PokeLoud White-Hare.

Hola amigos, que tal, espero que estén bien.

Hoy les traigo una historia que tengo pensado desde hace mucho tiempo, que no me deja descansar, y aprovechando las vacaciones decidí hacerla. En la cual es un Crossover entre pokemon y the loud house, protagonizado por Linka.

-No soy dueño de Tlh, ni de pokemon, son pertenecientes a sus respectivas compañías y creadores.

Espero que le disfruten.

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Capitulo 1: El comienzo de una entrenadora.

Hola a todos, ¿Qué tal? Les doy la bienvenida a este increíble mundo de Pokemon.

En un salón completamente oscuro. Se encienden las luces, dejando ver, a chica de 24 años, su cabello era lanudo corto y de color marrón. Su vestimenta consistía; en un jersey color verde, una falda de rojo marrón, zapatillas verde pantano y un delantal blanco. Además usaba; unos grandes lentes, para darle una mejor vista.

Me llamo Lisa Oak, pero muchos me conocen; como la profesora Pokemon.

Desde su bolsillo, saca una pokebola. Que al lanzarla; se abre liberando un resplandor blanco, para que luego, se convirtiera en un pequeño Pokemon: Una criatura que tenía la apariencia de un elefante, color celeste y en su trompa, tenía unas líneas rojas.

Como vieron en este mundo, está habitado por unas maravillosas criaturas, llamadas: Los Pokemons.

Algunos de ellos habitan por la tierra, otros vuelan por los cielos, otros se pueden encontrar; hasta lo más profundo del mar y quizás, estas criaturas pueden habitar mucho más allá del infinito.

Algunas personas los consideran como mascotas del hogar. Otros prefieren entrenarlos, para que puedan batallar entre ellos. Y muchos de esos entrenadores, los consideran como sus fieles compañeros y amigos, que al fortalecer ese lazo, pueden conseguir un nuevo límite, llamado: La Mega evolución.

Por mi parte... Estudio a los Pokemons como una profesión.

Ahora una chica alvina de catorce años, llamada: Linka Loud. Emprenderá una gran aventura, a este magnífico mundo de los Pokemons.

¿Qué le prepara el destino a esta muchacha?

Sobre todo, ¿están listos para acompañarla en este viaje inolvidable?

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—¡Linka despierta! —Exclamaba la Señora Loud, mientras que golpeaba el techo con un escobillón. —¡Linka!... Rayos, otra vez se quedo dormida esta jovencita.

—Rita cariño déjala que descanse. —Decía el Señor Lynn, que se encontraba dando de comer a su pequeña hija Lily de dos años. —No olvides que hoy es su gran día, en que iniciara su aventura como entrenadora pokemon... eso significa que no estará en casa con nosotros. —Le empieza a dar un ataque de pena, al que su hija ya no estaría en casa con ellos, sino allá fuera recorriendo la región; Bratian. —Snif, snif, snif...

—Lynn cariño ya hablamos sobre esto, iba a llegar el momento en que ella se fuera de la casa, para que pudiera iniciar su sueño como entrenadora. —Se acerca hacia su esposo y le acaricia su cabeza, para también hacerlo con su pequeña bebita. —Además no estaremos solos, recuerda que tenemos a esta lindura.

—Jejejeje... —Se reía la bebita con las acaricias de su madre.

—Snif, tienes razón cariño. —El Señor Lynn se seca las lágrimas. —Pero podemos dejarla que siga durmiendo un poco más, no quiero despedirme tan pronto.

—Lo siento cariño, pero no. Si no despierta ahora llegara tarde a la entrega de pokemons, de la Profesora Lisa y adivina; a quien le echara la culpa por no despertarla a tiempo. —Fue entonces que por la ventana de la cocina, entra un pequeño pokemon con la apariencia de un petirrojo; su cabeza era de color naranja rojizo, su cuerpo y alas eran grises con puntas blancas. —Qué bueno que apareciste Walt, me podrías hacer el favor de ir a despertar a Linka, por favor.

