Capítulo XCIV
¡Hey, hola! Voy a anunciar a los ganadores del concurso pasado. Les pedí que dibujaran a nuestro querido Diamond para que tres personas pudiesen ganar diez puntos. Así que a continuación enlistaré a los ganadores y a lo largo del día estaré subiendo las fotos de los dibujos a mi Instagram. ¡Tengo que decir que los amé todos! Fue muy difícil decidir D: Especialmente porque varios llegaron sin el nombre de usuario, así que realmente no sabía a quién demonios tenía que darle los puntos. ¿Acaso me odian? Porque yo sí. Los odio. ¡No soy adivina! D: Por cierto, quiero recordar que los semifinalistas siguen ganando sólo un punto acumulable. ¿De qué sirven los puntos acumulables? El lunes lo sabrán cuando comiencen las semifinales :D
GANADORES
@Rayxer
@Sue167
@VadaLedesma
Mención honorífica a @sheylavigneperegrin, @MissPalabros, @Sannti1 y @Kiriatheblackpanther. Sus dibujos no ganaron, pero fueron HERMOSOS <3
MARCADOR
@Sue167: 108 PUNTOS *Pasa a la semifinal*
@sheylavigneperegrin: 106 PUNTOS *Pasa a la semifinal*
@AndreaNoSeraph: 87 PUNTOS
@Kiriatheblackpanther: 54 PUNTOS
@Sannti1: 48 PUNTOS
@Lucario37: 44 PUNTOS
@VadaLedesma: 26 PUNTOS
@Rayxer: 20 PUNTOS
@Adry19ana: 12 PUNTOS
@SMIpoked: 10 PUNTOS
@Otaku110: 11 PUNTOS
@irvin-eevee12_otaku: 8 PUNTOS
@Kevpstar: 7 PUNTOS
@MusicGamerL: 5 PUNTOS
Y bueno. Es viernes y es hora de otro reto de fin de semana. Ultimamente les he estado pidiendo cosas que se salen un poco de lo que realmente es la historia de la Saga Pokemon, así que vamos a retomar ese tema ya que al final de eso era de lo que trataba el concurso. Ya que el lunes comenzaremos con la semifinal que serán solamente dos preguntas para luego pasar a la final donde sólo quedarán los tres ganadores (que tendrán que esperar un par de semanas porque no he terminado de hacer todos los premios ajajaja :c), les aviso que esta vez NO PODRÁN RESPONDER QUIENES YA ESTÁN EN LA SEMIFINAL. Las tres preguntas que haré hoy serán solamente para los demás. Estas tres preguntas tienen un valor de DIEZ PUNTOS cada una. Por lo tanto, quienes respondan a las tres correctamente tendrán la oportunidad de ganar TREINTA PUNTOS.
1) DIEZ PUNTOS para las primeras CUATRO PERSONAS que por privado me digan: .:: ¿Cómo es que Perla y David se reúnen de nuevo?
2) DIEZ PUNTOS para las primeras TRES PERSONAS que en los comentarios me digan: .:: ¿Qué creen que pasó con el padre de Perla luego de todos los acontecimientos ocurridos en Pokemon V? ::.
3) DIEZ PUNTOS para las CINCO PERSONAS que en los comentarios me digan de la manera más explicativa posible: .:: ¿Por qué Jackie decidió ponerse en contra de su padre? ::.
El límite para responder es el lunes 26 de octubre, a las 2:00pm (hora de México). ¡Mucha suerte a todos y que disfruten el capítulo!
PD: La canción que le dejo en multimedia, Angel de Sarah McLachlan, deben reproducirla durante todo el capítulo.
—Todavía recuerdo bien lo impresionada que me sentí cuando abrieron nuevamente la puerta de la habitación para que los paramédicos pudiesen sacar las camillas...
— ¡¡Pero es que no puede ser!! ¡Devon no puede morir!
—Él era tan mortal como tú y yo. Te aseguro que podía hacerlo.
— ¡Me niego!
