VII. detrás de todo
Jungkook consideraba que era una persona con mucha suerte, porque había nacido en una familia millonaria y tenía un rostro tallado por los mismos dioses, él en definitiva se daría, además de que era un excelente partido. Y sí de algo le ayudó ser condenadamente atractivo, guapo y hermoso, fue que obtuvo un trabajo de forma rápida, y con solo su rostro.
Es cierto que, para llegar a ser un modelo de marcas importantes, tuvo influencias y contactos; porque su agencia le puso el ojo en cuanto lo vieron en una cena conmemorativa en la que él iba de parte de empresas Jeon.
La directora de Euphoria se le acercó para charlar sobre si se dedicaba a algo en especial, y luego introdujo el tema sobre el modelaje, lo cual le llamó la atención porque no tenía que hacer mucho, solo verse bonito y posar durante horas.
Fue así como se introdujo en el duro mundo del modelaje, porque para él no era tan complicado mantener su cuerpo ejercitado, posar por horas ante las cámaras o quedarse hasta tarde en el set; pero sí era duro tener que convivir con esas personas que solo trataban de rebajarlo o darle un mal día, e incluso trataban de sabotearlo, porque la vida del modelaje era una competencia.
La primera vez que él cruzó las puertas de Euphoria, varios modelos lo vieron de pies a cabeza mientras cuchicheaban, las vistas denigrantes eran totalmente descaradas. Pero él solo quería empezar a ganar algo de dinero, le daba igual si lo miraban feo, él iba a trabajar.
Firmó el contrato indefinido, porque no se sabía si tendría un buen desempeño, y a Jungkook no le molestó, porque él tampoco sabía si iba a ganar plata o le terminaría gustando ser modelo.
Pero tuvo un gran despegue en ese mundo, su comercial para una marca de perfumes lo llevó a ser tendencia en las redes sociales, varios preguntaban de dónde había salido aquel chico y varios internautas se sorprendieron al enterarse de que era el cuarto hijo del matrimonio Jeon.
Las ventas en la empresa subieron, el perfume fue agotado en horas y las demandas para tenerlo como promotor oficial llovieron.
Aquello fue algo sorpresivo para Jungkook, no se esperaba tanto revuelo por su persona, y, en tan solo horas, había llegado al millón de seguidores. Si él era sincero, admite que le dio miedo su crecimiento, pero tuvo que aceptar aquello, él había tomado aquellas decisiones.
Se hizo bastante popular, por lo que la gente quería saber más de él, pero eso trajo ciertos problemas... Él no escondía ser gay.
El hate que le llovió fue demencial, pero también fue sorprendente como su naciente club de fans lo defendió a capa y espada. Aquello, en vez de hacerlo retroceder, lo hizo más fuerte, literalmente tenía en la descripción de su perfil "Soy gay, y qué", él estaba orgulloso de lo que era, incluso se volvió ícono Queer de Corea del sur, cosa que amaba demasiado.
Ser modelo le dio entrada a cosas buenas como malas, porque claro que seguía recibiendo comentarios de odio y ese tipo de cosas, además de que en aquel mundo siempre se vivía en una competencia.
Él se había topado con varios compañeros modelos con aires de grandeza, despectivos o simplemente que lo discriminaban por su sexualidad. Había ocasiones en las que estas personas solo decían mierda y ya, él hacía oídos sordos y seguía con su vida; pero había otras veces, en las que estas personas trataban de sabotearlo de alguna forma.
Porque sí, al parecer tenía enemigos en esa industria.
Pero había dos personas que lo tenían tachado de por vida y que él también odiaba, el odio que le tenían los mellizos Zhang era recíproco.
Ming y Mei Zhang eran unos famosos modelos provenientes de China, llamaron la atención desde pequeños, por lo que hicieron comerciales de pañales y ropa de niños. Con el tiempo su fama creció en su país natal, pero, debido a unos escándalos que involucraron a su padre, tuvieron que inmigrar a Corea del sur, donde comenzaron a trabajar como modelos de marcas de uniformes escolares.
Realmente no les iba mal a los mellizos, ellos tenían un gran grupo de fans que los apoyaban, incluso eran apodados como los hermanos de la realeza o algo así, a Jungkook le importaba tres hectáreas de lechuga cómo putas los llamaban en internet; el asunto es que eran bastante conocidos, pero les "ganó" varios contratos.
La cosa estaba así, los mellizos habían sido la cara de una importante marca de ramen desde hace tres años consecutivos, pero, al parecer, a la marca le aburrió las caras perfectas de esos dos y lo contactó a él, por lo que Jungkook aceptó por la buena paga.
El desastre que hubo en las redes fue increíble, su propaganda había aumentado las ventas de una forma inimaginable e, incluso, le consiguió una colaboración a dicha empresa con una empresa de videojuegos, así que hubo más comerciales y más plata. Pero luego estaban los fans de los mellizos que no estaban contentos, que publicaban cosas como que Jungkook había pagado por quitarles el puesto a los hermanos o se iban directamente hacía su sexualidad.
A él le valió queso parmesano lo que dijeron, él estaba feliz con su platita en el bolsillo y con ver carteles de él disfrutando de un buen ramen mientras jugaba en la consola.
Pero a los hermanos Zhang les importó tanto como a él le importaba subir de nivel en Sugar bomb, y eso se hizo muy notorio cuando comenzaron a golpear su hombro en las ocasiones que pasaban a su lado en la agencia, o cuando derramaron sus cafés en su playera, o cuando le pusieron el pie para que se cayera, o muchas cosas más.
Ming Zhang siempre mantenía una cara de poker, se disculpaba de la forma más cínica del mundo y luego le daba comentarios venenosos sobre algún trabajo reciente que había realizado. Mei Zhang era más desvergonzada en ciertos aspectos, ella esparcía rumores absurdos sobre su persona, lo empujaba a la vez que le daba un pisotón y se reía tan agudo que parecía bruja-ardilla-delfín.
Jungkook no los odió de inmediato, porque creyó que solo eran accidentes que podían pasar, pero cuando Ming lo hizo caer sobre la ropa de diseñador que le traían a Mei, fue cuando decidió volverse su mayor hater.
