11
Sorpresa fue lo que se llevó al ver al muchacho frente a él; las sorpresas no le agradaban mucho puesto que uno nunca sabía que esperarse de ellas ya que éstas podían ser buenas o malas. Pero ahora pensándolo bien las cosas cambiaban para él.
A Taehyung le gustan las sorpresas. O al menos... esta sorpresa.
El sentimiento era el mismo que siempre sentía cuando estaba cerca de él: cálido.
Como si tuviera alguna escencia, un poder, un hechizo u algo que lo embriagaba y no dejaba de mirarlo, o ponerse nervioso a su alrededor. Era inevitable para el príncipe no hacerlo, cuando un simple suspiro del contrario podía hacerlo volar por su mente fantaseando un mundo donde todos eran como él y lo trataban de la misma forma que lo hicieran sentirse con algún valor. Pero sólo existía un Jung Hoseok. Y sólo existían 2 personas que no lo han juzgado por lo que es. Agradecía al menos que esos dos seres le muestren la humildad y belleza que él ya daba por perdida en sus adentros de cada persona.
— El placer es mío.
Le devolvió la reverencia y si no fuera porque Jimin y Namjoon estaban hablándoles, ellos habrían estado en su mundo; viéndose fijamente y sonriéndose el uno al otro. Porque con sólo estar mirándose podían expresar tantas cosas. Cosas que aún eran mezcolanzas para uno de ellos.
Taehyung no entendía esos sentimientos vagabundos que estaban empezando a habitar en su interior. Hace un par de días que los empezaba a sentir y decir que estaba más que aturdido y extrañado por ellos, era poco. Pues el causante de ellos era el muchacho con sonrisa bonita que tenía justo enfrente de él. No entendía que pasaba con él.
Se preguntaba si era normal sentirlos ya que al ser alguien que la mayor parte del tiempo vive en la soledad jamás había sentido algo igual, menos por un chico. Y dentro de él una especie de miedo e incomodidad incongruente lo comenzaba a inundar haciéndolo dudar mucho sobre sus emociones que sin saber se comenzaban a agrandar sin dejarle la oportunidad suficiente de cuestionar sus propias ideales.
— Hice un estofado de cerdo con remolacha y zanahoria, ¿está bien? —empezó a sacar los recipientes donde venía la comida con trapos y una mini olla donde guardaba el caldo. Mientras Taehyung sacaba las piezas de pan que había traído en su canasta— También horneamos pan.
— Huele delicioso —Namjoon le dijo saboreando la comida— Nosotros trajimos algunas frutas y también vino —se rascó la nuca nervioso.
— Y de postre traemos algunos pays y unas empanadillas —Hoseok dijo esto observando a Taehyung, pues sabía su debilidad por ellos, en su lugar el rubio se sonrojó levemente sin que los demás lo notaran— Son de queso y manzana. Los preparé yo mismo.
Namjoon carraspeo su garganta llamando la atención de Hoseok:— Con la ayuda de Namjoon.
— Ya se me está haciendo agua la boca —habló Jimin— Comamos.
Los cuatro jóvenes se sentaron sobre la manta, acomodando las cosas de forma que quedará todo en el centro. Taehyung y Jimin estaban del lado derecho mientras Hoseok y Namjoon del lado izquierdo, quedaron frente a frente pero lo único que los separaba era la comida.
Jimin servía el caldo en los recipientes pequeños con la ayuda de Taehyung, mientras tanto Namjoon servía el vino en los vasos que trajeron. El caldo seguía calientito pues aún salía el vapor, y el olor que desprendía hizo que a los presentes les brillaran los ojos con hambre.
Con cuidado de no derramar Taehyung les pasó a Namjoon y Hoseok sus platos con el guiso. En el momento en el que se lo pasó a Hoseok sus manos se rozaron y eso le mandó al joven rubio una sensación electrizante que le causó escalofríos y un sentimiento ansioso en sus adentros. El castaño le agradeció y el príncipe sonrió, sin embargo no se atrevía a mirarlo.
— Mmm, esto es una delicia. ¿Cómo aprendiste a cocinar Jimin? —Namjoon le preguntó una vez que había probado el guiso, pasando la lengua por sus labios para limpiar los restos.
— Bueno, todo el tiempo estoy ayudando a mi madre en la cocina, tenía que sacar algo de provecho, ¿no? —Los demás asintieron.