—A mí tampoco me gusta recordarlo. Pero... La vida es así. En algún momento termina... Y eso no lo hace menos injusto.
Todavía recuerdo bien lo impresionada que me sentí cuando abrieron nuevamente la puerta de la habitación para que los paramédicos pudiesen sacar las camillas. No se me ocurrió en ningún momento pensar que mientras el pasillo se sumía en completo silencio, dentro de esa habitación estuviesen sucediendo cosas terribles. Cosas crueles e injustas. También recuerdo que Jackie hizo todo lo posible para mantenerme cerca de ella, creyendo incluso que podría olvidar que Devon se encontraba en riesgo. Al instante me sentí traicionada, como si ella hubiese sabido algo que yo ignoraba. La desesperación fue tal que pronto comencé a morder mis uñas hasta que hice a mis dedos sangrar. El nudo en mi garganta era imposible de contener. El espíritu de la muerte seguía cerniéndose sobre mí, casi como si intentase decirme que había llegado el momento del fin. Y yo no quería que nuestra historia se truncase de esa manera. Pero cuando la vida elije el camino que debes seguir, poco le importa lo que tú opines. Y sólo aprendes a aceptar tu destino. Por más cruel que éste pueda parecer.
Cuando las puertas se abrieron y vi salir a los primeros paramédicos, por un momento creí que Devon saldría por su propio pie y me esbozaría su carismática y seductora sonrisa. Pero lo únicos que salían caminando eran los miembros del equipo de doctores cuyas batas blancas se habían manchado con un poco de sangre. Y esa misma sangre corría a través de las manos de algunos de los cadáveres. Sé que para ti podrá parecer impactante, pero vi a un par de paramédicos llevando ambos en brazos las dos mitades del cuerpo seccionado de un Togekiss. Me sentí devastada cuando vi a uno de esos sujetos llevando en brazos a Lindsey, pues tuvieron que dejarla en la camilla una vez que la sacaron del pasillo al creer que ella sobreviviría. Pero cuando la recostaron y la dejaron sola durante un par de segundos, ella sólo dejó salir su último suspiro. Corrí hacia ella para intentar ayudarla de alguna manera, pero no había nada que yo pudiese hacer. El lado izquierdo de su cuello tenía un agresivo corte profundo y sangrante. El desangramiento fue lo que le arrebató la vida. A pesar de eso, tomé su mano con fuerza. No podía decir que era mi mejor amiga, pero vaya que le había tomado un cariño muy especial. Y ahí estaba ella, muerta frente a mis ojos. Un paramédico se acercó a la camilla para dejar una Pokebola a un lado de mi amiga. Era una Pokebola rota, aplastada. Supuse que ese Pokemon no podría volver a verla nunca más.
—Skyler.
Jackie colocó una mano sobre mi hombro y balbuceó algo acerca de que debía alejarme de la camilla. Yo me negué y m alejé de ella. Miré con especial ira hacia el paramédico que cubrió el rostro de Lindsey con una sábana de color blanco. Mi respiración se agitó de golpe, pues vi que tres camillas más salían de la habitación y los paramédicos cerraban la puerta.
No podía ser cierto que Devon no estuviese allí.
Estallé en cuanto miré una de las últimas camillas, la que estaba en el extremo izquierdo y cuyo cadáver había dejado caer su brazo derecho por uno de los bordes. A pesar de estar ataviado con su chaqueta de cuero de color negro, pude reconocer a la perfección la forma de aquellos dedos largos. Era como si mi memoria los hubiese almacenado en un lugar muy especial, pues esos dedos formaban parte de algo mucho más importante. Jackie intentó sujetarme de nuevo, pero yo me liberé al instante y corrí hacia la camilla. Retiré la sábana y...
Y...
Retrocedí lentamente. Cubrí mi boca con ambas manos y dejé que mi respiración simplemente desapareciese de mi cuerpo.
Devon...