Al parecer alguien lo había grabado y subido a las redes diciendo que quería arruinar la sesión de la pelinegra, los comentarios de odio se hicieron presentes en segundos, el #FreeMeiZhang y el #HateJungkook se hicieron tendencia, e, incluso, salió en las noticias del país.
Eso fue el colmo.
Así que decidió abrir una investigación por el hecho de que lo grabaron sin su consentimiento, hizo un comunicado en Stigma explicando la situación y narró que su equipo se encargaría de las difamaciones... y después subió un vídeo cantando Look What You Made Me Do bailando en su avión privado camino a Japón y vestido con ropa exclusiva de KHAITE, la cual es una marca de lujo silencioso y que se rumoreaba tendría a los mellizos Zhang en su nueva pasarela.
Quizá los Zhang iniciaron la guerra, pero él la ganaría a como de lugar.
Decir que el vídeo no se hizo viral, era como decir que él no era gay. Volvió a aparecer en todos lados, algunos lo llamaron descarado en forma de insulto y otros lo llamaron el príncipe descarado como halago; pero si de algo estaban todos los internautas de acuerdo, era que ese vídeo era una declaración de guerra hacia los Zhang, y todos querían ver qué sucedería luego.
Desde ahí Jeon Jungkook ha mantenido una enemistad con los mellizos, siendo tan notoria como dentro y fuera de la agencia.
—Pero miren quién anda por aquí —no hacía falta voltear para que el pelinegro supiera de quién era esa voz—. El mariconsito de Jeon.
—¿Acaso vienes para que te dé una mamada, Ming? —cuestionó con descaro mientras se arreglaba el labial—. Quizá luego, mi amor, estoy trabajando, algo que tú ya no sabes hacer.
La risa amarga del otro se hizo presente, y Jungkook se alejó del espejo, mas no dejó de ver al otro por el reflejo.
—¿Tan necesitado estás que hasta esperarás por esa mamada? —cuestionó levantando su ceja.
—Estoy esperando a mi hermana, maricon de mierda —respondió con la voz ronca y viéndolo con desagrado.
—Pero qué genio te cargas, ¿eh? —negó con la cabeza un par de veces—. Menos diez puntos por grosero.
—¿Qué mierda hablas, rata con patas?
—Menos veinte puntos por poca originalidad —dijo dándose el último vistazo en el espejo.
—Voy a molerte la cara a golpes si sigues hablando, zorra traga pollas —-contestó acercándose al otro, completamente furioso.
—Menos treinta puntos por la agresividad, MinMing —volteó y encaró al más alto con una sonrisa de lado, y el otro levantó la mano para golpearlo, pero Jeon no pestañeó—. Hazlo, mi amor, golpéame, sé que quieres hacerlo.
La ira en los ojos grises de Ming, más las delgadas cejas fruncidas, la mandíbula definida y marcada, sumado al outfit de motociclista junto al cabello con gel y ondas; le estaba tentando a Jungkook.
Es que, o sea, el tipo no era feo, es modelo, obviamente que era guapo; ese hombre era atractivo y sumamente bello, no más que él, pero lo era bastante. Además de que se estaba leyendo un enemies to lovers buenísimo, así que tenía jodida la cabeza en esos momentos.
Ming estaba a punto de golpearlo, lo había tomado del cuello, pero se le hizo hot, de nuevo, el enemies to lovers también era dark romance, leer le estaba averiando la cabeza con tanta cosa.
Pero cuando cerró los ojos para recibir el golpe fatal de su atrevimiento, la voz chillona de Mei, hizo al otro detenerse, así que lo empujó hacia el espejo y lo soltó.
—Ming, ni siquiera se te ocurra tocar al vómito de rana —comentó la fémina mientras veía con asco su traje verde.
—Pues mirate primero, papagayo desplumado —respondió con veneno mientras se arreglaba el cuello del traje.
La fémina chilló enojada mientras pegaba un pisotón y luego comenzaba a contar hasta diez haciendo ejercicios de respiración con la ayuda de su hermano menor.
—No sería mejor ir al psicólogo, porque esos arrebatos, cariño...
—¡Lo voy a matar! —la chica saltó hacia él, pero Ming la tomó de la cintura y retrocedió—. ¡Ming, tengo que pegarle!, ¡suéltame!, ¡quiero ver su cara limpiar el piso!
El de cabellos grises rodeó con su brazo derecho la pequeña cintura de su hermana, y la llevó a rastras a la salida. Mei dio patadas y casi muerde al menor en el proceso, pero Ming pudo salir del camerino de una vez por todas.
Jungkook se sentó en un sofá que estaba en el camerino y se dispuso a revisar sus redes sociales con una gran sonrisa, amaba sacar de quicio a esos dos, aunque Ming fuera la voz de razón, también era el más agresivo, y sabía que si lo golpeaban él saldría ganando.
Suspiró algo agotado, eran las seis de la mañana, igual debía esperar, su sesión era a las seis cuarenta.
Vio un par de post sobre videojuegos, sobre una convención que sería en un mes y a la cual quería asistir, y siguió bajando y bajando y bajando.
Su fyp estaba bastante aburrido, mucha ropa, muchos memes de juegos y algo de maquillaje, él quería otra cosa.
Y como si el celular leyera sus pensamientos, el perfil de Vante hizo aparición, era una foto de él con la gorra de béisbol negra, traía una mascarilla del mismo color junto a una camiseta blanca ajustada. Estaba haciendo flexión con el brazo izquierdo, dejando ver sus músculos, a Jungkook le gustó lo que vio, y por lo que se veía Vante estaba recostado en su cama y solo se le veía parte del bicep izquierdo y para arriba.
"Necesito a Bambi para hacer el trend de "Sorry, I'm sick", porque me rehuso a hacerlo con alguien más"
Jungkook gimió por dos motivos: 1. Maldita sea, él quería ser Bambi y 2. Que ardiente era que solo quisiera a Bambi para hacer aquello.
Pataleó un rato por la rabia y emoción, joder, él quería eso...
Recordar cómo era su relación con Jimin era deprimente, pero se puso a hacer aquello. Para empezar, le aplicó el love bombing más obvio del mundo y él cayó redondito, porque una vez aceptó ser su novio, la magia se fue de vacaciones y no ha querido regresar.