— Aún así yo no habría podido. La cocina no es lo mío —contestó Namjoon.
— Es que cada quien tiene diferentes cualidades.
— En realidad es porque soy muy torpe. Haría un desastre. Por eso trabajo con mi padre en la carne.
— Haz de mover muy bien la carne —le siguió Jimin, quien le sopló a su caldo pero abrió los ojos con sorpresa al darse cuenta del doble sentido de sus palabras— N-no-no quise... —el pelinegro se empezó a poner rojizo por la vergüenza— Me refiero a que debe ser pesado cargar la carne y moverla y así.
Taehyung y Hoseok reprimieron unas risas por el comentario de Jimin, quienes entendieron la referencia al tiro. Namjoon apenado le contestó para seguirle la corriente:— Te puedo enseñar un día, si quieres.
Jimin abrió los ojos con leve sorpresa y se quedó callado, no sabiendo que contestar a eso.
Hoseok lo notó y los interrumpió cambiando de tema, queriéndolo salvar de ese momento tan bochornoso:— ¿Qué le pusiste al estofado, Jimin? Porque sabe realmente bien.
El muchacho quitó la mirada de Namjoon para voltear a ver al castaño, al igual que el joven príncipe, sin embargo Namjoon no podía quitar sus ojos de Jimin.
— Pues en realidad no mucho. Es el que hace mi madre, ya lo haz probado.
— Oh, ¿de verdad es el que hace tu madre? Bueno... No quiero desacreditar el de ella pero el tuyo me gusta más.
Taehyung asintió:— Concuerdo. Tienes buen sazón.
Era raro que el ambiente sea bueno. Era raro que Taehyung siquiera esté disfrutando de la pequeña e inusual comida. ¿Será porque es la primera vez de Taehyung saliendo del Castillo en mucho tiempo? ¿Será porque estaba con gente que lo hacía sentir cómodo? ¿Será porque especialmente estaba Hoseok ahí? No lo sabía. Pero agradecía en sus adentros y con completa honestidad que Hoseok haya sido el chico sorpresa que lo "acompañara".
De hecho se preguntaba porqué Namjoon no había dicho o hecho un comentario acerca de su maldición, ya que siendo este del pueblo habrá escuchado todo el santo de barbaridades que dicen sobre él, ¿será que no le importan? ¿tal vez no las crea?. Sin embargo, el muchacho estaba demasiado ensimismado en Jimin que en el joven príncipe y éste último empezaba a preguntarse qué mañas tenía él con su amigo.
Taehyung tenía un poco de su atención puesta en Namjoon, observando cuidadosamente sus movimientos y actitudes que tenía con Jimin, sin percatarse que había un joven castaño frente a él que no podía dejar de mirarlo con un pequeño y tintineante brillo de ternura en los ojos al ver lo sobreprotector que el príncipe estaba siendo.
–
Habían comido y disfrutado todo tranquilamente. La comida estuvo deliciosa, el tiempo pasó en un parpadeo, estando todos en un agradable momento no se percataron del verdadero motivo del porqué había surgido esta comida. Pues estuvieron hablando de temas muy vanales y entretenidos entre los 4; Hoseok contó como hizo los pays con "ayuda" de Namjoon, éste último contó su anécdota de cuando casi pierde sus dedos la primera vez que cortaba la carne, y por último, Jimin narró cuando se embarró de excremento en el trasero porque uno de los cerdos pequeños se había escapado del corral y lo intentaban atrapar que, en una de esas, había caído en el excremento de los caballos. Todos habían explotado en carcajadas mientras el más bajo estaba rojo de la vergüenza. Eso, sin duda, fue el momento más divertido de contar.
Taehyung se sintió un poco mal por no tener un momento divertido o alguna anécdota accidental que contar. Si comparaba su vida con la de las demás era aburrida y sin chiste. Porque la única anécdota trágica que tenía era su existencia... y ni siquiera alcanzarían las palabras suficientes para contarla.
Sonrió un poco decepcionado por eso y tomó más vino para tratar de desaparecer el nudo en la garganta que se empezaba a formar. Sintiendo por dentro como su pecho empezaba a hormiguear en una sensación de murria, que no le gustaba para nada.
— Jimin... -habló Namjoon después de que todos se habrían calmado y empezaban a relajarse poco a poco.
— ¿Si?
— ¿Quieres... uhm... te gustaría ir a caminar... conmigo? —preguntó nerviosamente.
