"Problemas femeninos"

-¡Touya!

La voz de N se oyó nerviosa a través del teléfono y casi parecía un grito de desesperación, el peliverde no había sabido a quien llamar desde que vio como su novia vomitaba varias veces en el baño y apenas comía, tampoco sabía que podía hacer para ayudarla ya que cada vez que le preguntaba si debían ir a un hospital o si debía llamar a alguien Touko sólo respondía "Problemas femeninos" y pasaba a enterrarse entre las sábanas para estar ahí casi todo el día.

Como ambos vivían ahora solos y juntos en casa de la actual campeona hacia ya un mes exactamente, N no tenía idea de que hacer y nunca la había visto así y el lugar donde se encontraba la residencia cercana a Pueblo Biscuit hacia que todo contacto humano fuera casi imposible; después de todo toda el área sur a Pueblo Biscuit ahora pertenecía a la campeona y había construido ahí una gran reserva natural pokemon, así que en los cientos de kilómetros alrededor de ambos sólo habitaban pokemon y N dudaba mucho que alguno de sus amigos supiera que hacer, aunque la idea de pedirles ayuda le resultaba una buena opción si el hermano menor de su novia no servía de ayuda.

La primera opción más obvia y fácil de llamar desde el teléfono de la casa fue Touya, quien estaba de viaje por alguna otra región pero aún así podía y solía comunicarse con cierta frecuencia y facilidad. Y para ser sinceros, Touya era otra de las pocas personas con las que N mantenía cierta confianza además de ser el hermano de su pareja.

-¿N? Que raro que me llames tu ¿Dónde está White?- El joven de pelo castaño se extrañó de momento mientras trataba de ignorar el aire que le impedía oír bien.

-¿Que es ese ruido?- N cuestionó el sonido que le impedía entender bien del otro lado mientras impaciente daba vueltas alrededor del lugar.

-Ah es que estamos volando. Estoy en Sinnoh, justo ahora Mandibuzz me estaba llevando al Centro Pokemon de una ciudad. Pero dime ¿Qué pasa, y mi hermana?- Touya apenas com un ademán de mano le ordenó a Mandibuzz que redujera su velocidad mientras atendía lo que su amigo pretendía decirle.

-¡Por eso te llamaba!- La exclamación de desesperación de N sorprendió a su escucha mientras el continuaba con sus oraciones rápidas y nerviosas -¡Estoy preocupado por ella y no se que hacer! ¡No está comiendo nada y ha vomitado varias veces ya, está pálida como si estuviese enferma pero aún así se niega a ir a un hospital! ¡No se que hacer!

-Woah ¡Calma primero!- Touya casi da un pequeño salto en Mandibuzz cuando escuchó los gritos desesperados del otro lado de la línea y una vaga idea le vino a la mente, aunque para ser sincero le daba algo de vergüenza preguntar pero poniendo su cara sería fue a por ello- N... ¿Tu y mi hermana no habéis...tenido relaciones o si?

-¿Eh?- N no entendió para nada lo que le preguntaba Touya. ¿A que podría referirse com "tener relaciones"? -¿Qué es eso?

La mente del de ojos café quedó en blanco por un momento mientras miraba a un punto vacío del cielo. Sabía que N era inocente e ignorante en muchas cosas con relación a las personas pero si conocía lo que era tener pareja había pensado que tal vez entendía lo que llevaría algún momento a la intimidad en dicha relación, pero al parecer se equivocaba. Touya sin darse cuenta soltó una pequeña risa que incomodó un poco al chico de ojos azules.

-¿Te estás riendo?

-Ah perdona, olvida lo que dije. Si tu respuesta fue esa entonces estoy seguro de que no debes preocuparte por un pequeño N en camino ja ja, ni yo por un sobrin- A pesar de N no entender bien a que se refería si había entendido la parte del niño, o al menos eso pensó Touya en el momento que sintió como la respiración del contrario pareció cortarse y un ligero grito de vergüenza llegó a sus oídos -Ahora dejando eso de lado. ¿Se ha quejado White de algo?

-Cada vez que le he preguntado sólo me ha respondido que le duele algún lugar de su estómago y lo ha resumido a "Problemas femeninos" aunque no tengo idea de que significa- Touya sin querer volvió a reír del otro lado de la línea mientras soltaba un suspiro aliviado y comenzaba a calmar a su amigo que se notaba desde lejos que era una bola de nervios.