Aunque tampoco sabría si eso sería love bombing, porque él nunca se enamoró, él solo vio la oferta de tener algo lindo con alguien y así tener su romance de cuento. Jungkook solo quería un romance digno de película y Jimin llegó en un momento preciso, justo estaba pasando una pérdida y su mejor amigo ya no estaba para ayudarlo... aunque él también debía apoyarlo, pero ese era otro tema.
Jimin llegó como un rayo de sol en día de lluvia, incluso ese era un apodo que le había puesto al rubio, "Rayito de sol", y fue como una fuente de frescura, cariño y comprensión. Y sí, Jungkook reconocía que era una mierda que viera a Jimin como una fuente de amor directo hacia él y su autoestima de mierda, además de su clara dependencia hacia Taehyung, porque, hasta el día de hoy, él consideraba que Taehyung era el mayor soporte de su vida y lo necesitaba de alguna forma, necesitaba que el castaño estuviera ahí para hacerlo sonreír, para que le subiera los ánimos, para que lo quisiera bonito, para que le diera de su amistad adictiva y para que él, Jungkook, fuera, de cierto modo, el centro de la vida de su Hyung.
Entonces sí, Jimin fue un 2x1, porque le dio, a través del love bombing, el trato junto al afecto que Taehyung le daba y también se presentó a él con la oportunidad de formar una pareja, lo cual llevaba anhelando desde hace un tiempo.
Quizá era un egoísta de mierda, no lo podía negar, pero Jimin también tenía sus falencias; si se ponía a pensar en como era en un inicio y en como era ahora, el cambio era drástico y hasta se podría decir que salió a la luz su verdadera personalidad.
Jimin en un inicio era todo lo que alguien podría llegar a soñar, un chico atento, simpatico, tierno, carismático, dulce, detallista y cientos de otras cosas; lo consoló todas las veces que lloró por la pérdida de su padre y trató de indagar un poco sobre el porqué le dolía tanto que Taehyung estuviera lejos, pero esa información decidió guardarla porque sería obvio que veía en el rubio un posible reemplazo de su Hyung y porque sus pensamientos respecto a Taehyung eran muy íntimos, tanto así que hasta guardaba esa información de si mismo.
Jimin fue un apoyo espectacular, le ayudó un poco en clase y le demostró un cariño ideal, por lo que fue magnífico cuando le pidió noviazgo; lo único que podía pensar era en el buen partido que era el rubio y en que veía un buen emprendimiento para realizar su primer amor.
Vaya que estaba equivocado.
Al día siguiente de que toda la escuela se enterara de que eran pareja, Jimin se volvió una persona completamente diferente, no hablaba solo respondía, y lo llevaba a pasear por el establecimiento como si fuera un trofeo, pero no le gustaba salir con él afuera.
Cuando Taehyung volvió a su vida, la actitud desinteresada de Jimin se volvió agresiva y tóxica, realmente de mal en peor. Ahora tenía la maña de besarlo de forma descarada por los pasillos de la escuela o amenazar a los chicos amables que se le acercaban, sumándole los malos tratos hacia su Hyung.
Jimin tenía a Taehyung como enemigo mortal, y no tenía idea del porqué, él suponía que por celos, pero a veces creía que había algo más detrás de aquellas miradas llenas de odio y repudio.
Así que Park golpeaba el hombro de su Hyung como si fuera su pasatiempo favorito, le hacía zancadillas, botaba las cosas que Taehyung llevaba en las manos, le decía comentarios desagradables y hasta le derramó jugo en dos ocasiones.
Él no sabía qué mierda hacer en esas ocasiones, ¿a quién defendía?, porque se suponía que debía defender a su pareja, pues se amaban y eran lo que todos querían ser en la escuela, pero su Hyung no había hecho nada malo, al menos que él supiera o que fuera en esos momentos. Jungkook estaba dividido en esos dos polos opuestos.
El asunto fue escalando gradualmente, él en un inicio solo le dijo algunas palabras a Jimin de que tuviera más cuidado con lo que hacía, luego ya eran jalones de brazo para que no golpeara a su Hyung y después ya tuvieron que ser empujones.
Jimin cerca de Taehyung era el triple de agresivo que cuando se le acercaba un chico cualquiera.
Hasta que un día todo se le salió de las manos...
Taehyung caminaba con su almuerzo hacia él, después de todo iban a almorzar juntos porque Jimin dijo que comería con Yoongi y él no alegó ni nada, no quería una pelea; pero cuando Jimin vio que está comiendo junto a su Hyung, llegó enojado a su mesa, pateó el asiento de Taehyung y lo botó al suelo.
Todo era un desastre, todos los estudiantes comenzaron a susurrar y a acercarse a la escena, Yoongi y el equipo de fútbol se posicionaron detrás del rubio, y Jimin le gritaba amenazas de muerte a Taehyung.
Luego Park tomó la sopa caliente que Taehyung había pedido de almuerzo y amenazó con lanzarla, pero Jungkook se cruzó para protegerlo, por lo que la sopa cayó sobre él y ahí todo se fue a la mierda.
Taehyung se levantó tan rápido que a nadie le dio tiempo de reaccionar y ya había roto el asiento en las costillas de Jimin, la madera saltó por todos lados y todos estaban estupefactos.
—Vas a arrepentirte de lanzar esa mierda —dijo el castaño mientras soltaba la pata de madera que tenía en la mano.
—Se nota que eres leyenda, V —comentó con una sonrisa burlesca el rubio mientras se levantaba de a poco del suelo—. Saca a la luz quien realmente eres.
Jungkook estaba siendo atendido por Hoseok en esos momentos, quien le limpiaba la sopa del pelo y el rostro, pero jamás podría olvidar la mirada en el rostro de Taehyung; sus ojos color miel se veían enfurecidos, emanaba ira y lo único que buscaba era destrucción, hacer mierda a Jimin.
El rubio se lanzó hacia el estómago del castaño, buscando derribarlo, pero el mayor lo alcanzó a frenar y tomó con la mano derecha los cabellos dorados del otro, levantando su rostro y compartiendo miradas furiosas. Jimin comenzó dando puñetazos en el estómago y costillas de Taehyung, y este los resistió por unos segundos, luego se aburrió y le dio un puñetazo en el rostro con la mano izquierda.
