Capítulo LXXXIII
¡Hey, hola! Antes de anunciar a los ganadores de las preguntas del viernes, tengo que pedir una gran disculpa por no estar respondiendo a todos los comentarios nuevamente. ¡Pero es que Wattpad me tiene enfadada por tanto cambio que le han hecho! Se me sigue dificultando mucho leer las notificaciones, ya que suelen desaparecer cuando la página termina de cargar. (Te odio, Wattpad). ¡Pero hago todo lo posible para no ignorarlos!
En fin, pasemos a lo importante.
El viernes les dejé el desafío de dibujar a Perla Cobby para que cinco personas pudieran ganar ocho puntos. Así que los ganadores de este desafío son:
GANADORES
@MyFriesTriedToKillMe
@Kiriatheblackpanther
@sheylavigneperegrin
@Sue167
@Sannti1
Luego de publicar este capítulo, haré entrega del premio: el fondo de pantalla de la Chica Misterio.
Luego, la pregunta extra era para que las primeras siete (que sólo las que menciono fueron quienes dieron la respuesta correcta) personas ganaran cinco puntos, respondiendo correctamente a:
.:: ¿Cómo, cuándo y por qué nació la amistad de Jackie y Skyler? ::.
La respuesta correcta es: La amistad de Jackie y Skyler comenzó a surgir durante la Búsqueda del Tesoro, donde ambas se unieron para entrar a la torre de vigilancia intentando encontrar a Max. Sky y Jackie descubrieron que tenían muchísimas cosas en común. Y aunque Skyler por un momento pensó que no podría contar con los hermanos Roosevelt, se dio cuenta de que en realidad ambos eran muy leales y de que ambos habían permitido que ella cruzara el cerco que ellos imponían ante cualquier persona.
GANADORES
@sheylavigneperegrin
@Sannti1
@Sue167
MARCADOR
@Sue167: 57 PUNTOS
@Kiriatheblackpanther: 37 PUNTOS
@Sannti1: 35 PUNTOS
@sheylavigneperegrin: 34 PUNTOS
@Lucario37: 25 PUNTOS
@MyFriesTriedToKillMe: 13 PUNTOS
@Adry19ana: 12 PUNTOS
@irvin-eevee12_otaku: 8 PUNTOS
@VadaLedesma: 8 PUNTOS
@Kevpstar: 7 PUNTOS
@Otaku110: 6 PUNTOS
@SMIpoked: 5 PUNTOS
Últimamente me he visto muy dadivosa con ustedes (lo cual me perjudica, ya que son muy pocos los premios que ya tengo hechos xD). Por lo tanto, hoy no habrá pregunta extra. Lo que sí habrá, será algo divertido durante toda la semana. Una semana a la que llamaremos La semana Skylevon. Estoy segura de que casi todos ustedes, sino es que todos, están encantados con esta historia de amo. Así pues, creo que podrán responder a esta pregunta correctamente. Daré sólo CINCO PUNTOS a las TRES PERSONAS que únicamente en la sección de comentarios me digan de la forma más explicativa posible:
.:: ¿Cómo y por qué fue que surgió la amistad de Devon y Skyler? ::.
El límite de tiempo para responder a la pregunta será antes de las 2:30pm del miércoles 16 de septiembre (hora de México). ¡Así que todos a participar y que disfruten el capítulo (a no ser...)!
—Me costó mucho trabajo llegar a la casa de Devon, pues mis ojos seguían sin mejorar del todo...
— ¡De milagro no quedaste ciega!
—Lo sé.
— ¡Es que son monstruos!
— ¿Vas a dejarme terminar?
— ¡Sí! ¡Sigue!
Me costó mucho trabajo llegar a la casa de Devon, pues mis ojos seguían sin mejorar del todo. Mis ojos ya podían formas más nítidas, pero seguían manteniéndome incapacitada. Tuve que usar gafas oscuras, pues habían quedado demasiado sensibles a la luz. Le mentí a mi madre, diciéndole que entrenaría con Jackie durante toda la tarde y que dormiría en su casa. Mi madre lo creyó y me recordó, por milésima vez, que debía ser buena con mi mejor amiga. Por conveniencia, por supuesto.
Fue Devon quien abrió la puerta cuando toqué al timbre.
— ¡Sky!
Me envolvió en un fuerte abrazo en cuanto me vio llegar. Sylveon e Ivysaur supieron que no era el mejor momento para echar a correr como era su costumbre.