—Fetch... —El pequeño pokemon asiente y empieza, a dirigirse hacia la habitación de la alvina, que se encontraba en el segundo nivel. Ella solía dejar la puerta de su habitación semi-abierta para que pudieran entrar las mascotas del hogar, ya que algunas veces solían dormir con la chica.

Ya estando adentro, se podía apreciar a la peliblanca durmiendo, que no paraba de roncar acompañado por una mini cascada de baba proveniente de su boca. Aparte que se encontraba un poco destapada, tal como si hubiera tenido un sueño muy agitado.

Debajo de su cama se encontraba Charles, el pokemon canino de la familia de color marrón claro, con un pelaje peludo de azul oscuro y bigotes amarillos. Solía ser bastante perezoso en especial en las madrugadas, así que no había hecho el intento de despertar a la alvina, solo dormir.

Walt se para sobre el pecho de la alvina, para luego realizarle un suave ataque de picoteo hacia su rostro. Siendo más que suficiente para despertarla.

—¡Aaahhhh! —Despertó, teniendo una dolorosa caída desde su cama. Con esa caída despertaría a Charles del susto. —¡WALT! ¿Acaso una chica no puede dormir en paz?, no me gusta que interrumpan mi sueño de belleza. —Regañaba la alvina, detestaba que despertaran de esa manera, sino era los picoteos de Walt eran los rasguños de Cliff. Su regaño podría seguir por un largo tiempo, sino fuera porque recordó el día que era hoy. —Esperen... porque sigo regañando, si hoy recibiré mi primer pokemon y convertiré en entrenadora, no debo llegar tarde. —Se pone de pie y agarra su bata naranjada para irse al baño a sus necesidades y bañarse, para comenzar su gran día.

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PVO. Linka.

Bueno amigos en donde empezamos.

Mi nombre es Linka Marie Loud, no hace mucho cumplí catorce años y complete mis estudios escolares, y ahora estoy lista para iniciar mi camino como entrenadora pokemon y convertirme; en la mejor maestra pokemon del mundo.

Sobre mi familia... Mamá es novelista en la literatura pokemon, escribiendo novelas de suspenso, drama, romance y entre otras, también trabaja como dentista junto con su compañera; Mawile. Por otro lado papá; es cocinero y tiene su propio restaurante en el pueblo, todo gracias a sus conocimientos y estudios de las bayas, junto con su compañera Munchlax. Y por último se encuentra mi hermanita Lily, solo tiene dos años, pero le encanta muchísimos los pokemons, menos los Pidoves y no sé porque, siempre se la pasa jugando con Geo "el pequeño Pichu".

Ahora se preguntaran si esos son todos de la familia, la respuesta es no. Verán antes había otro más en la familia, ese era Lincoln mi hermano mayor, pero por razones personales Lincoln tuvo que irse a vivir con mis tíos de Royal Woods, cuando yo apenas tenía dos años. Así que durante varios años me sentí como hija única, a pesar de tener un hermano en otro lugar, hasta hace dos años en que nació Lily.

Así que ahora tengo dos misiones; convertirme en la mejor maestra pokemon y encontrar, a mi hermano Lincoln, de seguro él ya inicio su aventura desde hace varios años. Pero eso no me detendrá en encontrarlo y desafiarlo a una batalla pokemon.

Fin del Pvo.

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La peliblanca se encontraba en la cocina tomando desayuno junto con sus padres, un pequeño momento familiar antes de iniciar su aventura. Ella ya estaba arreglada, solo le faltaba peinarse un poco, su vestimenta consistía; en una falda azul, camisa naranja con un símbolo color negro, chaqueta sin mangas color azul, zapatillas rojas y calcetines blancos.

Linka estaba comiendo con toda energía su desayuno, que sus padres le habían preparado; panqueques con manjar y mermelada, junto con una taza de milo.

—Están ricos los panqueques papá. —Comento la chica a su padre.

—Gracias hija, me alegro que te gusten... pero no te olvides de los pastelillos de higos, te darán mucha energía para el día.