Jimin se veía aturdido y los miembros del equipo quisieron ir al rescate, pero Yoongi los detuvo con una seña.
—Reglas de la calle, la pelea inicia con dos y termina con uno.
Taehyung sonrió de lado al escuchar aquello y empujó al rubio para darle una patada en el estómago, dejándolo en el suelo.
—Reglas de la calle, si las apuestas suben, se bate a muerte —le escupió en el rostro al rubio con una sonrisa arrogante—. Arriba ricitos, no me la pongas fácil.
Jungkook no daba cabida a lo que estaba presenciando, su Hyung realmente veía la posibilidad de matar a Jimin, y dejó en claro que conocía las reglas de la calle, que peleaba en apuestas y que vivió en ese mundo.
Jimin se levantó de forma débil, y para ese punto todos los habían rodeado, por lo que realmente parecía apuesta de pelea; Park levantó la guardia y lanzó un puñetazo, pero el castaño lo esquivó de forma veloz y así se repitió la acción un par de veces, hasta que Taehyung le dio puñetazo en el rostro, por lo que el otro se fue a la izquierda, y paso seguido le dio una patada a sus pies, haciéndolo caer.
Kim se sentó encima del tórax ajeno y puso sus manos en el cuello del menor, todos los presentes dejaron de susurrar y quedaron pasmados por lo que veían.
—¿Debería matarte, Jimin, o debería perdonar lo que le hiciste a Jungkook? —emitió algo de presión en el agarre—, ¿uhm?, ¿qué dices?
El rostro del rubio estaba rojo por lo que el azabache se alertó demasiado, pero antes de que pudiera recurrir a detener aquello, varios profesores llegaron al acto, gritando para que se alejaran de la pelea y para que Taehyung se alejara de Jimin.
El castaño levantó ambas manos, como si la policía hubiera llegado a la escena, y Jungkook se preguntó si acaso estaba acostumbrado a eso y por ello reaccionó como reflejo; de forma lenta y con las manos a la vista, Taehyung se paró de encima del rubio, el cual tomaba bocanadas de aire, y luego retrocedió, alejándose del cuerpo contrario, por lo que fueron en ayuda de Jimin.
Jungkook no podía dejar de ver a Taehyung, y, cuando cruzaron miradas, su Hyung le sonrió tan bonito, como si le dijera que todo estaría bien y que siempre lo iba a proteger.
Jungkook le sonrió apenado y, con un leve sonrojo en sus mejillas, le susurró un gracias, a lo que el otro le susurró que no había que agradecer.
Después de aquello, Taehyung quedó con una sentencia en la matrícula, cualquier cosa que hiciera y fuera en contra del reglamento, sería sancionada con la expulsión de la escuela. Y, por otro lado, Jimin dejó de buscar pelea con su Hyung, al menos de forma física, pero en sí se alejó del castaño.
Y bueno, ahora Jimin seguía siendo algo agresivo, pero era más enfocado contra él, le gritaba de la nada, lo insultaba de forma cómica para hacerlo sentir inferior y denigrarlo, y en ocasiones lo empujaba.
En la escuela solo lo besaba de forma agresiva o medio manoseaba a la vista de todos, como si tuviera que demostrar que le tenía y que nadie podría tocarlo, cosa que en algún momento le pareció caliente y ahora ya le aburría porque sentía que solo era una exhibición.
Además de que su relación en sí no era pública, porque Jimin no quería que sus fans por parte del modelaje los vincularan; él decía que no quería que le dieran comentarios de odio o algo así, y que le bastaba con que en la escuela lo supieran.
A Jungkook le dio igual, tampoco era como si quisiera presumir a medio mundo su relación carente de amor, pero si es que le preguntaban si tenía pareja, él decía que había alguien.
El azabache suspiró y se quedó leyendo los comentarios del post de Vante, habían muchos "Quiero ser Bambi" y le dio like a todos los que encontró, también habían algunos como "Bambi, no te entiendo" y le dio like a esos también.
Bambi lo tenía todo y prefería andar con alguien que no lo quería...
Eso lo recordó a él, aunque él seguía con Jimin por una pequeña esperanza de que volviera a ser el de antes y porque creía que podía transformar, de alguna forma, aquel desastre de relación en algo digno de envidiar... Pero Jimin no ayudaba, en vez de ayudar a que él se enamorara, ayudaba a que lo odiara un poco más.
Admite que él quiso rendirse varias veces, porque no le encontraba sentido a tratar de crear algo increíble junto a una persona que le daba igual la relación, pero su padre le decía que un emprendimiento jamás se debía abandonar, que debía tratar de hacer resurgir las cosas como sea, ya que por algo inició el emprendimiento, por alguna razón apostó por él.
Y sí, Jimin era un proyecto que lo estaba por llevar al fracaso.
Y sí, estaba usando los consejos empresariales de su difunto padre como le daba la gana.
Pero era su vida, él veía que hacía con ella y cómo la llevaba a la ruina.
Se metió al perfil de Vante luego de leer varios comentarios y después de guardar la foto en su galería, revisó algunos post anteriores en los que etiquetaba a algunos amigos en memes o hablaba de Sugar bomb, al parecer una amiga lo retó a subir nivel veinticinco imperial en una semana y ya iba por el diez; también vio que estaba haciendo ejercicios de matemática avanzada y algunas cosas de física que él no entendió, pero varios en los comentarios le agradecían por la explicación y Vante les decía que para eso estaba su ñoño favorito.
Vante era tan su tipo, inteligentes descarados que cuando aman son unos perritos obedientes; Jungkook apretó las piernas y se puso a pensar en el juguete que había comprado.
Realmente no lo había usado, había estado ocupado últimamente, así que no tuvo tiempo para probarlo, quizá lo probaría ese día...
Su celular vibró, por lo que se enfocó en ello, y al ver la barra de notificaciones pudo ver que era un poema de Vante.
Mi templo del deseo
Exhalo con fuerza y tiemblo por ti cada que rezo,
cada que oro dejo rienda suelta a mis más indecorosos pensamientos
y te adueñas de mi cuerpo como si no te bastara con mi alma,
siento como enciendes cada parte de mí con solo tu recuerdo.
