Mi nombre es Dex, actualmente vivo en pueblo Paleta, en la región Kanto, aunque provengo de ciudad Rocavelo en Sinnoh. Toda mi infancia la he pasado allí en compañía de mi querido Riolu. Mi padre me lo regaló siendo el huevo de una pareja de Lucario. He tenido que esperar mucho, sin embargo, hoy iniciaré mi viaje Pokémon en compañía de Riolu, ganaremos la liga e impresionaremos a mi padre. Mi padre es Dracón, un miembro del alto mando de Hoenn especialista en tipo dragón. Sí, es algo lioso, vengo de Sinnoh, vivo en Kanto y mi padre es del alto mando de Hoenn. Lo que pasó fue que mi madre era de Sinnho, y mi padre de Hoenn, cuando se casaron se fueron a vivir a Sinnoh, donde me tuvieron a mí. Pero mi padre se tuvo que ir por el trabajo y nosotros nos mudamos a Kanto. Así de simple.

-Dex, ¿estás listo?- Esa es mi madre. Ella solamente tiene un Pokémon, un Delcatty que la ayuda en casa.

-Sí, ya bajo- respondí. De un salto me levante de la mesa y corrí escaleras abajo- Estoy preparado mamá.

-Bien- asintió ella- Pero pásate por el laboratorio del profesor Oak.

-¿Por qué?- pregunté intrigado.

-Me dijo que tenía que darte algo- respondió.

No insistí, salí de casa y suspiré.

-Hoy empieza nuestro viaje Riolu.

Riolu asintió. Caminamos rápidamente hacia al laboratorio, donde, para mi sorpresa, se encontraban Diego y Paula, mis dos mejores amigos.

-¿Qué hacéis aquí?- les pregunté.

-El profesor nos ha llamado-dijo Paula encogiéndose de hombros- así que Swablu y yo vinimos.

-Lo mismo nos pasa a Aron y a mí- añadió Diego.

-¿Y por qué nos ha llamado?- insistí, sin entenderlo todavía.

Diego sacudió la cabeza irritado.

-A ver, ¿que ocurre hoy?

-Pues que iniciamos nuestro viaje supongo- dije.

-Exacto- dijo Paula- el profesor nos va a dar un Pokémon.

-¡¿Cómo?!- exclamé.

-Paula tiene razón- dijo una voz detrás nuestra.

Nos giramos y nos encontramos cara a cara con el profesor Oak.

-Os voy a dar entrega de unos Pokémon muy especiales, con los que he estado trabajando los últimos años. ¡Bulbasaur, Charmander y Squirtel!

-¿Nos dará uno a cada uno profesor?- preguntó Diego.

-Así es- respondió.

-¿Y cuál nos dará a cada uno?- dijo Paula.

-Eso lo decidiréis vosotros.

Dicho esto, sacó tres pokeballs y las lanzó hacia arriba. De ellas salieron los tres iniciales de Kanto.

Paula, Diego y yo miramos expectantes a los Pokémon.

-¿A qué esperáis?- nos incitó el profesor- ¡Coged uno!

-Las damas primeros- dijo Diego.

Paula le miró, irritada, pero se acercó para elegir a su inicial. Los observó un momento pensativa y finalmente se decidió por Bulbasaur.

-Ve tú- me dijo Diego.

No hizo falta que me lo repitieran. Miré a Squirtel y a Charmander. Como molaría tener un Blastoise, sin embargo, el tipo fuego me gustaba mucho, razón por la que escogí a Charmander.

-Pues yo me quedo con Squirtel- declaró Diego.

-Tomad- dijo el profesor- esto es una pokédex, un aparato en el que están registrados todos los datos de los Pokémon.

Nos entrego una pokédex a cada uno.

-Oye Diego- dije- ¿qué tal si echamos una batalla con nuestros nuevos Pokémon?

Diego me miró.

-¿Me estás retando?- sonrió- acepto.

-Yo que vosotros no lo haría- intervino Paula.

-¿Por qué?- preguntamos.

-Porque no habéis entrenado con ellos y todavía no sabéis como usarlos en combate. Sin olvidar que no tenéis aún suficiente confianza.

-Paula tiene razón, Charmander, Bulbasaur y Squirtel aún no tienen confianza con sus nuevos entrenadores- dijo Oak- entrenad y la próxima vez que os encontréis combatid.

-¿Qué te parece?- me preguntó Diego.

-Por mi bien.

-Entonces la próxima vez que nos veamos combatiremos- Diego me alargó la mano.

-Trato hecho- dije al tiempo que se la estrechaba.

Paula sonrió.

-Bueno chicos, yo me voy, vamos Swablu y Bulbasaur.

Seguidamente se fue.

-Hasta la Próxima Dex- me dijo Diego y se fue acompañado de Aron y Squirtel.

-Bueno, Riolu, Charmander, vamos a por ello. Conseguiremos las ocho medallas de gimnasio y ganaremos la liga. ¡Rumbo a ciudad Plateada!