—Jeje, si claro tus pastelillos de higo. —La peliblanca tomo un pastelillo y cuando vio que su padre estaba en lo suyo, aprovecho de dársela a Cliff, el pokemon felino de la familia. —Mmm... están muy ricos, gracias papá. —Aparento de haberse comido uno.

—Jaja... esa es mi campeona.

—Linka cariño, ¿ya decidiste que pokemon vas a escoger? —Pregunto Rita.

—Claro que si mamá —Respondió la alvina. —incluso pensé cual podría ser mi segunda opción en caso de que me atrasara un poco.

—No te preocupes hija a este paso, de seguro llegaras mucho antes de las diez. —Comento el Señor Lynn con tranquilidad, mientras que bebía un sorbo de café.

—Creo que si... Espera, como que las diez, la entrega de pokemons es a las nueve. —Fue entonces que la alvina alzo su mirada hacia el reloj de la cocina, que indicaba las nueve con treinta dos minutos, haciendo que le diera un ataque de pánico. —¡Rayos! Ya es muy tarde, ¿mamá porque no me despertaste temprano?

—Te lo dije Lynn. —Dijo Rita a su esposo, con un tono serio.

—Rayos, rayos y más rayos... —Empezaba a rascar su cabeza por el estrés. —si no voy ahora me quedare sin pokemon, y sin pokemon no podre iniciar mi aventura. —Se toma de inmediato su taza de milo, para luego tomar rumbo inmediato, hacia el laboratorio de la Profesora Lisa. —Los veo más tarde, los quiero.

—Linka, no olvides pasar al —Trato de hablar Rita, pero su hija ya había salido de la casa. —baño...

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La alvina iba corriendo con todo lo que tenia hacia el laboratorio, que quedaba como quince minutos caminando desde su casa, también se debía pasar por un camino que estaba rodeado por un bosque.

Ella temía mucho de llegar y ver que ya no quedaban pokemons, sus sueños como maestras y encontrar a su hermano, se atrasarían demasiado. Siguió y siguió corriendo sin parar, hasta que le empezó a emerger una emergencia personal, que le impediría seguir avanzando.

—Ay no... porque tenía que pasar ahora. —Doblo un poco sus rodillas y estiro sus brazos hacia abajo. —Ay, detesto tener la vejiga tan pequeña. —Posiblemente no aguantaría hasta el laboratorio. A pesar que sus padres le dijeron que nunca debía meterse muy al fondo de los bosques, por los peligrosos que la habitaban, no tenía más opción. —Bueno, creo que metiéndome un poco al bosque, no será tan peligroso como dicen. —Entra al bosque y se dirige, hacia atrás de un arbusto para hacer sus necesidades. —Aaaaa...

Mientras tanto que la alvina hacia lo suyo, desde unos pequeños arbustos, emergían dos orejas color gris claro. También se escuchaba el sonido de un pokemon: —Evo...

Linka iba saliendo de los arbustos, mientras que terminaba de acomodarse su falda. Ahora podría continuar con su camino, sin ninguna incomodidad, hasta que aprecio esas orejas color grises provenientes de un arbusto y escucho el sonido: —Evo... —Sin dudas esto lleno de curiosidad.

La alvina se acerco hacia esas orejas para ver de qué pokemon se trataba. Ya estando muy cerca, el pequeño pokemon salió del arbusto, haciendo que la chica se asustara y cayera de espaldas, por esa repentina aparición.

—Auch, mi trasero. —Se quejo Linka para luego notar el pokemon; era pequeño, su cuerpo y cabeza eran de color gris claro, debajo de su cabeza llevaba un pelaje blanco, andaba en cuatro patas, posee una lanuda cola, grandes orejas y ojos. —¿Cuál es ese pokemon?

—Evo. —La criaturita se iba acercando hacia la chica, mirándola fijamente, pero sin intensiones de atacarla. Al parecer su atención o curiosidad, se debía por su cabellera. —¿Evo?