Bendita sea tu boca que podría darme una cálida bienvenida,
por favor, bebé, abre esa boca para darte la eucaristía,
déjame enseñarte lo que es el calor del deseo y lo exquisito que sabe caer de una vez,
anhelo poder profanar el majestuoso templo que eres.
Mis dedos tiemblan por poder tocar tu piel blanca,
por palpar tu carne con fuerza para amoratarla y dejar mis marcas,
realmente quiero extender tus piernas y hundir mi rostro en tu placer,
deseo que me guíes con gemidos a la gracia divina para hacerte explotar al amanecer.
Alimentame Bambi, dame de tu carne, de tu esencia y de tu desastre.
Déjame liberar mi lengua, llegar hasta lo profundo del habla y desgarrarte la garganta,
por favor permíteme manipular tu altar con mis manos pecadoras,
Bambi dejame llevarte al extasis con mi anatomía,
necesito poder expiar mis pecados en el templo que es tu cuerpo.
Vamos mi amor, vamos Bambi.
Solo quiero besarte mientras te alabo con mis manos como todo un creyente,
quiero morderte como todo un hombre necesitado por poder tenerte,
Decirte que te recuestes y me dejes todo el trabajo de la misa,
porque yo voy a explotar tu punto erógeno con mi miembro, mis dedos y saliva.
Bambi, como deseo enseñarte mi amor bajo mis sábanas de agua bendita.
—V
Jungkook cerró los ojos mientras se mordía el labio inferior, dejó el celular a un lado y apretó las piernas. Dios, su imaginación estaba llevándolo por lugares no apropiados y mucho menos a esas horas, pero joder, ese poema era tan exquisito.
Suspiró para tratar de calmarse un poco, porque no necesitaba una erección en esos momentos, ya había escuchado como la gente llegaba al set de fotografía, no podía salir con una erección a trabajar.
—Es solo un poema, Kook —se reprendió a la vez que abría los ojos—. Pero, maldita sea, ese hombre sabe lo que escribe.
Se levantó del sofá y comenzó a dar vueltas por toda la habitación, contó hasta doscientos veinte y ya se consideraba tranquilo, aunque se calmó con la idea en mente de dejar volar su imaginación en la noche y poder usar el juguete.
Con aquella idea en mente y sin una posible erección, salió al set para poder tomar las fotos, le esperaba una mañana bien movida.
Quizá si se pasó un poquito, pero él quería subir ese poema, así que la gente tendría que soportar.
Se levantó de la silla y salió de la habitación, ya eran las siete de la tarde y Jin debería estar en camino, por lo que debía hacer la cena, así que se dirigió a la cocina mientras leía los comentarios de su último poema.
Varios de sus seguidores quedaron anonadados con el poema, la mayoría decía que esa faceta nueva de Vante era excitante o que deseaban tanto ser Bambi o tener un Vante; se sintió halagado por ello.
Unos pocos se medio atacaron por el tema medio religioso que traía consigo el poema, le valió un pan duro aquello, la idea del poema era comparar su amor y deseo por Jungkook con la devoción que se tenía en la iglesia, ya que él era devoto a Jeon como si este fuera su religión.
Si no entendían el poema no era asunto de él, que buscaran otro poeta.
Comenzó a preparar el bibimbap y colocó su playlist de Spotify por lo que I have question de Camila Cabello se escuchaba en la cocina y parte de la sala de estar.
Taehyung cantaba mientras cocinaba y medio bailaba, se desplazaba en la cocina como todo un experto, pero realmente estaba checando la receta de Jin cada dos segundos, no quería equivocarse o que a Jin no le gustara la comida.
A las ocho con veintiséis minutos terminó de hacer la comida y mientras sonaba One Last Time de Ariana Grande inició el emplatado, se esmeró en que le saliera bonito, así que puso los agregados en los extremos del plato redondo y en la parte de enmedio colocó el huevo frito; y para que se viera más bonito, le roció unas especias para darle más color al asunto, y después le sacó una foto porque se veía bello.
Puso los platos en la mesa, porque ya era hora de que Jin llegara a casa, el mayor ya llevaba unos días trabajando para el viejo Min, así que aún estaban terminando de adaptarse al nuevo horario y los quehaceres de la casa.
Volvió a la cocina y comenzó a exprimir unas naranjas para hacer el jugo, aún había riesgo de que el bibimbap saliera mal, así que podía hacer el jugo y tener puntos por el extra.
Cuando volvió a la cocina, SeokJin estaba quitándose los zapatos y poniéndose los de casa, le sonrió y le mostró el jugo, paso seguido sirvió todo en los vasos y esperó a que su hermano llegara a la mesa.
—Hoy es bibimbap, mañana espero que no se queme la casa —comentó el menor con una sonrisa nerviosa.
SeokJin se carcajeó un poco y ambos empezaron a comer, pero sus caras de felicidad iban cambiando a la vez que degustaban la comida; primero era ilusión, luego pasaron a la confusión, después al desagrado y terminaron por tragar con asco.
—¿Por qué le echaste canela? —preguntó el mayor después de tomar medio litro de jugo de naranja—. Estoy seguro de que eso no estaba en la receta.
—Es que pensé que era pimienta —contestó luego de toser un poco—. Quería que se viera bonito, y le puse eso pensando que sería pimienta... deberías ponerle nombre a tus especias.
—Ay, Taehyung, ¿qué voy a hacer contigo? —dijo entre risas a la vez que dejaba el huevo con canela en otro plato—. Esto mejoró mi día.
—¿No estás enojado o decep-?
—Nada de eso, tonto, me dio gracia, no lo sobrepienses tanto —respondió para comer del resto de comida—. Y tuve un día complicado en la empresa, llegar aquí y que hicieras todo esto, es lindo.
—¿Pasó algo malo con el viejo Min?, ¿te descubrió?
—Tranquilo, tranquilo —se limpió con una servilleta y continuó—. Es solo que la carga laboral es más complicada de lo que pensé, y eso que la imaginé horrible, pero esto es peor que horrible.
—¿Tan mal?
—Demasiado mal, esa gente solo se grita cada vez que se encuentran —comentó con cara de desagrado—. Los Min son demasiado desagradables, y ahora debo re organizarles una junta familiar, por lo que sé, la que debía ser tuvo complicaciones debido a que la antigua asistente se trató de meter con el hijo del viejo.
