Primero que nada, no sabía realmente donde soltar esto.

Es un intento, un borrador, de confesión de Touko hacia N para mi libro "A Thousand Unova Routes" La verdad tengo esto escrito desde hace meses y quería compartirlo simplemente, así que aquí se los dejo~
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¿Sabes N? Desde la primera vez que te vi en Pueblo Terracota llamaste mi atención, para mi no cabía en mi mente el que alguien pudiera entender lo que decían los pokemon, Y si tu podías hacerlo yo quería saber. Quería saber que pensaban de mi mis compañeros, a pesar de que nunca me gustaron la batallas no tuve más remedio que tener una contigo, gané esa vez, fue la primera batalla con alguien que no era mi amigo o conocido que yo había ganado. Me sentí feliz y orgullosa de mi misma pero por algún motivo aunque estabas sonriendo parecías molesto.

Después de eso nos encontramos varias veces a lo largo de mi viaje, afuera del museo me dijiste la verdad que querías ver, la que querías imponer al mundo con la ayuda de Reshiram, yo no lo entendía, pero si entendía tu punto de vista y tu amor por los pokemon, lo comparto de hecho. Tuve que pelear contigo muchas veces, en todas siempre ganaba pero aun así quería más, no quería sólo ser un obstáculo en tu camino o algo con lo que pelear cada vez que vieras, quería conocerte mejor, por eso en parte accedí a subirme en la noria contigo aquella vez... Pero ese día, lo que me dijiste sólo me hizo sentir traicionada.

No digo que preferiera que lo hubieras callado, de hecho estaba feliz de saberlo y aún así lo odiaba. La persona a la que empezaba a admirar y querer, de la cual quería su amistad, se había convertido en lo que quería destruir mi mundo ideal, en mi enemigo. Muchas veces traté de odiarte, enseñarme a mi misma un ridículo odio hacia ti pero no podía hacerlo, a cambio otro sentimiento crecía en su lugar y aún pensaba que podía hacerte ver mis ideales, aún pensaba que podía convencerte con palabras en la cueva electroroca...Pero cuando llegué a la Torre Duodraco te convertiste en algo que ya no podía intentar proteger, tu tenías a Reshiram, yo estaba a punto de rendirme y dejarte crear el mundo que deseabas, no quería luchar contigo, prefería ver la verdad que veían tus ojos; ¡yo iba a rendirme por el amor de Dios! ¡Pero tu me pediste que buscase a Zekrom, que te derrotara, que te detuviera! Yo no quería nada de eso, aún así acepté, si ese era el papel que querías que jugara lo haría con gusto sin siquiera saber el motivo.

Pero cuando llegué a tu palacio, entonces pensé bien las consecuencias de mis acciones. Habían muchas personas que me apoyaban. Si tu ganabas, el mundo que yo amaba, que yo soñaba con ver, no estaría completo y sólo habrían caras tristes. Entonces me percaté que no podía hacer nada mas que renunciar a mis sentimientos, no era cuestión sólo de mi, sino una entera región que dependía de mi valor y mi combate, no podía dejarte ganar. Si tu ibas a destruir el mundo que yo quería preservar entonces no valía sacrificarlos a todos debido a mi amor por ti. Entonces te enfrente, con o sin Zekrom, yo no podía perder en ese lugar.

Luego de eso increíblemente pude ganarte, con un pokemon al cual sólo conocía hace minutos. Mi sueño del mundo ideal se había cumplido pero aun así... por algún motivo yo nunca podría sentirme completa. Y aunque quise decir lo que sentía en ese momento sólo pude verte alentarme como siempre hacías para luego desaparecer...lo último que supe de ti fue que estabas en alguna región lejana con Reshiram, en un lugar donde yo no podía encontrarte. Dolía. Pero, no me arrepiento de nada de lo que pasó, porque por eso estoy aquí y ahora, N. Y aunque puede que no entiendas del todo el significado de mis palabras te lo diré una vez más...

Te amo, Natural.