—Guau, eres muy bonito... o bonita dependiendo lo que sea. —La chica igual empezaba a tener una atracción hacia el pokemon, por su llamativo pelaje plateado. —Tu pelo es tan bonito como el mío, cool... me llamo Linka Loud. —Se presento junto con una sonrisa.

—¿Evo?... evo, evo... —La criatura empezó a brincar de felicidad, al parecer entre ellos estaba naciendo una conexión.

Así estuvieron por un buen rato, jugueteando los dos. Hasta que...

—Oye niña, ¿Qué estás haciendo ahí? —Pregunto una voz femenina.

—Ehh... —Esto preocupo a la muchacha, haciendo que se volteara de inmediato. —Es que yo... ¿Profesora Lisa?

—La misma en persona —Eso asombro a Linka, al tener enfrente a la mayor conocedora pokemon. —pero eso no responde mi pregunta, ¿Qué estás haciendo en el bosque? —Pregunto con un tono serio.

—Eehhh... —A la pobre alvina le empezó a darle un poco de vergüenza por la situación, hasta el punto de generar rubor en sus mejillas. Nunca imagino que su primera interacción con la mayor experta del mundo pokemon, fuera tan vergonzosa; rompiendo una de las reglas más básicas y tener que dar una respuesta igual de boba. —Eh... —Trago un poco de saliva. —Veras... yo me estaba dirigiendo hacia su laboratorio, pero de pronto, me dieron ganas de hacer pipi así que...

—Madre mía por todo los santos, ese es un eevee shiny. —Dijo la profesora con asombro, al ver que cerca de la alvina se encontraba dicho pokemon.

—¿Qué?, ¿Eevee shiny? —Pregunto Linka, para luego mirar fijamente al pokemon, que a pesar de la aparición de Lisa no se escabullo. —Con eres un eevee.

—Exacto, pero los eevees suelen ser de color marrón... es muy difícil encontrar uno de diferente color. Esto es magnífico.

—Vaya... con que Shiny, se refiere a un pokemon de distinto color, al normal.

—Sería bueno aprovechar este momento... pero no ando con otro pokemon, así que tendremos que intentarlo a la suerte. —Decía la profesora, mientras que sacaba una pokebola de su bolsillo. —Niña, ¿quieres hacer el honor?

—¿Espera que? —Linka se quedo confundida.

—Tienes pinta de ser entrenadora novata, así que no sería malo que lo intentaras... además, fuiste tú el que lo hayo. —Le ofrece la pokebola.

—No puedo creerlo, esto es un sueño hecho realidad... acepto. —Recibe la pokebola. Empieza a mirar fijamente al eevee, obviamente la criatura igual se queda mirándola fijamente, tal como si fuera un desafío.

—Solo te pido tres cosas; concentración, puntería y confianza. Solo estoy trayendo esa pokebola, y sería una lástima que se escapara.

—Entonces solo tengo un tiro, no puedo fallar. —Se queda mirando fijamente a la criatura. El Eevee igual la estaba mirando fijamente, tal como le dijera indirectamente; estoy esperando tu mejor golpe. Y no paraba de mover su colita.

—Muy bien Linka, solo un tiro —Se decía así misma. —concentración, puntería y esfuerzo. —Cierra los ojos y suelta un suspiro, para luego lanzar la pokebola. —¡Pokebola ve!

La pokebola golpea justo en la cabeza de la criatura. La pokeball se abre, liberando una luz blanca que atrapa al eevee y lo lleva directamente a su interior. Empieza a dar dos rebotes en el suelo, para luego dar leves movimientos a sus lados, parpadeando una luz roja.

Las chicas estaban nerviosas, tal vez le habían dado al blanco, pero el pokemon se dejaría capturar tan fácilmente.

Tras tres series de leves movimientos, la pokebola se queda quieta, dejando de parpadear y emitiendo unos brillos con forma de estrella, siendo señal que la captura fue exitosa.

—Eso... —La peliblanca no podía creerlo.

