“Buscador de Sorpresas”

Fue en mi cuarto año cuando finalmente me uní al equipo de Quidditch.

— Para ser honesto. – Gruñó Graham Montague, el extremadamente corpulento Capitán de Slytherin, mientras me miraba burlonamente de arriba abajo.
— Estaba planeando tener a Crabbe y Goyle como mis Golpeadores.

— ¿No puedo al menos hacer una prueba? – Pregunté, sintiéndome un poco ofendida, Draco, estaba bastante claro que Montague solo quería músculo en su equipo.
— Soy buena voladora y puedo apuntar bastante bien con el bate.

Montague arqueó una ceja, luciendo levemente impresionado por mi confianza.
— Vamos entonces, vamos a reunir al equipo para jugar un par de partidos, ver cómo es justo contra tonto muy tonto

Y así lo hice, fácilmente volé más rápido que Crabbe y Goyle, quienes seguían chocando entre sí. Okay, no pude golpear la Bludger tan fuerte como ellos pudieron, pero al menos logré apuntar exactamente donde quería que fuera; Goyle de alguna manera derribó uno de los aros de gol al golpear una Bludger en él, y Crabbe realmente dejó que su bate saliera volando de su mano, que por poco alcanzó la cabeza de Draco, que estaba buscando distraídamente la Snitch.

— Sigo pensando que me quedaré con Crabbe y Goyle. – Montague decidió después.
— Mejor suerte el año que viene, Parkinson.

— ¡Pero jugué mucho mejor! – Dije indignada.

— Tal vez sea cierto, ¡Pero eres una pequeña traidora de sangre y no te tendré en mi equipo!

Lágrimas enojadas y humilladas picaron detrás de mis ojos cuando le di la espalda al equipo que se reía y comencé a dirigirme derrotada hacia los vestuarios.

Estaba a la mitad del campo cuando el sonido de una voz enojada me detuvo en seco.

— ¡Vamos Montague, sabes que ella es la mejor opción!

Las palabras me congelaron en mi camino, Mi corazón martilleaba en mi pecho mientras me giraba lentamente.

Draco había aterrizado frente a Montague y su rostro lucía atronador mientras abogaba por mi caso.

— Ella no es una Slytherin real. – Se burló Montague, hablando como si yo no estuviera cerca.
— Y siempre anda con ese traidor de sangre, Weasley.

— ¿No quieres ganar la copa de Quidditch este año? – Draco gruñó enojado.
— ¡Crabbe y Goyle se convertirán en el hazmerreír de nosotros! ¡Parkinson es buena, la estaba observando y ella superó con mucho a esos dos bufones!

No podía creer lo que estaba escuchando; Draco en realidad me estaba defendiendo. Sin embargo, ambos continuaron y ninguno de ellos mostró ninguna señal de darse cuenta de que todavía estaba allí.

— Oh, ¿Y esto no tiene nada que ver con el hecho de que estás follando con su hermana? — Montague se burló.
— No hago favores, Malfoy. Y ciertamente no tengo traidores de sangre en mi equipo.

— ¿Por qué demonios la dejaste probar entonces si no tenías intención de dejarla unirse?

— ¿Por qué piensas? – Montague se rió sinicamente.
— No es una bruja fea; quería algo nuevo para el banco de pajas-

Si tenía algo más que agregar, entonces no pudimos escucharlo porque el puño de Draco se había conectado a un lado de su mandíbula.

Más tarde, en la sala común, Draco se me acercó.

— Buenas noticias, Parkinson. – Arrastró las palabras perezosamente y sus ojos grises brillaron contra la luz del fuego mientras se fijaban en mí.
— Montague ha aceptado que estés en reserva. Te lo diría él mismo, pero su mandíbula está actualmente fuera de acción. Las sesiones de entrenamiento son todos los miércoles por la noche y los domingos por la mañana, a partir de mañana. No me defraudes.

— No-no lo haré – Balbuceé, incapaz de creer lo que estaba escuchando.
Todavía estaba en shock después de presenciar lo que Draco había hecho por mí, y ahora esto.
— Gracias.

Asintió brevemente con la cabeza antes de caminar con determinación hacia los dormitorios.

Una especie de sensación borrosa comenzó en mi estómago y se extendió por todo mi cuerpo, dejándome sentir como si estuviera bañada en un resplandor cálido y etéreo.

No me defraudes, había dicho. No al equipo, ni Slytherin, ni Montague.