Devon Paltrow yacía en esa camilla, con los ojos cerrados y los labios ligeramente entreabiertos. Había demasiada sangre, por lo cual me era imposible saber qué era lo que había apagado la llama de la vida dentro de él. Su cabeza estaba inclinada hacia el lado izquierdo. Sobre su regazo, como si no hubiese valido nada, se encontraba Sylveon. Con el cuerpo lleno de pequeñas heridas sangrantes. Muchas de ellas concentradas alrededor de su cuello y a la altura de su corazón. Recuerdo que Ivysaur salió de su Pokebola y subió a la camilla para intentar reanimar a Sylveon, sin conseguir nada. Sylveon no se movía. No respiraba. Había dejado de existir.
—Devon...
Coloqué mis manos sobre sus hombros y le di una ligera sacudida. Su cuerpo estaba muy frío y él no respondía de ninguna manera.
— ¡Devon!
Lo sacudí con más fuerza, causando que un poco de sangre brotara de la comisura de sus labios. Repetí esa acción una y otra vez, sólo consiguiendo que la sangre brotara con más abundancia. Y grité su nombre. Una y otra vez. Como si mi voz hubiese podido arrancarlo de las garras de la muerte para devolverlo conmigo. Mis lagrimas cayeron sobre sus mejillas y comenzaron a nublar mi visión. De pronto perdí el control sobre mí misma y comencé a gritar hasta que mis cuerdas vocales quedaron desgarradas. Golpeé el pecho de Devon un par de veces, siendo víctima de la desesperación, y lo sacudí con un poco más de violencia.
— ¡¡Lo prometiste...!! —Exclamé con la voz quebrada por el llanto—. ¡¡Devon, regresa...!! ¡¡Por favor...!!
Nada.
No importaba cuánto me esforzase, él no iba a regresar.
Intenté todo lo que estaba a mi alcance. Lo abofeteé con suavidad un par de veces, pero él no abrió los ojos. Y si yo me encontraba así, para Ivysaur era mucho peor. Él incluso utilizó algunas esporas con las que pensaba devolverle un poco de vida a Sylveon. Lloraba desconsolado, así como yo. Al menos él tenía alguna manera de intentar ayudar. Yo no podía hacer nada. Nada que no fuese llorar y sentirme como la persona más inútil en toda la faz de la tierra. Podía sentir también como si alguien hubiese tomado mi corazón y lo hubiese estrujado con fuerza. Me desplomé en el suelo y seguí gritando sin parar, sólo sujetando la mano de Devon y recordando, vívidamente, que él me había prometido que regresaría.
— ¡¡Devon...!!
Después de todo lo que habíamos pasado juntos, no quería aceptar la idea de que tuviésemos que despedirnos de esa manera. Dicen que nunca aprecias lo que tienes hasta que lo pierdes. Y yo, en ese momento, sólo pensaba en lo mucho que quería abrazarlo. En lo mucho que quería escuchar su voz. En lo mucho que quería que él tomase mi mano para entrelazar nuestros dedos. En lo mucho que quería besarlo. En lo mucho que quería verlo sonreír. En lo mucho que quería que todo fuese una pesadilla, para despertar y verlo con vida a mi lado. Siendo mí soporte. Mi confidente. Mi cómplice. Mi mejor amigo... El amor de mi vida.
— ¡¡Devon...!! ¡¡No me dejes...!!
En lo mucho que quería decirle por última vez lo mucho que lo amaba.
Jackie corrió hacia mí para abrazarme, pero yo lo impedí y me liberé de ella con violencia. Me levanté y comencé a alejarme, pero ella insistió. Sólo entonces supe que su intención no era en realidad rodearme con sus brazos para contener mis emociones. Sólo sentí el pinchazo en mi brazo derecho. Ella me sujetó para que no me desplomase en el suelo. Mi visión se nubló y toda mi tristeza desapareció, pues el tranquilizante hizo efecto. Mi mundo se apagó y lo último que vi antes de la oscuridad, fue la sonrisa de Devon.