-Primero que nada puedes calmarte, no es algo por lo que debas llevarla a un hospital. Segundo, podría explicarte pero no estoy muy al corriente del tema y no sabría decírtelo de una manera simplificada además de que la línea parece que va a cortarse. Mi recomendación es que le preguntes a otra chica, o bien puedes intentar con Zekrom aunque creo que quedarás traumado. Así que la mejor opción es Rosa. Ha sido un placer, adiós- Y sin darle tiempo a N a responder o quejarse o siquiera agradecer, la llamada se cortó debido al viento y la distancia entre ambas regiones. Dejando a N justo en el punto de partida donde había empezado aunque con la calma de que al menos no era necesario un hospital. A pesar de que desde su punto de vista era la solución más confiable.

N colgó el teléfono y sin pensarlo dos veces marcó el número de Rosa desde su Videoemisor está vez, hablar con Rosa podría tranquilizarlo y ayudarlo también, después de todo era su amiga y casi hermana pequeña.

-¿N?- Rosa contestó medio sonrojada mientras reía por lo bajo, N podía jurar que parecía hasta un poco apenada y tal vez hasta molesta, incluso podía jurar que vio por un segundo a Matis junto a su amiga y lo oyó maldecir por lo bajo.

-Perdón ¿Interrumpo algo?- El joven de melena verde claro preguntó confundido ahora que ya veía a Matis en la llamada con la ropa un poco desajustada pero tan serio como de costumbre -Oh, Hola Matis

-Hola...

-¡Oh no! Para nada jaja. Dime, ¿Qué que pasa?- Rosa trató de cubrir el tono sombrío y de enfado de su pareja mientras veía a N todo el tiempo dedicándole una sonrisa.

-Es sobre Touko, llame a Touya pero me dijo que mejor era preguntarle a una chica del tema...- La voz de N se oyó triste por un segundo y el enojo y vergüenza tanto de Matis como Rosa desapareció y ambos se centraron más en la conversación -No se que le sucede pero ha estado vomitando y quejándose de dolor, además ni siquiera tiene apetito y se pasa el día en la cama...

Rosa y Matis ambos se miraron por un segundo entre sorprendidos y extrañados y luego miraron a N, el primero en hablar fue Matis.

-Amigo, ¿No lo habrás hecho sin protección con la campeona o si?- En el segundo que el ojirubi dijo la frase recibió un ligero golpe en la cabeza por parte de su compañera de coletas quien con cara de molestia le pedía comportarse -¡¿Por qué me pegas?! ¡Tu también lo pensaste!

-¿Hacer que cosa?- La inocencia del héroe de la verdad podía llegar a sorprender mucho a veces y Matis y Rosa sólo se miraban repetidamente para mirar al chico en la pantalla en repetidas ocasiones y parpadear anonadados. Quien quiera que le hubiese enseñado a N sobre el mundo exterior más allá de los pokemon, había hecho un pésimo trabajo, o simplemente nunca quisieron realmente decirle. Rosa le sonrió.

-A ver... N cariño- Rosa no sabía cómo entrar en el tema sin arruinar la inocencia de cierto peliverde al cual admiraba -¿Si sabes como los pokemon tienen crías verdad?

-¿Qué tienen que ve-?

La cara de N se volvió por completo un tomate mientras negaba con la cabeza repetidamente en cuanto se había percatado a donde quería llegar su amiga. Había entendido por completo la referencia y se avergonzaba de ello. El nunca haría tal cosa, no sin permiso y consentimiento de Touko. Además su relación era apenas un inicio luego de pasar más de tres años como amigos simplemente. El acto de reproducirse ni siquiera había pasado por su cabeza en todo este tiempo hasta ahora. Aunque ciertas veces sentía su cuerpo al límite de algo que no tenía el valor de explorar, y tampoco sentía comodidad como para decírselo abiertamente a Touko sin volverse una bola de nervios o un intento de manzana.

-¡N-NO ES ESO!

Rosa no pudo evitar reír y Matis la acompañó, la reacción del contrario había sido muy graciosa para ambos, aunque calmó y decepcionó en cierta medida a la pareja que le escuchaba. Aún no habrían mini Harmonia por el lugar y tampoco quien molestase a un Ghechis que ahora se encontraba de maestro en una escuela repleta de infantes. Digamos que la campeona le había perdonado pero se divertiría con su castigo por lo de tratar de conquistar la región dos veces.

-Oh N, no debes preocuparte, sólo es su período. Es algo normal en una mujer una vez al mes- Rosa explicó lo más sencillo posible mientras veía aún la cara de confusión del entrenador de Reshiram. Este tema sería complicado y gracioso de explicar a N.

-¡Si hombre! Preocupate si desaparece, ahí entonces si habrán pequeños corrien- Y Matis fue callado otra vez por otro ligero golpe de Rosa tumbandolo al suelo y saliendo de la vista de N.