— Uhm... —Jimin observó a Taehyung, quien sólo estaba en silencio sentado a su lado y se encogió de hombros. El pelinegro tragó duro pero contestó:— Sí, está bien.
Namjoon sonrió tenue y le hizo una seña con la cabeza para que lo acompañara. Jimin un poco cohibido se levantó y se fue junto al muchacho con una muy cuestionable inquietud en sus adentros.
Mientras un par de ellos se estaban yendo a lo ignoto, el otro par se quedó en el mismo paraje acompañados de una paz melodiosa donde los pajarillos y el viento ligero iban de la mano, juntándose y haciendo aún más el ambiente lleno de sosiego y quietud.
— ¿Cómo ha estado, su majestad? —la voz del castaño lo tomó por sorpresa por lo que se sobresaltó un poco.
— Oh, uhm... muy bien, gracias por preguntar —no podía mirarlo a los ojos, en cambio, veía sus manos juguetear que se encontraban en su regazo.
— Me alegra mucho.
Mientras Taehyung estaba sentado de rodillas sobre sus talones, Hoseok había pasado a estirarse levemente para luego reclinarse y poner su peso en las palmas de sus manos mientras cruzaba sus piernas, con una apariencia relajada y despreocupada.
— ¿Y usted?
— No me quejo —se encogió de hombros—. Por cierto, sin cuestión de meterme pero, ¿si pudo tomar una decisión? —lo volteó a ver.
— ¿Qué? —preguntó confundido y ahora sí alzó la mirada para observarlo fijamente.
— S-sí, sobre lo-lo-los problemas que tenía... —era la primera vez que Taehyung notaba al castaño nervioso. Lo cual hizo que le diera dulzura el tan sólo verlo. Lo que no sabía Taehyung es que su profunda mirada hizo que el castaño se pusiera nervioso; con esos oscuros cuencos brillosos en los cuales podía ver su reflejo y podían penetrar más allá de su alma.
Pero entonces el rubio recordó a qué se refería:— Oh, sí. Sí pude, no fue fácil pero supongo que ninguna decisión lo es.
Hoseok, quien ahora ya se encontraba relajado, asintió:— Todo saldrá bien, ya lo verá. Sólo recuerde que cada decisión que tomamos es una nueva lección que aprendemos.
Taehyung sólo pudo sonreírle en señal de agradecimiento por eso, no obstante tenía mucha curiosidad al respecto sobre algo, así que sin darle muchas vueltas al asunto le preguntó:— ¿Cómo fue que Namjoon y tú se conocieron? Pregunto porque... Uhm pensé que no hablabas con nadie en el pueblo.
— Y no lo hago de hecho. Soy alguien que se la vive en solitario, normalmente. Pero simplemente pasó —Hoseok observó al horizonte mientras le platicaba su mini-historia al menor— Nos hicimos buenos amigos cuando fui a comprar carne para llevarle al señor Moon y me atendió. Ese día pude notar que se sentía mal porque su cara estaba roja por lo cual deduje que había llorado, así que la empatía me invadió y me acerqué a preguntarle el porqué se encontraba así...
— ¿Qué le dijo? —Taehyung preguntó un poco ansioso.
Hoseok jadeo mientras sonreía levemente de lado:— Nada.
— ¿No te dijo nada?
Hoseok sólo negó con la cabeza:— Al día siguiente pasó lo mismo, y al siguiente, y al siguiente. Ya fue que al quinto día presencié como sus padres lo regañaban y fue algo... realmente incómodo, ¿sabes? Pero quería ayudarlo, sentía esa necesidad. Un rato después me volví a acercar a él y, sorpresivamente, esta vez sí habló conmigo. Desde entonces, cada que puede va a verme a casa del señor Moon o yo lo voy a ver a él y nos ponemos a charlar —Hoseok sonrió cálidamente— Es un buen chico.
Algo se removió dentro de Taehyung e hizo que descubriera una faceta suya de la cual no tenía idea:— Ni tan bueno porque hacía sentir mal a Jimin con sus comentarios incultos.
— Él lo sabe y se disculpa mucho por ello. Hasta yo quería darle unos buenos golpes cada vez que me platicaba lo que le decía pero... de verdad quiere remediarlo. Se arrepiente mucho.