Desperté sin sobresaltos en una habitación de hospital, sin la ventaja de algunos tranquilizantes que te borran la memoria. Sabía perfectamente la razón por la que estaba ahí, aún a pesar de aturdimiento. De alguna forma conseguí abrazar mis rodillas y desconecté de mi cuerpo la vía intravenosa, aunque eso me hirió y me hizo sangrar. No sentí dolor. No sentía nada. Sollocé en voz baja sólo durante un par de segundos, antes de darme cuenta de que no estaba sola en esa habitación. Al instante, las manos de Jackie me hicieron sentir sólo un poco más viva de lo que estaba realmente. Escuché su voz, aunque hubiera preferido no volver a escuchar nada. Nunca más.
—Has despertado.
—Déjame sola —le dije enfurecida—. No quiero verte.
Jackie era mi mejor amiga, y yo le tenía mucho más cariño que a mi propia hermana. Pero a veces la desesperación te hace decir cosas que no sientes en realidad. Y también te hace decir verdades que nunca creíste que te atreverías a decir.
—Skyler, yo...
—Jackie... Dime que... Dime que no es verdad...
Rompí en llanto nuevamente y oculté mi rostro en mis rodillas por segunda vez. Ella me consoló acariciando mis brazos antes de abrazarme con fuerza.
¿Te has sentido muerta en vida?
Es la peor sensación del mundo. Es creer que sólo existes, pero no eres nada. Eres sólo un ser inanimado que intenta ser lo más parecido a un humano. Pero los humanos sienten. Los humanos piensan. Y yo ya era incapaz de sentir cualquier cosa. Devon se llevó mucho más que nuestro amor. Se llevó mi alma, pues yo se la entregué totalmente.
¿Te parece que soy dramática?
Entonces, es porque posiblemente nunca te has enamorado en realidad.
—Lo siento mucho, Skyler... —dijo Jackie en voz baja.
Las disculpas no iban a servir para hacerme sentir mejor. A decir verdad, nada podía hacerme sentir mejor. Ni siquiera la presencia de mi mejor amiga.
— ¿Por qué...?
—Esto no debía pasar —me dijo Jackie sin liberarme de su abrazo—. Skyler, yo no quería que nada de esto sucediese...
—Devon... Devon está...
—Es mi culpa, Skyler. Nunca debí decirles que debíamos venir aquí.
—Yo... Yo debí entrar con él a esa habitación... Yo... Yo debí... Jackie... Devon está...
El llanto me impidió seguir hablando. Ella plantó un beso sobre mi cabeza y se separó de mí, para sentarse frente a mí sobre la cama de hospital. Se colocó en la posición de loto y me obligó a mirarla de frente. Sus ojos estaban igualmente rojos e hinchados, aunque quien realmente lloraba era yo. Ella sabía contenerse muy bien.
—Él será tu ángel guardián a partir de ahora, Skyler —me dijo para intentar convencerme de que no todo era tan malo.
— ¿De qué me sirve eso? Ni siquiera pude despedirme...
—Hablaré con mi padre —me aseguró ella—. Le pediré que Devon tenga el funeral que merece alguien como él.
Era la primera vez que ella lo llamaba por su nombre de pila. Pronunciar su nombre parecía herirla en niveles profundos e insospechados.
—Quiero morir, Jackie —le confesé—. Quiero... Quiero dejar de sentir éste... éste... —Para expresar mi dolor, llevé una mano a mi corazón e intenté arrancarlo. Me hice un poco de daño y nuevamente no sentí dolor—. No quiero sentirlo... ¡No lo quiero...!
Nunca había estado tan dispuesta a tomar un arma para volar mi propia cabeza en mil pedazos. Pero Jackie me lo impidió y me abrazó nuevamente, sin decir más nada.
En verdad hubiese deseado que su presencia me ayudase en algo.
Al separarnos de nuevo, ella buscó algo en sus bolsillos y dijo sin mirarme:
—Mi padre quiere que mires esto, Skyler. Pero si tú no quieres hacerlo...
