Team Shadow
Andé hasta pasada la tarde hasta llegar a una cueva extraña. Allí me paré a leer un cartel en la entrada. "Monte Moon" decía. Había oído hablar de él. Al parecer, para llegar a ciudad Celeste había que cruzarle, así que no me lo pensé más. Me dirigí a la entrada seguido por Riolu cuando una voz dijo a mi lado.
-Yo que tú no lo haría.
Miré a mi alrededor y me encontré con un hombre entrado en años sentado en una roca al lado de la cueva. Llevaba un sombrero de paja y botas de montaña. Enseguida entendí por qué no lo había visto antes, tenía un aspecto desaliñado y su ropa grisácea contrastaba con las piedras del entorno.
-Yo que tú no lo haría- repitió.
-¿Por qué?- pregunté.
El hombre me miró por debajo de su sombrero y pude ver que sus ojos eran de un profundo color verde.
-¿Has oído hablar del Team Shadow chaval?
-¿El Team Shadow?- estaba confundido, jamás había oído hablar de ellos.
-Así es, un equipo de villanos que se dedican a robar Pokémon.
-¡¿Qué!? ¿Robar Pokémon?- exclamé indignado.
-Sí.
-¿Y qué ganan a cambio?- intenté mantener la calma.
-Dinero- contestó- los venden y ganan una gran fortuna por ellos.
Temblaba de rabia.
-Cuando me los encuentre les voy a dar su merecido- mascullé.
-Es curioso, muy curioso- dijo el hombre.
-¿El qué es tan curioso?
-Chico, tú ves a esos tiranos como personas malas, y desde luego lo son, pero nadie habla de los que compran a los Pokémon robados. ¿Quién es peor, el que los vende, o el que los compra?
Medité un segundo antes que decir.
-Ambos ¿no?- respondí- los que los venden por robarlos y venderlos, y los que los compran por comprarlos.
Dejé de prestarle atención y me dirigí a la entrada. Allí me frené, dudé un momento pero finalmente me volví.
-Por cierto, me llamo Dex.
El hombre sonrió y por un instante sus ojos adquirieron un brillo inusual.
-Yo soy Dishian.
Respondí a la sonrisa y me adentré en la cueva. Parpadeé varias veces para acostumbrarme a la oscuridad. Cuando pude ver mejor, aprecié los contornos del sitio donde me encontraba, multitud de rocas y algunos cráteres en el suelo y en las paredes. De repente una cosa pasó volando muy cerca de mí y se detuvo a pocos metros. Era un Pokémon de aspecto de murciélago que jamás había visto.
ZUBAT: el Pokémon murciélago.
Durante el día, Zubat permanece inmóvil y a oscuras. Si este Pokémon pasara mucho tiempo expuesto al sol, correría el peligro de sufrir quemaduras.
-Bien, lo capturaré- dije al tiempo que cerraba mi pokédex- Riolu, usa ataque rápido.
Riolu se acercó para golpear a Zubat, este se giró a tiempo para esquivarlo y atacar. De repente un sonido espantoso me hizo taparme las orejas y cerrar los ojos. Cuando pude respirar más tranquilo y logré abrir los ojos me encontré con que Zubat ya no estaba. Golpeé furioso la roca, pero no por no haberlo atrapado, sino por no haber predicho que usaría ultrasónico. En ese momento unas voces me hicieron pararme en seco. Me agaché tras la roca y presté atención a las voces. Estas decían.
-¿Lo has encontrado?
-No, no hay ni rastro de la roca lunar. ¿Y tu qué? ¿Has encontrado los fósiles?
-Sigo buscando.
-Bien, avísame cuando los encuentres.
Luego se oyeron unas pisadas, me quedé agachado, conteniendo la respiración hasta que no se oía nada. Me separé de esta y miré a Riolu. Este me devolvió una mirada como diciendo. "¿A qué esperas? ¡Vamos a seguirlos!" Le hice caso. Empecé a correr en la dirección por la que había desaparecido las voces con Riolu pisándome los talones. Llegamos a una cueva más iluminada donde había un hombre recogiendo algo del suelo. Frené en seco, rezando por que no me hubiese visto. No fue así. El hombre se giró. Tenía el pelo negro y unos ojos oscuros.
-¿Quién eres?- preguntó. Lo reconocí. Era el que al parecer tenía que buscar unos fósiles o algo así.
-¿Quién eres tú?- dije yo.
El hombre frunció el ceño, tratando de ver alguna trampa. No debió de verla porque respondió.
-Mi nombre es Gujad. Recluta del escuadrón 1, liderado por el comandante Shual del Team Shadow.
-Bien, yo soy Dex, entrenador Pokémon poseedor de la medalla Roca. No me voy a contener ante unos ladrones de Pokémon- proclamé con voz autoritaria.
Gujad me miró un momento desconcertado cuando Riolu se preparó para luchar, sin embargo, pronto respondió él también. Sacó su Pokéball y envió a un Zubat. La batalla comenzó. Ambos Pokémon luchaban bien, Riolu usando palmeo y garra metal, y Zubat con ataque ala y chupavidas, pero la ventaja de tipo afectaba demasiado. Riolu recibió un ataque ala dejando al Pokémon en las últimas.
-Vamos Riolu, levántate- dije desesperado.
-Acábalo Zubat, ataque ala.
Zubat se acercó velozmente y cuando iba a dar el golpe decisivo se oyó un sonido y se levantó una humareda de polvo. Cuando esta se deshizo, Zubat estaba derrotado en el suelo.
-¿Pero qué ha pasado?- pregunté sorprendido.
Gujad miró a su Pokémon confundido, lo metió en la Pokeball y salió corriendo, olvidando los fósiles. Yo no traté de seguirlo. Me acerqué a los fósiles y los recogí. Los observé interesado.
Me los guardé en la mochila y seguí mi camino. Finalmente salí del monte Moon. Respiré hondo y volví la vista atrás. Recordé lo sucedido, desde mi encuentro con Dishian hasta la batalla contra el Team Shadow. Sacudí la cabeza y miré hacia el frente. Hacia Ciudad Celeste, lugar de mi siguiente batalla de gimnasio.
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