— ¿Te encuentras bien? —Me preguntó Devon una vez que nos separamos. Yo negué con la cabeza—. Estás pálida.
— ¿Puedes llevarme a tu habitación? —le pedí.
—Por supuesto. Sígueme.
—No... Devon, literalmente necesito que me lleves —dije levantando una mano para que él la tomara—. No puedo ver. Mis ojos...
Devon seguramente se dio cuenta de que era una situación grave, pues rodeó mis hombros con un brazo y me condujo al interior de la casa. Ivysaur y Sylveon, tan angustiados como Devon, nos siguieron.
— ¿Ésa es Skyler? —escuché preguntar a Ellen.
—Sí —respondió Devon sin detenerse—. Estaremos en mi habitación. ¿Puedes quedarte sola aquí abajo por un momento?
—Tengo hambre. Prometiste que habría pizza.
—Sólo dame un momento, ¿de acuerdo?
Ellen no respondió.
Devon me ayudó a subir los peldaños de las escaleras y nos enfilamos por un pasillo que nos condujo a su habitación. Cerró la puerta detrás de él. Respiraba agitadamente. Mi ceguera agudizó mi sentido del oído, ayudándome a percibir que su corazón latía con fiereza.
— ¿Puedes cerrar las cortinas? —Le pedí—. Y no enciendas la luz.
Él obedeció en el acto, para luego llevarme con delicadeza a la cama. Me ayudó a sentarme en la orilla y esperó pacientemente a que yo comenzara con mi explicación. El único problema era que yo no sabía por dónde empezar.
— ¿Qué pasa con tus ojos? —me preguntó.
Las lágrimas que solté me hicieron sentir el más fuerte dolor de la vida, pero no podía enjugarlas. Eso sólo lo habría empeorado.
—Sky...
Me saqué las gafas lentamente, incapaz de decir nada. Él se quedó sin habla al ver mis ojos enrojecidos, cuya irritación había pasado también a mis parpados y a toda la piel circundante. El más mínimo pestañeo dolía tanto que me hacía desear estar muerta.
— ¿Quién te ha hecho esto? —exigió saber Devon.
—Soy una Iniciada...
Hablé con una voz tan baja que creí que sólo los murciélagos podrían escucharme.
Para Devon fue como recibir un puñetazo con una mano de hierro.
— ¿Qué?
—Es por eso que estuve evitándote... No quería causarte ningún daño.
— ¿En la Elite han dañado tus ojos?
—Ha sido una cirugía para que pueda dejar de usar las gafas. Posiblemente pronto me quiten también los frenillos.
—Skyler, esto no es una simple cirugía. ¡No parece un procedimiento normal!
Devon pasó del horror a la furia en un segundo.
—El médico dijo que estaré bien en un par de semanas —intenté decirle—. Sólo debo mantenerme lejos de la luz y no forzar la vista por unos días.
— ¿Qué usaron para operarte? ¿¡Ácido!? ¡Esa irritación no es normal!
—En este momento me sentiría realmente bien si sólo me brindaras un poco de apoyo —reclamé.
— ¿Y cómo es que debo apoyarte? ¿Ofreciéndome para ser tu perro lazarillo? ¡Debiste decirme que pensabas abrir esa maldita carta!
— ¿Quieres dejar de gritarme?
— ¡No! Esta vez sí que lo has hecho en grande. ¿Pensaste al menos en lo que pasará si nunca recuperas la vista?
—Lo único que pensaba en ese momento era en lo mucho que dolía. No me han anestesiado...
— ¿Y crees que quiero escucharlo? Te juro que en estos momentos quiero ir y asesinar al maldito hijo de puta que te hizo esto.
Se levantó, exasperado, y comenzó a pasearse por la habitación en un vano intento de encontrar la calma. Al cabo de un par de segundos, descargó su furia contra uno de los muros dándole un par de fuertes puñetazos.
— ¿Cómo pudiste ser tan estúpida? —Dijo para sí mismo—. Después de todo lo que ha pasado, después de todo lo que Jackie nos ha contado... Como si a ti te importara eso en lo más mínimo. Debiste consultarlo con nosotros antes de hacer semejante tontería...
—Devon...
Créeme...
El dolor de mis ojos no era nada comparado con el dolor de mi corazón.