Taehyung se río con un poco de amargura, algo que lo tomó por sorpresa a sí mismo:— Que sencillo, ¿no? Pedir disculpas después de tanto dolor y que la persona afectada siga su vida como si nada aunque haya sido la víctima. Pero claro, la consciencia de tu amigo Namjoon estará limpia.
Hoseok arrugó la frente por ese comentario y lo observó fijamente:— Ok, acepto que Namjoon se equivocó mucho pero él lo siente... de corazón, ¿eso no cuenta? Lamento que Jimin haya tenido que pasar por todos esos momentos duros, y si fuera por mí, haría algo para arreglarlo. Pero todos sufrimos, recalcar que una persona sufrió más o menos que otra persona, no es razón para rebajar indirectamente a alguien que también sufre constantemente. Tú no sabes si Namjoon también ha pasado por momentos duros. Nosotros no sabemos si tú has pasado por el sufrimiento. Sin embargo, no te juzgamos porque aquí no se trata de quién sufrió más y quién menos o quién no. Se trata de saber pedir disculpas, perdonar y aceptar tus errores. De saber que fue lo que hiciste mal, que fue lo que jodiste y hallar alguna forma de remediarlo... porque jamás es tarde para pedir perdón, jamás es tarde para abrir los ojos y ser una mejor persona.
Taehyung se le quedó viendo fijamente a los ojos y tragó duro. Se sentía intimidado ya que el castaño a lado suyo tenía una mirada severa y su tono de voz tenía una pizca de molestia. No le gustaba esto. Ese sentimiento amargo en sus adentros le causaba desagrado.
— ¿Sabes cuál es la cura para el remordimiento y el dolor? El perdón.
Taehyung no dijo nada más. Se empezó a sentir un poco mal porque por primera vez desde que conocía a Hoseok lo veía un poco molesto con él. Tampoco es que pudiera evitar que esos comentarios salieran cuando lo único que hacía, según él, era proteger a su fiel amigo. Verlo sufrir por las constantes "bromas" que Namjoon le hacía a Jimin sobre su persona le molestaba mucho a Taehyung . En especial porque éste siempre había tenido problemas con su complexión y el que el hijo del carnicero le dijera todas esas cosas lo hacían sentir peor.
Se puso a jugar con el pasto, cortándolo y jugueteando con ello en sus dedos, mientras razonaba y pensaba en las palabras del contrario. Y tenía razón, el perdón a veces es lo que una persona necesita para estar en paz ya sea consigo mismo o con alguien.
Tal vez eso es lo que Taehyung necesitaba... Perdonarse a sí mismo y dejar de aborrecer su persona.
Cambió de posición y pasó a sentarse sobre su trasero sólo que por la sensación del momento terminó abrazando sus piernas contra sí mismo mientras se balanceaba y jugaba con sus pies levemente. Quería hacerse pequeño ahí mismo y desaparecer para ya no volver nunca más.
Por otra parte, Hoseok se masajeo la parte posterior de su cuello con un poco de arrepentimiento por subirle el tono a su príncipe. A veces no podía medir o controlar el tono de voz que usa, debido a que no está tan familiarizado con esas emociones. Es difícil para él.
— Lamento haberle hablado así, su majestad. Es sólo que... —suspiró pesadamente— A nadie le gustaría que lo juzgaran a sus espaldas, ¿o a usted le gustaría?
— Ya lo hacen... —susurró demasiado bajo, creyendo que Hoseok no lo escucharía pero fue lo contrario pues éste lo oyó claramente. Sin embargo prefirió no hacer ningún comentario o preguntar algo al respecto porque sabía que podría ser incómodo para el joven rubio.
Se quedaron en silencio por un buen rato, hasta que Hoseok se movió hacia las canastas para sacar los pays y las empanadillas. Sabía que eso haría sentir mejor al muchacho sentado junto a él. Taehyung sólo lo observaba mientras sentía como la encalmación lo estaba ahogando, por mucho que le gustara la tranquilidad y los silencios, no le agradaban después de una pelea o un regaño, era una sensación incómoda y tensa. Ahora sentía inseguridad al hablar y que dijera algo que molestase a Hoseok.
El castaño lo miró por el rabillo del ojo mientras destapaba el pay con cuidado, sintiendo culpa él también por haberle hablado tan duramente. Sabía que el rubio no estaba siendo grosero, simplemente era el sentimiento de inseguridad y protección de no querer que lastimen a su amigo lo que lo invadía.
