¡Hey, hola! Antes de que pasemos al capítulo, anunciaré a los cinco afortunados que consiguieron los cuatro puntos por haber respondido a la pregunta del lunes.

.:: ¿Por qué las hermanas Crown están tan celosas la una de la otra? ::.

GANADORES

@sheylavigneperegrin

Sheryl sentía celos de Skyler porque su hermana recibía mayor atención por parte de su madre, mientras que ella a pesar de ser la hija menor no tenia contacto madre-hija, Sheryl nunca mostraba sus buenos sentimientos y por eso tampoco tenia amigos, era una niña solitaria, ella quería seguir con la tradición familiar por eso eligió como inicial a un pokemon tipo agua pero ni así consiguió un poco de cariño de su madre (o mínimo atención).

Skyler sentía celos de Sheryl porque su hermana a pesar de ser menor tenia grandes habilidades cuando se trataba de los pokemon, aunque no solo con los pokemon físicamente era mejor dotada que ella, parecía que no necesitaba esforzarse para lograr que evolucionaran sus pokemon e incluso Sheryl en algún momento de la vida le dio un consejo, Skyler sabia que su hermana había heredado las mejores habilidades de sus padres además sabia que a pesar de que con su madre no congeniaba bien con su hermana por cuestiones de honor podría ella ser la próxima líder del gimnasio de su familia.

@Sue167

Pienso que Skyler está celosa de Sheryl porque se ve que desde pequeña tuvo talento con el entrenamiento, ya que todos sus Pokemon evolucionaron con rapidez a causa de duros entrenamientos. Y desde luego la mayoria de los suyos son de Tipo Agua, como así lo deseaba su madre. Pero debido a que sólo se fijaba en su primogénita no le importaba lo que su hija menor fuese capaz de hacer. Skyler nunca aprovechó el favoritismo de su madre, pero Sheryl seguía siendo ignorada, es por esto que siente que no pertenece a la familia, siempre fue la que no importaba a nadie. Le enfurecia todo lo que conseguía Skyler con solo pedirlo o desearlo mientras ella se esforzaba y obtenía una mínima parte. Desde entonces odia todo lo que tiene que ver con los "triunfos" de Skyler que su madre tanto menciona.

Aunque a pesar de los conflictos que sufrieron de pequeñas (supongo yo que por la cabezoneria de la adolescencia) Skyler quiere a su hermana menor y no le gusta que su madre no le preste atención como a una hija y Sheryl, despues de todo, le preocupa la presion que debe sufrir con su madre.

@Kevpstar

Skyler Crow: Su hermana a nacido con el talento innato de una verdadera entrenadora Pokémon... ha hecho que sus pokémones evolucionen uno tras otro en tiempo récord... logra hacer cosas impresionantes con sus amigos Pokémon y sigue los pasos de su madre con pokémones de agua... hace resaltar su inteligencia y su instinto de supervivencia cada vez que lo necesita

Sheryl Crow: celosa ya que su madre idolatra a Skyler, Skyler no posee su talento y su fuerza pero igual logra cosas de maneras muy estúpidas... Logró entrar a la élite muy fácilmente (?) para ser la perdedora que según Sheryl es... Skyler logro obtener el amor de su madre a pesar de obtener un Bulbasaur como Pokémon inicial y que su madre cuando ella escogió un pequeño Squirtle no le prestara atención...

@Adry19ana

Sheryl está celosa de su hermana porque Skyler, a pesar de ser torpe, haber elegido un pokémon tipo planta como inicial y no hacer gran cosa para complacer a su madre, es la faborita. Además tiene amigos y a N° 3.

Skyler está celosa porque su hermana , además de evolucionar a sus pokémon con gran rapidez, es una magnifica entrenadora a pesar de ser menor que ella.

@Lucario37

Todos sabemos que las hermanas Crown están celosas unas de otras.

Skyler tiene celos de Sheryl ya que sabe que ella es mejor entrenadora.Puede hacer evolucionar a sus Pokemon fácilmente ,mientras que Skyler solo tiene a su Ivysaur,que demoro mucho (pero mucho) en evolucionar.Además el hecho de sentirse inferior ya que ella es menor.