Arrebaté el aparato de sus manos. Era su teléfono celular, el cual tenía un archivo de video a punto de reproducir. Coloqué mi dedo sobre la pantalla táctil para que el video comenzara a reproducirse. Mis manos temblaron entonces cuando detecté la tortura a la que estaba siendo sometida.
Era Devon quien aparecía en ese video. Sólo él. Como si todas las cámaras de seguridad hubiesen decidido filmarlo sin importar que lo demás no apareciese en la grabación.
No quiero recordar ese maldito video, aunque sigue tan fresco en mi memoria como si lo hubiese visto ayer mismo... Devon estaba más que dispuesto a luchar contra algo. Algo que causaba caos destrucción. Sylveon fue el primero en caer y eso es algo que...Yo... ¡Me cuesta siquiera pensar en que quise verlo con mis propios ojos! El dolor sigue latente en mi corazón incluso ahora. Es como si pudiese ver esos resplandores de color azul golpeando a Devon desde todas partes, causándole reacciones similares a las que habría provocado una descarga eléctrica. Excepto que las descargas azules herían a Devon y lo hacían sangrar. Cuando lo vi caer de rodillas, gracias a que uno de los resplandores habían golpeado su cuello, supe que sufría. Que le dolía demasiado. Y a mí también me dolía, pues lo había dejado ir al matadero por su propia cuenta. Lo vi llorar. Sus lágrimas son algo que jamás podré olvidar. Y entonces, ese último resplandor golpeó su espalda, haciendo que él arqueara la columna. Algo se apagó en sus ojos entonces. Cayó de frente y simplemente dejó de moverse. Devon Paltrow dejó de existir como si su vida no hubiese valido nada... Deseé... ¡Deseé ser yo quien caía en ese lugar! Y... Y nunca... Nunca pude... Verlo por última vez...
Devolví el aparato a manos de Jackie y me abracé a mí misma de nuevo. No tenía energía siquiera para respirar.
— ¿Por qué...? —musité.
—Sólo estoy siguiendo órdenes, Sky...
—No... No vuelvas a llamarme así...
— ¿Por qué no?
—Devon fue el primero que me llamó así... Quiero... Quiero olvidarlo todo... Quiero...
—Skyler —dijo ella con firmeza—, yo estoy aquí. Y no voy a dejarte.
— ¡Odio esta maldita vida! —Exclamé—. ¡Me odio, Jackie! ¡Lo único que hago es causar desgracias!
—Esto no es tu culpa, Skyler. ¡Fue mi padre quien puso a Devon en esa habitación!
— ¡Es gracias a mí que él está...! Que él está...
Sólo de pensar en la palabra, mi corazón estallaba.
Y eso es algo que jamás pude superar.
—Sé que es difícil, ¿de acuerdo? —me dijo Jackie al borde del llanto—. Pero yo estoy aquí, Skyler. ¡Y no voy a permitir que algo como esto vuelva a pasar! No quiero verte sufrir. Nunca.
—...
— ¿Skyler...?
—Lo lamento...
—No tienes que seguir con esto si no quieres hacerlo. Debe ser muy difícil para ti.
—Es sólo que... Es... Es difícil, ¿sabes...? Sé que han pasado los años y que ya debería aprender a olvidar, pero... ¿Tú podrías hacerlo? ¿Tú podrías contar ese tipo de cosas, y mantener tu corazón de hielo sin sucumbir ante la tristeza...?
— ¿Lo extrañas?
—Cada día.
—Te entiendo... Nunca tenemos la oportunidad de despedirnos de nuestros seres queridos. Y cuando ellos se van, nosotros creemos que podríamos haberles dicho más... Pero al menos tenías a Jackie. Su amistad era más fuerte que nada, ¿no es así?
—No... Y esa es una de la cosas que más me duelen...
—Pero... Yo creí que...
—Las promesas se hacen para no cumplirse, ¿sabes? Son cosas que decimo sin pensar en lo que puede pasar en los siguientes dos minutos... Especialmente aquellas sobre la amistad eterna, pues pronto descubres que incluso una mejor amiga es capaz traicionarte...
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