— ¿Quieres un poco? —le preguntó Hoseok mientras le mostraba el pay de queso que había hecho y el príncipe notó como ya no se escuchaba hastiado. En su lugar, tenía el mismo tono amable y calmado de siempre, pero aún así se sentía... raro.
El muchacho negó con la cabeza cohibido y bajó la cabeza decepcionado por este ambiente pesado que, según él, había provocado por su propia ignorancia.
Hoseok entrecerró sus ojos mientras planeaba una idea para avivar el ambiente. No sabía que esperar de ella pero de tan sólo pensarla, sus adentros revoloteaban en un sin fin emociones.
Agarró una cuchara y con suavidad la desplazó por el postre para agarrar un poco y después meterlo a su boca. Gimió por el sabor. Estaba rico. Taehyung lo observaba inocentemente a través de sus pestañas. Hoseok sintió la mirada del contrario y fue entonces que supo que tenía que actuar.
Volvió a agarrar un poco de pay con la cuchara, sólo que en lugar de comerlo él, estiró su mano hacia Taehyung quien alzó la mirada con ojos abiertos llenos de sorpresa y confusión.
— Prueba.
— Yo no-...
— Anda. Te va a gustar.
Con inseguridad Taehyung abrió la boca y Hoseok con una lentitud delicada dirigió la cuchara con pay de queso a la boca del príncipe. Dándole de comer e incitándolo a degustar ese singular sabor.
Taehyung miraba fijamente a Hoseok a los ojos pero éste último tenía los suyos fijos en la boca de Taehyung. El rubio sólo sintió cuando el pulgar del contrario se acercó a su rostro y con sumo cuidado como si de una muñeca de porcelana se tratase paso el dedo quitando el resto de queso que se encontraba en la comisura de su boca y se lo llevó a la suya, chupando su propio dedo. Taehyung se puso nervioso.
— Delicioso, ¿no?
Taehyung no dijo nada, y con la mirada aún fija en Hoseok asintió. El castaño sonrió levemente y regresó su vista al pay, mientras el príncipe seguía perplejo sobre lo que había pasado hace un par de segundos. Lo más sorprendente es que ni siquiera le había incomodado. Inclusive el tacto de Hoseok lo había sentido tan suave que se encontró deseoso porque lo acariciara más.
Se preguntaba como es qué Hoseok podía estar tan tranquilo por lo de hace unos momentos, siendo que él tenía todo un mar alocado de emociones inundando su ser.
La afectuosidad de su inocencia, lo manso de su actitud y el fino toque de sus dedos hicieron que el pay quedará en el olvido y en su lugar Hoseok reemplazará ese sentimiento amargo que el joven príncipe sentía... por uno más deleitoso.
Es cuando Taehyung se dio cuenta que el postre no fue lo que lo hizo sentirse bien, sino una persona. Una persona afable y bondadosa.
— ¿Sabes? A Namjoon realmente le gusta tu amigo —Hoseok habló entre el silencio.
Taehyung frunció el ceño:— ¿Gusta? ¿A qué te refieres con eso?
— Ya sabes, cuando... una persona siente atracción por la otra y quiere...
— ¿Sexo?
Hoseok rió un poco avergonzado por la forma tan directa que el contrario lo dijo pero pudo notar que el rubio no se reía, en cambio tenía el rostro lleno de seriedad:- En algunas personas puede ser que se dé eso. Pero no en Namjoon. Él es más de... Atracción de forma pura —Taehyung hizo un movimiento con la cabeza dando a entender que comprendía a qué se refería.
— Como Leylen y Karunna, ¿no?
— Exacto.
— ¿Eso quiere decir que Namjoon va a morir pronto?
Hoseok se atragantó por el comentario:— ¿Qué?
— Es que en la historia ellas no pudieron estar juntas porque se enamoraron y ellas eran... uhm... mujeres... uhm... —Taehyung se rascó detrás de la oreja con nerviosismo por hablar de ese tema.
Hoseok sonrió de ternura:— Te refieres a que se enamoraron de su mismo sexo —Taehyung asintió con la vista aún gacha. Hoseok suspiró y dejó el pay a un lado, se sacudió las manos y con ayuda de sus manos se acercó un poco más al rubio— Namjoon no va a morir por enamorarse de Jimin.
— Y, ¿no está mal?
— ¿Qué? ¿Enamorarte de tu mismo sexo? —Taehyung asintió— ¿Tú qué piensas?
El rubio se encogió de hombros— No lo sé. No sé mucho de eso.
