Morir en Corea del Norte es
como ser asesinado cien años
en el pasado en medio de un
bosque anónimo rodeado por
enemigos.

Morir en Corea del Norte es
todo eso que no pasa, que no
te enteraste y que si lo hiciste
al poco tiempo te lo negaron.

Es la mentira que te podría
contar si quisiera matar en
Corea del Norte. Es la traición
de las camas de hospital.

Es la fantasía que se mezcla con
realidad. Es papá Noel, el ratón Pérez,
son los Reyes y el hada Madrina.
Es la historia que te cuentan (y que no).

Pero ojo, atención, que morir en Corea
del Norte puede pasar en cualquier
región, o nación, desde el norte hasta
el sur, desde el antes al después.

Morir en Corea del Norte es
la oportunidad de seguir siendo
lo mismo porque ¿qué le hace
una mancha más al tigre?

Morir en Corea del Norte.
La sorpresa (in)esperada.
Crónica de -otra de tantas-
muertes anunciadas.