Yo.

[...]

A pesar de ser solo una bateadora de reserva, pude jugar mi primer juego antes de lo esperado.

— Crabbe de alguna manera se las arregló para tener una hemorragia nasal imparable. – Se enfureció Montague mientras se acercaba a mí en la mesa del desayuno la mañana del partido de Slytherin contra Gryffindor.
— Así que parece que estás adentro, Parkinson.

El pánico llegó a mi pecho, haciendo que mi corazón quisiera salir, Por mucho que hubiera querido jugar, de repente me sentí aterrorizada y desprevenida.

— Relájate, lo harás bien. – Se rió una voz desde el otro lado de la mesa.

Miré hacia arriba para encontrarme con un par de brillantes ojos grises; la diversión en ellos hizo que mi estómago se hiciera un nudo en todo tipo de formas diferentes, La forma en que me miraba no era desagradable, por decir lo mínimo; pero era alentadora, cálida, incluso.

— ¿Jugarás en el partido? – Pansy farfulló con incredulidad, estaba sentada a su lado mientras me miraba horrorizada, sus ojos volviéndose furtivamente hacia Draco como si esperara que él fuera a decirle que todo era solo una broma enfermiza.

— Estoy de reserva, Pansy. – Dije con los dientes apretados.
— Lo sabes, te lo he dicho suficientes veces.

— ¡Pah, reserva! – Pansy se burló.
— Es sólo otra forma de decir que eres demasiado mierda para entrar al equipo.

— Vamos, Parkinson. – Sonrió Draco, claramente disfrutando esto mientras se ponía de pie.
— Vamos a llevarte a los vestuarios. Hay una pequeña canción que necesito enseñarte antes de continuar. Al menos te ayudará a calmar tus nervios.

La boca de Pansy se abrió estúpidamente cuando se dio cuenta de que él estaba hablando conmigo y no con ella.

[...]

— ¡No voy a cantar eso y no voy a usar esto! – Dije, golpeando furiosamente la pequeña insignia en forma de corona en la mano de Draco.

Draco simplemente levantó las cejas de una manera tan arrogante y confiada que por primera vez en mi vida sentí la picazón de golpear con la mano su rostro arrogante.

— Oh, lo harás, Parkinson. – Sonrió con satisfacción.
— Eres una Slytherin. Y he hecho todo lo posible para que estes aquí ahora mismo. No es una coincidencia que Crabbe esté actualmente en la enfermería por pérdida severa de sangre.

— ¿Por qué? – Balbuceé.
— ¿Por qué harías eso cuando sabes que Crabbe habría estado más que feliz de cantar tu estúpida canción?

— ¡Porque en realidad creo que eres una buena bateadora y maldita sea, quiero ganar la copa de Quidditch y borrar esa expresión de suficiencia del estúpido rostro de Potter!

— ¡No voy a participar en burlarme del hermano de mi mejor amigo solo para que puedas dominar a alguien con quien claramente tienes una obsesión enfermiza!

— ESTÁ ACUSANDO A MI PADRE DE SER M-M-. – Farfulló, aparentemente sin poder decir las palabras en voz alta.

Lo miré a los ojos y parecían parpadear en los míos; el silencio que cayó entre nosotros de repente se espesó con un conocimiento peligroso. Yo sabía la verdad; la mayoría de los Slytherin la sabían. Especialmente nosotros los sangre pura.

La habitación se llenó solo con los sonidos de nuestras feroces respiraciones, nuestros pechos subiendo y bajando constantemente. Y en ese momento fui consciente de lo mucho que lo deseaba; de lo mucho que siempre lo había deseado.

Pero no importaba cuánto lo deseara porque él era, por supuesto, el novio de mi hermana.

Entonces, rompiendo la tensión, agarré mi escoba y caminé hacia la salida antes de hacer una pausa y girarme para mirarlo desafiante.

— Al diablo la placa y al diablo con la canción. – Hablé indignada, mi voz era inquebrantable y llena de disculpa.

Y, sin otra palabra, me marché, dejándolo allí solo.

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Hey, puse los otros fanfic's
en borradores y el único que
tengo por el momento publicada
es esta, así que voy a tratar de
actualizar mas rápido.

Tengo otro fanfic en borradores
pero ese lo voy a publicar en
unas semanas.

Por cierto, gracias Celes por
ayudarme con este capítulo.
*Besito*

— xpotterlix

Las quiero mucho, no se olviden
de votar <3