— Pues yo te puedo decir que no está mal, ni es pecado, ¿sabes por qué? —Taehyung negó con la cabeza— Porque el corazón no tiene reglas para decidir de quién enamorarse.
Taehyung se quedó callado, escuchando atentamente cada palabra que salía de la boca del castaño.
— De hecho, yo siempre he pensado que no te enamoras de alguien por su sexo, sino por su persona. El hecho de que alguien sea hombre o mujer no importa porque lo que atrapa es la personalidad de ésta. E inclusive hay distintas formas igual de sentirlos; como los lugares. A mí me enamora el atardecer, y no es alguien con quien se pueda estar físicamente, pero lo que me enamora es la sensación que siento cuando lo veo, los sentimientos que brotan de mí y el como me hace sentir. Es casi lo mismo con las personas. Enfocarnos en los sentimientos, en lugar del género.
— Jimin es como el atardecer de Namjoon —habló Taehyung pareciendo comprender lo que Hoseok le estaba diciendo.
— Casi, así es. Sólo que a Jimin sí lo puede tener físicamente.
— Y, ¿no es raro? Digo, el estar con una persona de tu mismo sexo.
— Bueno, nene... Es que cuando te enamoras de alguien el género o sexo realmente no importan. Lo que importa es lo que esa persona te hace sentir.
Taehyung parecía perdido en sus pensamientos y Hoseok creía que no lo estaba escuchando. Pero la verdad es que cada palabra que salía del castaño era una nueva aventura para las ideas alborotadas e incompletas del joven rubio.
En especial que lo llamara "nene", Taehyung estaba que se moría de la vergüenza porque lo llamó de esa manera. Pero le gustaba. Por alguna razón el que lo llamara por esa forma cariñosa lo hacía sentir protegido de alguna manera, como si estando a lado del castaño podría estar a salvo de cualquier cosa; las personas, sus padres, su mente. Y eso hizo que algo despertará en su interior.
Y aunque ahora parecía comprender más algunas cosas, la duda más grande aún no lograba desecharla pues aún no le hallaba una respuesta. El príncipe no se daba cuenta que enfrente de él se encontraba la llave a esa puerta donde se encontraba su incógnita más grande. Se encontraba la pieza faltante a sus acertijos pero quizás... tenía que averiguarlo más a fondo.
Pero tenía miedo.
— Namjoon realmente está arrepentido por haber tratado mal a Jimin. Lo quiere muy sinceramente —Taehyung lo volteó a ver, curioso del tema porque Hoseok lo había traído de nuevo a conversación— Es sólo que no sabía como expresarlo y la única forma que Namjoon encontró para llamar la atención de Jimin era molestándolo. Pero como dice el señor Moon: "Hay que ponernos en los zapatos de los demás."
— No sé uhm-... —Taehyung estaba empezando a decir.
— Los padres de Namjoon son muy estrictos con él, sólo quieren que se la pase en la carnicería trabajando. No lo dejan salir con nadie, a veces lo golpean y lo maltratan verbalmente. En parte no es su culpa que sea tan... No convive con nadie más allá de sus padres y no sabe como entablar una conversación. Y probablemente no sea una justificación para lo que le hizo a Jimin pero, ¿cómo sabría Namjoon tratar a alguien delicadamente si sus padres no lo tratan con cariño? Se crió en la violencia. Pero aún así... No es alguien malo. Digo, tiene una apariencia fuerte pero... Es alguien muy inteligente y con un corazón muy delicado aunque un poco torpe -rió bajito con un deje de ternura por recordar las anécdotas que ha pasado con Namjoon— Él sólo necesita un pulgarcito que le haga la vida más bonita.
Taehyung rió levemente pero su corazón se encogió. Si bien él también sabía lo que era que sus padres no lo dejaran convivir con nadie, no se imaginaba no tener el cariño de sus padres. Porque apesar de que estas últimas semanas habían estado realmente pesados con él, sus padres realmente le recordaban cuando podían lo mucho que lo amaban y le demostraban cariño. Y que Hoseok le haya dicho esto de Namjoon, realmente no lograba imaginarse vivir sin que sus padres no le demuestren cariño. Era muy triste.
— Lo siento.
— ¿Por?
— Por hablar mal de Namjoon. No debí juzgarlo. E-estuvo mal.
— No te preocupes. Sólo estabas defendiendo a tu amigo —le sonrió dulcemente sin mostrar los dientes.