Sheryl , en cambio, esta celosa por algo que Skyler tiene y ella no: El aprecio de su madre.Para ella Skyler es la mejor,la que va a triunfar.Mientras que Sheryl es la chica mediocre,la que nunca conseguirá nada y todo lo que consigue es por "suerte".Para ella,Sheryl es invisible,o tal vez un estorbo.

Igual todos sabemos que se quieren en el interior :)

MENCIÓN HONORÍFICA: @Sannti1. No pude copiar el texto que me mandaste tú, ya que me causó unos cuantos problemitas. Pero te llevas los cuatro puntos por esa pequeña historia que escribiste :D

MARCADOR

@Adry19ana: 9 PUNTOS

@Kiriatheblackpanther: 5 PUNTOS

@Sue167: 9 PUNTOS

@sheylavigneperegrin: 4 PUNTOS

@Kevpstar: 4 PUNTOS

@Lucario37: 4 PUNTOS

@Sannti1: 4 PUNTOS

Así pues, vamos a la pregunta de hoy. Ya que estamos hablando de la historia original, la pregunta será relacionada con eso también. Esta vez habrá más oportunidades de ganar, pues daré CINCO PUNTOS a las CINCO PERSONAS que en la sección de comentarios me digan de la forma más explicativa posible:

.:: ¿Por qué Diamond terminó por sentir tanto cariño hacia Perla? ::.

Además de tres puntos extra para las primeras tres personas que digan:

.:: ¿Cuál es el segundo nombre de Devon? ::.

Pista 1: Se mencionó anteriormente.

Pista 2: Se mencionó dos veces.

Pueden participar en ambas preguntas si quieren conseguir los ocho puntos. Se admitirán todas las respuestas que lleguen antes de las 00:00 horas del día 4 de septiembre (hora de México). ¡Mucha suerte a todos y que disfruten el capítulo!

—Jackie y yo volvimos a mi casa, pues ella se negó rotundamente a hablar mientras estuviésemos en la intemperie...

—Pero, ¿qué fue lo que le hicieron?

—A eso iba.

— ¡Pues apresúrate!

—Qué impaciente...

Jackie y yo volvimos a mi casa, pues ella se negó rotundamente a hablar mientras estuviésemos en la intemperie. En cuanto salimos del parque, Persian escapó del auto de los Roosevelt para ir con nosotras. De Max, sin embargo, no había ningún rastro.

Al principio creí que mi madre no nos descubriría y que en realidad debía mantener la presencia de Jackie en secreto. Pero en cuanto llegamos al pórtico, nos encontramos con ella. Su expresión severa se relajó brevemente en cuanto vio las condiciones en las que Jackie se encontraba. Sin embargo, volvió a mirarme con severidad para exigir saber:

— ¿Qué diablos significa esto, Skyler? ¿Qué ha pasado?

—Ella es Jackie Roosevelt —le expliqué. Jackie se abrazó a sí misma—. Es mi mejor amiga. Y ha tenido un día muy duro. ¿Puede quedarse a dormir con nosotras? No quiero que vuelva a su casa en estas condiciones.

Mi madre, sorpresivamente, comenzó a balbucear.

—S-sí... Seguro... Yo... Ustedes... Vamos, entren... Iré a... A traer el botiquín de primeros auxilios...

— ¡¡¿¿Qué??!!

— ¿Qué te pasa?

— ¡Tu madre! ¿Cómo pudo reaccionar así? ¡Es increíble!

—Te lo he dicho ya. Mi madre no era una mala persona.

Subimos las escaleras en cuanto mi madre nos entregó todo lo necesario para intentar hacer algo con las heridas de Jackie. Agua, algunas vendas, ungüento para el dolor muscular, alcohol y un poco de algodón. Mi hermana salió de su habitación para vernos llegar, y aprovechó el momento para mirarnos a ambas con una expresión de pocos amigos. Tiró de mi brazo derecho para llamar mi atención y, sin importarle que Jackie estuviese ahí presente, preguntó con desagrado:

— ¿Qué hace ella aquí?

—Se quedará a dormir esta noche —le respondí con firmeza—. Será mejor que te comportes.

— ¿O qué? —Me retó mi hermana—. Como si me importara ayudarte a quedar bien con tus estúpidos amigos. Se supone que a mamá no le gusta que socialices con otras personas.

—Pues mamá no se opuso a que Jackie pase la noche aquí.