—Demonios, fue por un grande y no le resultó.
—Eso dicen, pero de ese hombre se espera todo, él fue quien envenenó a su hijo la otra vez —siguió comiendo mientras pensaba un poco—. Si no mal recuerdo, yo conocí a ese niño.
—¿Qué?, ¿Cómo que lo conoces? —cuestionó preocupado.
—Si no me equivoco lo interrogué junto a Jiwoo —respondió con el ceño fruncido mientras masticaba—. Sí, lo recuerdo bien, acababa de despertar del coma inducido, lo interrogamos y se apoyó en mí... por así decirlo.
—Explica mejor, hombre —rodó los ojos y comió un poco más.
—Dígamos que en mí tuvo un poco de apoyo, Jiwoo siempre ha impuesto dominancia y yo era el novato, además estaba a su lado... aunque Jiwoo me lo pidió antes de entrar —sonrió mientras negaba con la cabeza—. Esa mujer lo sabía, predijo que el chico buscaría apoyo en mí y me puso a su lado.
—Entonces...
—Pues, no recuerdo su nombre honestamente, pero el chico estaba realmente mal —suspiró recordando aquel suceso—. Nos relató que su padre lo trataba mal, le gritaba y decía cosas horribles, su madrastra y hermanastra también lo hacían... que no sabía cual de los tres lo odiaba más.
—Vaya mierda... que te envenenen con raticida no debe ser para nada lindo.
—Opino lo mismo, pero bueno —hizo una mueca con los labios y tomó algo más de jugo—. Aunque no creo que me recuerde, acababa de despertar de un coma, estaba confundido con toda la situación y solo tenía trece años recién cumplidos.
—¿Crees que él pueda estar en aquella junta?, eso sería un riesgo para ti y el plan.
—Quizá esté allí, después de todo sigue siendo un Min, a pesar de que ahora está bajo la tutela de su tío —Taehyung lo vio con suma seriedad y algo de miedo en los ojos—. Pero no creo que me reconozca, en ese tiempo estaba más tonificado, era más joven, tenía el cabello castaño...
—¿Qué harás en el caso que te reconozca como el oficial SeokJin? —suspiró mientras se acomodaba hacia atrás el pelo.
—Yo creo que una cara de poker podría ayudar —respondió mientras pensaba el asunto—. Para entrar a la empresa me cree otra identidad, eso lo sabes, allí soy Choi HyunJin y me he teñido el pelo de negro, aparte estoy más viejo.
—Solo tienes veintiocho años, Jin, no estás viejo —el mayor rio un poco mientras negaba con la cabeza—. Te ves igual que en esos años, solo que más serio y recatado.
—Como sea, para los Min yo soy Choi HyunJin, y si ese chico me reconoce tendré que poner mi mayor cara de poker y mantener mi identidad falsa a capa y espada —terminó de comer y se estiró en la mesa—. No puedo permitirme fallar cuando he llegado tan lejos, cuando pasé todas las pruebas de investigación y el entrenamiento de mierda que da esa empresa.
—No tienes que esforzarte tanto, prefiero tener a mi hermano vivo y bien, que tener que visitarlo en el cementerio o la cárcel —Taehyung lo miró con cariño y le regaló una media sonrisa—. No necesito una empresa y una gran venganza para ser feliz, necesito a mi hermano mayor para tener de quién burlarme e interrumpir en su habitación cuando quiera que me compre un libro.
Ambos rieron de forma baja, se vieron a los ojos irradiando amor, cariño y comprensión.
Ellos habían pasado por tantas cosas, por tanto dolor, por tanta alegría, por tantas pérdidas y tantos logros. Nadie en el mundo podría entenderlos como ellos lo hacían mutuamente.
Cuando sus padres murieron, Jin tuvo que hacerse cargo de Taehyung y preocuparse por mantenerlo vivo, porque el menor, después de salir del hospital, se adentró en aquel mundo de las peleas ilegales, un mundo en el que podía botar todo el odio y culpa que sentía, y recibir parte del castigo que "merecía".
Noches de desvelo en las que Jin no podía dar con su hermano, para luego encontrarlo tirado en alguna plaza medio desmayado por tantos golpes o en las que no aparecía en días por la casa.
Jin también tenía que trabajar, organizar un velorio y funeral, necesitaba plata y los Min le quitaron la empresa de sus padres que estaba subiendo en ventas de forma impresionante. El mayor estaba demasiado agotado, vivía a base de café y a veces energizantes, pasaba noches en la estación haciendo horas extras.
Ambos pasaron por el mismo duelo, pero de diferentes formas.
Jin se obligaba a trabajar, a generar dinero de alguna forma, y trataba de tomar un rol de autoridad para que su hermano volviera en sí, pero eso solo hacía que Taehyung se cerrará a él y lo viera como un enemigo, como el nuevo dictador de la casa.
Taehyung solo quería mermar su culpa, sentía que necesitaba botar toda su ira en las peleas y recibir parte del castigo con los golpes que llegaba a recibir. El dinero que ganaba lo destinaba a comprar algo de droga para él y Jiae, también para cigarrillos, condones y cuartos de motel.
Taehyung también tuvo un refugio en el sexo, pero era de una forma más perversa, Jiae se parecía mucho a Jungkook y él quería tener a Jungkook de vuelta, además de que hace no tanto se había dado cuenta de sus sentimientos por el pelinegro.
Jiae lo sabía y fue ella la que le ofreció el trato después de que ambos hubieran inhalado algo de coca y mientras se besaban Taehyung la llamó Jungkook.
Quizá no era la mejor forma de refugiarse para ambos, porque Jiae también había perdido a su padre y veía el sexo como una distracción de tanto caos y la mejor forma de tener algo de atención.
De a poco se volvieron dependientes de follar, ya ni necesitaban algo de droga, solo se veían y comenzaban a tocarse, a besarse y luego Taehyung ya tenía a la chica contra la pared. Habían llegado a un punto en el que no les importaba hacerlo en público o no, fue así como Jin los descubrió.
Jiae fue a buscar a Taehyung de una pelea en aquel barrio de mala muerte, apenas el castaño salió del ring y con sus billetes dentro del pantalón, la fémina se lanzó a comerle la boca.