La chica de coletas sonriente se demoró su tiempo en explicarle a su amigo que significaba período para una mujer y que conllevaba esto, sobre todo la parte de la sangre para que no hubiese sustos o quizás desmayos por parte de cierto niño-adulto de pelo verde si llegaba a encontrar alguna ropa o sábana manchada de sangre. Luego llegaron preguntas como "¿Por qué a las mujeres?" "¿Siente mucho dolor?" "¿No hay manera de detenerlo?" Entre otras que sólo hacían reír a Rosa quien sin molestia alguna le explicaba que era un proceso natural que sólo indicaba que una mujer estaba lista para reproducirse, así como sucedía con los pokemon cuando ponían sus huevos.

-Pero te advierto N, cada chica reacciona de una manera distinta a ese proceso- Rosa seguía con la explicación de ya casi una hora mientras Matis daba vueltas por la habitación y ahora volvía a sentarse junto a Rosa sosteniendo algo en sus manos.

-¿Reaccionan de manera distinta?- N aún estaba confundido sobre todo lo que había aprendido sobre el sexo femenino en tan poco tiempo y su cabeza trataba de asimilar la información lo más rápido posible para estar cuanto antes con su novia que dormía en el cuarto que compartían.

-Por ejemplo Rosa- Matis que había callado hacia tiempo se volvió a unir a la conversación mientras explicaba a la vez que usaba su boca y manos para abrir un paquete de galletas con forma de pokemon -Ella suele quejarse bastante y tiene muchos cambios de humor pero suele tranquilizarse con dulces increíblemente, de hecho estas son sus favoritas.

El chico peliazul lanzó un par de galletas al aire las cuales Rosa atrapó con la boca como si fuera un pequeño Purrloin y terminó cayendo acostada al parecer sobre la cama donde estaban, aunque se encargó de mantener el brazo donde tenía su vídeo emisor arriba para seguir en la llamada. Matis y N ambos rieron ante la actitud despreocupada e infantil de la entrenadora de Kyurem.

-Sip~♡

-¿Ves? Es como una niña pequeña- El peliazul ahora más confiando en la conversación reía mientras acariciaba con su mano libre la cabeza de su compañera -Así que la única manera de saber que hará sentir mejor a la campeona es cuidando de ella y viendo su reacción o preguntándole.

-Exacto~

-Ahora si nos disculpas, tengo asuntos que tratar con esta entrenadora- Y colocándose sobre Rosa, Matis tomó la mano donde estaba su vídeoemisor y despidiéndose colgó la llamada no sin antes N poder escuchar a Rosa gritar "Espera, N aún está ahí" y ver un sonrojo en su rostro para luego ver la pantalla en negro y un pequeño letrero que decía "llamada finalizada"

El peliverde suspiró y con la información que recién había recibido iba a dirigirse hacia el cuarto de Touko pero un ruido detrás suyo le sorprendió haciéndole saltar en el lugar y girarse rápidamente para ver cómo un pomo de mermelada de bayas rodaba hasta sus pies.

-Lo siento... Sólo quería algo de comer- Luego de tomar el recipiente en su mano y alzar la vista lo primero que lo recibió del otro lado de la cocina fue una Touko con una voz apagada mientras su palidez era notoria.

Touko estaba de pie junto a la meseta de la cocina y junto al refrigerador con una bolsa de tostadas en la boca y un cuchillo y plato en sus manos. Su cabello era un desastre y caía por su espalda hasta llegar a un poco por debajo de sus hombros ya que estaba creciendo otra vez. Sus ojos azul mar estaban apagados al punto que parecía un abismo marino lo que tenía en su mirada y en su cuerpo sólo estaba usando la camisa blanca que le pertenecía a N, cosa que cuando fue notada por este le termino causando un gran sonrojo mientras Touko aun seguida parada en el lugar con una expresión de muerto. N se acercó con el frasco en la mano y delicadamente lo puso junto a Touko y retirando el plato y cuchillo de sus manos habló.

-Déjame ayudarte- N sonrió a su novia y también la hizo soltar las tostadas ya que parecía mucho para ella sostener, tenía una cara de que caería en cualquier momento dormida -Te ves cansada...

-No lo estoy solo es que... ugh- La oración de chica de rizos café se quedó inconclusa en el momento que un fuerte dolor la hizo inclinarse unos centímetros hacia adelante y por instinto sostenerse del suéter negro que usaba N, asustandolo un poco en el proceso.

-¡¿Estas bien?!- N soltó todo cuanto estaba haciendo y dedicó toda su atención a su novia mientras la sostenía con ambas manos a la altura de sus hombros. Touko asintió levemente mientras trataba de apretar que su dolor era pasajero, cosa que N pudo notar.