— Espero que Namjoon pueda ser feliz.
— Y yo espero que tú puedas ser feliz también.
Taehyung le dio una sonrisa suave y miró hacia el frente sin decir nada más. Ahora se había deshecho de su encogimiento y harto de su posición, paso a cruzar las piernas en modo indio y recargó un poco de su peso en su palma de su mano izquierda mientras su mano derecha reposaba en sus muslos. . El ambiente tenso ya se había ido y ahora dominaba lo relajante. El príncipe estaba tranquilo, no tenía nada en su mente. Sólo podia oír la suave brisa, los pájaros haciendo sus propios sonidos y algunos grillos que se encontraban escondidos en la hierba crecida.
Cuando la calmada voz de Hoseok lo sacó de su trance pacífico y volteó su mirada hacia él:— ¿Recuerda que le hice una promesa, su majestad? —Hoseok pudo notar las facciones levemente fruncidas del rubio, dándole a entender que no recordaba— Lo traería a la colina a observar el atardecer más bonito que sus ojos hayan visto. Ahí lo tiene.
El príncipe siguió la mirada del jardinero y observó a ese eje redondo amarillo luminoso ocultarse en las colinas lejanas, ese óleo anaranjado combinado con un poco de azul, rojo y alguna que otra tonalidad en par con esa paleta singular de colores adornando el cielo, y mientras las nubes acolchonaban todo de una manera detallada y peculiar, haciendo que la vista fuera aún más preciosa. Sus orbes marrones se hallaban absortos a tal panorama.
Mientras Taehyung contemplaba el paisaje, sintió como Hoseok lábilmente puso su mano sobre la suya y con su dedo pulgar acariciaba cálidamente la parte dorsal de esta junto a sus nudillos. Taehyung no lo volteó a mirar, en su lugar sintió su cara calentarse por el acto. No obstante, lo sorprendió más los sentimientos que tenía sobre ese toque, que el reaccionar que tuvo su cuerpo.
Sintió su corazón latir con una rápidez tremenda; como si de un caballo corriendo se tratase. Sintió su espina dorsal cosquillear sin cesar; como si una araña estuviera dándole un masaje con sus patas por ésta. Sintió un calor incomprendido en la parte baja de su estómago; como si tuviera un té caliente por dentro y el vapor se fuera expandiendo por todo su ser. Sintió como su cabeza se empezaba a llenar de ideas mezcladas y preguntas inciertas ocasionándole temor por la respuesta; como si de un enigma se tratase. Aunque en realidad eso es lo que era Taehyung; un enigma.
Aunque sí de algo estaba seguro es que no quería apartar la mano, Taehyung no quería y no lo iba a hacer. La mano de Hoseok estaba calientita y era muy suave al tacto. Sus movimientos con el pulgar en los nudillos del menor lo calmaban. Casi lo arrullaban. Era algo inusual.
En cambio, los ojos de Hoseok sonreían como dos brillantes lunas crecientes mientras sus pómulos se pronunciaban levemente como si fuera un pan recién hecho, sus labios estiraban una cariñosa sonrisa y su corazón latía calmadamente.
Notó un ligero temblor en la mano del joven rubio, por lo que Hoseok la acomodó de forma que la pudiera agarrar aún sobre su dorso y fue entonces que a los pocos segundos Taehyung reemplazó esos problemáticos nervios, por una calma concordia.
Los sentimientos eran tan notorios pero tan ajenos a la vez para ese par de mentes revoltosas. Sin querer, empezaban a desarmar todas las piezas que ya estaban puestas en su lugar para dar inicio a un nuevo rompecabezas que sin duda alguna sería la aventura más memorable y dificultosa que atravesarían para llegar a las últimas piezas más importantes de todas; la maldición y el amor.
Taehyung jamás creyó que diría esto, pero por primera vez en mucho tiempo se sentía en paz y tranquilidad; algo que su mente no lograba que sintiera, ya que ésta lo castigaba, lo dañaba y lo maltrataba mentalmente. Ahora sentía que estaba hallando algo nuevo que lo ayudaria, o más bien alguien. Alguien a quien podría aferrarse. Alguien que lo haría experimentar cosas que jamás había sentido u probado. Alguien que le cambiaría su rutina diaria. Alguien que le haría ver de forma diferente su vida. Alguien por quién seguir luchando esta batalla personal. Alguien por quien podría ser feliz.