El beso fue sucio, necesitado, terriblemente desordenado y con saliva escurriendo de la comisura de los labios de Jiae; ella iniciaba y Taehyung era quien tomaba el control.
Se alejaron de la multitud y fueron a una plazuela, Taehyung se sentó y la chica se subió encima, el castaño jamás perdía el tiempo y ya le había quitado la camiseta mientras ella no paraba de moverse sobre su miembro.
Todo pasó rápido, y ya ella lo estaba montando.
—Oh Jungkookie~ —gimió el menor mientras bajaba los besos a la clavícula de la chica.
—Ah-hng~ —gimió la pelinegra extasiada por las exquisitas sensaciones—. Taehyungie~
—¡Maldita sea, Taehyung! —aquel grito hizo que ambos chicos voltearan la vista, pero ambos siguieron en lo suyo—. ¡Estás en público, mocoso de mierda!
SeokJin se bajó de la patrulla hecho furia, sea cercó al par y los separó de un empujón. Jiae se veía molesta por haber sido separada del menor de forma tan brusca y Taehyung veía con desprecio a su hermano mayor.
—Qué mierda haces aquí, Jin —dijo totalmente molesto.
—Súbete los pantalones y tú —señaló a la menor—. Arréglate la falda y ponte la camiseta, ¡rápido! —les gritó a ambos mientras sacaba su celular para hacer una llamada.
Jiae obedeció a regañadientes y Taehyung se quedó sentado con el pene al aire, no le importaba, no iba a obedecer, así que prendió un cigarrillo y se puso a fumar.
—Jiae, ve al asiento del copiloto de la patrulla —ordenó mientras fulminaba con la mirada a su hermano menor—. ¡Ahora, mierda!
La chica hizo caso y se dirigió al asiento que le había dicho SeokJin, mientras que este se acercó a Taehyung y le subió los pantalones de un jalón, por lo que el menor frunció el ceño por el movimiento tan brusco; le quitó el cigarro de la boca y lo lanzó al suelo, paso seguido lo pisó y finalmente lo tomó del cuello, levantandolo de la banca.
—Estoy cansado de tu inmadurez, vas a quedar encerrado en la puta casa, vas a tener que romper la pared para salir, ¿me escuchaste?
Taehyung le sonrió desafiante y Jin, sobrepasado de tanta mierda, lo jaló hasta el asiento de atrás de la patrulla.
El viaje fue totalmente en silencio, Taehyung se quedó callado y Jiae tampoco habló. Pero cuando el destino del viaje fue la mansión Jeon, ambos jóvenes se alteraron, Taehyung golpeó la reja divisoria mientras le gritaba que lo mataría y Jiae trató de tomar el volante, así que Jin sacó el arma y condujo apuntando hacia ella.
Una vez llegaron frente a la entrada, el hermano mayor de los cinco Jeon, salió para recibir a su hermana.
Jiae gritó que la dejaran en paz y Taehyung pateó la puerta de la patrulla para poder ayudarla, pero nada sirvió y Jungsik le agradeció a SeokJin, además de sentenciar esa aventura de sexo descarrilado con un: "Mañana se irá a Alemania".
Cuando Jiae entró por la enorme puerta de aquella casa, Taehyung puso ver como varias lágrimas bañaban su rostro y eso solo hizo odiar más a su hermano.
Camino a casa, Taehyung no habló y el mayor, de cierta forma, se sintió culpable, pero qué podría hacer, esos dos estaban tan mal que juntos eran peor, ni siquiera estaban usando condón.
Cuando ambos entraron en la casa, Taehyung se volvió agresivo, él realmente estaba enojado por todo lo sucedido, pero SeokJin no pensó ni por un segundo darle la oportunidad de ser golpeado.
SeokJin lo golpeó con el arma, haciéndolo caer medio mareado y por último lo esposó a en la cocina.
—Entiendo si me odias, realmente lo comprendo —un par de lágrimas se escaparon de los ojos otoñales del mayor—. Pero estás muy mal, no puedes... no pueden seguir haciendo eso, ya es demasiado.
Taehyung le escupió y SeokJin se limpió las lágrimas de forma veloz.
—Vas a quedarte allí, necesito que recapacites de alguna forma.
Y sin decir más salió de la casa, dejando al menor solo en la cocina, Taehyung comenzó a llorar como si nunca lo hubiera podido hacer y gritó tan desgarrador, que Jin, que estaba apoyado en la puerta de la casa, lo llegó a escuchar y lloró junto a él.
Desde ese día Taehyung solo se escapaba de forma silenciosa para ir a pelear, dejó de consumir y Jiae se fue a Alemania a "estudiar". Así fue todo, hasta que conoció a Lenna y decidió salir de una vez de aquel mundo.
Desde que decidió salir de aquel mundo, su relación con Jin mejoró de una forma impresionante, ambos decidieron hablar respecto a como se sentían, qué les molestaba del otro y en qué podían cambiar para mejorar la relación.
Quizá no volvieron a ser los que eran antes del accidente, pero ahora eran mejores.
Taehyung amaba a su hermano mayor, y, mientras lo escuchaba quejarse de cómo eran los Min y hablaba de las cosas que debía hacer en el trabajo, sonrió en grande.
Estaba tan feliz y agradecido de tener a Seokjin en su vida, lo amaba demasiado.
Jungkook estaba nervioso, lo admitía, es que jamás había usado un juguete de esos, pero ya había leído las indicaciones para hacer un buen uso de aquello.
—Vamos, Kook, tienes dieciocho años, hombre —dijo mientras cerraba la puerta con llave y luego caminó a su cama.
Se sentó en la cama con las sábanas más caras y de seda fina, con almohadas de plumas y peluches coleccionables y exclusivos; encima de ella estaba el plug anal con vibrador junto a la botella con lubricante.
Suspiró un poco y cerró las cortinas de sus ventanales, quizá estaba algo paranoico, pero estaba estaba demasiado nervioso, no lo podían juzgar.
—Bueno...
Se recostó en la cama y encendió su celular, buscó un vídeo que le gustara y le puso play, gracias a Dios sus paredes no permitían que los de afuera escucharan algo, y comenzó a majear su pene con cuidado, de forma lenta.