Lo bueno de conocer a Touko por ya tres años, era que N podía saber fácilmente cuando mentía o cuando fingia algo, así como cuando realmente algo la emocionaba enserio, había aprendido a leer sus pensamientos justo como cuando hablaba con sus amigos pokemon y estaba feliz de ello en ese momento Y, gracias a lo que había aprendido ese día trataría de dar lo mejor de sí para hacer sentir bien a Touko. Con cierta facilidad N colocó con cuidado las manos en las piernas y espalda femenina y la levantó del suelo cargandola como princesa.

-¡Natural!- El quejido sonrojado de Touko paso desapercibido por los oídos de N quien ni siquiera le había molestado el que ella lo llamese por su nombre completo. De hecho en el fondo lo apreciaba, de todas las personas, ella era la única que se molestaba en pronunciar su nombre y darle un tono tan cariñoso -¿Q-que haces?

-Touko, déjame ayudarte... por favor. Se lo mucho que te gusta hacer las cosas a tu manera y también cuanto puedes insistir sobre algo. También se que no te gusta depender de los demás pero por favor déjame ayudarte- La voz de N casi pareció una súplica mientras miraba directamente a los ojos azules de la joven entre sus brazos -No dependes de mi por dejarme estar a tu lado y tampoco quiero verte sufrir, así que por favor...

Touko no pudo decir palabra alguna ni intentar negarse a cuanto pedía la persona que la había enamorado. Apenada y con un sonrojo en su rostro sólo pudo llevar su cabeza al pecho del muchacho que la cargaba y cerrar los ojos dejándose cautivar por su olor a bosque.

***

Delicadamente la colocó en la cama de ambos mientras acomodaba sus cabellos revoltosos y se aseguraba de levantar su cabeza con varias almohadas para luego arroparla con las sábanas y mantas, y, luego  de eso dirigirse a la cocina prometiendo no tardar. N se preocupaba grandemente por la salud y bienestar de su Touko que no podía evitar hacerla sonreír de felicidad.

Touko sabía que tal vez N no estuviese al corriente del tema, o que podía no estarlo del todo. Sabía que N podía no entender por lo que ella estaba pasando o el dolor que sentía en ese momento, sabía que él podía no saber que hacer en esa situación, pero aún así estaba segura de que se mantendría a su lado y daría lo mejor de sí mismo como siempre había hecho desde que lo conocía, llegando a su propio límite por el bien de los demás.

Los pensamientos de Touko fueron interrumpidos en el momento en que N tocando levemente dos veces la puerta sólo para dar señal de que había vuelto, se adentraba en la habitación sosteniendo una bandeja en su manos manos.

-¿Qué es eso?- Cuestionó Touko mientras con una ligera chispa de curiosidad se sentaba por completo en la cama y miraba a su pareja tomar asiento a su lado colocando la bandeja sobre las piernas de ella permitiéndole ver el contenido de esta.

-No sabía que hacer, así que sólo preparé algo que sueles amar...Café y tostadas con mermelada de bayas Meloc, espero que te guste...

Una pequeña gota transparente cayó sobre la bandeja que ahora sostenía la joven sobre sus piernas causando que N diera un pequeño salto asustado inclinandose hacia Touko. Tal vez Rosa debía haberle advertido de los cambios de humor.

-¿P-por que lloras? ¿No te gust-?

Pero N nunca pudo continuar su frase mientras aún inclinado hacia adelante era abrazado por el cuello por la joven campeona de Teselia quien aún si estaba llorando sonreía felizmente. ¿Cuándo había sido capaz de ganar el corazón de alguien tan puro como N? A pesar de no entenderlo bien, él en el fondo sabía que ella no lloraba porque estuviese triste, tampoco molesta, sólo... feliz. Ella estaba feliz porque tenía a N de su lado, feliz porque luego de tres años podían estar juntos sin miedo a nada, pero sobre todas las cosas estaba feliz de poder tener su amor y cuidado a su lado todos los días desde ese momento.

-No estoy triste...No lo estoy. Sólo estoy- Y separándose del abrazo Touko sostuvo las dos mejillas del peliverde entre sus manos mientras el imitaba el gesto con ella, ambos mirándose a los ojos como si el cielo mirase al mar tan cerca suyo -Feliz.

-Yo también estoy feliz, y lo estaré mientras estés a mi lado, Touko.

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Debo decir, que no me gustó mucho el final que le , me pareció apurado y para salir de esto, además de que si me gustó mucho la primera parte del oneshot. Bueno, tal vez lo edite en algún momento.

Ah Si, por cierto, se que no lo he dicho pero el capítulo anterior y este son avances básicamente de "A Thousand Unova Routes" so, no me maten por el spoiler y miren el lado bueno, les adelante el Ferriswheelshiping.

Stay tuned!

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