Es tu calor y tu mirada,
tu voz y tu manos, me traen la paz que mi alma siempre ha buscado.
Dios me permite quererte, pero ¿a donde me llevara? lejos de lo único que podría esperar, una dolor que consume hasta los huesos y te hace olvidar que una vez fuiste feliz, me dices que corra, pero ¿como huir de unos labios que me dejan probar el mejor de los sabores? cómo huir cuando tengo el Anhelo de consumir mi alma junto a la tuya.

Anhelo por estar cerca de tu ventanas cuando llames al viento por mi llegada, Anhelo de que no te olvides de mi rostro cuando mires al cielo y veas otras estrellas mas resplandecientes. Y dime: ¿Me alejaré de los brazos que me dan seguridad y ganas de seguir creyendo en el amor? quieres que corra a un mundo dónde, tal vez nunca mas, pueda encontrar a alguien como vos... Pero yo no quiero, no quiero dejar de mirar por esas ventanas y pensar que son las mas brillantes y puras, no quiero dejar de acercar mi alma a la tuya y sentir el puro deseo de fundir mi mundo y el tuyo, no quiero dejar de escuchar ese ronco murmullo que brota de tus labios, diciendo que me quieres...

No huí, no corrí.
Me quede, por ti, esperando que tu razón comprenda a la mía, esperando que aceptaras lo que podía darte... ¿No fue suficiente, no fue suficiente fuerte el sentimiento que te di? No corrí, no huí ede ti, me quede, pero tu aun así... Solo en anhelo se quedaron las ganas de volver sentir tus labios, de volver a sentir en tus brazos la conformidad y el cariño que mi alma buscaba... De tu labios no volverán a brotar el te quiero, que mis oídos y mi corazón quieren sentir...