En el vídeo se veía a un hombre medio musculoso, con camiseta negra ajustada y nada debajo, masturbando a otro que se encontraba completamente desnudo y debajo del otro. Comenzó a coordinar los movimientos que hacía el chico de camiseta con los que él se realizaba; iba lento, de forma tortuosa, subía y bajaba por el falo, con el pulgar de la mano derecha presionaba el glande y con la mano izquierda jugaba con el falo y las bolas.
Gimió bajito por lo exquisito que se sentía, pero quería más rápido, así que adelantó el vídeo y volvió a imitar los movimientos del aquel hombre, subía y bajaba de forma rápida y dura con la derecha y con la izquierda pellizcaba los pezones del otro; Jungkook se quitó la camiseta e imitó todo lo que veía.
Diablos, él necesitaba algo más, necesitaba que lo jodieran por detrás.
Dejó que el video siguiera su curso, y se quitó los pantalones de chandal y el boxer, con la izquierda seguía masturbandose y con la derecha buscó el juguete, con cuidado embarró lubricante en sus dedos y se acercó a su trasero.
Ingresó un dedo que se le hizo medio incomodo, pero luego de masajear mejor gimió medio alto, ingresó otro dígito y comenzó a hacer tijeras y a jugar con aquella zona que estaba rozando; se sentía bien, pero quería mucho más.
Dejó de masturbarse, aunque ya tenía un poco de presemen en la mano, y buscó el juguete, embarrando de lubricante el objeto.
De forma lenta lo ingresó dentro suyo, unas lágrimitas se escaparon de sus orbes estrellados, gimió por placer y algo de dolor, pero prefirió cambiar de posición, ya que estar de lado se le hacía incomodo.
Apoyó su pecho sobre una almohada y alzó el trasero, con la derecha comenzó a mover el juguete, haciéndolo temblar y, cuando ya podía moverlo con mayor facilidad, encendió el modo vibrador.
Su respiración se volvió irregular, lloriqueaba mientras chillaba de placer, sus gemidos eran tan altos, si no tuviera sus paredes, todos en la casa sabrían lo que hacía.
—Uhmg~ —chilló mientras aumentaba las embestidas—. M-más~
Escuchaba los gemidos del vídeo y se sentía más que caliente, Dios, se sentía tan bien. Mientras deliraba y la saliva se escapaba por su mentón, no pudo evitar pensar en el poema de Vante, en las fotos de ese hombre y su forma de amar.
Gimió tan alto cuando imaginó que era Vante quien lo penetraba con fuerza, aumentó la profundidad de las embestidas del juguete y le subió a la vibración.
—A-hng~ —su respiración se entrecortó cuando por fin encontró su próstata—. V-vante, más, m-más~
Con la izquierda masajeó su pene y lloró de placer, imaginar que ese hombre lo tomaba de la cadera para empalar su polla con fuerza lo re calentaba, pensar que Vante lo estaba sometiendo y tocando, que el juguete era el pene de él, que sus brazos lo tomaban con fuerza para voltearlo y jugar con su miembro.
Vante, Vante, Vante.
—Ohng~ —comenzó a chillar y a exprimir su miembro—. Vant-te~ mier-mierda ahng~
Imagino como Vante se quitaba la mascarilla y podía verlo, por alguna razón imaginó a Taehyung y por algún motivo eso fue exquisito.
Fantaseo con que su Hyung lo masturbaba mientras lo follaba con fuerza, con rapidez y necesidad, como las grandes manos de Taehyung lo tocaban con descaro y las pelotas de este chocaban con su culo, creando sonidos obscenos y chiclosos por la rica esencia de su amado Hyung que se quedaría en su trasero.
—T-tae...m-más —enterró el plug en lo más profundo y dejó en el máximo la vibración—. ¡T-taehyung!, ¡Sí, sí, s-sí!
Se imaginó como el mayor lo nalgueaba con fuerza, dejándolo marcado, como lo tomaba del pelo para girarlo y besarlo de forma ruda, demandante y autoritaria. Se le hizo agua la boca con solo pensarlo.
Dio tres estocadas profundas y sus piernas temblaron, se quedó sin aire y sintió como el mejor orgasmo de su vida lo consumía.
Su semen salió con fuerza y los espasmos lo hacían temblar, el juguete seguía vibrando y eso lo hizo lanzar otra tira de semen, con cuidado se quitó el aparato y lo apagó, mientras él se recostaba boca arriba sobre su cama, totalmente agotado y satisfecho.
—Mierda —susurró mientras cerraba los ojos por el cansancio—. Maldito seas Vante y tú también Taehyung.
Sonrió cansado y se limpió la saliva que corría por su mentón, su pecho subía y bajaba de forma desordenada mientras trataba de regular su respiración. Ese fue el mejor orgasmo de su jodida existencia.
Quizá debería ponerse a pensar sobre el hecho de que pensar en su Hyung fue lo que le llevó al cielo, pero ya no hacía eso, ya no indagaba en esos pensamientos que se le escapaban respecto a Taehyung, ya no buscaba buscarle sentido a todo lo que imaginaba con el castaño.
Hace bastante tiempo que dejó de cuestionar cómo veía a Taehyung o lo que imaginaba con él, ahora solo prefería ignorar aquello, de cierta forma, no le interesaba excavar en su mente para buscar porqués.
—Taehyungie —suspiró con una sonrisa tímida y se levantó para darse una ducha.
Todo eso era información de la que él mismo se privaba, no quería abrir una caja de pandora, Jungkook solo era feliz teniendo a su Hyung para él y ya.
MookieNota: Wenas :D
Primero que todo, los lunes son los nuevos sábados (se meolvidó escribir y tenía sueño)
y weno, qué opinamos de esta nueva información...
Los mellizos Zhang van a ser medio importantes en algún asunto, no diré en cual, pero weno. Y ya leyeron qué tan mal estaba el Tae y la Jiae, ¿creen que el Yoongi reconozca al Jin?, ¿y qué piensan de los pensamientos no muy puros de Jungkook?
Tengo hambre, publico y voy a comer, qué debería comer... quiero café con leche y algo más, pero no sé qué más...
Muchos muah muah pa ustedes,
¿Y qué opinamos del poema?, yo aún no creo que YO hice aquello, a mí me gustó, ta weno.
Ahorita, chi, muah muahs
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