—Lo hiciste niña, has capturado a eevee.

—¡Wuju, mi primera captura! —Exclamo Linka dando un brinco y levantado el brazo derecho, celebrando su primer logro.

—Impresionante, al parecer tuviste mucha suerte... aun así no estuvo nada mal para ser tu primera captura, pero no acostumbres, no siempre las capturas serán así de fáciles, la mayoría de veces tendrás que debilitarlos para capturarlos.

—Está bien... no puedo creerlo que haya capturado a mi primer pokemon. —La alvina seguía emocionada, hasta que le emergió una pregunta en su mente: —Espera un momento... ¿Profesora Lisa que está haciendo aquí?, pensé que estaba en el laboratorio.

—Pues estaba haciendo una pequeña incursión productiva con tres amigos voladores, hasta que te vi en las orillas del bosque y decidí acercarme, para que no te pasara algo.

—Perdón profesora, no quería interrumpir su incursión...

—Tranquila niña... La incursión se puede retomar otro momento, encontrar un pokemon Shiny de una especie difícil de encontrar, no es algo que se pueda ver todos los días. —La profesora se dirige hacia donde estaba la pokebola del eevee. —Pero eso, no vuelvas acercarte a los bosques sin compañía, puede haber pokemons muy peligro...

De pronto la pokebola empieza a rebotar.

—¿Eh?

La pokeball seguía rebotando, luego empezó a rebotar alrededor de la alvina.

—¡Sí es que este Pokemon es puro nervio! —Exclamo la profesora. Era algo raro, antes no había pasado con ningún otro pokemon, ya siendo entrenado o salvaje. Pero lo más raro vendría la pokebola se dirige hacia el camino que unía el pueblo con el laboratorio, se detiene para luego tomar impulso y rodar con toda velocidad en dirección al laboratorio. —¡Eh, pero que! ¡Espera, no te vayas! —La profesora, sin perder el tiempo fue tras la pokebola.

La peliblanca estaba totalmente confundida con lo que había visto, quizás era nueva como entrenadora, pero no podía negar que esto había sido raro; encontrarse con un pokemon shiny, toparse inesperadamente con la profesora Lisa, que su primera captura fuera exitosa y que luego la pokebola se volviera completamente loca.

Solo se trataba del comienzo de su aventura, Linka no sabía que otras sorpresas o locuras, iba a vivir durante su camino como entrenadora pokemon. Pero algo que si sabía; era que si se quedaba parada pensando en lo ocurrido, seguiría perdiendo el tiempo y no alcanzaría obtener un pokemon del laboratorio.

—¡Rayos! ¡Qué rayos Linka, porque estas tan torpe hoy! —Toma rumbo inmediato hacia el laboratorio, esperando que no fuera tan tarde para la entrega de pokemons.

Aunque ella no se había dado cuenta, que ya tenía su primer pokemon asegurado.

Continuara...

Bien amigos hasta aquí el primer capítulo, espero que les haya gustado, de ser así pueden dejar su voto o comentario. Perdonen si hubo algún error ortográfico o de escritura, la pueden mencionar.

A pesar que hay varios fics de pokemon con tlh, sinceramente no llegan ser buenos, ni fieles, ya siendo anime, videojuegos o mangas.

Puntos a aclarar:

-Las hermanas como Lori, Leni, Luna, Luan, etc... si existen, pero no son de la familia Loud, ya que estas aparecerán como líderes de gimnasio, en algunas su parte femenina y en otras su contraparte masculina (algunas como hermanas menores de los lideres).

-Nombre de la región que me salió un poco raro, es un juego de palabras con mi nombre real.

-Aparecerán pokemons de la primera hasta la sexta generación, aunque no todos.

Por ahora esos son los puntos por ahora.

También un saludo a ezeroblack32 Ya que su historia; ¡Yo seré el mejor! Fue una gran inspiración para crear la mía, y por ahora lo considero como el mejor fic de pokemon con tlh.

¡Bien amigos eso es todo y nos estamos viendo!