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A Taehyung le gustaba la playa. Le gustaba la tranquilidad que emanaba ese lugar, en especial la manera en que la noche resplandecía y se veían las brillantes estrellas con una hermosa luna de fondo reflejándose en el mar, el paisaje era maravilloso, se volvió uno de sus lugares favoritos, sin duda.
Y no es como si Taehyung tuviera tantos lugares favoritos, este era el único al que podía ir sin ser hostigado y acosado por tanto pueblerino.
Taehyung se encontraba caminando por la orilla, sintiendo la arena mojada en sus pies y como esta se metía entre sus dedos, le daba una sensación de gusto y relajación.
Él suele ir de noche a la playa porque siempre a esas horas, está desolado.
A Taehyung no le gusta estar solo, al contrario, le agrada conocer y poder hablar con la gente, sin embargo a la gente no le agrada él. Simplemente se fue acostumbrando a estar todo el tiempo solo, a que lo excluyeran, que lo insultaran, a que lo miraran con desprecio. Taehyung entendió que jamás será bienvenido allí.
Tenía los ojos brillosos, sentía ganas de llorar, se sentía abatido y es que se preguntaba ¿cómo la gente podía ser tan profana?, ¿cómo podían ser tan crueles con alguien que jamás trataría de hacerles daño?
<<¿Acaso hice algo malo para merecer tremendo acto de crueldad?>>
Taehyung se preguntaba eso todos los días, no había día y noche que él estuviera tranquilo, pues se la pasaba deseando con todas sus fuerzas que su maldición termine y pueda ser un chico ordinario.
Estaba tan sumido en sus pensamientos que apenas y se dio cuenta como las olas estaban sacando un cuerpo inconsciente del mar, inmediatamente se detuvo en su lugar y miró para todos lados, no había nadie. Le parecía algo inusual, él sabía que a estas horas la gente del pueblo no viene a la playa, normalmente todo el tiempo está solo ya que la gente de ahí es muy espantada, hasta por la más mínima cosa y eso se puede notar por como tratan a Taehyung, a parte de que también hacía frío como para nadar de noche.
Estaba un poco lejos así que cautelosamente se acercó al cuerpo, ya estando a una distancia prudente pudo ver que se trataba de un chico, el rubio jamás lo había visto. No conocía a todos los del pueblo pero estaba seguro que un rostro como el que tenía el joven, jamás lo olvidaría ni aunque pasarán 100 años.
<<Es hermoso>> pensó Taehyung.
Las facciones del chico eran muy delicadas, tenía el cabello castaño obscuro, su piel estaba un poco bronceada y su cuerpo estaba... <<muy bien>>, y es que la camisa blanca que traía puesta y que además era un poco transparente se le había pegado a su cuerpo, lo que hacía que se le marcará su delgada cintura y su bien trabajado abdomen, sus piernas también estaban en buena forma, estaban cubiertas por unos pantalones blancos que si antes eran holgadoz ahora se le habían adherido a sus muslos húmedos, se le notaban los músculos y observó como sus piernas se veían tonificadas y firmes. En eso, Taehyung aparta la mirada sonrojado, pues había estado más tiempo del necesario observando al muchacho que desde ya, lo había cautivado.
Su apariencia del castaño, junto con la ropa blanca que traía le daba un aura como si él fuera... <<un ángel>>.
Perdido contemplando al muchacho, se olvidó por completo de la razón por la que se había acercado y es que a pesar del todo el tiempo que pasó, el contrario aún no despertaba.
Así que en tono quedito le habló.
-Oye, ¿estás bien?...
No respondió.
Le dio una patadita ligera en su pierna, pero aún así no despertaba.
El rubio se agachó alarmado, puso su oreja sobre el pecho del contrario tratando de oír el latido del corazón, más no lo pudo escuchar así que le comprobó el pulso y sintió como estos se volvían cada vez más débiles, Taehyung razonó que si el muchacho había salido del mar entonces fue porque probablemente <<se ahogó>> , así que sin pensarlo tanto y por alguna razón, decidió darle respiración de boca a boca.
Obviamente, Taehyung no pensó las consecuencias de su acto pero tampoco en los efectos que vendrían después de ello.
El rubio sólo actuó porque a pesar de que estaba preocupado por el muchacho, algo le decía que debía hacerlo, y no, no era porque la belleza del joven lo había maravillado, era algo más, como si una voz le susurrara al oído y le dijera <Hazlo>.
Fue entonces, cuando sintió un empujónsito leve y juntó su boca con la fría del chico y comenzó a brindarle aire, al principio no ocurrió nada así que lo hizo otras dos veces hasta que vio como el castaño tosía mientras sacaba el agua que había ingerido.
En ese momento, Taehyung reacciona a lo que hizo y fue como si despertara de un sueño, como si no hubiera sido él el que actuó hace unos momentos y es que jamás en su vida había estado tan pasmado.
Por primera vez, había salvado a alguien.
No mató a nadie tocando sus labios. Estaba más confundido que cualquier otra cosa, a causa de eso dijo lo primero que se le vino a la mente.
-¿Por qué no te has muerto? -pregunta Taehyung.
-Si querías que muriera no me hubieses salvado en primer lugar, imbécil.
<<Vaya, que... grosero>>
-No no, no entiendes yo...
El chico se levanta de la arena y sin dejar que termine de hablar, se marcha sin más.
El rubio observa como el castaño se iba, mientras a este último importándole poco haberlo dejado ahí con la incógnita más grande de la vida.
-¿Por qué no moriste?
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