Poison Alina | Part II
Era una tarde, caminaba dirigiéndome a la farmacia en busca de unas pastillas para mi abuela. Me pidió que fuera y no podría negarle.
Al entrar, note a una joven castaña abrazándose a si misma. Al parecer no era buena en espacios públicos o lugares alborotados.
───── Disculpe, ¿se encuentra bien? ── Pregunte confuso notando su incomodidad.
Ella me miró, sus ojos marrones mostraban algo de confusión.
───── Oh! E-Emm.... Si, sólo espero a que me atiendan para irme de una vez ── Me respondió en una voz calmada.
Después de un rato, finalmente llegó su turno y ella pidió unas pastillas para la ansiedad. Eso explicaba su incomodidad. Luego, hice mi encargo para pagar y salir de la farmacia. Ahí, vi a la misma joven parada.
───── Oye.... ¿Te gustaría ir al restaurante más cercano? No te obligaré, pero al menos para que no te sientes tan sola ── Dije acercándome an ella con una sonrisa.
───── Claro, suena bien ── Aceptó dándome una pequeña sonrisa.
Debía admitir que era buena persona. Cuando llegamos, ella pidió un batido natural de fresa y un sándwich de jamón con queso. En cambio, yo pedí una silver y un filet de pescado empanizado.
───── Y qué te gusta hacer? ── Pregunte queriendo sacarle un tema de conversación.
───── La química es lo que más me gusta ── Contestó apartando la mirada.
Cuando terminamos de cenar, regrese a casa y le entregue las pastillas a mi abuela para irme a la cama.
A la medianoche, oí a mi madre gritar en la habitación de abajo. Un escalofrío recorrió por mi cuerpo y salí rápidamente de la cama para ver si todo estaba bien.
───── Vaya vaya~, pero que suerte volverte ver por aquí ── Reconocí la voz detrás de mi al instante.
Me giré y vi a la joven con una katana en mano, llevaba la misma vestimenta que cuando la vi en la farmacia aunque ahora tenía puesto una chaqueta larga blanca que tenía salpicaduras de sangre.
───── No te preocupes, pronto te reunirás con ellas ── Me dijo en un tono amable, pero sabía que era falso.
Se acercó a mi y me clavo con la punta de la katana en el cuello. Caí al suelo y al mismo tiempo sentí cómo la sangre comenzaba a esparcirse dejando un charco.
Con la poca vida que tenía, vi como ella se acercó a la puerta y en tono burlándose antes de irse dijo:
"Oh! Que descortés de mi parte, me llamó Poison Alina"
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top