Capítulo 3: Nostalgia.
Los primeros días Wukong permaneció en su cueva, no iba a buscarlo, no sabía donde podría estar y primero quería ver si valía la pena. Los primeros poemas que le habían entregado era justo como la mujer le había comentado, no era más que el inicio, aunque seguía desconociendo el orden de los poemas, era divertido que fuese como armar un rompecabezas.
En algún lugar de la pared de su sala comenzó a pegar textos en papel que él mismo escribió, lugar donde ponía todas las pistas e hipótesis que tenía respecto a quien podría ser el autor misterioso y la historia en general que transmitía en cada verso.
—¿Sabes? Sé que dije que quería que consiguieras un nuevo pasatiempo, pero creo que te estás pasando.—Dice MK, preocupado.
El chico había ido a ver a su mentor, encontrándose con la vista de un muro lleno de textos, garabatos y pistas respecto al autor y sus poemas. Si, quizás esto no fue tan buena idea, estaba comenzando a pensar que no fue lo mejor que pudo hacer.
—Me estoy entreteniendo, debes respetar mis pasatiempos, amigo. Además, es... Algo que hago por simple entretenimiento.—Responde Wukong mientras sigue leyendo el libro en sus manos. Realmente leerlo todo le estaba llamando toda su atención, esta historia escrita a pedazos, estos sentimientos transmitidos en papel, encendían la curiosidad de un mono con tanto tiempo libre como el.
—Entonces... ¿Has encontrado algo?—Le mira curioso, queriendo entender un poco más el desastre que había en el lugar.
—Bueno, en todo lo que leí habla del primer y último amor del autor, comienza con estos primeros poemas donde todo está bien, es romántico y eso, hasta que llega a los siguientes donde comienza la angustia, la preocupación y el dolor.—Conforme va explicando, señala los papeles en las paredes.—Luego de eso, pasa a ser algo de puro arrepentimiento por amar, y según lo que dijo la secretaria, lo siguiente continua con eso hasta llegar al final de su historia de amor y dolor, el cual sería con su tercer libro, ¡Y allí es donde llego yo! Debo encontrarlo antes de que envíe la última colección de poemas.—
—Espera, espera, déjame ver si entendí...—MK realmente se está arrepintiéndose de llevarlo a la biblioteca, esto estaba sonando mal. —¿Quieres encontrarte con el autor? ¿Vas a tratar de encontrarlo como un fanático obsesivo?—
—¿Qué? ¡No! Solo voy a... Ir a la biblioteca y, uhm... ¿Encontrarlo de casualidad?—
—Claro, encontrarlo de casualidad mientras te quedas allí todos los días a toda hora esperando que se aparezca para luego lanzarte encima.—MK responde con sarcasmo, suspirando con irritación, podía decir que tenía la certeza de que acabaría muy mal esto.—No puedes hacer eso, estás siendo un psicópata.—
—No lo soy, solo quiero... Conocerlo, es todo.—
—Seguro quieres amenazarlo o algo así.—
—¡Claro que no! ¿Por qué piensas tan mal de tu mentor?—
—Porque tu reputación te precede, tal vez...—El chico simplemente se encoge de hombros, no iba a pelear con el, no por esto. —Mira, se que no eres un niño así que... Voy a confiar en que no harás una locura, ¿Okay?—
—No lo haré, niño, no te preocupes, soy un ser inmortal con miles de años, soy lo suficientemente mayor para saber comportarme, tu tranquilo.—
Si, en realidad Wukong no prometió nada, así que técnicamente no estaba haciendo nada malo, ¿Cierto? Simplemente estaba siendo una persona normal, sentado en una silla de la biblioteca mientras mira insistentemente a donde está la secretaria, aunque finge estar viendo un libro.
No estaba haciendo nada de "psicópatas" como diría su estudiante.
Estaba siendo un adulto muy responsable y no perdería la cordura, todo estaba bien, solo estaba leyendo en la biblioteca, sin molestar a nadie, sin ser un tipo raro... Aunque, tal vez si se considera raro si ha estado todas estas semanas yendo a "leer" el mismo libro que tiene en sus manos mientras ve a la secretaria.
