.
Una vez sola frente al gran espejo de cuerpo completo Touko puso con trabajo y con la ayuda de un leal Zekrom los percheros de ropa en los soportes en una de las paredes del probador mientras se disponía a quitarse sus ropas y probar una de las nuevas. Si no necesitase ayuda realmente Touko hubiera devuelto a su pokemon dentro se la pokeball pero lo cierto era que para agilizar las cosas necesitaría una mano, o garra en este caso y tenía la suficiente vergüenza como para dejar que alguien que no fuese se su entera confianza viese su cuerpo desnudo o en ropa interior.
Una vez se había quitado su ropa habitual y la había colgado al lado contrario a la otra, Zekrom le alcanzó la primera muda de ropa que consistía en una sudadera sin mangas y con capucha de color negro con el interior de color azul eléctrico junto a una blusa y shorts muy parecidos a los suyos lo que más cortos y junto a estos unas medias hasta medio muslo de color negro con un ligero triángulo azul invertido en el extremo superior.
Touko se miró en el espejo y dio un pequeño giro mientras veía como le gustaba esa combinación perfecta de la ropa en ella, Zekrom también daba un gesto de aprobación mientras ahora la joven se quitaba las ropas y las ponía junto a las viejas de ellas como seña de que iba a comprarlas. Así pasaron el rato mientras Touko se probaba ropas y las separaba en dos lugares distintos, a la izquierda y junto a su ropa la que compraría y a la derecha la que dejaría para otro momento ya que no le interesaba. Ya casi habían llegado al final y sólo quedaba una prenda pero por lo que captaba su vista era algo que en años había por su cuerpo, desde que tenía unos diez no usaba nada por el estilo. Un vestido.
La mirada en el rostro de Touko lo decía todo mientras un pequeño dragón con mirada de cachorro y sosteniendo la prenda de ropa la miraba suplicante.
-¡Oh No! ¡Diablos, que no!- La castaña gritó avergonzada mientras se cruzaba de brazos y con una mirada molesta se dirigía a su pokemon oara luego bajar la voz percatandose del pequeño escándalo que estaba a punto de formar - No me probaré ese vestido Zekrom.
Touko pudo ver como la sonrisa en la cara de su pokemon se esfumó y parecía decepcionado cosa que le partía el corazón inmensamente a la joven pero aun así no cedería tan fácil y por mucho que le doliera pensaba que su pokemon debía respetar sus gustos. Un poco decaida por ver como Zekrom volando se giraba y le daba la espalda para colgar el vestido donde estaba antes, ella también se dio la vuelta para coger sus ropas habituales y ponerselas otra vez, pero justo cuando estaba por tomar el perchero en sus manos dos garras ahora de tamaño humano la sostenían por debajo de sus brazos y casi tocando sus pechos cosa que después hicieron para desabrochar el sostén blanco de la contraria y hacer que este y el perchero de ropa cayeran al suelo junto a un grito casi gemido que dejaba sus labios.
-¡¡Z-zekrom!!- Touko no se percató de que tan fuerte fue su grito hasta que oyó del otro lado de la habitación a la mujer de antes preguntar si todo se encontraba bien y el porqué gritaba. En ese momento la voz de Zekrom la hizo reaccionar y respondió a la otra que no se preocupase que todo estaba bien que sólo había sido por la emoción de la ropa.
Touko rápidamente colocó sus manos avergonzada sobre las garras de Zekrom para alejarlo de sus pechos pero lo cierto era que la intención de Zekrom era otra. En cuestión de instantes estaba el dragón negro ahora de tamaño humano vistiendo con aquel vestido a su entrenadora a pesar de sus quejas y el increíble y notorio sonrojo que se quedaba fijo en su rostro después de todo el había hecho algo bastante indecente por lo que se disculparia luego con seguridad.
-Maestra no haga más ese tipo de sonidos o las personas mal interpretarán la situación- La voz de Zekrom se oía calmada ante todo aunque en su rostro frío y negro podía verse un ligero rubor mientras trataba de evitar mirar a los ojos a la contraria y ajustaba la falda del vestido y ponía el lazo en la zona bajo su pecho.
Una vez Zekrom terminó de vestirla por instinto ella se giró al espejo y lo que vio la dejó sin habla. El vestido que su pokemon había escogido sin dudas era hermoso y destacaba toda su figura femenina, al punto de que ni ella misma se reconocía. El vestido de color negro era de estos de los que se llevan sin sostén ya que sus mangas cortas y abombachadas revelaban los hombros en su totalidad, era ajustado en la zona de los pechos y tenía una doble tela que permitía ver un color azul eléctrico debajo junto a un lazo del mismo color que ajustaba la zona justo debajo de los pechos e iba amarrado atrás, luego el vestido caía suelto y holgado hasta encima de las rodillas y con pequeños pliegues que al moverse se podían notar aperturas que revelaban la misma tela azul debajo. Era maravilloso.
-Luce hermosa, maestra- La voz de Zekrom sólo logró cohibir más a la joven de pelo castaño quien tomaba en resto de la ropa y la guardaba en una de las bolsas que le había dado anteriormente la mujer y mandaba a Zekrom a poner en su lugar las que no compraría no sin antes agradecerle.
-Gracias...Lo llevaré puesto- La voz avergonzada de la contraria sólo sacó una risa en el pokemon que salió caminando y le entregó a la mujer de antes las ropas que no comprarían.
Luego de haber pagado en la tienda y salir con dos bolsas de color rosa chillón donde estaban sus nuevas prendas, Touko y Zekrom que se mantenía en su tamaño humano habían decidido tomar algo antes de regresar a su confinamiento en la Liga, y ahí estaban, en uno de los cafés del centro comercial cada uno tomando una malteada con su baya favorita de acompañante, algo que ambos compartían, el gusto por las bayas meloc.
-Perdón por haberle puesto el vestido a la fuerza- Luego de dar un sorbo a su malteada Zekrom habló avergonzado y apenado según podía ver Touko y eso hizo que su corazón diera un pequeño vuelco- pero realmente creía que se vería bien en él.
-No pasa nada Zekrom- La joven de pelo castaño se levantó de su silla y con una voz calmada dio un beso en la mejilla de su dragón para tratar de hacer desaparecer ese sentimiento de culpa en sus ojos mientras al separarse un poco le daba una sonrisa - Lo que la próxima vez simplemente pídemelo y llegamos a un acuerdo.
-Hecho- Y al Touko cerrar los ojos para sonreirle pudo sentir como unas garras tomaban su mano y la acercaban al rostro contrario uniendolos en lo que cualquiera describiria como beso a pesar de Zekrom no tener labios, para luego al abrir los ojos ver como cierto pokemon lamia el área cercana a su boca diciendo que tenía restos de bayas ahí mientras sonreia feliz y victorioso y un grito femenino se oía por todo el lugar.
-¡¡¡E-estúpido Zekrom!!!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top