Pintamos el agua de celeste
Aún sabiendo que es transparente
Miramos el cielo despejado
Y de allí cae blanca nieve.
Miro mi reflejo en los lagos
Y sólo veo azul claro.

El agua y el cielo
Dos lados de un mismo espejo
La divinidad con sus ideas
Necesita lugar, necesita un espacio
Para fluir constantemente,
Sin convertir en máquinas a la gente.

Y caen, y se dispersan, y se funden,
Las ilusiones del aire
En las aguas potables.
Y necesitan tierra, y necesitan fuego,
para que la pureza del río no se enturbie.

Y cuando todo se ha creado,
Cuando el cielo en tierra se ha manifestado.
Cuando el fuego arde impunemente
Cuando el viento sopla y nadie arremete.
Cuando el dolor cala entre los huesos,
En los deseos
Y en el pensamiento,
La vibración de las raíces
El serpentear de las brisas en la superficie
Las nubes haciéndose grises
Alertan al agua.
Despiertan la intuición
Y en un tsunami, Poseidón,
Refresca el cuerpo,
Libera el alma.

Disuelve el mundo
Lo fragmenta, lo calma.
En el fin de los tiempos,
Regenera la Tierra,
La nutre.
La contiene
La cuida.
La ama.

🌊