Dios, definitivamente esto estaba comenzando a sentirse tan mal.
...
¡AHI!
Wukong casi lanza el libro en sus manos al suelo cuando ve como alguien encapuchado deja en en la mesa de la secretaria varias hojas, las mismas hojas donde ese autor que tanto buscaba escribía los poemas, podía reconocerlo, incluso el hecho de que dejara los poemas allí sin que la mujer lo viese ya que se distrajo un momento en buscar algo que se ha caído al suelo.
El rey se levanta, dejando el libro en la mesa y corriendo hacia el hombre encapuchado, quien al ver como un psicópata se acerca corriendo a toda velocidad hacia él solo puede optar por irse rápidamente por donde vino, una de las puertas del lugar.
—¡ESPERA NO TE VAYAS, VEN AQUÍ!—Wukong realmente no estaba siendo muy normal ahora, debía admitirlo, tal vez acercarse de esa forma y gritarle así no era buena idea, sobre todo porque el autor no dejaba de correr, finalmente saliendo y cerrándole la puerta al rey en la cara.
Lastimosamente para el pobre escritor, probablemente la idea hubiese funcionado de no ser porque Wukong no se detuvo y rompió la puerta, cayendo básicamente sobre el autor, en conjunto al montón de pedazos de madera de aquella pobre puerta que tendría que pagar pronto.
—¡Lo siento! Mierda, esto no estaba planeado y yo-— Wukong estaba buscando las palabras correctas mientras se quitaba de encima del autor, pronto notando como a este se le cae la capucha que cubre su rostro, revelando a un conocido: Macaque. —¿Tu?...—
—¿Cuál mierda es tu problema, idiota desquiciado?—El macaco no parecía nada feliz con esa situación, no estaba haciendo nada malo, no entendía por qué el idiota de Wukong tenía que encontrarlo de esa forma.—¿Ahora no puedo ir a la estúpida biblioteca? ¿Crees que voy a quemarla o qué?—
Oh.
Mierda.
Ciertamente Wukong se estaba dando cuenta de ese hecho, después de todo, Macaque desconoce el hecho de que él ha leído esos poemas, o incluso que sabe de su existencia como un autor de poemas, simplemente tiene en mente el hecho de que se metió a escondidas en una biblioteca y él le atacó por razones desconocidas.
Entonces... ¿Todos esos poemas eran de Macaque?
¿Todas esas emociones?
—¿Hola? ¿Ahora no sabes hablar o qué? Más te vale pagar por esa estúpida puerta porque eres el único animal que no sabe detenerse.—Macaque cuestiona realmente irritado, levantándose y quitándose la suciedad de encima.
—No, yo... Uhm... Disculpa, si, es que... Luego de LBD no esperaba verte y encontrarte de una manera tan misteriosa aquí... Si, me hizo pues, cuestionarme si tenías planes malvados o algo así.—
—Pues no los tengo, solo vine a... Devolver unas cosas, es todo. ¿Ya me puedo ir o vas a registrarme, policía?—
—Si, yo, no en realidad, supongo que si, tienes derecho a... Hacer lo que quieras, claro.—
—Eso esperaba.—Macaque suspira y se da la vuelta, volviendo a cubrirse y alejarse de allí, dejando a un Wukong desconcertado y muerto en preguntas que no diría ahora.
El gran Monkey King nunca pensó en que esto sería posible. Después de todo, no esperaba que Macaque escribiera poemas, mucho menos de cosas de ese tipo, no iba a admitirle nada de eso, pero ahora que sabía quién era el autor solo podía sentir que su cabeza era un torbellino. Luego de lo sucedido con LBD las cosas con Macaque no eran increíbles, pero al menos ya no peleaban todo el tiempo y... De cierta forma acaba de arruinarlo, de hecho.
Pero... Si Macaque escribió todo eso, ¿Para quién era? ¿Amaba a alguien? Nunca pensó en eso, realmente era...
—¡Oye! Tienes que pagar por esto.—La secretaria finalmente se asoma, viendo a Wukong afuera.
Si, bueno, tal vez tenga que primero pagar una puerta y no contarle a MK de esto.
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