El maestro de filosofía del salón 103 calificaba los trabajos de los alumnos de último año. Todos estaban perfectamente ordenados sobre su escritorio, identificados únicamente con las iniciales de los autores.
*Escribe la historia más triste del mundo en cuatro palabras.*
Aquel maestro no comprendía como fue que esos niños lograron llegar a último año, era completamente obvio que la mayoría había sido sacada de internet. Estaban repetidas, mal redactadas e inclusive, algunas hasta fueron impresas con el hipervínculo de la página web. Eran sólo cuatro insignificantes palabras, y pensar que ellos son los futuros universitarios. Algunas frases le parecían completamente depresivas, pero no tristes. La depresión eso que te hace sentir deseos de vomitar, la depresión es impotencia. Pero la tristeza es un abismo. Ese frío total que causa que llores.
Otras eran tan trilladas como, "Me corto las venas", sinceramente cliches modernos que buscan llamar la atención de forma equívoca. "Me siento tan solo", mentira. La soledad es relativa.
Estaba empezando a decepcionarse del grupo en general. Cuando una de las últimas hojas le llamó la atención.
"Mi familia es Homofóbica."-H.S.
No era un intento de profundidad, no estaba repetida, era sencilla y simple. Le hacía pensar que había una infinita cantidad de situaciones encerradas en aquella frase. Sin duda alguna, la mejor nota de la clase. Inmediatamente colocó un A+ en la hoja con su amado bolígrafo rojo. Dejó de calificar, estaba seguro de que las demás tareas serían aburridas y tediosas.
Meditó unos segundo sobre el dueño de esa hoja. Solo había dos personas cuyo apellido iniciaba con "S"-al menos en ese horario-, El niño Styles y la rubia Swan.
Fue entonces cuando identificó al autor. Era el chico que se la pasaba murmurando con Tomlinson.
Oh. Tomlinson.
A él todos los maestros lo recuerdan perfectamente. Muchos se alegraban de que se graduara ese año. Había hecho llorar a tantos de ellos que casi era un récord Guiness. Un chico muy inteligente, pero terco, obstinado y hasta un poco prepotente. Un manipulador de primera.
Pero cuando Harry llegó a esa escuela pasó de molestar maestros a perseguirlo a él, a abrazarlo y sonreírle. Se convirtió en la única persona que no había sufrido el yugo del tipo más idiota de la escuela, ya que siempre estaba atento de él, cuidándolo e inclusive si Harry no llegaba este solo se salía del salón y ya, Cosa que era mejor para los pobres docentes.
Siguió haciendo memoria de esos dos, realmente jamás había pensado en la sexualidad de Tomlinson. Sí, recordaba haberlos visto besarse a un par de calles de la escuela cuando pasaba en su auto. Debió suponerlo. Y era por eso que la frase de su tarea era en verdad esplendida.
A la mañana siguiente devolvió los trabajos, disculpándose por no haberlos calificado todos. Pensó que debía ayudar a Harry, después de todo revisó su expediente y encontró que a pesar de haber sido enviado muchas veces a la oficina de orientación con el psicólogo, nunca se presentaba.
Dijo el apellido del chico fuertemente y toda la clase se giró automáticamente a ver al extrañamente callado Tomlinson. Él sólo negó y el maestro siguió repartiendo.
A la hora de almuerzo comía una deliciosa dona de arequipe con una taza de café, todos los engendros que custodiaba estaban siendo alimentados y él podía vagar libremente por los pasillos.
Cuando llegó a las escaleras que estaban al final del pasillo se asustó. Era su engendro favorito, el afamado Louis hablando solo. Se pegó a la pared para observar más de cerca sin llamar la atención. Él estaba hablando de una serie de tv, reía, se callaba como esperado una respuesta y volvía hablar. Mencionaba cosas normales de adolescentes como "Las Razones para Amar a Evan Peters". Pero empezó a sollozar de un momento a otro se soltó en llanto, gritaba y pedía perdón una y otra vez. Decía que era injusto, totalmente egoísta haberlo dejado así, que lo necesitaba demasiado.
Obviamente como buen docente y ser humano intervino, el chico ya estaba golpeando el piso con las manos y tirándose el cabello. Asustaba, verdaderamente lo hacía. Sus ojos azules,llenos de venas rojas por tanto llorar hacían que sus ojeras azules se vieran violáceas, casi como moretones. Sus labios tan lastimado que parecía que hubiese intentado arrancárselos él mismo. Lo levantó a la fuerza y lo sacudió repetidas veces para que reaccionara pero su vista estaba nublada. Oficialmente, él estaba perdido. Envolvió sus brazos al rededor del muchacho, Louis seguía llorando pero ahora en su hombro, y le asustaba preguntar que había convertido al demonio en mártir.
Lo llevó al salón y le firmó una autorización para salir temprano. Nunca supo si fue buena idea, era viernes y creyó que tal vez necesitaba un descanso. Aun pudo ver su silueta alejarse con aquel beanie azul que ni siquiera le pertenecía.
*
El lunes buscó ansioso a su alumno, había conseguido unos libros para él. Sabía lo mucho que le gustaba leer y pensó en regalárselos. Quería ayudarlo, ser su amigo, pero jamás entró a su clase. Preguntó a los demás maestros y no había llegado ese día, ni lo hizo el siguiente, ni el que sigue de ese.
Se armó de valor para preguntar a unos alumnos cuando ya había pasado más de una semana de su ausencia; Pero no esperaba que le respondieran de esa forma:
-¿No sabía que Tomlinson se suicidó? Lo hizo un viernes cuando salió de acá, luego de que su novio lo hiciera unos días antes.
Sólo negó.
Los directivos de la escuela le rindieron homenaje a dos grandes alumnos. Nadie jamás pensó lo mucho que Louis haría falta. Siempre alegrando al grupo, sin miedo ha hacer el ridículo con tal de ayudar.
"Estamos los que somos, somos los que estamos ".
B-. Siguió calificando, su trabajo se acumularía si seguía evitándolo. La noche que fue a dar el pésame a las familias de Harry y Louis sintió como su estómago se revolvía. El padre de Harry le dijo que estaba decepcionado porque su hijo se condenó solo al fuego eterno por ser una bestia, que no aguantó ser corregido. Y su madre lloraba porque nunca pudo ayudar al chico a llegar al señor, que permitió que fuera corrompido por sus malas amistades. Jamás creyeron ser los padres de un asqueroso cobarde, concordaron, y él quiso estampar su puño en la cara de ambos.
En la casa de Louis se encontró con seis niños llorando cuando lo mencionó, una mujer atareada y supuso que, la única figura paterna o al menos masculina que estuvo presente en la vida de esos niños había sido él, por eso tenía ojeras siempre y sus suéteres estaba manchados con brillantina.
"Nacemos Vírgenes para morir mártires".
B. Bien para ser de primer año.
Recogió sus cosas y se dispuso a salir del salón, pero alcanzó a ver un bolígrafo tirado al fondo de la habitación. Fue a levantarlo y cuando volvía notó la frase que estaba escrita con un marcador en uno de los escritorios.
"Always in my heart, Harry Styles. Yours sincerely, Louis Tomlinson".
Y sonrió, porque tal vez no pudieron estar juntos en esta vida; pero seguramente se encontrarían en la próxima.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top