—Por supuesto que no lo hizo. Seguramente siente lástima por tu amiga. Incluso yo la siento. Mira que llegar con la ropa desgarrada... Pudiste haber elegido una amiga que no fuera una prostituta tan...

Aquella fue la segunda vez que golpeé a mi hermana.

Ella agachó el rostro e intentó cubrirse para evitar que yo viera la marca de color rojo que mi mano había dejado en su mejilla. Yo estaba tan alterada, tan enfurecida, que en realidad no me importó haberla lastimado.

—Jackie es mi mejor amiga —le espeté a Sheryl—. Y será mejor que comiences a respetarla. No es su culpa ni la mía que tú jamás vayas a ser capaz de hacer amigos.

Ella me miró con auténtico odio durante una milésima de segundo. Volvió derrotada a su habitación y se encerró a cal y canto tras haber dado un portazo. Yo me limité a mirar a Jackie y decir, un tanto apenada:

—Lo lamento. No volverá a pasar.

Jackie asintió distraídamente y enjugó un par de lágrimas solitarias.

Supe de inmediato que las palabras de mi hermana habían logrado herirla en lo más profundo.

Tardamos casi una hora en terminar de limpiar las heridas de Jackie. El agua se tornó de color rojo a causa de la sangre. Algo que jamás olvidaré de esa noche fue eso que vi cuando ella comenzó a limpiar los rasguños que había en sus muslos. No eran heridas comunes e inofensivas, pues parecían haber sido hechas con la única intención de lastimarla.

Al final, las vendas no fueron necesarias.

Cuando Jackie terminó con lo suyo, permaneció en completo silencio. Fui yo quien tuvo que romper el hielo.

— ¿Quieres hablar de lo que ocurrió?

Ella asintió y comenzó a hablar.

—Max... Max abrió la carta... Hoy han hecho su Iniciación en la Elite...

— ¿Qué tienes que ver tú con todo esto?

Ella no pudo seguir conteniendo sus lágrimas.

Mi corazón se partió en mil pedazos.

La historia de Jackie no es algo de lo que hablarías para amenizar una reunión con amigos. Mucho menos es un tópico del que hablarías con tus padres a la hora de la cena. Si para mí fue terrible escucharlo, para ella debió ser mucho peor por haberlo vivido en carne propia. Es algo que no le desearías a tu peor enemigo. Tan sólo de pensar en el dolor que ella sentía en ese momento, ciertas zonas de mi cuerpo comenzaron a doler también. Nadie que tenga sólo quince años debería saber por experiencia propia lo que es ser un objeto meramente sexual. Jackie sintió nauseas mientras me relataba lo que esos malditos cerdos le obligaron a hacer con su boca, mientras algunos otros se encargaban de descubrir... nuevas maneras de ultrajarla. Con sus manos, entre sus piernas.

Y Max se dedicó sólo a mirar cómo su hermana perdía hasta la última gota de inocencia.

¿Y su malnacido padre?

Él fue quien más dolor le hizo sentir al preguntarle con descaro si ella sentía placer.

Al finalizar su relato, Jackie se hizo un ovillo y abrazó sus rodillas con fuerza. Yo jamás sentí tanta ira, tanta impotencia.

— ¿Qué clase de lección debía aprender Max con lo que te han hecho? —pregunté sin poder disimular mi rencor.

—Desligarse de sus sentimientos —me respondió vagamente—. Ser capaz de vivir o presenciar el peor sufrimiento de la vida y no inmutarse ante lo que ve o lo que siente.

—Son unos monstruos...

Ella enjugó un par de lágrimas más.

—Quisiera haber muerto... —confesó con la voz quebrada por el llanto—. Skyler, quiero morir.

—No vuelvas a decir algo como eso —la reñí sin detenerme a demostrar siquiera un atisbo de sorpresa—. Tu vida recién está comenzando. No puedes renunciar así.

—Ya estoy muerta en vida de cualquier manera...

—Sólo dices esas cosas porque has pasado por algo muy duro. Sé que eres fuerte y que podrás salir adelante.

—Si en verdad fuera tan fuerte, ¿por qué permití que esto pasara?

—Porque no podías defenderte.

—Quiero morir...

— ¡Deja de decir esas cosas!

Lo admito.

