Noche en la bahia.
La inmensidad.
Inmensurable
la distancia entre el susurro de las olas
Quisquilloso con la arena
Hasta que rompe en la oscuridad.
La bahía se enmascara
oculta tras el velo sempiterno
De la noche tropical.
la cresta de palmeras
se alinea erguida
silente
cómplice
de amores furtivos
de besos de vino y miel.
Sobre el acantilado
pestañea el centenario vigía
dandole intermitente bienvenida
a los visitantes Del Mar.
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