Los ojos hundidos y azul obscuros del azabache miraban fijamente su mesa blanca en el ruidoso comedor del recinto psiquiátrico.

No estaba enojado, no estaba cansado, solo, escuchaba.

En la puerta blanca que mostraba el estándar del comedor, salio aquel azabache que tanto esperaba con alevosía, aquel joven Marsh.

"Llegas tarde Stan, ya íbamos a comer sin ti!"

Menciono el chico pelirrojo jalando el brazo del ultimo mencionado.

El momento en el que ese grupo de chicos se fueron a almorzar, fue la señal de alarma de nuestro azabache de nombre Craig.

Tomo su chullo azul, que reposaba sobre la mesa, a lado de un plato lleno de chicharos y crema de elote, sigilosamente salio del comedor, dirigiendo su andar hacia los pasillos, específicamente, a los dormitorios.

(...)

Aquellos ojos cansados y esmeraldas, veían sin interés reportes de antiguos pacientes, como también actuales.

Desde hace mucho, el rubio no había tenido el sentimiento de que en verdad estaba haciendo un cambio, todos sus pacientes salían de esa puerta, mirándolo a los ojos y diciéndole lo mismo

>>gracias por nada<<

-me pregunto, ¿en verdad estoy echo para esto?

Se dijo para si mismo con una sonrisa, viendo los últimos archivos.

//Craig Tucker//

al momento de ver su expediente, las delgadas manos del rubio cerraron rápidamente el folder de  expedientes.

-no...

El mismo se prometió confiar en el azabache, si el aseguraba no haber echo nada, le creería.

-aunque sea uno....aunque sea uno

Suspiro para luego dejar sus lentes sobre el escritorio mientras frotaba sus ojos, había pasado la noche entera leyendo toneladas de libros sobre como acercarse a aquel chico; anteriormente había intentado poner en práctica lo aprendido con su paciente Marsh.

/////////

-Marsh, viendo el avance que has tenido en la semana, estaba considerando la extensión de tus visitas.

-¿por que querría ver por mas tiempo a mi estúpida familia?

Menciono calmado y sin mirar a su psiquiatra el azabache de nombre Stan.

-ellos te internaron aquí por que sabían que no podrías con tus demonios internos tu solo, dales una oportunidad de volver a estar juntos

Decía el rubio mientras hacia la nueva receta de medicinas para su paciente

-lo intentare, aunque no se de que me ayude si solo veré sus caras llenas de desprecio, llenas de veneno por este asqueroso ser que llaman hijo

Dijo frustrado el paciente, tomando su cabeza con sus manos mientras se recargaba en sus rodillas, parecía que iba a llorar; para Tweek, Stan había sido un paciente difícil pues ya había tenido 2 llamadas de atención por disturbios que ocasionaba, pero estos últimos meses había logrado avanzar; fue un reto difícil, pero claro, cualquier reto era difícil cuando tu paciente padecía de un trastorno de personalidad bipolar.

-bien Stan, también, el consejo determinó que como has estado progresando, solo tendrías que aguantar una semana y saldrás de la linea roja.

Linea roja se refería a una advertencia de ser transferido a otro psiquiatra y empezar de nuevo el tratamiento.

-¡¿s-stan!? ¡¿Quien es Stan?!

Pregunto el azabache levantándose de su asiento, volteando a todas direcciones, a lo que Tweek solo atinó a reírse levemente, se levanto de su mesa y se acercó al chico Marsh.

-lo siento Marsh, estoy acostumbrado a llamarte por tu apellido, pero, tú, tu eres Stan.

Finalizo tomándolo de los hombros y viéndolo desde abajo, ver al joven azabache le hacia recordar a Craig, y le daba las esperanzas de creer que cualquiera podría ser curado por Tweek Tweak.

-Stan....

-asi es, Stan Marsh...

Finalizo para regalarle una sonrisa al de mayor altura.

/////////

-si, si se puede.

Dijo más entusiasmado, haría lo que fuera para demostrar que si era capaz de ser un digno psiquiatra, ser aquella persona a la que las personas confiaran, ser una persona.....amada

-necesito un café

Después de decir eso, el rubio se dirigió a su cafetera, posiciono una taza blanca debajo de las gotas obscuras de cafeína que caían y espero, todo el silencio que vivía en la habitación, murió cuando el sonido de la puerta se hizo presente, al girarse para ver quien era, pudo divisar un chullo azúl con un pompón amarillo entrar por la puerta, esos cabellos cenizos, acompañados de esa gran altura, solo eran de una persona.

Craig Tucker

-oh Craig, pasa, se me olvido que ya son las 4

-tsk, se supone que tu eres el estúpido doctor, no tengo ni siquiera por que asistir a esta mierda de terapia

Sentenció sentándose en la silla enfrenté del escritorio

-pero estas aquí, ¿no?

No hubo respuesta

-Craig, ¿sabes para que están los psiquiatras?

Pregunto el rubio sin moverse de su lugar, pues esperaba su taza de café

-para medicarte y hacer que la gente se curé, cosa que no veo en usted doctor

Decía con una sonrisa el azabache, a lo que Tweek solo hizo oídos sordos, suficiente tenia con sus "colegas" del trabajo

-en realidad, los psiquiatras no están para dar medicamentos, los psicólogos te hacen pensar, nosotros los doctores declaramos a una persona mentalmente inestable cuando ésta no piensa, por eso te pregunto Craig ¿tú piensas?

-que pendejadas estas diciendo, claro que pienso

-¿enserio?

Pregunto serio el doctor, acercándose a su paciente, a lo que solo recibió el fuerte sonido de la silla caerse, pues Craig se levanto bruscamente, quedando frente al rubio

-estoy seguro

Dijo de forma seria, sin apartar su fría mirada; el cuerpo de Tweek no se movía, aunque podía sentir el peligro de estar tan cerca, la respiración de ambos se mezclaba, sin despegar sus ojos del contrarió, los ojos de Craig parecían dos tumbas obscuras en las que no quisiera caer nadie, los ojos de Tweek eran dos umbrales iluminados que te perdías en ellos desde el momento en que te deslizabas por sobre sus ojeras; pero no es algo que cualquier narrador dijera como simple metáfora, no, eran los pensamientos de los contrarios.

El corazón de Tweek se sentía presionado, sentía su garganteo seca con un calor horrible recorriendo su traquea, dolor que parecía, compartía con el azabache que solo lograba sentir el nudo en su estomago formarse, que con cada pestañeo del rubio se estrujaba más.

Sus ojos detonaban un cierto odio por parte de ambos, pero sus manos, que temblorosa mente  se acercaban a la contraria, deslizándose sobre la mesa de madera, mostraban otro sentimiento, el deseo de alcanzar al otro era mayor cada vez.

-Craig.... Tú.... ¡Gha, el café!

El café se derramaba en el suelo desde la cafetera, corrió a salvar el poco liquido que quedaba y limpiarlo con un trapo.

-¿gha?....

Preguntó el azabache en un susurro, siendo adornada por una sonrisa.

Tal vez no llegarían a entenderse jamas, pero ninguno de los dos lo negaría.

Amaban estar juntos

-y solos.....

-----------------

¡Hello!

Salve el semestre y volví a actualizar :v)9

¿Que otra pareja quieren ver?

Y aquí están las enfermedades de los personajes ahorita vistos:

Stan: bipolaridad
Kyle: toc, anorexia y bulimia
Kenny: síndrome de cotar
Cartman: esquizofrenia
Craig: (su homosexualidad :v digo) no se sabe

Sale bye

🍯🍯