Y no lo diría en voz alta pero se sentía bien. Y con que él lo sintiera es más que suficiente.
Y por esas sencillas pero sensibles acciones hizo que este día quedará en su corazón y mente. Guardado en esos escasos recuerdos que lo hicieron feliz.
–
Jimin y Namjoon habían regresado unos momentos más tarde, no se notaba ni una pizca de incomodidad y molestia entre ellos, por lo que Taehyung dedujo que se habían arreglado. Sólo esperaba que Hoseok tuviera razón y que el carnicero no lastimara más a su amigo.
Al cabo de unos minutos se encontraban acomodando y recogiendo las cosas con una paciencia interminable mientras charlaban y bromeaban entre todos en un ambiente juguetón, pues ninguno de los presentes se quería ir.
Pero de repente, un sonido viniendo del bosque captó la atención del príncipe, quien inmediatamente se quedó mirando hacia los árboles en señal de alerta. Los demás chicos seguían en su cómoda y entretenida charla; hablaban del trabajo de Namjoon y de como estaba feliz porque su padre le daría por fin más descansos.
Una extraña y tenebrosa sombra negra estaba parada detrás de unos árboles, lo que hizo que el rubio se espantará y se quedará observando fijamente a ese ente oscuro. Se preguntaba el porqué los demás no la notaban cuando ésta estaba visible pero a la vez invisible a la vista de todos.
De pronto, las risas y voces de sus amigos se hicieron más lejanas, dejándolas en un simple eco en un confín de sombras. En su mente se escuchaban susurros inentendibles pero que lo calaban porque empezaba a dolerle la cabeza, sentía como cada cosa que hablaban lo lastimaban más y era como si le estuvieran aplastando el cráneo con dos placas de hierro. Empezó a tener frío y temblar inconscientemente por la sensación.
Pero lo peor fue cuando sintió como sus labios ardían, como si le estuvieran poniendo fuego sobre ellos y no se detuvieran hasta quemarlos por completo y quedarse sin éstos.
— Detente —murmuró bajo hacia esa sombra que sabía era la causante de su dolor.
Se los lamió para disminuir el nivel de viveza ardiente que le quemaba pero no lo consiguió pues el ardor seguía y seguía.
— Por favor, para...
Empezó a sacar lágrimas duras y pesadas por la impotencia de su dolor. Se quejó, gimió, jadeo y con una ímpetu precipitada paso sus manos con furor por sus labios, no sintiendo nada más que el ardor incesante y grotesco de éstos.
— ¡Detente! ¡Por favor! —gritó ahogadamente con su garganta picando por la fuerza rasposa con la que salió su voz. Lo único que pudo sentir después de eso fue el líquido rojo viscoso correr por sus labios y barbilla, manchado parte de su ropa y sus manos mientras el rostro de Taehyung no exclamaban nada más que pavor y sorpresa por el acto mismo.
El dolor se había ido, y con ello el alma de un pobre chico que vivía en la cobardía y la oscuridad.
—
Por fin actualicé!!!!! 💜💜💜
De hecho no iba a actualizar hoy porque aún no lo tenía listo pero ayer me dije a mi misma: "No, ponte a escribir y deja de hechar la hueva" y salió hoy, justo en mi cumpleaños. Ahora que lo veo se podría decir que es como un tipo regalo de mí para ustedes por todo el apoyo que me han dado durante el proceso que llevo escribiendo de la mitad de esta historia. Sé que no es lo mejor pero trato de dar lo mejor de mí.
Espero les guste el capítulo y no se preocupen que la última parte se explicará en el siguiente cap, quería escribirlo de una vez aquí pero ya quedaría más largo y pues no. Suficiente es con que lean las +5k palabras que escribo como para ponerles más.
Disculpen en serio por tardar taaaanto en actualizar pero es que como tengo problemas personales, eso hace que me lleguen muchos bloqueos mentales y no pueda escribir. Ven que en algunos casos l-s escritores pueden desahogarse escribiendo, pues yo no jajajaja, es más me atonta y no puedo pensar en nada más que en mis problemas. Entonces, uhm... sí, eso. Sé que no es justificación pero... mi mente trabaja muy... a su manera.
Cualquier duda, comentario, pregunta o lo que sea que tengan pueden hacérmela, con gusto la respondo.
Sin más que decir, nos vemos en la próxima actualización.
¡Gracias por leer!
.xx 💜
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