Me aterraba la idea de que Jackie estuviese tan dispuesta a acabar con su propia vida. Yo estaba hecha un manojo de nervios. ¿Y cómo no estarlo? Toda la situación en general simplemente me estaba enloqueciendo.

—Podemos encontrar una manera de evitar que ocurra de nuevo si trabajamos juntas —le aseguré, intentando convencerme a mí misma de que realmente era posible.

—Ya no me queda nada por qué luchar.

— ¿Qué tonterías dices? Nos tienes a Devon, a Persian, a Número Tres y a mí. Y a tu hermano, aunque no lo parezca en este momento.

De eso último tampoco estaba segura.

—Skyler, yo...

Ella acalló su voz en cuanto yo la envolví en ese tipo de abrazo que das a las personas para demostrar que no quieres dejarlas ir.

—Eres mi mejor amiga y te quiero como a una hermana —le dije sin soltarla.

— ¿Entonces por qué me siento tan sola? —me respondió.

—No lo estás. Yo estoy contigo. Sin importar lo que pase, yo estaré siempre junto a ti... Porque quiero ser yo quien te atrape cuando caigas.

Ella respondió con un fuerte sollozo y devolvió el abrazo con fuerza, casi como si hubiera querido triturar mis costillas. Nos separamos al cabo de dos minutos y ella, aún con los ojos anegados en lágrimas, me miró con fijeza y suplicó:

—Prométeme que seremos las mejores amigas para siempre.

Y yo asentí.

—Te lo prometo... No, te lo juro. Te lo juro por todo lo sagrado que existe en este mundo. Seremos las mejores amigas para siempre.

Ella soltó una risita nerviosa y ambas sellamos nuestro pacto con un último abrazo. Al separarnos, ella enjugó de nuevo sus lágrimas. Persian se acercó a Jackie para darle una pequeña caricia con su nariz en la mejilla. Jackie respondió besando la cabeza de su Pokemon.

—Creo que una ducha te vendrá bien —le dije—. Te ayudará a sentirte mejor.

Ella asintió.

Tuve que ayudarla a ponerse en pie, pues sus piernas temblaron un poco cuando ella intentó incorporarse. Le proporcioné una muda de ropa limpia, una toalla suave y la conduje al cuarto de baño. Mi madre, personalmente, se encargó de llenar la tina con el agua tibia. Salimos del cuarto de baño para darle a Jackie un poco de privacidad y... Y en el pasillo comenzó el interrogatorio.

— ¿Qué diablos ha pasado con esa niña, Skyler? —me preguntó.

—Nada de lo que debas preocuparte —mentí—. Mamá, te lo suplico. No hagas que ella se sienta incomoda. Es mi mejor amiga.

Mi madre dudó, pero terminó por aceptarlo.

—Bien —me dijo—. Pero cuando se haya ido, tendrás que darme algunas explicaciones.

—Bien —respondí de vuelta.

—Iré a preparar la cena. ¿A tu amiga le gustará comer un filete de salmón?

—No importa lo que cocines. Ella sólo necesita comer algo, cualquier cosa... Aunque si pudieras romper tus reglas sobre la dieta sólo por hoy, a Jackie le fascina el chocolate.

—Veré qué se me ocurre.

Y mi madre simplemente bajó las escaleras para dirigirse a la cocina.

Sin saber lo que realmente estaba haciendo, volví a mi habitación y abrí el cajón de la mesa de noche para tomar una de las cartas misteriosas. La miré con detenimiento y, en un arranque de ira, busqué la segunda carta y me deshice de ambas con el triturador de papeles que había debajo de mi escritorio. Una lágrima solitaria corrió por mi mejilla. Me juré a mí misma que jamás me atrevería a ser parte del mismo grupo de depravados que habían destruido a mi mejor amiga.

Una semana después, la carta misteriosa llegó de nuevo por correo.

Vaya que la vida da sorpresas...

—Parece que la Elite no era buena recibiendo negativas...

—Así es.

— ¿Y qué hay de Devon?

—Ya comenzaba a extrañarme que no preguntaras por él... A Devon volví a verlo cuando reiniciaron las clases. Ahí también conocí a alguien mucho más sádico que Número Tres.

— ¿Eso es posible?

—Sí. Su nombre era Lawrence Mawson. Pero entre los miembros de la Elite, era conocido como L.M.

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