Lo único que necesitaba era que Devon me hiciera sentir protegida. Pero él estaba tan furioso conmigo que incluso creí que todo estaba por llegar a su fin.
— ¿Tu madre lo sabe? —me preguntó Devon cuando la calma comenzó a invadirlo paulatinamente.
—Ella no tiene idea. Le he dicho que dormiré en casa de Jackie.
— ¿Y lo harás?
—Tendré que hacerlo. Supongo que es tarde para pedirte que me dejes pasar la noche contigo.
Mis palabras causaron un efecto en él, pues pronto volvió a acercarse a mí. Se colocó de rodillas en el suelo, tomó mis manos y besó mis nudillos.
—No quiero que te vayas —me dijo—. Y mucho menos quiero que estés en la misma casa que ese maldito bruto salvaje... Él... ¿Él te ha...?
Yo negué con la cabeza, aunque una voz interna me dijo a gritos que sólo era cuestión de tiempo.
— ¿Por qué, Skyler? ¿Por qué aceptaste unirte a ellos?
No pude más y colapsé. Me levanté de golpe, creyendo que si caminaba al rededor podría disipar el dolor causado por mis lágrimas. Sollocé con fuerza. Jamás creí que podría derrumbarme de esa manera.
—Matará a mi hermana si no me convierto en un miembro de la Elite —confesé—. ¡No puedo permitir que la lastime!
—Esa no es una razón lo suficientemente buena para arriesgar tu propia vida —me espetó Devon y me tomó por los hombros con delicadeza—. Amas a tu hermana. Eso puedo entenderlo. Pero no debes pasar por todo este dolor. ¡Esto no es ningún juego, Skyler!
—Eso ya lo sé.
— ¿Qué harás cuando toda ésta crueldad te supere? ¿Crees que ellos tendrán piedad de ti?
—Creo que es evidente que ellos no conocen siquiera el remordimiento. Tengo miedo, Devon. Estoy muy asustada. ¡No quiero convertirme en un monstruo como ellos!
Devon me abrazó con fuerza, haciéndome sentir toda la calidez de su cariño. Besó mi frente y entrelazó nuestros dedos, diciendo con una expresión seria nada común en él:
—Mientras yo esté contigo, no debes temer a nada. Voy a protegerte siempre, porque eres muy importante para mí. Nadie te dañará a partir de ahora mientras yo pueda evitarlo. ¿Entiendes?
Conmovida, yo asentí.
Él entonces acarició mi mejilla con una mano. Besó mis labios con lentitud y susurró:
—Te amo, Skyler.
No lo comprendí en ese momento, pues todo había ocurrido demasiado rápido. Y a la vez me sentí estúpida por haberlo hecho desperdiciar la primera declaración de amor en un momento como ese. Después de todo, era la primera vez que él pronunciaba las palabras Te amo acompañadas de mi nombre. Tal y como era su costumbre, escuché su sonrisa y él dijo:
—Iré a traer un poco de agua fría y el botiquín de primeros auxilios. Algo podremos hacer con tus ojos para que te sientas mejor. Mientras tanto, deberías recostarte y descansar. Hoy cenaremos pizza. A Ellen le gustará saber que te quedarás aquí hoy.
Supe que me dedicaba un guiño antes de abandonar la habitación. Y cuando lo escuché bajar las escaleras, yo sólo pude pensar si realmente me atrevería a decirle que yo, quizá y sólo quizá, también comenzaba a amarlo.
— ¡¡¡¡No puede ser!!!! ¡¡¡¡Devon es tan lindo!!!!
—No hace falta que grites.
— ¡¡¡¡No puedo evitarlo!!!! ¿Qué pasó después? ¡Debo saberlo!
—Bueno, la Elite me retiró los frenillos pocos días después. Lo único que recuerdo de esa experiencia es haber tenido mi boca llena de sangre, así como haberme deshecho en gritos. Pero lo más importante de todo fue que una semana después de eso, Devon comenzó con su propia Iniciación.
—Apuesto a que esos malditos no pudieron corromperlo.
—Yo no estaría tan segura. Todos somos susceptibles ante la ambición. Cualquier corazón puede ser corrompido, sin importar su nobleza.
— ¿Qué?
—Que es hora de que sepas que nosotros, los Iniciados, siempre llegamos al punto en que dejamos de ser los buenos de la historia.
—Cualquiera puede cometer errores.
—Asesinar a sangre fría jamás es un error. Créeme... Yo lo sé.
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