Más tarde, luego de procesar tanta información sobre esa temática. Ella acuesto en su cama vestida como Lucario y de hecho desde hace unos días que dormían juntos en la misma cama, ella abrazaba por la espalda al tipo lucha-acero mientras este se quedaba sonrojado; este consideraba a su entrenadora con ese atuendo atractiva, lo que le dejaba muy choqueado. Maylene antes de dormirse le da un gran beso en las mejillas de su pokémon.

—Buenas noches —ambos se quedaron dormidos con sus cuerpos extremadamente pegados uno del otro— te amo Lucario...

Semanas después decidieron organizar un día de campo, Maylene sin perder la costumbre de usar su vestimenta de Lucario y su pokémon almuerzan en el bosque a la orilla de un hermoso lado, disfrutaron de los deliciosos emparedados que ambos deleitaron en la presencia del otro mirándose muy apasionadamente.

Ambos, pokémon y entrenadoras se quedaron viendo, imaginando a la perfección lo que deseaba el otro, Se dedicaron una grandes sonrisas mientras siguieron observando fijamente a sus ojos, no presentaron rechazo debido a lo unidos que eran y no existía la barrera de la vergüenza, un momento perfecto para dejar de lado su egoísmo y presarse absoluta atención mutua.

La líder de gimnasio ya no pudo resistirse más y terminó besando apasionadamente a su pokémon, quien se sorprendió, pero algo dentro de él le ordeno que correspondiera sin reproches, de igual forma, así fue como los dos se besaron por un largo tiempo saboreando la lengua del otro con sus ojos cerrados disfrutando de ese bello momento.

—Lucario te amo —La líder de gimnasio hizo enrojecer a su pokémon.

Más tarde, Maylene baja hasta la entrepierna de su pokémon aura para disfrutar del miembro de este, quien sintió la boca de su entrenadora lamiendo esa zona sensible para después pasar a succionarlo sintiendo extremo placer. Se la pasan un rato hasta el tipo lucha-acero decidió que ahora serie el quien le proporcionaría placer a su ama, por lo que rompió el disfraz de Lucario a la altura de su intimidad para pasar a introducir su lengua por toda la fruta prohibida de su entrenadora, a pesar de que era un fuerte tabú la pareja gozo de la excitación provocada por esta indebida unión.

Acto seguido el pokémon aura pasó a penetrar la mojada entrada de su ama, comenzando lento pero luego empujó con todas sus fuerza, metiendo y sacando su pene en ese pequeño agujero que tan bien lo sentía estando dentro. Así se la pasaron cogiendo por varios minutos al aire libre hasta que el tipo lucha-acero terminó eyaculando en el interior de su entrenadora. Los dos acabaron agotados por lo que se quedaron exhausto descansando juntos por un rato más a mitad del bosque.

Luego de esa gran experiencia la líder del gimnasio junto con su pokémon se vuelvo aún más inseparables y decidieron volver a abrir el gimnasio al público. Días más tarde. Mientras Maylene hacia la cena con la ayuda de su Lucario, estos se daban besos cada que podían, de repente el tipo lucha-acero empezó a lamer el cuello de su entrenadora causándole mucha excitación. Después de que ataco a lengüetazos esa zona, bajó hasta llegar a sus pezones donde volvió a hacer lo de antes, los lamio y besó hasta el cansancio. Maylene gozó de todo ello, teniendo el rostro sonrojado por el repentino accionar de su pokémon.

Finalmente el pokémon aura coloca a su entrenadora contra la placa de cerámica frente el fregadero y con su pene bien erecto empezó a penetrarla. El Lucario sintió como su pene era masajeado por las paredes vaginales mientras que Maylene disfrutado del duro miembro de su pokémon que rozaba muchas de sus zonas sensibles: sorbe todo su punto G. El tipo lucha-acero continúo dándole duro contra su entrenadora hasta que se terminó expulsando un gran chorro de su intimidad y después la vuelve a penetrar aumentando la intensidad todo lo posible, dándole tan duro como pudo; tanto Maylene como su Lucario acabaron en consecuencia corriéndose juntos.

Luego de tener esa fuerte relación sexual pasaron al comedor a cenar. Después fueron disfrutaron de ver su programa favorito en televisión, bien abrazados en el sofá sintiendo el cuerpo y Calor corporal de su compañero en esa fresca noche. Concluyeron entrando en la cama, para finalzar durmiéndose juntos como los amantes que eran a pesar de ser una relación de una Humana y su pokémon.

Cuando reabrieron el gimnasio: el siguiente retador resultó ser Barry.

—¡Prinplup Salmuera! —Gritó el rubio con fuerza.

—Esquívalo Lucario —Ordenó la líder de gimnasio— Utiliza hueso veloz —ambos hacieron el movimiento de estar generando luna vara con el aura.

—Gruñido —el tipo agua aturdió a su adversario y he hizo frente al ataque de tipo tierra— Garra metal.

—Tú también Lucario ¡Garra metal! —como si estuvieran sincronizados entrenadora y pokémon realizaron los mismo movimientos.

—Vuélvelo a intentar con Salmuera —respondió firme el retador luego de ese empate con los ataques de tipo acero.

—Terminemos con esto ¡Esfera aural! —Maylene ejecuto un círculo con sus manos mientras el tipo lucha-acero reunía energía en sus extremidades superiores.

En consecuencia ambas agresiones colisionan y se mantuvieron así, por unos segundos hasta que resulto que, el ataque del Lucario fue más fuerte que la del Prinplup por lo que este al quedar sorprendido, recibió el impacto directo terminando noqueado después de recibir tan poderoso ataque.

—Pues ni hablar, parece que me falta entrenar más Prinplup.

—No te preocupes Barry, sé que pronto te convertirás en un gran entrenador pokémon.

—Se lo agradezco Maylene, yo también creo que usted es muy buena líder de gimnasio.

—Muchas gracias —estaba muy feliz— y aquí esteremos esperando a cualquier entrando que quiera retarnos ¿o no es así Lucario? —Dio una sonrisa antes de que ambos choquen sus manos— somos el dúo inseparable.

Meses después al frente de la televisión Maylene y el tipo lucha-acero estaban observando por televisión, unidos como siempre, la liga regional de Sinnoh; Paul acababa de perder ante el mismo Infernape que en el pasado había liberado como Chinchar, cuando pensaba que era un bueno para nada.

Paul no dijo nada; simplemente bajo la mirada como si aceptara de mala gana que había perdido, replanteo su estrategia, nomás se marchó con calma con esa actitud tan fría y apática que expresaba siempre. Esperando con un nuevo entrenamiento volverse más fuerte para la próxima vez vencer la liga regional de Sinnoh.

Fin.